Presenta la opinión del consejo editorial respecto al contenido que se trata o algún tema de interés que se desee abordar.
Educación al día
Formación pedagógica y didáctica, prestando especial atención a innovaciones educativas. Espacio para dar tratamiento a contenidos prácticos que ayuden al maestro en el desarrollo de su trabajo.
Creciendo juntos
Actividad distrital y local. Se expone el trabajo de las instituciones y se da seguimiento a los planes y programas distritales.
Reflexionemos
Géneros informativos o de opinión, entrevistas y reportajes con la finalidad de hacer análisis de la realidad social, educativa y cultural.
Identidad
Lasallista
Un espacio para beber de las fuentes inspiradoras; nuestra Espiritualidad y nuestro Estilo Educativo Lasallista. El objetivo de esta sección es la profundización y promoción del sentido de identidad lasallista.
Espacios
Pastorales
Pretende motivar la vivencia de una escuela en pastoral, invitándonos a la formación en nuestra identidad como instituciones de inspiración cristiana al estilo lasallista.
Uno de los objetivos de esta revista es compartir las buenas prácticas y generar el diálogo al interior de las comunidades educativas.
Comparte con el resto del Distrito aquello que estás haciendo, o aquella idea que te hace reflexionar, y puede ser fuente de inspiración para otros en su quehacer educativo.
Las colaboraciones pueden ser artículos de opinión, síntesis de investigación, crónicas de actividades, divulgación de innovaciones educativas, reportajes o entrevistas, referentes a la vida de una sección, una institución o del Distrito en general.
El material deberá tener una extensión máxima de cinco cuartillas en tipografía “Indivisa Text Sans light” número 11, con 1.5 de interlineado. Las imágenes deben ser enviadas en su archivo original (jpg, png, etc.) evitando insertarlas en el documento del texto.
Manda tus artículos, comentarios o sugerencias al correo electrónico: revista@lasalle.edu.mx
FIDELIDAD CREATIVA: LA MISIÓN LASALLISTA EN EL JUBILEO DE LA ESPERANZA
REUNIÓN DE DIRECTORAS, DIRECTORES Y RECTORES 21
EL LIDERAZGO DIRECTIVO COMO FACTOR A FAVORECER LAS ACTITUDES DEL DOCENTE
EDUCATIVO
CONSTRUYENDO UN ENTORNO SEGURO Y SALUDABLE LA EXPERIENCIA MISIONERA EN LA PRIMARIA LA SALLE MATAMOROS MUCHAS GRACIAS DISTRITO MÉXICO NORTE 11 13 14
REUNIÓN DE RESPONSABLES DE DEPORTES, ARTE Y CULTURA 22
REUNIÓN DE DPTOS. PSICOPEDAGÓGICOS
REUNIÓN DE AGENTES DE PROTECCIÓN 23 UNIVERSITARIOS CON ESPERANZA 25 MÓDULO 5 AGAL 24 TALLER DE LIDERAZGO SEGLAR
ESPIRITUALIDAD LASALLISTA HOY
EL ACOMPAÑAMIENTO LASALLISTA EN CLAVE DE RESILIENCIA
LEVADURA: ¿DÓNDE ESTÁN NUESTRAS PERIFERIAS? COMPARTAN CON MANSEDUMBRE LA ESPERANZA QUE HAY EN SUS CORAZONES 04 34 39 41 46 08 15 27 32
UN ENCUENTRO PARA LA VIDA TALLERES DE LÍDERES SALLE
Marzo 2025 / Año XXXI / Nº 143
Servicios Educativos y Administrativos A.C. Paseo de las Américas 2912, Col. Contry
La Silla C.P. 67173, Cd. Guadalupe, N.L.
Consejo Editorial
H. Carlos M. Castañeda Casas
H. Domingo de Alba Suárez
H. César Pablo Campos Flores
Mtro. Juan René Pérez Yanes
Revisión
Lic. Abelardo Ortiz Cota
Lic. Maribel López Aranda
Mtro. Alejandro Alanís Rodríguez
Portada
Talleres de Líderes Salla, Noroeste
Diseño
Mtro. David Soto
FIDELIDAD CREATIVA:
LA MISIÓN LASALLISTA EN EL JUBILEO DE LA ESPERANZA
Mtro. Juan René Pérez Yanes
Secretario de Asociación y Misión Educativa Lasallista
Estamos por concluir la primera cuarta parte del Siglo XXI. Aún recuerdo el ya lejano 1999 lleno de incertidumbres por la inminente llegada del año 2000. Esa no fue una celebración de año nuevo ordinaria, estaba cargada de contrastes. Por un lado los temores por el supuesto fallo informático “Y2K” que ocurriría en los primeros instantes del nuevo milenio. Y por otra parte la alegría de celebrar un jubileo convocado por el entonces sumo pontífice san Juan Pablo II.
Este año 2025 es también un año jubilar. En esta ocasión el Papa Francisco nos convoca a ser peregrinos de esperanza por medio de la Bula Spes non confundit (La esperanza no defrauda). En la introducción de dicho documento se lee lo siguiente:
“Todos esperan. En el corazón de toda persona anida la esperanza como deseo y expectativa del bien, aun ignorando lo que traerá consigo el mañana. Sin embargo, la imprevisibilidad del futuro hace surgir sentimientos a menudo contrapuestos: de la confianza al temor, de la serenidad al desaliento, de la certeza a la duda. Encontramos con frecuencia personas desanimadas, que miran el futuro con escepticismo y pesimismo, como si nada pudiera ofrecerles felicidad. Que el Jubileo sea para todos ocasión de reavivar la esperanza. La Palabra de Dios nos ayuda a encontrar sus razones. Dejémonos conducir por lo que el apóstol Pablo escribió precisamente a los cristianos de Roma”1.
Para los lasallistas esta invitación a caminar con esperanza debe resonar en nuestro interior e inspirarnos a continuar con esa fidelidad creativa para responder a los desafíos que la educación nos plantea. “Ponerse en camino es un gesto típico de quienes buscan el sentido de la vida”2. Es necesario que sigamos en movimiento, gestionando los cambios necesarios para atender cada día de mejor manera a aquellos que se nos han confiado.
Además, la celebración del jubileo es una estupenda oportunidad para profundizar y compartir la espiritualidad lasallista3 en la iglesia y el mundo. Somos herederos de un carisma particular que el Espíritu Santo ha regalado a la iglesia, qué mejor motivo de júbilo y de esperanza que compartir nuestro espíritu de fe, promover relaciones fraternas y reconocer la pasión por la misión educativa que se manifiesta en múltiples experiencias, proyectos y actividades distritales.
La edición 143 de la Revista Comunidades Educativas da cuenta de ellos. Te invito a leer cada uno de los artículos que la comunidad distrital ha puesto en común e identifiques en ellos la tríada de valores que nos caracterizan.
El liderazgo directivo como factor a favorecer las actitudes del docente de educación secundaria en el proceso de inclusión educativo
La investigación de Gabriela Corral Rodríguez destaca que el liderazgo directivo juega un papel crucial al proporcionar información, apoyo y estrategias, lo que influye positivamente en las actitudes de los docentes y contribuye a una educación inclusiva efectiva.
Construyendo un entorno seguro y saludable
La experiencia de Daniela Pacheco Ruiz en la prevención de la violencia y la promoción de la salud mental en su comunidad lasallista, destaca la importancia de un enfoque integral y empático. Su trabajo, más que una responsabilidad institucional, se ha convertido en una misión personal, enfocándose en escuchar y comprender las historias detrás de las conductas violentas y los problemas emocionales.
La experiencia misionera en la primaria La Salle Matamoros
La experiencia misionera de los alumnos de primaria de La Salle Matamoros, al enviar cartas a niños refugiados en Líbano a través del Proyecto Fratelli, trascendió un simple ejercicio escolar, convirtiéndose en un viaje de solidaridad y fraternidad. Wendy Castro Limas nos relata cómo esta iniciativa no solo sensibilizó a los alumnos sobre la realidad global, sino que también fortaleció los lazos de la comunidad lasallista, demostrando que el amor y la compasión pueden cruzar fronteras y transformar vidas.
En memoria de nuestro querido amigo David Noel Ramírez Padilla
La partida de David Noel Ramírez Padilla ha dejado un profundo vacío, pero su legado perdura a través de su incansable mensaje sobre la “hipoteca social”, la responsabilidad de trascender en los demás. Su vida, marcada por la congruencia y el servicio, refleja los valores lasallistas que abrazó desde su juventud en La Salle Francés de La Laguna y en La Salle Bolonia. Su mensaje a la comunidad educativa, junto con los testimonios de quienes lo conocieron, resalta su generosidad, su compromiso con los más vulnerables y su capacidad para inspirar a otros a vivir una vida de servicio. David Noel nos recuerda que la adversidad es una oportunidad para crecer y que el verdadero éxito radica en el impacto positivo que tenemos en la vida de los demás.
Universitarios con esperanza y compromiso
En un diálogo con los Hermanos Silvano Campos y Bobby Angulo, líderes estudiantiles de la Universidad La Salle Victoria compartieron sus experiencias y el impacto positivo del liderazgo en su desarrollo personal. Identificaron desafíos como la falta de participación estudiantil y la necesidad de recursos, proponiendo acciones para fortalecer la unidad entre los grupos.
Movimiento Levadura: ¿Dónde están nuestras periferias?
El Movimiento Levadura invita a la Familia Lasallista a dirigir su misión educativa hacia las periferias, tanto geográficas como existenciales, donde se encuentran las nuevas pobrezas y crisis humanas. Julio Chapa Martell nos recuerda que a través de una conversión pastoral y pedagogías críticas, se busca transformar la realidad desde la humildad y el encuentro, siguiendo el ejemplo de Jesús y los valores del Reino de Dios.
Compartan con mansedumbre la esperanza que hay en sus corazones
El mensaje del Papa Francisco para la LIX Jornada Mundial de las Comunicaciones
Sociales invita a los comunicadores cristianos a ser fuentes de esperanza en un mundo marcado por la desinformación y la polarización. Abelardo Ortiz Cota resalta la propuesta del mensaje del Papa de desarmar la comunicación, purificándola de agresividad y manipulación.
La Espiritualidad Lasallista hoy
Adriana Bolaños Hernández nos recuerda esta invitación a profundizar en la rica tradición carismática del Instituto, redescubriendo las raíces de nuestra vocación y renovando nuestro compromiso con la misión educativa de San Juan Bautista de La Salle. La espiritualidad lasallista nos anima desde diversas perspectivas que son analizadas en este artículo.
La figura del Ángel Custodio y el rol del educador según San Juan Bautista de La Salle
El texto del Hno. Diego Muñoz FSC explora el concepto de acompañamiento lasallista en clave de resiliencia, fundamentándose en la figura del ángel custodio y el rol del educador según San Juan Bautista de La Salle. Se destaca cómo la devoción al ángel custodio, arraigada en la tradición cristiana, sirve como modelo para el educador lasallista, quien debe guiar, proteger y fortalecer a sus estudiantes tanto en su desarrollo espiritual como humano. Además, se analiza el concepto de resiliencia desde la perspectiva de diversos expertos, proponiendo un acompañamiento educativo que fomente la confianza, la autonomía y la reconstrucción de narrativas personales.
Un encuentro para la vida
El “Encuentro Aquí Estoy”, una experiencia de tres días en El Salto, Durango, transformó a doce jóvenes a través de la convivencia, la reflexión y el servicio. Desde la llegada y las actividades de integración, hasta las visitas a comunidades locales en el día de la Virgen de Guadalupe, y la reflexión personal en Parmenia, los participantes experimentaron un profundo encuentro con Dios, consigo mismos y con los demás. Fátima Sánchez Ayala, estudiante del CESLAS, nos relata cómo la experiencia les permitió conectar con sus valores lasallistas, reflexionar sobre su propósito de vida y reforzar su compromiso con el servicio y la fraternidad, motivándolos a ser agentes de cambio en el mundo.
Talleres de Líderes Salla 2024
Realizados con el apoyo de La Salle Noroeste y La Salle Victoria, estos talleres reunieron a 70 participantes para fortalecer sus habilidades de liderazgo desde una perspectiva lasallista. El Hno. César Campos FSC señala los temas abordados y cómo los participantes valoraron los espacios de trabajo en equipo, la inclusión, el crecimiento personal y emocional, así como los momentos de espiritualidad y reflexión. La formación de líderes desde los valores lasallistas se presenta como una necesidad para el crecimiento individual y colectivo, en la búsqueda de una conciencia social evangelizadora.
Espero que estos materiales sean de ayuda para la reflexión personal y comunitaria. Como lo señalé antes, cada una de estas experiencias e ideas son motivo de júbilo por todo lo bueno que hacemos en el distrito. Definitivamente son signos de esperanza. Felices lecturas.
EL LIDERAZGO DIRECTIVO COMO FACTOR
A FAVORECER LAS ACTITUDES DEL DOCENTE DE EDUCACIÓN SECUNDARIA EN EL PROCESO DE INCLUSIÓN EDUCATIVO
Mtra. Gabriela Corral Rodríguez
Coordinación Distrital de Secundaria y Tecnología Educativa
La educación escolar presenta nuevos retos. En la actualidad, ya que no es suficiente trabajar únicamente para alcanzar los aprendizajes esperados o claves, desarrollar los campos formativos o los ejes articuladores, se requiere abordar también la dimensión socioemocional y estar preparados para atender una diversidad de personas en las aulas.
El nuevo reto educativo, o tal vez no tan nuevo, es lograr la inclusión de estudiantes con Barreras Para el Aprendizaje y la Participación Social (BAP). Para ello es necesario impulsar procesos de formación docente que favorezcan el desarrollo de los procesos de enseñanza aprendizaje poniendo las necesidades de los estudiantes en el centro.
