SUPLEMENTO IDEAS+PALABRAS EDICÓN 7.635

IDEAS+ PALABRAS

8 ] CONCURSO

FOTOGRAFÍAS TENDRÁN PREMIO

DOMINGO 29 MAYO DEL 2016

4-5 ] MEMORIA

La importancia de los sitios históricos Encontrar la materialización de la memoria de guerra contra la Triple Alianza en los bienes tangibles que quedan es la última oportunidad que tienen las sociedades para mantener vivo el recuerdo colectivo.

3 ] CRÍTICA

6-7 ] LITERATURA

Una mirada sobre Freud y el sexo

La magia redentora de Juan Rulfo

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DOMINGO 29 MAYO DEL 2016

IDEAS + AGENDA

Estrenan “En la laguna dorada”

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l próximo viernes 3 de junio, se estrena en Arlequín teatro, la obra teatral “En la laguna dorada” del autor estadounidense Ernest Thompson, en versión de Emilio Hernández, con la dirección de la multipremiada directora española Magüi Mira, la asistencia de dirección de Lucas Criado. La protagonizan reconocidos artistas como: Miriam Sienra, José Luis Ardissone, Pablo Ardissone; Alejandra Ardissone, Hernán Melgarejo y José Mendoza. En los ’80 esta obra tuvo su adaptación cinematográfica (On golden pond), con la cual fue nominada a 10 Oscar y se

Arpas de Sonidos de la Tierra en Iguazú

hizo con tres: Mejor Actor, Mejor Actriz y Mejor Guión Adaptado.

Entonces, fue protagonizada por Henry Fonda y su hija Jane. Tras haber sido representada en los teatros de todo el mundo, en junio el Arlequín Teatro se transformará “en la Laguna Dorada”.

gro de extinción: de la naturaleza, de la familia, de la pareja, de la vida. Una valiosa reflexión sobre lo difícil que es conseguir relaciones positivas. A cualquier edad, en cualquier momento. El goce es posible a pesar del implacable acoso del tiempo.

La obra es una tierna historia de amor que muestra que nunca es muy tarde para encontrar el cariño de los seres queridos, a pesar de los años que se hayan vivido acrecentando día a día el rencor y la frustración de no poder obtener en una sonrisa la aprobación. Los años. El miedo. El amor. La soledad.

La risa. La lucha por la vida dentro de una familia.

“La laguna dorada” es una amable y cálida obra, que nos hace pasar un momento agradable.

Una isla de esperanza frente al peli-

Donde la risa y mucha sensibilidad se harán presentes. Las funciones serán en el Arlequín Teatro (Antequera 1061) los días viernes y sábado a las 21:00 y los domingos a las 20:00. El costo general de entradas es de G. 120.000 (2x1 pagando con tarjetas de Itaú). Más informes al Tel. 442-152.

Proyección y debate de “El tiempo nublado”

El gran festival denominado Iguazú en Concierto, que reunió a enorme cantidad de artistas de los tres países que limitan en esa zona: Argentina, Brasil y Paraguay, con Zimbabue, Alemania, Sudáfrica, etc.

Bellas Artes en reparaciones El Museo Nacional de Bellas Artes permanecerá cerrado por tres semanas al público, debido a que se están realizando importantes reformas edilicias destinadas a cuidar con mayor celo la conservación de las importantes obras que lo habitan. El informe sobre el cierre temporario fue realizado por la arquitecta Natalia Antola, directora de Proyectos y Obras de la Secretaría Nacional de Cultura. La profesional informó que están en reparación las paredes, por problemas de humedad que afecta a las mismas, en dos salas principalmente. Por seguridad, las obras que se exhibían en las mismas fueron lacradas y retiradas hasta que terminen los arreglos de paredes, pisos y techo.

De acuerdo a lo expresado por la arquitecta, “Si bien los trabajos de mantenimiento están bastante adelantados, ya que se iniciaron en esta semana; el mismo durará unos veinte días aproximadamente”. Agregó que mantendrán los mismos tonos en las paredes, a los efectos de resaltar las obras expuestas en el citado museo.

La multipremiada película documental paraguaya, dirigida por Aramí Ullón, que ha llegado muy lejos, recibiendo reconocimientos y respeto de los más diversos públicos, será proyectada nuevamente, esta vez en el Auditorio Ruy Díaz de Guzmán, del Centro Cultural de la Ciudad, Carlos Colombino de la Manzana de la Rivera, el próximo martes 31 de mayo, a las 19:30 (Ayolas 129 c/ Benjamín Constant).

