

Sur vival Cultural
RECUPERANDO
EL EQUILIBRIO
en la intersección de las lenguas y el cambio climático

DICIEMBRE 2024
VOLUMEN 48, NÚMERO 4
JUNTA DIRECTIVA
PRESIDENTE
Kaimana Barcarse (Kanaka Hawai’i)
VICE PRESIDENTE
John King
TESORERO
Steven Heim
SECRETARIA
Nicole Friederichs
Marcus Briggs-Cloud (Maskoke)
Kate R. Finn (Osage)
Laura Graham
Richard A. Grounds (Yuchi/Seminole)
Stephen Marks Mrinalini
Rai (Rai)
Jannie Staffansson (Saami)
Stella Tamang (Tamang)
FUNDADORES
David & Pia Maybury-Lewis
Cultural Survival SEDE CENTRAL
2067 Massachusetts Ave. Cambridge, MA 02140 t 617.441.5400 f 617.441.5417 www.cs.org
Cultural Survival Quarterly
Gerente de Publicación: Agnes Portalewska Editora Phoebe Farris (Powhatan-Pamunkey) Editor de contenido: Jenn Goodman Diseño: NonprofitDesign.com
Derechos Reservados 2024 por Cultural Survival, Inc. Cultural Survival Quarterly (ISSN 0740-3291) es una publicación trimestral de Cultural Survival, Inc. en PO Box 381569, Cambridge, MA 02238. Franqueo pagado en Boston, MA 02205 y otras oficinas de correos. Dirección postal: Envíe los cambios de dirección a Cultural Survival, PO Box 381569, Cambridge, MA 02238. Impreso en papel reciclado en EE.UU. Las opiniones expresadas en esta revistason las de sus autores y no representan necesariamente las de Cultural Survival.
Directrices para escritores
Consulte las directrices para escritores en nuestro sitio web (www.cs.org) o envíe un sobre con su dirección y sello a: Cultural Survival, Writer’s Guidelines, PO Box 381569, Cambridge, MA 02238.
En Portada: Ancianos pastores Dolgan posan con sus renos. El cambio climático ha afectado al modo de vida nómada de los Dolgan (véase la página 16). Fotografía de Kseniia Bolshakova.
MANTÉNGASE CONECTADO

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DESTACADOS

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Donantes como usted hacen posible nuestro trabajo en todo el mundo.
¡Muchísimas gracias por ser parte de Cultural Survival!
12 La intersección de las lenguas Indígenas y el cambio climático: Perspectivas de los pastores Maasai de Tanzania
Nailejileji Tipap (Maasai)
El cambio climático tiene graves consecuencias para la lengua Maa de Tanzania.
16 El cambio climático provoca un cambio lingüístico en el Ártico Ruso
Kseniia Bolshakova (Dolgan)
El deshielo del permafrost amenaza el modo de vida nómada de los Dolgan.
18 La lengua de la Tierra
Djalma Ramalho Gonçalves (Aranã Caboclo)
Las lenguas Indígenas están salvaguardando la biodiversidad y cultivando posibles futuros en medio del cambio climático.
20 Saktce’ Ho’ma en el exilio
Rochelle Morgan-Verdin (Houma) & Jecee Morgan-Verdin (Houma) A través del aprendizaje del uma’, una nueva generación de houmas está reconectando consigo misma, con sus antepasados y con la comunidad houma en general.
22 La simbiosis de las lenguas Indígenas y los modos de vida ecológicamente regenerativo Marcus Briggs-Cloud (Maskoke) Un llamado para cambiar el modo de vida de las comunidades Indígenas y dejar que las lenguas Indígenas guíen el proceso.
24 El cambio climático está afectando nuestros conocimientos y prácticas de pastoreo Maja Kristine Jåma (Sami) Los Sami dependemos de la naturaleza para mantener nuestra cultura y nuestra lengua y para transmitir nuestros conocimientos tradicionales a las generaciones venideras.
SECCIONES
1 MENSAJE DE NUESTRA DIRECTORA EJECTUTIVA
2 En las noticias
4 Arte Indígena
Eric Terena (Terena)
6 Voces 2SLGBTQ+ Conversación con Landa Lakes (Chickasaw)
8 Mujeres que el mundo debe escuchar Angélica Ayala (Nahuat)
10 Derechos en acción Enfrentado la fiebre del litio en Jujuy, Argentina
12 Cambio Climático
Los pueblos Indígenas definen la transición justa.
26 Socio destacado del Fondo Guardianes de la Tierra Centro Jamii Asilia y Colectivo Global Wisdom
28 Destacado del equipo Byron Tenesaca Guamán (Kañari Kichwa)
29 Artista destacado del Bazar Serzhan Bashirov (Tribu Kazakh-Naiman)
Recuperar el equilibrio en la intersección de las lenguas Indígenas y el cambio climático
Halito akana (Hola amigos y amigas),
Las lenguas Indígenas son indicadores fundamentales del estado de la diversidad biológica y cultural de la Madre Tierra. Los informes de las Naciones Unidas indican que los ecosistemas administrados por los Pueblos Indígenas conservan las medidas más altas de biodiversidad, mientras que los puntos críticos de biodiversidad también mantienen una alta diversidad lingüística. Sin embargo, muchas lenguas Indígenas están en peligro de extinción, lo que refleja el declive de la biodiversidad y nos muestra cómo están entrelazadas. Las Naciones Unidas estiman que para el año 2100, más de la mitad de las lenguas del mundo, la mayoría de ellas Indígenas, ya no se escucharán.

El último número de CSQ está dedicado a los líderes Indígenas que están en la primera línea del cambio climático, trabajando en varios frentes para salvaguardar sus idiomas, culturas y entornos. El cambio climático es uno de los impulsores de la pérdida de las lenguas Indígenas, lo que pone en riesgo el conocimiento ecológico tradicional. Esto tiene un gran impacto en los paisajes culturales, los patrones de subsistencia, la soberanía alimentaria y el bienestar de los Pueblos Indígenas y de toda la vida en todo el mundo. Incrustado en nuestros idiomas está el conocimiento de que debemos aceptar nuestras responsabilidades críticas de administración y tratar de balancear y reequilibrar nuestras relaciones con el mundo y los seres que nos rodean. Sabemos que debemos tender constantemente a una forma de vida sostenible y resistir estar atrapados en una forma de vida que impulsa el consumo excesivo, el ecocidio, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, así como la inequidad y la injusticia
En este número, los autores abordan cómo el cambio climático afecta a las lenguas Indígenas, cómo se forman nuevas terminologías y conceptos bajo las presiones del cambio climático, y qué soluciones se ofrecen dentro de las lenguas Indígenas para mitigar el cambio climático volviendo a nuestras enseñanzas originales y revitalizando formas de vida sostenibles. Comparten cómo las prácticas, el conocimiento y las lenguas Indígenas se están adaptando a las nuevas realidades y cómo las lenguas Indígenas pueden contribuir a respuestas efectivas al cambio climático. El futuro de las lenguas Indígenas es un elemento clave
de la revitalización cultural, la administración ecológica, la protección de la biodiversidad y la resiliencia comunitaria. Nuestros idiomas, entrelazados con nuestras formas de vida, ofrecen caminos para soluciones climáticas. En mi viaje para aprender Chahta anumpa (idioma choctaw), recuerdo que nuestro idioma define quiénes somos. Al mantenernos inherentemente fieles a nuestros valores tradicionales, Chahta anumpa nos guía hacia hina hanta, el camino brillante, y cómo vivir en equilibrio con nuestros parientes y toda la vida que nos rodea. También reflexiono a menudo sobre las sabias palabras de LaDonna Harris (comanche) en su artículo, "Indigeneidad, una visión alternativa del mundo: cuatro R (relación, responsabilidad, reciprocidad, redistribución) vs. dos P (poder y provecho). Compartiendo el viaje hacia la evolución consciente". Ella describe una de las características de la indigeneidad como "inclusión dinámica": la capacidad de mantener nuestros valores fundamentales incluso mientras consideramos nuevas ideas. Esta adhesión a nuestros valores y sistemas de conocimiento es lo que ha permitido a los Pueblos Indígenas sobrevivir a pesar de los cambios drásticos a lo largo del tiempo. La clave es equilibrar lo viejo y lo nuevo, y la capacidad de hacerlo es una de las razones por las que debemos mirar a los Pueblos Indígenas para que asuman el liderazgo en el cambio climático.
Con el cierre de 2024 acercándose, estoy agradecida por su compromiso continuo con Cultural Survival. Su asociación apoya a los Pueblos Indígenas en la colaboración de los sistemas de conocimientos y las lenguas para las generaciones futuras y nos permite amplificar las voces Indígenas para liderar el camino hacia las soluciones al cambio climático. Ayúdanos a recaudar $250,000 antes del 31 de diciembre de 2024. ¡Ayúdenos, no podemos hacerlo sin ustedes! Por favor, dona generosamente en www.cs.org/donate}
Con deseos de una temporada festiva y un año nuevo saludables, abundantes, justos y pacíficos, Huchi yakoke li hoke (les agradezco mucho a todos),

Aimee Roberson (Choctaw and Chickasaw),
Executive Director
PERSONAL DE CULTURAL SURVIVAL
Aimee Roberson (Choctaw & Chickasaw), Directora Ejecutiva
Mark Camp, Director Ejecutivo Adjunto Avexnim Cojtí (Maya K’iche’), Directora de programas
Edison Andrango (Kichwa Otavalo), Asistente del programa de Radio de Derechos Indígenas
Verónica Aguilar (Mixteca), Asociada del programa Guardianes de la Tierra Cliver Ccahuanihancco Arque (Quechua), Asociado del programa Guardianes de la Tierra
Miguel Cuc Bixcul (Maya Kaqchikel), Asociado Contable
Jess Cherofsky, Gerente de programa de defensa
Michelle de León, Coordinadora de becas
Roberto De La Cruz Martínez (Binnizá), Asociado en tecnología e información
Danielle DeLuca, Gerente Senior de Desarrollo
Georges Theodore Dougnon (Dogon), Asistente del programa Fortalecimiento de capacidades
Shaldon Ferris (Khoisan), Coordinador del programa Radio de Derechos Indígenas
Sofia Flynn, Gerente de Oficina y Contabilidad
Nati Garcia (Maya Mam), Gerente del programa Fortalecimiento de Capacidades
Byron Tenesaca Guaman (Kañari Kichwa), Coordinador de Becas para Jóvenes
Alison Guzman, Coordinadora de Relaciones con Donantes
Emma Hahn, Asociada de Desarrollo
Belen Iñiguez, Asistente de Publicacion y Distribuciones
Natalia Jones, Coordinadora de Defensa
Mariana Kiimi (Na Ñuu Sàvi/Mixtec), Asociada de Defensa
Dev Kumar Sunuwar (Koĩts-Sunuwar), Coodinador del programa de Medios Comunitarios
Rosy Sul González (Kaqchikel), Gerente del programa Radio de Derechos Indígenas
Marco Lara, Coodinador de Redes Sociales
Kevin Alexander Larrea, Asociado en Tecnología e Información
Maya Chipana Lazzaro (Quechua), Coordinadora de vendedores del Bazar
Jamie Malcolm-Brown, Gerente de Comunicaciones,Tecnología e Información
Candela Macarena Palacios, Asistente Ejecutiva
César Gómez Moscut (Pocomam), Coordinador del programa Medios Comunitarios
Edson Krenak Naknanuk (Krenak), Líder en Brasil
Diana Pastor (Maya K’iche’), Coordinadora de Medios Guadalupe Pastrana (Nahua), Productora de Radio de Derechos Indígenas Agnes Portalewska, Gerente Senior de Comunicaciones
Tia-Alexi Roberts (Narragansett), Asistente Editorial y de Comunicaciones
Elvia Rodriguez (Mixtec), Asistente de programa de Medios Comunitarios
Mariana Rodriguez Osorio, Asistente Ejecutiva
Carlos Sopprani, Asociado de Recursos Humanos
Thaís Soares Pellosi, Asistente Ejecutiva
Candyce Testa (Pequot), Gerente del programa Bazar
Sócrates Vásquez (Ayuujk), Gerente del programa Medios Comunitarios
Miranda Vitello, Coordinadora de Desarrollo
Candy Williams, Gerente de Recursos Humanos
Raquel Xiloj (Maya K’iche’), Gerente del programa Guardianes de la Tierra
Pablo Xol (Maya Qʼeqchiʼ), Asociado en Mercadeo y Comunicaciones
PASANTES
Kelsey Armeni, Anisha Buda, Cielo Chindoy Muchavisoy, Carmem de Sena Cazaubon, Onesima Lienqueo, Priyanka Mahat, Xiting Tong
EE.UU. | Un informe insta al Gobierno de EE. UU. a devolver a las tribus las tierras de los internados
AGOSTO
Un reciente informe de la Iniciativa Federal de Internados Indígenas insta al gobierno de Estados Unidos a devolver a las tribus las tierras arrebatadas a las naciones Indígenas para construir internados.
Canadá | La primera mujer Indígena canadiense coronada
Miss Universo
JULIO
Ashley Callingbull (Enoch Cree) hizo historia en los concursos de belleza canadienses al convertirse en la primera mujer Indígena en ganar el Miss Universo en Canadá.
Perú | Tribunal confirma los derechos del río Marañón y de las comunidades Indígenas
JULIO
En una importante victoria jurídica para los derechos medioambientales e Indígenas, un tribunal peruano ha reconocido al río Marañón como entidad titular de derechos. La sentencia sienta un precedente vital contra la contaminación de las industrias extractivas.
Global | Aumenta la violencia contra los defensores Indígenas
SEPTIEMBRE
Un nuevo informe de Global Witness publicado en septiembre revela los alarmantes peligros a los que se enfrentan los defensores del medio ambiente, en particular los Pueblos Indígenas y los afrodescendientes, que representan casi la mitad de los 196 activistas asesinados en 2023. La minería sigue siendo el sector más mortífero, con 25 asesinatos en 2023.
Marruecos | Manuscritos antiguos son descubiertos
SEPTIEMBRE
Cientos de miles de contratos legales Indígenas Amazigh, llamados arraten, han sido descubiertos en las montañas Atlas de Marruecos. Los documentos ofrecen una visión profunda de los aspectos sociales, económicos y jurídicos de las comunidades Amazigh.

