20 e m p r e n d e d o r e s
El periÓdico de la comercial Junio DE 2013
Ignacio Barainca (Pr. 84), Ángel Alameda (Pr. 82)
y J osé
Miguel Albisu (Pr. 82)
Socios Fundadores de Attest
«Hay mucha gente con potencial para emprender, sólo falta arrancar» ◗ Encontrar el momento propicio para lanzarse y montar un negocio propio es quizás lo más complicado a la hora de emprender. Los socios fundadores de Attest acertaron y en el año 1990 dejaron su puesto en Arthur Andersen y crearon su propia firma de auditoria y consultoría. «Vimos que era el momento adecuado aprovechando que había una nueva ley de auditoría, ahí se abrió un nuevo marco de regulación financiero contable que no había existido en España». Pudieron comprobar que «sentíamos la inquietud de que la andadura profesional por cuenta ajena que hasta entonces habíamos desarrollado desde que terminamos en La Comercial tocaba a su fin». Además, «los tres teníamos ganas de probar una aventura emprendedora por nuestra cuenta en parecidos términos». Y arrancaron. «Durante unos meses nos dedicamos a hacer números y planificar lo que podía pasar, y viendo que había recorrido, tomamos la decisión y dimos el salto». Se lanzaron los tres y al cabo de dos meses ya decidieron extenderse a Madrid «atendiendo necesidades de empresas del País Vasco ya instaladas allí», explica Ignacio Barainca. De la misma manera, aunque en un principio orientaron su firma hacia los proyectos que habían desarrollado en su trabajo anterior, según transcurrió el tiempo vieron la posibilidad de extenderse a otras vías de negocio. «Encontramos gente animosa, también con ganas de emprender que desarrollaban sus funciones en campos como la asesoría fiscal y jurídica, la consultoría en calidad, en tecnologías de la información, el ‘corporate’... y así fuimos añadiendo actividades a la firma», explica José Miguel Albisu. De hecho, «ha sido una evolución poco planificada, hemos aprovechado las oportunidades que han ido surgiendo y, en general, nos ha ido bien». «Aunque también hemos cometido errores», interrumpe Barainca. «En el 99 nos lanzamos a abrir una oficina en Buenos Aires y nos pilló el corralito y la huída de las empresas españolas instaladas allí, así que fue un desastre», reconoce Ángel Alameda. Sin embargo, no dejaron que las adversidades les hicieran mella y siguieron adelante con nuevos retos. Entre ellos, seguir con la internacionalización. «En realidad nos internacionalizamos porque nuestros clientes lo hacen», analizan. «Siempre hemos hecho
«El mejor momento para emprender es entre los 30 y 40 años y tras un bagaje profesional previo»
Los fundadores de Attest, Ángel Alameda, Ignacio Barainca y José Miguel Albisu, en la sede de Bilbao.
temas de internacionalización, pero ahora se nota que hay muchos clientes nuestros, y empresas en general, que están mirando implantarse fuera y solicitan nuestros servicios. Nuestra pertenencia a la red PKF nos ayuda mucho».
Crisis pero diferente Como en todos los sectores, en Attest también se ha notado la crisis, pero de otra manera. «La crisis trae trabajo a firmas como la nuestra: planes de viabilidad, rees tructuraciones, proyectos de ahorro de costes... Pero también se nota. Estos años los objetivos económicos son de mantenimiento de las cifras y para ello no basta con jugar al empate sino al contrario, hay que estrujarse la mente para crecer en especializaciones, actividades, mercados...», explica Albisu. A pesar de las dificultades actuales son optimistas en las perspectivas de futuro, «creemos que las posibilidades de crecimiento y desarrollo de una firma de tamaño medio como la nuestra son altas, incluso creciendo en área geográficas y tipos de servicios», señala Alameda. No obstante, para el empresariado vasco los diagnósticos son más complejos. «Afortunadamente nuestra economía se ha diversificado mucho en las últimas décadas por lo que es difícil dar consejos en líneas generales, pero sí hay conceptos que la gente tiene que entender que son absolutamente vitales
para nuestras próximas generaciones», detalla José Miguel. «Hay que potenciar la industria innovadora a toda costa; en la internacionalización hay mucho recorrido aún por hacer y sobre todo hay que implementar en nuestra cultura el hecho de que tener empresarios y empresas de éxito, innovadoras y tractoras, es la fórmula más válida para que nuestro tejido productivo tenga futuro», matizan los socios. En cuanto a aconsejar a las nuevas generaciones sobre el emprendizaje, lo tienen claro. «El mejor momento es entre los 30 y los 40 años, y de la mano de alguien que tenga una formación académica y especializada en algo distinto, con un bagaje profesional previo», explica Ángel. «Además, a esos años eres consciente de las responsabilidades que tienes y de que debes trabajar como un loco para salir adelante. En nuestro caso, el trabajo y la dedicación no faltó desde el principio, y tuvimos la suerte y la ayuda de amigos, conocidos, y de la sociedad en general, que apoya los proyectos de emprendimiento con más simpatía y generosidad de lo que la gente suele imaginar». Y añaden que «las satisfacciones suelen superar las incomodidades de los malos ratos, incluso cuando se tienen malas experiencias. El emprendimiento conlleva una serie de empeños que independientemente de los resultados que se obtengan pueden generar una mejor forma de entender la vida: la
en cifras PKF Attest Nació en 1990. Cuenta con 32 socios y cerca de 300 empleados Dispone de 8 oficinas repartidas por España. La última que abrieron fue en Pamplona en 2012. Sus actividades son la auditoría y la consultoría económica, el asesoramiento fiscal y legal, la consultoría en tecnologías de la información, calidad, procesos y medio ambiente, la planificación estratégica, y el ‘corporate’. En 2010, Attest se convirtió en ‘full member’ de PKF, red internacional de firmas jurídicamente independiente. En 2012, PKF Attest figuraba en el noveno puesto del ranking de auditoras de España, según el diario ‘Expansión’. Su informe de transparencia incluido en su página web recoge información sobre su estructura, servicios y facturación desglosada.
entrega, el empuje, el nivel de sacrificio, la gestión de los riesgos... Hay mucha gente con potencial para emprender, sólo falta arrancar».