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Diego Balari / Deporte

LA OTRA MIRADA: DIEGO RAÚL RAMÓN BALARI

Un talento

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entre paredes

VIVIÓ HASTA LOS VEINTE AÑOS EN SARMIENTO, DONDE DESCUBRIÓ EL PÁDEL. PERO FUE TRAS SU LLEGADA A RAFAELA QUE BUENA PARTE DE SU VIDA LA DEDICO EXCLUSIVAMENTE AL DEPORTE. SU CAPACIDAD LE PERMITIÓ INTEGRAR EL SELECCIONADO NACIONAL QUE DISPUTÓ EN LAS VEGAS EL SENIORS WORLD PÁDEL CHAMPIOSHIPS. Y SE CORONÓ SUBCAMPEÓN MUNDIAL.

“E l pádel es como un veneno, entra en tu cuerpo y estás infectado para siempre”, Francisco Jesús “Paquito” Navarro, leyenda del pádel español. El césped del piso azul con el brillo dorado que le da la arena emergente, las paredes de vidrio, las torres de iluminación y el cielo azul matizado por nubes escasas. Nada que difiera demasiado de algún club de Argentina en una tarde de otoño. Solo que ésta se ubica en el 1876 de

Buffalo Dr, a 20 minutos del Caesars Palace o del MGM, y a 25 de la inigualable calle Fremont, en el centro viejo de Las Vegas.

Es un oasis dentro del maravilloso oasis del juego. Es que entre tantas luces y sonidos metálicos de maquinitas, el Real

Racquet Academy ofrece la posibilidad de jugar de otra manera. Tanto que fue la sede de la segunda edición del

Mundial Sénior de Pádel, organizado por la Federación Internacional de Pádel (FIP), la Federación Americana de Pádel (APF) y la asociación de Estados Unidos (USPA). Argentina es potencia, y a uno de los integrantes del seleccionado nacional lo disfrutamos cada día en Rafaela. “Desde que logramos la clasificación todos estábamos felices, aunque creo que mi familia y mis amigos lo tenían más claro que yo. Hablábamos que iría a

Las Vegas, a jugar un Mundial, pero no terminaba de darme cuenta que iba a representar a Argentina. Todo cambió cuando me llegó el mail confirmando que estaba convocado para ser parte de la la selección nacional, entonces tome conciencia de lo que me iba a pasar. Y cuando me puse la camiseta, bueno, ahí se sumaron la emoción y el sentimiento de responsabilidad. Nuestro país es muy reconocido a nivel internacional y, entonces, había que estar a la altura de las circunstancias”. ¿Y cómo fue el debut?

“El primer partido lo jugamos contra Alemania y fue tan difícil como emotivo. Siempre entro nervioso a una cancha, la parte previa me genera mucha adrenalina, hasta que me meto en el juego y pasa. Pero esta vez fue muy especial y lo sentí. Además soplaba un viento terrible, pero pudimos ganar bien. Cuando termino el partido tuve sentimientos muy fuertes. Creo que aún no tomé conciencia que soy Subcampeón Mundial. En mi casa tengo la ropa y la medalla, por ahí paso y las miro, las toco, y me parece estar en un sueño” Más allá de tu capacidad, ¿cómo llegaste a ser parte del seleccionado? “Porque este nuevo sistema me permite competir en sénior. El circuito tiene solo un par de años. Por ejemplo, en el Mundial las categorías eran +55, +50, +45, +40 y +35. Nos preparamos con mi compañero de siempre y disputamos el clasificatorio, que se desarrolló en Villa Allende y nos fue muy bien. Allí nos ganamos el lugar” ¿Qué tipo de torneo encontraste? “Uno muy profesional, a pesar de los contratiempos, porque estuvo condicionado por la pandemia que lo obligó a reprogramarse. Es el segundo luego del que se organizó en Estepona en 2018. Creo que tiene cosas por mejorar, pero fue muy bueno. La presentación se hizo en la sala de conferencias del hotel donde nos alojábamos, que estaba colmado de gente. Luego jugamos en un club que tiene ocho canchas abiertas. Participaron 18 países y nos fue muy bien a pesar de que no pudimos quedarnos con el título, ya que perdimos la final con el otro gigante mundial del pádel, que es España. El sistema del torneo es a cinco puntos, donde empieza a jugar la mayor y luego va bajando hasta ser +35, la nuestra, la última. El tema es que cuando la diferencia es de tres puntos para un país, el resto no se uega, lo que nos impidió estar en la final ya que ellos lo cerraron tres a cero. Como esto ocurría solo en la parte final, al menos tuvimos buena participación en la fase de grupos” El torneo te permitió conocer la realidad del resto del mundo fuera de nuestro país, ¿Qué encontraste? “España es la gran potencia hoy, ya que de 20 jugadores varones convocados, 18 son ex pádel tour, y son extremadamente profesionales, con un tremendo apoyo de su federación. Argentina es potencia, estando hoy a un paso de los españoles. Me sorprendió Francia, que tiene muy buenos jugadores, en general ex tenistas. El resto está en pleno crecimiento. Lo que nos falta es un mayor respaldo dirigencial, ya