Nepal | El alfabeto Sunuwar obtiene la inclusión en Unicode
SEPTIEMBRE
La lengua escrita de los pueblos Sunuwar de Nepal, el alfabeto Sunuwar, ha sido incluida en la versión 16.0.0 de Unicode. Este avance facilitará la digitalización y el uso de la lengua Sunuwar.
EE.UU | Tierra ancestral devuelta a la Nación Onondaga
SEPTIEMBRE
La Nación Onondaga ha recuperado 1.000 acres de tierra ancestral cerca de Siracusa, Nueva York. Las tierras fueron transferidas el 30 de septiembre como parte de un acuerdo federal del Superfondo.
Canadá | La disculpa de la Asociación Médica se queda corta
SEPTIEMBRE
La Asociación Médica Canadiense (CMA) ha pedido disculpas formalmente a los pueblos Indígenas por el racismo sistémico en el sistema sanitario.
Sudáfrica | Los pueblos Khoi y San exigen su reconocimiento
SEPTIEMBRE
El llamamiento para que el pueblo khoisan sea reconocido como la Primera Nación de Sudáfrica está ganando impulso, con un creciente apoyo a sus demandas de representación en el parlamento y las legislaturas provinciales, reclamadas en un reciente acto del Día del Patrimonio.
EE.UU. | Biden se disculpa por los internados
OCTUBRE
Estados Unidos ha emitido una disculpa formal por las injusticias históricas perpetradas por los internados indios en Estados Unidos, comprometiéndose a apoyar los esfuerzos de curación y las iniciativas de revitalización cultural.
EE.UU. | 20º aniversario de las Trece Abuelas Indígenas
OCTUBRE
En octubre de 2024 se celebró el 20º aniversario del Consejo Internacional de las Trece Abuelas Indígenas con un acto especial en Santa Fe, Nuevo México, donde se reunieron por primera vez las Abuelas. (Fotografía de la izquierda.) Esta reunión, «Todos estamos relacionados: Desenterrando las raíces de nuestra humanidad compartida», tuvo lugar del 24 al 27 de octubre y honró el territorio ancestral de los pueblos Pueblo.
EE.UU. | La ley de California aborda la salud de los Indígenas
OCTUBRE
La Ley de Reducción de las Disparidades entre Latinos e Indígenas reconoce las necesidades sanitarias específicas de los Indígenas latinoamericanos y pretende mejorar el acceso a servicios sanitarios culturalmente adecuados. La legislación recién promulgada obliga al Estado a desarrollar métodos de recopilación de datos sanitarios específicos para las poblaciones Indígenas y a asignar recursos en consecuencia.
EE.UU | Medicaid cubre las prácticas curativas de las tribus Indígenas
OCTUBRE
Medicaid pronto cubrirá las prácticas curativas tradicionales utilizadas por las tribus indígenas de cuatro estados, lo que supone un cambio significativo en el acceso a la asistencia sanitaria. La política pretende integrar los métodos curativos indígenas con la medicina convencional.
EE.UU. | La tribu Muwekma Ohlone busca el reconocimiento federal
OCTUBRE
La tribu Muwekma Ohlone de la bahía de San Francisco busca el reconocimiento federal para afirmar sus derechos y su identidad como Pueblo Indígena. Miembros de la tribu llegaron a Washington, D.C. tras viajar a caballo desde el puente Golden Gate de San Francisco.
ACTUALIZACIONES DE DEFENSA
Bolivia: Informe advierte de graves violaciones de derechos humanos en la mina
SEPTIEMBRE


Indígenas dirigentes del Ayllu Acre Antequera en Bolivia y Qhana Pukara Kurmi, Cultural Survival y Earthworks presentaron un informe a la empresa minera canadiense Santacruz Silver antes de su Asamblea General Anual en Vancouver. En 2021, Santacruz Silver adquirió la mina Bolívar, en el departamento de Oruro (Bolivia), a la empresa minera suiza Glencore. La Mina Bolívar se encuentra en el territorio ancestral del Ayllu Acre Antequera, una tierra comunal gobernada por autoridades y familias Indígenas. El informe documenta violaciones de múltiples derechos humanos en el emplazamiento de la mina, incluidos los derechos al Consentimiento Libre, Previo e Informado; a la salud y a un medio ambiente sano; a la libertad de expresión; al derecho a vivir en condiciones de seguridad; al derecho a la no discriminación; a los derechos culturales; y al derecho a pertenecer a una comunidad Indígena.
Argentina: Un tribunal ordena el desalojo de una comunidad mapuche


OCTUBRE
Un tribunal federal ordenó el desalojo de la comunidad mapuche Lof Pailako de sus tierras ancestrales, en una decisión respaldada por el actual gobierno de Javier Milei y el Parque Nacional Los Alerces. El desalojo se produce en medio de crecientes inversiones nacionales y extranjeras para proyectos turísticos y extractivistas en el territorio, como la reciente aprobación del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones, que está propiciando una ola de desalojos del Pueblo Mapuche en Puel Mapu (Patagonia Argentina) y de todos los Pueblos Indígenas de sus tierras. Los Lof Pailako están resistiendo en su territorio ancestral y ejerciendo la defensa legal de sus derechos territoriales y consuetudinarios.
Bolivia: Cultural Survival denuncia una falsa consulta minera en la comunidad de Totoral Chico OCTUBRE


El 23 de octubre, en la comunidad quechua de Totoral Chico del Ayllu Acre Antequera en Oruro, Bolivia, se organizó una falsa consulta por parte de la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera para legitimar la actividad de la empresa minera La Salvada Sociedad Colectiva, que opera ilegalmente en el territorio desde 2013.
El Programa de Incidencia Política de Cultural Survival pone en marcha campañas internacionales en apoyo de los movimientos Indígenas de base que presionan a gobiernos y empresas para que respeten, protejan y hagan realidad los derechos de sus comunidades.
sin el consentimiento de las comunidades quechua y aymara que lo habitan. La falsa consulta vulneró principios básicos del derecho al Consentimiento Libre, Previo e Informado, ya que la empresa lleva décadas operando. La información no se transmitió en el idioma de la comunidad, y no utilizó sus procesos de toma de decisiones a través de sus propias instituciones de autogobierno, entre otros requisitos. La comunidad aún debe recibir un Estudio de Impacto Ambiental u otras fuentes de información sobre los posibles impactos del proyecto.
Colombia: La COP16 establece un espacio permanente en la política de biodiversidad para los Pueblos Indígenas NOVIEMBRE


Los delegados Indígenas celebraron la aprobación de una de sus principales reivindicaciones en la 16ª Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas (COP16 del CDB) celebrada en Cali (Colombia): la creación de un Órgano Subsidiario Permanente sobre el Artículo 8j (SB8j). Esta fue la primera conferencia desde la adopción del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal en 2022. Representantes gubernamentales de los 196 países que son Partes en el Convenio, así como representantes de organismos de la ONU, representantes de la industria y grupos de observadores que incluyen a los Pueblos Indígenas, se reunieron para debatir y supervisar la aplicación del Marco Global de Biodiversidad en relación con los 23 objetivos establecidos por el marco, la financiación, la presentación de informes nacionales y el conocimiento de los recursos genéticos. Ningún otro proceso medioambiental de la ONU cuenta con un espacio dedicado y permanente para los Pueblos Indígenas y las comunidades locales. El recién aprobado Órgano Subsidiario sobre el Artículo 8j reconoce las contribuciones vitales de los Conocimientos Tradicionales para el éxito del Marco Global de Biodiversidad y estará dirigido por el Cónclave Indígena. Miembros del personal de Cultural Survival y socios de subvenciones se unieron a las conversaciones para exigir a los líderes mundiales que tomen medidas inmediatas para proteger la biodiversidad y poner los derechos Indígenas en el centro de las conversaciones.
Lea más noticias en www.cs.org/latest.
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ERIC TERENA EL HOMBRE RENANCENTISTA DE LA SELVA

Eric Terena actúa en la recepción inaugural del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas 2023 en The Shed, Nueva York.
Cristina Verán
Eric Terena (Terena) nació en Campo Grande (Brasil) y creció entre la ciudad y su tierra natal, Terena, en el estado de Mato Grosso del Sur. Como DJ y creador musical, es uno de los artífices del sonido eléctrico con influencias de hip hop que emerge de la juventud Indígena brasileña, cada vez más urbanizada y que atraviesa el universo, lo que le ha valido un amplio reconocimiento como embajador de los Pueblos Indígenas de la Amazonia, especialmente en el movimiento por la justicia climática. También es cofundador de Mídia Índigena, una red de comunicación dedicada a la información de base y centrada en la comunidad sobre derechos Indígenas y cuestiones medioambientales en América Latina y el mundo. Cristina Verán habló recientemente con Terena durante la Semana
Cristina Verán: ¿Qué te atrajo del arte de ser DJ y, finalmente, de producir tu propia música?
Eric Terena: Mientras crecía, mis hermanos y primos solían interpretar el tipo de música tradicional de nuestro pueblo: cantando, tocando la flauta y la caja. Mi padre tenía un amigo que era DJ, y decidí que yo también quería serlo. Me enseñó en sus tocadiscos. Con el tiempo, aprendí a hacer mucho más que tocar la música de los demás. Mientras estaba en la universidad, gracias en parte al programa de "redes de saberes" de la Fundación Ford, comencé a ser DJ en fiestas para ganar dinero extra. Un día, (el difunto) profesor de Estudios Indígenas, Antonio Brand, se acercó a mí en una de sus exposiciones de arte. Me dijo: 'Eric, ahora te estás haciendo bastante conocido. ¿Por qué no hacer tu propia música también?'. Así que lo intenté. Mis primeros experimentos no fueron tan buenos,
pero con el tiempo, especialmente al reflejar mi cultura, el sonido mejoró y comenzó a resonar no solo con los otros estudiantes Indígenas, sino también con el público más allá.
CV: Tu estilo tecnológico entrelaza notas sonoras del entorno natural, así como la música de los pueblos que viven en él. Por favor, comparte algo sobre tu proceso y qué protocolos son importantes en este.
ET: Me gusta salir a la selva tropical con un micrófono para grabar los sonidos ambientales de allí, así como las canciones tradicionales de la gente. Luego, de vuelta en el estudio, aplicaré algunos efectos computarizados para mejorar y hacer que estas grabaciones sean más fuertes, más poderosas. El ritmo puede ser electrónico, puede ser hip-hop, pero yo lo hago en una frecuencia Indígena. Es importante tener en cuenta que antes de comenzar a grabar a alguien, especialmente a un anciano, discuto lo que planeo hacer y les pido permiso. Además, cuando viajo a diferentes comunidades para dar un show, no me limito a hacer mi set de DJ y luego me voy. Paso tiempo con la gente y encuentro formas de involucrar a los jóvenes, dando talleres y mostrando cómo pueden usar la música para comunicarse
CV: Has hecho hincapié en poner en primer plano las lenguas Indígenas en tu música. ¿Por qué es esto importante, y cómo se relacionan o vibran sus diversas audiencias internacionales con lo que pueden o no entender?
ET: Dondequiera que alguien pueda escuchar nuestros idiomas, nuestros antepasados son convocados a reconectarse con este mundo. Cuando toqué mi canción "Sarayaku" (con Taki Supay, un maestro de ceremonias kichwa) en un evento en Nueva York, por ejemplo, había personas kichwa en la multitud que inmediatamente
Todas las fotos son cortesía de Cristina Verán
reconocieron su idioma y pudieron discernir el mensaje de protesta dentro de él. Para el resto de la multitud, realmente no me importa como DJ si entienden las palabras o no. Creo que la energía de la música puede ayudarles a sentir el significado de la misma de alguna manera.
CV: ¿Cómo dirías que este significado es percibido y recibido por el mainstream en Brasil?
ET: No formo parte de la corriente dominante, ni intento serlo. No soy parte de las tendencias, ni estoy tratando de serlo. Una persona Indígena con un micrófono es considerada una amenaza, y si uno se enfoca o se queja de temas sociales, incluso dentro de los géneros populares, las tendencias y la industria de la música no quieren tener nada que ver con eso. Mis canciones hablan en contra de la injusticia, cosas como el impacto de la industria petrolera, la deforestación, la minería ilegal, etc. Es música de protesta.
CV: ¿Qué tan prevalentes son los DJs Indígenas en la escena musical de Brasil, y qué otros artistas Indígenas allí y en el extranjero te inspiran en estos días?
ET: No hay muchos aquí. Para ser un DJ profesional, necesitas una forma de reproducir y grabar música, un ordenador, los plug-ins adecuados, etc. Las comunidades Indígenas en Brasil suelen estar muy aisladas y solo pueden obtener electricidad e internet durante tres o cuatro horas al día. Cuando estoy en esos lugares, me enfoco en ayudar a los jóvenes que aspiran a esto a descubrir cómo trabajar con lo que tienen. Cada uno de los que enseño irá y enseñará a otros también.
Siempre me emociona conectarme con artistas que, como yo, ven la música como una forma de amplificar su lucha; Djuena Tikuna, de Brasil, y MC Millaray, rapero mapuche de Chile, por ejemplo. Luego, en América del Norte, está Xiuhtezcatl, Taboo de Black Eyed Peas. Supaman, también, es tan increíble.
CV: ¿Qué te inspiró a expandir tu enfoque de hacer no solo música de impacto social, sino también de producir periodismo de defensa? ¿Y qué importancia ha tenido para ambos el uso de las nuevas tecnologías para la grabación, producción y difusión de la obra?
ET: Fue a través del trabajo de DJ que me interesé y aprendí mucho sobre la grabación de audio, no solo para música, sino para cosas como programas de radio, podcasts y captura de sonido para películas. Esto me llevó directamente a convertirme en un creador de medios. Erisvan Guajajara, Edivan Guajajara, Flay Guajajara y yo teníamos el mismo sueño: amplificar las voces Indígenas que hablan sobre los temas importantes para nosotros aquí en Brasil, así como conectarnos con el movimiento Indígena mundial sobre las preocupaciones que compartimos. Así fue como, en 2015, comenzó Mídia Índia (ahora Midia Indígena), una red de información compuesta por casi 800 creadores de medios Indígenas. Tecnologías como los drones, las cámaras, los teléfonos inteligentes y las aplicaciones web son herramientas para nuestra lucha, y las utilizamos para garantizar que nuestros pueblos puedan acceder a la información que necesitan con urgencia sobre las comunidades donde vivimos.
CV: ¿Cómo se involucra y responde Mídia Indígena al panorama mediático que va más allá de él?
ET: Realmente no sentimos que podamos confiar en lo que se publica en la corriente principal de Brasil. Circulan muchas noticias falsas, difundiendo falsos rumores de que, por ejemplo, los incendios forestales en la Amazonía fueron iniciados por comunidades Indígenas. Hemos hecho nuestras propias investigaciones y hemos proporcionado pruebas contrarias sobre quién tiene la culpa: el aumento de las temperaturas globales debido al cambio climático y las industrias extractivas que explotan nuestra tierra y sus recursos. Desde 2018, nos hemos conectado más con los movimientos internacionales en torno a estos temas para colaborar y presentar en reuniones clave de las Naciones Unidas, para la Semana del Clima y en las diversas convocatorias de la COP en todo el mundo.