Ahora bien, ¿qué sucede con los docentes ante el reto de alumnos que presentan BAPS1? ¿Qué sentimientos experimentan al incluir alumnos con BAP? ¿Se sienten apoyados por su institución?
En el año 2019 tuve la oportunidad de realizar una investigación sobre el liderazgo directivo como factor para favorecer las actitudes del docente de educación secundaria en el proceso de inclusión educativa.
1
De los hallazgos resultantes de las entrevistas a docentes quiero destacar la necesidad de reforzar el conocimiento que se tiene del tema de la inclusión y las actitudes que se pueden experimentar ante esta realidad. Y especialmente, cómo el liderazgo de quienes dirigen las instituciones influye para lograr una educación inclusiva.
Algunos docentes tienen escasa información sobre el concepto de inclusión y barreras para el aprendizaje, sin embargo tienen presente que la inclusión es la aceptación de todos aquellos estudiantes que les son confiados y que es necesario acompañar, sin importar qué BAP presenten.
Los sentimientos y las actitudes que han experimentado individualmente o como equipo han sido muy variadas. En algunos casos han entrado en conflicto por la incertidumbre de cómo tratar a un estudiante con BAP y han reaccionado con temor y angustia por no poder desempeñarse y desarrollar sus clases para que la comprensión y el aprendizaje esté al alcance de todos sus estudiantes dentro de la diversidad. Han experimentado incertidumbre de si están capacitados o tienen la capacidad para poder atender a estos estudiantes. Sin embargo en el trabajo diario han podido sentir satisfacción al ver que su trabajo va dando poco a poco frutos. Esto ha generado una actitud positiva en la labor docente, la cual se fortalece al intercambiar experiencias y escuchar sugerencias.
Reconocen en el director su función de líder que los ha animado y guiado a trabajar con estudiantes con BAP. El director les ha brindado la información que requieren de los casos que integran las aulas educativas, también en momentos de crisis con alumnos con barreras ha entrado en acción para apoyarlos dentro del aula y ha sugerido también estrategias y acciones qué realizar dentro del salón de clases. Además, se les han otorgado distintas formas con las que pueden medir el aprendizaje de los estudiantes con BAP.
Los efectos del liderazgo usualmente son mayores en establecimientos donde son más necesarios para el logro de aprendizajes. (ej. escuelas vulnerables). Sin embargo, una buena dirección que apoya a su colectivo docente ayuda a que la organización escolar se desarrolle adecuadamente y la escuela funcione para todos (Leithwood, Seashore Louis, Anderson y Wahlstrom, 2004; citados por Anderson, 2010).
Reconocen en el líder directivo la capacidad de transmitirles paciencia ante las emergencias educativas que ocurren, les ha acompañado día a día ante el reto educativo de la inclusión.
Se sienten con la confianza de poder sugerir y realizar estrategias en las distintas actividades que se realizan para lograr los aprendizajes y una sana convivencia.
El grupo muestra de estudiantes de la escuela secundaria donde se realizó la investigación reconocen que son atendidos bajo los valores de respeto y confianza por parte de sus docentes, destacan que durante la realización de las clases atienden a todos los estudiantes por igual y que con algunos compañeros, los cuales presentan alguna dificultad para entender algún concepto de la clase o realizar algún ejercicio, los docentes les ponen más atención y se esfuerzan para que su compañero logre alcanzar el aprendizaje esperado de esa materia.
Esto ha provocado en algunos de ellos un sentimiento de frustración por considerar que existe preferencia del docente hacia la atención de estudiantes con BAP. Sin embargo, reconocen que sus compañeros necesitan y requieren ese apoyo más de lo que ellos pueden necesitar. Comparten también la experiencia y reconocen que son los propios compañeros los que a veces no aceptan del todo a sus compañeros que presentan BAP.
La inclusión trata de la participación de todos los estudiantes y adultos. Trata de apoyar a los centros escolares para que sean más responsables ante
la diversidad de su alumnado, sea en razón a sus orígenes, intereses, experiencias, conocimiento, capacidades o cualquier otra (Ainscow y Both, 2011).
La investigación inició con la necesidad de conocer cómo el director influía en la actitud de los docentes ante la inclusión educativa, conocer si realmente los docentes se sentían guiados y acompañados en el proceso de enseñanza-aprendizaje de los estudiantes con BAP, y si están conscientes del enfoque de educación inclusiva. La investigación mostró que hay mucho campo de trabajo en el aspecto del conocimiento sobre la inclusión y las BAP.
La propuesta actual es que cada institución desarrolle sesiones con el equipo de trabajo donde se transmita la información y el conocimiento que se tiene de los conceptos de inclusión y BAP, se dé un apoyo educativo en conjunto de un departamento psicopedagógico que proponga estrategias educativas enfocadas a los grupos escolares que integran estudiantes con BAP. Se pueden aprovechar las sesiones de los Consejos Técnicos Escolares y las fichas para las buenas prácticas que propone la Nueva Escuela Mexicana en el aspecto de inclusión, donde también se abran espacios de diálogo para que los docentes expresen sus experiencias.
Otra recomendación es implementar la figura de los estudiantes “ángeles custodios” que ayudan a sus compañeros con BAP a realizar las diferentes actividades y ejercicios, para favorecer el aprendizaje de las materias cursadas.
Anderson (2010) nos describe la influencia de un buen líder, que con su presencia crítica no solo debe iniciar y estimular un cambio en el sistema. Sino
también para sostener el cambio y sus efectos sobre el comportamiento y resultado del mismo.
Los directivos institucionales deben impulsar el adecuado acompañamiento de estudiantes que presenten BAP, fungir como el motor de arranque que motive a los docentes en la integración de estos al interior de la aulas y en las actividades que el colegio realiza como parte del proceso educativo.
Finalmente, con esta investigación se espera haber aportado información que contribuya al desarrollo y motivación de nuevas investigaciones que nos brindan a tener más estrategias educativas que permitan implementar o desarrollar en el aula para acercarnos cada vez más a ser una sociedad inclusiva. Creando conciencia en los líderes directivos de la importancia de su acompañamiento y apoyo a los docentes para que la escuela a su cargo logre consolidar una inclusión efectiva.
CONSTRUYENDO UN ENTORNO
SEGURO Y SALUDABLE
MI EXPERIENCIA EN LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA Y LA SALUD MENTAL EN MI
COMUNIDAD LASALLISTA.
Lic. Daniela María Pacheco Ruiz
Mejora Continua y Agente de Protección
La Salle Ciudad Obregón
En la vivencia lasallista he recibido misiones muy específicas de servicio a la comunidad educativa, todas y cada una de ellas han significado una gran responsabilidad y en ocasiones retos personales que implican nuevos aprendizajes, nuevas formas y caminos de acompañamiento para dar lo mejor de mi persona con el propósito de trascender en este camino.
Cuando conocí el programa de comunidad segura y fui invitada a colaborar en esta importante acción de protección acepté sin conocer a profundidad lo que significaba pero con la confianza de que sería formada y guiada de la mano de Dios.
Trabajar en la prevención de la violencia y en la promoción de la salud mental dentro de mi comunidad educativa lasallista ha sido una de las experiencias más enriquecedoras y desafiantes de mi vida, tanto a nivel profesional como personal. Desde el inicio, supe que abordar estos temas era un reto complejo, pero también una oportunidad para generar un impacto real y positivo en la vida de los demás. No se trata solo de un proyecto o una responsabilidad institucional; ha sido una misión personal, un compromiso constante con el bienestar de los demás y con la construcción de un entorno en el que todos puedan sentirse seguros, escuchados y comprendidos; un llamado a ser luz en medio de la oscuridad siendo portadora de paz; una paz que se trabaja primero en el interior y reflejarla hacia afuera en signos bien sencillos como la escucha, el abrazo y el acompañamiento que todos necesitamos en algún momento.
Desde el principio, supe que abordar estos temas requería sensibilidad, paciencia y mucha empatía. La violencia y las dificultades emocionales a menudo son síntomas de problemas más profundos: dinámicas familiares complejas, falta de redes de apoyo, experiencias traumáticas o simplemente el peso de las exigencias académicas y sociales. Comprendí que antes de ofrecer soluciones, tenía que aprender a escuchar, escuchar de verdad, con los oídos del corazón; ¡Con el alma!, pues detrás de cada conducta agresiva o de cada señal de malestar emocional hay una historia que merece ser comprendida. De ahí que las conductas violentas, por su parte, son un fenómeno complejo que va más allá de los actos físicos o verbales. La raíz muchas veces está en la falta de comunicación, en las dinámicas de poder desiguales o en la ausencia de herramientas emocionales para resolver conflictos de manera pacífica. La prevención no consiste solo en intervenir cuando el problema ya existe, sino en transformar las dinámicas que lo originan.
En La Salle Ciudad Obregón buscamos trabajar en el fortalecimiento de programas de mediación, con un enfoque socioemocional, donde los propios estudiantes y colaboradores aprendan a resolver conflictos de manera pacífica mediante campañas de sensibilización sobre el acoso escolar, el respeto a la diversidad y la resolución de conflictos en un diálogo respetuoso.
Estoy convencida que la paz no es solo la ausencia de conflicto, sino la capacidad de construir relaciones basadas en el respeto y la empatía, es una difícil tarea, pero cuando lo interiorizo como una misión me doy cuenta que en pocas palabras este desafío implica transformar desde el corazón, aprendiendo cada día a ser paciente, a escuchar sin juzgar y a comprender que cada persona lleva consigo una historia compleja que merece ser respetada y que el verdadero cambio no se logra mediante grandes discursos o acciones espectaculares, sino a través de los pequeños gestos cotidianos: una palabra de aliento, una mano extendida, una mirada de comprensión.
La prevención de la violencia y la promoción de la salud mental son procesos continuos, que requieren trabajo constante y compromiso genuino. Pero ver el impacto positivo en la vida de los demás, en la forma en que los estudiantes se relacionan y en el ambiente general de la comunidad, es la mejor recompensa que podría haber imaginado.
Sé que el camino aún es largo y que habrá nuevos desafíos, pero también sé que cada paso que damos hacia la construcción de una comunidad más sana y pacífica vale la pena. Porque cuando cuidamos de la mente y el corazón de quienes nos rodean, estamos sembrando las bases para un futuro más humano.
LA EXPERIENCIA MISIONERA EN LA PRIMARIA LA SALLE MATAMOROS
Mtra. Wendy Yazmín Castro Limas
Coordinadora de Primaria
La Salle Matamoros
Este año, los estudiantes de primaria de La Salle Matamoros vivieron una experiencia única y transformadora al participar en una iniciativa a favor de las misiones globales lasallistas. Con gran entusiasmo y amor, dirigieron su apoyo a una escuela del Proyecto Fratelli en Líbano, donde niños refugiados encuentran un espacio de esperanza y aprendizaje. Movidos por la solidaridad y el deseo de brindar un rayo de luz en medio de la adversidad, nuestros alumnos tomaron papel y lápiz para escribir cartas a los misioneros y niños de aquel lejano país.
El objetivo de esta iniciativa era sensibilizar a nuestros pequeños sobre la realidad que enfrentan otros niños en el mundo y, al mismo tiempo, ofrecerles la oportunidad de ser mensajeros de paz, esperanza y fraternidad. Con cada palabra escrita, con cada dibujo lleno de color y ternura, nuestros alumnos reflejaron el amor que nos une como comunidad lasallista. No fue solo un ejercicio escolar; fue una expresión genuina de compasión, una oportunidad de tocar corazones a miles de kilómetros de distancia.
Al principio, la idea era compartir digitalmente las cartas, esperando que, a través de una pantalla, los niños y misioneros en Líbano sintieran el respaldo y cariño de sus hermanos mexicanos. Pero Dios tenía planes más grandes. Con fe y providencia, las cartas comenzaron un viaje extraordinario: partieron de Matamoros a Monterrey, luego a la Ciudad de México, después cruzaron el océano hasta Roma y, finalmente, llegaron a Líbano. Cada escala de este trayecto fue seguida con emoción por nuestros alumnos, quienes imaginaban la llegada de sus mensajes y soñaban con el momento en que sus palabras pudieran ser leídas. La espera estuvo llena de expectación y esperanza. Pasaron los días sin recibir noticias hasta que, finalmente, un correo cambió todo. En él, un video conmovedor nos mostraba a los misioneros en Líbano agradeciendo con sonrisas y gestos de alegría las cartas recibidas. Fue un instante mágico, un puente de fraternidad sostenido por la fe y el amor. Sin ser plenamente conscientes de ello, nuestros pequeños lograron abrazar con fuerza y confianza a sus hermanos en la distancia, demostrando que el amor trasciende cualquier frontera.
Hoy, los niños, sus familias y todos los colaboradores de nuestra primaria han cambiado su mirada sobre la misión. Ahora la ven con los ojos de aquellos que entregan su vida en el servicio, con la mirada de los misioneros que encontraron consuelo en sus palabras. Nos hemos unido en espíritu con ellos y, sin duda, hemos sentido la presencia de Dios en cada paso de este camino. Este proyecto no habría sido posible sin la generosidad y disposición de muchas personas. Un agradecimiento especial a todos aquellos que llevaron con alegría estas cartas en sus maletas, en especial a la maestra Jessy Castro, quien con su entrega y amor inició este hermoso trayecto. Que la misión nos siga uniendo y nunca olvidemos que en La Salle formamos corazones y mentes para transformar el mundo. Sigamos dejando huella con cada acción, con cada palabra, con cada acto de amor, de servicio y caridad.
