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Las enfermedades crónicas que provoca la violencia

Claudia Fernández Soto

SANTO DOMINGO. El daño que causa la violencia trasciende la barrera de lo físico. La violencia tiene efectos inmediatos sobre la salud, que en algunos casos pueden llegar a ser mortales. Las consecuencias físicas, mentales y conductuales pueden persistir por mucho tiempo, incluso después de que hayan cesado los episodios violentos. Además de la violencia física la violencia puede ser psicológica (insultos y agresión verbal); sexual (cuando la pareja es obligada a sostener relaciones pese a no querer), así como económica y patrimonial (cuando la víctima es sometida por contar con menos recursos que el victimario).

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, a nivel global, una quinta parte de las niñas ha sido víctima de abusos sexuales; una cuarta parte de los niños ha sufrido maltrato físico y una tercera parte de las mujeres ha sufrido, en algún momento de su vida, violencia física o sexual por parte de su pareja.

Por tanto, la violencia está catalogada como un problema de salud pública.

Durante su participación en el XII Congreso Internacional de Medicina Familiar y Comunitaria Sodomefyc 2023, la médico boliviana Fátima Aguayo explicó que el círculo de la violencia se va desarrollando en tres fases repetitivas: acumulación de tensión, donde se va iniciando el conflicto; explosión violenta, cuando ocurre la agresión y la etapa de luna de miel, donde el agresor promete no volverlo a hacer.

Las mujeres víctimas de violencia tienen hasta 60 % mayor probabilidad de padecer enfermedades crónicas frente a aquellas que no la viven.

En 2021 se registraron 4,473 feminicidios en Latinoamérica.

Las causas Aguayo precisó que algunas causas de violencia son: “experiencia similar en la niñez, poco control de impulsos, relaciones conyugales disfuncionales, alcoholismo, drogadicción, factores económicos, cultura de violencia y actitudes socioculturales”.

En Bolivia, país de donde Aguayo es originaria, se reportaron 51,911 denuncias de violencia en 2022, de las cuales, el 76 % fue intrafamiliar. En cuanto a los feminicidios, el 81 % de las veces, son cometidos por una actual o antigua pareja. De acuerdo con el Observatorio de Igualdad de Género de la Cepal, en 2021 se registraron 4,473 feminicidios en la región. Once paí-

Todo lo que provoca la violencia

Aguayo describió que, a grandes rasgos, las repercusiones de la violencia se pueden percibir en diversas manifestaciones: dolor crónico, afecciones musculares y esqueléticas; trastorno de la conducta sexual y reproductiva; trastornos del sueño; trastorno por estrés postraumático; trastorno de la conducta alimentaria y colon irritable; debilidad gradual de sus defensas físicas; dependencia; desinterés y devaluación como persona y afecciones cardiovasculares como hipertensión y taquicardia.

“El médico familiar debe estar listo, presto y atento para detectar si ha habido violencia, principalmente en las mujeres, que son quienes se consultan con mayor frecuencia”, expresó la galena. Un factor a resaltar es que los niños que crecen en hogares violentos ven su desarrollo cerebral alterado.

18 / Jueves, 13 de julio de 2023

“El hambre ya no está aumentando a nivel mundial”

Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO)

Diario de nutrición Sal marina, rosada, yodada... ¿cuál elijo?

ses latinos, incluyendo a República Dominicana, presentan una tasa de feminicidios superior a 1 por cada 100 mil habitantes.

Neurobiología

Por su parte, la doctora Amarantha Nieto profundizó las secuelas enunciadas por Aguayo. Precisó que los actos de violencia afectan la corteza prefrontal del cerebro, la sustancia gris, el hipocampo, las amígdalas, el tálamo, la corteza límbica y el sistema dopaminérgico y serotoninérgico, estos últimos involucrados en la respuesta hacia el estrés y segregación de hormonas de felicidad.

Entre las disfunciones que crea el sometimiento a la violencia están las alteraciones en la memoria, la incapacidad para tomar decisiones y afectación en la capacidad de aprendizaje.

También lesiones y trauma, problemas de salud mental, educación disminuida, consumo de drogas y alcohol y conductas sexuales de alto riesgo, potenciando el riesgo de abortos o transmisión de VIH/Sida.

Nieto expuso que, vivir en una situación de violencia, lleva a la víctima a la aceptación de esa violencia mayor, riesgo de depresión, trastorno de estrés postraumático, ansiedad, obesidad y la temida ideación suicida.

En México, la violencia es la primera causa de muerte en personas entre 15 y 25 años, por encima de los accidentes de tránsito, los tumores cancerosos y el suicidio. “La violencia es un problema de Salud Pública. La violencia contra las mujeres debe ser tratada desde el primer nivel de atención como prioridad. 

En esta búsqueda de productos de calidad, lo ideal es informarnos adecuadamente para no perseguir tendencias que realmente no contribuyen a nuestra salud y que, por el contrario, representan un costo elevado no justificable. Podría aplicarse esta idea al caso de algunas variantes de la sal común, dentro de las cuales encontramos: —Sal de mesa, comúnmente obtenida a partir de la cristalización de agua posada en lagunas, refinada y posteriormente yodada, contiene entre un 97 a 99 % de cloruro de sodio y se le agregan aditivos para evitar que se formen grumos.

—Sal rosada o sal del Himalaya (por su procedencia de ese grupo de montañas o cordillera ubicada en el continente asiático), contiene ligeramente menos cloruro de sodio con 87 %, trazas de minerales como calcio, magnesio y potasio. El color rosado se lo confiere el óxido de hierro.

—Sal marina, procedente de la evaporación del agua de mar, su contenido de cloruro de sodio puede variar dependiendo del área geográfica, pero tiende a ser similar a la sal de mesa, contando también con minerales como zinc, potasio e hierro.

¿Cuál es más natural?

Debido a que la sal de mesa es refinada o procesada, se considera más natural la sal rosada o del Himalaya y la sal marina por contener menos aditivos y más micronutrientes.

¿Cuál es más saludable y aporta más nutrientes?

Las tres son sales con niveles similares de cloruro de sodio, se limita el consumo a 1 cucharadita al día o menos, lo que nos permite cubrir los requerimientos de estos minerales a través de la sal. El exceso de sodio está claramente relacionado al aumento de la presión arterial, afecta la función renal, entre otras alteraciones.

¿Debería agregar algún tipo de sal al agua para hidratarme adecuadamente?

Si bien es cierto que el sodio, potasio, calcio y magnesio forman parte importante de los sueros de hidratación, podemos conseguir estos nutrientes en alimentos (ej. frutas, pescados, la sal que añadimos en la cocción) sin necesidad de excedernos en el consumo de sal ingiriéndolo en el agua.

¿Contiene la sal marina o rosada el yodo necesario?

Sabemos la importancia del consumo de yodo para evitar deficiencias y las consiguientes alteraciones en la tiroides, por lo que actualmente la sal yodada tiene mayor contenido en yodo que la sal marina o rosada. Por tanto, si decide utilizar estas variantes de sal, debe considerar cubrir los requerimientos de yodo con los alimentos porque son prácticamente nulas en sal. Finalmente podemos establecer que no hay evidencia científica que promueva el consumo de sal rosada o marina sobre la sal de mesa como la opción más beneficiosa, pero si contamos con la información suficiente para entender la importancia de reducir el exceso en su consumo principalmente en alimentos procesados. 

Para comunicarse con la Dra. Erika Pérez Lara, nutrióloga clínica, escriba a erikapereznutricion@gmail.com Instagram: @dra.erikaperezl

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