Luego de la proyección, se abrirá un debate sobre la interesante historia que motivó el filme. La película documenta la historia de la relación de una joven (la propia Aramí) que ha logrado hacer una carrera y trabajar en su vocación en Europa, adonde

reside también por su relación de pareja y su madre, que está afectada de epilepsia y la enfermedad de Parkinson y vive en Paraguay.

La historia recorre las peripecias a las que se deben enfrentar ambas ante la situación, mostrando la realidad de la vida de las personas de la tercera edad, que deben estar al cuidado de otras personas y de la falta de programas de salud realmente efectivos al servicio de familias como éstas.

Las esperas, las culpas, el dolor por la situación, atraviesan la pantalla y nos hace pensar en las propias historias que tal vez conocemos o transcurren en nuestro propio entorno.

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BABELIA ]

Freud y el sexo No sé por qué en este país hay una aversión tan tremenda hacia el doctor Freud, cuyo 160 cumpleaños se acaba de conmemorar.

POR EstRElla dE diEgO PaRa BaBElia dEl diaRiO El Pais dE EsPaña

c

on lo necesitados que estamos de una buena terapia en el diván. Pero nos parece una pérdida de tiempo y preferimos ponernos ciegos de Prozac –o sus equivalentes de nueva generación, apuntarnos a yoga o, a lo más, hacer una terapia rapidita, de medio pelo, sin tumbarse, yendo a tomar un café con el terapeuta si se tercia.

A veces, escuchando a mis amigos de vuelta de la terapia con sus comentarios desenfadados –“les ha quedado muy mono el gabinete”–, me parece que soy más freudiana que los freudianos –qué pasada de moda debo de estar–.

No entiendo bien por qué: lo cierto es que Freud cae mal. Le pasó a Breton, el pope surrealista, cuando, tras haber leído con fruición los escritos psicoanalíticos –y haberlos adoptado para crear un mundo gobernado por el inconsciente–, consiguió ser recibido por el doctor en su casa de Viena en 1921. Breton esperaba que Freud cayera rendido en sus brazos –“por fin mis teorías del inconsciente adoptadas por los surrealistas”–. No fue así. Me puedo imaginar la rabieta de Breton, tan egocéntrico como excelente escritor. Años más tarde recordaba su paso por Viena en Littérature explicando la “apariencia mediocre de la casa”, la vulgaridad de la criada y la poca consistencia del profesor, al que define como “viejecito fachendoso”. Dalí también le visitaría, ya exilado en Londres, y trataría de impresionarle sin mucho éxito –con el subsiguiente enfado del catalán–. Las malas lenguas dicen incluso que Freud se limitó a decir lo fanático que le parecía.

Confieso que leo a Freud con devoción, a pesar de reconocer que, médico al fin del XIX, deja sin resolver, por ejemplo, la construcción de la subjetividad femenina.

Y, pese a todo, sin Freud no existiría la producción de los surrealistas: ni Nadja de Breton –y, si me apuran, tampoco la Maga de Cortázar, que bebe directamente de Nadja–, ni Un perro andaluz, ni el método paranoico-crítico.

Imagino que algunos de ustedes

estarán pensando que vaya credenciales; que, en lugar de mejorar la imagen, tales compañías la empeoran. Aunque, ¿y la codificación del inconsciente y los sueños? No me dirán que eso tampoco les convence…

Sus textos me parecen inteligentes, interesantes, hasta divertidos a veces. Será por pura solidaridad con el pobre padre del psicoanálisis, para muchos una equivocación en la historia de la humanidad que hay que olvidar.

Un antiguo, un obseso que ve sexo en cada cosa, repite la sabiduría popular… Aquí citaría a la psicoanalista de un amigo que, acusada por su paciente de ver símbolos sexuales por todas partes, le respondió resolutiva que estaba equivocado, que quien los veía era él. En todo caso y pese a quien pese, Freud está incorporado a nuestra cultura por todos, incluidos sus detractores, inconscientemente.

Además, es mentira que Freud viera símbolos sexuales por todos lados. Igual estaban en los ojos de los que miran, como ha ocurrido con Megumi Igarashi, la “artista de la vagina”, cuya propuesta era la reproducción en 3D

de su órgano en un kayak, que le ha valido la multa del Gobierno japonés por envío de datos obscenos durante su campaña de crowfunding.

Mirando el kayak ya construido, la cosa parece más bien inofensiva –hay veces que una pipa es sólo una pipa, dijo Freud–. No sé, igual tenía razón la psicoanalista de mi amigo al insistir en que era él quien veía los símbolos sexuales por doquier.

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LUGARES Y MEMORIAS ]

Nuevas formas de contar la guerra contra la Triple Alianza Encontrar la materialización de la memoria de guerra en los bienes tangibles que quedan es la última oportunidad que tienen las sociedades para mantener vivo el recuerdo colectivo.

