La Economía Social en los Municipios del Sur de Madrid, una aproximación (1/5)

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Edita: Consorcio Madrid Sur. consorciomadsur@telefonica.net Coordinación e Investigación: DINAMIA, S. COOP. MAD. www.dinamia.org Diseño y maquetación: Estudio Creativo. Chusa Santiago. chusa.santiago@telefonica.net Impresión: Villena Artes Gráficas Avda. del Cardenal Herrera Oria, 242 28035 MADRID Queda rigurosamente prohibida, sin previa autorización explícita del titular de la edición, bajo las sanciones establecidas por las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y su distribución.


INDICE

Prólogo

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Introducción. Capítulo1. Objetivos y metodología. Capítulo 2. La Economía Social.

10

26

30

Capítulo 3. Las entidades de Economía Social en las fuentes de datos oficiales.

48

Capítulo 4. Caracterización de las Sociedades Laborales y Cooperativas de Trabajo Asociado del Consorcio Madrid Sur.

90

Capítulo 5. Situación actual, necesidades y demandas de las empresas en la Economía Social y el sector autónomo.

148

Capítulo 6. Conclusiones, recomendaciones y propuestas.

180

Anexo 1. Metodología. Anexo 2. Cuestionario. Bibliografía.

208

214 224


Prólogo Con el fin de incrementar y coordinar las políticas de empleo, mejorando día a día su eficacia y aprovechando los recursos públicos que se destinan en el ámbito local, los ayuntamientos de Alcorcón, Fuenlabrada, Getafe, Humanes de Madrid, Leganés y Parla, constituimos en su día el Consorcio Madrid Sur; dentro de estos objetivos se contemplan también las políticas encaminadas a crear, consolidar y potenciar la Economía Social y el Trabajo Autónomo. Por este motivo, el pasado año firmamos un importante convenio de colaboración con las organizaciones madrileñas Agrupación de Sociedades Laborales de Madrid (ASALMA), Unión de Cooperativas Madrileñas de Trabajo Asociado (UCMTA) y Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), siendo una de las acciones a realizar dentro de dicho Convenio el presente estudio. Estudio encaminado a conocer la realidad, análisis y diagnóstico del sector en nuestros municipios.


La importancia que la Economía Social y el Trabajo Autónomo tienen, es innegable y se muestra como una de las vías más eficaces a la hora de favorecer la plena integración laboral de los trabajadores y trabajadoras con más dificultades de acceso al empleo y con el consiguiente riesgo de exclusión social que ello entraña. Pero junto a lo anterior, este tipo de economía es clave para la creación de empleo estable y de calidad, fijando a la vez dicho empleo en nuestros municipios. Estas cualidades son cada vez más importantes para el desarrollo económico sostenido de nuestras ciudades, para conciliar la vida personal con las exigencias del mercado de trabajo y en definitiva para contribuir a que dicho desarrollo económico sirva para conseguir más y mejores cuotas de bienestar de nuestros ciudadanos y ciudadanas. Los ayuntamientos antes citados estamos comprometidos históricamente con estos objetivos, compromiso que actualizamos hoy y por el que seguiremos apostando en el corto, medio y largo plazo. En el estudio que a continuación presentamos se encuentran las principales claves de la Economía Social y el Trabajo Autónomo en nuestro Sur Metropolitano, así como los grandes retos y oportunidades a los que se enfrentan. Espero que este trabajo de investigación contribuya a conseguir estos objetivos y a una mayor difusión y reconocimiento de su contribución a la construcción de una sociedad más justa y democrática.

Manuel Robles Delgado Presidente del Consorcio Madrid-Sur

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introducci贸n


El presente Estudio constituye una de las acciones desarrolladas en el marco del Convenio entre el Consorcio Madrid Sur (formado por los municipios de Alcorcón, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Humanes de Madrid y Parla) y las organizaciones de la Economía Social y Trabajo Autónomo (Agrupación de Sociedades Laborales de Madrid, Unión de Cooperativas Madrileñas de Trabajo Asociado y Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos). Los municipios donde se ha desarrollado la investigación y análisis se encuentran ubicados en el Área Sur Metropolitana de Madrid. Es en este contexto metropolitano donde debemos, a nuestro juicio, enmarcar los contenidos de la presente Investigación, pues no podemos abstraer sus resultados de las dinámicas y flujos socioeconómicos que atraviesan dicho ámbito. Más allá de cada identidad municipal (muy arraigada, por cierto) encontramos que las economías locales y sus poblaciones se encuentran fuertemente interconectadas entre sí y, sobre todo, respecto a la ciudad de Madrid. Ahora bien, existen particularidades y señas de identidad que queremos destacar en esta introducción, pues configuran una estructura social de la cual históricamente la Economía Social ha formado parte. Recordemos que el nacimiento del Área Metropolitana tuvo lugar en 1961 cuando el gobierno central redacta el Plan General de Ordenación del Área Metropolitana, que fue aprobado en 1963. El 28 de septiembre de 1964 se promulgó un decreto mediante el cual se creaba el Área Metropolitana de Madrid, que incluía 23 municipios: Madrid, Alcobendas, Alcorcón, Boadilla del Monte, Brunete, Colmenar Viejo, Coslada, Getafe, Leganés, Las Rozas, Majadahonda, Mejorada del Campo, Paracuellos del Jarama, Pinto, Pozuelo de Alarcón, RivasVaciamadrid, San Fernando de Henares, San Sebastián de los Reyes, Torrejón de Ardoz, Velilla de San Antonio, Villanueva de la Cañada, Villanueva del Pardillo y Villaviciosa de Odón. Destaquemos que ciudades que habitualmente se consideran pertenecientes al área metropolitana de Madrid como Móstoles, Parla o Fuenlabrada quedaban fuera de esta definición planteada en 1964.

11


Junto a este decreto se gestó también COPLACO (Comisión de Planeamiento y Coordinación del Área Metropolitana de Madrid); un organismo de la Administración estatal perteneciente primero al Ministerio de Vivienda y posteriormente al Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (sin intervención directa de ayuntamientos ni de la Diputación Provincial de Madrid), que tenía por objetivo gestionar la planificación urbanística del Área Metropolitana de Madrid. La llegada de la democracia y la constitución de los primeros Ayuntamientos democráticos en 1979 supusieron el inicio del fin de COPLACO. Cada ayuntamiento comenzó a reclamar autonomía para redactar y gestionar los propios planes urbanísticos, de modo que lentamente cada entidad local fue conquistando parcelas de autoridad a la hora de plantear sus modelos de desarrollo. El final definitivo de COPLACO se produce con la creación en 1983 de la Comunidad de Madrid, que asumió sus competencias y también todas las referidas a la ordenación del territorio, de forma que desapareció el Área Metropolitana de Madrid. En la actualidad, lo que denominamos Sur Metropolitano (Zona estadística NUTs 04 de la Comunidad de Madrid) estaría formado por los municipios de Alcorcón, Aranjuez, Ciempozuelos, Fuenlabrada, Getafe, Humanes, Leganés, Móstoles, Parla, Pinto, San Martín de la Vega y Valdemoro.

Área Metropolitana de Madrid según el Plan General aprobado en 1964. 12


Una historia marcada por los cambios Desde la puesta en marcha en España del Plan de Estabilización en 1959, los cambios que se han operado en la sociedad y la economía española han tenido una rápida repercusión en la zona sur metropolitana de Madrid. Hasta 1960 los municipios que hoy componen el área eran, en su mayoría, pequeños núcleos agrícolas dependientes de la gran ciudad con un peso demográfico muy escaso. Con el inicio del desarrollo industrial se produce una llegada masiva de fuerza de trabajo procedente del campo (primera inmigración, en su mayoría de Extremadura, Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla y León) que reconfigura drásticamente estas poblaciones. Ahora bien, esta mutación estuvo presidida, entre otros, por dos factores: ■ En primer lugar, el desarrollo urbanístico de todo el área se produjo en un

marco de significativa elevación de los precios del suelo debido a la especulación, lo cual dejó en manos de la iniciativa privada el desarrollo urbano de todo el área metropolitana de Madrid, cuya actividad estuvo guiada única y exclusivamente por motivos lucrativos. De este modo la configuración de las nuevas ciudades se realizó más desde criterios puramente especulativos que desde una orientación de cohesión social y territorial. Buen ejemplo de ello son las ciudades del Sur Metropolitano, donde los hábitats urbanos aún hoy (a pesar de los importantes cambios realizados) siguen marcados paisajísticamente por ese período de crecimiento caótico. ■ En segundo lugar, el Plan General de Ordenación del Área Metropolitana de 1964, al que ya nos hemos referido con anterioridad, venía a institucionalizar un modelo segregado de región basado en la coexistencia de dos grandes áreas: una descentralización industrial situada en el sur y el este (más pobre), y otra residencial y de ocio localizada en el noroeste (más rico). De este modo la zona sur quedaba dibujada como un territorio orientado a la producción dentro de la cual se acomodaría buena parte de la nueva fuerza de trabajo llegada a la región. Sin embargo, la acogida no estuvo acompañada por la existencia de políticas y sistemas de atención social que dieran cuenta de esas nuevas poblaciones; todo lo contrario, la suburbanización, la ausencia de infraestructuras públicas acordes a este crecimiento demográfico (centros escolares, centros de salud, centros socioculturales, red de transportes, asfaltado de calles, etc.) condujeron al surgimiento de numerosas iniciativas ciudadanas (en especial, las asociaciones de vecinos) que fueron reclamando mayores dotaciones a la par que se involucraban activamente en la lucha por la democracia y contra el franquismo. 13


