temas 05-04-2020

Archivo Horacio Hernández

Del 5 al 11 de abril de 2020

ENTREVISTA | Págs.6-7

Guillermo Parvex: “Somos un país destinado a ser golpeado” CRÓNICA | Págs. 8-9

Los 200 años de la primera visión de José Smith

Adioses a Matías Rafide

Al maestro con cariño Págs.4-5

2 Zapping

Domingo 5 de abril de 2020

Columna Escuela Matucana, poemas de Omar Cid Tomás J. Reyes* Se trata de un libro de poemas breve, un libro que destila dureza y contundencia. La contundencia de la que hablo, se refiere a las redes que va tejiendo cada texto con una realidad ida y que, al mismo tiempo, permanece, una realidad que nos ofrece personajes, libros, hechos históricos de un mundo que está en el pasado y en el presente, pero, sobre todo, en un tiempo poético distinto, un tiempo poético en el que se da cuenta, en el que se denuncia y se juzga.

Omar Cid nos propone un verso esquelético, soterrado, disparando múltiples significados que aparecen en forma de imágenes comprimidas: “El sol sale y se oculta/ sobre nuestros lomos/ cargados de heridas.” La espalda de la humanidad se transforma en cerros repletos de dolor por donde el sol sale y se oculta sin remedio. Pero la razón del dolor humano está a la vista: “He aquí mi cuerpo/ fractu-ra-do/ víctima/ del genocidio industrial.” Nuestros pueblos latinoamericanos oprimidos y aplastados por sus clases dominantes y por un capital sin cara y sin escrúpulos.

A mi juicio, los versos de Omar Cid están lejos de la poesía pura, que se solaza en sí misma y en una belleza fuera del mundo. Más bien, se trata de textos que dialogan con el entorno, que en ocasiones, toman un caris testimonial: “El taxista piropea a la peruana” o bien, “Los reclutas saltan y corren/ sobre el caprichoso manto de la nada”; y en otras, se tornan herméticos e intelectuales: “Pudo ser la escuela de Friburgo/ pero habitábamos entre el bramido y la histeria/ daga mortal para quienes juegan sus cartas/ más cerca de Benjamin que Adorno.” Y en este sentido, el derrotero de Cid se conecta con el trabajo de Enrique Lihn y, cuando se trata de la utilización poética de los espacios al interior del libro, con Juan Luis Martínez.

Por otro lado, la intención visible del poeta no es ir en busca de una interpretación filosófica o metafísica del universo, pero no nos engañemos, estamos ante una poesía para iniciados. No cualquier lector accede a sus secretos, son más bien los animales literarios los que degustan planicies de pastos profundos y cristalinos, o como decía Huidobro, no estamos frente al “cantor para los oídos de carne, sino del cantor para los oídos de espíritu”. *Narrador y poeta de Talca.

Pixeles

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Conejitos solidarios Olivier Hoslet/EFE/EPA

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onejitos de Pascua de chocolate con una máscara en la boca llamados ‘Lapinou Solidaire’ y ‘Lapinou Confined’, hechos por el fabricante artesanal de chocolate Genevieve Trepant que trabaja en Cocoatree, un taller artesanal de chocolate en Lonzee, Bélgica.

Genevieve cerró su tienda al comienzo de la pandemia del coronavirus. Ahora, está lanzando dos operaciones de solidaridad. La gente puede comprar un ‘Lapinou confinado’ en línea y el dinero se destinará a la Fundación King Baudouin para comprar equipo de protección a la Red de Hospitales Namur. El segundo, ‘Lapinou Solidaire’, se entregará al personal de primera línea en los hospitales de la región.

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Director: Hernán Espinoza Jara Editor de Reportajes: Rodrigo Contreras Vergara Diseño y Diagramación: Diario El Centro Corrección de Textos: Diario El Centro Preprensa e Impresión: EL CENTRO S.A.

temas de domingo

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4 Comentario

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Adiós, poeta Matías Rafide Horacio Hernández Anguita. Villa Cultural Huilquilemu UCM

Atesoro en la memoria momentos inolvidables de encuentros con él, en Santiago y en Talca, juntos a su hija Karin. Tengo muy presente al varón noble, que recordaba con nostalgia los momentos vividos en la Villa Cultural Huilquilemu.

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os poetas siempre conmueven. Ellos tienen un fino y agudo mirar, que valora delicadamente. Abren horizontes, sensibilizan la conciencia para acoger acontecimientos menudos y grandes. Nos adentran, así, en lo más íntimo de nuestro espíritu. Rompen con moldes y estereotipos. Son vigías de los tiempos y de las épocas.

Artesanos de la palabra condensan en sentencias, versos y expresiones originales, sabidurías milenarias, experiencias vividas, sentimientos de amor y de horror, de nostalgias y vacíos.

Los poetas proclaman nuestras desventuras, cantan a lo bello, lloran los pesares y angustias…

Matías Rafide Batarce, es un poeta cuya noticia del fallecimiento el lunes 30 de marzo, en Santiago nos sorprendió. El hijo de Curepto, tenía ancestros árabes, “siento que el Oriente gravita en mis entrañas…”, ha escrito. Recibió el miércoles 2 de abril, el homenaje de la comuna, de las autoridades y el pueblo. Al día siguiente, fueron los funerales y fue sepultado junto a Ana Valmi, su mujer amada, que lo precedió algunos años y a quien añoraba. Presentes “Era hombre bueno, sencillo, afectuoso, pero sin aspavientos”.

estaban las hijas, familiares y vecinos. Todo sobriamente debido a las restricciones de la pandemia, que exigen nuevas conductas. Pero en el caso de Matías, la circunstancia de emergencia en que partió de este mundo a los 91 años, corresponde a su estilo personal. Era hombre bueno, sencillo, afectuoso, pero sin aspavientos. De hondo sentido religioso, se caracterizó por ser “de bajo perfil”. La dedicación al estudio y las letras, fue hasta el final de sus días.