EN MEMORIA DE NUESTRO QUERIDO
AMIGO
DAVID NOEL RAMÍREZ PADILLA
El 28 de enero del presente año, nuestro querido amigo David Noel cerró los ojos a este espacio temporal y, dócil a la inspiración de Dios, los abrió para contemplar la justicia divina al ser arropado por la plenitud del amor en la vida eterna. A infinidad de gente en distintos ámbitos de la vida social y eclesial ha dejado un mensaje clarísimo: el débito social de cada individuo significa que nuestra vida tiene sentido únicamente cuando trasciende en los demás para que, a su vez, trasciendan. También, muchos dentro de la comunidad lasallista hemos tenido la dicha de descubrir en David una sabiduría que nace de la experiencia y, especialmente, del amor que emana del corazón. Así pues, en homenaje a David Noel, presentamos un mensaje suyo dirigido a la comunidad educativa de La Salle Francés de La Laguna, seguido de cuatro testimonios que evocan encuentros significativos con su persona. Con la certeza de su descanso, continuemos disfrutando de la vida como regalo de Dios, comprendiéndola, tal cual decía David Noel, como una gran carrera de obstáculos en la que la adversidad es la mejor amiga para crecer.
HIPOTECA SOCIAL
Mtro. David Noel Ramírez Padilla. Rector Emérito del Tecnológico de Monterrey. QEPD
Hace más de 60 años tuve la bendición de iniciar mis estudios de preparatoria en esta gran institución “Instituto Francés de la Laguna”, después de estudiar mi primaria y secundaria en otro gran colegio lasallista “Miguel de Bolonia” en San Juan de los Lagos, Jalisco, ambos colegios permeados de la filosofía educativa de San Juan Bautista de La Salle, gracias a esta filosofía adquirí mi compromiso social por la comunidad, especialmente con los más vulnerables; al paso del tiempo he tratado de vivir dicho compromiso y que hace algunos años, en el 2012, culminó con la publicación del libro “Hipoteca Social” , el cual ha tenido una gran
influencia en muchos líderes en lo referente a lo importante que es el pago de dicha hipoteca para con la sociedad de tal forma que nos debe quedar claro a todos que el cumplir este compromiso no es una opción, es una obligación.
El concepto de hipoteca social conlleva que todos internalicemos que los dones que hemos recibido gratuitamente de Dios: el don de la vida, la inteligencia, la creatividad, la capacidad de asumir riesgos, etcétera, no solamente debemos utilizarlos para usufructo personal, tenemos que ponerlos también al servicio de los demás. Las premisas en las que se fundamenta la obligación ética de pagar cada uno de nosotros nuestra hipoteca social son: primero, el destino universal de los bienes, lo cual implica que estos bienes no pueden ser solo para unos cuantos, tienen que beneficiar a todos, porque todos tienen derecho a verse beneficiados por ellos; segundo, el bien común debe tener primacía, respecto al bien personal, actitud difícil de respetar, ante el entorno egoísta en el que muchos nos desenvolvemos. Estos fundamentos éticos nos demandan cumplir con nuestra responsabilidad social ante un México muy lastimado por varias heridas, como lo son: la impunidad, la corrupción, la pobreza, el desempleo, la desigualdad social, la inseguridad, la violencia y, últimamente, la pandemia por la que atravesamos.
Para comprometernos con el pago de nuestra hipoteca social necesitamos: primero, colocar en su justo lugar el valor de la fraternidad, recordemos que fueron tres valores los que detonaron la revolución francesa: libertad, igualdad y fraternidad, en las últimas décadas se ha hablado mucho y se promueve la libertad, también hay quienes fuertemente abogan por la igualdad, sin embargo prácticamente es nula la promoción que se ha hecho al valor de la fraternidad, lo cual implica ver a los demás como hermanos, no como un objeto o parte de un engranaje, al no verlos como hermanos, especialmente a los más vulnerables, difícilmente nos comprometemos con ellos; segundo, necesitamos colocar correctamente el valor del dinero, porque desgraciadamente hoy ante un profundo materialismo lo hemos colocado arriba de Dios y de la vida humana, y nos hemos dedicado a amontonar, acumular y atesorar bienes materiales y se nos olvida que somos administradores de lo que tenemos y no dueños absolutos, ninguno de nosotros hemos participado en un funeral donde el fallecido sea enterrado con todos sus bienes; y tercero, tenemos que liberarnos de la cultura individualista, que cada día impera en nuestra sociedad, donde no nos preocupa ni nos interesa para nada el bien común, provocando una gran indiferencia ante los retos por los que atraviesan nuestras comunidades, esta actitud nos lleva a ignorar nuestra responsabilidad social.
Todos estamos obligados a pagar nuestra hipoteca social, a continuación, presentamos para cada uno de los diferentes actores de la sociedad un breve ejemplo:
• Gobernantes: que administren de manera transparente los recursos del pueblo, que renuncien a cualquier acto de corrupción.
• Políticos: que eliminen de su forma de ser la mentira, la calumnia y la
difamación. Que elijan como candidatos a quienes tengan el perfil adecuado para el puesto.
• Empresarios: que se involucren para solucionar los retos por los que atraviesan las comunidades donde están operando.
• Líderes de ONG´s: que cumplan con la misión para la cual fueron creadas sus organizaciones.
• Universidades y escuelas (ULSA Laguna, Francés de La Laguna): que formen en sus estudiantes el compromiso social, de tal forma que ellos internalicen que el pago de la hipoteca social no es una opción, es una obligación.
• Intelectuales: que utilicen sus textos y participaciones para promover la responsabilidad social de todo.
• Iglesias (Diócesis de Torreón y Gómez Palacio): que evangelicen y hagan hincapié en todos sus seguidores, que lo importante es la responsabilidad social para con los menos favorecidos, y de ninguna manera los ritos o ceremonias religiosas.
• Las familias: los padres e hijos deben participar en algún proyecto social en su comunidad.
• Medios de comunicación: que den a conocer la labor de las diferentes organizaciones que apoyan a los demás en su comunidad respectiva.
• Personas de escasos recursos: que renuncien al existencialismo, porque solo perpetúa su pobreza.
Como vemos, nuestro país y nuestras respectivas comunidades tendrían un rostro menos lastimado, si cada uno de nosotros asumiera el compromiso de que “el saber es para servir”. Lo importante es entender que es ético tener un patrimonio digno a través de los dones que hemos recibido, pero no es ético enfocarlos exclusivamente a esta misión, tenemos que ponerlos también al servicio de los más frágiles y vulnerables.
Recordemos que la región lagunera no es una suma de kilómetros cuadrados, es donde descansan nuestros antepasados, donde vivimos actualmente junto con nuestros hijos y donde vivirán los hijos de ellos, por ello, todo lo que hagamos por vivir día tras día cumpliendo nuestro compromiso de pagar nuestra hipoteca social, nos llevará a vivir una hermosa primavera en nuestra región y a cosechar muchos frutos a través de un fecundo otoño. Los invito a que seamos detonadores de esta primavera y ese otoño.
DAVID NOEL RAMÍREZ Y EL FRANCÉS DE LA LAGUNA
Hno. Julián Roberto Martínez Sánchez FSC Director de La Salle Francés de La Laguna
Conocí muy bien a David Noel, no puedo presumir que fui su amigo, me hubiera gustado ser uno de tantos amigos que tuvo. Desde que era escolástico escuchaba hablar de David Noel, aunque más por su apodo, con cariño y respeto; éramos casi contemporáneos, él estudiando en el Tec, nosotros en UdeM. Cuando fui director en San Juan de los Lagos, con frecuencia nos visitaba en comunidad y en conferencias a los padres de familia. Pero lo que nunca faltaba era verlo en misa de 7:00 pm haciendo las lecturas, acolitando o las dos cosas. Posteriormente cuando estuve en el CESLAS, a don Víctor Bertrand y a un servidor nos gustaba ir los domingos a misa a las 7:00 am. Invariablemente, salvo cuando andaba de viaje, David Noel hacía una lectura y acolitaba en la parroquia de Fátima, en San Pedro Garza García, N.L. Al concluir la misa se acercaba a saludarnos, especialmente a don Víctor, a quien le tenía un especial cariño (y de quien recibió mucho apoyo); por él ingresó a La Salle Francés de La Laguna y terminando con excelencia su bachillerato pudo con ayuda del H. Víctor ingresar al Tec. En La Laguna dejó muchos amigos, con frecuencia salía en las pláticas de exalumnos viejos. Hay tantos recuerdos que podría narrar de los encuentros con David Noel; sin embargo, concluyo diciendo: ¡DAVID NOEL RAMÍREZ PADILLA FUE UN HOMBRE CONGRUENTE, CRISTIANO AUTÉNTICO! Descanse en paz.
NUESTRA SEÑORA DE SAN JUAN
Consuelo Bañuelos Lozano Miembro del Consejo de Asociación y Misión Educativa Lasallista
Hace mucho, cuando todavía no había WhatsApp, recibí una llamada inesperada, “soy David Noel”, yo por supuesto sabía de quién se trataba. “A sus órdenes” le respondí. Me contó que una persona que trabajaba con él tenía a su hijo privado de la libertad en uno de los penales que yo frecuentaba; me pedía apoyo para ese muchacho. El hecho de que me estuviera llamando para eso, me pareció un gesto humanísimo; claro, en lo que pude, ayudé a ese chico.
Muchas veces me topaba con David Noel, hablábamos de los penales, de otros apostolados y del gran cariño que sentíamos por nuestra iglesia. Cuando dejó de ser rector del Tec, se involucró más en las actividades de la sociedad civil, así que me lo encontraba más, coincidíamos más, había una confianza especial. Siempre nos tomábamos la obligada foto que yo subiría a las redes. Viendo esos posts, el Hermano David García, cuando era director del Colegio La Salle Miguel de Bolonia, me dijo: “sé que eres amiga de David Noel, él es de San Juan de los Lagos y me gustaría mucho que viniera al colegio para hablarles a los papás”; en ese mismo instante le llamé al sanjuanense y me dijo, “claro que voy, dile a mi tocayo que me marque”. Así era siempre, siempre decía sí cuando se trataba de hacer algo bueno.
David Noel y yo compartíamos la bellísima devoción por la Virgen de San Juan. Un día platicando de esa coincidencia me presumió que en el interior de su saco llevaba siempre en una bolsita de tela con el “escapulario” (el fondito que lleva en el interior del vestido la imagen de la Virgen). Me quedé con la boca abierta, me imaginé que por su cercanía al Santuario, él tenía esa valiosísima prenda que lo acompañaba a todos lados.
Hace poco, cuando cumplí 60 años, el Hermano Pepe de la Torre, también originario de San Juan, me hizo uno de los mejores regalos de cumpleaños que he recibido, sí, me regaló un fondito de la Virgen, lo llevo conmigo a todas partes y cada vez que lo veo que son varias veces al día, recuerdo a David Noel. QEPD.
UN ENCUENTRO CON LA GRANDEZA DE UN MAESTRO
Dra. Gabriela del Carmen Vázquez de los Santos La Salle Monclova
La primera vez que vi al Mtro. David Noel Ramírez Padilla fue en una conferencia que impartió cuando yo trabajaba en el Tec campus Saltillo. Había escuchado de él, de su trayectoria como profesor y de su incansable labor por la educación y la formación de líderes con sentido humano. Aquella tarde, en un auditorio lleno, comprendí que no era solo un académico destacado, sino un verdadero formador de personas. Al final de la conferencia, me acerqué para hacerle una pregunta sobre cómo enfrentar los retos éticos en la vida profesional. Él, con su característica calidez, no solo respondió a mi inquietud, sino que me dedicó unos minutos adicionales para conversar sobre mis aspiraciones. Me miró fijamente y me dijo: “El éxito no es solo cuestión de talento o esfuerzo, sino de servir a los demás con integridad y pasión”. Sus palabras, tan sencillas pero profundas, resonaron en mí de una manera inesperada. Posterior a ese encuentro, en una situación laboral complicada, recordé su consejo. Su enseñanza me dio la claridad para optar por la honestidad y el servicio, comprendiendo que la verdadera grandeza no está en lo que uno acumula, sino en lo que aporta a los demás. Hoy, más que nunca, reafirmo su enseñanza y procuro honrar su memoria con cada acción basada en el servicio y la integridad. Su vida fue testimonio de que la educación es un acto de amor y que el liderazgo debe ejercerse con valores.
HACKEO,
ESTAFA
Y
UNA LECCIÓN DE GENEROSIDAD: LA HISTORIA DE UN DÍA INESPERADO
Mtro. Julio C. Chapa Martell
Coordinación Distrital de Preparatoria y Mejora Continua
Coordinación Central
Era un día cualquiera de calidez otoñal. Alistándome para trasladarme a mi oficina de Pastoral Universitaria en Monterrey, de pronto, la llamada de un gran amigo, extraordinario biblista, el Padre Carlos Junco. Al saludarlo con entusiasmo, noté en su voz cierta preocupación: “Revisa tu correo electrónico, me parece que han hackeado tu cuenta”. Me quedé helado ante la vil vulneración de mis asuntos personales. Arranqué el coche de forma despavorida teniendo la sensación de lentitud ante el desaforado desplazamiento, aunque
sí, con mucha precaución al volante. Apenas saludé a mi asistente al ingresar al despacho y sin más, encendí la computadora, accedí a mi correo y cuál fue mi sorpresa al observar que todo se encontraba vulnerado con caracteres del alfabeto árabe y sin poder controlar nada de los comandos de la cuenta de e-mail.
