Salud Opinión
Nunca ha pololeado Ya se le hizo un problema emocional y sicológico, se siente triste, solo el estudio le hace sentido, siente que ha desaprovechado su adolescencia, no ha vivido el proceso de tener un pololo, es bonita, ingenua, responsable, estudiosa, la primera, la mejor, la más tierna, la más buena, pero ¿de qué ha servido si no se siente feliz?, se cuestiona respecto a cuál es su falla, siente que pasa el tiempo, y es más pequeña que sus pares, tiene un desapego y a la vez una dependencia extrema, ha estado en sicoterapia con buenos resultados mientras dura, no puede despegar, quiere volar como una mariposa iluminada que es, pero algo le pesa, algo pasa y sufre por no haber experimentado lo que todos han hecho, pasear de la mano con un pololo, contar con un compañero que la quiera o con alguien que le dé un beso. Hoy, para nuestra sociedad parece muy relevante que a los 21 años hayas tenido esa experiencia, de lo contrario te transformas en un bicho raro; hoy el tema sexual es importante, todos creen que todos tienen o deben tener esa vida divertida, con cuento, vida feliz y perfecta. La verdad es que existen jóvenes mujeres y hombres -más de los que ella piensa- en la misma situación, que se han dedicado a ser “ese mejor” en todo y no se han dado permiso para coquetear, para mirar, para seducir por medio del baile, del canto, del arte en general, por medio de su feminidad, por medio del trabajo que significa cultivar amistades buenas, por medio de las misiones escolares, universitarias, por darse permiso sin miedos, sin mayores exigencias, darse permiso para dejarse fluir con calma, sin ansiedad, sin buscar ese príncipe azul, sin obsesionarse que tiene que ser aquel imposible, aquel ocupado, aquel don Juan Tenorio…simplemente dejar de “querer tener eso”, tratar de vivir el hoy, el presente, de vivir tranquila las etapas, sin buscar eso extra, todo la hace feliz menos la falta de lo que no tiene, no es posible tratar de obtener todo a su vez, debemos dejar que todo llegue a su tiempo, nadie dijo que tenía que ser ahora, nadie estipuló por decreto que se debía pololear o tener un amor a tal o cual edad, quizás sea el tiempo de reflexionar, tiempo de amar a los suyos, a lo verdaderamente suyo, quizás sea el tiempo de crecer para esperar “eso” con madurez. El conformismo no es crecer, sino paralizarse. Crecer es aceptarse, valorarse, asumirse y asumir el control de sus impulsos, de su vida, de la ansiedad, el darle paso a la mente, a la razón, compatibilizar esa razón con la fe es crecer, porque la espiritualidad unida a la razón es de grandes, quizás ella no es una mujer que está destinada a probar y probar experiencias, sino para esperar ese hombre que será su compañero de vida y la quiera por lo bella que es por dentro y fuera. La vida sexual es una faceta importantísima en la vida de los seres humanos, de los jóvenes, el descubrirse en cuerpo y alma, el descubrir el gozo, claro que es muy importante para sentirse realizado, es lo mejor que le puede pasar al ser humano, pero también las experiencias de la juventud te pueden traicionar o frustrar para el resto de la vida. ¿Cuál es la causa que a los 21 años no ha pololeado nunca?... no es más que su timidez y si sociabiliza más, si autotrabaja ese tema u otro que ella descubra, superará el fondo del problema, pero pololear no es el último fin del hombre, el último fin es ser feliz, quererse, respetarse y contenerse a sí misma, antes de buscar ese amor o pololo ideal que en realidad no existe, debes pensar en que quizás te estés evitando sufrir tempranamente o disponerte a cambiar, a aprender esas habilidades para relacionarte y entablar una seducción, eso se aprende, todos podemos hacerlo con tranquilidad, sin desesperarse, pero se aprende, se aprende a ser más optimista, más chispeante, se aprende todo en la vida y se supera…
Erotismo activo, ¡beneficio asombroso! Puede ayudar a desarrollar la inteligencia, a envejecer mejor y a mejorar el olfato. Son los efectos más sorprendentes y menos conocidos de mantener una vida amorosa activa
E
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ESTMULACIÓN DEL OLFATO Los científicos saben que la prolactina aumenta, tanto en las mujeres como en los varones, después de que experimentan un orgasmo. Recientemente, se ha descubierto en ensayos con roedores que esta hormona puede hacer que se desarrollen nuevas células nerviosas en el bulbo olfativo cerebral. Para el doctor Samuel Weiss, esto podría indicar que la elevación de los niveles de esta hormona, tras el clímax, forja recuerdos que forman parte de las conductas de apareamiento. En pruebas realizadas con ratones de laborato-
José Manuel Álvarez Espinoza
María Angélica Reyes Bravo
Marcelo Labra Salazar Periodista
Bárbara Reyes Piraino
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