La llegada de los Ayuntamientos democráticos en 1979 supone un nuevo cambio para las poblaciones de la zona sur. Las primeras corporaciones municipales (todas ellas formadas mayoritariamente por integrantes de la izquierda política) debieron atender con recursos limitados a una enorme demanda insatisfecha en materia social; de ahí que durante esas primeras legislaturas el principal objetivo de las mismas fuera la dotación de servicios básicos y la creación de infraestructuras públicas para atender las necesidades socioeconómicas de la ciudadanía. Éste es un período marcado por el impulso de políticas locales autónomas respecto al gobierno central, y por la cristalización de un sentimiento de identidad local fuertemente enlazado con la adscripción de clase. Con la entrada de España en la, por entonces, Comunidad Económica Europea se produce otro cambio de gran envergadura para el Sur Metropolitano. Las necesidades económicas de modernización y la reconversión industrial golpean duramente a estos municipios. Son tiempos de reorganización de la economía y de la fuerza de trabajo, de crecimiento exponencial del desempleo, y de cierta desmovilización social, ya que muchos líderes y cuadros vecinales fueron incorporados a la lógica de la administración local en cargos de representación política o técnica. Para hacer frente al desmantelamiento de buena parte de la infraestructura industrial de la zona, los ayuntamientos (que carecían por entonces de competencias y experiencia en materia de empleo) comenzaron a generar políticas y actuaciones de emergencia en este campo que serán el embrión de lo que hoy conocemos como Agencias de Desarrollo Local (véase GISA en Getafe, IMEPE en Alcorcón, CIFE en Fuenlabrada, etc.). Los años ochenta fueron el duro campo de experimentación de iniciativas y estrategias locales capaces de afrontar los efectos del modelo de desarrollo europeo. Lentamente con la consolidación de España en el marco europeo y con el afianzamiento en el panorama internacional de las políticas neoliberales que sustentan la globalización, nuevos cambios van a operar en el territorio que estamos describiendo. Tres serían los principales: la mutación de la estructura social; los cambios en el sistema productivo: dualización de la economía y del mercado de trabajo, y la irrupción de un nuevo fenómeno, la inmigración extranjera, que vuelven a reconfigurar la naturaleza del Sur Metropolitano.

14


Si decíamos que las décadas de 1970 y 1980 constituyeron un período de mutaciones y efervescencia social que dio lugar a procesos de identidad municipal fuertemente conectados con la adscripción de clase, la década de 1990, por el contrario, supone el debilitamiento de esa conexión. La emergencia de una nueva clase media (pequeños/as propietarios/as, autónomos/as, técnicos/as y profesionales de cuello blanco) al calor de una mejora cualitativa de las condiciones de vida y de los niveles de cualificación, así como una extensión de la sociedad de consumo producen un cierto cambio de perfil de las poblaciones que, aun manteniendo una raigambre obrera, se diversifica y cambia. Por otro lado, los efectos de la reconversión y, sobre todo, la estrategia de deslocalización de las grandes empresas (entre otros factores que no vamos a explicar aquí) configuran un paisaje económico dualizado en las poblaciones del sur. Por un lado nos encontramos con el mantenimiento o radicación de industrias centrales (véase el caso de Airbus, etc.) fuertemente concentradas, que operan en contextos productivos menos competitivos (mayor capacidad de penetración en el mercado), con una alta productividad, intensivas en capital, con mejores condiciones de trabajo para sus empleados/as (mejores salarios, períodos de descanso, formación continua, ventajas complementarias) y con una tasa de sindicación media-alta; frente a la multiplicación de otras industrias periféricas que se mueven en escenarios más complejos (alta competencia, menor cuota de mercado, etc.), que son intensivas en trabajo, que operan en contextos productivos más imprevisibles y que suelen ofrecer unas condiciones de trabajo peores (salarios, ventajas complementarias) debido en parte a su menor tasa de sindicación. Esta dualización produce una nueva fuente de desigualdad en el seno de las poblaciones de la zona sur y, en particular, en el seno de la clase trabajadora de estos municipios. Será en este contexto de dualización donde la Economía Social jugará un papel fundamental. Las Cooperativas y las Sociedades Laborales, junto con el trabajo autónomo, durante la década de 1990 (y especialmente en su tramo final) constituirán un auténtico punto de anclaje de los sistemas productivos locales, pues fueron instrumentos de la sociedad civil para la fijación de recursos al territorio mediante la creación de empleo en períodos de destrucción del mismo. Además de estos procesos, desde finales de los años noventa comienza también a cobrar relevancia social e institucional un nuevo fenómeno: la inmigración extranjera (segunda inmigración en términos históricos). 15


En estos años el Sur Metropolitano se ha convertido, después del área urbana de Madrid, en el segundo territorio de llegada de población extranjera que, como veremos en el apartado siguiente, ha dado lugar a nuevos escenarios dentro de los barrios de los municipios del sur. Nuevamente factores globales que se esconden detrás del hecho migratorio (como son la división internacional del trabajo, el impacto de las transnacionales del norte en las economías locales del sur planetario, la aplicación de planes y ajustes estructurales impuestos por los organismos multilaterales a estos países, el empobrecimiento de sus economías, etc.) repercuten en las dinámicas socioeconómicas del Sur Metropolitano madrileño de forma directa. Hoy día este hecho migratorio es ya una realidad, con tasas que oscilan entre el 10% y el 15% del total de la población del sur; la convivencia multicultural y el impacto de estos nuevos pobladores en los sistemas locales de producción y reproducción social constituyen uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta el Sur Metropolitano.

Esbozo social del Sur Metropolitano Los municipios del Sur Metropolitano han vivido un crecimiento constante de población durante los últimos diez años. Como se puede observar en el cuadro siguiente, durante este período de tiempo en la zona se ha producido un incremento de 100.000 personas (en base al crecimiento de todos y cada uno de los municipios que pertenecen al Consorcio Sur). En este sentido, cabe afirmar que los movimientos migratorios internacionales, así como los nuevos desarrollos urbanísticos que han atraído a nuevos pobladores del área urbana de Madrid, han convertido a esta zona en un territorio receptor de población eminentemente joven. EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN EN LOS MUNICIPIOS DEL CONSORCIO MADRID SUR (1996-2006) MUNICIPIOS

1996

2000

Alcorcón

141.465

144.636

Fuenlabrada

163.567

Getafe Leganés Parla TOTAL

2001

2002

2003

2004

2005

2006

147.787

149.594

154.441

156.592

162.524

164.633

173.788

178.221

179.735

187.963

192.458

195.131

193.715

143.153

146.310

150.532

153.868

156.315

155.997

157.397

156.320

174.593

172.049

173.426

174.436

176.900

178.630

181.248

182.471

69.163

74.203

77.157

80.545

82.766

86.912

91.024

95.087

691.941

710.986

727.123

738.178 758.385

770.589

Fuente: Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid, 2006. 16

787.324 792.226


Buen ejemplo de esta realidad lo encontramos tanto en la pirámide de población como en las tasas de juventud, envejecimiento y dependencia que presenta el Sur Metropolitano. Respecto a los tramos de edad más significativos dentro de la población nos encontramos con los subtramos 20-24 años, 25-29 años, y 30-34 años (ver Reseña Estadística zonal 2005 del Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid) como los más representativos, aunque se observa una tendencia futura de crecimiento de la edad media que, siguiendo los parámetros y proyecciones estadísticas para 2017, se situaría en los 40-44 años. No obstante, respecto a la media de la Comunidad de Madrid aún hoy el Sur Metropolitano presenta unos ratios de población juvenil mayores. Los municipios donde este fenómeno es más acusado son Fuenlabrada y Parla (con un grado de juventud claramente mayor que la media de la Comunidad de Madrid), mientras que los municipios del Consorcio donde esta tendencia es más suave son Getafe y Leganés (con un grado de juventud menor y un grado de envejecimiento mayor). Todo esto produce un impacto inmediato en la proporción de dependencia, que en términos generales se encuentra por debajo de la media de la Comunidad de Madrid.