Luego, infinidad de mensajes en el celular y algunas llamadas de conocidos expresando angustia sobre mi paradero. Más me asusté. Sin embargo, entendí que el hacker al apoderarse de mi cuenta de correo electrónico adoptó mi identidad para doblegar a mis contactos, tras una novela inventada y hasta con un español castellanizado. Decía algo, más o menos así: “Hola. Estoy en el Reino Unido. He perdido mi carné de identidad y el bolso. No tengo forma de volver a México y he ido a la embajada mexicana para pedir ayuda. Ahora me dirijo a ti para que me ayudes con 1.500 libras esterlinas para poder regresar. Si podéis ayudarme, enviadme un mensaje a este correo”. Claro que, al leer detenidamente el mensaje, era evidente que se trataba de una estafa. Junto con mi asistente y desde su cuenta de correo, hice el experimento de responder el mensaje que igualmente le había llegado. La respuesta inmediata y en automático dirigía instrucciones para transferir el monto a una cuenta de Western Union. Habiendo aclarado la cuestión, avisando a mis conocidos y amigos de evitar caer en la trampa tendida, el día transcurrió de manera apacible, en santa paz. A las 7 pm vuelvo a recibir una llamada sorpresiva de alguien no recurrente en la comunicación, pero siempre atento a mi persona. Era David Noel, en aquel entonces rector del Tec de Monterrey. Con mucha insistencia me preguntó: “¿Dónde estás?, ¿cómo estás?” Respondí: “saliendo de mi oficina David, qué gusto escucharte”. Desconcertado, David volvió a preguntar: “¿estás en Monterrey?” Y sin esperar confirmarle mi ubicación real, en un tono dramático y con palabras atropelladas me expresó: “¡Caray! Recibí un correo tuyo que me alarmó, por lo que inmediatamente realicé una transferencia bancaria de 1.500 libras a la cuenta indicada. Pero en estos momentos, me estoy percatando de que he sido víctima de un fraude. ¡Por ser tan impulsivo, no me detuve a leer bien el mensaje y me confundí! ¡Pensé que eras tú!”. En segundos guardé silencio, luego emití: “Querido David, lo único que reconozco aquí es tu aprecio a mi persona y el gran sentido de solidaridad. Estoy apenado con todo esto y más ahora al saber que has perdido dinero tras este engaño”.
Me interrumpió: “No importa el dinero, no perdí nada. Lo que realmente me importa es que estés bien y que siempre podrás contar conmigo”. ¡Qué gran enseñanza de desprendimiento! ¡Grande eres David Noel! Pasaron dos meses y encontré a David en una comida; con júbilo me compartió: “¡Recuperé el dinero! No sabía que mi cuenta bancaria contaba con un seguro contra fraudes. No ha pasado nada”. Qué grande eres David.
REUNIÓN DE DIRECTORAS, DIRECTORES Y RECTORES
REUNIÓN DE RESPONSABLES DE DEPORTES, ARTE Y CULTURA
REUNIÓN DE DPTOS. PSICOPEDAGÓGICOS
REUNIÓN DE AGENTES DE PROTECCIÓN
TALLER DE LIDERAZGO SEGLAR
MÓDULO 5 DIPLOMADO AGAL G8
UNIVERSITARIOS CON
ESPERANZA
Y COMPROMISO
Silvano Campos Delgadillo FSC
Bobby Ángulo FSC
El pasado jueves 13 de marzo de 2025, en el marco de las visitas de acompañamiento vocacional, la Universidad La Salle Victoria fue el escenario de un diálogo valioso con líderes estudiantiles de distintos grupos universitarios: Indivisa Manent, el Consejo General de Alumnos y el Grupo Estudiantil EconómicoAdministrativo. En esta conversación, los jóvenes compartieron sus experiencias, desafíos y aspiraciones como agentes de cambio dentro de su comunidad universitaria.
Uno de los puntos más destacados fue el impacto del liderazgo en su desarrollo personal. Los estudiantes coincidieron en que ser líderes les ha permitido desarrollar un fuerte sentido de responsabilidad y organización. Además, han aprendido a aceptar críticas constructivas, viéndolas como oportunidades para mejorar sus actividades y fortalecer sus proyectos.
Desde una perspectiva personal, los jóvenes resaltaron que el liderazgo les ha brindado la oportunidad de explotar sus capacidades y reconocieron que este camino los está formando de manera integral. También destacaron el valor del trabajo en equipo y el acceso a herramientas que les facilitan la gestión de sus actividades.
A lo largo del diálogo, se identificaron varios desafíos que desde su visión y reflexión enfrenta la comunidad universitaria en la actualidad. Uno de los principales retos es lograr que más estudiantes se interesen y se involucren en las iniciativas que se proponen. La falta de sentido de pertenencia en algunos y la desconexión con la identidad institucional son obstáculos importantes que ellos desean sanar a través de diversas actividades.
Además, mencionaron la dificultad de captar la atención de sus compañeros y hacer que se comprometan con los proyectos. Otro desafío clave es la obtención de recursos económicos para llevar a cabo sus iniciativas. También se reflexionó sobre el ego como un factor que, en ocasiones, impide la colaboración efectiva y el avance de las propuestas estudiantiles.
Para fortalecer la unidad entre los distintos grupos estudiantiles, los jóvenes propusieron acciones concretas. En primer lugar, enfatizaron la importancia de conocer mutuamente las tareas y funciones de cada equipo para generar sinergia y evitar esfuerzos aislados. También sugirieron la realización de reuniones periódicas para socializar proyectos y establecer estrategias conjuntas que permitan optimizar recursos y potenciar el impacto de sus acciones.
El diálogo concluyó con un mensaje basado en los valores de la espiritualidad lasallista: fe y celo, como aquellos elementos esenciales del carisma que nos llevan a creer en Dios, en su buena voluntad y en su deseo de que nos unamos a la construcción de una nueva humanidad, más justa y fraterna.
En el marco del Jubileo de la Esperanza, se invitó a los líderes a no desanimarse, a seguir adelante con pasión y a recordar que su trabajo es esencial para la construcción de una comunidad universitaria más unida y comprometida.
Este encuentro reafirmó la importancia del liderazgo estudiantil y dejó en claro que, con esfuerzo, colaboración y esperanza, es posible transformar la universidad en un espacio donde la participación y el sentido de pertenencia florezcan.
LEVADURA1: ¿DÓNDE ESTÁN NUESTRAS PERIFERIAS?
Mtro. Julio C. Chapa Martell
Coordinación Distrital de Preparatoria y Mejora Continua
Coordinación Central
Contexto bíblico.
«Cuando Jesús oyó que Juan había sido encarcelado, se retiró a Galilea. No se quedó en Nazaret, sino que fue a vivir a Cafarnaúm, a orillas del lago, en la frontera entre Zabulón y Neftalí. Así se cumplió lo que había dicho el profeta Isaías: “Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, en el camino hacia el mar, a la otra orilla del Jordán, Galilea, tierra de paganos, escuchen: La gente que vivía en la oscuridad ha visto una luz muy grande; una luz ha brillado para los que viven en lugares de sombras de muerte”» (Mt 4,12-16).
Es elocuente que el inicio de la predicación de Jesús comience en las periferias, en la llamada tradicionalmente Galilea de los Gentiles. Uno de los presupuestos por el cual tal región norteña sería trastocada en su realidad para posteriormente recibir la etiqueta de pagana como un adjetivo peyorativo, consiste en un primer momento a su privilegiada ubicación geográfica que comunicaba el tránsito comercial de norte a sur, de Siria hasta Egipto a través del Mar Mediterráneo. En un segundo momento, los llanos circundantes al lago de Galilea propiciaban la producción de cereales y frutas, además de la abundancia en la pesca. Tales circunstancias son razones muy notables por las que Galilea se convertía en un importante centro exportador en los diversos territorios del medio oriente gozando de una economía próspera, solo superada por Jerusalén (Díez, 1972). Esta situación la convirtió en un objetivo codiciado por naciones vecinas, particularmente por Siria. Seguidamente, la separación de la monarquía israelita en dos reinos y con ello, la separación de las tribus de Israel (reino de Judá o del Sur y reino de Israel, o también conocido como reino de Efraín, Samaria o del Norte) en el año 930 a.C., ubicó a Galilea en la parte norte junto con su capital Samaria. Un suceso posterior a la división del reino fue la guerra siro efraimita alrededor del siglo VIII a.C., en el que se vivía bajo el asedio del Imperio Asirio situado al norte de Mesopotamia (hoy región de Turquía). En esta contienda bélica bajo las amenazas asirias, el reinado del Norte o también conocido como Reino de Efraín por ser la tribu principal del consorcio monárquico del Norte, conformó una alianza con Siria con el propósito de hacerle frente al mencionado imperio, solicitando al reinado de Judá (del Sur) unirse a esta coalición defensiva. El rey Ajaz (del reinado del Sur o de Judá) se negó a formar parte y, en consecuencia, tanto Damasco (Siria) como el reinado del Norte, pretendieron remover al rey de Judá, provocando en el monarca caer en la tentación de aliarse con el emperador asirio Teglatfalasar tras la insistencia del profeta Isaías: «Quédate tranquilo, no tengas miedo, y que tu corazón no te falle al ver ese par de tizones humeantes. Es cierto que Aram, Efraím y el hijo de Romelía han resuelto acabar contigo, y han dicho: “Subamos contra Judá, metámosle miedo, apoderémonos de ella y pongamos allí por rey al hijo de Tabeel”. Pero así habla el Señor Yavéh: “Esto no se cumplirá ni pasará jamás”» (Is 7,4.5b-7). Sin embargo, el rey Ajaz no escuchó la voz del profeta, haciendo caso omiso a la palabra de Dios; finalmente, estableció una coalición con el
emperador asirio para derrocar a Damasco y al reinado de Efraín. Mencionada circunstancia histórica es notable, ya que la intervención asiria para defender al reinado de Judá derivó en la conquista al reino de Israel (y el de Damasco), la expulsión de muchos israelitas de la región del norte y la mezcla de razas entre israelitas y oriundos de otros países (fenicios, sirios, árabes). Otra consecuencia relevante de este episodio es el sometimiento del rey Ajaz a fin de pagar tributo al emperador asirio, comprometiendo la soberanía de Judá y sus bienes materiales.
Tras la conquista del imperio asirio en la región del norte, incluyendo Galilea, se produjo una alteración en la pureza racial de los israelitas y se impuso la veneración de divinidades extranjeras, lo que afectó negativamente la identidad de sus habitantes. De aquí, el surgimiento del rechazo y odio de los judíos hacia los llamados samaritanos, sin duda alguna, también hacia los galileos cuya provincia había quedado en desolación. Posteriormente, en el siglo I a.C. sucedería una recolonización judía en Galilea por parte de los reyes sacerdotes de Jerusalén, en la que los israelitas galileos adoptaron la tradición judaica. Luego, el sometimiento de la región galilea por parte del imperio romano con la intención de tenerla bajo control ante las amenazas israelitas de raíces judías y samaritanas de emanciparse para establecerse como un país independiente. Por ello, en tiempos de Jesús, Galilea era considerada como un punto conflictivo ante un posible levantamiento nacionalista (Pikaza, 2023).
El contexto al que se alude revela la voluntad de la inspiración divina que guio a José, quien, al regresar de Egipto, tomó al niño y a su madre con el propósito de establecerse en Galilea (cf. Mt 2,19-23). Esto no solo explica por qué Jesús eligió la región del norte para iniciar su ministerio público, sino que también arroja luz sobre su presencia en Tiro y Sidón (cf. Mc 7,24-37), sobre la parábola del samaritano compasivo (cf. Lc 10,30-37) y el emotivo encuentro con la mujer samaritana (cf. Jn 4,1-30). En pocas palabras, el norte de Israel representaba las periferias ofuscadas por el asedio del poder, la incertidumbre, la diversidad cultural y religiosa. Significaba un lugar de encuentro con la diversidad humana y a partir de allí llevar su mensaje más allá de las fronteras de Israel.
La Iglesia en salida hacia las periferias
La Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium del Papa Francisco publicada en el año 2013, apenas unos meses después de haber sido elegido pontífice, presenta las intenciones del programa pastoral del Santo Padre: estimular y animar la acción de la Iglesia como comunidad misionera y evangelizadora, incentivando la fidelidad a las orientaciones y directrices del Concilio Vaticano II. Dicho de otro modo, la intencionalidad pretendida consiste en provocar en laicos, religiosos, religiosas, y en ministros ordenados un nuevo impulso evangelizador en consonancia fiel con la esencia del Evangelio: «Y el Verbo se hizo carne, puso su tienda entre nosotros» (Jn 1,14). Al examinar la conciencia en torno al ser y quehacer de la Iglesia bajo la iluminación de las verba et gesta de Jesús, se cae en la cuenta de que por mucho tiempo el enfoque primordial de las comunidades eclesiales (parroquias, capillas, escuelas católicas, etc.) ha sido su obediencia a lo sagrado a través de la observancia consciente de las normas rituales que son reconocidas como legítimas para la práctica del culto religioso. De este modo, la conciencia cristiana se ha sostenido en «el mantenimiento y permanencia de la moral religiosa que implica la práctica “de ciertas actividades que se realizan de modo consciente, sin forzosamente tomarlas como actos de fe, sino como una simple actividad que puede repercutir en sentimientos de pertenencia, agrupamiento de tiempo libre o aliciente del ajetreo cotidiano”» (Gutiérrez, 2005, p.632, citado por Ortega y Villamarín, 2012, p. 269). Así lo había advertido Jorge Mario Bergoglio que, al ser elegido Papa por el colegio cardenalicio y al emitirse la pregunta sobre el nombre que utilizaría en su nuevo ministerio, opta por ser llamado Francisco y de este modo emular la experiencia
mística del Hermano de Asís quien, contemplando la imagen de Cristo crucificado en el templo de San Damián, escucha la voz de Jesús, repara mi Iglesia, ¿no ves que se derrumba?