Tenía en edición su último libro, próximo a publicarse.

Quienes tuvieron la dicha de tenerlo como profesor, sea en la Universidad de Talca o en Universidad Católica del Maule, pudieron advertir que estaban ante un académico distinto, de rango superior, tanto en lo humano como en el saber. La enseñanza de la literatura, cobraba en él un acontecimiento vivo, de verdadera inspiración. Los poetas y escritores, de la lengua castellana, eran descubiertos y señalados con pasión, tantos los del ayer como los más recientes.

Desde el Siglo de Oro, hasta los vates de la Región del Maule, a quienes dedicó varias obras. Pero, cautivaba a los estudiantes en el aula, sobre todo, esa mirada cálida, cercana, cariñosa e inconfundible, acompañada de la palabra certera, justa, y bien fundada, allí donde el sabio lucía, pero siempre, con sencillez y humildad, nunca, desde una tribuna inalcanzable.

Ahora damos el adiós, a nuestro querido Matías. Atesoro en la memoria momentos inolvidables de encuentros

con él, en Santiago y en Talca, juntos a su hija Karin. Tengo muy presente al varón noble, que recordaba con nostalgia los momentos vividos en la Villa Cultural Huilquilemu. Entre los documentos que conservo, hay una carta suya, a propósito de una entrevista que le hice y publicada en este diario. Dice un párrafo: “De golpe he sentido una oleada del ayer que nos dio alegría y fuerzas para perpetuar el cariño inolvidable de esas tardes culturales. Charlas, seminarios, encuentros, exposiciones, tertulias literarias, actividades que encendieron una luz y el afecto en las jornadas de Huilquilemu”.

Una luz encendida y un afecto entregado, fuiste tú, Matías.

Sí. Ahora, atraviesas los umbrales del tiempo, de esa temporalidad que ser revela en tu poesía. Vas hacia la morada eterna, que siempre tuviste en vista y te unes a esos poetas que como como Emma Jauch, Manuel Francisco Mesa Seco y tantos otros, hicieron de Huilquilemu un lugar portador de “valores esenciales como identidad y pertenencia”, por configurar, según dices, “una estampa patrimonial para la ciudad de Talca y la Región del Maule”. Hay que grabar en nosotros esas simples palabras tuyas de poeta, de pura esencia, para ahondar en la realidad trascendente: “Huilquilemu tiene sello de patrimonio”, sostienes. Pero, ese sello, que tú desvelas, lo han impreso, los hombres y las mujeres que le han dado vida, arte y belleza, como tú.

Adiós, poeta Matías Rafide.

Comentario

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Las vidas de don Matías Rafide En sus últimos años resumió su vida con una frase de gran espontaneidad: “He vivido atiborrado de clases y ocupaciones secundarias, sintiendo la angustia de no encontrar la soledad fecunda, no aquella egoísta o misógina, sino el ocio creador”.

Jaime González Colville. Academia Chilena de la Historia

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os antepasados de don Matías Rafide Batarce (el padre era de Jerusalén y su madre de Belén), se afincaron en Curepto “nunca supe por qué” como recordaba él, y allí vino al mundo en 1929. Su padre, fiel a su herencia atávica fue comerciante, pero, de los nueve hijos del matrimonio, Matías Salomón se enroló en las letras y Berenice, la cuarta de la prole, fue por varios períodos alcaldesa de Curepto.

En nuestras conversaciones, en la sala de profesores de la antigua sede de la U. de Chile (hoy U. de Talca) o en el casino, solía narrarme “sus vidas”, como él decía, mientras revisábamos apuntes, pruebas y las clases de la ayudantía en la cual le colaboré como alumno.

En un principio fue muy cercano a la vocación religiosa, tras estudiar las primeras letras en la Escuela Parroquial de su pueblo natal. Pero una tarde vio un match de box y se entusiasmó con el rudo deporte. El entrenador, un recio alemán, lo convenció de calzarse los guantes y en varios rounds dio y recibió con gran entereza. Es más, incluso llegó a ser promotor y árbitro de encuentros infantiles.

Pero, como nacido en Chile, también se aficionó a las carreras, donde, si

ganaban con sus hermanos y amigos, invertían el premio en empanadas y refrescos, con la gran frustración de volver a casa cabizbajos cuando perdían. Y si hurgamos aún más en su lejana infancia, lo vemos, con la pandilla de niños, deslizándose cerro abajo, en frágiles carritos de madera.

Al verlo llegar, sucio y desastrado, su progenitor más de una vez pensó que no sería “alguien de provecho”.

Siguió estudios en el Instituto San Martin de Curicó, donde se sintió picado por el bichito de las letras. Hizo series ilustradas que repartía entre sus compañeros, creándoles una gran expectativa cada semana, en la espera del “próximo capítulo”. A ello agregó obras de teatro que tuvieron representaciones con no escaso éxito. Ya el camino futuro parecía trazarse. Algunos poemas suyos aparecen en la Prensa de Curicó.

Del box, de las carreras de carritos, de los poemas, torna súbitamente la vocación sacerdotal. Ingresa al Seminario San Pelayo de Talca. Sigue escribiendo y logra premios. “No me lo explico –me dijo una tarde– por cuanto hoy los leo y son malísimos”.

Gran presencia tiene en el centro formador de clérigos el Obispo Manuel

Homenaje a Pedro Antonio González, 1953, en Curepto, el joven poeta Rafide, a la izquierda. A su lado derecho Juvencio Valle.

Con Pedro Olmos y Emma Jauch, en 1976, en Linares.

Larraín. Pero en tercer año decide revocar su objetivo y deja las aulas seminaristas. Monseñor Larraín se disgustó seriamente con él, sentimiento que, según creía don Matías, nunca se aminoró en el ilustre prelado.