Territorio

Grado de juventud

Grado de envejecimiento

Proporción de dependencia

Alcorcón

13,30

8,35

0,28

Fuenlabrada

17,89

5,09

0,30

Leganés

12,73

11,82

0,33

Getafe

13,50

11,34

0,33

Parla

16,19

6,64

0,30

C. Madrid

14,43

14,56

0,41

S. Metropolitano

14,86

9,42

0,32

Fuente: Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid, 2006. Es indudable que a este proceso de crecimiento demográfico y relativa juventud de la población ha contribuido de forma poderosa la llegada de población extranjera inmigrante. Nos quedaremos con dos datos que son, desde nuestra perspectiva, especialmente significativos:

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En primer lugar, el Sur Metropolitano constituye, de entre todas las áreas de la Corona Metropolitana de Madrid, el territorio que acoge a un mayor número de inmigrantes. Después de Madrid capital la zona sur es el principal receptor de estos nuevos pobladores. En segundo lugar, la distribución geográfica de estos nuevos pobladores es la siguiente (datos de extranjeros empadronados a 1 de enero de 2003 en la zona estadística Sur Metropolitano): europeos/as extracomunitarios/as 1,89%; africanos/as 2,12%; latinoamericanos/as 3,08%; y asiáticos/as 0,29% de la población total empadronada. Podemos observar dos detalles significativos respecto a la media de la Comunidad de Madrid, por un lado se detectan unos ratios menores de población latinoamericana, europea extracomunitaria y asiática, frente a unas ratios mayores de población africana. Ahora bien, el patrón demogeográfico es idéntico que el existente en la región.

Como muestra de la recepción de llegada de nuevos pobladores a la zona procedentes del extranjero, y también de la propia Corona Metropolitana (como consecuencia del desarrollo urbanizador del territorio) aportamos los datos del fichero de Variaciones Residenciales del Instituto Nacional de Estadística correspondientes sólo al año 2005:

Emigración de población a la región de Madrid INMIGRACIÓN Instituto Estadística C. Madrid. Año 2005. Elaboración a partir del fichero Variaciones Residenciales del INE

TOTAL Total

Español

Extranjero

Ámbitos geográficos de destino

122.476

6.426

116.050

Área metropolitana Madrid

108.133

5.989

102.144

68.238

4.239

63.999

39.895

1.750

38.145

4.801

332

4.469

Sur

16.096

485

15.611

Este

12.577

261

12.316

6.421

672

5.749

14.343

437

13.906

Corona metropolitana Norte

Oeste Municipios no metropolitanos 18


Este impacto demográfico tiene claras repercusiones en la estructura social y económica del territorio. Como ya hemos expuesto en el apartado anterior, el Sur Metropolitano ha sido históricamente concebido como un ámbito orientado a la producción, un “depósito” de fuerza de trabajo estructurado transversalmente por una considerable homogeneidad social y una arraigada división sexual del trabajo. Obviamente en las últimas décadas este fenómeno se ha ido complejizando y ha ido cambiando de perfil. Sin embargo todavía hoy podemos señalar algunos aspectos que mantienen esa “deriva histórica” generada durante las décadas de los sesenta, setenta y ochenta, a saber: ■

Si nos atenemos a los datos de renta y PIB de estos municipios, el Sur Metropolitano sigue siendo una zona eminentemente trabajadora, con niveles de renta por debajo de la media de la Comunidad de Madrid. Como podemos ver en los gráficos siguientes, el nivel medio de renta disponible bruta municipal per cápita es claramente inferior a la media de la región. De igual modo, podemos decir que existe una cierta segregación dentro de la propia zona sur, con un polo de mayor “riqueza” (Getafe), un ámbito intermedio (Fuenlabrada, Leganés y Alcorcón) y un tramo por debajo de la media de la zona (Parla), que configura un modelo de desarrollo comarcal asimétrico en función del desarrollo industrial y económico de cada uno de los municipios. Debido a la alta densidad de población de estas ciudades, aunque el PIB de la zona es superior al resto de las áreas metropolitanas (a excepción, lógicamente, de la ciudad de Madrid), la renta per cápita es claramente inferior a la de las zonas norte y oeste de la región (áreas residenciales orientadas al recreo y el ocio), e incluso a la zona este (también tradicionalmente obrera e industrial).

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Recursos económicos de los hogares, 2003. Instituto Nacional de Estadística Indicador de renta disponible bruta municipal per cápita (euros) C. de Madrid 13.094,11 Sur Metropolitano 10.046,41 Alcorcón 9.977,50 Fuenlabrada 9.391,79 Leganés 9.877,97 Getafe 10.555,56 Parla 8.864,78

PIB por zonas estadísticas y municipios PIB por zonas estadísticas y municipios 2003 (avance) Total (miles de €) Per cápita (€)

% sobre media CM

C. de Madrid

136.871.940

23.777

100,00

Municipio de Madrid

92.608.552

29.942

125,93

Norte Metropolitano

10.291.043

38.596

162,33

Este Metropolitano

8.907.532

16.703

70,25

Sur Metropolitano

13.777.520

12.255

51,54

7.057.053

18.762

78,91

Sierra Norte

297.084

10.303

43,33

Noreste Comunidad

684.589

17.764

74,71

Sureste Comunidad

926.527

12.785

53,77

1.002.658

13.911

58,51

264.795

9.978

41,97

Sierra Central

1.054.588

8.445

35,52

Alcorcón

1.650.604

10.601

44,59

Fuenlabrada

2.117.656

11.188

47,05

Leganés

2.041.932

11.485

48,30

Getafe

2.630.243

16.863

70,92

504.727

5.927

24,93

Oeste Metropolitano

Suroeste Comunidad Sierra Sur

Parla

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Otra de las claves que nos permite asegurar que el perfil social de la zona sigue siendo eminentemente obrero lo encontramos en los datos sobre la condición socioeconómica por cada 1.000 habitantes (datos de 2001 de la Reseña Estadística zonal del Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid). En términos zonales encontramos un mayor número de población obrera respecto a la misma categoría de la Comunidad de Madrid, mientras que encontramos un ratio claramente menor de directivos y técnicos. No obstante, desde 1994 se detecta un crecimiento sostenido y exponencial de la renta disponible bruta per cápita en el Sur Metropolitano, que ha sido determinante para la irrupción de una nueva clase media.

Estos datos de renta contrastan sensiblemente con el desarrollo urbanístico de la zona y el crecimiento exponencial del precio de la vivienda. Durante los últimos diez años se constata un aumento progresivo del valor catastral en la zona sur, que va unido al aumento del censo de viviendas. Ahora bien, los precios medios de vivienda nueva (según datos de la Sociedad de Tasación S.A. correspondientes al cuarto trimestre de 2006) varían sustancialmente entre unos municipios y otros:

Municipios

mínimo - máximo

C. de Madrid

2.335 – 4.250

Sur Metropolitano Alcorcón Fuenlabrada Leganés Getafe Parla

2.099 – 3.644 2.296 – 5.299 2.408 – 3.600 1.887 – 3.179 10.555,56 8.864,78

De cualquier modo, lo que se confirma es que el precio medio de la vivienda nueva en la zona sur sigue siendo más bajo que el precio medio de la vivienda nueva en la ciudad de Madrid (3.870 euros/m2), lo cual continúa suponiendo un polo de atracción para la radicación de nuevos pobladores procedentes de la capital y de otras zonas de la región. 21


También la segregación dentro de la zona sur en materia de vivienda confirma los datos de riqueza (PIB municipal) ya expresados con anterioridad (un polo central en Getafe, más rico y caro, frente a un polo intermedio en Fuenlabrada, Alcorcón y Leganés, y un polo más barato y pobre en Parla). ■

A pesar de la mejora considerable de los niveles educativos en toda la zona podemos decir que, todavía hoy, la zona sur presenta un volumen más pequeño de población con estudios universitarios respecto a otras zonas de la región de Madrid. Este hecho, a pesar de los esfuerzos considerables realizados tanto por las administraciones locales como estatales por dotar de centros universitarios al territorio (véase la Universidad Carlos III en Getafe y Leganés o la Rey Juan Carlos en Alcorcón y Móstoles), viene a reforzar la idea del mantenimiento de unas poblaciones orientadas a la producción en sectores de media o baja cualificación.

Anuario Social de España, La Caixa, 2006 Municipios Alcorcón Fuenlabrada Getafe Leganés Parla

Analfabetos y sin estudios (%)

Estudios primarios (%)

Estudios secundarios (%)

Estudios universitarios (%)

11,9 % 9,6 % 13,2 % 16,8 % 15,3 %

19,1 % 22,7 % 16,3 % 20,8 % 24,5 %

54,3 % 61,9 % 58,2 % 52,4 % 55,9 %

14,6 % 5,8 % 12,1 % 9,9 % 4,5 %

Dentro de este marco de reflexiones generales señalar también que el Sur Metropolitano no se comporta como una unidad ajena a la dinámica sociocultural del resto de la región, es decir, la Corona Metropolitana mantiene unas fuertes conexiones con el área urbana de Madrid que obligan a densos desplazamientos de la población centro-periferia. Estos desplazamientos guardan relación, entre otros, con dos factores: el primero tiene que ver con el mercado de trabajo (poblaciones residentes en el Sur Metropolitano que diariamente se desplazan hacia la almendra central de Madrid y/o hacia otras áreas de la corona norte y oeste), y el segundo con los flujos de movilidad en función del consumo y del ocio.