En consecuencia y tras su elección, el Papa publica tan poderosa exhortación refiriendo en ella la expresión Iglesia en salida hacia el rumbo de las periferias: «Cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor le pide, pero todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio» (EG, n.20). Pero ¿a cuáles periferias se refiere? Inmediatamente se podría pensar en las zonas limítrofes de cualquier territorio, población o ciudad en donde se concentran los cinturones de pobreza extrema. Sin embargo, la reflexión teológica ilustra el valor fundamental del Evangelio como buena noticia al revelar la verdad antropológica: la filiación divina de todo hombre y mujer al ser adoptados como hijos de Dios y de allí, la revelación de la dignidad humana. Por ello, las periferias existenciales se entienden como las situaciones de vida que desfiguran y corrompen la verdad teológica de la naturaleza humana: afecciones y opresiones espirituales, emocionales, psicológicas, físicas, materiales, etc. La belleza del Evangelio es notable cuando los hombres y mujeres de buena voluntad se despojan de sus egos para ingresar al estado caótico de las periferias humanas y entrar en comunión con la humanidad distorsionada por su pobreza, enfermedad, confusión, debilidad, ignorancia, generando así una liberación integral que hace patente la solidaridad y compasión divinas. Dios se humaniza en Jesús, apropiándose de todo lo humano y, por ende, colocar «su tienda en la debilidad e impotencia del hombre. La reacción, entonces se hace consecuente. Alegrarse en la propia incapacidad y limitaciones es la única forma de sentirse potente. El Espíritu nos da una visión muy distinta, que nos libera del apego a la misma perfección” (López, 1994, p. 267).
Movimiento Levadura, creciendo juntos en el sueño lasallista
El liderazgo del Superior General, Hno. Armin Luistro y su Consejo General, en el marco de los 7 Caminos de Transformación, conclusiones del 46º Capítulo General, ha propuesto el Movimiento Levadura como una inspiración e itinerario con el propósito de que todos los miembros de la Familia Lasallista descubran cuáles son las periferias del contexto que envuelve a la vida de los diversos distritos, y que su misión educativa se dirija a ellas con la intención sostenida de «anunciar el Evangelio a todos, en todos los lugares, en todas las ocasiones, sin demoras, sin asco y sin miedo» (EG, n.23). El movimiento piensa en la imagen evangélica de la levadura como un elemento detonante e imperceptible, pero indispensable a fin de generar una transformación radical (Hermanos de las Escuelas Cristianas, 2022). Sin embargo, la impronta para su realización «acoge y subraya los valores
propuestos por el 46º Capítulo General: audacia profética, solidaridad, interioridad, cultura del encuentro y compromiso ecológico integral» (Hermanos de las Escuelas Cristianas, 2022, n.4). De este modo se acoge el Evangelio desde su originalidad, anunciándolo en una proyección educativa destinada a quienes sufren las consecuencias de las nuevas pobrezas padeciendo las diversas crisis existenciales que comprometen la estabilidad humana.
A causa de lo que se ha mencionado, el testimonio cristiano de todos los lasallistas es el presupuesto para la eficacia de la levadura, partiendo de la conversión pastoral de quienes son partícipes del carisma de La Salle y desde luego, de las estructuras y pedagogías ejercidas. Una afirmación muy honesta que invita a la mencionada conversión, la hace el Hno. Armin en su reciente Carta Pastoral Nuestro corazón en las periferias: Renovar la misión lasaliana con enseñanzas de los pueblos indígenas: «Aunque arraigados en nuestra historia fundacional y atentos a las necesidades emergentes de los jóvenes y los pobres, no podemos seguir repitiendo la misma fórmula de éxito documentada en muchas versiones de la Guía de las Escuelas y en los manuales modernos que han sido el cuaderno de estrategias de muchas escuelas lasalianas a lo largo de los siglos… Si nos dejamos sorprender (de la sabiduría y cultura de los pueblos originarios e indígenas), podríamos tropezarnos con una perla de gran valor que supondría revolucionar la forma en que gestionamos la escuela y, con el tiempo, desarrollar una solución eficaz a las actuales crisis educativas de nuestro mundo» (Luistro, 2024, pp. 7-8). Por lo tanto, el sistema educativo lasallista, en consonancia con el Movimiento Levadura debe conducir mediante pedagogías críticas, al análisis e interpretación del lenguaje del posmodernismo en sus variadas expresiones, a saber, hiperconsumo, culto a la imagen, ensimismamientos e insensibilidad social, ausencia democrática al no arraigar sentidos de pertenencia, mundo líquido que desprecia las estructuras sólidas de la vida; complicidades todas ellas que han atentado contra el valor de la vida digna a la que todo hombre y mujer tienen derecho. De este modo, al asumir los valores con el fin de dar vida a los Caminos de Transformación, se contrarresta todo aquello que aleja de la verdad del ser humano, revelando su naturaleza de forma esplendorosa mediante la cultura del encuentro que humaniza mutuamente. Jesús es el único modelo antropológico que, partiendo de la humildad y de lo imperceptible de su obra, transforma la totalidad de la vida humana por medio del encuentro, alteridad, compasión, cercanía.
Destinatarios de la levadura
El discurso del análisis social, económico y político siempre concluye en la misma verdad: la pobreza aumenta. Las incertidumbres en la movilidad de los mercados internacionales y nacionales, sumándose la corrupción y el vacío en el Estado de derecho provocan inestabilidades económicas que impactan negativamente en las clases media2 y baja, ocasionando nerviosismo, estrés, miedo, inseguridad, violencia, rupturas, decepción, búsquedas de paliativos momentáneos para despojarse del sentimiento de impotencia ante la cruda realidad. El contexto resultante es una imperiosa desigualdad que ha venido en detrimento de la cohesión social al mantenerse un ambiente perenne de exclusión de los sectores afectados respecto a los sistemas de desarrollo y bienestar social que el Estado debe procurar.
En esta brevísima descripción de la realidad circundante en cada una de las obras educativas del distrito, se reconocen las periferias que todo lasallista debe contemplar con espíritu de fe y celo, con el objetivo de crear e impulsar con atrevimiento profético, nuevos métodos de incidencia educativa. Si bien es cierto que en las instituciones educativas del distrito se observan clases sociales con distintos niveles adquisitivos, la clase media es el sector predominante en colegios y universidades, y el más afectado por los problemas socioeconómicos que atraviesa el país. Por tal motivo, es necesario explorar la realidad de las familias que
se integran a las comunidades educativas y de este modo, visualizar las circunstancias que rodean a cada estudiante e implementar procesos integrales de atención y acompañamiento que favorezcan la experiencia educativa. Igualmente, cada escuela debe reconocer el débito social con su entorno y, en alianza con otras instituciones de la sociedad civil, impulsar la proyección de estrategias de reconstrucción del tejido social con el objeto de salvaguardar el bienestar de todos y todas en el marco de un verdadero Estado de derecho. Como la levadura que fermenta en silencio, el compromiso con las diversas realidades que aquejan en la actualidad debe distinguir a la Misión Educativa Lasallista que se realiza en las periferias, siempre desde la inspiración de San Juan Bautista de La Salle, transformando vidas desde lo profundo.
Sin más, que en La Salle se reproduzca el Evangelio en las realidades humanas, en lo profundamente humano que es posible encontrar en las periferias de la vida. De ser así, se llegará al núcleo del Evangelio: las Bienaventuranzas como vías de consolidación del Movimiento Levadura que se refiere exactamente al Proyecto del Reino de Dios (cf. Mt 5,1-12). A través de los valores del Reino de Dios (amor, verdad, justicia, solidaridad, libertad, paz y demás) se establece la buena ventura que significa el deseo y realización del bienestar universal. Para entender cuál es la esencia y la misión de la Iglesia y, por ende, en La Salle, es necesario comprender primero que la misión de Jesús Mesías fue el Reino de Dios estableciéndolo en las periferias.
Referencias bibliográficas.
Díez Merino, L. (1972). “Galilea” en el IV Evangelio. Estudios bíblicos, vol. 31, núm. 3. Recuperado de: https://repositorio.sandamaso.es/ bitstream/123456789/5827/1/01-Galilea.pdf
Francisco (2013). Exhortación apostólica Evangelii Gaudium. Obtenido de: https://www.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/ papa-francesco_esortazione-ap_20131124_evangelii-gaudium.html
Gutiérrez, D. (2005). Multirreligiosidad en la ciudad de México. Revista Economía, Sociedad y Territorio, Vol. 5, No 19: 617 – 657
Hermanos de las Escuelas Cristianas (2022). Proyecto Levadura. Creciendo juntos en el sueño lasallista. Roma: Casa Generalicia.
López Azpitarte, E. (1994). Fundamentación de la ética cristiana. Madrid: San Pablo.
Luistro, A. (2024). Nuestro corazón en las periferias: Renovar la Misión Lasaliana con enseñanzas de los pueblos indígenas. Roma: Casa Generalicia.
Ortega, X.A. y Villamarín, F.J. (2012). Actitudes, creencias y prácticas religiosas de los trabajadores en Pasto: un estudio exploratorio. Sociedad y Economía, n. 22. Recuperado de: http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1657-63572012000100011
Pikaza, X. (2023). Dom 3 TO. Es bueno orar por la Unidad, pero hay que volver a Galilea. Religión Digital. Recuperado de: https://www.religiondigital. org/el_blog_de_x-_pikaza/Dom-TO-Unidad-cristianos-Galilea_7_2525517443.html
COMPARTAN CON MANSEDUMBRE LA ESPERANZA QUE HAY EN SUS CORAZONES
Lic. Abelardo Ortiz Cota
Coordinación Distrital de Obras de educación no formal, Comunicación y Responsabilidad Social Coordinación Central
Este fue el pasaje que Su Santidad, el Papa Francisco, utilizó para motivar su mensaje en la LIX Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. En él, invita a todos los comunicadores cristianos a ser fuentes de esperanza en estos tiempos de desinformación y polarización, propios de nuestras sociedades hiperconectadas.
En su mensaje, el Papa resalta el compromiso de los comunicadores de poner en el centro de todo esfuerzo comunicativo la responsabilidad personal y colectiva hacia el prójimo. Para ello, hace cuatro invitaciones concretas:
• Desarmar la comunicación.
• Dar razón con mansedumbre de la esperanza que hay en nosotros.
• Esperar juntos.
• No olvidar el corazón.
Desarmar la comunicación
En un mundo donde la comunicación a menudo genera miedo, división y odio, es esencial “desarmarla”; es decir, purificarla de agresividad y manipulaciones. La verdadera comunicación debe ser un medio para construir esperanza, entendimiento y unidad. Debemos crear espacios y plataformas para encontrarnos como hermanos, conscientes de la diversidad que nos hace únicos, pero evitando que esta diversidad se convierta en motivo de confrontación.
Es un desafío, pero como cristianos debemos recordar que la esperanza no es una opción, sino una virtud fundamental que transforma nuestras vidas. Como enseñó Benedicto XVI, la esperanza no es un optimismo pasivo, sino una fuerza activa que cambia la realidad.
Ante esta invitación, como comunicadores y educadores cristianos debemos procurar que nuestra comunicación sea siempre portadora de paz, empatía y amor. Nuestro deber es reflejar el rostro de la esperanza, para que a través de ella las personas se sientan escuchadas, tomadas en cuenta y con la confianza de unir su voz a la nuestra, aun en la diversidad de creencias y opiniones.
Dar razón con mansedumbre de la esperanza que hay en nosotros
En la Primera Carta de Pedro se nos invita a ser testigos de la esperanza que tenemos en Cristo, reflejando Su amor en nuestras vidas
con delicadeza y respeto. Como comunicadores, nuestra tarea no es solo hablar de Dios, sino, a través de nuestras acciones y nuestras palabras, reflejar Su amor y ser una luz de esperanza en medio de la desesperanza, el individualismo y el descarte del ser humano, que suelen ocupar el centro de atención en los medios de comunicación.
Estamos llamados a seguir el ejemplo de Jesús, comunicando de manera cercana, empática y llena de belleza. Nuestras palabras deben abrir corazones y generar un compromiso con el bien común. No se trata de ignorar o minimizar lo malo que sucede en el mundo, sino de tener la firme convicción de que es posible transformar la realidad y de destacar a las personas, proyectos y comunidades que día a día son motivo de esperanza.
El Papa nos recuerda que nuestras palabras deben ser un faro de esperanza, sin ilusiones ni temores, sino como razones para seguir adelante con fe y contagiar esta forma de vivir a quienes nos han sido confiados.
Esperar
juntos
La esperanza siempre es un proyecto comunitario. Este tiempo de gracia nos invita a recomenzar, a dejar que Dios nos levante y nos abrace con Su misericordia, en un camino de unidad y fraternidad.
En este año, en el que celebramos el Jubileo y el Año de la Espiritualidad Lasallista, la esperanza se convierte en un mensaje de cercanía y ternura, especialmente para los marginados y los que sufren. Debemos buscar y compartir con valentía las historias de bien que muchas veces quedan ocultas entre las sombras. Estamos llamados a ser buscadores de esperanza y a comunicar con una mirada atenta y reflexiva.
Nuestra invitación es que nuestras palabras ayuden a construir comunión, reducir la indiferencia y recordar a todos que no estamos
solos, sino que caminamos juntos como comunidad, compartiendo la misión de la educación.
No olvidar el corazón
En un mundo donde la tecnología avanza rápidamente, el Papa nos exhorta a cuidar los corazones y la vida interior. Debemos dar espacio al cuidado personal, tanto físico como espiritual, porque, como dice el dicho: "de la abundancia del corazón habla la boca".
Debemos practicar una comunicación mansa, que siempre siembre esperanza, incluso cuando parezca difícil. Es necesario sanar las heridas de nuestra humanidad con palabras de confianza y amor, inspiradas en la esperanza de aquellos que luchan día a día por un futuro mejor. Esto implica encontrar maneras de respetar y cuidar el corazón de quienes reciben nuestro mensaje, sin olvidar nunca su dignidad.
