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Millones para unos pocos de prospectos, mientras el grueso salta al vacío
Nathanael Pérez Neró
Redactor Senior
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SD. La apertura del mercado de fichajes 2023 de las Grandes Ligas puede dejar a 23 adolescentes dominicanos como nuevos millonarios y a otros 46 con bonos entre US$300 y US$950 mil. Es un dinero a cobrarse en abril, si superan las pruebas físicas. Cuando se suman los cubanos, venezolanos, colombianos y resto de jugadores “internacionales” son 109 los que han rubricado su firma en ese rango de dinero, en consonancia con la propuesta que hizo la Major League Baseball con la implementación de un draft donde las primeras 120 firmas recibirían el grueso del dinero.
Sin embargo, la no implementación del sorteo que buscaba MLB mantiene activa la cuestionable plataforma sobre la que se sostiene el sistema; el reclutamiento temprano, las mudanzas entre provincias que separa a los niños de sus familias y la reducción de las horas de docencia.
US$72.5
Millones se han firmado desde el 15 de enero con 69 jugadores con bonos sobre los US$300 mil.
Tal como tuvo que hacer Robert Puasón cuatro años antes de que en 2019 firmara el bono más alto que se ha entregado (US$5.3 millones), la firma local más alta de 2023, Felnin Celesten, dejó su Guaymate (La Romana) natal con 12 años y se estableció en Boca Chica donde se entrenaba por más de seis horas al día. Jasson Domínguez hizo igual desde Valverde hacia Santo Domingo para en 2019 conseguir un bono de US$5,1 MM. “Tengo (niños entrenando a esa edad) no porque yo quiera, sino porque el sistema me obligó a (hacerlo)”, dijo en una entrevista reciente en Z Deportes el entrenador Amaury Nina. “Uno ve a los muchachos (acordar contratos de manera informal) a los 13 años, cuando deberían estar en la escuela”.

Nina representa un cambio de una parte importante de los técnicos, que en el pasado se oponían al sorteo. “Tenemos que arreglar el sistema, porque el sistema