que solo recibimos la inscripción y la ropa, el resto lo tuvimos que poner nosotros. Y no es poco. En mi caso pude viajar gracias a un grupo de sponsors, Iris Inmobilier, Bertolaccini, Celeste Pádel, El Bosque Pádel Club, Boidi Servicios Inmobiliarios, Criscon reciclado de metales. Barsac, Falkenbergmeyer, Checkmed, MRS y Nabla, a los que siempre les estaré agradecidos” La historia de Diego Balari con el pádel tiene dos fechas de nacimiento. La primera en sus tiempos en Sarmiento. “Nací el 15 de agosto de 1982 en la ciudad de mi papá, donde viví hasta 2001. De chico jugaba al futbol y al tenis criollo. Pero hicieron dos canchas de pádel, una en club Domingo Faustino Sarmiento y la otra en el club San Martín. Me empecé a mezclar con mis amigos y me iba bien. Entonces empecé a jugar con un chico de Esperanza, de donde es mi mama. Salí tres veces campeón nacional juvenil, una en Rosario, otra en Santa Fe y la restante en Córdoba. Pero me vine a Rafaela, y lo deje” El segundo nacimiento fue aquí, y es el definitivo. “Estudiaba a distancia Licenciatura en Administración de Empresas, pero para mi familia era demasiado esfuerzo. Entonces surgió un trabajo en el mercado de Aguilar, vine y pase cuatro años muy buenos. Un día fui a Friends y le pregunté a Jorge Domenella si había un grupo donde pudiera sumarme. Volví para moverme y divertirme, no estaba en mi cabeza jugar competitivamente. Pero cuando vieron como jugaba me dijeron que vaya a Los Troncos, donde en ese momento estaban los que tenían mejor nivel. Entonces empezamos a ir a torneos en la zona, donde conocí a Sebastián Canello, que es de Porteña, y decidimos jugar juntos. Nunca más dejamos. Desde hace 16 años” Entonces entraron a la competencia fuerte… “Entrenábamos para los Nacionales, lo que no era sencillo porque no teníamos parejas de nuestro nivel aquí para enfrentar, y además vivimos a varios kilómetros de distancia. Ganamos un Nacional de Tercera categoría en Córdoba, con 64 parejas inscriptas. Pasamos a Segunda y tuvimos acceso al circuito profesional” ¿Cuánto tiempo estuvieron en la elite? “Durante dos años, con algunas intermitencias, pero siempre bien preparados. Yo tenía el auspicio de Sane, que me daba la ropa y paletas, pero todo lo demás era a puro esfuerzo, no había premio que cubriera los gastos. En esa época era muy duro porque, además, el nivel de juego era muy bueno. De todos modos llegué a estar 20 del país y mi compañero 23. Habíamos mejorado muchísimo nuestro juego, pero se nos hacía imposible seguir. Por ejemplo, jugábamos un fin de semana en Mar del Plata y al siguiente en Tucumán, los gastos eran importantes y la familia quedaba a un lado” ¿Cómo adecuabas tu trabajo a los viajes? “En ese tiempo ya tenía un kiosco y almacén que, cuando no estaba, atendían mis padres, que se vinieron a vivir a Rafaela. Y poco después tuve la oportunidad de hacerme cargo del pádel de Atlético, ahí cambio todo. Marcelo Gervasoni me impulso para hacer una propuesta y la aceptaron. Hace 16 años que estoy allí. Ahora también estoy a cargo del Bosque Pádel Club, donde tengo la Academia Diego Balari” ¿Y la familia te respaldaba? “Cuando me case ya estaba en esto o sea que siempre fue algo normal, aunque en realidad no lo es, ni para mí ni para mi familia. He vivido cosas maravillosas por el pádel y, además, es la base de mi economía. Pero me he perdido muchos momentos familiares por las ausencias a las que me obligan los viajes y los torneos. Mi hija Avril cumplió los 15 años cuando yo estaba en Las Vegas, por ejemplo. Y también lo sufrí con Máximo, que tiene 10 años. Mi señora, Jorgelina, fue fundamental para que todo funcione. El paso del tiempo y mi crecimiento dentro del pádel hizo que ahora mis tiempos sean más flexibles y pueda disfrutar de ellos. Siempre me apoyaron. Tuve varias oportunidades de irme del país para jugar en otro lado, con una realidad económica distinta, pero elegí quedarme con ellos” ¿De verdad el pádel se murió y renació? “Después de los noventa hubo un bajón pero nunca se dejó de jugar. Lo que pasó fue que la explosión de los noventa hizo suponer que el negocio que había en torno al juego nunca dejaría de crecer. Pero de golpe se calmó quedando solo la gente que jugaba, no porque era moda sino porque le gustaba. Incluso el número de inscripto en los torneos siguió creciendo. La realidad de los clubes se adecuó a la lógica y entonces pareció que se cayó. Después de eso se mantuvo creciendo lentamente hasta que el pos pandemia le permitió recuperar esa fuerza. Junto al tenis fueron los dos deportes que se permitieron practicar primero. Y como el pádel es más sencillo y divertido de jugar para aquellos que no los practicaban antes, sacó ventaja. Fue una segunda explosión. Por ejemplo, tengo como auspiciante a Black Crown, que es una marca de paletas españolas, y me dicen que no llegan a cumplir con los pedidos, tal la demanda que tienen. En general, se coincide que no va a volver a pasar lo que ocurrió en los noventa, y que el pádel no parará de crecer. Deseo que sea así, pero tengo mis dudas” ¿Disfrutas del juego después de tantos años entre las paredes? “A mí me encanta jugar, lo disfruto. Si tengo que completar un partido porque falta uno, lo hago sin importar el nivel que tengan. Combino sin problemas el trabajo y el placer por el juego. Aunque con tantos años en esto, siento el desgaste a la hora de salir a competir, tengo ganas de quedarme más tiempo con mi familia. Pero sigo yendo y me va bien. Cuando entro a jugar, entonces me olvido de todo, aunque verdaderamente solo disfruto cuando gano” ¿Vas a seguir? “La idea es hacerlo. Mi compañero tiene 37 años y yo cumplo 40, lo que me permite cambiar de categoría y me va a beneficiar. Ahora, en los clasificatorios para los Panamericanos, Sudamericanos y Argentinos de Sénior, vamos jugar juntos en +35 para seguir juntos. Después veremos. Definitivamente el pádel es una parte fundamental de mi vida, y mi trabajo. Eso no va a cambiar”