El Papa nos invita a ser testigos de una comunicación que construya puentes y promueva una cultura del cuidado y la unidad. Somos miembros de una Iglesia en salida, que abre sus puertas a todos y se enriquece con la diversidad de sus miembros. Estamos llamados a ser una Iglesia de comunidades.
El mensaje de Su Santidad resuena con fuerza en la comunidad lasallista y nos recuerda la importancia de compartir todo lo bueno que somos y hacemos. Nos impulsa a buscar caminos de encuentro y a recordar que, juntos, con la gracia de Dios, podemos contar historias llenas de esperanza y escribir la historia de un futuro común.
Encuentra el mensaje del Papa aquí------------->
ESPIRITUALIDAD LASALLISTA HOY
Mtra. Adriana Bolaños Hernández Centro de Estudios Superiores La Salle
Estamos viviendo un tiempo especial, un año dedicado a profundizar en nuestra rica tradición carismática. Es una invitación que nos hace el Instituto para profundizar en la espiritualidad lasallista que es algo que nos une, que es nuestro, que nos ha sido regalado a todos los que estamos hoy aquí: es regalo y tarea por hacer. Es una invitación a redescubrir las raíces de nuestra vocación y a renovar nuestro compromiso con la misión educativa de San Juan Bautista de La Salle.
Y ¿por qué un año dedicado a la espiritualidad lasallista?
Hace dos años los delegados en el Capítulo General, decidieron dedicar el año 2025 a profundizar y compartir la espiritualidad lasallista en la Iglesia y en el mundo, con motivo de la celebración del 300 aniversario de la Bula de Aprobación (46.º CG, 2.1). La Bula es el documento por medio del cual la Iglesia reconoce legalmente al Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.
Como dice el documento del Instituto en donde nos invitan a vivir este año de la Espiritualidad, la bula más allá de su importancia legal señala algunos elementos de nuestra identidad que son relevantes porque implicaban una novedad para la Iglesia en el tiempo de La Salle. Era la primera vez que se aprobaba una asociación laical dedicada a la educación de los pobres y que, en el corazón de su proyecto, ofrecía la catequesis escolar dentro de una experiencia fraterna.
Era la primera vez en la historia de la iglesia que un documento papal se refería a los laicos como catequistas. Hasta ese momento esto había sido un ministerio reservado a los sacerdotes. Es por eso que los Hermanos Jóvenes propusieron en su II Asamblea Internacional que este año también fuera el “Año de la Catequesis”. Esto nos anima, además, a no olvidar que para nosotros como lasallistas, espiritualidad y misión son indisolubles, del mismo modo que educación y evangelización están profundamente unidos.
Adicionalmente, el 2025 en la Iglesia es un Año Jubilar. En la Biblia se narra cómo cada 50 años se decretaba un año en donde se
dejaba descansar la tierra, se perdonaban las deudas y se liberaba a los esclavos. En la actualidad cada 25 años la Iglesia celebra un Año Santo (o Jubilar) en donde el espíritu es el mismo: perdonar deudas, definir aquellos aspectos de nuestra vida en donde requerimos hacer pausas, liberarnos de aquellos aspectos que no nos permiten ser mejores personas. Como dice el Papa Francisco, el Jubileo es un tiempo de esperanza que nos invita a redescubrir la alegría del encuentro con el Señor, nos llama a la renovación espiritual y nos compromete a la transformación del mundo. Pero además el Papa añade algo muy interesante, nos dice que ese encuentro con el Señor, esa comunión plena es un llamado a la felicidad porque justamente la felicidad es la vocación del ser humano. Pero no se trata de una alegría pasajera o una satisfacción efímera que una vez que la alcanzamos nos deja insatisfechos y queremos otra cosa y otra y otra, en una espiral de avidez que nos va dejando vacíos. No, la felicidad plena se da en el amor. Empieza por la certeza de que somos amados y de que somos amados por el Amor (con mayúscula) y por tanto no seremos defraudados, porque nada ni nadie nos podrá separar de Él y Él es fiel. Y desde esa certeza que se convierte en alegría profunda es que nos convertimos en canal del amor de Dios para los demás.
Así es como estos acontecimientos: Año de la Espiritualidad, Año de la Catequesis, Año Jubilar, nos pueden ayudar a vivir un mejor año y a crecer como personas.
¿Por qué es importante vivir este Año de la Espiritualidad Lasallista?
El documento de La espiritualidad lasallista hoy (2023) señala que la espiritualidad es una dimensión de nuestra existencia que nos permite encontrarle sentido a la vida y nos ayuda a vivir de una manera específica de acuerdo con lo que creemos.
Otro documento “De la esperanza al compromiso. Comprender las vocaciones lasallistas” (2020) nos recuerda que estamos llamados a ser completamente humanos en nuestro amor y a contribuir con todo nuestro ser hacia la humanización de nuestras sociedades. La espiritualidad, vivida desde un carisma particular, nos puede ayudar a unificar nuestra vida, a entender cómo todo lo que hacemos (ya sea desde el punto de vista laboral, personal, familiar) puede tender hacia lo mismo: a que crezcamos como personas para colaborar con la humanización de nuestra sociedad.
La espiritualidad lasallista es una manera de estar en el mundo, con determinadas características. Características que seguramente se nos harán muy familiares y qué bueno que así sea, porque justamente en eso consiste nuestra espiritualidad:
El acordémonos, es decir: vivir en la presencia de Dios y buscar espacios para hacer conciencia de esa presencia. Eso nos implica descubrir las múltiples mediaciones en donde Dios nos sale al encuentro:
• en nuestros estudiantes, especialmente en los más necesitados
• en la escuela, porque es espacio de salvación… ahí está Dios… ahí somos mediación de Dios para los demás
• en las personas que nos rodean con quienes entablamos relaciones cercanas, fraternas y solidarias
• en los momentos específicos de oración, de celebración.
Espíritu de fe, esto es, confianza en los caminos de Dios. Esta confianza tiene hondas implicaciones en nuestra vida y en nuestro ser educadores porque significa:
• Creer en las personas, creer en su potencial, creer en su bondad, creer en su posibilidad de mejorar
• Creer en que nosotros como educadores somos mediadores de Dios, de su presencia y de su acción. Que a nosotros nos toca sembrar, Dios sabrá cuándo dar el crecimiento. A nosotros nos toca acompañar: ser ángeles custodios, embajadores, ministros.
En comunidad porque como lasallistas nuestra vida, nuestro trabajo, nuestra misión la vivimos Juntos y por Asociación. No es un esfuerzo en solitario; es una misión que se vive en comunidad en donde a través del diálogo, de la corresponsabilidad, del acompañamiento vamos discerniendo juntos la mejor manera de hacer presente a Dios a través de nuestro actuar educativo, porque ofreciendo una educación de calidad, cercana y respetuosa a quien más lo necesita es como acompañamos el proceso de crecimiento de nuestros estudiantes. Esto es importante porque nuestra espiritualidad es una espiritualidad profundamente encarnada.
Como dice la Declaración sobre la Misión Educativa Lasallista: “La fraternidad y el sentido de comunidad son el mayor y mejor aporte de la pedagogía lasallista a los procesos educativos. Esta fraternidad potencia el crecimiento armónico de las personas, ayuda a encontrar sentido a la vida, posibilita la creación de lazos afectivos y solidarios, comunica seguridad y respeta las diferencias. Además, ayuda a la construcción de sueños comunes y compromisos transformadores” (2020, p. 118).
El espíritu de celo o lo que es lo mismo: pasión por la misión. En nuestro trabajo diario hacemos visible la presencia creadora de Dios que sigue actuando en el mundo de hoy y que actúa a través de nosotros.
Esta pasión por la misión también tiene consecuencias muy concretas: desde nuestra continua formación para poder estar preparados para atender a los desafíos actuales, hasta la constante presencia junto a nuestros estudiantes buscando con creatividad nuevas formas de acompañarlos en su camino para que encuentren el sentido de su vida.
Que la escuela marche bien es otra manifestación de este espíritu de celo: que nuestra forma de educar esté encaminada a una formación integral que tome en cuenta no solo lo académico, sino las diferentes dimensiones de la persona. Esto nos exige ser educadores coherentes, dar testimonio de aquello que predicamos, de aquello que queremos hacer realidad.
Para nosotros lasallistas, la relación educativa con nuestros estudiantes se convierte también en una manera de vivir nuestra espiritualidad. Porque ahí, en el encuentro con nuestros alumnos encontramos a Dios y nos dejamos encontrar por Él.
Sin embargo, vivir esta dimensión trascendente en nuestro trabajo diario no es algo que se dé de manera automática. Necesitamos cultivar la oración, la reflexión, la interioridad. De esta manera podremos vivir un realismo místico, como diría el Hno. Miguel Sauvage, es decir, tener la mirada y el corazón para poder descubrir lo Absoluto, al Absoluto en nuestro cotidiano, en el encuentro con el otro, en las tareas rutinarias de cada día.
¿Para qué vivir este Año de la Espiritualidad Lasallista?
Hay tantas razones, aquí algunas solamente:
• Para reconectar con nuestras raíces: Volver a las fuentes de aquello que nos ha inspirado a lo largo de nuestra vida como educadores lasallistas. Recordar por qué estamos aquí, qué es lo que nos enamoró de Lasalle y seguir cultivándolo. Seguir encontrando razones para ser cada día un poco más y mejor lasallista. Esto nos permitirá fortalecer nuestra identidad y encontrar un nuevo sentido a nuestro trabajo, a nuestra vida.
• Reencantar nuestra misión: En un mundo cada vez más complejo y desafiante, necesitamos renovar nuestra pasión por la educación y descubrir nuevas formas de llegar a los corazones de nuestros estudiantes. Desterrar de nuestra mente y de nuestras pláticas cotidianas esos discursos pesimistas de que es poco ya lo que podemos hacer. Recordar que no estamos solos y que esta obra es de Dios… pero también es nuestra.
• Fortalecer nuestra comunidad: Trabajar para que se haga realidad el juntos y por asociación, para vivir esta dimensión de nuestra espiritualidad que es la comunidad. Al compartir nuestras experiencias y reflexiones, crecemos juntos y nos apoyamos mutuamente en nuestra misión; nos convertimos en compañeros de camino. Pocas veces podremos darnos cuenta de la importancia que haya podido tener para alguien el sentirse mirado, escuchado, comprendido, acompañado.
• Ser testigos del amor de Dios: Nuestra tarea como docentes es ser testigos del amor de Dios en el mundo. Nada más y nada menos. Al educar con el corazón, vamos acompañando el camino de las personas y se van transformando sus vidas. Este año nos puede ayudar a recordar que nuestra misión fundamental es justamente esa: ser testigos del amor de Dios, de un Dios cercano, de un Dios que opta por la vida, que ama con gratuidad, que respeta, que busca siempre el bien de la persona…
• Recordar que ser maestro lasallista es mucho más que impartir conocimientos. Es ser mediación de Dios, un ángel guardián que acompaña a cada estudiante en su crecimiento integral. Es vivir la fe y el celo al mismo tiempo, con un corazón apasionado por la educación de los niños y jóvenes, especialmente de los más necesitados.
• Para educar al estilo lasallista, porque nuestra espiritualidad implica un modo específico de educar. Nos acercamos a cada persona con profundo respeto, con una cercanía que acompaña pero deja libre, con la confianza de quien cree en las posibilidades de crecimiento, de quien se alegra con sus logros, de quien es testigo y mediador de la obra de Dios.
¿Qué nos podemos proponer en este Año de la Espiritualidad?
Según el documento de Espiritualidad Lasallista hoy (2023), profundizar en nuestra espiritualidad nos puede animar a:
• Ser educadores de la sabiduría, esto es, que en nuestro trabajo diario no solo nos preocupemos por el ámbito académico, sino que acompañemos a nuestros alumnos en el camino hacia una vida con sentido en donde se encuentren con el hermano que camina a su lado y descubran ahí al Dios que siempre nos acompaña y nos ama.
• Ser testigos de la trascendencia. Que nuestra conciencia y percepción de la presencia de Dios en nuestras vidas y en el mundo sea tan profunda que demos testimonio de que cada encuentro,
cada momento de nuestro diario vivir es un momento y un espacio sagrado lleno de múltiples posibilidades.
• Ser promotores del diálogo y cultivar la capacidad de agradecer las diferencias porque eso nos enriquece como personas. Saber hablar con el corazón y escuchar con una atención que respeta y acoge.
• Ser expertos en acompañamiento. Aprender a caminar junto con otras personas, cultivando la confianza, el respeto y la compasión que nos permite animar sin imponer, compartir sin exigir.
• Ser agentes de transformación abriendo nuestra mirada a la realidad que nos rodea y siendo muy conscientes de que estamos llamados a colaborar, a través de la educación, en la transformación de las estructuras y relaciones injustas del mundo actual.
Por todo esto, podemos empezar a vislumbrar que un año no será suficiente… pero es un buen comienzo. Que este Año de la Espiritualidad Lasallista sea un tiempo de gracia y renovación para todos nosotros. Que nos inspire a ser cada vez mejores lasallistas, más comprometidos con nuestra misión y más cercanos a nuestros estudiantes.
Que sea un año de renovación, de entusiasmo, de reencontrarnos con esa chispa que hace un par de años o décadas encendió nuestro corazón e hizo que iniciáramos este camino de compromiso en compromiso. Que sea un año compartido en donde cada uno de nosotros seamos bendición para los demás, mediación del gran amor de nuestro Dios que nos ha llamado a estar aquí y nos sigue llamando cada día a ser, juntos y por asociación, testigos de su amor a través de la educación.