Decidido por la docencia, entra a la Universidad Católica a estudiar Pedagogía en Castellano. Gana otros concursos literarios y la poesía le llama fuertemente. En Santiago conoce a Luis Durand, Benedicto Chuaqui, Eleazar Huerta, Alone y otros escritores del momento. Pero el criollismo no fue nunca de su agrado y, me lo dijo varias veces, pensaba que era hora de renovar las letras chilenas.

En 1950 publica “La Noria”, poemas que merecen comentarios de todo tipo. Egresado de su carrera, hace vida bohemia en la capital en el café “Iris”. Publica “Itinerario del Olvido” de 1955. Por esos años, inicia además sus estudios sobre literatura chilena, que se expresaría en varios volúmenes de antología. La más destacada, sus “Poetas de la Región del Maule” de 1973 y donde colaboramos con interés en las investigaciones de cada autor recogido en sus páginas.

En 1953, siendo un joven de 24 años, organiza en Curepto un homenaje en recuerdo del cincuentenario de la muerte del poeta Pedro Antonio González. Entre nuestros papeles, tenemos una fotografía de ese acto. Fue siempre cercano a los escritores maulinos y, de hecho, su memoria de título es sobre Jorge González Bastías.

En 1956 logra una beca para doctorarse en España en Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid. Apro-

vecha esa estancia para divulgar la poesía y las letras chilenas. Logra publicar en la capital española “Fugitivo Cielo”, con prólogo del notable escritor hispano Joaquín de Entrambasaguas.

Recorre varios países de Europa.

De vuelta inicia la docencia universitaria. Trabaja en la Universidad del Norte. En 1960 publica “El Corazón Transparente”. Por esa época nace y muere su primer hijo Ricardo Emilio, que marca dolorosamente su vida.

De vuelta a España en 1961 publica “Tiempo Ardiente”. Tras varios cargos en Chile, finalmente llega a la Universidad Católica del Maule, en Talca. Es fundador de la Sociedad de Escritores. Ya no abandona la actividad literaria y sus libros de poemas y antologías superan la trentena.

En 1980 es designado miembro de la Academia Chilena de la Lengua, recibe la medalla Lircay y es declarado Hijo Ilustre de Curepto. Su familia la componen su esposa Ana Walmi Cuadra, con quien casó en 1960, y sus tres hijas María Soledad, Carol Jéssica y Karin Verónica.

Don Matías era un conversador grato, de ágiles anécdotas y siempre chispeante diálogo. Sincero en sus gustos, cuando llegué al primer año de castellano y fui su ayudante, me dijo: “A ti te gusta el criollismo, a mí no. De manera que esos autores te los dejo a ti”.

En sus últimos años resumió su vida con una frase de gran espontaneidad: “He vivido atiborrado de clases y ocupaciones secundarias, sintiendo la angustia de no encontrar la soledad fecunda, no aquella egoísta o misógina, sino el ocio creador”.

6 Entrevista

Domingo 5 de abril de 2020

Guillermo

“Somos un país destinado a

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on destreza, Guillermo Parvex Canales (Santiago, 1954) en “El Rey del salitre que derrotó a Balmaceda” (Ediciones B, 2020) profundiza en las circunstancias que llevaron al derrocamiento del Presidente José Manuel Balmaceda, en 1891.

Guillermo, ¿cómo surge su interés en escribir “El Rey del salitre que derrotó a Balmaceda”?

“La intromisión de capitales extranjeros en la política chilena, que desembocó en la Guerra Civil, es un tema sabido, pero quise ahondar en esto, descubriendo que más que una ayuda a los opositores a Balmaceda, estos intereses foráneos fueron los que impulsaron a los políticos chilenos a generar la conflagración y luego la financiaron. No fueron un actor más, fueron los protagonistas”.

La guerra civil de 1891 ha tenido la atención de historiadores como Francisco Antonio Encina, Hernán Ramírez Necochea, por citar solo a algunos.

En la década de los ‘60, Harold Blakemore, escribió uno de los libros más sólidos sobre el tema: “Gobierno chileno y salitre inglés” donde utiliza fuentes de archivos inglesas hasta entonces no utilizados. ¿Qué aporta su visión?

“Creo que mi aporte es la demostración fehaciente del protagónico rol que asumió un grupo de empresarios, liderados por John Thomas North, en el derrocamiento del presidente Balmaceda. Los que no solamente pusieron sus propios esfuerzos en esta empresa, sino que consiguieron el total apoyo del gobierno británico. Las fuentes son cartas y telegramas conservados en archivos de Chile, Inglaterra y Alemania”.

Su tesis plantea que el presidente Balmaceda estuvo a punto de cambiar el destino de la rebelión del Congreso. ¿Qué frustró ese viraje?

“Hubo un momento, marzo-abril de 1891, en que el ejército congresista había ocupado la zona salitrera y tenía un gran contingente de hombres, pero una importante carencia de armamento, que le impedía operar hacia el centro del país. Los revolucionarios temían que Balmaceda recibiera los tres poderosos buques que estaban en construcción en Europa. De haber llegado esos navíos, el ejército

Mario Rodríguez Órdenes

La tesis de “El Rey del salitre que derrotó a Balmaceda” sostiene que sin la injerencia de John Thomas North y los intereses del Imperio Británico, el resultado de la Guerra Civil de 1891 pudo haber sido muy diferente.

presidencial se habría podido desplazar hacia Iquique y aplastar a los rebeldes. Ahí entra North, que mediante grandes sumas de dinero boicotea la entrega de los buques y luego hace grandes adquisiciones de armas para los congresistas”.

INTERVENCIÓN DECISIVA DE NORTH Y DEL GOBIERNO BRITÁNICO Guillermo Parvex Canales (Santiago, 1954) se ha convertido en uno de los narradores más relevantes de la crónica histórica. Con “Un veterano de tres guerras”, en el año 2014, que lo lanzó al estrellato, ha comenzado una serie de apasionantes relatos de Chile del siglo XIX y XX. ¿Quién era John Thomas North y qué fue fundamental para considerar a Balmaceda un escollo en sus negocios?