Julio de Torres (*) ilusTraciones: del pinTor suizo adolph MeThfessel, proveídas por la BiBlioTeca nacional del paraguay

M

ucho se ignora que la historia también puede encontrar en la memoria colectiva una forma plausible de sustraerse del olvido. Estas memorias pueden trazar un circuito paralelo que nos permita conocer otros niveles de comprensión e interpretación del hecho histórico y otorgarle continuidad. La Guerra contra la Triple Alianza sortea esas posibilidades, ya con nuevos actores, y se convierte en el eje central para encarar una nueva historia y las nuevas formas de contarla.

Encontrar la materialización de la memoria de guerra en los bienes tangibles que quedan es la última oportunidad que tienen las sociedades para mantener vivo el recuerdo colectivo. Ante este hecho, los sitios históricos son fundamentales y su preservación una causa nacional para el efecto. Este hecho conforma un sistema de legados que, junto con el valor agregado que le otorgan la

historia y, en el caso de Paraguay, la supervivencia al paso de los años, elevan al sitio al estatus de patrimonio. Desde esta realidad

nace una inquietud que, como a muchos, mueve a Mabel Causarano a hacerse la siguiente pregunta: “¿Desde cuándo la socie-

dad y el Estado han dado señales de interés en la tutela y salvaguarda de los bienes culturales? ¿Desde cuándo han aplicado polí-

ticas culturales?” (Más allá de la Guerra, 2016:127).

En ese sentido, valdría la pena

considerar que el estado de los sitios al que nos remite la realidad arroja múltiples causalidades, entre las que principalmente se cuenta la desidia de las autoridades de los últimos años ante la no valoración de los bienes.

mayoría de carácter bélico, en contraposición a otros sitios de carácter “cívico” como estaciones de ferrocarriles, hospitales, cementerios e iglesias; lugares igual de potenciales para ir más allá de lo bélico.

Recuperar la memoria en lo tangible para enriquecer la interpretación histórica es un primer paso. Los sitios históricos de la Guerra Grande, según el relevamiento nacional realizado por el Comité Paraguayo de Ciencias Históricas, en el marco del programa regional “Más allá de la Guerra: Memoria, Reflexión y Cultura de la Paz” impulsado por la Secretaría Nacional de Cultura, recurrió a investigaciones realizadas por la historiadora Beatriz González de Bosio y la Contraloría General de la República, y registró aproximadamente cien sitios históricos distribuidos a nivel país.

La mayor cantidad se concentra en el departamento del Ñeembucú, por tratarse de una zona de contingencias en las que estaban involucradas seis localidades: Pilar, Paso de Patria, Isla Umbú, San Juan Bautista y Villa Franca. Las mismas conforman una red de acontecimientos, la

La dimensión cultural es, pues, un espacio propicio para motivar la memoria colectiva y despertar otros universos e imaginarios. La comunidad sigue buscando puntos de partida en lo material para conocer o –¿por qué no?– imaginar su historia. Como lo sostiene Maurice Halbwachs: “la historia no es todo el pasado, pero tampoco es todo lo que queda del pasado”.

EL OTRO TURISMO En ese sentido, anteponiéndose al concepto comercial que se tiene del turismo convencional, el turismo cultural cobrará notable destaque e impulsará el establecimiento de circuitos, cometido principal de los relevamientos de sitios y posibles cartografías que ubiquen sitios georreferenciables a través de nuevos medios como la tecnología móvil y otros sistemas más didácticos y accesibles para el segmento joven.

Al revitalizar sitios que conformarán más adelante un circuito, Jorge Rubiani sostiene que éstos “requerirían de distintos niveles de intervención para su descubrimiento, puesta en valor, accesibilidad o exposición” (Ídem, 2016:152). Estos niveles están sujetos a determinar el estado de los mismos para luego diseñar estrategias de rescates de datos, por ejemplo, en “toda la literatura disponible para conocer en profundidad su importancia funcional o simbólica para la contienda”.

El establecimiento del circuito turístico podría, incluso, replantear la urbanidad de las localidades, hecho que amerita una profunda reflexión. Al tratarse el rescate del patrimonio como una causa nacional, el actor principal para su preservación continua terminará siendo siempre la comunidad. Es difícil pensar en que las responsabilidades recaigan exclusivamente en las gobernaciones departamentales o municipales cuando que, en muchos de los casos, lo sostenible se convierte en un medio pragmático para solucionar problemas.