ESPIRITUALIDAD AÑO DE LA lasallista
EL ACOMPAÑAMIENTO LASALLISTA
EN CLAVE DE RESILIENCIA
LA
FIGURA
DEL ÁNGEL CUSTODIO Y EL ROL DEL EDUCADOR SEGÚN SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE1
Dr. Diego A. Muñoz León fsc
Universidad La Salle Victoria
El acompañamiento en la educación tiene, en el pensamiento lasallista, una profunda raíz espiritual que se articula a través de la figura del ángel custodio. Esta figura, central en la devoción cristiana y particularmente en la espiritualidad de la Iglesia Católica, es utilizada por San Juan Bautista de La Salle como un modelo ideal de la labor educativa que deben desempeñar los maestros. A través de una mirada que integra la teología, la pedagogía y la espiritualidad, La Salle presenta el acompañamiento como una labor esencial para la formación integral de los jóvenes, no solo en su conocimiento, sino también en su dimensión espiritual y moral.
La devoción al ángel custodio: raíz espiritual del acompañamiento lasallista
La devoción al ángel custodio en el pensamiento cristiano tiene una historia que se remonta a los primeros tiempos de la Iglesia, como indican diversos Padres de la Iglesia, entre ellos san Agustín, san Ambrosio y san Juan Damasceno (Fornaresio, 1993). En la Edad Media, esta devoción fue reavivada por figuras como san Bernardo, quien convirtió a los ángeles en símbolos accesibles de la devoción popular y los presentó como modelos de caridad, castidad y paz (Fornaresio, 1993).
San Juan Bautista de La Salle, como educador y teólogo, se inscribe en esta tradición y encuentra en el ángel custodio un modelo para el educador. La Salle, influenciado por la espiritualidad benedictina y carmelitana, considera que los ángeles son guías espirituales que iluminan la mente y el corazón de aquellos a quienes acompañan (Fornaresio, 1993). De este modo, el ángel custodio no solo es un símbolo de protección, sino también un modelo de la vida religiosa y un referente para el maestro, quien debe acercarse a sus discípulos con el mismo celo y dedicación con que los ángeles sirven a Dios.
La función del educador como ángel custodio
En su labor pedagógica, La Salle describe la misión del maestro como una extensión de la función del ángel custodio. Según el Fundador del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, el educador, al igual que el ángel, debe subir a Dios en oración para recibir las enseñanzas y sabiduría que luego compartirá con los estudiantes, adaptándolas a su capacidad de comprensión y necesidad espiritual (San Juan Bautista de La Salle, 2001). Este proceso de "subir y bajar" es una metáfora poderosa del acompañamiento pedagógico que implica no solo transmitir conocimientos, sino también una constante relación con Dios, que orienta y guía la acción educativa.
La Salle considera que los maestros deben tener un conocimiento profundo de las verdades
cristianas para poder enseñarlas con claridad y efectividad. El ángel custodio, que guía a las almas hacia la salvación, es para La Salle el modelo de un educador que, con amor y celo, guía a los jóvenes en su camino hacia Dios, fomentando en ellos las virtudes cristianas, el amor a la verdad y el respeto por los demás (Fornaresio, 1993). Este acompañamiento, más allá de una mera transmisión de conocimientos, se convierte en un proceso integral de formación humana y espiritual. Pero, vamos a complementar esta visión con la perspectiva de la resiliencia.
La resiliencia en el acompañamiento lasallista
El concepto de resiliencia, entendido como la capacidad de adaptarse y superar adversidades, encuentra un paralelo en el acompañamiento educativo que San Juan Bautista de La Salle propone. El educador, como el ángel custodio, debe ser capaz de sostener a los estudiantes en momentos de dificultad y acompañarlos en su proceso de crecimiento, tanto en su vida espiritual como en su desarrollo humano.
En el pensamiento lasallista, el acompañamiento no es solo una cuestión de enseñar, sino también de estar presente y ser un sostén en los momentos de crisis y debilidad. Al igual que los ángeles custodios, que protegen y guían a los fieles en su camino hacia la salvación, el educador debe ser una presencia constante, acompañando a los jóvenes en sus luchas personales, alentándolos a seguir adelante, y guiándolos con paciencia y amor hacia el desarrollo de su potencial (Cencini, 2008). Este acompañamiento rescatador implica, además, la disposición a corregir y enseñar con firmeza, pero siempre con un corazón lleno de misericordia y comprensión. Así lo expresa La Salle en la Meditación 198, para el Tiempo de Retiro:
Es, pues, su deber reprender a los que están descarriados y procurar que renuncien a su vida pasada;
alentar a los que desfallecen, soportar a los débiles y ser pacientes con todos, para estar en condiciones de contener y moderar de tal forma sus inclinaciones perversas, y afianzarlos de tal modo en el bien, que no den en ellos ninguna entrada al demonio. ¿Es ése el proceder que han observado hasta ahora con sus discípulos? ¿Han hecho que practiquen el bien de manera adecuada a su edad? ¿Han cuidado de que tengan piedad, sobre todo durante las oraciones y en la iglesia, y que frecuenten los sacramentos? Deben velar mucho sobre ellos para procurarles la práctica del bien y el horror al pecado, que son dos medios muy útiles para ayudarlos a obrar su salvación. (MR 198,2,2)
La práctica del acompañamiento desde la misión educativa lasallista
San Juan Bautista de La Salle entendió que la misión educativa debía ir más allá del aula, pues el maestro tiene la responsabilidad de velar por el bienestar integral de sus estudiantes. En sus escritos - especialmente en las Meditaciones para el Tiempo de Retiro y los Devoirs d’un chrétien (Catecismo para Maestros) - se destaca la importancia de un acompañamiento cercano que fomente la espiritualidad, la moralidad y el crecimiento interior de los estudiantes. Este acompañamiento pedagógico, profundamente arraigado en la visión cristiana de la educación, toma como referencia a los ángeles custodios no solo como protectores espirituales, sino como modelos de virtudes que los educadores deben encarnar y transmitir (Fornaresio, 1993).
La Salle hace un llamado a los maestros a que sean conscientes de su rol en la vida de los niños y jóvenes a quienes sirven, invitándolos a ser guías que no solo instruyan, sino que también inspiren
y acompañen en la formación de sus corazones y mentes. Este modelo de acompañamiento está directamente relacionado con la resiliencia, ya que implica estar presentes en los momentos de dificultad, y ayudar a los jóvenes a superar las pruebas de la vida con fe y esperanza.
Visto de esta manera el acompañamiento lasallista, a través de la figura del ángel custodio, se convierte en una clave esencial para entender la labor educativa desde una perspectiva de resiliencia. El educador, al igual que el ángel custodio, tiene la misión de guiar, proteger y fortalecer a sus estudiantes en su camino hacia el conocimiento y la virtud. A través de la presencia constante, el amor y la paciencia, el acompañamiento se convierte en un medio fundamental para el desarrollo humano y espiritual, en el cual los educadores lasallistas no solo enseñan, sino que acompañan a los jóvenes en su camino hacia la plenitud de sus capacidades y su vida cristiana.
La resiliencia como eje para el acompañamiento educativo: una propuesta desde la mirada de expertos
La resiliencia, entendida como la capacidad de una persona para enfrentar adversidades y transformarlas en oportunidades de crecimiento, se ha consolidado en el ámbito educativo del siglo XXI como un concepto fundamental para el desarrollo integral de los estudiantes. A lo largo de los últimos años, diferentes perspectivas y teorías sobre la resiliencia han proporcionado marcos útiles para la intervención educativa, orientados a potenciar las competencias socioemocionales de los estudiantes, especialmente en contextos de vulnerabilidad.
A continuación intentaremos articular una propuesta de acompañamiento educativo basada en la resiliencia, a partir de las definiciones y perspectivas de varios autores clave en este campo, como Christopher Day y Qing Gu, José María Maradiaga, Stefan Vanistendael, Jacques
Lecomte y Boris Cyrulnik. A partir de sus teorías se plantea cómo los educadores pueden acompañar el proceso de resiliencia en los estudiantes, favoreciendo una educación más inclusiva, empática y adaptativa.
La resiliencia en las escuelas: perspectivas de Christopher Day y Qing Gu
Christopher Day y Qing Gu han abordado el concepto de resiliencia desde el contexto escolar, subrayando su relevancia no solo para los estudiantes, sino también para los docentes y la propia institución educativa. En su enfoque, las escuelas resilientes son aquellas que se caracterizan por su capacidad para superar los retos y adversidades del contexto, garantizando, al mismo tiempo, la permanencia y el éxito escolar de todos los estudiantes (Day & Gu, 2014). Esta visión coloca el foco no solo en el apoyo individualizado, sino en la creación de una cultura escolar que promueva la resiliencia colectiva.
Identidad Lasallista Comunidades Educativas
Para Day y Gu (2014), las escuelas resilientes son aquellas que se adaptan y responden de manera flexible a los cambios del entorno, creando un espacio seguro y estimulante para el aprendizaje. En este sentido, el acompañamiento educativo debe centrarse en generar un ambiente emocionalmente positivo, en el cual los estudiantes sientan que pueden confiar en los adultos y en sus compañeros. Esto implica la construcción de relaciones de confianza, el fomento de la autonomía y el fortalecimiento de las habilidades emocionales y sociales de los alumnos.
A partir de esta concepción, el rol del docente en una escuela resiliente se amplía más allá de la transmisión de contenidos académicos, convirtiéndose en un facilitador del desarrollo emocional y social de los estudiantes. La función del docente es acompañar el proceso de resiliencia, creando condiciones para que los estudiantes puedan superar sus propias dificultades, desarrollar estrategias de afrontamiento y fortalecer su autoestima.
Nuevas miradas sobre la resiliencia:
José María Maradiaga
José María Maradiaga (2011) aporta una mirada crítica y renovadora sobre la resiliencia, centrada
en la necesidad de entenderla no como una característica individual, sino como un proceso dinámico y contextualizado. Según Maradiaga, la resiliencia no se limita a las personas que han sufrido adversidades extremas, sino que puede ser fomentada y desarrollada en cualquier contexto, siempre que existan condiciones de apoyo y acompañamiento adecuado.
Maradiaga (2011) destaca que la resiliencia se construye a partir de las interacciones entre los individuos y su entorno, y subraya la importancia de la comunidad en la formación de procesos resilientes. En este sentido, el acompañamiento educativo debe considerar las características del contexto social, familiar y cultural de cada estudiante. El docente, por tanto, debe ser capaz de identificar las fortalezas de cada alumno, incluso en situaciones difíciles, y promover un entorno de aprendizaje que valore estas fortalezas. El acompañamiento no debe limitarse a la resolución de problemas inmediatos, sino que debe ser un proceso a largo plazo que busque generar un cambio profundo en la manera en que los estudiantes se enfrentan a las adversidades.
Despertando la confianza en los niños:
Stefan Vanistendael y Jacques Lecomte
El trabajo de Stefan Vanistendael y Jacques Lecomte (2009) sobre la resiliencia pone énfasis en la importancia de despertar la confianza en los niños, entendida como una de las bases fundamentales para el desarrollo de la resiliencia. Según estos autores, la confianza se construye a partir de la relación de apoyo emocional y afectivo que los adultos establecen con los niños. Vanistendael y Lecomte (2009) destacan que la resiliencia no solo depende de la capacidad individual de los niños para hacer frente a la adversidad, sino de la presencia de adultos significativos que les brinden
un apoyo constante y que les transmitan un mensaje de esperanza.
El acompañamiento educativo basado en la resiliencia, según Vanistendael y Lecomte, debe fomentar una relación de confianza entre el docente y el estudiante, en la que el niño se sienta aceptado, respetado y comprendido. Además, este acompañamiento debe ser personalizado, adaptado a las necesidades de cada estudiante y centrado en sus fortalezas. El docente debe ser capaz de crear un ambiente seguro, donde el niño pueda expresar sus emociones, hacer preguntas y buscar soluciones a sus problemas.
La construcción de la resiliencia: Boris Cyrulnik
El psiquiatra y neuropsiquiatra Boris Cyrulnik (2001) es uno de los referentes más importantes en el estudio de la resiliencia. Según Cyrulnik, la resiliencia es un proceso complejo que implica no solo la capacidad de resistir las adversidades, sino también la capacidad de transformarlas en oportunidades de crecimiento personal. En su obra, Cyrulnik (2001) destaca la importancia de la narración personal, es decir, la capacidad de los individuos para dar sentido a sus experiencias difíciles, lo cual es esencial para la construcción de la resiliencia.
Desde la perspectiva de Cyrulnik, el acompañamiento educativo debe ser un proceso que permita a los estudiantes reconstruir sus historias personales, encontrando un sentido positivo a las experiencias difíciles que hayan vivido. Este proceso implica la creación de espacios donde los estudiantes puedan reflexionar sobre sus vivencias, compartir sus emociones y construir nuevas narrativas de superación. El docente, en este contexto, debe actuar como un facilitador de este proceso de narración, proporcionando un ambiente de escucha activa, respeto y apoyo.
Propuesta de acompañamiento educativo desde la resiliencia
A partir de las perspectivas de los autores mencionados, se puede estructurar una propuesta de acompañamiento educativo basada en la resiliencia que contemple tanto el apoyo emocional como el desarrollo de habilidades sociales y emocionales en los estudiantes. Este acompañamiento debe ser integral, adaptado a las necesidades individuales de cada estudiante y orientado a la construcción de un ambiente escolar seguro y positivo.
1. Fomento de la confianza y las relaciones positivas: El primer paso en el acompañamiento educativo es establecer relaciones de confianza entre los docentes y los estudiantes. Los educadores deben ser accesibles, empáticos y dispuestos a escuchar. La confianza se construye mediante la constancia, la presencia y el respeto. Es esencial que los educadores ofrezcan un espacio seguro donde los estudiantes puedan expresar sus emociones y preocupaciones sin temor a ser juzgados.