“North fue un gran especulador, que, siendo un mecánico de calderas, logró hacerse de una gran cantidad de salitreras, ferrocarriles, etc., mediante el uso de información privilegiada. Balmaceda intentó acotar la propiedad extranjera de las salitreras y en esto hay que ser enfático: no habló nunca de expropiación, sino que las nuevas oficinas salitreras que se fueran instalando fueran de propiedad mixta entre empresarios chilenos y el Estado. Ello, para que la mayor cantidad de utilidades generadas por estas salitreras fueran en beneficio de las arcas fiscales, para financiar al Estado y seguir poniendo énfasis en los tres pilares fundamentales del gobierno de Balmaceda: educación, obras pú-

Guillermo Parvex Canales se ha convertido en uno de los narradores más relevantes de la crónica histórica.

blicas y salud. Esto, claramente, fue percibido por North como un freno a la constante expansión de sus negocios salitreros y Balmaceda se convirtió en su enemigo”.

Balmaceda y North se conocieron. ¿Cómo fue ese encuentro y cuándo se produce el distanciamiento previo a la tragedia?

“Balmaceda le concedió una audiencia en La Moneda, cuando

North vino a Chile en 1889. Le hizo dos valiosos obsequios personales, como un caballo fina sangre que traía desde Inglaterra y el mascarón de proa de la Esmeralda, que había hecho sacar del fondo marino en Iquique y lo había mandado a revestir en plata pura. Lo primero que hizo Balmaceda ante esos obsequios, fue decirle que como presidente no los podía aceptar y que el mascarón de la Esmeralda

Entrevista

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Parvex:

ser golpeado constantemente” “Revisando este pasado, podemos apreciar que tenemos una gran capacidad de sobreponernos a todos estos difíciles momentos. A mi modesto parecer, con excepción de las catástrofes naturales, el único problema es que no aprendemos mucho de la historia y volvemos a incurrir en los mismos errores cada cierto tiempo”

en Santiago, y los hechos demuestran que fue entonces que empezó a articular la revolución”.

Parvex cree que su aporte es “la demostración fehaciente del protagónico rol que asumió un grupo de empresarios, liderados por John Thomas North, en el derrocamiento del presidente Balmaceda”.

lo enviaría al Museo Histórico Militar y el caballo al zoológico de la Quinta Normal. Fue una entrevista muy fría, ya que Balmaceda fue muy claro en señalar a North que no variaría por motivo alguno su política respecto a la propiedad de las nuevas oficinas salitreras. Luego de concluida la breve cita, North permaneció un par de semanas

¿Qué importancia tuvo la injerencia de North y otros británicos en la definición de la guerra civil de 1891, considerando que se estaba inclinando a favor de Balmaceda?

“Fue vital, tomando en cuenta que el 80% del armamento empleado por los revolucionarios fue financiado por North y los suyos. Este financiamiento no fue un regalo para los congresistas, ya que, en varias cartas y telegramas, se insiste en que es un préstamo con intereses que debe asumir el Estado de Chile cuando triunfe la revolución”. ¿Cuál fue el aporte fundamental que inclinó la balanza?

“Lo fundamental, como ya señalé, fue el aporte en dinero para armar el ejército congresista y, paralelo a ello, las grandes influencias desplegadas en Europa, tanto por North y sus banqueros, como por el primer ministro británico, para

impedir la adquisición de armas al gobierno chileno”.

Precisa que los orígenes de la Guerra Civil de 1891 fueron económicos. Después de la caída de Balmaceda, ¿qué ganó North?

“Seguramente North esperaba un futuro esplendor en las salitreras, pero lamentablemente para él, al poco tiempo sus negocios en África, Europa y Australia empezaron a derrumbarse, por problemas de especulación financiera que fueron aflorando, y también fue perdiendo una a una su participación en las salitreras. De todo su imperio económico, extendido por Chile, Brasil, Australia, Egipto, Congo, Bélgica e Inglaterra, solamente le quedó una mina de carbón en Gales. Cuando murió, cuatro años después del término de la Guerra Civil, era una persona de buen pasar, pero no el magnate que había llegado a ser”.

NORTH NUNCA HIZO UN MEA CULPA Es doloroso lo que constata en

el sentido que el conflicto pudo haber sido muy breve, si no hubiese contado con la injerencia de North. Eso pudo haber evitado miles de muertos y seguramente el suicidio de Balmaceda. ¿Alguna vez North se refirió al tema, hizo un mea culpa?

“No he encontrado un artículo en la prensa chilena o británica en que John Thomas North haya hecho un mea culpa sobre la revolución de 1891. Yo diría que nunca se sintió culpable y, es más, en mi libro transcribo un telegrama, luego de conocida la victoria final de los congresistas en la sangrienta batalla de Placilla, en el que North insta a celebrar, diciendo ‘ya se ha derramado mucha sangre. Es hora de derramar champaña’”.

Hoy Chile vive una compleja situación, derivada de la crisis social y del coronavirus. ¿Nuestro destino es pararnos una y otra vez?

“Mirando la historia de Chile, creo que somos un país destinado a ser golpeado constantemente por crisis sociales, pandemias, terremotos, inundaciones, tsunamis, sequía, crisis económicas, etc.

Revisando este pasado, podemos apreciar que tenemos una gran capacidad de sobreponernos a todos estos difíciles momentos. A mi modesto parecer, con excepción de las catástrofes naturales, el único problema es que no aprendemos mucho de la historia y volvemos a incurrir en los mismos errores cada cierto tiempo”.

8 Crónica

Luis Casanova

Domingo 5 de abril de 2020

Óscar Vásquez es abogado. Dice que aprendió a hacer la separación entre trabajo y fe.