CV: Teniendo en cuenta lo importante que es la visibilidad para cualquier movimiento activista, has conseguido crear una presencia impactante en plataformas como TikTok, YouTube e Instagram. ¿Cómo evolucionó eso y cuál crees que es su utilidad más allá de la atención que atraen? ET: Hasta hace unos cinco años, nuestros líderes no querían hablar ante las cámaras, por temor a los riesgos reales que existen en Brasil de exponer la cara de una persona de esa manera. Sus vidas podrían verse amenazadas; sus comunidades podrían ser invadidas. Sin embargo, las cosas están cambiando y tenemos que adaptarnos por nuestro propio bien. Usamos las redes sociales no solo para afirmar algún tipo de identidad y comunicarnos con el mundo, sino también cuando nosotros mismos estamos fuera de nuestras comunidades, para seguir lo que sucede en casa y no perder nuestro sentido de conexión. No compartimos fotos bonitas de la selva tropical o personas con la cara pintada por "me gusta". Más bien, publicamos estratégicamente para llamar la atención sobre lo que está sucediendo no solo en las comunidades de la selva tropical, sino también en las que viven en ciudades donde los Indígenas brasileños pueden enfrentar algunas de las peores violaciones de todas.
CV: Como figura pública, ¿cuánto de eso representa los aspectos profesionales frente a los personales de tu vida?
ET: Toda mi vida está invertida en este movimiento. En cuanto a todos los que nos dedicamos a cuidar nuestros bosques, nuestras familias, nuestros idiomas, nuestras culturas, no es un trabajo, es supervivencia.
Cristina Verán es investigadora internacional especializada en pueblos Indígenas, estratega de incidencia y creadora de medios. Como profesora adjunta en la Universidad de Nueva York, se centra en la expresión, la participación y el impacto de los pueblos Indígenas en la música, el arte y la cultura populares, así como en el arte y el activismo.
Eric Terena
ACTIVISMO A TRAVÉS DE LA ACTUACIÓN UNA CONVERSACIÓN CON LANDA LAKES

Landa Lakes (izquierda) durante una presentación en la Conferencia
Phoebe Farris (POWHATAN-PAMUNKEY)
La organizadora comunitaria Dos Espíritus Miko Thomas (Chickasaw), también conocida por su nombre artístico, Landa Lakes, es originaria de Oklahoma, pero ha estado radicada en San Francisco durante décadas. Lakes se desempeña como miembro de la junta directiva de Bay Area American Indian Two-Spirits (BAAITS), una organización de voluntarios basada en la comunidad que ofrece actividades culturalmente relevantes para nativos americanos gays, lesbianas, bisexuales, transgénero e intersexuales, y se ha desempeñado como juez en muchos concursos de drag. Lakes y su compañía drag, Brush Arbor Gurlz, actúan en todo el país, utilizando espectáculos de drag para recaudar fondos y crear conciencia para las comunidades nativas y 2SLGBTQ+. Phoebe Farris habló a Lakes en la Conferencia de Medios Indígenas, organizada por la Asociación de Periodistas Indígenas, en julio de 2024.
Phoebe Farris: Landa, en la Conferencia de Medios Indígenas de este año en la ciudad de Oklahoma, fuiste la artista destacada para la recepción de la noche de apertura. Ese mismo día, se proyectó el documental "Sugarcane", codirigido por Julian Brave NoiseCat (Canim Lake Band Tsq'escen) y Emily Kassie. La película investigaba el abuso sexual y físico y el infanticidio en la Escuela Misión de San José, cerca de la Reserva de Sugarcane en Columbia Británica, Canadá. Antes de tu actuación, ¿habías visto la película o discutido con
los directores cómo crear una actuación que hiciera referencia a los temas tratados en "Sugarcane"? ¿O fue una coincidencia o una serendipia, o tal vez algo más conectado con el universo?
Landa Lakes: No sabía que se iba a proyectar "Sugarcane", así que supongo que de alguna manera estaba conectada con el universo, o tal vez los internados nos unen como Pueblos Indígenas. Mi padre y dos de sus hermanas asistían a Sequoyah, y su hermana menor asistía a Chilocco. Mi abuela asistió a la Academia Bloomfield, y mi bisabuelo fue a la Academia Burney, conocida como el 'Hogar de Huérfanos de Chickasaw' y la 'Escuela de Trabajo Manual'.
PF: ¿Cómo preparas tu mente y tu cuerpo para actuaciones que lidian con las emociones crudas del dolor abrumador y al mismo tiempo crean escenas que hacen reír al público, todo en un solo escenario?
LL: En la década de 1980, hubo un proyecto llamado EIC [Explorations In Creativity (Exploraciones en creatividad)] donde conocí a Mary Ann Brittan, Choctaw/Caddo. Trajo a niños nativos de todo el territorio continental de los EE. UU. y Alaska a la Escuela Indígena Riverside en Anadarko, Oklahoma, durante el verano. Mary Ann dirigió el grupo de teatro y nos introdujo al teatro Indígena de la Compañía de Teatro Indígena Americano de Tulsa y a los escritos de Hanay Geiogamah. Me enseñó que el humor y la profundidad son hermanos, y si te estoy dando algo serio, el humor ayuda a aliviar la mente.
PF: En algunas de tus escenas más ligeras y humorísticas, entras al escenario con un vestido de noche rojo cantando la letra de "I Will Always Love You" y sosteniendo un cartel con la etiqueta "carbohidratos", luego te pones un traje de Superwoman inspirado en Marvel y haces saltos de tijera mientras sostienes un libro titulado "Dieta keto". Por favor, comparte con nuestros lectores el proceso de creación de este sketch.
LL: Llevo haciendo este número más o menos desde el 2005. Lo hice para una noche de drag llamada Duck and Cover, que era una noche de covers de canciones. Mi peso es un yoyo; estoy más delgada y llena dependiendo de cuándo me veas. Originalmente lo hice como Atkins, pero ahora el furor es Keto, las cuales son dietas restrictivas de carbohidratos. Así que poner mi verdadera lucha en el escenario y llegar a comer un cupcake por el arte es fantástico.
PF: En el suelo, cerca del escenario, una pantalla gigante presenta imágenes en primer plano de tu cara y cabello envuelto en un colorido hilo de plástico que se desenreda lentamente mientras cantas las letras de "Tapestry" y "A Coat of Many Colors". A medida que esa escena se desvanece, la siguiente imagen en blanco y negro muestra a niños indios rezando y cantando: "John Brown
Todas las fotos propocionadas por Phoebe Farris.


tenía un niño indio, un niño indio". ¿Puedes explicar el significado de estas imágenes en evolución?
LL: Esto es de mi artículo, "Indios de papel". Comienza con el mensaje: "La presentación de hoy ha sido traída a ustedes por la Ley de Civilización de 1819". Las imágenes cambian entre los niños indios y un tutorial sobre cómo hacer muñecos de papel o, en mi opinión, cómo asimilar a los niños. Cuando terminaron las guerras, cuando los búfalos desaparecieron, cuando la gente fue removida y restringida, al Congreso le resultó natural llevarse a los niños. En última instancia, es esta ley del Congreso la que dio dinero para que estas escuelas e instituciones religiosas sacaran a los Indígenas del llamado salvajismo y los asimilaran a la sociedad en general, y se ha desarrollado una y otra vez de diferentes maneras en cosas como la Ley de Reubicación de Indios. En mi opinión, muchos de estos actos han sido muy destructivos para las familias Indígenas, y el sistema de internados fue uno de los peores.
PF: La gente de mi generación creció usando mantequilla Land O' Lakes con la hermosa doncella india que aparece en el empaque. Era la mantequilla más popular. Por favor, cuéntanos cómo recuperaste el ícono, cambiando tu nombre a Landa Lakes e Indigenizándolo correctamente. LL: Mi nombre drag original era Autumn Westbrook cuando comencé a actuar en The Wreck Room en la ciudad de Oklahoma en la década de 1980. Alrededor de 2004, quise renovar mi estilo de actuación porque había cambiado y se trataba más de historias, y quería algo que fuera irónico y reconociblemente Indígena. Todo el mundo conocía a Mia (la mascota india de Land O' Lakes), y aunque el artista que había creado la versión final de Mia era Indígena, simplemente no estoy de acuerdo con que los cuerpos Indígenas sean utilizados como mascotas por personas no Indígenas o de una manera que no beneficie a una Nación que está siendo utilizada. Hubo un tiempo en el que teníamos poca o ninguna representación, así que creo que algunas de las generaciones anteriores a la mía estaban orgullosas de cosas como los Redskins de Washington, Cher con un tocado. Incluso quería ser el indio de Village People en los años 70. Pero ahora tenemos una representación real, y no creo que necesitemos retroceder para convertirnos en una herramienta para transmitir lo americano. PF: Por favor, comparte con nosotros cómo tu herencia de

la Nación Chickasaw, tu infancia en Oklahoma, tu identidad como Dos Espíritus, tu participación en el activismo por la justicia social y tu carrera en el arte de la actuación se cruzan sin problema con los forasteros. ¿Cuáles son los desafíos para abrazar positivamente todos estos aspectos de tu vida y convertirte en la poderosa persona Indígena que eres?
LL: Crecí en el área de Tupelo-Stonewall, Oklahoma. Siempre estuvimos rodeados de nuestra familia. Mi familia comenzó un pequeño grupo de baile llamado Buck Creek Dancers, y aprendimos algunas canciones y bailes de Buster Ned, quien dirigía el Comité Cultural y el Grupo de Danza Chickasaw Choctaw. Buster creció con mi abuelo, Buck Thomas, cuando la abuela de Buster se casó con mi bisabuelo, el reverendo Robert Bob Thomas. Así que, creo que culturalmente, crecí con una mezcla constante de cristianismo y tradición. Diría que mi activismo realmente comenzó en la Universidad de Oklahoma en Norman como parte de la Alianza de Gays y Lesbianas. También formé parte de la Asociación de Estudiantes Indios Americanos. Pero para mí, el verdadero trabajo activista estaba dentro de la AGL. Mi amigo y compañero activista Choctaw, Ben Carnes, realmente me animó a trabajar por cosas que eran importantes para las generaciones futuras, y siento que he tratado de lograr eso fuera de la actuación, pero también de incorporar temas dentro de la actuación que llegan a una audiencia que puede no tener idea sobre el mundo Indígena.
Sigue a Landa Lakes en Instagram: @landalakes.
Phoebe Mills Farris, Ph.D. (Powhatan-Pamunkey), es profesora emérita de la Universidad de Purdue, fotógrafa y crítica de arte independiente.
Landa Lakes durante actuaciones y sketches sobre internados y dietas de moda.
ANGÉLICA AYALA
Defender nuestras tierras de los nuevos megaproyectos en Tepoztlán, México.
Diana
Pastor (CS)
Recientemente, el equipo de Cultural Survival se reunió en Tepoztlán, Morelos, México, para una jornada de trabajo e intercambio anual. Fue una oportunidad para conocernos y disfrutar de las hermosas tierras Náhuatl. Para honrar este lugar que nos recibió y trató con cariño, nos tomamos un tiempo para conocer a las autoridades ancestrales, el liderazgo comunitario y a las organizaciones locales para aprender de su lucha y trabajo. Angélica Ayala, una mujer Nahuatl tepozteca, ex becaria del proyecto: “Entrenando Mujeres Indígenas para la Defensa de sus Derechos Humanos”, fue una de las líderes con las que Diana Pastor, miembro de nuestro equipo de comunicación, tuvo la oportunidad de conversar a profundidad.
DP: ¿Cuéntanos quién eres y cómo inició tu activismo?
AA: Soy defensora, antropóloga e investigadora del pueblo Nahuatl. Provengo de una pequeña familia, con ellos nació mi activismo cuando era niña. En 1994, en Tepoztlán luchamos contra la construcción de un club de golf impulsado por empresas españolas y un conglomerado de empresas mexicanas con el respaldo del gobierno.

Se iba a construir en un área natural protegida. Yo tenía 5 años y ahí empezó mi aventura, pues mi papá era parte del ayuntamiento libre y autónomo en Tepoztlán, y paralelamente se estaba desarrollando la lucha del ejército zapatista nacional. Fue una lucha importante desde el centro del país. Mi familia y la comunidad se levantaron, cerraron el pueblo y no dejaron entrar a la policía, ni a los militares. Vivíamos todos los días en el plantón, el lugar se convirtió una cocina en donde la gente cantaba y los niños andaban en sus bicicletas… parecía una fiesta, al menos en mi inocencia lo veía como algo así. Mi abuelo también fue parte de una resistencia en 1960 cuando se quería construir una residencial (sin permiso de la comunidad). Él estuvo preso un año por defender su territorio, y luego salió, de manera que la lucha es hereditaria. En el 2012, ya fue mi turno.

