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Los apátridas de Daniel Ortega

Flavio Darío Espinal do en uno de los más destacados escritores latinoamericanos contemporáneos al punto de recibir en el 2017 el más prestigioso premio de literatura en lengua castellana, el Premio Cervantes. Aunque dedicado a la literatura como profesión, Ramírez ha mantenido, con su autoridad moral, un compromiso con la democracia en su país, la cual, irónicamente, ha sido destruida por no otro que Daniel Ortega, quien desde su vuelta al poder en el 2007 se ha dedicado a desarticular las frágiles instituciones democráticas nicaragüenses y a decimar, mediante una represión implacable, a las fuerzas opositoras. Después de encarcelar a los siete potenciales candidatos opositores previo a las elecciones de 2022, así como reprimir y encarcelar a activistas políticos, sociales y eclesiales que han denunciado la violación sistemática de los derechos humanos, la última acción represiva del gobierno dictatorial de Ortega, cínica y despiadada, ha sido despojar de la nacionalidad nicaragüense a Sergio Ramírez, a su esposa Gertrudis Guerrero, a la legendaria “comandante dos” Dora María Tellez y a otros trescientos opositores más, además de confiscarles sus bienes. Más aún, en una acción grotesca, Ortega no se conformó con montar en un avión a 222 opositores y enviarlos al exilio, sino que, mientras estos volaban hacia su destino final, puso a operar la macabra maquinaria legal del régimen para despojar de su nacionalidad a estas personas y dejarlas literalmente apátridas.

El gobierno de Ortega, con el alegato de que son traidores a la patria –atención con esta imputación que puede ser usada para diferentes propósitos-, ha convertido a estos opositores políticos en no personas, en seres desechables que no merecen si quiera tener la nacionalidad de la tierra que los vio nacer. Se trata de una violación flagrante a la Constitución nicaragüense, al derecho interamericano de los derechos humanos y al propio derecho natural, que reconocen como uno de los más sagrados derechos, merecedor de la más estricta protección, el derecho a tener una nacionalidad, en este caso la nacionalidad del Estado en el que nacieron, crecieron y vivieron estas personas, al que están atados por vínculos naturales y jurídicos indisolubles.

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Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa ladas, los médicos, los profesores, lo uasdianos... Si cada gremio o institución se traza su propio plan de pensiones porque desconfía del que establece la ley de seguridad social... ¿por qué es obligatorio para los demás empleados? El sistema de pensiones no funcionará como aspiran los ciudadanos hasta que no haya una revisión sincera y valiente del actual enredo. 

Con una oposición política desarticulada y pulverizada por el propio régimen, con una sociedad civil débil, con un empresariado acomodaticio que solo parece pensar en sus propios intereses, y con un control absoluto de los mecanismos de represión por parte del gobierno dictatorial de Ortega, hay poca esperanza de que la democracia pueda restablecerse en el corto plazo en Nicaragua. Por su parte, la comunidad interamericana en la Organización de los Estados Americanos (OEA), uno de cuyos valores es la defensa de la democracia, se encuentra demasiado dividida para llevar a cabo acciones relevantes a favor de la democracia en ese país centroamericano. La retórica de defensa de la soberanía de muchos gobiernos sirve de excusa para mirar hacia otro lado y no pedirles cuentas a Daniel Ortega, quien quiere hacerse pasar, con la complicidad de muchos en nuestra región, como si fuese todavía aquel líder revolu- cionario del movimiento sandinista que tanta admiración generó. Llama particularmente la atención la timidez, por decirlo de alguna manera, de la izquierda latinoamericana que ha llegado al poder democráticamente en condenar los desmanes de la dictadura Ortega-Murillo, aunque el presidente Gabriel Boric ha elevado su voz de solidaridad con Sergio Ramírez y los demás opositores desterrados por el gobierno sandinista, en tanto el gobierno de México ha ofrecido asilo a los exiliados y el gobierno colombiano le ha otorgado la nacionalidad a Ramírez. De Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, es de quien se debe esperar más pues está de vuelta al poder por la defensa de la democracia que tanto en su país como en el exterior se ha llevado a cabo en contra de los intentos golpistas de la ultraderecha bolsonarista, antes y después que llegara al poder. De los gobiernos brasileño, mexicano, chileno y colombiano, así como de toda la comunidad interamericana, se espera más, mucho más, de lo que se está haciendo para “llamar a capítulo” a Daniel Ortega para que cesen los abusos despiadados de los derechos humanos y Nicaragua se reencauce por el camino de la democracia y la legalidad. Como nota final, vale señalar que Sergio Ramírez visitará República Dominicana del 17 al 21 de mayo de este año con su festival literario Centroamérica Cuenta (que no puede celebrar en su propio país) con el coauspicio de la Fundación René del Risco Bermúdez, evento que atraerá a grandes personalidades de la vida literaria e intelectual de Iberoamérica. A él lo esperaremos con los brazos abiertos no solo como el gran escritor que es, sino como un gran amigo de la República Dominicana y un luchador infatigable por la democracia y la libertad.

Sergio Ramírez visitará República Dominicana del 17 al 21 de mayo de este año con su festival literario Centroamérica Cuenta (que no puede celebrar en su propio país) con el coauspicio de la Fundación René del Risco Bermúdez, evento que atraerá a grandes personalidades de la vida literaria e intelectual de Iberoamérica.

SD. El compositor y músico Jorge Drexler ha aprendido a crear puentes entre realidades aparentemente incompatibles. Hijo de un alemán judío y una uruguaya cristiana. Médico y músico. Un artista de mente y alma, pero también de cuerpo. Iniciando su relación con la música a los cinco años y con los estudios de medicina a los 18, Jorge se mantuvo durante 12 años haciendo dos profesiones antagónicas, pero apasionantes. “Mis primeros dos discos los pagué trabajando como médico, pero en cuanto pude dejé de vivir de la medicina y pasé a vivir de la música para la música”, compartió con Tiempo Libre el uruguayo.

Con tres décadas en el arte, más de 15 discos y luego de 8 años sin cantar para los dominicanos, Drexler vuelve a Santo Domingo con su gira “Tinta y Tiempo”.

El cinco veces ganador del Latin Grammy, un Oscar y un Goya, en esta gira tendrá dos presentaciones en la sala Carlos Piantini del Teatro Nacional (sábado 25 y domingo 26 de febrero) a las 8:30 p.m. en dos conciertos producidos por Nono Rodríguez.

Para el show utilizará una escenografía que simula una hoja en blanco, con un escenario que representará un lienzo donde todas las historias pueden ser contadas, explicó el artista en una entrevista para DL.

Al igual que en la escenografía, la carátula del disco “Tinta Tiempo” es blanca, como un homenaje a la página en blanco: “La página en blanco, la tinta y el tiempo son los tres elementos que utilizo para trabajar. Como no está en el título del disco pues pusimos la hoja en blanco como una referencia… En la batalla contra la hoja en blanco suele ganar la hoja en blanco. En este disco, yo presento 10 canciones que son 10 triunfos, pero por cada triunfo a la hoja en blanco hay otras diez que ella me ha ganado a mí”, dijo.

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