Los 200 años de la primera visión de José Smith Rodrigo Contreras Vergara

En medio de la emergencia sanitaria, la Iglesia de los Santos de los Últimos Días conmemora un hito fundamental en su historia. La primavera de 1820 el profeta Smith tiene una revelación. En Talca, los inicios se remontan a 1963.

Los primeros misioneros llegaron en tren a Talca a principios del año 1963. La iglesia creció muy rápido en sus inicios, y en abril de ese año, ya había 40 miembros. El 15 de abril de ese mismo año, se bautizó Carmen Campos, en la primera pila construida en una casa habilitada como centro de reuniones.

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e los mormones no se sabe mucho. Quizá usted se ha topado con un par de jóvenes de corbata y camisa, tal vez en bicicleta, recorriendo calles, acercándose a preguntarle sobre Dios. Con un español comprensible para un gringo y una afabilidad a prueba de ateos, explican su fe. Óscar Vásquez, de profesión abogado, presidente de la “Estaca” Talca, unidad organizacional que agrupa a fieles y sus reconocibles templos en San Clemente, San Javier, Constitución y la capital regional, admite que la Iglesia de los Santos de los Últimos Días no se preocupa mucho de comunicar sus actividades.

Esta vez, sin embargo, la ocasión lo amerita. Se cumplen 200 años desde que José Smith, fundador de la igle-

sia, profeta según el relato mormón, experimentó su “primera visión”.

Un día de primavera de 1820, en la ciudad de Palmyra, Nueva York, Smith se encontraba en medio de reflexiones sobre lo que decían las distintas iglesias que existían en su entorno. Asistía a las reuniones, pero se mantenía lejos del proselitismo de sus seguidores.

Le inquietaban “las graves dificultades que provocaban las contiendas de estos grupos religiosos”.

En ese contexto, leyó el primer capítulo, versículo cinco, de la carta de Santiago del Nuevo Testamento, que dice: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”.

Lectura que causó gran impacto en Smith. Le pareció, relata, que el tex-

to penetró su corazón con una fuerza extraordinaria. “Pareció introducirse con inmenso poder en cada fibra de mi corazón. Lo medité repetidas veces, sabiendo que si alguien necesitaba sabiduría de Dios, esa persona era yo; porque no sabía qué hacer, y a menos que obtuviera mayor conocimiento del que hasta entonces tenía, jamás llegaría a saber”.

Pero eso no fue todo. En un sector cercano a su hogar, se arrodilló y oró a Dios pidiéndole guía. “Súbitamente se apoderó de mí una fuerza que me dominó por completo, y surtió tan asombrosa influencia en mí, que se me trabó la lengua, de modo que no pude hablar. Una densa obscuridad se formó alrededor de mí, y por un momento me pareció que estaba destinado a una destrucción repentina”.

Crónica

Domingo 5 de abril de 2020

Historia en Talca

Carmen Campos, recientemente fallecida, es parte de la historia local de la Iglesia mormona.

La primera visión continuó con una columna de luz, “más brillante que el sol”, sobre la cabeza de José Smith. “Al reposar sobre mí la luz, vi en el aire arriba de mí a dos personajes, cuyo fulgor y gloria no admiten descripción. Uno de ellos me habló, llamándome por mi nombre, y dijo, señalando al otro: Éste es mi Hijo Amado: ¡Escúchalo!”.

“ESTACA” TALCA Smith se une así a la tradición de distintas religiones en torno al concepto de revelación. Judíos, cristianos, hinduistas, islamistas, se han formado en torno a libros sagrados inspirados de manera sobrenatural. En el caso de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días, Smith, además de recibir la primera visión, tradujo, bajo revelación, el “Libro de Mormón”, texto que contiene -explican- escritos de profetas que habitaron en la América precolombina.

10 años después de la primera visión, Smith presenta el “Libro de Mormón” y funda, oficialmente, la Iglesia de los Santos de los Últimos Días.

La “Estaca” Talca suma 8 mil 286 miembros, informan desde la organización. A nivel mundial, estiman, la cifra alcanza a más de 16 millones, con 28 mil congregaciones en 177 países. También expresan que “los valores básicos que sigue la Iglesia en cuanto a la moralidad, el civismo y la familia son similares a los de la mayoría de las religiones cristianas”.

Participan en los “asuntos cívicos” de las comunidades donde viven, y tienen la “obligación de tomar posición en los temas morales que enfrenta la sociedad”. Sin embargo, se declaran neutrales en política. “La misión de la Iglesia es predicar el evangelio de Jesucristo, no elegir a políticos”, argumentan. No obstante, instan a sus miembros a que

Russell M. Nelson, presidente de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días.

“sean ciudadanos responsables en sus comunidades, incluyendo el que se mantengan informados sobre los temas y voten en las elecciones”.

Otro aspecto que Óscar Vásquez destaca es el valor que le otorgan a la formación, tanto espiritual como secular. Además de instrucción religiosa, entregan apoyo a jóvenes de la iglesia para adquirir formación académica y capacitación.

GENEALOGÍA La sede mormona en Talca, ubicada en 3 Norte, entre 2 y 3 Oriente, es amplia, con líneas arquitectónicas muy distintivas. Vásquez muestra los amplios salones, la pila bautismal, el Centro de Historia Familiar. Sobre este último proyecto, acota que la iglesia tiene un especial interés por la genealogía. Los mormones, explica, “creen que las familias pueden estar juntas después de esta vida; por lo tanto, es esencial fortalecer la relación con los integrantes de la familia, tanto con los que están vivos como con los que han fallecido”.

Una relación que se traduce en ceremonias de “sellamiento”, donde las “personas que han fallecido tienen la opción de aceptar o rechazar los servicios que se realicen en su favor”.

En palabras simples, una persona podría bautizarse en representación de un pariente fallecido.