DP: ¿Te parece que Tepoztlán es una tierra de lucha constante?
AA: Así es. Cada década, Tepoztlán está en la mira y hay un proyecto nuevo. En el 2012, impulsaron la ampliación de la autopista la Pera Cuautla, parte del proyecto Morelos que abarca la construcción de una termoeléctrica y un gasoducto hacia la zona oriente de nuestro estado. En otros pueblos, eso se puede ver como progreso y desarrollo y no dudo que así lo sea en algunas comunidades a las que les faltan los caminos, pero aquí ya había una carretera, sólo faltaba ampliar algunas partes, entonces no había
necesidad de hacer una masacre ambiental y destruir la zona arqueológica, conocida como Tlaxomolco. No logramos frenar del todo la obra, pero se culminó de mala manera y se saltaron muchas leyes ambientales. Luego de la construcción de esta carretera, comenzaron otras problemáticas, como los incendios forestales, el turismo masivo, la gentrificación que es una “nueva colonización” pues se apropian del territorio y extraen parte de nuestra cultura a través de la apropiación de ciertas tradiciones y costumbres.
DP: Mencionaste que tu activismo nació en tu familia. ¿Cómo ha influido tu comunidad en ello?
AA: Cuando mi padre falleció, quedamos mi mamá y mi abuela, quienes son parte fundamental de mi vida. Crecí rodeada de mujeres aguerridas y valientes. Esa figura fuerte apareció en mi vida desde la escuela primaria, cuando me pusieron de sobrenombre a Tía, “la Tía a la que le gusta ir a los cerros”. Últimamente no lo he hecho, porque desde el año pasado he sido mayordoma del Barrio de Santo Domingo (de donde yo soy), lo cual es un cargo religioso, pero también es político, por ejemplo, abordamos cuestiones de seguridad y nos organizamos para hacer rondas comunitarias. Hemos colocado cámaras, alarmas y hemos hecho detenciones. Somos el único barrio que tiene un consejo barrial de personas mayores y trabajan en conjunto a la mayordomía. También recuperamos una costumbre que se había perdido, la siembra de nuestro maíz criollo. En el barrio tenemos un terreno sin dueños, es del barrio y del santo (Domingo), y sembrábamos colectivamente. Se había dejado de hacer, pero lo retomamos en el 2015, empezamos con 1 hectárea y terminamos con 4, y desde el 2015 hasta ahora, será el 9º año que sembramos de manera permanente. Empezó con jóvenes y ahora, la mayordomía y el barrio son quienes se encargan de él. Es interesante porque ese proceso se dio junto a la lucha contra la construcción de la autopista, de manera que, la destrucción, también dio paso a retomar vínculos comunitarios, a la siembra, con el territorio.
DP:¿Puedes contarnos sobre lo que significa para ti el territorio
AA: Para mí, significa arraigo, identidad, tener un vínculo con lo que nos rodea, mucho cariño por la tierra donde he crecido. A lo largo de estos años he reflexionado que el territorio son las costumbres, las tradiciones, los vínculos que puedes establecer con tus vecinos, con las personas del barrio. Por ejemplo, ahora me quedó claro que en la mayordomía está el corazón de muchas tradiciones, se teje la resistencia, mucha cultura. No es solo un espacio físico o material, sino el vínculo que tengo con los cerros, ubicarme desde niña donde está el norte, el sur, donde caminar, conocer la flora y fauna, los animales nativos, sentir tranquilidad y paz, algo inexplicable, pero que me da mucha sensibilidad. Tengo el tatuaje de un cerro de Tepoztlán, Yogualtepl, que es como un vigilante nocturno, su apodo es “el enano”, es como un guardián de la noche. Los cerros son mi casa. Una vez participé en un encuentro de mujeres en Quintana Roo, y me dio dengue. Cuando estaba regresando y vi los cerros, dije “estoy en casa, ya me
puede pasar lo que sea porque los cerros me están esperando, me están abrazando”. Los cerros tienen muchas historias, saberes, el caminarlos te permite aprender muchas cosas. Me tatué lo cerros porque hice la asociación de cuerpo territorio, ya que nuestro primer territorio es nuestro cuerpo, y porque el cerro representa mi propia lucha.
DP: Hablando de luchas, cuéntanos de tu experiencia como joven mujer defensora.
AA: Formé parte del frente juvenil en defensa de Tepoztlán, el cual surgió porque la juventud no se veía representada por las personas adultas, que, aunque defendían el territorio nos hacían de menos (sobre todo los hombres) por el hecho de ser jóvenes. Una gran parte del grupo éramos mujeres, no nos gustaba que nos mandaran y que nos dijeran que no sabíamos por ser jóvenes, por eso nos independizamos y formamos el frente.
Una de las integrantes del frente (de adultos), la maestra Osbelia Quiroz nos decía que confiaba en los jóvenes, que nos daban el respaldo. En ese entonces justo empezaron más incendios provocados, y otros compañeros mayores nos llevaron ahí y nos enseñaron como se apagaban. Con el paso del tiempo, como no ha habido apoyo de autoridades estatales nos han dejado entrar. Hemos sido brigadistas y eso ha sido otra experiencia, caminar y ver el fuego es muy desgastante físicamente, hay que tener buena condición. Se pierde mucha energía en un día, la labor no para. Aunque ya se había perdido el interés en las brigadas de incendios, formadas sobre todo por hombres mayores, el frente juvenil vino a reactivar los relevos. Lamentablemente Tepoztlán ha sido noticia por los incendios, hemos recibido apoyo de otros lugares de México, y ahora hay 10 brigadas organizadas a través de guardabosques. Hemos logrado controlar todos los incendios. Hay aún pocas mujeres, y es un reto porque a los hombres (de cierta manera) no se les permite preocuparse, y cuando eres mujer te juzgan por cansarte o preocuparte porque los hombres se guardan su cansancio. Es una experiencia fuerte estar frente al fuego, pero es satisfactoria, por ejemplo, al rescatar animales. Hace algún tiempo rescatamos a una zorrita a quien nombramos como Dominga, (en honor a nuestro barrio); ahora está grande, y aún la vemos.
DP: ¿Qué tienes planeado para el futuro?
AA: Me gusta mucho la investigación. Si regresara el tiempo, volvería a estudiar antropología social, no es una carrera muy lucrativa, pero es grato e impresionante conocer y ver otras culturas y mundos, es algo a lo que me gustaría dedicarme. También hay oficios que me gustan mucho, por ejemplo, la cera escamada, me gustaría aprenderlo. Si pudiera vivir de eso, lo haría. Me gusta servir a mi comunidad en Tepoztlán. Creo que nunca más me veré de forma individual, verme en colectivo me permite complementarme, hace algún tiempo sentí que algo me faltaba y lo que me faltaba era involucrarme con mi comunidad. Quiero enfocarme en lo académico, pero que siempre esté relacionado con Tepoztlán. Para mí, el futuro se siembra, debe trabajarse…se siembra, se cosecha para que pueda alimentarnos. El voto ya no es suficiente, el cambio está en lo que construimos en colectivo, necesitamos sembrar conciencia, trabajo colectivo, rebeldía. Los Pueblos Indígenas tenemos formas particulares de organizarnos y no podemos perderlas. En Tepoztlán tenemos ayuntamiento libre, y se ha elegido a través de asambleas barriales, así que pienso que cuando no se vota por ningún partido político, demostramos que las cosas se pueden hacer diferentes.

ENFRENTANDO LA FIEBRE DEL LITIO

Las comunidades
Indígenas cultivan la sal en estanques con métodos ancestrales.
En el recuadro: Clemente Flores entregando el Kachi Yupi (Protocolo de Consulta a las Comunidades de Cuenca).
Soy el Presidente de la comunidad Indígena El Angosto de la cuenca de Salinas Grandes y Laguna de Guayatayoc en las provincias noroccidentales de Salta y Jujuy, Argentina. Salinas Grandes se encuentra a 3.200 metros sobre el nivel del mar al pie del Nevado de Chañi, Argentina. Somos aproximadamente 7.000 habitantes de 33 comunidades dispersas en un área de 150 kilómetros, con numerosas carreteras que nos conectan. Nos identificamos como parte de la cuenca, y tenemos una cultura compartida que se transmite de generación en generación.
Si bien la cuenca se distribuye entre Salta y Jujuy, no existen divisiones entre salteños y jujeños. Hay familias donde la madre vive en Salta y sus hijos a pocos metros en Jujuy; la vida cotidiana transcurre en esa línea invisible que no conoce fronteras. Las comunidades Indígenas preexisten al Estado argentino y gozan de una serie de derechos, como el derecho a decidir sobre las prioridades de nuestro desarrollo, la participación en la formulación de planes, políticas o programas que puedan afectarnos, y el Consentimiento Libre, Previo e Informado, garantizado en la Constitución de la Nación Argentina y en los pactos internacionales a los que este país ha adherido.
La mayoría de las comunidades viven de la cría de ovejas y llamas, complementando nuestras economías con la producción agrícola a menor escala. Las llamas son parte de nuestra familia, y mantenemos pequeños rebaños para que no sufran de falta de alimento en el invierno. También hay una relación cariñosa y familiar con todo el entorno.
Salinas Grandes en peligro en Salta y Jujuy, Argentina
Por las señales que nos dan animales salvajes como el puma o el zorro, sabemos si el año será seco o lluvioso. Las plantas con flores también nos avisan sobre el clima. El clima en sí es una familia, y cada fenómeno natural tiene su propio camino. Es por eso que pedimos respeto a esta relación espiritual con el entorno natural.
Las Salinas son parte de nuestra historia e identidad. Nos han proporcionado sustento durante muchas generaciones a través de viajes de trueque e intercambio, y hoy en día, muchos trabajan como jornaleros en las cooperativas de sal o como vendedores en los mercados regionales. Para defendernos de lo que se ha denominado el "oro blanco de la Puna" —el litio— y la fiebre de la producción de baterías, comenzamos a organizarnos en 2010. Las comunidades de la cuenca desconocían la exploración y explotación de este preciado mineral. Aprendimos de qué se trataba y de lo que iban a producir con él, y nos organizamos para exigir información sobre lo que querían hacer en el territorio. Nuestra preocupación siempre fue la cantidad de agua que se iba a consumir en esta actividad extractiva.
Para extraer litio es necesario bombear millones de litros de agua que conforman el subsuelo de la mina de sal. Esa agua ha estado ahí durante millones de años y es un eslabón más en la composición de nuestro frágil ecosistema. En Catamarca, la minera Livent explota litio desde 1997 y ha sido denunciada por secar un río. La Corte Suprema de Justicia de esa provincia prohibió el otorgamiento de nuevos permisos en el Salar del Hombre Muerto hasta que se realice un estudio del impacto ambiental acumulado de todos los proyectos y obras que allí se realizan. No queremos ser el conejillo de indias de la transición energética. Si nos quitan el agua, se acabará nuestra forma de vida y, con ella, nuestra cultura.
Fotos propocionadas por Joaquin Zaldivar y Soledad Sede.
Clemente Flores (KOLLA)
El ecosistema de la Puna es muy precario. Vivimos en equilibrio y aprovechamos al máximo los recursos que nos da la naturaleza. Tenemos pequeñas producciones de cultivos de arveja y papa y criamos llamas y cabras a pequeña escala. En todas estas actividades, el consumo de agua es fundamental. Es por eso que hicimos un reclamo colectivo al Estado para que garantice nuestros derechos. La cuenca pertenece a las comunidades. Es nuestra responsabilidad protegerlo como fuente de vida. Presentamos una demanda ante la Corte Suprema solicitando que se respete el Consentimiento Libre, Previo e Informado de las comunidades locales. Comenzamos a reunirnos sistemáticamente para planificar y crear conciencia sobre esta problemática emergente que podría afectar la vida de todos. También nos reunimos para que el Estado entendiera que antes de realizar cualquier actividad en la cuenca, debíamos ser consultados a través de un procedimiento adecuado y participativo. Esto requirió el compromiso de las comunidades de reunirse todos los meses y su disposición a participar en las reuniones, a las que asisten entre 30 y 60 personas. En ocasiones, el clima o la falta de transporte y carreteras afectan las rutas que debemos recorrer para estar presentes, dificultando mucho la participación de todos los representantes. El compromiso es nuestra principal herramienta organizativa.
Incompatibilidades de la explotación de litio con la producción local
En la Puna llueve solo 10 centímetros al año. Esto significa que el agua consumida para la extracción de litio no está disponible, excepto en las profundidades subterráneas. Habrá que perforar pozos a decenas de metros de profundidad, lo que secará los manantiales y las comunidades se quedarán sin agua. El Estado nunca nos ha mostrado el plan de extracción de litio, ni nos ha involucrado en la generación de políticas públicas orientadas a respetar e involucrar a los Pueblos Indígenas. A solo 90 kilómetros de nuestra cuenca, en la zona del salar de Cauchari, están explorando litio y vemos lo que está pasando: grandes perforaciones, manantiales secos y productores que se ven obligados a salir con sus llamas.
No estamos en contra de la minería, ni del progreso, ni de la generación de empleo, pero queremos que nuestras voces sean respetadas, involucradas y consultadas. En 2009, el Estado anunció que iba a abrir la mina Pirquitas por 30 años, pero hoy está cerrada. ¿Qué pasó con las poblaciones locales y el medio ambiente? Si la transición energética está destinada a mejorar el mundo, ¿por qué ponen en riesgo nuestras vidas? Queremos ser parte del mundo que están tratando de salvar, pero también tenemos el derecho de ser incluidos en el futuro. Podemos contribuir para que la extracción de minerales de transición energética no signifique sacrificar nuestra cultura. Si matan a la Pachamama, matan a nuestro Pueblo.
Una de las estrategias que utilizamos para enfrentar esta situación fue la elaboración de un documento sobre nuestro derecho al Consentimiento Libre, Previo e Informado, donde explicamos el procedimiento de consulta adecuado para nuestra cultura. Todos tuvieron la oportunidad de agregar contribuciones y contenido que consideraron significativo. Hoy nos aseguramos de que el Estado cumpla con este documento vinculante. Si no se cumple, se violan nuestros derechos. Una vez formalizada, esta propuesta funcionará para todos los proyectos de exploración minera. Para nosotros, la mina de sal no es un recurso económico, sino un ser vivo. La sal tiene un ciclo de cría. En octubre y noviembre de cada año, la siembra se realiza mediante la construcción de piscinas. De diciembre a febrero es el período lluvioso en el que se eleva la sal. La recolección se realiza de marzo a mayo, momento en el que la sal se fracciona y se vende. En agosto, pedimos un buen año para la sal, y en nuestros territorios hacemos ofrendas a la Pachamama, ofreciendo hojas de coca, comida, bebidas y sahumada con cobá. De esta manera, renovamos el ciclo de la sal.
Cuando caminamos por los salares, de vez en cuando nos encontramos con que brota agua. Para nosotros, estos manantiales son autoridades que deben ser respetadas; son sagrados porque son la fuente de la vida. Para tocarlos, debemos pedirles permiso. Sin embargo, estos seres espirituales son más vulnerables que otros. Su existencia depende exclusivamente de la conservación de los paisajes salvajes que los contienen. Es por eso que decimos: "Si nos quitan el agua, nuestra vida se acaba".
Un agradecimiento especial a Soledad Sede por contribuir a este artículo.
Comunidades organizadas de camino a presenciar cómo las empresas mineras abandonan las salinas con excavaciones e intrusiones sin permiso.
Recuadro: Corte de ruta y movilización en Salinas Grandes contra la exclusión de los Pueblos Indígenas de la reforma constitucional provincial de 2023.