En ese sentido y ante la inestabilidad de la gestión pública en

programas de gobierno, la puesta en valor de un espacio público en un país donde este tipo de prácticas no es habitual, casi siempre pone en tela de juicio la dicotomía público-privada que direcciona ambos tipos de gestiones, en las cuales lo privado termina siendo un aspecto positivo debido al dinamismo del sector, contrariamente a lo que nos ofrece el sector público. Además de incrementar la urgente necesidad de reflexionar sobre los motivos que impulsan la manutención de espacios en los que debe perdurar la memoria de la comunidad, se hace necesario reafirmar los aspectos positivos en favor de las iniciativas ciudadanas profundamente marcadas por su preocupación y ocupación consecuentes con la conservación del patrimonio, por ellas propiciadas.

PATRIMONIO URBANO René Coulomb sostiene que la puesta en valor del patrimonio urbano debe significar una

fuente de desarrollo económico y hacer viable, por ejemplo, la industria turística –ya cultural– con el fin de potenciar los procesos de identidad colectiva de la sociedad. Un ejemplo de núcleo potencial para albergar planes que, a la larga, den lugar al desarrollo socio-cultural de la comunidad, es, justamente, el departamento del Ñeembucú, que puede articular en su seno lo ambiental, por ser un terreno rico en humedales que albergan una gran diversidad en fauna y flora, y lo histórico, por el valor que sus sitios siguen resguardando ante el inminente paso del tiempo.

Es necesario tener en cuenta y recalcar que, ante la contingencia de sitios relevados y a ir descubriendo, a través de medios arqueológicos, su revitalización cumplirá un papel de absoluta relevancia en el fortalecimiento del vínculo de la sociedad con el pasado que hoy nos interpela a ciento cincuenta años de la contienda.

Julio de Torres: # Técnico misional del Programa Regional “Más allá de la Guerra”, impulsado por la Secretaría Nacional de Cultura, en el Mercosur.

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+ LITERATURA ]

La magia redentora de Juan Rulfo BERNARDO PÉREZ

En 1966, Sergio Pitol, que trabajaba como diplomático en Europa del Este, escribió el prólogo para la traducción polaca de “Pedro Páramo”. Medio siglo después, aquella lectura ve la luz en español.

POR SERGIO PITOL

L

a novela “Pedro Páramo”, del joven autor Juan Rulfo, apenas a diez años de su aparición es considerada ya una obra clásica de la narrativa contemporánea mexicana y disfruta de un renombre que sobrepasa ampliamente las fronteras de los territorios de lengua española en América. Hoy día, apaciguados ya los ecos de las polémicas que suscitó su publicación, esta novela se considera un hito en la creación literaria de México, que fi naliza el periodo de la literatura dedicada a la problemática del indigenismo e inaugura una nueva época.

El mundo que nos presenta Juan Rulfo, cuya peculiaridad se debe al modo en que el propio autor lo moldea, es el mundo de un ser casi desconocido que vive al margen de la civilización, excluido de la sociedad moderna; un hombre a quien vemos a diario, pero del que únicamente sabemos lo que nos dicen los tratados sociológicos; un hombre cuyas costumbres y vida son investigadas y descritas por los antropólogos: el indio mexicano.

En la literatura, este hombre aparece siempre ante nosotros como un personaje acartonado que actúa en la escenografía artificial llena de trucos de un folklore de paja, ya que se intentaba hacer de él un guía y un símbolo de una determinada problemática social o política todavía no abarcada por el universo.

En las obras del primer periodo posrevolucionario, la vida cotidiana de este hombre, y el significado de ésta, estaban cancelados o falseados, ya que se intentaba hacerlos encajar dentro de un marco artificialmente realista.

Y el mundo de Juan Rulfo, ese que el autor despliega ante nosotros en el volumen de cuentos El Llano en llamas y en la novela Pedro Páramo, se nos ofrece dotado de la realidad de la poesía.

Rulfo no intenta entender o, menos aún, explicar la psicología de sus protagonistas; tan sólo la describe, recupera a hurtadillas algunos momentos fugitivos, atrapa fragmentos de diálogos, presenta todo este mundo sirviéndose de los elementos que solamente él conoce a fondo.

El escritor mexicano Juan Rulfo a su llegada al aeropuerto de Barajas, Madrid, en 1985.

