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Preocupación en RD por impacto social que tiene el letal fentanilo

En Estados Unidos ha causado estragos económicos y sociales; la denominada droga zombie es causa de miles de muertes en esa nación, con más de 71,000 casos en 2021
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Tania Molina sopla fentanilo a la boca de otro.
Departamento de Estado emitió sanciones contra grupos de narcos
CIUDAD MÉXICO. En abril de 2023 la administración Biden-Harris designó el fentanilo y su combinación con una droga que se utiliza como tranquilizante de animales, no opiode, como una amenaza para los Estados Unidos. En ese sentido, anunciaron el sábado 11 de julio una serie de medidas adoptadas para hacer frente a la amenaza.
"El Plan Nacional de Respuesta”, el primero de su clase, describe las medidas que el Gobierno federal adoptará para hacer frente a esta amenaza, proteger la salud y la seguridad públicas y salvar vidas. Incluye medidas a corto y largo plazo para proporcionar ayuda inmediata a los ciudadanos de todo el país y apoyar los esfuerzos a gran escala necesarios para erradicar esta amenaza. De acuerdo con el departamento de Estado, la detección de esta combinación de drogas aumentaron un 1127 % en el sur, un 750 % en el oeste, más del 500 % en el medio oeste y más del 100 % en el noreste, en el último año.
"El plan publicado por el Departamento de Estado de Estados Unidos se centra en seis pilares de acción: realización de pruebas; recolección de datos; prevención, reducción de daños y tratamiento según las evidencias; reducción de la oferta; programación.
Acciones legales
En tanto que anunció ayer sanciones a una empresa con sede en México y a 10 ciudadanos mexicanos, entre ellos varios miembros del Cártel de Sinaloa, por considerarlos responsables del tráfico de fentanilo hacia ese país. Se trata de REI Compañía Internacional, una empresa con sede 70 kilómetros al oeste de la capital mexicana que recibe regularmente envíos de productos químicos de exportadores de China.
Entre los sancionados está Eliseo de León Becerra, principal accionista de la mencionada firma, y familiares de Joaquín “El Chapo” Guzmán, el exlíder del Cártel de Sinaloa que cumple cadena perpetua en Estados Unidos. Entre estos últimos destaca un cuñado de Guzmán, Noel López Pérez, y uno de sus primos presuntamente implicados “en el tráfico y transporte de drogas hacia Estados Unidos”.
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Los Chapitos sancionados
También fueron sancionados Los Chapitos, los hijos del Chapo Guzmán, acusados por ser precursores de la venta de químicos, la supervisión de laboratorios de drogas ilícitas, túneles transfronterizos y operaciones de represión. Sanciones, que según el secretario de Estado, Anthony Blinken, fueron coordinadas con el gobierno mexicano, que las implementaría.
SANTO DOMINGO. Aunque oficialmente no hay registros de que en República Dominicana haya tráfico de la letal droga fentanilo, la posibilidad de que se comercialice o use en el territorio genera preocupación por la peligrosidad de dicha sustancia, sobre todo, después de que personas vinculadas al tratamiento de adicciones alertaran de varios casos de pacientes que la consumen.
La preocupación surge por los estragos que este tipo de drogas está causando en los Estados Unidos y por los que podría hacer en República Dominicana. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. definen el fentanilo como un opioide sintético que es “hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina. Es un importante factor contribuyente a las sobredosis mortales y no mortales en los EE. UU.”
La entidad calcula unas 56,000 muertes en esa nación a causa de los opioides sintéticos durante 2020, año que reflejó un incremento de un 56 % en esos casos, respecto a 2019. En 2021, el número de muertes por esa causa fue de 71,238.
Mortal
“El fentanilo y otros opioides sintéticos son las drogas más frecuentemente involucradas en las muertes por sobredosis. Puede ser mortal hasta en pequeñas dosis. Más de 150 personas mueren cada día por sobredosis relacionadas con opioides sintéticos como el fentanilo”, apunta.
A las cifras se suman las horrorosas escenas de ciudades donde los adictos a las drogas caminan como zombis en barrios de Filadelfia, Baltimore, Nueva York y San Francisco.
La epidemia de opiáceos tiene un impacto en la economía estadounidense. En 2022, el Comité Económico Conjunto (JEC, por sus siglas en inglés) del Congreso de los EE. UU. descubrió que la epidemia de opioides le costó a los Estados Unidos casi 1.5 billones de dólares en 2020, que es aproximadamente el siete por ciento del producto interno bruto (PIB) de ese país.
Otro de los principales efectos económicos de la epidemia está en la fuerza laboral. El comité del Congreso estimó que a fines de 2022 los opioides eran responsables de aproximadamente el 20 por ciento, unos 6.3 millones más de trabajadores, que no asistió o se reportaban ausentes a sus empleos; en comparación con las cifras previas a la pandemia.
En alerta La Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) emitió una alerta en todos los puertos y aeropuertos a fin de que cualquier sustancia poco común, sea líquida, polvo o pastillas que cruce la frontera sea notificada de inmediato a ese organismo que, a su vez, lo remitirá a un laboratorio a fin de detectar si es o no la peligrosa droga.
La medida es parte de las acciones emprendidas para controlar cualquier propagación de la droga, las que incluyen la creación de una división de combate contra las sustancias psicotrópicas.
“Estamos haciendo y tomando acciones para detectar a tiempo cualquier sustancia que pueda afectar la sociedad. Por eso enviamos de inmediato, cualquier pastilla o píldora que se sospeche pueda tener algún componente del fentanilo procedemos a enviarla al Inacif”, dice la DNCD. El organismo recalca en la necesidad de contar con la certificación del Inacif (Instituto Nacional de Ciencias Forenses) para comprobar que un producto tenga o no fentanilo, pues no es una sustancia que se pueda detectar a simple vista. Aunque la DNCD reitera que hasta la fecha no hay ninguna prueba científica que determine que el fentanilo esté presente en el territorio, más allá de su uso médico autorizado, la preocupación en algunos sectores responde a la poca capacidad que advierten para tratar los problemas de adicción que genera.
Sin herramientas para tratarla
A Radhamés de la Rosa, director de Casa Abierta, una organización no gubernamental que se dedica a la prevención y tratamiento de adicciones, le inquieta el hecho de que no hay en República Dominicana las herramientas para tratar el consumo de una droga tan potente como el fentanilo.
Le preocupa que en República Dominicana se esté hablando de la peligrosidad de la droga, pero no se plantean estrategias para enfrentar la adición.
“Para tratar una persona con un problema de adicción a opioide, como es el caso del fentanilo, hay que tener en la sociedad las que son drogas de sustitución. En el caso de opioide se usa mucho la metadona, una sustancia que se usa para que las personas puedan bajar el consumo de opioide”.
Además de la falta de fármacos, señala las pocas facilidades de salas de consumo para que el adicto pueda entrar a consumir de una forma más adecuada y controlada.
“Eso ocurre en las sociedades que ponen atención en las personas, no en la sustancia como tal. Aquí en el país no tenemos ninguna estrategia para eso.
Tenemos algunos centros privados, que no son para todo el mundo, por el alto costo, y otros centros que tienen muy buena intención, pero no tienen las herramientas”, dice De la Rosa.
Cuestiona que con el tiempo que lleva el consumo de heroína en el país, los hospitales públicos deberían tener médicos especializados para detectar la adicción y la sobredosis.
A la fecha, el centro no ha tenido contacto con ningún paciente que haya usado fentanilo. Igual dicen en la Fundación Fénix, otro centro de tratamiento de adicciones.