LOS PUEBLOS INDÍGENAS DEFINEN LA TRANSICIÓN JUSTA
y proporcionan principios y protocolos para eliminar los daños de la energía
renovable y el desarrollo
Cerca de 100 líderes Indígenas de las siete regiones socioculturales del mundo participaron en la Cumbre Transición Justa: Perspectivas, conocimientos y experiencias vividas de los Pueblos Indígenas.
Fotografía por Marco Lara, Cultural Survival.
The SIRGE Coalition
Como Pueblos Indígenas, somos los guardianes de los ecosistemas. Somos los guardianes de nuestro planeta. Las transiciones de nuestro planeta deben ser guiadas por nuestra sabiduría, por nuestro conocimiento. Hasta ahora en este mundo, los Pueblos Indígenas son los que más están protegiendo todos y a cada uno de los ecosistemas, desde los glaciares hasta las montañas, los desiertos, las sabanas, los bosques, los océanos, los ríos y los lagos", dijo Hindou Oumarou Ibrahim (Mbororo) en la Cumbre sobre Transición Justa: Perspectivas, Conocimientos y Experiencias Vividas de los Pueblos Indígenas, celebrada del 8 al 10 de octubre en Suiza. Cerca de 100 líderes Indígenas de las siete regiones socioculturales del mundo llegaron a un acuerdo unánime sobre la definición de una Transición Justa en relación con los Pueblos Indígenas afectados o potencialmente afectados, lo que se refleja en el documento final culminante, "Principios y Protocolos de los Pueblos Indígenas para una Transición Justa". El documento detalla lo que la transición a la energía y el desarrollo "limpios" o "verdes" debe hacer para respetar los derechos y proteger el bienestar de los Pueblos Indígenas.
La Cumbre fue organizada por el Comité de Coordinación Mundial de los Pueblos Indígenas, compuesto por la Coalición para Garantizar los Derechos de los Pueblos Indígenas en la Economía Verde (SIRGE) (de la que Cultural Survival es miembro fundador); el Consejo Internacional de Tratados Indios; Pacto de los Pueblos Indígenas de Asia; el Consejo Saami; el Consejo Circumpolar Inuit; Foro de Organizaciones No Gubernamentales Indígenas de Pastores (PINGO); He Kainga Indigenous Solutions, con sede en Aotearoa, Nueva Zelanda; Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica; Association des femmes peules &
Tchad; Nación Nyungar; Confederación Unida del Pueblo Taíno; y el Centro de Apoyo a los Pueblos Indígenas del Norte.
A medida que los gobiernos y las empresas impulsan cada vez más una economía baja en carbono como el principal motor para resolver la crisis climática, a menudo ignoran los requisitos para reconocer e integrar los derechos de los Pueblos Indígenas consagrados en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, en particular los derechos a la libre determinación y al consentimiento libre, previo e informado (CLPI). Sin garantizar el CLPI de los Pueblos Indígenas y sin la participación de los Pueblos Indígenas en todo el desarrollo y la implementación de proyectos, la minería de minerales de transición perpetúa los mismos daños y violaciones de derechos que los combustibles fósiles y el desarrollo de recursos tradicionales. Si bien la promesa de tecnología basada en minerales de transición como el litio y el cobalto es ampliamente aclamada como la solución al cambio climático, la minería y otros procesos extractivos de estos materiales están constantemente vinculados a la destrucción del medio ambiente y otras consecuencias negativas que afectan de manera desproporcionada a los Pueblos Indígenas. Entre estos impactos nocivos se encuentran la pérdida de biodiversidad, el aumento de los conflictos violentos, el desplazamiento forzado, el agotamiento de los recursos y la contaminación ambiental. Las operaciones mineras también contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero, exacerbando el cambio climático.
"Hace dos años, comenzamos a convocar a líderes Indígenas de todo el mundo para abordar el aumento de la violencia, el daño y los impactos negativos que la llamada transición energética 'verde' o 'limpia' está perpetuando en nuestras tierras y en nuestras comunidades, los mismos impactos que los Pueblos Indígenas experimentan por las prácticas extractivas de combustibles fósiles", dijo Rodion Sulyandziga (Udege), Presidente del Comité de Coordinación Global de la Cumbre. "La culminación fue nuestra Cumbre Indígena de Transición Justa, y este
documento final proporciona un acuerdo unánime sobre las definiciones, principios y protocolos que deben ser fundamentales para la Transición Justa. Estos son los primeros pasos para que cualquier persona, ya sea una empresa, un Estado o una empresa liderada por Indígenas, construya una economía verdaderamente justa, sostenible e inclusiva para todas las personas del mundo", dijo Sulyandziga. la Transición Justa. Estos son los primeros pasos para que cualquier persona, ya sea una empresa, un Estado o una empresa liderada por Indígenas, construya una economía verdaderamente justa, sostenible e inclusiva para todas las personas del mundo", dijo Sulyandziga.
Los líderes Indígenas en la Cumbre se comprometieron a iniciar procesos para que sus Pueblos salvaguarden lo que, como se establece en los "Principios y Protocolos de los Pueblos Indígenas para una Transición Justa", "determinan que es fundamental para su supervivencia y bienestar que está arraigado en sus cosmovisiones y valores" y a "difundir, promover y defender estos principios y protocolos”, así como "utilizarlos en sus esfuerzos de educación, capacitación y defensa". También continuarán "participando y desafiando las regulaciones, estándares, leyes, políticas y acciones que ignoran su CLPI", se solidarizarán entre sí para oponerse a la imposición de proyectos de "energía verde" que afecten sus tierras, pedirán la "implementación de un enfoque ecosistémico" y "exigirán que se proteja a los defensores de los derechos Indígenas, humanos, ambientales y territoriales".
Además, se han comprometido a "utilizar los organismos internacionales de derechos humanos y los mecanismos nacionales, internacionales y regionales para presentar denuncias urgentes para detener las acciones de los Estados y las violaciones de los derechos", y se han negado a tolerar cualquier desalojo forzoso, desplazamiento, reubicación, despojo y expulsión, en nombre de proyectos de "transición verde". Piden "un mapeo exhaustivo y procedimientos de debida diligencia para el desarrollo de minerales de transición y para los impactos sociales, ambientales y de derechos humanos", así como la demanda de que "las empresas, los gobiernos, los mecanismos financieros, el sector privado, todas las partes responsables, asuman la plena responsabilidad y tomen medidas por los daños, la pérdida de patrimonio cultural y otros impactos adversos de las actividades mineras para los seres humanos, la biodiversidad, las tierras ancestrales, las prácticas culturales y espirituales, los territorios y las aguas".
Carlos Mamani (Aymara), en representación de las regiones de América Central, del Sur y el Caribe, dijo: "Nos gustaría expresar nuestra visión de una Transición Justa basada en nuestros derechos y medios de vida".
Valentina Sovkina (Sami) de la Federación Rusa comentó: "Esta Cumbre muestra nuestra unidad... que podemos ser impulsados por una idea. Podemos demostrar lo fuertes que somos. Podemos expresar nuestras preocupaciones y compartir nuestras soluciones. Y nos ayudará a preservar nuestras tierras, nuestros pueblos y nuestros territorios. Tenemos que pensar en futuras reuniones, porque la realidad está cambiando y tenemos que estar preparados. Tenemos que estar unidos para demostrar que realmente somos capaces de aportar soluciones. Creo que esto es lo más importante para nosotros como Pueblos Indígenas".
Ruekeith Jampong (Sea Dayak), de Asia, habló de cómo el persistente fracaso de los países a la hora de respetar los derechos de los Pueblos Indígenas está poniendo en
peligro la vida de los Pueblos Indígenas, especialmente de las mujeres y los jóvenes, erosionando las tierras y los recursos, e impactando en los puntos críticos de biodiversidad. Enfatizó que los Pueblos Indígenas no son solo los habitantes de estas zonas, sino los defensores de primera línea. "Los derechos y las voces Indígenas deben estar en primer plano en todas las decisiones, o la lucha mundial contra el cambio climático está destinada al fracaso. Hacemos un llamado a los medios de comunicación para que expongan estas injusticias y amplifiquen nuestras voces. El mundo necesita entender que cualquier proyecto de transición energética llevado a cabo en tierras Indígenas sin respeto por nuestros derechos, dignidad y soberanía no es más que una continuación de la colonización".
Te Ngaehe Wanikau (M-aori) de la región del Pacífico habló sobre el hilo sagrado que conecta a los Pueblos Indígenas de todo el mundo, a pesar de una multitud de idiomas y culturas. "Estamos conectados a través del parentesco, a cada parte de la existencia", dijo. "Nuestra Transición Justa es volver algún día a... Un mundo de respeto mutuo y amor. Es un honor estar aquí con nuestras regiones. No somos países. No somos gobiernos. Somos el entorno que nos dio a luz. Somos los descendientes de nuestros antepasados. Y dentro de nosotros, llevamos las historias que nos unen como uno solo".
"Durante demasiado tiempo, las voces Indígenas han sido marginadas. Desde el Amazonas hasta el Ártico, la protección de nuestro medio ambiente siempre ha estado entrelazada con la protección de nuestros pueblos. Somos los guardianes de los ecosistemas más vitales del mundo, desde las selvas tropicales hasta los pastizales, y somos los primeros en sufrir cuando estos ecosistemas se ven amenazados. El mundo debe entender que no puede haber justicia climática sin justicia Indígena. No puede haber transición verde sin la plena participación de los Pueblos Indígenas. Proteger la Tierra significa proteger a las personas que siempre la han protegido. Esta es nuestra responsabilidad, y también es nuestro derecho. Sin el conocimiento Indígena, la búsqueda de un futuro verde es un viaje sin mapa. Y sin las voces Indígenas, incluso la economía más verde se agotará", dijo Sulyandziga.
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PRINCIPIOS PARA UNA TRANSICIÓN JUSTA
ESTABLECIDOS DURANTE LA CUMBRE
1. Derecho a la vida
2. Derecho a la Autodeterminación y Soberanía de los Pueblos Indígenas
3. Descolonización
4. Reparaciones, Devolución de Tierras y Restauración Integral de Tierras
5. Respeto a las formas de vida de los Pueblos Indígenas
6. Transparencia y rendición de cuentas
7. Reparaciones históricas
8. Protección Integral de los Pueblos Indígenas
9. Reconocimiento de las funciones y responsabilidades de los Pueblos Indígenas.
10. Mantener 1,5 grados
11. Un enfoque basado en los derechos para las cadenas de suministro
Lea el documento completo en indigenoussummit.org/outcome-document.
LA INTERSECCIÓN ENTRE LAS LENGUAS INDÍGENAS Y EL CAMBIO CLIMÁTICO
La visión de los pastores Masái de Tanzania