Específicamente, el Centro de Historia Familiar cuenta con un amplio archivo que incluye material del Registro Civil, Iglesia Católica y cementerios, gracias a distintos convenios.

Por la contingencia del coronavirus las reuniones están suspendidas. La pandemia ha obligado a extremar medidas.

PROFESIÓN E IGLESIA La familia de Óscar Vásquez es de

Parral. Sus padres eran mormones.

Cuenta que su papá lo motivó a descubrir la verdad sobre la iglesia. A los 15 años comenzó un proceso personal de oración a Dios. En ese ejercicio espiritual, asegura, confirmó la veracidad de la enseñanza mormona. Con 19 años realizó su primera misión en Santiago.

Estudió leyes, se incorporó al poder judicial, se casó, tiene 4 hijos. “La iglesia es toda mi vida. El trabajo secular es secundario. Todo gira en torno a la iglesia, servir al prójimo, cuidar a la familia (…) tratar de ser alguien mejor”, señala. ¿Se puede compatibilizar el trabajo con la iglesia? Un trabajo de normas muy definidas, a veces de índole moral. Y una iglesia que, además de fe, requiere de un compromiso moral y ético muy claro. Vásquez dice que aprendió a hacer la separación entre trabajo y fe. “Puede ser complejo, pero es lo que elegí en lo profesional, y trato de compatibilizar”.

Cuórum de los Doce Apóstoles.

Los primeros misioneros llegaron en tren a Talca a principios del año 1963. La iglesia creció muy rápido en sus inicios, y en abril de ese año, ya había 40 miembros. El 15 de abril de ese mismo año, se bautizó Carmen Campos, en la primera pila construida en una casa habilitada como centro de reuniones. Antes, los bautismos se realizaban en la piscina del Liceo Abate Molina.

Carmen, recientemente fallecida, es parte de la historia local de la Iglesia mormona.

En 1969 viaja a servir en la Misión Sur Andina.

El 13 de marzo de 1969 se unen a la iglesia Luis Alberto Avaca Mejía junto a su esposa Hilda Cornejo y sus 6 hijos: Héctor, Jorge, Doris, Gerardo, Luis y Gabriela.

Luis Avaca trabajó como conserje y construyó con sus propias manos la primera pila bautismal que se utilizó en el actual centro de reuniones.

Hoy tiene más de 90 años de edad.

En 1975 la iglesia seguía creciendo, y se dividió en dos “ramas”. En 1979 es organizada la primera “Estaca” en Talca, que estaba compuesta de varias congregaciones más pequeñas llamadas barrios o ramas. Actualmente está compuesta por 8 barrios y 2 ramas, que se construyeron entre los años 1981 y 1999.

Actualmente existen 10 “Unidades” (7 en Talca, 1 en San Clemente, 1 en San Javier y 1 en Constitución) con un promedio de asistencia de 1.000 miembros cada domingo.

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10 Cine

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Protagoniza este trabajo Amy Ryan, interpretando a Mari, una de las madres de las chicas.

Indolencia policial Por estos días de pandemia ver cine en plataformas es una muy buena opción. Destacamos “Chicas perdidas”, un potente drama derivado del periodismo de investigación que fue tras un asesino en serie de mujeres en Long Island, donde las autoridades no realizaron un trabajo exhaustivo.

David Lizana Barros

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a pandemia hace que Nexflix siga adquiriendo derechos de varios films para estrenarlos a nivel mundial. Esta vez lo hicieron con una cinta estrenada en el festival de Sundance llamada “Chicas perdidas”, que ya se estrenó hace un par de semanas y que permite apreciar en casa el terrible drama de un grupo de mujeres desaparecidas.

A la policía estos casos, correspondientes a más de media docena de chicas, no le importaron mucho por tratarse de trabajadoras sexuales.

La cinta, basada en la novela de Robert Kolker, quien es un periodista de investigación que desarrolló un minucioso trabajo testimonial con las familias de las mujeres desaparecidas, rescata esos preocupantes crímenes que al parecer estaban inconexos, sorprendiendo la poca prolijidad de la policía y de una sociedad que juzga demasiado.

La cinta de la directora Liz Garbus, habituada a trabajos documentales, tiene un aura muy sombría y muy bien lograda, te transporta de inmediato a esa oscuridad que viven las familias de las chicas que no encuentran eco en la policía ni en la sociedad, pero sí en el hambre de los medios de comunicación. La dirección de Garbus es efectiva, generando una sensación de temor creciente con las presunciones

y temores que van en aumento y se trasladan hacia los espectadores.

Protagoniza este trabajo Amy Ryan, interpretando a Mari, una de las madres de las chicas, la cual tiene un pasado complejo. Prontamente, comienza a jugar un rol clave en toda la investigación, acechando a la policía, asumiendo incluso labores de detective y líder de más de una docena de familias que se unen para que se les brinde la igualdad y dignidad que se merecen las víctimas, para que no sean olvidadas independiente de su ocupación o clase social.

En los roles principales, junto a la solvente Amy Ryan, a quien vimos en “Desapareció una noche” junto a Morgan Freeman, está la joven actriz Thomasin Mckenzie (la pequeña judía en la premiada “Jojo rabbit”). Junto a ella, encarnando al jefe de la investigación, esta Gabriel Byrne, recordado cura en la cinta de terror “Stigma” y en la magnífica “Los sospechosos habituales”.

Este cine, muy recomendable, reflexivo y basado en hechos reales, genera preocupación entre quienes, de cierta forma, sienten que la justicia a veces tiene marcadas diferencias dependiendo de contactos y clases sociales, quedando muchas veces la gente más humilde aislada del resto de la sociedad y autoridades.

Encarnando al jefe de la investigación, esta Gabriel Byrne, recordado cura en la cinta de terror “Stigma”.

Se trata de una película muy recomendable, reflexiva y basada en hechos reales.