POTENCIALIDAD VISUAL Y no se trata solamente de una dicción cargada de potencialidad visual que el autor reproduce minuciosamente y labra de modo tal que, dentro de una irrealidad estilística, todo se vuelve real en los registros de la escritura, sino también de los rasgos más generales, más abstractos que determinan estas elementales formas de vida: la magia, las alucinaciones, los rituales antiguos que empiezan a revivir dentro de los personajes; la espiritualidad remota, arraigada secretamente en los rincones más ocultos del espíritu, se vislumbra de repente transformada en mitos, fantasmagorías y visiones espectrales. Se crea entonces una zona intermedia entre el “ser” y el “no ser”, en la cual se mueven estos personajes atormentados por sus manías y obsesiones, siempre poderosas como los elementos del universo: los hombres “labrados” de

modo uniforme, ávidos de sangre, atormentados por el ansia de poseer ya sea una mujer, ya sea una tierra; por la obsesión de la soledad o por la llaga de un viejo rencor nunca cicatrizado. Sobre todo por eso, por el rencor… “¿Conoce usted a Pedro Páramo?” –pregunta uno de sus hijos. “Un rencor vivo” – responde el otro. “Es, según yo sé, la pura maldad” –constata algún tercero–. Inicialmente, Juan Rulfo deseaba escribir una novela extensa sobre las regiones del oeste –el estado de Jalisco– de la que Pedro Páramo sería tan sólo un fragmento. Ese pasaje fue pensado como un capítulo dedicado al caciquismo, en el que, a través de las voces fragmentadas que lo habían conocido, se vislumbraría un retrato del dueño y soberano de Comala.

Luego fue creciendo, se tornó más compacto y denso, hasta que se convirtió en la novela toda. Su

Primera edición de “Pedro Páramo”.

trama es bastante simple: Juan Preciado, a petición de su madre, expresada por ésta en su lecho de muerte, llega a Comala para

conocer a su padre, quien los ha suprimido de su memoria: “El olvido en que nos tuvo, mi hijo, cóbraselo caro”.

IDEAS + PALABRAS Primera edición de “Pedro Páramo”.

Una vez que ha llegado, ve el pueblo en escombros, abandonado por todos, ya que sus habitantes han emigrado o muerto. A medida que Juan Preciado deambula por las calles y reconoce los lugares tantas veces descritos por su madre –“Yo imaginaba ver aquello a través de los recuerdos de mi madre; de su nostalgia, entre retazos de suspiros. […] Traigo los ojos con que ella miró estas cosas, porque me dio sus ojos para ver”– empieza a oír voces, murmullos, ruidos, cantos remotos, llantos, ecos del pasado que progresivamente revelan las escenas de las violaciones, robos, relaciones incestuosas, engaños y abusos hasta que el narrador muere de espanto en los brazos de una vieja limosnera con la que lo habían sepultado en la fosa común, y allí, unido para siempre con la tierra, con esa tierra de Comala donde incluso “las frutas más dulces, naranjas y ciruelas tienen un sabor ácido”, llega a conocer la historia de Pedro Páramo, un señor feudal que ejerce el poder con un látigo y mediante la violación: el cacique de esta tierra. Su historia es a la vez la historia colectiva de un pueblo subyugado por un señor que somete todo bajo su mando.

En Comala la vida gira alrededor de dos ejes, dos polos que organizan las pasiones y rigen la existencia de los habitantes del pueblo: el cacique y el cura. Ambos de igual modo violentos, duros, desprovistos de escrúpulos, parecen sintetizar en sí mismos el vacío, la esterilidad, el marasmo del espíritu de los habitantes del pueblo, por lo que su sufrimiento se torna aún más doloroso.

Un deSierTo eSTÉriL Y es que Pedro Páramo (tan sólo su nombre significa una tierra reseca, un desierto estéril), al igual que el Henry Sutpen de Faulkner, dedicó su vida entera a crear un patrimonio, a acumular el poder absoluto que subyuga bajo su mando a toda la comarca. Actúa cautelosamente en el momento en que el ejército revolucionario se acerca a Comala y también es capaz de aprovechar los antagonismos entre dos bandos opuestos.

Impone su voluntad sirviéndose de un puñal y de la horca, y a la vez siente una fuerte necesidad de tener a un testigo de sus actos.

Ese testigo no puede ser sino una mujer, una tal Susana San Juan, con la cual solía bañarse en el río, desnudos los dos, cuando ambos eran niños. Esa misma Susana San Juan que un tiempo después abandonaría Comala

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para siempre y cuya relación con su padre está marcada por las huellas del incesto. Cuando por fin decide vivir con Pedro Páramo bajo el mismo techo, su cerebro ya está carcomido por una locura irrevocable y total que le impide participar en su vida, someterse a su voluntad, ser ese testigo anhelado que sus “hazañas”, su crueldad y sus triunfos reclamaban: por lo mismo, ella es la única persona que ejerce sobre él una fuerte influencia emotiva; es la única mujer a la que él no logra dominar, y su muerte significará el ocaso del cacique y la ruina de todo el pueblo de Comala. Al igual que Henry Sutpen, el principal protagonista de la novela ¡Absalón, Absalón! de Faulkner, Pedro Páramo recurrirá a todos los medios posibles para acrecentar su patrimonio y, como el protagonista faulkneriano, conocerá la desilusión, el sinsentido de la existencia, demasiado dinámica frente a la absoluta pasividad del ambiente que lo rodea, y finalmente se dejará vencer por todo ese tedio, verá toda su vida convertida en una ruina y morirá estúpida, trivialmente.

