Entrevista Exclusiva
Daniel Montamat. Ex Secretario de Energía de la Nación.
- Con el antecedente de lo que sucedió con YPF va a ser bastante difícil que inversores extranjeros vengan a poner plata en ella. Qué seguridad jurídica o garantía tienen? Bueno, todos los inversores extranjeros están interesados en el potencial argentino -eso hay que decirlo-. El tema de los recursos no convencionales que tiene la argentina atrae a muchos. - Pero con este sistema? No con este sistema; con otras condiciones, con otras reglas, con el largo plazo, con otras señales de precio. Hoy hay muchos que vienen a la Argentina para esperar y ver qué pasa. YPF ha experimentado esto en su propia realidad cuando ha ido a charlas con inversores internacionales para ver si consigue socios estratégicos o consigue financiamiento para el plan que ha presentado y, las respuestas son las mismas. No es tanto el problema de actores es más un problema de película. Nos tienen que cambiar la película energética, primero, que no funcionó y, segundo, el país tiene que tener otros horizontes hacia futuro. Se trata de un sector de capital intensivo entrampado en el corto plazo y esto no le sirve a YPF y, reitero, YPF es una parte -el 35% de la producción de petróleo y gas-, hay otras empresas donde la película tampoco cierra. Y cuando decimos que YPF va a hablar con los chinos, etc. Todas estas empresas estaban ya en Argentina y conocen la película, y no les ha gustado así que, si no se la cambiamos, lamentablemente, nuestras potencialidades energéticas van a seguir durmiendo el sueño de los tiempos. - Acabas de lanzar un libro: “La alternativa, bases del nuevo progresismo moderno”, creo que haces una evaluación de lo que tenemos que atravesar en el futuro. Sí, mi preocupación y sesgo es el tema energético pero lo escribí parafraseando al ex presidente de los Estados Unidos. Yo digo: “No es la energía, estúpido”, la energía esta entrampada en el corto plazo porque la Argentina esta entrampada en el corto plazo y el planteo de la alternativa trata de generar ideas para terminar con esto del sesgo al pensamiento único que hay en el país, pero la idea fundamental es rescatar el valor del futuro en el presente, porque uno ha estado acumulando tanto corto plazo en la argentina que los problemas de largo plazo se nos vinieron encima, por ejemplo, no se puede salir de la urgencia energética con más urgencia energética, con cor-
to plazo, y así pasa en todos los órdenes. Lo que el libro trata de describir es esta revalorización del futuro en el presente a partir de una plataforma ideológica y valorativa nueva, porque yo creo que en Argentina somos esclavos del presente debido a una plataforma ideológica valorativa dominante que yo llamo populismo posmoderno. Se juntó el populismo con la filosofía posmoderna donde lo que vale es el presente. El populismo moderno era pan para hoy y hambre para mañana, el populismo posmoderno es pan para hoy, no existe el mañana. Frente a esta ideología que entrampa a las sociedades en el corto plazo, que las priva de la capacidad de establecer transacciones entre las urgencias del presente y los planes futuros, yo quiero rescatar de nuevo la modernidad de la razón, pero no de la razón instrumental, sino de la razón plural, de la razón del Estado de derecho y del progreso que tiene en cuenta el presente en futuro. - Ahora bien, se cambia el sistema que nos entrampó. Cuánto tiempo puede llevar recuperar la confianza en Argentina y empezar a crecer nuevamente? Cuanto más tiempo nos tomemos peor, hay que largar ya. Yo tengo una pequeña experiencia que ha sido muy útil. Con un conjunto de ex secretarios de energía -que no éramos amigos y con los que hemos discutido muy fuertemente e incluso había hasta denuncias cruzadas entre ellos y pertenecían a distintas administraciones de la democracia-, nos dimos cuenta de que el presente energético era muy problemático y para salir no podíamos hacerlo con más presente, necesitábamos un plan de largo plazo, una política de Estado. Empezamos a dialogar, generamos consensos y venimos generando documentos en torno a
“El populismo moderno era pan para hoy y hambre para mañana, el populismo posmoderno es pan para hoy, no existe el mañana” 30