Alina Bohoru
Soñando con mandarinas y cielos de mermelada
Existe una generación de artistas que vivieron los últimos compases del mundo analógico y se adentraron en la creación artística con las primeras herramientas digitales de uso doméstico. Unos jóvenes rebeldes y autodidactas que no prestaron atención al circuito de galerías y optaron por distribuir sus obras a través de plataformas on-line, sin ser conscientes del alcance que tenían esas alternativas tan novedosas. Entonces no se trataba de un movimiento vanguardista ni de una reacción en contra de las normas establecidas, sino que era el camino más fácil para dar a conocer sus trabajos, derribar fronteras absurdas y acceder a un público internacional. Pocos imaginaban que las marcas más famosas y las agencias de publicidad dirigirían sus miradas a ese colectivo emergente para dar forma a la revolución visual del siglo XXI. Un viaje frenético y fascinante que, en pocos años, ha pasado del underground absoluto a invadir todos los escaparates de moda en las grandes ciudades. Alina Bohoru es una ilustradora nacida en Rumania que encaja perfectamente en esta escena y ha logrado compaginar sus creaciones más personales con encargos para publicaciones muy destacadas. El secreto de su éxito se basa en una representación irónica y sarcástica de la anatomía humana, inspirada a partes iguales por el Lowbrow Art y los cómics alternativos norteamericanos. Una historia que empezó en la adolescencia, que se reafirmó en la universidad y que todavía está experimentando para alcanzar un futuro brillante. Texto: David Moreu / Imágenes cedidas por Alina Bohoru / Web de la artista: www.behance.net/alinabo
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