El impacto del cambio climático está provocando escasez de agua, lo que lleva a las mujeres y hombres Indígenas a caminar durante largos periodos en su busca.
Foto por Nailejileji Tipap.
Nailejileji Tipap (MAASAI)
En el discurso mundial sobre el cambio climático, las comunidades Indígenas suelen describirse como grupos vulnerables que se enfrentan a efectos adversos. Sin embargo, los Pueblos Indígenas no somos víctimas pasivas. Somos conocedores de los efectos del cambio climático, con estrategias de adaptación y mitigación integradas en los sistemas de gestión de la tierra. Este conocimiento se conserva en las lenguas Indígenas, que a menudo contienen conocimientos ecológicos que pueden ayudar en la adaptación al cambio climático. Los pastores Masái de Tanzania, que han mantenido una relación dinámica con su entorno durante generaciones, son un ejemplo de ello. Su lengua, tradiciones y prácticas ofrecen valiosas lecciones sobre resiliencia y adaptación frente al cambio climático. La lengua Masái, maa, es más que un medio de comunicación. Es un depósito de sabiduría medioambiental que se integra con los sistemas de subsistencia que tienen relaciones mutuas con la gestión de la tierra y el medio ambiente. Muchos conceptos y terminologías en maa están profundamente ligados al medio ambiente, los animales, el clima y los paisajes. Los Masái tienen varios términos que describen los tipos de pastos, el suelo, las fuentes de agua y los comportamientos de los animales que señalan los cambios meteorológicos.
Esta diversidad lingüística refleja una antigua comprensión de los sistemas ecológicos, que permite a los Masái adaptarse a las fluctuantes condiciones medioambientales. Los Masái utilizan términos como olameu para los pastos de la estación seca y olari para las zonas de pastoreo de la estación húmeda, lo que demuestra su comprensión matizada del uso de la tierra en función de los patrones estacionales. Los socios y la gestión de la tierra se distribuyen de forma que se distinguen términos según el uso de Olokeri/Olalili, que utilizan los terneros y el ganado enfermo durante la estación seca, y Ronjo, donde se construyen residencias temporales durante la estación seca para el tiempo de pastoreo. En un clima cada vez más impredecible, los conocimientos codificados en maa sobre la gestión sostenible de la tierra tienen un valor incalculable. Los Masái, como muchas comunidades de pastores, son testigos directos de los efectos del cambio climático. Las sequías prolongadas, las precipitaciones irregulares y el aumento de las temperaturas afectan a su tradicional estilo de vida pastoril, que depende de una gestión cuidadosa de la tierra y los recursos hídricos. Las frecuentes sequías en regiones como el distrito de Longido y el ecosistema Masái, han provocado una grave escasez de pastos y pérdidas de ganado, principal fuente de sustento de los Masái. Los cambios en el régimen de lluvias alteran el calendario de pastoreo establecido que guía los movimientos del ganado, lo que dificulta a los pastores mantener prácticas sostenibles que han funcionado durante generaciones. En respuesta a estos retos, la lengua Masái desempeña un papel fundamental en la comunicación y preservación de las estrategias de adaptación. A través de la lengua, los ancianos transmiten estrategias de pastoreo sostenible y gestión del agua, ayudando a las generaciones más jóvenes a comprender los secretos de los sistemas de administración y gestión de la tierra.
A medida que se aceleran los cambios medioambientales, la capacidad de confiar únicamente en los conocimientos tradicionales se ve amenazada. Integrar los conocimientos tradicionales con la ciencia climática es cada vez más necesario para lograr estrategias de adaptación eficaces. Sin embargo, las comunidades Indígenas son objeto de innumerables violaciones a través de reubicaciones y desalojos forzosos e ilegales por parte del gobierno bajo el pretexto de la conservación. Las usurpaciones forzosas e ilegales de las tierras de las aldeas van en aumento, al igual que el secuestro de sistemas Indígenas de gestión de la tierra bien establecidos. Los esfuerzos de los Pueblos Indígenas en la gestión y conservación de la tierra están siendo criminalizados debido a su importancia cultural y a su vinculación con el medio ambiente.
El maa es una herramienta invaluable para la adaptación al clima. Los Masái tienen métodos tradicionales de previsión integrados en su lengua y su cultura, que les sirven de guía para predecir los cambios estacionales y planificar en consecuencia. Los Masái observan el comportamiento de determinados pájaros, la floración de determinados árboles y los cambios en los patrones del viento para anticipar las condiciones meteorológicas. Términos como oerat/erat (mesetas donde, después de la lluvia, se aprovechan los pastos durante la estación seca tanto para animales domésticos como salvajes) y entim e nkop (bosque) Ng'onye oongarika (fuentes de agua) se utilizan para describir lugares con significado estacional, como zonas que retienen agua durante los periodos secos. Estos conocimientos medioambientales integrados en la lengua permiten a los Masái adaptarse a los cambios climáticos. Estas prácticas de adaptación han incluido tradicionalmente la rotación de pastos para evitar el sobrepastoreo, el ajuste del tamaño de los rebaños a la disponibilidad de recursos y el establecimiento de zonas de pastoreo estacional para maximizar la productividad de la tierra. En un clima en el que los recursos de agua y pastos son cada vez más escasos, estas estrategias tradicionales son esenciales para la resiliencia. Preservar el Maa, por tanto, no es sólo proteger el patrimonio cultural, sino también mantener unos conocimientos que tienen aplicaciones directas para la resistencia climática.
La extinción de las lenguas es un fenómeno mundial, y las lenguas Indígenas son las que corren mayor riesgo debido a la migración urbana y la globalización. La generación más joven de Masái se desplaza cada vez más a las zonas urbanas en busca de educación y empleo, donde a menudo adoptan el swahili o el inglés. Este cambio está provocando una disminución de la fluidez en maa y, con ella, la erosión de los conocimientos ecológicos tradicionales. Sin la lengua, pueden carecer de los términos y conceptos necesarios para comprender y aplicar las prácticas tradicionales, lo que podría conducir a una gestión insostenible de los recursos y a una mayor vulnerabilidad al cambio climático. La pérdida del maa representa tanto una pérdida cultural como un debilitamiento de la capacidad de los Masái para responder al cambio climático con métodos adaptados al lugar.
Los numerosos traslados ilegales, desalojos e invasiones de tierras ancestrales Masái en Tanzania han provocado la pérdida constante de lugares sagrados, zonas de pastoreo cruciales y recursos vitales como los salares naturales. Estos desplazamientos no sólo han dado lugar a graves violaciones de los derechos humanos, sino que también han desmantelado sistemáticamente los medios de subsistencia autosuficientes y la identidad cultural de los Indígenas Masái. Las repercusiones se extienden profundamente, amenazando su lengua, tradiciones y costumbres, pilares de su legado y conocimientos esenciales para su modo de vida y la conservación del medio ambiente.
En la cultura Masái, las mujeres poseen importantes conocimientos medioambientales, sobre todo en lo que respecta a la gestión de los recursos domésticos y la selección de las plantas utilizadas para la alimentación, la medicina y el cuidado del ganado. Los términos en maa relacionados con especies vegetales, como olorine (utilizado para actividades, rituales y conservación de la leche), esosian (utilizado para limpiar calabazas) y endanata omisigiyoyi (raíces hervidas que se dan a los bebés) reflejan
sus amplios conocimientos botánicos, que se transmiten de generación en generación. Estos conocimientos, a menudo transmitidos oralmente, son cruciales para la supervivencia en un paisaje donde los recursos son limitados y el cambio climático está afectando a las fuentes tradicionales de alimentos y agua. Los conocimientos medioambientales de las mujeres de la comunidad Masái son especialmente valiosos en las zonas propensas a la sequía. Por ejemplo, las mujeres Masái conocen la ubicación de las fuentes de agua que siguen siendo accesibles durante las estaciones secas y las plantas resistentes a la sequía que proporcionan alimento al ganado y a las personas. Sin embargo, a medida que las generaciones más jóvenes se pasan al swahili o al inglés, la transferencia de estos conocimientos medioambientales específicos de cada sexo se ve interrumpida, lo que amenaza tanto la capacidad de recuperación de los hogares Masái como la preservación de la biodiversidad local.
La creación de un archivo digital de los conocimientos tradicionales Masái mediante la preservación de la lengua en forma escrita y digital puede garantizar que, aunque disminuya el uso de la lengua, los conocimientos medioambientales codificados en el maa sigan estando disponibles para las generaciones futuras y los investigadores interesados en la resiliencia climática. También es esencial promover las asociaciones para las soluciones climáticas. Los esfuerzos de colaboración entre las comunidades Masái, los científicos y los responsables políticos pueden salvar la brecha entre los conocimientos tradicionales y la ciencia climática moderna, creando estrategias que sean culturalmente relevantes y ecológicamente sólidas.
La salvaguarda de lenguas Indígenas como el maa tiene implicaciones que van más allá de la comunidad Masái. Las lenguas Indígenas de todo el mundo contienen conocimientos relevantes para la resiliencia climática global y la gestión sostenible de los recursos. La pérdida de estas lenguas es una pérdida para la humanidad, ya que reduce la diversidad de perspectivas medioambientales y estrategias de adaptación disponibles para hacer frente al cambio climático. Al reconocer y apoyar las lenguas Indígenas, la comunidad mundial puede acceder a conocimientos que complementan los enfoques científicos de la adaptación al clima.
Mientras el cambio climático sigue perturbando los modos de vida tradicionales, los conocimientos incorporados a maa ofrecen estrategias de adaptación que son pertinentes a nivel local y sostenibles. Preservar el maa no es sólo una cuestión de patrimonio cultural, sino de mantener un sistema de conocimientos que se ha adaptado a los cambios medioambientales durante generaciones. En el contexto de la crisis climática, reconocer y apoyar las lenguas Indígenas es una inversión en resiliencia global. La experiencia Masái demuestra que la preservación de las lenguas y la adaptación al cambio climático están profundamente interconectadas. Al revitalizar las lenguas Indígenas, apoyamos la capacidad de comunidades como la Masái para prosperar en un mundo cambiante. Mientras nos enfrentamos a los retos del cambio climático, las lenguas Indígenas como el maa nos recuerdan que los conocimientos tradicionales no son una reliquia del pasado, sino un recurso crucial para el futuro.
Nailejileji Tipap (Maasai) es Coordinadora de Género y Relaciones Públicas del Foro de ONG Indígenas Pastoralistas de Tanzania y fundadora y Directora de Asuntos de Desarrollo de la Mujer Indígena.
Cómo el cambio climático está provocando UN CAMBIO LINGÜÍSTICO EN EL ÁRTICO RUSO

Renos salvajes de Taimyr, en Siberia.
Kseniia Bolshakova (Dolgan) es una activista del Ártico ruso que trabaja para revitalizar su lengua dolgan y defender sus tierras ancestrales. Su novela, «La escarcha también se derrite», aborda los problemas del cambio climático, la pérdida del pastoreo de renos y la actual extinción de las lenguas Indígenas. Bolshakova vincula el deshielo del suelo congelado, las prácticas interrumpidas de un modo de vida nómada y la migración sin precedentes hacia el sur de los renos salvajes con la línea rota de transmisión de las lenguas nativas en la comunidad.
Crecí en una familia de pastores de renos en la tundra de la península de Taimyr. Soy una de las guardianes más jóvenes de la lengua nativa en nuestra nación. Hoy en día, menos del 10% de los dolganos hablan la lengua nativa. Menos de 10 familias dolganas en toda la nación continúan con el modo de vida nómada y crían renos. Hace tan solo 10 años, había docenas de familias dedicadas a la cría de renos. Y hace cien años, todas las familias tenían renos. En la década de 1920, había 500.000 renos domésticos en toda la península de Taimyr. Ahora, los pastores de renos de Dolgan que quedan no tienen más de 2.000 renos.
Las personas que están abandonando la vida nómada no lo hacen por elección propia. El calentamiento global ha traído lluvias invernales que nunca se habían producido más allá del Círculo Polar Ártico. El musgo blanco encerrado en el hielo condena a los renos a morir de hambre. Esta tragedia ecológica afecta a las manadas de renos de las penínsulas de Yamal y Taimyr. Es extremadamente difícil restablecer una población disminuida de renos domésticos, ya que hay muchas otras formas naturales de pérdida de renos. El rebaño puede ser atraído por renos salvajes, devorado por lobos y osos, o muerto por la enfermedad de las pezuñas y la brucelosis.
Sin embargo, creo que esto es simplificar demasiado. El modo de vida tradicional es garantía de la conservación de la lengua ancestral. Pero, ¿puedo yo, como Dolgan, hablar realmente mi lengua ancestral sólo en un campamento de pastores de renos en la tundra? Mi lengua es vibrante y
tiene un potencial de desarrollo muy alto; en manos de un hablante nativo experto, se aplica a todos los ámbitos de la vida. Entonces, ¿qué está pasando realmente? ¿Por qué la lengua persigue a los renos?
El pastoreo de renos es nuestro propio medio de vida y nuestra propia producción. Al perderla, nos vemos inmersos en un mundo construido y hecho por los rusos, incluso en un asentamiento donde el 99% de la población es dolgana. Ésta es la raíz de nuestro problema y la gran incógnita de nuestra continuidad como nación Indígena. Hasta hace poco, los Dolganes intentaban cambiar la sostenibilidad del pastoreo de renos a la caza de renos salvajes.
Según los servicios regionales de medio ambiente, la población de renos salvajes de nuestra península de Taimyr ascendía a 485.000 en 2009. Para el año que viene se esperan sólo 70.110 renos. A este ritmo, la población de renos salvajes de Taimyr podría desaparecer por completo en 2030. Debido al cambio climático, nuestros renos salvajes se dirigen al sur, a la República de Saja. Allí atraen a los renos domésticos de los pastores Evenki y Sakha a una escala sin precedentes. Esto supone una grave amenaza para la supervivencia de la cría de renos en la región.
El cambio climático no sólo está transformando nuestro modo de vida tradicional, sino que también supone una amenaza inminente para nuestra existencia como Pueblo Indígena, tanto en términos físicos como étnicos. Los Dolgan viven en la zona de permafrost. Para entender qué es el permafrost, qué significa para los dolganos y qué le está haciendo el calentamiento global, sugiero que descendamos al vientre de la escarcha.
Fotografías proporcionadas por Kseniia Bolshakova.
EN EL VIENTRE DE LA ESCARCHA
Capítulo de la novela "La escarcha también se derrite", de Kseniia Bolshakova)
Abierta de golpe, la trampilla de madera tapizada con piel de reno cae pesadamente al suelo. Los perros que yacen cerca saltan, asustados, y salen corriendo al porche. Miro hacia el pasadizo y el olor a metal viejo y escarcha me llega a la nariz. Al chocar con el frío permanente, los grumos blancos de mi aliento se dispersan al instante. La tenue luz de una bombilla ilumina el fondo del pozo de hierro.
Me agarro a la escalera soldada y doy un paso decisivo hacia abajo. El túnel, hecho de barriles de petróleo soldados entre sí, se adentra en el permafrost. A cada paso, el aire se vuelve más pesado y helado. Lo más importante es no resbalar. El tubo oxidado de tres metros de largo desemboca en un pequeño balok subterráneo.
El techo bajo y arqueado, las paredes, el suelo... todo en la cámara helada está hecho de cristales mates. Mis manos tocan por sí solas los diminutos trozos de cristal. Protegiéndose del calor de las manos, las agujas heladas me arañan las yemas de los dedos. Si fuera tan alto como Hubruu Basi (Gangly Vasya) también podría tocar el techo.
Tres niveles de estanterías se extienden a lo largo del perímetro. Los cadáveres de ciervos salvajes yacen inmóviles en sus pieles, una especie de envoltorio natural. El pescado está escondido en sacos. Encuentro nuestro saco por el lazo. Saco un gran pescado blanco.
Mamá me envió por pescado al túnel de escarcha de los Opanasiuks para hacer stroganina, pescado congelado en lonchas finas. Unos vecinos amables, nos asignaron un lugar en su nevera provista de naturaleza. Los habitantes de Popigai son casi todos pescadores y cazadores, pero no todos tienen su propio túnel de hielo. Sólo hay siete para las varias decenas de familias del pueblo. No basta con excavar un túnel de hielo, hay que cuidarlo. Todos los años se frotan las grietas de las paredes del frigorífico con una mezcla de nieve y agua.
Los habitantes de Popigai llevaban mucho tiempo haciendo campaña para que se construyera un túnel de congelación común para todo el pueblo. Una obra así es complicada, larga y costosa. Sin embargo, por fin consiguieron la financiación. Llegó un equipo para comprobar el suelo y, como si nada, la tierra ya no es lo que era. La escarcha se está derritiendo.
En los últimos años, la presión del calor está haciendo retroceder tanto la noche polar como el largo invierno ártico. Antes, a principios de
junio, la gente todavía andaba en motonieve y el hielo de los ríos apenas empezaba a deshacerse. Ahora, a finales de mayo, la corriente de hielo ya está en marcha. El otoño también tarda más en llegar. Antes, el río dejaba de fluir en septiembre, pero ahora no empieza a helarse hasta principios de octubre. Esta conmoción de la naturaleza es tan poderosa que pronto los pastores de renos se verán como jardineros. Alrededor de las casas de nuestros pueblos no hay parcelas de tierra que labrar. La gente planta patatas en la tundra abierta. Si esto sigue así, pronto no sólo crecerán patatas en Taimyr. Aparecerán animales e insectos del sur, escarabajos picadores de cuernos largos inauditos. Los incendios forestales en las tierras de Evenki y Sakha empujan a los corzos hacia el norte. El bosque siempre ha ardido, pero el calentamiento hace que los incendios crezcan de forma aterradora, amenazando a animales y humanos por igual. ¿Y qué hacen las autoridades? Simplemente reducen su flota de helicópteros de bomberos. Al parecer, enviar helicópteros para apagar los incendios del bosque es más caro que la madera. Se podría decir que no todo se puede medir en beneficios y pérdidas. No todo. Pero eso no es cierto para todos. A los incendios forestales se suman también los provocados. Para ocultar las huellas de la tala ilegal, se prende fuego a las zonas taladas. Y arden regiones enteras de Siberia. Por encima del bosque en llamas las lluvias no pueden caer durante meses. Las precipitaciones se desbordan y empapan otras regiones. Los ríos se desbordan, las aguas arrasan ciudades enteras. Los burócratas visitan a las víctimas de las inundaciones en helicópteros, descargan algo de pan y mantas, y vuelven a volar. La gente, como los animales en la tundra, tiene que valerse por sí misma. La mitad de Siberia arde, la otra mitad se ahoga. Avivado por el hombre, el mundo ya no puede protegerse del sobrecalentamiento con nuestra tierra de permafrost. La capa de hielo de la Tierra se desvanece sin remedio. Lo permanente se está volviendo terminal. La escarcha se derrite. Los Dolgan se disuelven en el tiempo y entre otros pueblos.
Traducción al inglés por Ainsley E. Morse.