TiemPo Y eSPacio Hablo de la pasividad del mundo de Juan Rulfo, ya que es uno de los motivos más intensamente

palpables tanto en los cuentos de El Llano en llamas como en Pedro Páramo. Las concepciones del tiempo y del espacio elaboradas por la cultura contemporánea no logran adaptarse a la novela de Rulfo. En ella el espacio es siempre un lugar en el que todo parece estar estancado en un estado de espera interminable de algo que no llega y nunca llegará.

El tiempo se quiebra, se deshace, el concepto mismo resulta desconocido, los personajes permanecen inmóviles cuando avanzan en el espacio y dentro del tiempo, que no es nuestro tiempo ni tampoco nuestro espacio: son como apariciones, sombras que deambulan incierta y misteriosamente por entre la niebla de un paisaje que, como por arte de magia, revela ante nuestros ojos y refleja algunas esferas de nuestra sensibilidad, y lo hace de modo mucho más verdadero de lo que podrían hacerlo la mayoría de las novelas de corte realista. Los personajes se suceden uno tras otro a tientas; difícilmente encontraríamos en sus actos alguna continuidad, sus acciones de ayer no tienen sentido alguno, los hechos que marcaron y determinaron la vida de ellos dentro de la narración son apenas recordables: el lenguaje mismo se torna incierto, vacilante dentro de su transparencia: “no puedo darlo por seguro”, “tal vez”, “no estoy

7 convencido”, son las palabras que con más frecuencia usan estos hombres cuando empiezan a contar alguna historia o intentan responder alguna pregunta.

Una visión fatalista de la Historia, la revelación de alguna zona de la realidad mexicana, crítica del caciquismo y de sus consecuencias, las tinieblas que envuelven al espíritu del hombre, la imagen de una soledad desértica: todo esto y muchas cosas más llenan estas páginas de estructura tan compleja en las que revive la magia del pueblo torturado. Magia rescatada de las cenizas y resucitada por la fuerza redentora de la poesía de Juan Rulfo. * Sergio Pitol, narrador, traductor y diplomático. Es autor de más de una veintena de títulos entre los que se destaca su Trilogía de la memoria. Entre otros premios ha recibido el Juan Rulfo en 1999 y el Cervantes en 2005. Traducción: Bárbara Stawicka-Pirecka Este texto se publicó por primera vez en español en el número 35 (enero-marzo, 2016) de la revista La Palabra y el Hombre, de la Universidad Veracruzana, en colaboración con la Fundación Juan Rulfo. Agradecemos su cesión al autor, Sergio Pitol, y a ambas entidades.

Pitol en Varsovia El comentario de Pitol a Pedro Páramo es un rescate imprevisto. Nadie tenía en órbita este texto perdido hasta que, al estar buscando la revista La Palabra y el Hombre, en colaboración con la Fundación Rulfo, material para conmemorar los 30 años de la muerte de Rulfo (1917-1986), un estudioso del genio mexicano, Jorge Zepeda, se sacó un conejo de su memoriosa chistera. ¿Por qué no traducir de vuelta al español el prólogo de Pitol a la primera edición de Pedro Páramo en polaco, de 1966?

Cuando lo escribió, Pitol tenía 32 años y empezaba su carrera diplomática en la embajada de México en la Polonia comunista. Recién levantaba el vuelo como escritor y había entrado en contacto con los círculos literarios e intelectuales de Varsovia. Una traductora pasó su prólogo al polaco, el libro se publicó y desde entonces ni el propio Pitol se volvió a acordar de su existencia. Justo medio siglo después, otra traductora lo ha devuelto del polaco al español y después del visto bueno del Premio Cervantes 2005 ha visto la luz por primera vez en su lengua original para celebrar a Rulfo, uno de los grandes referentes de Pitol.

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opinión ] El interés particular y el perjuicio generalizado Mabel Causarano Arquitecta

Que un colectivo se detenga constantemente para facilitar el acceso o el descenso de uno o más usuarios talvez se entienda como un acto solidario y compasivo hacia quienes solicitan el servicio, en ese lugar y en ese momento; podría verse como una atención hacia personas esforzadas y trabajadoras que dependen del transporte público.

