El vampiro reacio

Page 33

3 Harper dio un paso a través de las puertas corredizas del Wal-Mart, luego hizo una pausa cuando Stephanie pasó junto a él para tirar de un carro de entre un pequeño montón que esperaba delante de ellos. Desplazándose incómodo, miró a su alrededor, su mirada se posó apenas sobre Drina antes de escabullirse. ― Probablemente pueda encontrar algo para entretenerme en el departamento de video si vosotras chicas preferís comprar sin tener que arrastrarme alrededor. ― Oh, no, ― protestó Stephanie. ― No será tan divertido sin ti, Harper. Además, la opinión de un chico siempre es vital cuando se trata de moda. ―Vital, ¿eh? ― Dijo con una leve sonrisa. ― Muy importante. Mi padre siempre dice que ninguna mujer puede decirle a otra mujer lo que se ve mejor en ella, sólo un hombre puede, ― le aseguró. ― Y Drina y yo queremos lucir lo mejor posible en caso de que nos encontremos a algunos tipos fornidos, cuando ella me lleve a almorzar. ― ¿Almorzar? ― Preguntó con el ceño fruncido. ― Oh. ― Stephanie frunció el ceño. ― Bueno, prometió que iríamos a comer después de las compras, pero eso fue cuando íbamos por nuestra cuenta. Supongo que ahora, eso está fuera de los planes, ― añadió, bajando la cabeza con decepción. ― Te llevaré a almorzar, ― dijo Harper rápidamente cuando su labio inferior empezó a temblar. ― ¿En serio? ― Stephanie se iluminó de nuevo. Radiante de alegría, le dio un abrazo. ― Gracias, Harper. Aquí, puedes empujar el carro; te dará algo que hacer mientras Drina y yo tiramos ropa en él. Vamos, Drina. Necesito montones de ropa. ―Hmm, ― murmuró Harper, tomando su lugar tras el carro mientras ella bailaba frente a él para liderar el camino. Tenía la impresión de que estaba jugando aquí, impresión que sólo se solidificó cuando Drina se rió y murmuró “tonto” en voz baja mientras seguía a Stephanie por los pasillos. Harper negó con la cabeza y siguió a la pareja, suspirando cuando se dio cuenta de que sus ojos parecían estar atados a la parte trasera de Drina y aparentemente no estaban dispuestos a dejarla. Era culpa de Stephanie. Eso de estar desnudo y sudoroso con Drina, entrando en ella, moviéndose en su regazo, con sus pechos balanceándose… ¿Quería hundir sus colmillos en ella? Las palabras de la niña habían pintado un cuadro en su cabeza de ellos dos entrelazados en las sábanas de su cama, Drina a horcajadas sobre su regazo y él hundiendo sus colmillos en ella. Había sido una imagen más bien estimulante que le había dejado caliente,


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.