2 S&B
Psicología
Opinión
Cuando nos preguntamos cuál es el Pilar Fundamental de la sociedad, la respuesta es: la familia. Pero ¿qué es la familia?, es el núcleo de la sociedad, el centro, es una célula dentro de un organismo que se llama sociedad, es el motor, el alma, el corazón, la formación y el futuro. Se dice que deben ser familias bien constituidas, y ¿cuales son las familias bien constituidas?. Son aquellas familias que forman a sus hijos en un ambiente cálido, acogedor, amoroso, que satisfacen sus necesidades, que les dan buenos ejemplos, que la madre está presente, que el padre sea buen proveedor, que estén juntos, que no peleen. Así los hijos aprenderán a comportarse en sociedad y repetirán la misma experiencia con sus propias familias, así tratarán a sus mujeres y a sus esposos, así criarán a sus hijos, o sea, condenados a repetir la historia de familia. El hombre y la mujer se unen para preservar la raza humana, para defenderse, para acariciarse, para respetarse, para compartir, para conversar y para llevar a cabo un proyecto de vida y una empresa en que ambos son socios, deben trabajar a la par, deben cuidar el producto y venderlo en buenas condiciones. Un quiebre matrimonial perjudica la relación de la familia, pero no la desintegra. Un quiebre matrimonial es porque no se cuidó la célula y no se protegió, pero se puede volver a construir otra familia o re-construir la misma. Un quiebre matrimonial no significa la ruptura de la familia, porque los hijos siguen siendo los hijos, el trabajo de la formación no se acaba, y porque la responsabilidad de la entrega de amor y cuidado hacia los hijos no puede terminar por un quiebre matrimonial. La familia es la base para que nosotros podamos integrarnos a la sociedad, sin embargo, debemos analizar qué pasa con esa familia cuando se quiebra el matrimonio, debemos anotar lo malo y los por qué de la ruptura para que los hijos no repitan la historia y para que los eslabones de la cadena se corten. La familia, sin duda, es la escuela primaria de los valores y virtudes a seguir, donde enseñamos lo bueno y malo a nuestros hijos, y la familia primaria es Padre, Madre e Hijos, pero existen familias constituidas también por abuela, hija y nieto, por madre e hijos con padre muerto, con madre e hijos con padre ausente, con padre e hijos etc. Lo importante son los valores transmitidos y el templo construido sólido, con verdad y seguridad en que los componentes de cada familia sean amados, así se aprende a amar y a la vez se aman a sí mismos…el amor es el verdadero pilar de una sociedad. La familia experimenta cambios emocionales, de relaciones durante toda su vida y pasa por situaciones complicadas como la etapa de la adolescencia de sus hijos, el nido vacío, la salida de la madre al trabajo, esa espera de la vejez -es un desgaste o colapso natural de los seres humanos-, es la evolución natural de la vida. Sólo entonces nos enfrentamos a las preguntas: ¿estás? ¿dónde me afirmo?, ¿quién eres?, ¿por qué estamos juntos?, ¿me sostienes?, ¿me quieres?... A todas estas interrogantes debemos dar respuesta, no es posible deducir cuando se trata de núcleo, de célula, de familia o de amor.
NOTA Y FOTOS: EFE
El pilar de la sociedad
Enganchados al teléfono Cada vez más adolescentes y jóvenes están enganchándose a los teléfonos inteligentes que les permiten “twittear”, “whatsappear” y prestar atención a los amigos, en detrimento de las relaciones con los padres y los estudios
C
armen, una mujer de mediana edad, le recrimina a su hijo Luis, un adolescente prototípico de la era digital: “Te pasas más tiempo jugando con el teléfono y metido en la redes sociales, que compartiendo tu vida con las personas de carne y hueso, y atendiendo los
asuntos del mundo real. No te entiendo”. Luis, sin levantar la vista de la pantalla de su teléfono inteligente ni los dedos del teclado táctil, le responde a su madre con un encogimiento de hombros, que parece darle la razón y sigue adelante como si nada, enganchado al dichoso celular.
José Manuel Álvarez Espinoza
manrebra@gmail.com
Marcelo Labra Salazar Periodista
Bárbara Reyes Piraino