Arriba: Ancianos pastores de renos de Dolgan En el medio: Grandes cantidades de nieve en el pueblo de Bolshakova, Popigay.
Abajo:Kseniia Bolshakova delante de un banco de hielo.
EL LENGUAJE DE LA TIERRA
Cómo
las lenguas
Indígenas
salvaguardan la biodiversidad y cultivan futuros posibles en medio del cambio climático

Djalma Ramalho Gonçalves (ARANÃ CABOCLO)
Las lenguas Indígenas son más que formas de comunicación. Son depósitos de conocimientos tradicionales generados y sostenidos por la Tierra, que se expresan a través de las prácticas culturales, lingüísticas y ecológicas de los pueblos y reflejan la interdependencia entre la sabiduría humana y el mundo natural. Se trata de conocimientos vivos y coevolutivos que trascienden las generaciones y desempeñan un papel fundamental en la protección de la socio biodiversidad y la lucha contra el cambio climático.
La correlación entre diversidad lingüística y ecológica es una profunda manifestación de la diversidad cultural entrelazada con la resiliencia de los ecosistemas. Nueva Guinea es conocida por tener una gran diversidad lingüística, alrededor de 800 lenguas, y por albergar una vasta biodiversidad, con 13.634 especies vegetales catalogadas. La cuenca del Amazonas, hogar de cientos de lenguas Indígenas, posee una biodiversidad igualmente rica. Estas zonas de gran diversidad lingüística sustentan prácticas ecológicas tradicionales vitales para la conservación del medio ambiente. Esta correlación se debe a que cada lengua y cultura es portadora de prácticas y conocimientos específicos de gestión medioambiental para equilibrar y regenerar los ecosistemas locales.
Un informe de la UNESCO de 2020 afirma que aproximadamente el 80% de la biodiversidad mundial se encuentra en territorios Indígenas. Estas zonas son vitales para la conservación del medio ambiente, sostenida por prácticas transmitidas a través de la lengua y la oralidad. Las lenguas Indígenas son portadoras de un inmenso patrimonio de conocimientos ancestrales sobre los ecosistemas locales. Las Comunidades Indígenas que mantienen vivas sus lenguas aplican con mayor eficacia prácticas de gestión sostenible y detectan cambios ambientales sutiles. Estos conocimientos tradicionales contribuyen de forma inestimable a la conservación de zonas con una gran biodiversidad y a la adaptación al cambio climático. El colonialismo, combinado con la expansión de megaproyectos extractivos, ha acelerado la degradación de los microclimas locales, devastando las culturas, lenguas y cosmovisiones Indígenas. Las lenguas Indígenas constituyen inventarios de especies, sistemas de clasificación y formas de gestionar la diversidad, tecnologías fundamentales para salvaguardar y restaurar el medio ambiente.
El canto Tayra de los pueblos Tikmũ'ũn/Maxakali, que cataloga 33 especies de abejas, muestra cómo una lengua Indígena puede salvaguardar vastos conocimientos sobre biodiversidad. Estos cantos funcionan como tecnologías de preservación y transmiten conocimientos ancestrales centrados en la oralidad, la repetición y la práctica ritual colectiva, reflejando la profunda relación entre los Tikmũ'ũn y su entorno natural, al tiempo que influyen directamente en la gestión medioambiental y la protección de las especies de abejas de la región. Al registrar y transmitir los diferentes nombres y características de cada especie, los Tikmũ'ũn mantienen un seguimiento del equilibrio de los ecosistemas locales, lo que permite una gestión sostenible y armoniosa. La canción aboga por interacciones sostenibles con las abejas, promoviendo acciones que eviten la sobreexplotación y fomenten la conservación de las colmenas, así como de los nidos de abejas solitarias, garantizando la polinización y, por extensión, la biodiversidad de la región. Las voces colectivas invocan a las abejas mientras recrean el sonido del enjambre en una mezcla de canto, canon y contrapunto. El canto Tayra de los pueblos Tikmũ'ũn es una tecnología ancestral que salvaguarda el conocimiento ecológico a la vez que concreta la relación simbiótica con la naturaleza, demostrando cómo las lenguas Indígenas actúan como herramientas de resistencia y transmisión del conocimiento medioambiental.
Los Pueblos Kayapó también utilizan un vocabulario amplio y específico para describir su entorno e interactuar con él, lo que pone de relieve la diversidad de prácticas lingüísticas que codifican conocimientos ecológicos detallados en las distintas comunidades. La terminología específica en Kayapó es esencial para transmitir prácticas de gestión sostenible y conservación de la biodiversidad que son en gran medida desconocidas para la cultura eurocéntrica, lo que refuerza el argumento de que los Pueblos Indígenas son los mayores expertos en biomas. Estas prácticas ponen de relieve la riqueza de los conocimientos transmitidos a través de las lenguas Indígenas y la importancia de reforzarlas para mantener las prácticas de gestión sostenible y la biodiversidad. El detalle lingüístico de los Kayapó para describir los ríos y la
vegetación ejemplifica cómo este conocimiento es fundamental para las estrategias de conservación, mitigación y adaptación al cambio climático.
La interrelación entre el cambio climático y las lenguas Indígenas en peligro es compleja y está profundamente entrelazada. La intensificación del cambio climático aumenta la vulnerabilidad de las comunidades Indígenas, exponiéndolas a desplazamientos forzosos, pérdida de territorios, genocidio y degradación medioambiental de las tierras tradicionales. Estos factores, a su vez, repercuten directamente en la supervivencia de las lenguas autóctonas, que dependen de su contexto geográfico y cultural para transmitirse íntegramente.
La pérdida de acceso a las tierras ancestrales tiene profundas consecuencias para las prácticas orales esenciales de las comunidades Indígenas, como los cantos ceremoniales y las narraciones sobre la gestión sostenible de los recursos. La imposición de una violencia basada en el racismo ha hecho que los hablantes de estas lenguas tradicionales se sientan avergonzados de su propia identidad, lo que ha llevado a la pérdida de estas tradiciones orales por elección forzada o por traumas étnicos intergeneracionales. Estas prácticas, además de salvaguardar la identidad cultural, almacenan conocimientos detallados sobre el uso sostenible de las plantas, el mantenimiento del suelo y la gestión de los recursos hídricos. Con la interrupción del acceso territorial, la transmisión de estos conocimientos se ve comprometida, lo que debilita las capacidades de gestión sostenible y adaptación ecológica fundamentales frente al cambio climático.
Un caso observable es el del Pueblo Aranã Caboclo, que, despojado de su territorio y sometido a lingüicidio, lucha por la defensa y recuperación de su tierra en una batalla legal contra el Estado brasileño que se prolonga desde hace más de 19 años. Al mismo tiempo, los Aranã Caboclo han mantenido un proyecto de “Reforestación lingüística” de la lengua Aranã Caboclo y combaten activamente la vergüenza étnica. Luchan por mantener conocimientos ancestrales profundamente arraigados en el territorio, como el Aranã Caboclo Tubercle, cuyos líderes mantienen el conocimiento de diversas especies y vigilan su crecimiento, a pesar de que el territorio no está oficialmente demarcado la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas. La vulnerabilidad de las lenguas Indígenas, agravada por la continua invasión de territorios, el racismo y la homogeneización cultural, compromete la transmisión de conocimientos trascendentales.
El avance de la minería de litio en los valles de Jequitinhonha y Mucuri supone otra amenaza para las comunidades Indígenas de la región. La actividad minera ha aumentado un 562% en los últimos 2 años, reduciendo el espacio vital donde se mantienen las prácticas culturales y ambientales. Este avance inhibe los rituales, cantos y narraciones que transmiten conocimientos esenciales, perjudicando las prácticas sostenibles vinculadas a la lengua y el territorio. Los Pueblos Aranã Caboclo, Pankararu, Pataxó y Maxakali Canoeiros sufren la deforestación y la contaminación del agua, lo que amenaza la transmisión oral de conocimientos sobre flora, fauna y gestión ambiental, aumentando aún más su vulnerabilidad cultural y socioambiental.
El conocimiento local, especialmente el de las comunidades Indígenas, proporciona una base para las estrategias de mitigación de la crisis climática en su

esencial coexistencia equilibrada con el ecosistema. Estos conocimientos se centran en la gestión medioambiental respetuosa con el ritmo de la naturaleza, el uso sostenible de los recursos y la protección de los bosques y los cursos de agua, prácticas fundamentales para detener la pérdida de biodiversidad y el desequilibrio climático. Las comunidades Aranã Caboclo de Araçuaí y Coronel Murta, Pankararu, Pataxó y Maxakali son sólo algunos ejemplos de fortaleza y poseedores de conocimientos vitales que necesitan apoyo y reconocimiento para garantizar un futuro más equilibrado y sostenible para todos.
La revitalización de las lenguas Indígenas es esencial para la sostenibilidad medioambiental y para mitigar los efectos de la crisis climática. Las lenguas Indígenas albergan inventarios de especies, sistemas de clasificación y formas de gestión de la diversidad, tecnologías fundamentales para la protección y biorrestauración del medio ambiente. La pérdida lingüística implica la pérdida de conocimientos decisivos para afrontar la crisis climática y ambiental actual.
Proteger las lenguas Indígenas protege los bosques porque los Pueblos Indígenas son el propio bosque vivo. Defender sus lenguas es defender la profunda conexión entre cultura y tierra, garantizando que el lenguaje de la Tierra siga resonando. La pérdida de estas lenguas implica la pérdida de conocimientos esenciales para hacer frente a la crisis climática y medioambiental actual, ya que estas voces son portadoras de conocimientos ancestrales capaces de guiar la vida con el planeta hacia el único futuro posible para todos nosotros.
Djalma Ramalho Gonçalves (Aranã Caboclo) es multiartista y comunicadora.
Un canto tradicional de los pueblos tikmũ'ũn en lengua maxakali cataloga 33 especies de abejas. Dibujos de Donizete Maxakali.
Imagen cortesía del Instituto Opaoká.
SAKTCE’ HO’MA en el exilio