Arte

Domingo 5 de abril de 2020

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La perfección de la Piedad de Miguel Ángel

“T

SOPORTANDO EL PESO DEL MUNDO La imagen de la virgen sorprendió tanto en su época como ahora por su extrema juventud, un rostro de facciones finas y delicadas, casi adolescente, ante el que cabe preguntarse cómo es posible que una madre sea más joven que su propio hijo.

Esto corresponde a una explicación teológica. María por su condición de Inmaculada Concepción está libre de pecado y por tanto posee pureza eterna, físicamente incorrupta e inmune al paso del tiempo. Una idea que Miguel Ángel refuerza al hacer referencia a las palabras de Dante en el Paraíso: “Virgen madre, hija de tu hijo”, nuevamente donde la virginidad y maternidad no se contraponen sino que se subliman.

Llama la atención también la actitud serena del rostro de María, una madre que no se desmorona ante tamaña tragedia, cómo puede conseguir aunar en un gesto, confusión, dolor contenido y resignación, mientras mira el cuerpo del Hijo muerto.

Miguel Ángel consigue aunar en uno toda la angustia y serenidad posibles, como si ambas pudiesen ir unidas, y lo hace porque en estos años de su juventud pesaba todavía más la belleza neoplatónica renacentista que en la carga dramática que vendría después, y que fue constante en su obra.

Respecto al tratamiento del ropaje que envuelven a madre e hijo es todo un magistral alarde de pliegues finos y quebrados, todo un juego de claroscuros, tersuras y alisados que se suceden

Amalia González Manjavacas. Historiadora del Arte/EFE

Ante una Semana Santa tan atípica como ésta, proponemos una obra que concentra como ninguna otra la pasión y la muerte de Cristo: La Piedad de Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564). y retuercen como si su autor quisiera agotar todas las posibilidades en las que se pudiera ondular el mármol. En la parte superior son mucho más finos y pulidos mientras que la parte inferior se van haciendo gradualmente más potentes, una degradación que da estabilidad y majestad al conjunto.

EL CUERPO MÁS HERMOSO TALLADO El cuerpo de Cristo muerto corresponde al que es héroe y Dios a la vez, por tanto encarna la perfección absoluta.

Por ello, nada altera el canon de belleza en sus proporciones, su rostro, su piel, de la que se ha eliminado hasta las heridas de la pasión.

Es la piel fina y tersa de un cuerpo que parece decirnos que no puede morir del todo, que es inmortal, así una total ausencia del rigor mortis, sobre todo en las piernas que muestran cierta flexibilidad. Un cuerpo tendido, desplomado, donde los brazos caen también pero que no parecen muertos del todo.

Los músculos tratados con delicadeza en cada uno de sus relieves, donde Miguel Ángel se muestra equilibrado y contiene su lección de conocimientos de anatomía.

EPA/ANSA FOR EFE

iembla la pluma cuando se trata de describir una obra tan perfecta. Y así es ésta”, decía el historiador del arte español José Camón Aznar en su ensayo sobre Miguel Ángel y más -añadía-, si atendemos a lo que representa, el momento en el que María, en representación de todas las madres del mundo, muestra el cuerpo del Hijo muerto, desplomado sobre su regazo, en una alusión a todas las muertes injustas del mundo.

Se trata de la Virgen María mostrando al mundo el sacrificio del Hijo, ese momento en el que pasa de no entender, como madre, a comprender, -como Madre de Dios-, cómo y por qué puede morir “el que es hombre y Dios al mismo tiempo”.

Una mujer poderosa, de tamaño monumental, más grande que el hijo, que sirve como corrección óptica vista desde el suelo, que muestra a la madre como si fuera una montaña, una mujer que a pesar de su delicadeza posee sobrada fuerza interior para asumir el dolor, en el momento en el que entiende el porqué de su muerte, lo que le permite mostrar serenidad.

Imagen de la Piedad de Miguel Ángel, en el Vaticano.

En cuanto al rostro de Cristo, varonil pero delicado, como suspendido en un sueño más que muerto, presenta un quinto incisivo que de acuerdo con el simbolismo religioso de la época era definido como ‘el diente de pecado’, un atributo que tienen los personajes negativos, pero que para su descubridor el historiador del arte Marco Bussagli, aquí es el símbolo de cómo Cristo, con su muerte, toma consigo, y asume, todos los pecados del mundo. ÚNICA OBRA FIRMADA Dice Giorgio Vasari, en su obra “Las Vidas” de los más excelentes pintores, escultores y arquitectos del siglo XV: “es ciertamente un milagro que un bloque de piedra sin forma haya podido quedar reducido a una perfección que la naturaleza apenas es capaz de crear en la carne”.

Tal fue la admiración que causó la obra que cuando la terminó y se la entregó a quién

se la había encargado, el cardenal Jean Bilhères de Lagraulas, algunos pusieron en duda que un hombre tan joven hubiera sido el verdadero autor de una obra tan soberbia y comenzaron a atribuírsela a otro artista, un tal Gobbio de Milán.

Al enterarse Buonarroti, en uno de sus arranques de ira, se escondió en la iglesia donde se hallaba y grabó a cincel su nombre sobre el cinto que cruza el pecho de la Virgen, donde se lee: «Michael Angelus Bonarotus Florentinus Faciebat» (Lo hizo Miguel Ángel Buonarroti, el florentino), convirtiéndose en su única obra firmada.

BANDINI Casi cincuenta años después de esculpir La Piedá, cuando contaba ya 72 años, Miguel Ángel esculpió la conocida como Piedad Florentina (1547), un conjunto de cuatro figuras de más de dos metros, en la que un poderoso Cristo de enormes brazos es recogido en su descendimiento por la Virgen y la Magdalena, mientas desde arriba un Nicodemo, al que Miguel Ángel da su rostro, intenta centrar tan estremecedora y complicada composición.