Por: Oscar Martinez

Gaxiq

y una apuesta que transformó el Teatro Laserre

LA BANDA DE MÚSICA RAFAELINA PRESENTÓ “LOOKING GLASS”, UNA INTERVENCIÓN ARTÍSTICA, MUSICAL Y EXPERIMENTAL NUNCA ANTES VISTA EN LA CIUDAD

En 2018, dos amigas decidieron crear Gaxiq, una banda de música experimental, psicodélica, alternativa y pop sónica, integrada por cinco amigos que ya se consideran familia. En 2021, uno de los miembros decidió dejar el grupo para continuar con proyectos personales, por lo que en ese momento, con la incorporación de un nuevo músico, Gaxiq nació nuevamente con una impronta diferente. Gaxiq se encuentra integrado por cinco jóvenes muy diferentes entre sí, pero que comparten varios focos en común y que “con el paso del tiempo y de todo nuestro amor musical, descubrimos que uno no sirve sin el otro”, aseguró Rocío Guevara, mejor conocida como Yuyini. El grupo se encuentra integrado por Lilu, bajista y productora general; como así también por Yuyini, segunda guitarrista y productora de escenografías sensitivas. A su vez está Sofi, la baterista y eje estructural de la banda; Oni, el violinista y generador de ambientes armónicos; y Ger, el guitarrista principal y al mismo tiempo productor técnico de Gaxiq. A pesar de que cada uno tiene un rol definido, entre todos se complementan para tomar decisiones, componer y crear. En Gaxiq no existen las jerarquías, sino que “el trabajo es de todos y es importante para nosotros que así sea”, remarcó Yuyini. Y se explayó: “Cada integrante habla en nombre de la banda, no hay posturas o personalidades muy marcadas, o muy arriba. Somos amigos y hablamos, nos comunicamos y discutimos, pero siempre desde el amor”. La banda no se encasilla en un género concreto, porque eso conllevaría a ubicarse en una palabra estática y justamente estáticos no son. Por el contrario, “todo el tiempo estamos probando cosas nuevas y viendo qué

