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SUBSECRETARIO PINEDA

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EDITORIAL

EDITORIAL

¿Cómo evalúa el escenario actual del Transporte Sustentable en Chile?

Lo primero es señalar que como planeta nos encontramos en medio de una emergencia climática sin precedentes, de la cual Chile no es ajeno. Esto, sumado al crecimiento del parque de automóviles livianos que se produjo durante la pandemia, ha contribuido a una situación particularmente desafiante en términos de movilidad sustentable.

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El principal reto es reducir la dependencia excesiva que tienen muchas personas en el automóvil privado. Sabemos que en algunos casos es difícil evitar el uso del automóvil, pero necesitamos ofrecer otras alternativas atractivas y eficientes de movilidad para que las personas realicen sus traslados. En ese contexto, nuestro programa de gobierno tiene entre sus principales pilares el fortalecimiento del transporte público, especialmente en regiones, y la promoción de la movilidad activa, a través de la generación de mejores condiciones para la caminata y el uso de la bicicleta.

Para esto, es clave aplicar un enfoque descentralizado, que considere la diversidad geográfica, climática, cultural y económica de nuestro país para generar soluciones que sean pertinentes a la realidad local. Creemos que esa movilidad debe generarse desde los territorios y ahí los municipios tienen un rol muy importante como gestores de la ciudad y el espacio público. Recientemente firmamos un convenio de colaboración con la Municipalidad de Valdivia, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, el Gobierno Regional de Los Ríos y la Subdere (Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo) para implementar un plan de movilidad sostenible, creado en forma participativa por el municipio y con una cartera de proyectos muy ambiciosa. Este es el primer convenio de este tipo que firmamos y esperamos que marque una hoja de ruta para el resto del país.

tecnológico?

Más que resistencia, observo mucho entusiasmo e interés en el sector privado. De hecho, ellos ya se están preparando para lo que viene. En vehículos livianos queremos que al 2050 el 50% de la flota sea eléctrica. Esto es un gran desafío, particularmente porque el 2035 se van a dejar de vender vehículos a combustión interna, el 100% de las ventas sólo podrán ser vehículos eléctricos. Para avanzar en esa línea estamos trabajando muy coordinadamente con el Ministerio de Energía, otros actores públicos y el mundo privado.

tareas son vitales para la Subsecretaría de Transporte, en materia de Transporte Sustentable?

Nuestras prioridades en esta materia están alineadas con la Estrategia Nacional de Movilidad Sostenible, la cual relanzamos recientemente y que puede ser descargada y leída en nuestro sitio web www.subtrans.gob.cl/enms/ Este documento plantea siete objetivos y 30 acciones para orientar los esfuerzos públicos, privados y de la sociedad civil para alcanzar la carbono neutralidad hacia el 2050. Estos objetivos apuntan hacia una movilidad limpia, eficiente, activa, segura e inclusiva.

Para avanzar en esa línea, lo primero es el fortalecimiento del transporte público urbano en las capitales regionales y provinciales. Tenemos que subir el estándar de estos servicios para que se conviertan en opciones atractivas y convenientes para la ciudadanía. Eso lo hacemos a través de la implementación de regulaciones, que establecen ciertos requisitos a los operadores del transporte público y permiten aportar subsidios para financiar las mejoras. Así, podemos avanzar en la renovación de flotas antiguas por vehículos con tecnologías más limpias, ampliar los recorridos hacia barrios sin cobertura, mejorar la frecuencia y puntualidad de los servicios y generar condiciones de trabajo decente para los conductores y conductoras. Estamos avanzando en esa materia con nuevas regulaciones en ciudades como Ovalle, Angol y Coyhaique.

En la siguiente entrevista el subsecretario de Transportes, Cristóbal Pineda, ingeniero civil con mención en transporte de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile, nos entrega su visión actual y desafíos del transporte sustentable en Chile, además de referirse al potencial y dificultades en la implementación de la electromovilidad en nuestro país.

El auto ocupa 50 veces más espacio que el transporte público y contamina cuatro veces más que el resto de los modos de transporte. Estos datos nos dan una idea de las ventajas que tiene el transporte público: permite una distribución más equitativa del espacio público, contribuye a reducir la congestión vehicular y a reducir las emisiones contaminantes.

Por otro lado, estamos trabajando en mejorar las condiciones para el uso de la bicicleta y la caminata. Tenemos una meta ambiciosa al respecto: construir 2.000 kilómetros de ciclovías de alto estándar y 1.000 kilómetros de sendas peatonales.

¿Cuál es el aporte que puede realizar la academia y la investigación, en específico la Ingeniería Mecánica, para contribuir al desarrollo de Transporte Sustentable en nuestro país?