Silvia es una joven que me presta ayuda para mantener en condiciones decorosas la casa en donde vivo. Llega temprano a la mañana y se retira antes del mediodía. Nos cruzamos casi a diario, cuando ella está entrando y yo saliendo para ir a la oficina. Desde hace unos días, su llegada se adelantó en media hora. Le pregunté el motivo. Me dijo que, en lugar de emplear una hora y media en el viaje desde San Antonio a Asunción, ahora lo hace en una hora, “porque el colectivo ya no para en cualquier parte”.

Gracias a esta disposición recientemente aplicada, que rige desde siempre en todas las ciudades del mundo, para ir y volver del trabajo Silvia ahorra –o mejor, deja de gastar– 26 horas mensuales, un tiempo perdido, pues no se lo retribuye el Estado ni el empleador. Es un costo que asume el trabajador para ejercer su derecho al trabajo y que, si lo referimos al salario mínimo vigente, equivale unos G. 228.000 mensuales, solo en horas laborales no remuneradas.

En ese tiempo “rescatado”, Silvia podrá dedicarse a otras actividades, rentadas o no, pero administradas por ella misma; al menos, en ese lapso, ya no será cautiva del transporte público.

Ojalá tuviera las habilidades de un economista para cuantificar lo que perdemos, como sociedad, a causa del incumplimiento de una norma básica de la convivencia urbana. Si se extiende el cálculo a todos los usuarios del transporte público del Área Metropolitana capitalina, bastaría multiplicarlo por los días laborales y así deducir el costo real (social) de la ineficiencia. Podría tomarse como referencia la hora, entre ida y vuelta, “ahorrada” por Silvia a partir de la vigencia de una medida de racionalización.

La joven, que se mostraba contenta por haber acortado el tiempo de traslado, no había pensado en lo que ese ahorro o ese gasto le significaban en términos económicos. No imaginaba que el favor, solidario en apariencia, dispensado a cada persona que sube o baja fuera de la parada establecida, implicaba una sanción monetaria al conjunto de los pasajeros, que emplean más tiempo en movilizarse, ni que, por la constante reiteración, el costo de la ineficiencia llega a ser muy alto, a nivel individual (más de G. 2.700.000 al año) y colectivo.

Lo mencionado se aplica a otras situaciones, en las cuales, para favorecer los reclamos y las expectativas particulares, desatendemos el interés general. Es una pauta cultural arraigada sobre la cual no nos detenemos a pensar ni, menos aún, a evaluar los daños causados.

Que un colectivo se detenga constantemente para facilitar el acceso o el descenso de uno o más usuarios talvez se entienda como un acto solidario y compasivo hacia quienes solicitan el servicio, en ese lugar y en ese momento; podría verse como una atención hacia personas esforzadas y trabajadoras que dependen del transporte público. Es probable que así lo considere la mayoría de los usuarios, que lo toleran, y también los conductores, que lo repiten decenas de veces a lo largo del itinerario.

El perjuicio causado por esta costumbre no afecta solo a quienes dependen del servicio público sino también a quienes se desplazan en vehículos privados. Como la práctica enlentece el flujo del tránsito, el impacto se generaliza y disminuye el rendimiento de la mano de obra, calificada y no calificada. En consecuencia, baja la productividad.

Haciendo cuentas, el daño tiene un vasto alcance social, aunque su distribución llegue a ser marcadamente diferenciada y fomente la inequidad. La buena noticia es que empezamos a mitigarlo.

+ FoToGRAFíA ]

Convocatoria al Concurso Nacional de Fotografía el Centro Cultural Paraguayo americano (CCPa) y amigos del arte presentan el 3er. Concurso nacional de Fotografía

e

n esta tercera edición cuenta con el auspicio especial del Comité Paraguay Kansas (CPK) y Kansas Paraguay Partners (KPP), gracias a un convenio firmado el 26 de marzo del 2012. El objetivo de esta alianza es promover y fomentar el intercambio artístico y cultural entre Paraguay y el estado de Kansas de los Estados Unidos de América.

de la obra. En sobre aparte y cerrado se consignarán: nombres y apellidos, domicilio, teléfonos del concursante, medidas y títulos de las obras y una fotocopia de la cédula de identidad.

Los participantes extranjeros deberán presentar un certificado de vida y residencia. En la parte exterior del sobre que contenga estos datos, se escribirá el seudónimo. La falta de cumplimiento de estas disposiciones será motivo de descalificación.

BAses y CondiCiones del ConCurso:

6. Los participantes autorizan a los organizadores del concurso, por el solo hecho de participar, a publicar las fotografías enviadas en los medios y durante el tiempo que consideren necesario, sin derecho a compensación alguna.