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Si nos fijamos en los datos que nos ofrece el Observatorio de la Movilidad Metropolitana (perteneciente al Ministerio de Medio Ambiente), el vehículo privado es el modo de transporte más utilizado (60%) en los desplazamientos realizados por motivos de trabajo a excepción de las áreas metropolitanas de Madrid, Barcelona y Bilbao. Durante el año 2003 en la Comunidad de Madrid un total de 3.423.000 personas utilizaron el tren de Cercanías-Renfe y 4.387.000 los autobuses interurbanos (obviamente los datos son agregados y cada persona puede utilizar varios medios), buena parte de ellos/as pertenecientes a la zona sur. A esto hay que unir que, siguiendo datos de la misma fuente, el número de desplazamientos por persona y día para municipios superiores a los 50.000 habitantes (y todos los de la primera Corona Sur Metropolitana lo son) es de 3 desplazamientos. Esto demuestra la alta tasa de movilidad de la población madrileña y, en particular, de los habitantes del Sur Metropolitano.

Por último, creemos que, para dejar un esbozo social del territorio, es necesario detenernos en la estructura del desempleo en esta zona. No es objeto de esta introducción hacer un diagnóstico detallado del mismo, pero nos parece fundamental dejar identificadas algunas ideas globales que, después, repercutirán en el objeto de este estudio. ■

En primer lugar, el volumen total de desempleados/as de los municipios pertenecientes al Consorcio Sur (Alcorcón, Fuenlabrada, Leganés, Getafe y Parla) siguiendo datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes a 31 de marzo de 2006 es de 36.077 personas. La distribución entre municipios es desigual, destacando Fuenlabrada con 8.985 desempleados/as, frente a Alcorcón con 7.288 desempleados/as, Getafe con 7.099 personas, Leganés con 7.982 personas y Parla con 4.723 desempleados/as. Este volumen total representa el 16,11% de todo el desempleo de la Comunidad de Madrid (223.860 personas).

En segundo lugar, en términos zonales, el Sur Metropolitano presenta, después de la zona norte, la mayor tasa de desempleo juvenil (16-29 años) de toda la región, con un 12,5% de la población activa (EPA 2005).

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En tercer lugar (siguiendo la tradición industrial del territorio), el volumen de desempleados/as de estos cinco municipios adscritos al sector industrial es de 3.992 personas, que suponen el 11% del total del desempleo de estos municipios (36.077 personas), y el 19% de todo el desempleo asociado a este sector dentro de la Comunidad de Madrid (20.692 desempleados/as). Esto da muestra del proceso de desindustrialización y dualización de la economía que ha tenido un mayor efecto en esta zona tradicionalmente adscrita al patrón fabril.

En cuarto lugar, podemos decir que desde 1997 hasta 2001 se observa un importante descenso del número total de desempleados/as en todos los sectores dentro del Sur Metropolitano, que después ha repuntado durante el período 2001-2004 para volver a bajar en estos últimos tres años.

Para finalizar, diremos que el perfil industrial de los años setenta y ochenta de esta zona ha sufrido una mutación drástica (igual que el conjunto de la economía española), siendo en este momento la estructura ocupacional muy distinta que en décadas anteriores. Del total de personas ocupadas, el 68,4% del empleo en el Sur Metropolitano se asocia ya al sector Servicios, siguiéndole el sector Industrial con un 17,63% y el sector de la Construcción con un 12,96%. Como conclusión final de esta Introducción podemos decir que los cambios producidos en los sectores productivos y en la estratificación social del territorio confieren al Sur Metropolitano de Madrid un perfil asociado a la lógica internacional de la globalización, aunque se mantienen incrustados en sus dinámicas socioculturales patrones adscritos a su conformación original en base a la implantación masiva de población trabajadora. En esta tensión se mueven los procesos empresariales y de empleo y, por supuesto, la Economía Social, que se inscribe como un agente más de la sociedad.

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CapĂ­tulo 1


O BJ ETIVOS

Y M ETODOLOGÍA

El objetivo general del Estudio que aquí se presenta es el de realizar un diagnóstico de la situación de Sociedades Laborales, Cooperativas de Trabajo Asociado y Trabajo Autónomo en los municipios del Consorcio Madrid Sur, es decir, Alcorcón, Fuenlabrada, Getafe, Leganés y Parla.

Este objetivo general se desglosa en los siguientes objetivos específicos: Identificar las entidades de Economía Social (Empresas Cooperativas de Trabajo, Sociedades Laborales y trabajadores/as autónomos/as) presentes en los municipios señalados de acuerdo a los registros existentes, de manera que se concrete el universo de estudio. Conocer las cifras de empleo generado por las Sociedades Laborales, las Cooperativas de Trabajo y los/las trabajadores/as autónomos/as. Determinar el peso de las Empresas Cooperativas de Trabajo y de las Sociedades Laborales, así como de los negocios dependientes de trabajadores/as autónomos/as. Identificar necesidades de las Sociedades Laborales y de las Cooperativas de Trabajo, en especial en lo referente a la formación y mejora de la gestión (innovación). Asimismo, identificar las necesidades fundamentales para el progreso del sector autónomo de los citados municipios, sobre todo en lo referente a la modernización y el desarrollo compartido de recursos. Identificar tendencias y escenarios de futuro, según las características del territorio señalado y las características de la Economía Social (Sociedades Laborales, Cooperativas de Trabajo y trabajadores/as autónomos/as).

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Para lograr el cumplimiento de los objetivos anteriormente señalados se emplearon diferentes técnicas de investigación social: Análisis de fuentes secundarias Se utiliza como primer paso de cualquier investigación con el objetivo de realizar un primer acercamiento al objeto de estudio. Esta técnica nos ha permitido realizar una primera inmersión en el tema en el que se centra la investigación, a la vez que nos ha brindado la posibilidad de realizar un diagnóstico inicial y un primer mapa de la situación del sector. Para ello, hemos recurrido a varios organismos de los que podríamos obtener información: el INE, el Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid, la Base de Datos de la Economía Social de la Dirección General de la Economía Social, del Empleo Autónomo y del Fondo Social Europeo, el Registro de la Economía Social de la Comunidad de Madrid y los ayuntamientos a los que se refiere el Estudio. Como se explicará con más detalle en el Anexo metodológico, hemos tenido algunas dificultades de tiempo y disponibilidad para acceder a algunos datos. La explotación primaria de fuentes secundarias que se recoge en el Estudio presenta una serie de limitaciones, por lo que el análisis debe contemplarse como un primer paso para la profundización en la realidad de la Economía Social a través de los datos existentes en organismos oficiales, objetivo de futuros estudios que se planteen.

Encuesta La encuesta constituye una técnica muy útil cuando lo que se pretende es obtener una caracterización general de un ámbito concreto de la realidad. En este caso, hemos realizado 115 cuestionarios telefónicos con el objetivo de disponer de primera mano de una información amplia y concreta sobre las Sociedades Laborales y las Cooperativas de Trabajo Asociado existentes en los municipios que constituyen el Consorcio Madrid Sur.

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Grupos de discusión y entrevistas en profundidad La utilización de técnicas cualitativas nos permite profundizar en los distintos discursos y percepciones de la gente con una mayor riqueza de matices. Por ello, decidimos complementar la utilización de la encuesta con la realización de dos grupos de discusión: uno a representantes de Cooperativas de Trabajo Asociado y otro a trabajadores/as autónomos/as de los municipios del Consorcio Madrid Sur; y seis entrevistas en profundidad a representantes de Sociedades Laborales. Las principales conclusiones de este proceso de investigación y análisis se recogen en el informe que aquí se presenta.

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CapĂ­tulo 2


LA

E CO N O MÍA SO C IAL

El concepto de Economía Social propiamente dicho surge al final del primer tercio del siglo XIX. En 1830, Charles Dunoyer publica en París un Nuevo Tratado de Economía Social y sabemos que en la misma década se imparte un Curso de Economía Social en Lovaina1. El año 1844 marca el comienzo de la aventura cooperativa de los “verdaderos pioneros de Rochadle” en el Reino Unido, y 1901 se convierte en el año simbólico con la votación de la ley de asociaciones en Francia. Los costes humanos de la Revolución Industrial, la falta de interés por las consecuencias sociales de las medidas que se van adoptando y la evolución de las economías occidentales marcan el desarrollo de la Economía Social, que se configura como una variante de la política económica que trata de contrarrestar las consecuencias negativas de los procesos anteriores2. En España, tal y como indica Monzón: “El actual interés por las fórmulas empresariales propias de la economía social se deriva de la creciente sospecha de que viejos y nuevos problemas que afectan a nuestras sociedades no pueden resolverse satisfactoriamente con la exclusiva acción de empresas capitalistas, empresas públicas y sector público en general. Son problemas de desempleo, distribución de la renta, calidad de los servicios públicos, vivienda, sanidad, educación, calidad de vida de la población jubilada, etc.”. El modelo de Economía mixta se configura tras la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de resolver los problemas que acuciaban a los Estados occidentales.

1 DEFOURNY, J. (1992), “Orígenes, contextos y funciones de un tercer gran sector” en MONZÓN, J. L. y DEFOURNY, J., Economía Social. Entre Economía Capitalista y Economía Pública, Valencia, CIRIEC–España 2 JEANTET, T. (2000), La Economía Social Europea o la tentación de la democracia en todas las cosas, Valencia, CIRIEC–España.