Nuevamente el biógrafo de los artistas del Renacimiento cuenta que Miguel Ángel quedó tan insatisfecho con el resultado de la obra que arremetió a martillazos, simplemente porque advirtiera alguna imperfección en el mármol. El resultado, una obra inacabada cuyo único rostro terminado -la Magdalenafue realizado por uno de sus discípulos.

Tras desechar Miguel Ángel esta Piedad que había ideado para su propia sepultura en Roma, se la regaló a uno de sus discípulos Antonio Da Casteldurante, quién tras arreglarla acabó vendiéndosela al banquero Francesco Bandini, de ahí que sea conocida también como Piedá Bandini.

Toda una pena porque tras su muerte a los 89 años en Roma, Miguel Ángel fue trasladado unos meses después a Florencia, donde está enterrado en la Iglesia de la Santa Croce junto a otros ilustres florentinos ilustres, en una sepultura que pese a ser diseñada por Vasari, resulta poco expresiva para el genio que la ocupa.

12 Columna de Proposición

Domingo 5 de abril de 2020

Consulta ciudad(ana): Oportunidades

E

n estos momentos caracterizados por el “distanciamiento social” aparece como casi antagónico aquello que se inició el pasado octubre: un proceso reflexivo construido a partir de reuniones masivas que podríamos llamar “acercamiento social”. El primer caso se expresa en calles despobladas, mientras que el segundo, se caracterizó por una ciudad llena de personas. Estas dos experiencias, ¿tendrán relación con la ciudad? y, más importante, ¿qué lecciones nos entregan para diseñarla de cara al futuro?

Porque, nos guste o no, frente a la montaña de incertidumbre que viene, la única certeza que tenemos como sociedad, es que no podemos seguir haciendo las cosas como hasta ahora.

1. COBERTURA Las ciudades son mejores o peores en la medida que acercan oportunidades a quienes vivimos en ella, promoviendo no sólo el comercio, sino también la salud, la educación, el transporte y algo que por estos días extrañamos: la recreación y el ocio. Por lo tanto una ciudad mediocre tiende a la desigualdad, ofreciendo un mayor abanico de posibilidades sólo a algunos habitantes en perjuicio de otros, cuestión que en Latinoamérica en general y en Chile en particular alcanza niveles ya insostenibles.

En ese sentido, el período de cuarentena quizás sirva para reflexionar.

La hipersensibilidad del momento que estamos viviendo ayuda a pensar esencialmente: ¿cuánto mejo-

Carlos Candia Campano, director en URBANO Consorcio.

El diseño de la ciudad, por lo general, era tema de expertos (más de ingeniero en transporte que de arquitecto) sin embargo los difíciles últimos 6 meses, han hecho que recupere su lugar en la conversación cotidiana.

raría nuestra calidad de vida ahora, si en un circulo de 500 metros, es decir a máximo 10 minutos caminando desde nuestras casas, pudiésemos comprar en almacenes (sin aglomeración) y que ese recorrido sea bajo la sombra? o que en esos 10 minutos llegáramos a una plaza para despejarnos del encierro. Esa cobertura de actividades esenciales (nada de lujos) es muy importante, especialmente en la periferia urbana, en donde las ampliaciones han ocupado casi todo el patio y la concentración de habitantes es mayor. Por lo tanto, asegurar cobertura es crucial.

2. CONSULTA Si a lo anterior asociamos un sistema de ciclovías, evitando soñar con Amsterdam (si de algo pueden servirnos estas crisis es para sincerarnos y establecer expectativas según nuestras posibilidades) sino definiendo un circuito estratégico, construido gradualmente en lapsos de 2 años, siendo concluido en un total de 8 años (2 períodos de alcalde) y que primero conecte

los tramos ya existentes para, en una segunda etapa, articular con edificios de mayor uso (colegios, universidades, organismos públicos), posteriormente extender ese circuito desde el centro hacia la periferia urbana y, en una cuarta etapa, consolidar un anillo perimetral para una de las ciudades con mayor uso de bicicleta en Chile, aumentaríamos esa cobertura no sólo inyectándola en lugares que carecen de esas funciones, sino también facilitando el acceso a los equipamientos ya existentes en Talca al implementar un sistema de movilidad que evita aglomeración (clave hoy por hoy) y no contaminante.

Este es solamente un ejemplo de las posibilidades económicamente viables en relación a lo arrojado por la “Consulta Ciudadana” ya realizada en Talca. El estallido social evidenció que la participación de la ciudadanía en la toma de decisiones pasó de ser algo deseable a ser un proceso inevitable y, como la ciudad va a seguir existiendo cuando salgamos de la cri-

sis sanitaria (porque vamos a salir), los procesos participativos en torno a lo urbano, justamente por la difícil situación actual, más que suspenderse debiesen reforzarse.

3. PARTICIPACIÓN En la historia de internet cuesta encontrar otro momento en el cual, en términos globales, la red haya hecho una mayor contribución. Las fuentes de información de calidad están siendo fundamentales para hacer frente a la pandemia, aportando reflexiones que hoy escasean en la televisión abierta.

Si es cierto aquel supuesto que toda paradoja abre un nuevo frente imaginativo y operativo, podríamos asumir que esta confrontación de, por un lado la necesidad de mayor participación, pero por otro, la urgencia de mantener distanciamiento social, tiene potencial de constituirse en oportunidad.

Oportunidad de darle tono más humano a una interfaz digital. Oportunidad de enfatizar el rol educativo de la red e incluso transformarla en plataforma que promueva los debates contemporáneos, especialmente aquellos que podrían contribuir a tomar decisiones tendientes a acciones concretas. El tipo de acciones que hoy deseamos que hace 40 ó 30 años se hubiesen ejecutado más acertadamente.

Lo importante es entender que “siempre es suficientemente temprano”.

Más información: www.urbanoconsorcio.cl