2. Promoción de la autonomía y la autoeficacia: La resiliencia no solo implica la capacidad de afrontar las adversidades, sino también la de actuar de manera autónoma frente a los desafíos. Por ello, el acompañamiento debe promover la autonomía de los estudiantes, ayudándoles a desarrollar sus propias estrategias de afrontamiento. Esto puede lograrse mediante la enseñanza de habilidades emocionales, como la regulación emocional, la toma de decisiones y la resolución de problemas.
3. Fortalecimiento de las relaciones familiares y comunitarias: La resiliencia no se construye únicamente dentro del aula; es un proceso que involucra a toda la comunidad. Los educadores deben colaborar con las familias y otros actores comunitarios para generar una red de apoyo que favorezca el desarrollo resiliente de los estudiantes. El trabajo conjunto con las familias puede incluir la realización de talleres, actividades de integración y el fortalecimiento de los lazos afectivos entre los estudiantes y sus entornos cercanos.
3. Reconstrucción de narrativas personales: Siguiendo las ideas de Cyrulnik (2001), el acompañamiento debe permitir a los estudiantes reconstruir sus historias personales, especialmente si han atravesado situaciones adversas. Esto puede lograrse mediante actividades de expresión artística, escritura, juegos y dinámicas que les permitan reflexionar sobre sus experiencias y descubrir su capacidad para superarlas. Los docentes deben ser guías en este proceso de narración y reflexión, ayudando a los estudiantes a reconfigurar su identidad de manera positiva.
Conclusión
El acompañamiento educativo desde la resiliencia implica un enfoque integral que considere las necesidades emocionales, sociales y académicas de los estudiantes. Para lograrlo, es esencial que los educadores adopten una perspectiva de confianza, apoyo y empatía, creando un ambiente escolar que favorezca el desarrollo de competencias emocionales y sociales. Al hacerlo, no solo estarán ayudando a los estudiantes a superar las adversidades, sino también a transformar esos desafíos en oportunidades para crecer y aprender. La resiliencia, entendida como un proceso dinámico, no solo se construye en los momentos difíciles, sino que se nutre de las relaciones y el apoyo constante de la comunidad educativa. La mirada de fe que aporta el pensamiento lasallista suma a esta perspectiva: alimenta el interior de la persona humana y le ayuda a desarrollarse integralmente.
La figura del ángel custodio nos ayuda a recuperar nuestro talante cristiano en una dinámica diaria donde la fe y la razón se conjugan de manera armoniosa para construir a la persona en su complejidad y riqueza. Seamos ángeles custodios de nuestros alumnos para construir con ellos un mundo más fraterno donde todos desarrollemos nuestro máximo potencial, para ser auténticos y ecuánimes en un mundo de hermanos.
Bibliografía:
Cencini, A. (2008). Accompagnamento. En: Facoltà di Scienze dell’Educazione. Università Pontificia Salesiana. Dizionario di Scienze dell’Educazione (2ª ed., p. 29-30).
Cyrulnik, B. (2001). Los patitos feos: La resiliencia, la capacidad de ser feliz (4a ed.). Ediciones Desclée De Brouwer.
Fornaresio, G. (1993). Ángeles custodios. En: Hermanos de las Escuelas Cristianas. Temas Lasalianos 1 (pp. 24-32). Roma: Casa san Juan Bautista de La Salle.
Gauthier, A. P. (2015). À l’école de la fraternité. Réflexions éducatives et théologiques sur l’école catholique. Paris: Les éditions du Cerf.
Maradiaga, J. M. (2011). La resiliencia en el ámbito educativo: Una aproximación desde las ciencias sociales. Ediciones Narcea.
San Juan Bautista de La Salle. (2001). Obras Completas (Tomo I). Madrid: Ediciones San Pío X.
Vanistendael, S., & Lecomte, J. (2009). La resiliencia en los niños: Estrategias para despertar la confianza. Ediciones Paidós.
UN ENCUENTRO PARA LA VIDA
Fátima Sánchez Ayala
Alumna de 4° semestre de Licenciatura en Educación
Centro de Estudios Superiores La Salle
Durante los días 11, 12 y 13 de diciembre del 2024 asistí al “Encuentro Aquí Estoy", al cual fui invitada por parte del Centro de Estudios Superiores La Salle en Monterrey. Este encuentro lo vivimos un grupo de 12 jóvenes de preparatoria y de universidad en la ciudad de El Salto, Durango. Estuvimos acompañados por los Hermanos Lasallistas, así como por los voluntarios en esa casa. Realizamos actividades para conocernos, convivimos durante las distintas horas de comida, vimos algunos temas, hicimos oración, tuvimos caminatas al centro de la ciudad, así como a los distintos pueblos cercanos en donde hicimos visiteo el día de la Virgen de Guadalupe. Así conocimos sus tradiciones, convivimos con ellos compartiendo el pan y escuchando sus experiencias.
Este encuentro es una experiencia que te ayuda a ver a Dios en todas las cosas, un encuentro
con Dios por medio de las personas que vas conociendo; aquellos que te comparten un poco de su vida, que te hacen sonreír, conviven y se divierten contigo; aquellos que se hacen tus amigos y te ayudan en este camino de cercanía con Dios.
Un encuentro para ver a Dios en el más necesitado, en los niños que esperan a los misioneros, en las personas de las distintas comunidades que te enseñan su vida, sus anhelos. Aprendes de su sabiduría y experiencias compartidas.
La llegada
Llegamos a la casa de encuentro en donde estuvimos realizando distintas actividades para integrarnos y comenzar a conocernos. Tuvimos pláticas, vimos distintos temas, hicimos oración y comimos. Por la tarde fuimos al edificio del frente de la casa, en donde estuvimos conviviendo con
los misioneros y con los niños que fueron para recibir apoyo en actividades de la escuela, recreativas y físicas. Estuvimos jugando y haciendo rondas durante un tiempo; después regresamos a nuestra casa de encuentro y nos fuimos al centro de la ciudad. Ahí fue donde pudimos tener un tiempo de reflexión de manera individual, leyendo un texto que nos permitía pensar en vivir la fraternidad sin importar cómo fueran las personas. Además de nuestra reflexión personal pudimos dividirnos en pequeños grupos alrededor de la plaza principal, con el fin de compartir nuestras reflexiones. De regreso a la casa de encuentro hicimos una caminata en silencio, en la que íbamos en compañía de Dios, haciendo conciencia de lo que nos rodeaba y de lo que aprendimos en el transcurso del día.
San Antonio
El segundo día de encuentro nos separamos en tres grupos, con la finalidad de hacer visiteo en las casas y pasar con ellos el día de la Virgen de Guadalupe. Pudimos observar las tradiciones de los habitantes, compartir experiencias de vida, conocer el pueblo, contemplar la naturaleza, comer y convivir con ellos.
Nos comentaron que ellos le danzaban a la Virgen de Guadalupe durante el día, de las seis de la mañana a las seis de la tarde, para cumplir con las mandas prometidas a la virgen. Vimos la entrega y dedicación que le ponían a sus danzas, a la preparación que tenían ese día y la gran fe a la virgen, además de la alegría que sentían de ver cómo nosotros compartíamos un rato platicando y conviviendo con ellos. Los niños estaban muy felices de que nosotros quisiéramos escucharlos y jugar con ellos. Aprendimos mucho de ellos, de su inocencia, del amor que reflejan, así como de todas esas historias que nos contaron, que nos conmovieron el corazón y nos abrieron los ojos para ser más conscientes y agradecidos.
Parmenia
El último día del encuentro nos fuimos a una cabaña, en la que pudimos hacer reflexión de nuestras vidas, de lo que queríamos lograr en los distintos aspectos en los que nos desarrollamos: estudiantiles, laborales, religiosos, en sociedad, con la familia y amigos. Esto con la finalidad de tener claro nuestro propósito a cumplir en esta vida, que es aquello que nos motiva a seguir adelante para cumplir nuestros sueños y la forma en la que concebimos el mundo y en la que nos desarrollamos en él.
En este lugar había un lago y un campo muy extenso donde caminar, el cual pudimos contemplar mientras exploramos por nuestra propia cuenta. Muchos continuamos haciendo reflexión de nuestro proyecto de vida, contemplando la naturaleza y conviviendo con nuestros compañeros.
Además, tuvimos un momento para agradecer la experiencia, los aprendizajes,
valorar las nuevas amistades, hacer conciencia de quiénes somos y quiénes queremos llegar a ser con lo que hagamos.
Mi experiencia
Este encuentro es una experiencia que te permite conectar con Dios y contigo a través de múltiples acciones y vivencias. Es un encuentro con las personas, un encuentro con la naturaleza, un encuentro con la vida, un encuentro con el propósito y la vida.
Te permite ver a Dios en todas las cosas y personas, haciendo que de este modo te llenes de expectativas y propósitos por vivir y seguir adelante, aprendiendo y formando tu propio camino, buscando tu lugar y objetivos para desarrollarnos en el mundo y con aquellos que lo habitamos.
Es un encuentro para el conocimiento, tanto de uno mismo y nuestra vida, así como de lo que nos rodea y de quienes nos rodean, permitiendo que de este modo podamos tener la oportunidad de visualizar aquellas acciones que queremos hacer con nuestra vida al ver cómo es que viven las personas y eso nos motiva a involucrarnos en nuestro conocimiento y desarrollo propio.
Es llevar nuestros valores lasallistas a donde sea que vayamos, hacer las cosas con fe, propiciar el ambiente de fraternidad y servir a todos aquellos que nos rodean. Valores que han sido parte de mi vida y que considero importantes para poder ser grandes y mejores personas en todos los aspectos.
Este encuentro me permitió hacer reflexión de quién soy, qué quiero lograr con mi vida. Deseo que mi propósito siga siendo el de ser alguien servicial y atento a los demás, es algo que te hace más fuerte, te llena de amor, de paz, de orgullo y de vida.
Espero que mi experiencia pueda motivar a más personas a tener esa conciencia de saber qué queremos y para qué hacemos las cosas, para que no pierdan de vista que lo que hacemos con amor y lo que compartimos son de los regalos más grandes que podemos tener y dar a los demás.
Y como dijo la Madre Teresa de Calcuta “El que no vive para servir no sirve para vivir”. Continuemos con ese espíritu lasallista a donde sea que vayamos, compartiendo un poco de lo que somos y caminando por el sendero de la vida con los demás, llenándonos de gozo con este tipo de experiencias que nos hacen crecer y ser mejores. Indivisa Manent.
TALLERES DE LÍDERES SALLA 2024
César
Pablo Campos Flores FSC
En el pasado mes de noviembre de 2024, se vivieron en el Distrito dos talleres de formación de líderes de Grupos Salla. Ambos espacios estuvieron animados por instituciones de educación superior: La Salle Noroeste y La Salle Victoria.
La sede de Noroeste se desarrolló del 31 de octubre al 2 de noviembre con 35 participantes, mientras que la de Victoria fue del 21 al 23 de noviembre con 35 participantes. Con un mismo programa, los jóvenes pudieron poner en práctica desde la simulación el aprendizaje de herramientas de comunicación, manejo de grupos y liderazgo desde un enfoque espiritual de la mano de jóvenes líderes universitarios pertenecientes a los grupos Indivisa Manent, haciendo un aprendizaje en cascada y un compartir entre pares cercanos.
El objetivo del encuentro estuvo focalizado en construir herramientas dirigidas a ejercer una influencia positiva en equipos de trabajo para el logro de objetivos comunes, desde una perspectiva lasallista centrada en la persona, el evangelio y los procesos educativos para la transformación social.
Aquí algunas de las conclusiones y aprendizajes de los participantes:
1. En cuanto a los contenidos del taller, resaltan:
• Características principales de los líderes.
• El ejemplo práctico de lo que es un buen líder.
• Enseñanzas sobre inteligencia emocional.
• Importancia de interiorizar en mis emociones.
• Cómo convivir con los demás para ser un líder asertivo.
2. Sobre las actividades y metodologías utilizadas, valoran:
• Las dinámicas con simulaciones, las actividades en equipo y el aprender nuevos cantojuegos o rondas.
• Ejercicio de hablar a ciegas con otra persona.
• Uso de estrategias de aprendizaje kinestésico, auditivo y visual.
• Aterrizar las actividades de manera dinámica pero con un propósito claro.
3. En cuanto a los espacios de convivencia, le dan mucha importancia a:
• El trabajo en equipo en diferentes actividades.
• Propiciar la convivencia con personas de otras delegaciones.
• Que se busque la inclusión y participación de todos los asistentes.
• Conocer a otros estudiantes con intereses en común.
4. Crecieron en su desarrollo personal y emocional desde:
• El aprender a reconocer emociones y no anteponerlas al equipo.
• Superar la timidez y atreverse a hacer cosas nuevas.
• Mejorar la comunicación y expresión con los demás.
• Tener una mente más abierta.
• Aprovechar los espacios de reflexión personal.
• Aprender de las historias y experiencias de los demás.
5. También se expresan sobre los espacios de espiritualidad y reflexión:
• Al concluir cada tema se abordaba un espacio de reflexión.
• Descubrir diferentes formas de hacer oración.
• Espacios de reflexión personal y grupal.
• Ser mejor servidor y ser luz para los demás.
El seguir abriendo espacios de formación de líderes desde los valores lasallistas de fe, fraternidad y servicios seguirá siendo un reto y una necesidad de crecimiento entre nuestros jóvenes. Abrir caminos para el desarrollo de una conciencia social evangelizadora es más que necesaria para enfocar nuestros esfuerzos no solo en el óptimo desarrollo individual sino en la búsqueda del crecimiento colectivo, como bien los expresa Francisco en su Fratelli Tutti: “O nos salvamos todos o no se salva nadie”.