1. Podrán participar de este concurso todos aquellos amantes de la fotografía, mayores de 18 años, paraguayos o extranjeros radicados en el país hace diez años o más, con domicilio permanente en el Paraguay.

2. El tema del concurso será “Colores del Paraguay”. El color es un elemento del lenguaje visual capaz de portar una gran carga de información y establecer una relación intensa con las emociones en el observador.

Este concurso propone en esta edición, que los fotógrafos capturen imágenes de aquellos momentos, lugares, elementos de nuestro país donde el color sea el protagonista y despierte las más diversas sensaciones que permitan apreciar la belleza de nuestro país y así fortalecer el sentimiento de identidad y pertenencia a la patria.

3. Cada autor deberá presentar dos (2) obras inéditas y originales, que deben ajustarse al reglamento establecido por el concurso y que no hayan sido expuestas ni premiadas en ningún certamen o exposición ni publicadas en ningún medio de prensa, libros, catálogos, redes sociales o sitios web.

Las mismas deberán ser impresas en papel mate color en un formato comprendido entre 20 x 30 cm y 30 x 45 cm, con passe-partout de 3 cm. de color blanco.

4. Se admitirán fotografías tomadas a partir de medios analógicos o digitales, no se aceptarán retoques fotográficos o digitales que alteren la realidad de la toma.

5. Las obras serán entregadas en un sobre identificado con el seudónimo del autor en la Galería Agustín Barrios del Centro Cultural Paraguayo Americano, Av. España 352 entre Brasil y Estados Unidos, los días 16 y 17 de junio, en horario de 9:00 a 16:00, y también podrán ser enviadas por correo postal. Al dorso de cada una de las fotografías se pondrá un rótulo con el seudónimo del autor y el título

7. Al participar del concurso, el participante declara que reconoce y asegura que las fotografías presentadas son obras originales creadas exclusivamente por él mismo, que no violan derechos de autor o de marca, derechos morales, derechos de propiedad intelectual o la privacidad de ninguna persona o entidad, y que ninguna otra parte tiene derecho, titulo, pretensión o interés en las fotografías. En caso de advertirse un plagio, los organizadores y/o el jurado podrán descalificar la/las obra/s en cualquier etapa del concurso.

8. Se establece un único premio consistente en: Un pasaje ida y vuelta al Estado de Kansas, Estados Unidos, con estadía de cuatro semanas y un viático de U$ 1000 en efectivo.

Durante la estadía se desarrollará un Programa de actividades artísticas y culturales. En caso de que el ganador o la ganadora no posean un nivel de inglés intermedio, se comprometerá a asistir durante 6 meses a un curso de inglés, con una beca otorgada por el CCPA, que incluye matrícula y cuotas. El premio deberá ser usufructuado en el año 2017.

9. No se podrá declarar desierto el premio. En caso que el ganador no pudiera usufructuar el premio esta-

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blecido, éste será trasladado automáticamente al que le fuera otorgado la Primera Mención o al concursante que le sigue en segundo lugar del ranking establecido por el Jurado durante la preselección.

10. Si el premio no es usufructuado en el periodo establecido por el reglamento, el mismo queda sin efecto.

11. La ceremonia de premiación se realizará en la Galería Agustín Barrios del CCPA, el día martes 21 de junio del corriente, a las 19:30.

12. La fotografía premiada y las finalistas serán expuestas en dicha Galería del 21 de junio hasta el jueves 14 de julio. Las obras podrán ser retiradas el 15 de julio de 9:00 a 17:00, pasado dicho plazo, los organizadores no se responsabilizarán de las mismas.

13. Quien fuera premiado/a, no podrá volver a concursar en la edición siguiente de este concurso.

14. Los organizadores tendrán el mayor cuidado en el trato de las obras, pero no aceptarán ninguna responsabilidad por pérdidas o deterioros debidos a causa alguna.

15. El jurado estará integrado por cinco miembros: un representante estadounidense de Kansas Paraguay Partners (KPP) y Comité Paraguay Kansas (CPK); un representante del CCPA; un representante de Amigos del Arte; y dos profesionales de trayectoria reconocida, cuyos nombres serán dados a conocer el día que se otorguen los premios y su decisión será inapelable.

16. La sola presentación de las obras implica lisa y llanamente el conocimiento y aceptación por parte de los participantes de todos los términos de estas bases y condiciones.

AGRADECEMOS LA DIFUSIÓN Dpto. Cultural del CCPA Central, Av. España 352, Asunción.

Tel. 021 224-831 (int. 208) Email: dcultural@ccpa.edu.py

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