complicados a su vez si no se utilizaba agua correctamente destilada, lo que generaba acumulación de sales en las tuberías y cámara de ignición, con la consiguiente obstrucción de las mismas. En cuanto a las turbinas, es de destacar que fueron hechas por la Parsons Marine Steam Turbine Company, que tenía sus fábricas y oficinas principales en Newcastle upon Tyne, no lejos de donde estaba el astillero de la Armstrong-Vickers en Barrow-in-Furness. La Parsons Steam Turbine Company construyó las turbinas para casi todos los grandes navíos de guerra de Gran Bretaña y Estados Unidos, acorazados, portaviones, cruceros y destructores. Las turbinas instaladas en la Clase “Nueva Esparta” producían 50.000 CV y podían propulsar a los buques a una velocidad máxima de 34 nudos, multiplicando así con su velocidad y maniobrabilidad todo el poder de su armamento.
4) Electrónica En el apartado de las comunicaciones, los destructores Clase “Nueva Esparta” contaban con radio capaz de transmitir en HF, VHF y UHF, en 10 canales seguros y 10 abiertos en cada tipo de frecuencia, lo que le daba gran versatilidad para las comunicaciones, y con un alcance respetable, por ejemplo, como para recibir señales de Venezuela estando al otro lado del Atlántico.
“…a las pocas horas de haber zarpado de Lisboa, se recibió la confirmación de un mensaje de la Comandancia General que ordenaba que el destructor Aragua cambiara rumbo y se dirigiera hacia Baltimore, en los Estados Unidos, el puerto de donde habíamos zarpado a bordo del Felipe, para la instalación de un nuevo sistema de radar.‖94
94
Manzano Zavala, César Augusto. La Mar. Caracas, Editado por el Autor, 2009, p-88.
83