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Sin embargo, la incapacidad de este modelo para responder a las viejas y nuevas circunstancias que van surgiendo no justifica la vuelta al modelo liberal anterior que consideraba que el mercado por sí solo resolvería todas las necesidades, desequilibrios que afectaban a las sociedades y economías de los distintos países. Por el contrario, se echa mano de estos agentes económico-sociales, “empresas capaces de integrar la función económica y la función social, es decir, capaces de crear riqueza con eficiencia económica y distribuirla equitativamente”. Estas empresas son las que denominamos empresas de economía social. En España, hasta comienzos de la década de los ochenta, lo que hoy comienza a conocerse como Economía Social estaba asimilado, casi exclusivamente, al cooperativismo o “movimiento cooperativo”, que, ciertamente, constituye la columna vertebral de la Economía Social3. En el ámbito político, es preciso reconocer la iniciativa de la Dirección General de Cooperativas y Sociedades Laborales del Ministerio de Trabajo para profundizar en el concepto de Economía Social. Las Jornadas de Estudio sobre Universidad, Cooperativismo y Economía Social (Segovia, 1984) y, sobre todo, las Jornadas de Estudio sobre Economía Social (Torremolinos, 1986), promovidas por el Gobierno español, sirvieron para lanzar un proceso de aproximación entre los agentes de la Economía Social que, desde entonces, no se ha parado4. Desde 1989, la Comisión Científica del CIRIEC-España impulsó una nueva definición de Economía Social que se apoyaba en los Principios Cooperativos y en la metodología del Sistema Europeo de Cuentas Económicas Integradas (SEC) y de la Contabilidad Nacional, e identificaba dos subsectores de la Economía Social: 1. el subsector de mercado o empresarial, integrado por las empresas con organización democrática (una persona, un voto) y con distribución de beneficios no vinculada al capital aportado por el/la socio/a. 2. el subsector de no mercado, que integraría a las instituciones privadas sin fines de lucro al servicio de los hogares.

3 MONZÓN, J. L. (1992), “La Economía Social, tercer sector de un nuevo escenario”, Op. cit. 4 BAREA TEJEIRO, J. y MONZÓN CAMPOS, J. L. (1992), Libro Blanco de la Economía Social en España, Madrid, MTAS.

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De acuerdo con dicha metodología, se entiende por Economía Social al conjunto de empresas privadas creadas para satisfacer las necesidades de sus socios/as a través del mercado, produciendo bienes y servicios, asegurando o financiando, y en las que la distribución del beneficio y la toma de decisiones no están ligadas directamente con el capital aportado por cada socio/a, correspondiendo un voto a cada uno de ellos/as. La Economía Social también incluye a las instituciones sin fines de lucro que son productores no de mercado privados al servicio de los hogares, no controlados por las Administraciones públicas y que producen servicios no destinados a la venta para determinados grupos de hogares, procediendo sus recursos principales de contribuciones voluntarias efectuadas por los hogares en su calidad de consumidores, de pagos de las Administraciones públicas y de rentas de la propiedad. El ámbito de la Economía Social tiene una serie de principios constituyentes que le confieren un valor añadido respecto a otras realidades económicas y empresariales. Entre estos principios destacan los siguientes: a) Importancia de las personas. Las empresas de la Economía Social designan como elemento central y esencial a las personas, tanto desde el punto de vista interno como externo. Los beneficios de este tipo de empresas se estiman tanto en términos económicos como de desarrollo personal. b) Formación continua y desarrollo de la creatividad. Se destaca la enorme importancia del desarrollo de la creatividad como la mejor manera de formar trabajadores y trabajadoras altamente cualificados/as, capaces de tomar decisiones y de participar activamente en la gestión de su empresa. c) Democratización de la economía. Se hace posible un control activo y participativo de la actividad empresarial por los trabajadores y las trabajadoras, que a fin de cuentas son los/las dueños/as de la entidad. d) Empleo estable y de calidad. El principal objetivo de la Economía Social es crear y consolidar empleo, pues no en vano constituye la forma más desarrollada de autoempleo colectivo.

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e) Compromiso con la sociedad y el entorno. Las empresas de la Economía Social son conscientes de que desarrollan su actividad en un tiempo y en un territorio con múltiples problemas sociales y ambientales. Por ello, tratan de integrarse en la vida comunitaria buscando un desarrollo económico, social y ambientalmente sostenible. f) Calidad de vida. La economía social no se conforma con crear empleo, sino que garantiza la calidad de vida de los trabajadores y las trabajadoras con buenos salarios. Las figuras jurídicas que se sitúan en el ámbito de la Economía Social han ido ampliándose a lo largo del tiempo. De todas ellas, para la Investigación que nos ocupa, nos interesan fundamentalmente tres tipos: las Sociedades Laborales, las Cooperativas de Trabajo Asociado y el trabajo autónomo.

SOCIEDADES LABORALES Las Sociedades Laborales constituyen formas jurídicas casi exclusivas del contexto económico español. Según la ley que las regula: 4/1997 de 24 de marzo, pueden obtener la calificación de Sociedad Laboral: “Las sociedades anónimas o de responsabilidad limitada en las que la mayoría del capital social sea propiedad de trabajadores que presten en ellas servicios retribuidos en forma personal y directa, cuya relación laboral lo sea por tiempo indefinido”, cuando cumplan los requisitos contemplados en dicha ley. Los principales requisitos establecidos en la ley, a través de los cuales se delimita el concepto de Sociedad Laboral, son los siguientes: 1. Los/las trabajadores/as de una Sociedad Laboral deben tener en su poder la mayoría del capital social (50,1%) y deben disfrutar de una relación laboral personal y directa con la sociedad. 2. El límite máximo de capital social que puede poseer cada socio/a no puede exceder la tercera parte del total, excepto si el socio/a es una entidad pública, una asociación o una entidad sin ánimo de lucro, en cuyo caso el capital social máximo se amplía al 49,9%.

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3. En las Sociedades Laborales pueden existir dos tipos distintos de socios/as: Los de la “clase laboral”, que son los que, además de ser titulares de acciones en la sociedad, desempeñan en ella actividades retribuidas con contrato indefinido, de forma personal y directa. Los de la “clase general”, que son aquellos que no tienen una relación laboral indefinida con la empresa; y si la tienen lo sería como consecuencia de un contrato temporal, o por cuenta propia, etcétera. 4. En la Sociedad Laboral, se establece una limitación a la contratación de personal por tiempo indefinido. De este modo, el número de horas trabajadas por los/las empleados/as en esta situación laboral que no sean socios/as, no podrá ser superior al 25% de las horas/año que realicen los/las socios/as trabajadores/as, si la sociedad tuviera menos de veinticinco socios/as trabajadores/as, ni superior a un 15% del total de horas trabajadas por los/las socios/as trabajadores/as, si el número de éstos fuese superior a veinticinco. 5. En las acciones/participaciones aparecerá el nombre del titular de las mismas, es decir, serán nominativas. 6. En las Sociedades Laborales no existe libertad total en el traspaso de acciones o participaciones, sino que la ley establece un orden de preferencia a la hora de optar a la compra de acciones o participaciones de socio/a trabajador/a, siendo preferentes en primer lugar los/las trabajadores/as con contrato indefinido, luego los socios/as trabajadores/as, después los/las socios/as capitalistas si los hubiere, posteriormente los/las trabajadores/as no indefinidos y, por último, podrá optar la propia sociedad. En caso de que ninguno de éstos/as estuviese interesado/a en la compra se podría ofertar a terceros/as ajenos/as a la sociedad. 7.

Las Sociedades Laborales se encuentran obligadas a inscribirse como tales en el registro administrativo que a tal efecto existe en la Dirección General de Fomento de la Economía Social, o en el organismo competente de cada Comunidad Autónoma en el supuesto de que dicha competencia haya sido transferida. El funcionamiento de dicho registro se regula en el Real Decreto 2114/1998 de 2 de octubre. 35


8. La responsabilidad de los/las socios/as por deudas sociales se limita a su aportación. 9. En las Sociedades Anónimas Laborales, el capital social no puede ser inferior a 60.101,21 euros, y estará dividido en acciones nominativas, debiendo hallarse totalmente suscrito y desembolsado al menos un 25 por 100 respecto de cada una de las acciones en el momento constitutivo de la sociedad (acreditado mediante certificado bancario). El resto debe desembolsarse en la forma y plazos previstos en los Estatutos Sociales. En las Sociedades Limitadas Laborales el capital social mínimo será de 3.005,06 euros, desembolsando la totalidad del capital suscrito en el momento de la constitución. La realidad de este depósito deberá también acreditarse mediante certificado bancario. 10. Las Sociedades Laborales tiene la obligación de disponer de un fondo de reserva especial. Tanto la ley de Sociedades Limitadas como la de Anónimas establecen la obligatoriedad de constitución de una reserva legal, consistente en la detracción obligatoria de un 10% del beneficio de cada ejercicio hasta lograr un saldo en dicha cuenta que alcance, al menos, el 20% del capital social escriturado. Además de la obligatoriedad de constitución de esta reserva legal en el caso de las Sociedades Laborales, en su propia Ley reguladora se establece la necesidad de dotar un fondo especial de reserva, cuyo contenido será el 10% del beneficio de cada ejercicio, no determinándose en este caso tope alguno para el mismo. Sólo es posible disponer de este fondo para la compensación de pérdidas en la sociedad, siempre y cuando no haya ninguna otra reserva disponible. 11. Bonificaciones fiscales5 . El concepto de Sociedad Laboral ha evolucionado desde sus primeras manifestaciones en la década de 1960. Con carácter general, podemos indicar que este tipo de sociedades apareció en estos años como resultado de la crisis industrial existente en el país. Las empresas que adoptaban esta fórmula pertenecían básicamente al sector industrial y tenían un tamaño mediano. Los/las trabajadores/as, para evitar el cierre de las empresas, pasaban a ser los/las poseedores/as de los medios de producción. 5 Guía de la Sociedad Laboral, Madrid, ASALMA, 2003, pp. 11-13.