Como Ministerio creemos que es fundamental implementar políticas públicas que estén sustentadas en la evidencia y, en ese ámbito, la academia tiene una contribución muy importante que realizar, generando conocimiento que pueda ser aplicado en el desarrollo de esas políticas.

El transporte público tiene mucho soporte detrás en términos de servicio técnico y mantenimiento, es algo que nos interesa impulsar, así que ojalá las universidades puedan apuntar al desarrollo de esas capacidades.

Una muestra concreta de la importancia que asignamos a la relación entre la academia y las políticas públicas es la red de colaboración que hemos desarrollado durante 2022 con casas de estudio a lo largo de todo Chile. Esto partió en junio pasado con el primer convenio que firmó la Subsecretaría de Transportes con la Universidad de Chile y se ha extendido a otras casas de estudio en los últimos meses. En la actualidad también contamos con convenios de colaboración con la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, la Universidad Austral, la Universidad Andrés Bello y la Universidad Mayor de Temuco. Esperamos seguir ampliando esta red, que nos permite trabajar colaborativamente en proyectos de investigación que puedan insumar el desarrollo de políticas públicas en transporte.

El principal desafío es cumplir los compromisos que ha suscrito nuestro país para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. En ese sentido, la electromovilidad tiene mucho que decir. En el largo plazo estamos trabajando para que, en 2040, el 100% de la flota de transporte público a nivel nacional sea eléctrica. En Santiago ya contamos con aproximadamente 1.000 buses eléctricos circulando hoy por las calles y durante el primer trimestre de 2023 incorporaremos 900 buses más, lo que nos posicionará como el segundo país fuera de China con la mayor flota eléctrica de transporte público en el mundo.

Por supuesto, esta transición hacia la electromovilidad en el transporte público también la queremos llevar a regiones, así es como tenemos proyectos que ya están andando en Antofagasta y Valparaíso. También estamos preparando futuros procesos en Arica, Serena-Coquimbo, Rancagua y Concepción, entre otras capitales regionales.

¿Cuál es el potencial y principales beneficios que identifica la Subsecretaría de Transporte en la implementación de la electromovilidad?

Nuestro foco como Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones es impulsar el avance de la electromovilidad en el transporte público, donde puede contribuir a la descarbonización de las flotas de buses y, por lo tanto, a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero también los buses eléctricos son más silenciosos y suaves en su conducción, lo cual también contribuye a reducir la contaminación acústica y a mejorar la experiencia de viaje de los usuarios y usuarias del transporte público.

Entrevista Subsecretario Crist Bal Pineda

¿Cuáles son las dificultades que identifican para implementar la electromovilidad en Chile?

El principal desafío tiene que ver con la implementación de una red de carga adecuada para la operación de buses y vehículos menores eléctricos. En el caso de los primeros, implica la implementación de centros de carga o electro terminales, mientras que en vehículos menores significa la implementación de una red de carga con electrolineras distribuidas en las ciudades y generar las condiciones adecuadas para la carga domiciliaria de vehículos eléctricos.

¿Cómo se está preparando Chile en materia de electromovilidad? ¿Hacia dónde debe avanzar la educación en ingeniería en esta temática?

Hay una capacidad instalada importante en cuanto a la electromovilidad en el transporte público de la capital. Sabemos lo que significa la operación y mantenimiento de un bus eléctrico, sabemos cómo funciona un electro terminal. Hay suficiente experiencia acumulada como para comenzar a implementar estas tecnologías fuera de Santiago. Este desafío nos impone la necesidad del desarrollo de capacidades para poder hacer realidad esta transición en forma justa y sin dejar a nadie atrás. En ese sentido, la educación superior y en particular los planteles que enseñan ingeniería, tienen un gran aporte que hacer en el desarrollo de esas capacidades con un enfoque descentralizado.

La introducción de estas nuevas tecnologías involucra una capacitación de personas a nivel técnico y profesional muy importante. Son capacidades que hoy en día no tenemos tan desplegadas en el país y sobre todo en regiones.

Al menos nuestra experiencia como Ministerio es que la electromovilidad, dado que partió en el transporte público de Santiago, ha generado un buen conocimiento en la capital, pero eso no se ha replicado todavía en las distintas regiones del país. Para eso necesitamos formar personas, generar capacidades, que permitan dar soporte a estas tecnologías. Especialmente en el caso del Hidrógeno Verde, que es una tecnología que estamos recién comenzando a explorar qué significa. Acá las universidades van a tener un rol muy importante en la formación de estas capacidades y ojalá en forma descentralizada.

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