sentimos: componemos en base a lo que queremos probar, a lo que queremos conocer”, detalló la intérprete del grupo. Hace dos años Gaxiq lanzó su primer álbum de estudio llamado “First Station” –disponible en Spotify– y actualmente se encuentran ideando lo que será su segundo disco, el cual contará con una impronta más marcada de la banda y se llamará “Looking Glass”, el nombre que llevó la presentación que realizaron el pasado 30 de abril en el Teatro Lasserre. “‘Looking Glass’ representa el ponernos frente a un espejo, mirarnos detrás de él y decir: ‘¿Quién soy?; ¿soy algo?; ¿tengo que ser algo?’”, manifestó la productora. Lejos del formato tradicional del teatro, Gaxiq decidió realizar un show con los espectadores ubicados sobre el escenario junto a ellos. La razón de hacer el espectáculo de esta manera fue, por un lado, por los costos del teatro y, por el otro lado, porque “nos gusta que sea íntimo, que la gente esté cerca de nosotros, que se pueda conectar un poco más con lo que estamos mostrando. No sentimos que el teatro a sala abierta nos pueda representar, no podría hacer que al público le llegue la onda sonora dentro de su cuerpo”, puntualizó Yuyini. La presentación comenzó días antes con una intervención en Rafaela. “Previo al show armamos unos panfletos que decían ‘¿Who are you?’ (¿quién sos?) y los pegamos por toda la ciudad”, explicó la productora. La réplica a esa pregunta era la contraseña para ingresar al teatro. “La respuesta era la que cada uno sentía. Podía ser un animal, una cosa, un concepto, un ente inventado, un alter ego. Y lo que eso representaba para nosotros era ‘sos bienvenido, entrá siendo quien seas’”, agregó. De esta manera, el público no ingresó por la entrada principal del Lasserre, sino que lo hizo por la puerta del costado, a través del pasillo que conecta con los camerinos y conduce al escenario. Apenas llegaron los espectadores a la entrada del teatro debieron pasar por el primer step, donde entregaron la entrada y respondieron a la pregunta “¿Who are you?”. Luego, una vez dentro del universo de “Looking Glass”, atravesaron un pasillo oscuro que los encaminó al segundo step, el cual se trató de una habitación con sillones y muchos espejos que simulaba “un purgatorio de pensamientos, de desprendimiento”, reveló Yuyini.

En tal sentido, la guitarrista describió: “Nuestro concepto era desprenderse: ‘Dije que soy esto, ahora paso al segundo step y ya no sé quién soy’”. Finalmente, el público llegó al escenario donde se encontró con los telones bajos y una habitación oscura con mesas y sillas, donde podían ubicarse y consumir bebidas y comida mientras esperaban a los artistas. “En ese momento estaban todos tranquilos y de pronto empezaron a escuchar golpes que no sabían de dónde venían y comenzó a sonar el theremin acompañado por una danza performática que realizó Ingrid Zeballos –una artista de la ciudad–. Es decir, mientras se percibían ruidos ‘alienígenas’, Ingrid desarrollaba su personaje que era el crecimiento de este ser: ‘Looking Glass’”, mencionó Yuyini. Así fue la apertura del evento que fue sucedida por Gaxiq, quienes acudieron al escenario vistiendo trajes formales que oscilaban entre los colores blanco y negro, con la cara cubierta para que el público no se identifique con ellos. Al terminar, tocó Mujer Cebra, una banda emergente de Buenos Aires que se posiciona en los géneros pospunk, noise y alternativo. “El show duró dos horas y media y, mientras tanto, Ingrid seguía improvisando”, añadió la productora estética del grupo. El evento fue organizado en su totalidad por los integran-tes de Gaxiq. Con respecto a ello, Yuyini relató: “Nosotros tenemos nuestros trabajos, nuestra familia, nuestros horarios, pero fuimos ese día y estuvimos seis horas armando el show entre todos. Somos una familia y nos sentimos bien acompañándonos. Todos estamos presentes y comprometidos con la banda”. Sin dudas, Gaxiq le ofreció un evento diferente e innovador a Rafaela. Es por ello que la artista recomienda “aprovechar las oportunidades que da la ciudad, animarse, no tener vergüenza e ir a esos eventos”. “Entre los cinco pudimos hacer un show que fue hermoso, y fue muy lindo transformar el teatro. Esperamos que haya otra oportunidad de volver a hacerlo y ojalá la ciudad pida que Gaxiq esté de nuevo en algún formato así”, expresó la productora de la banda. En fin, Yuyini reflexionó: “Muchas veces preferimos que no se hable mucho, porque los conceptos no se pueden transmitir con las palabras. Las palabras son estáticas y nosotros no queremos ser estáticos, sino que vengan a los shows y vean lo que queremos mostrar desde ese lugar”.

@wearegaxiq

Photo credits: dammaris_