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Sin embargo, como ocurre con la realidad económica del país, la forma jurídica de la Sociedad Laboral sufre una evolución y cambios en sus características definitorias. El aumento de la actividad en el sector servicios, en detrimento del sector industrial y también de la agricultura y ganadería, provoca un incremento significativo en el número de empresas que desarrollan su actividad en este sector. Las Sociedades Laborales no se mantienen ajenas a este proceso, con lo que el sector servicios se convertirá en el principal dentro de las actividades desarrolladas por las Sociedades Laborales. Asimismo, este cambio tiene consecuencias en las características internas de las sociedades, que van reduciendo su tamaño de manera muy significativa. Lejarriaga et al. (2004)6 definen a las Sociedades Laborales en este período como microempresas o nanoempresas, y nos indican sus dos principales características: Son pequeñas empresas, donde el capital suele estar controlado, independientemente de su forma jurídica, por los/las trabajadores/as. Son empresas en las que frecuentemente la toma de decisiones es democrática. En la misma publicación se recoge un cuadro descriptivo, que incluimos a continuación, con las etapas, legislación y características que han marcado la evolución de esta figura desde su creación hasta hoy.

6 Libro blanco de las empresas de participación de trabajo (Economía Social) en la ciudad de Madrid, Lejarriaga et al., Madrid, Ayuntamiento de Madrid, 2004, p. 50.

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TABLA 1 Fases de la evolución de las Sociedades Laborales desde su creación Período

Normas de aplicación

Características

Desde la aparición de SALTUVFULTUV hasta la promulgación de la Ley 15/1986 de Sociedades Anónimas Laborales.

Órdenes ministeriales aprobatorias de los planes de inversión del antiguo Fondo Nacional de Protección al Trabajo.

Forma jurídica: Sociedades Anónimas. Origen: Adquisición de empresas en crisis. Participación en los sectores productivos: Sector industrial. Característica: Empresas de mediana dimensión

Desde la Ley 15/1986 de Sociedades Anónimas Laborales hasta la Ley 19/1989 de reforma de legislación mercantil y del Real Decreto Legislativo 1564/1989 por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Sociedades Anónimas.

Ley 15/1986 de Sociedades Anónimas Laborales. Ley de Régimen Jurídico de las Sociedades Anónimas de 17 de julio de 1951.

Forma jurídica: Sociedades Anónimas. Origen: Empresas de nueva creación. Participación en los sectores productivos: Sector servicios. Característica: Empresas de reducida dimensión.

Desde la Ley 19/1989 y del Real Decreto Legislativo 1564/1989 por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Sociedades Anónimas hasta la Ley 4/1997 de Sociedades Laborales.

Ley 15/1986 de Sociedades Anónimas Laborales. Ley 19/1989 de reforma de legislación mercantil. Real Decreto Legislativo 1564/1989 por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Sociedades Anónimas.

Forma jurídica: Sociedades Anónimas. Origen: Empresas de nueva creación. Participación en los sectores productivos: Sector servicios. Característica: Reducida dimensión. Menor creación por la mayor exigencia de capital social mínimo.

Desde la Ley 4/1997 hasta la actualidad.

Ley 4/1997 de Sociedades Laborales, Texto Refundido de la Ley de Sociedades Anónimas. Ley 2/1995 de 23 de marzo de Sociedades de Responsabilidad Limitada.

Forma jurídica: Sociedades Anónimas y Sociedades de Responsabilidad Limitada. Origen: Empresas de nueva creación. Participación en los sectores productivos: Sector servicios. Característica: Microempresas.7

7 Libro blanco de las empresas de participación de trabajo (Economía Social) en la ciudad de Madrid, op. cit., pp. 51-52.

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La primera Sociedad Laboral se crea en Valencia en el año 1964, SALTUVFULTUV (Sociedad Anónima Laboral de los Transportes Urbanos de ValenciaFundación Laboral de los Transportes Urbanos de Valencia) como salida a la crisis que vivía la empresa y que podría suponer su desaparición y la pérdida de los puestos de trabajo de toda la plantilla. Como se refleja en el cuadro, se trata de salvar empresas ya existentes que se encuentran en crisis, con actividades pertenecientes al sector industrial y de tamaño medio. Sin embargo, en el contexto de la crisis económica internacional de finales de la década de 1970, la Administración española, con una recientemente estrenada democracia, desarrolló una serie de normas que sirvieron de pilares para la creación de nuevas empresas que respondían a la forma jurídica de Sociedades Anónimas Laborales cuyos elementos definitorios se recogieron en el XVIII Plan del Ministerio de Trabajo de 1979. La producción normativa de estos años destinada a perfilar la figura de las Sociedades Laborales se unificó y desarrolló en la Ley 15/1986 de 25 de abril, que se convertirá en el marco para la creación, por una parte, de Sociedades Laborales y, por otra, del movimiento asociativo vertebrador de las mismas8. Como consecuencia de este proceso legislativo, la realidad económica española observa la proliferación de una serie de Sociedades Anónimas Laborales de nueva creación con un reducido tamaño y que han evolucionado hacia otros sectores productivos distintos de las de la fase anterior, esto es, siguiendo la evolución general de la actividad económica, se empiezan a crear básicamente empresas de servicios. La Ley 19/1989 y el Real Decreto Legislativo 1564/1989 por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Sociedades Anónimas marcan el inicio de una nueva etapa en la evolución de las Sociedades Laborales. Una de las claves de este proceso será el aumento, estipulado en la ley, del mínimo de capital social exigido para la constitución de Sociedades Anónimas y, por tanto, de Sociedades Laborales, que provoca un relativo freno en su aparición.

8 Guía de la Sociedad Laboral, op. cit., pp. 11-13.

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Como resultado de la ralentización en la constitución de nuevas Sociedades Laborales, consecuencia de la legislación descrita anteriormente, y en un intento por dar cabida en esta forma jurídica a las empresas de pequeña y mediana dimensión, se aprobó la Ley 4/1997 de 24 de marzo de Sociedades Laborales. Dicha ley constituye la puerta de entrada en la cuarta fase, que se mantiene hasta hoy, de la vida de las Sociedades Laborales. Como novedades esenciales se encuentra la regulación de un nuevo tipo de Sociedades Laborales: las Sociedades Laborales de Responsabilidad Limitada, que tratan de responder a las demandas anteriormente descritas y, asimismo, la ley flexibiliza los requisitos para obtener la calificación de Sociedad Laboral. La consecuencia de esta nueva legislación en la realidad económica es la proliferación de microempresas dedicadas básicamente a la realización de actividades dentro del sector servicios.

COOPERATIVAS DE TRABAJO ASOCIADO La Cooperativa de Trabajo Asociado es una sociedad constituida por personas que se asocian para la realización de actividades económicas y sociales de interés común, con estructura y funcionamiento democrático, conforme a los principios cooperativos. Existen otras clases de Cooperativas: las de Vivienda, Consumidores y Usuarios, Agrarias, Enseñanza, Crédito, etc., pero aquí nos referiremos únicamente a las de Trabajo Asociado. En ellas, el objetivo principal es proporcionar, repartir y consolidar el empleo entre sus socios y socias. La finalidad es la consecución de un puesto de trabajo en las mejores condiciones posibles, de forma que en la Cooperativa el capital está al servicio de las personas y no las personas al servicio del capital. Es un tipo de empresa plenamente democrática, que se rige por el principio de un/a socio/a, un voto.

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En la Cooperativa puede desarrollarse cualquier actividad económica, desde la producción de bienes a la prestación de servicios. La Alianza Cooperativa Internacional (ACI), es la organización que representa a las cooperativas en el ámbito mundial. Fue creada hace más de 100 años. Defiende una serie de principios, que son los que rigen la vida y funcionamiento de todas las cooperativas. Estos principios son los siguientes: Adhesión voluntaria y abierta. Tanto la incorporación de socios/as como su marcha es voluntaria. Los estatutos de la Cooperativa fijan los requisitos para ser socio/a. Dichos requisitos no pueden discriminar por razón de sexo, circunstancias sociales, étnicas, políticas o religiosas. Gestión democrática. Basada en la norma de una persona, un voto. Participación económica. Las personas socias contribuyen equitativamente al capital de sus cooperativas y lo gestionan de forma democrática. Una parte del capital es propiedad común de la cooperativa y se plasma en los llamados fondos de reserva. Solidaridad, interés por la comunidad. Para mantener la unidad, como fuerza vital y expresión de la voluntad del movimiento cooperativo, para conseguir una sociedad más ética, justa y equitativa; una sociedad por y para las personas. Autonomía e independencia de cualquier organismo o entidad pública o privada. Las cooperativas podrán firmar acuerdos con otras organizaciones, pero siempre lo harán en términos que aseguren el control democrático por parte de las personas socias. Educación, formación e información, de manera que las personas socias empleadas puedan acceder a la necesaria capacitación que les permita contribuir de forma eficaz al desarrollo de la cooperativa. Intercooperación, fortaleciendo el desarrollo de la empresa y, por ende, del movimiento cooperativo, mediante estructuras locales, nacionales, regionales e internacionales.

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Las Cooperativas de Trabajo Asociado son formas jurídicas con las siguientes características definitorias:

1. Número de socios/as El número mínimo de socios/as para crear una Cooperativa es de 3 (ser miembros de una misma familia no es obstáculo para constituir una Cooperativa).

2. Régimen de Seguridad Social Los/las socios/as de las Cooperativas de Trabajo pueden optar por cotizar al Régimen General de la Seguridad Social o al Régimen de Trabajadores Autónomos, con la condición de que todos/todas queden incluidos/as en el mismo régimen. En el caso de que la Cooperativa haya optado por cotizar al Régimen General, los/las socios/as tendrán derecho a percibir la prestación de desempleo, entre otras ventajas asociadas a este régimen.

3. Altas y bajas de los/las socios/as Tanto la adhesión como la baja de la Cooperativa son libres y voluntarias, si bien los estatutos regularán ambas situaciones para que se realicen de una manera ordenada. En el supuesto de causar baja, se deberá reembolsar al/la socio/a sus aportaciones en un plazo determinado.

4. Contratación de trabajadores/as La situación ideal en la Cooperativa es que todas las personas que trabajan en ella tengan la condición de socios/as trabajadores/as. Esto no implica que la Cooperativa no pueda tener trabajadores/as asalariados/as. La Cooperativa puede contratar trabajadores/as fijos, temporales, etc., dentro de unas determinadas reglas. Los beneficios generados por estos trabajadores se consideran Beneficios Extracooperativos e irán a ampliar el Fondo de Reserva Obligatorio, tributando además al tipo general del Impuesto de Sociedades (35%).

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5. Anticipos laborales Los/las socios/as de la Cooperativa tienen la libertad de atribuirse los salarios y categorías que decidan (en ningún caso el salario será inferior al salario mínimo interprofesional). La tabla salarial y las categorías profesionales responderán a las necesidades y decisiones de la propia Cooperativa.

6. Capital social Es la suma de las aportaciones obligatorias y voluntarias de los/las socios/as. El capital social mínimo para constituir una Cooperativa es de 1.804 euros, debiendo estar desembolsado como mínimo el 25% en el momento de la constitución, es decir, 451 euros. Este capital se destina a cubrir los primeros gastos de la Cooperativa.

7. Aportaciones obligatorias Se trata de las aportaciones que cada socio/a está obligado a desembolsar conforme a lo establecido en los estatutos o mediante la decisión de la Asamblea General. Lo normal es que sean iguales para todos/as los/las socios/as.

8. Aportaciones voluntarias Son las decididas por la Asamblea General, pero que únicamente suscriben y desembolsan los/las socios/as que quieran. Las aportaciones voluntarias serán remuneradas anualmente con la tasa de interés que apruebe la Asamblea en el acuerdo de emisión.

9. Fondo de Reserva Obligatorio Es un fondo de capitalización de la Cooperativa; sirve para la consolidación, desarrollo y garantía de estabilidad y permanencia de la Cooperativa. En el supuesto de que la Cooperativa registre pérdidas, una parte de las mismas se podrán imputar a este fondo.

10. Fondo de Educación y Promoción Su finalidad es contribuir a la ampliación de la formación de los/las socios/as y trabajadores/as, así como a la financiación de acciones de interés general para la comunidad. 43


11. Retorno cooperativo Los beneficios obtenidos en el ejercicio de la actividad típica de la cooperativa, una vez dotados los Fondos de Reserva y de Educación, podrán destinarse, según acuerde la Asamblea General, a cualquiera de las finalidades siguientes: aumentar la dotación de dichos fondos; a la constitución de nuevos fondos voluntarios; a incrementar el capital social; a inversiones, o, también, a repartir entre los/las socios/as una paga de dividendos (que en las Cooperativas se denominan retornos).

12. Obligaciones fiscales en las cooperativas Las Cooperativas, en general, tienen las mismas obligaciones fiscales que cualquier otro tipo de sociedades. Las Cooperativas de Trabajo son empresas especialmente protegidas. Esta especial protección se traduce en un régimen fiscal más beneficioso.

13. Límites establecidos en la contratación de personal Que el número de trabajadores/as asalariados/as con contrato por tiempo indefinido no exceda del 10% del total de sus socios/as. Para tipos de contrato distinto al indefinido, no existe límite establecido con respecto al número de contratos a realizar, siempre que el total de jornadas legales realizadas por los/las mismos/as, medidas en cómputo anual, no superen el 20% de las jornadas realizadas por los/las socios/as9.

La legislación estatal aplicada a las Sociedades Cooperativas de ámbito estatal es la Ley 27/1999, de 16 de julio, que ha sufrido modificaciones posteriores como consecuencia de la aplicación de la Orden eco/3614/2003, de 16 de diciembre, por la que se aprueban las normas sobre los aspectos contables de las Sociedades Cooperativas. Además, las Comunidades Autónomas tienen competencias para regular en materia de Sociedades Cooperativas. En este sentido, la Comunidad de Madrid aprobó la Ley 4/1999, de 30 de marzo, de Cooperativas de la Comunidad de Madrid, que recoge los principales aspectos aplicables a este tipo de sociedades. 9 www.umcta.org

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SECTOR AUTÓNOMO Autónomo/a es el calificativo con el que se designa al/la trabajador/a por cuenta propia, no asalariado/a, con un régimen de vinculación a la Seguridad Social diferente del Régimen General. La identidad del sector autónomo, a efectos de su régimen en la Seguridad Social, se define como aquel que realiza de forma habitual, personal y directa una actividad económica a título lucrativo, sin sujeción por ella a contrato de trabajo y aunque utilice el servicio remunerado de otras personas. El concepto de trabajador/a autónomo/a, por contraposición con las notas características que conforman la figura del trabajador dependiente, es el de la persona física que realiza una actividad por cuenta propia sin percibir una remuneración de naturaleza salarial, ni encontrarse bajo la esfera de dirección y organización de un tercero. El empresariado del sector autónomo se configura por personas que: Dirigen su propio negocio. No tienen salario. Viven de los beneficios de sus empresas. Tienen plena autonomía de dirección. Es decir: Desarrolla una actividad económica: producción y distribución de bienes y servicios. Realiza esta actividad por cuenta propia: no depende de un salario y decide individualmente cómo se ordenan y utilizan los medios productivos y/o los recursos humanos. A título lucrativo: obtiene un beneficio para satisfacer sus necesidades económicas. De forma habitual: en contraposición con aquellos trabajos que se realizan de forma esporádica o eventual.

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El/la autónomo/a —como el/la profesional— es la persona que desarrolla una actividad laboral, arriesgando un capital, pero principalmente aportando su trabajo, esfuerzo, inteligencia, conocimientos, profesionalidad, relaciones y todo lo que la persona conlleva en un proceso que queda identificado por su mismo nombre. Cuando los/as empresarios/as autónomos/as se unen mediante acuerdos para cooperar en asuntos, negocios, tareas, etc., pueden contribuir a la generación de redes de Economía Social10. Las referencias a la actividad por cuenta propia en nuestro ordenamiento jurídico se encuentran dispersas. En el ámbito social podemos destacar, en materia de Seguridad Social, normas como la Ley General de la Seguridad Social, el Decreto 2530/1970, de 20 de agosto, que regula el Régimen Especial de los Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos y otras disposiciones de desarrollo, y en materia de prevención de riesgos laborales hay que referirse a la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y al Real Decreto 1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en las obras de construcción, así como otras disposiciones de desarrollo. Asimismo, el Consejo de Ministros aprobó, en sesión de 29 de septiembre de 2006, el informe sobre el Anteproyecto de Ley del Estatuto del Trabajo Autónomo. El anteproyecto aborda temas fundamentales, como el derecho a un subsidio en los casos de cese de la actividad. Además, recoge otros aspectos como el derecho de conciliación de la vida personal y familiar, y establece una serie de garantías económicas para el/la trabajador/a autónomo/a. El informe también regula el régimen económico del trabajador/a autónomo/a, económicamente dependiente, que es aquel que realiza una actividad económica o profesional a título lucrativo y de forma habitual, personal, directa y predominante para una persona física o jurídica, denominada cliente, del que dependen económicamente. Se considerará que hay dependencia cuando perciba de él, al menos, el 75% de sus ingresos por rendimientos de trabajo y de actividades económicas.

10 Libro blanco de las empresas de participación de trabajo (Economía Social) en la ciudad de Madrid, op. cit.

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Por otro lado, el texto también establece la creación de un Consejo Estatal del Trabajo Autónomo. Este organismo gestionará la participación institucional de las asociaciones de autónomos/as y de las organizaciones sindicales y empresariales más representativas. En él también estarán presentes la Administración General del Estado, las Comunidades Autónomas y las Corporaciones Locales. En materia de Protección Social, se aplican medidas tendentes a que el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos converja con el Régimen General de la Seguridad Social.

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CapĂ­tulo 3


L AS

ENTIDADES DE ECONOMÍA SOCIAL EN LAS FUENTES DE DATOS OFICIALES 1. COOPERATIVAS DE TRABAJO ASOCIADO 1.1. Cooperativas de Trabajo Asociado registradas La primera aproximación al ámbito de las Cooperativas de Trabajo Asociado en los municipios que constituyen el Consorcio Madrid Sur se lleva a cabo a través de los datos del Registro de la Comunidad de Madrid. Según las cifras que se han facilitado, en el período 1986-2006 se han registrado en la Comunidad de Madrid un total de 216 Cooperativas de Trabajo Asociado en estos municipios. El análisis de la evolución anual de la constitución de Sociedades Cooperativas nos aporta un dato fundamental: el 30,09% (65 empresas) del total de cooperativas registradas en el período se crea en el bienio 20002002. De hecho, 2002 fue el año récord en ritmo de constitución, fecha en la que iniciaron su actividad 29 Cooperativas de Trabajo Asociado (el 13,43% del total). Este período de crecimiento en el ritmo de constitución venía precedido de un proceso de fuerte declive, alcanzándose en el año 1999 una de las cifras más bajas de las dos décadas; en el Consorcio Madrid Sur se crearon 4 cooperativas (el 1,85% del total). De 2003 en adelante el ritmo de constitución vuelve a sufrir un descenso significativo alcanzando en la actualidad niveles históricamente bajos: según dos datos facilitados, en el año 2005 se constituyen 2 cooperativas (el 0,93% del total) y en el año 2006 lo hacen 3 (un 1,39% del total).

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Los otros dos valores más elevados del período se sitúan en el año 1986, primero del ciclo analizado, en el que se constituyen 20 Cooperativas de Trabajo Asociado (el 9,26% del total) y 1994, cuando se registran 18, lo que representa el 8,33% del total. Entre estos dos años se producen fluctuaciones en los ritmos de creación de Cooperativas. El análisis detallado de los valores anteriores se encuentra en la Tabla 1 y el Gráfico 1.

TABLA 1 EVOLUCIÓN ANUAL DE LAS SOCIEDADES COOPERATIVAS DE TRABAJO ASOCIADO REGISTRADAS (PERÍODO 1986-2006) Año

1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006

Total general

Número

Porcentaje de Cooperativas registradas respecto al total del período

20 10 12 5 5 6 9 13 18 5 9 3 5 4 18 18 29 12 10 2 3

9,26% 4,63% 5,56% 2,31% 2,31% 2,78% 4,17% 6,02% 8,33% 2,31% 4,17% 1,39% 2,31% 1,85% 8,33% 8,33% 13,43% 5,56% 4,63% 0,93% 1,39%

216

100,00%

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Unidad de Estadística de la Dirección General de Fomento de la Economía Social, el Trabajo Autónomo y del Fondo Social Europeo.

50


Gráfico 1 Distribución porcentual de las Cooperativas de Trabajo Asociado registradas (Período 1986-2006) 16%

14% 13,43% 12%

10% 9,26%

8,33% 8,33%

8%

8,33%

6,02% 6% 5,56%

5,56% 4,17%

4,17%

4,63%

4% 4,63%

2,31%

2,78%

1,39%

2% 2,31%

2,31%

1,39%

2,31%

1,85%

0,93%

0% 1986

1987 1988

1989 1990 1991 1992 1993

1994 1995 1996

1997 1998

1999 2000 2001 2002 2003

2004 2005 2006

En segundo lugar, analizaremos los/las socios/as iniciales de las Cooperativas de Trabajo Asociado. La media de socios/as en el momento de la constitución es de 5,07 para todo el período. Sin embargo, observamos diferencias significativas si atendemos a la evolución anual. La primera cuestión que es conveniente reflejar es el descenso gradual en el número de socios/as iniciales, proceso que se agudiza a partir del año 2000, período con valores medios comprendidos entre 3,25 y 4,10 socios/as iniciales. Los años en los que se produjo la creación de Sociedades Cooperativas de Trabajo Asociado de mayor tamaño fueron 1986 y 1997. La media de socios/as iniciales en el primero de estos dos años fue de 9,60, y en 1997 la media fue de 10,33, cifra que representa el valor más elevado de las dos décadas analizadas. El detalle de los datos recogidos se encuentra en la Tabla 2 y en el Gráfico 2.

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Se han podido obtener algunos datos sobre distribución de socios/as iniciales según sexo, pero estos datos no son totalmente fiables, ya que no se encuentran completos y su análisis detallado podría contribuir a percepciones erróneas sobre la situación concreta de la distribución por sexos de los/las socios/as iniciales de Cooperativas de Trabajo Asociado.

TABLA 2 EVOLUCIÓN ANUAL DE LA MEDIA DE SOCIOS/AS INICIALES DE LAS COOPERATIVAS DE TRABAJO ASOCIADO REGISTRADAS (PERÍODO 1986 – 2006) Año

1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006

Total general

Sociedades Cooperativas registradas

Socios/as total

Varones

Mujeres

Media

20 10 12 5 5 6 9 13 18 5 9 3 5 4 18 18 29 12 10 2 3

192 70 62 25 18 47 81 111 25 49 31 26 21 70 63 105 39 41 8 12

18 52 87 19 29 7 9 10 39 33 48 17 20 1 2

29 29 24 6 20 24 17 11 31 30 54 10 21 7 10

9,60 7,00 5,17 5,00 3,00 5,22 6,23 6,17 5,00 5,44 10,33 5,20 5,25 3,89 3,50 3,62 3,25 4,10 4,00 4,00

216

1096

399

323

5,07

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Unidad de Estadística de la Dirección General de Fomento de la Economía Social, el Trabajo Autónomo y del Fondo Social Europeo.

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Gráfico 2 Media de socios/as de Sociedades Cooperativas de Trabajo Asociado (Período 1986-2006) 12

10,33 10 9,60

8 6,23

7,00

6,17 6 5,17

5,44

5,22

5,00

5,00

5,25 5,20

3,89

4,10

3,62

4,00

4 3,50

3,00

3,25

4,00

2

0 1986

1987

1988

1989

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

En cuanto a los sectores de actividad de las Sociedades Cooperativas que se han registrado durante las dos décadas analizadas se observa, en primer lugar, un número significativo de ellas en las que no consta actividad, en concreto, 79 (el 36,57% del total). Respecto a las que especifican sector, se constata una fuerte terciarización de la actividad de las Cooperativas de Trabajo Asociado. Esta circunstancia constituye un proceso común a toda la economía española, por lo que es comprensible que las Cooperativas no escapen a esta tendencia. En los últimos años, en concreto, en los municipios del Consorcio Madrid Sur se ha observado un aumento en el número de Cooperativas dedicadas a la enseñanza, lo que representa un tipo peculiar de cooperativa que está alcanzando una importancia significativa. De esta manera, el 72,26% del total de empresas registradas en las dos últimas décadas se dedican al sector servicios. En segundo y tercer lugar, están representados el sector de la construcción y la industria, respectivamente, con un 14,60% y 11,68% del total de cooperativas dedicadas a este sector. Por último, y con un carácter muy minoritario, se ubican las actividades relacionadas con la agricultura donde se concreta un escaso 1,46% de las empresas registradas en el período considerado. Los valores concretos se encuentran en la Tabla 3 y en el Gráfico 3. 53


TABLA 3 DISTRIBUCIÓN DE LAS COOPERATIVAS DE TRABAJO ASOCIADO POR SECTOR DE ACTIVIDAD (PERÍODO 1986-2006) Sector

Porcentaje de Cooperativas por sector de actividad

CTA

79 2 16 20 99 137

No consta Agricultura Industria Construcción Servicios Total con sector

Total general

1,46% 11,68% 14,60% 72,26% 100,00%

216

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Unidad de Estadística de la Dirección General de Fomento de la Economía Social, el Trabajo Autónomo y del Fondo Social Europeo.

Gráfico 3 Distribución porcentual del total de las Cooperativas de Trabajo Asociado registradas según sector de actividad (Período 1986-2006) 1,46%

11,68%

14,60%

72,26%

Agricultura

Industria

Construcción

Servicios

1.2. Cooperativas de Trabajo Asociado en situación de alta en la Seguridad Social En la labor de análisis de la situación de las Cooperativas de Trabajo Asociado en los municipios del Consorcio Madrid Sur, representa un aspecto muy importante el acercamiento a la realidad de las Sociedades Cooperativas que existen en la actualidad. Los últimos datos a los que hemos podido tener acceso están fechados el 31/12/2005 y representan los centros de cotización a la Seguridad Social de alta en ese momento. El número total de Cooperativas de Trabajo Asociado que se 54


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