Rochelle Morgan-Verdin (HOUMA) y Jecee Morgan-Verdin (HOUMA)
Nuestra tribu, la Nación Unida Houma, es una nación tribal reconocida por el estado y situada a lo largo de la costa del golfo de Luisiana, con una población aproximada de 17.000 ciudadanos. Aunque una parte importante de nuestros pueblos sigue residiendo en el sur de Luisiana, un número cada vez mayor se ha visto obligado a trasladarse a tierras más altas, algunos a unas horas al norte y otros abandonando el estado. Las fuerzas que están detrás de esta migración son complejas, pero el resultado es innegable: la fragmentación y destrucción de nuestra comunidad. No nos equivoquemos, nuestros pueblos no sólo están siendo desplazados, sino también exiliados. Cuando nos enfrentamos a la elección imposible de marcharnos o quedarnos para soportar las elevadísimas tasas de los seguros contra inundaciones, la destrucción y las inundaciones constantes y la amenaza siempre presente de los vertidos de petróleo y los peligros medioambientales, ¿Podemos realmente llamar a eso una elección? Este ciclo incesante está creando una clase no dispuesta de los llamados “refugiados climáticos” o “desplazados climáticos”, esencialmente Houma expulsados de sus hogares por el peso combinado de las injusticias históricas y la desigualdad económica y social actual. 9 de los Principios Rectores de los
Desplazamientos Internos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados afirma que “los Estados tienen la obligación particular de proteger contra el desplazamiento a (los Pueblos Indígenas)... y a otros grupos especialmente dependientes de sus tierras y vinculados a ellas”. Sin embargo, irónicamente, es el propio Estado el que ha desempeñado un papel cómplice en el impulso de nuestro exilio.
Culpar únicamente al cambio climático simplifica en exceso la realidad profunda y polifacética a la que se enfrenta el Pueblo Houma, una realidad moldeada por generaciones de discriminación, exclusión, privación de derechos y borrado intencionado. El Pueblo Houma se encuentra en los márgenes no por elección propia, sino como resultado de los esfuerzos intencionados y sistemáticos de quienes usurpan el poder para marginar y desempoderar a nuestra comunidad. Nuestras tierras tradicionales no están desapareciendo pasivamente. Una serie de decisiones tomadas por el hombre las están convirtiendo en inhabitables de forma activa y deliberada. Las medidas gubernamentales que dan prioridad a la protección de algunas comunidades mientras desatienden a otras ante la subida del nivel del mar no son un mero descuido. El hundimiento al que nos enfrentamos no es fruto del azar; es la consecuencia directa de la explotación incontrolada de nuestra tierra por parte de las industrias extractivas y de su destrucción insensata de las zonas de amortiguación costeras, los estuarios y los humedales que antaño nos protegían de las inundaciones.
Que no quepa duda: ha sido un asalto deliberado y devastador a nuestro modo de vida, no un mero accidente.
Nuestros pueblos se han resistido a estas realidades en todo momento, pero la negativa del gobierno federal a reconocer a la Nación Houma Unida es una injusticia incomprensible, que nos deja impotentes para proteger a nuestras tierras ancestrales y a nuestro pueblo de estas fuerzas destructivas. En el mejor de los casos, somos meros testigos de nuestro propio ecocidio. En el peor, no nos queda más remedio que ser cómplices, atrapados por la escasez de oportunidades económicas en una región gobernada esencialmente por la industria de los combustibles fósiles.
Evaluar la magnitud de los daños y el control que estas industrias ejercen sobre nuestras instituciones es profundamente descorazonador. Nos obliga a preguntarnos en qué situación queda la próxima generación de ciudadanos de Houma, muchos de los cuales forman ahora parte de una creciente dispersión. Al mirar al futuro, ¿Cómo podemos reconstruir el mismo sentido de conexión con la identidad, el lugar y la comunidad que tuvieron nuestros padres y sus antepasados? ¿Qué significa esto para las próximas siete generaciones? ¿Encontraremos algún día el camino de vuelta a casa?
Para nuestra familia, la idea de hogar siempre ha estado ligada a las historias que nuestro padre compartía con nosotros, historias que, para nosotros, parecían casi cuentos de hadas. Hablaba de una época en la que estaba rodeado de una comunidad de indios muy unida, una comunidad que le daba amor, apoyo y un profundo sentimiento de pertenencia a algo más grande que él. Este amor le protegió y fortaleció frente a la increíble adversidad, la pobreza y la discriminación. Para nuestro padre, el hogar significaba no enfrentarse nunca solo al mundo: era un lugar en el que siempre estaba anclado, un lugar al que siempre podía volver.
Lamentablemente, a medida que aumenta el número de amigos y familiares que se ven obligados a emigrar, nos damos cuenta de que la experiencia del hogar de nuestro padre es algo que nunca llegaremos a conocer del todo. Tras tantas catástrofes, tanto climáticas como humanas, nuestra comunidad se ha vuelto irreconocible, física y espiritualmente. Muchos de los desastres relacionados con el clima a los que se enfrenta nuestra comunidad, como la subida del nivel del mar, los fenómenos meteorológicos extremos y la erosión costera, no son fenómenos puramente naturales, sino también el resultado de actividades humanas. Estas actividades han acelerado el cambio climático, amplificando la frecuencia e intensidad de los desastres medioambientales. La colonización adopta muchas formas y, en su última repetición, no sólo se está apoderando de nuestra tierra, sino que también está erosionando activamente cualquier sentido de tcukka (hogar) que nos quede al desplazar por la fuerza a nuestros Pueblos.
Imagen Opuesta: Casas de Terrebonne Parish destruidas por el huracán Ida en 2021. Foto por Jecee Morgan-Verdin. En el recuadro: El tío de los autores, Peter Verdin, recolectando bayas de saúco en Dulac, Luisiana, al lado del pantano. Los houma recolectan las flores de saúco con fines medicinales. Photo by Rochelle Morgan-Verdin
Mientras las nuevas generaciones navegan por este paisaje cambiante, los jóvenes Houma han empezado a recuperar y reconstruir nuestra lengua tradicional, el uma'. Este esfuerzo forma parte de una oleada más amplia de revitalización cultural liderada por la próxima generación, una generación que es Indígena sin complejos y que está decididamente comprometida a garantizar que las generaciones futuras nunca sufran el dolor que hemos sentido al ver cómo se desintegraba nuestra comunidad. La reconstrucción de Uma' es un paso importante en el camino de vuelta a casa. Cabe preguntarse para qué sirve reconstruir una lengua forjada en los pantanos y arroyos del sur de Luisiana si las generaciones futuras, obligadas a emigrar hacia el norte, crecerán en praderas y bosques. ¿Qué significará pena, la palabra uma' para piragua, para un niño de cinco años que construye un fuerte en los bosques de los alrededores de Alejandría? ¿Qué significado tendrá sãkulu', la palabra uma' para ciprés, o saktce, la palabra uma' para langosta, para un joven adulto que vive en San Francisco?

¿Cómo conservar el significado de una lengua cuando el contexto que dio vida a esas palabras ya no existe? Puede que estas preguntas no tengan respuestas claras. Sin embargo, una cosa es segura: aprendiendo uma', una nueva generación de Houma' volverá a conectar consigo misma, con sus antepasados y con la comunidad Houma en general, dondequiera que resida. A través del uma', redescubriremos una forma de entender y relacionarnos con la naturaleza, no como algo separado de nosotros mismos, sino como una parte inseparable de lo que somos como Saktce' Ho'ma (Pueblo de la Langosta). Al recuperar nuestra lengua, recuperamos nuestro lugar en el mundo: nuestra historia, nuestra identidad y nuestro futuro. Este es el primer paso en nuestro viaje de vuelta a casa.
Rochelle Morgan-Verdin y Jecee Morgan-Verdin son ciudadanos orgullosos de la Nación Houma Unida. Rochelle tiene un máster en Derecho Internacional y Derechos Humanos y una licenciatura en Estudios Latinoamericanos y del Caribe. Jecee es licenciada en Ciencias Biológicas y tiene un máster en Ciencias Preclínicas.
El padre de los autores, Ricky James Verdin, trabajó en el Young Danny con sus tíos, recogiendo ostras y transportándolas a través del río Misisipi para enlatarlas. Foto por Rick James Verdin.
LA SIMBIOSIS DE LAS LENGUAS INDÍGENAS
y los modos de vida ecológicamente regenerativos
Pose Marilyn Cloud dando una lección en lengua maskoke sobre el Living Building Challenge, la norma de construcción ecológica más rigurosa del mundo.
Marcus Briggs-Cloud (MASKOKE)
Académicos y activistas señalan cada vez más a los Pueblos Indígenas de todo el mundo como poseedores de soluciones a la crisis climática. Se interesan sobre todo por las prácticas tecnológicas de los Pueblos Indígenas, como la quema cultural, la ingeniería de sistemas hídricos y otras formas de gestión ecológica que han protegido y mejorado la biodiversidad durante milenios. Sin embargo, centrarse en soluciones técnicas es superficial. Cuando practicamos nuestras tradiciones ceremoniales y encarnamos nuestras filosofías tradicionales en la práctica diaria, se produce una gestión adecuada de la tierra que beneficia a todo el ecosistema. Las prácticas técnicas de cuidado de la tierra sólo se autorreproducen porque nuestra ética ecológica, que se transmite de generación en generación a través del lenguaje idiomático, así nos lo indica. El compromiso colectivo con el buen cuidado de la tierra es el resultado de la reproducción cultural, catalizada por la reproducción lingüística.
A medida que la globalización acelera la asimilación cultural de las sociedades Indígenas, aumenta nuestra participación en los mismos sistemas industriales que contribuyen a la crisis climática. Inevitablemente se produce una pérdida lingüística, debida en parte a la limitada capacidad de los léxicos Indígenas para sostener un discurso cotidiano desconectado de nuestras culturas tradicionales. Esta es una de las principales amenazas para la supervivencia de las lenguas Indígenas, que agrava la erosión de los mandatos culturales que han sostenido nuestras relaciones mutuamente beneficiosas con la tierra durante generaciones.
Una de las estrategias más propuestas -y controvertidaspara hacer frente a la pérdida de la lengua es la invención de nuevas palabras. La innovación léxica basada en nuestra supuesta necesidad de interactuar con la sociedad colonial utilizando nuestra lengua requiere introducir nuevos términos e integrar sus conceptos asociados, que han surgido de valores culturalmente contrastado que puede encontrarse en el núcleo de la crisis climática. La importación de conceptos “extranjeros” resuena a menudo como ontológicamente traicionera y plantea la cuestión de si los nuevos glosarios que contienen conceptos epistemológicamente discordante de la cosmovisión maskoke pueden seguir clasificándose genuinamente como “nuestra lengua”
El maskoke no está ausente de palabras prestadas de lenguas coloniales. Sin embargo, la importación ha sido clásicamente gradual. En maskoke, los primeros hablantes han evitado la admisión de conceptos culturalmente contradictorios separando las visiones del mundo en función

de la lengua. Una respuesta habitual de los hablantes nativos a las preguntas de traducción de los estudiantes de segunda lengua es: “Eso es inglés. Nosotros no decimos eso”. Fenómeno simultáneo, muchos ancianos que hablan con fluidez el maskoke se esfuerzan hoy en día por conversar en maskoke sin intercalar una profusión de inglés porque el léxico maskoke carece de terminología compatible con su estilo de vida cotidiano.
Otra preocupación que provocan la adopción de palabras de nueva forma es que tienden a ser sustantivos, en lugar de verbos, y la proporción verbo-sustantivo será progresivamente desproporcionada. Nuestro léxico antiguo contiene innumerables verbos que rara vez se pronuncian hoy en día. Por ejemplo, al encontrar por primera vez el infinitivo wenetv (destripar), me pregunté por qué sólo había oído el equivalente descriptivo, fekce en cvwetv (sacar las tripas de un animal). Como destripar un animal ya no forma parte de la experiencia colectiva cotidiana de los maskoke, el verbo apenas se utiliza, lo que lo aisla a un estatus antiguo.
El hecho de que nos enfrentemos a la antigua lingüística se basa en la noción de que nuestros modos de vida tradicionales son anticuados. Eso sólo es cierto si nos sometemos al continuo desplazamiento de nuestra cultura y su reproducción por parte de la civilización industrial. Hacer osafke, una bebida característica de Maskoke, requiere mucho trabajo, cada paso del proceso se describe con verbos autónomos. En primer lugar, la comunidad planta semillas de maíz guardadas y seleccionadas de la cosecha del año anterior. Riegan y cantan al maíz durante todo el ciclo de crecimiento, que finalmente se cosecha. Una vez seco y desgranado, el maíz se coloca en un triturador de madera dura y se machaca con un triturador grande y pesado.
A continuación, se escoge y tamiza en cestos de caña de río de diferentes estilos, cuya recolección, división en tiras, remojo y tejido requieren tiempo y esfuerzo. Una vez que el maíz ha alcanzado el tamaño deseado, se separa y se cuece en lejía elaborada con especies de árboles de madera dura que se talan, se cortan, se parten y se sazonan, y luego se queman hasta convertirlas en cenizas que se cuelan repetidamente con agua caliente. Esta antigua costumbre maskoke de cocer el maíz en una solución alcalina garantiza la biodisponibilidad de los nutrientes, aumenta la calidad de las proteínas y neutraliza el ácido fítico, entre otros beneficios para la salud.
Todos estos pasos son inmensamente largos y laboriosos, lo que lleva a muchas personas a adquirir productos en la economía industrial de mercado. Los hablantes de la lengua que no participan regularmente en todas las fases del ciclo de elaboración del osafke probablemente no dominen los verbos que forman parte integral del proceso. Sólo en este ámbito de la alimentación maskoke, que depende de modos de vida ecológicamente arraigados, hay más de 30 verbos fundamentales para la elaboración del osafke, muchos de los cuales no son aplicables en otros contextos.
Si la comunidad no está haciendo osafke con regularidad o cosechando y procesando bellotas, aplicando fuego prescrito en el paisaje, partiendo caña de río para hacer cestas de uso útil, sembrando semillas de hortalizas y rotando intensivamente el ganado en un sistema de gestión integral para promover la salud del suelo, retener carbono y mejorar el ciclo hidrológico local, alguien o algo está llenando el vacío energético para garantizar el suministro de alimentos de origen industrial y otras comodidades modernas. Esas entidades son los combustibles fósiles y la mano de obra explotada globalmente.
El lenguaje maskoke incluye enseñanzas ancestrales contrarias a la acumulación material, reforzando en su lugar ideologías de minimalismo. Reproduciendo el lenguaje que recuerda nuestros valores tradicionales es como limitamos nuestra huella ecológica colectiva. Así, las lenguas Indígenas y los modos de vida ecológicamente regenerativos se refuerzan mutuamente. En lugar de alterar nuestras lenguas para participar en un mundo cada vez más globalizado, debemos cambiar nuestra forma de vivir y dejar que nuestra lengua guíe el proceso.
Para algunos Pueblos Indígenas, estas realidades nos invitan a evitar la erosión cultural y el cambio lingüístico, garantizando la persistencia de nuestras sociedades climáticamente positivas. Para otros, es una llamada a descolonizar y reindigenizar, a volver al núcleo de nuestra indigenidad impregnada de ecología. Independientemente del estado de la vitalidad cultural y lingüística de nuestra comunidad, la crisis climática no discrimina en la forma en que amenaza las lenguas y formas de vida Indígenas. Una de las principales preocupaciones es la redistribución de las especies animales y vegetales y los cambios en nuestras prácticas tradicionales en los entornos agrícola y construcción. Estos cambios culturales dificultan el uso de nuestra lengua en las prácticas cotidianas. Los Pueblos Indígenas no tienen la culpa de la crisis climática, pero deben adaptarse para garantizar que las generaciones venideras puedan heredar nuestras cosmologías y modos de vida. La adaptación debe producirse a través de la lente de nuestras cosmovisiones tradicionales, y a veces eso significa incorporar -tras un cuidadoso discernimiento espiritual- soluciones emergentes de la ciencia occidental. Sin embargo, abandonar las prácticas basadas en la tierra a cambio de la civilización industrial no es la respuesta.

Las sociedades Indígenas que más éxito tienen a la hora de evitar la erosión cultural y el rápido cambio lingüístico son las comprometidas con antiguas economías de subsistencia. Se trata de lugares en los que la biodiversidad se potencia mediante prácticas tradicionales basadas en la tierra y reproducidas a través de un lenguaje idiomático transmitido intergeneracionalmente. Aunque existe un espectro de modelos económicos de subsistencia, optar por una mayor proximidad al capitalismo industrial conduce inevitablemente a la obsolescencia lingüística. En Ekvn-Yefolecv, nuestra ecoaldea Maskoke intencional, fuera de la red, climáticamente positiva, en la Alabama colonial, estamos volviendo a una economía que se inclina hacia la subsistencia sin creer ingenuamente que podríamos escapar del todo al capitalismo. Aunque nos comprometemos a vivir de forma sencilla y nos basamos principalmente en el Conocimiento Ecológico Tradicional, lo combinamos con sistemas regenerativos integrados de baja tecnología con orígenes ajenos a la tradición maskoke. Todos los conceptos y tecnologías recién introducidos se examinan primero a través de la lente de nuestro lenguaje y nuestra ética antes de acordar su incorporación. Seguimos aplicando prácticas tradicionales y modernas de gestión de la tierra de acuerdo con las instrucciones originales de los Maskoke para encarnar modos de vida ecológicamente regenerativos, que están aislados en nuestra lengua. Los investigadores que se empeñan en extraer los conocimientos técnicos ecológicos Indígenas pasan completamente por alto este componente vital que ha hecho posible el éxito de nuestra gestión desde tiempos inmemoriales. Mientras el mundo se apresura a encontrar soluciones externas a la crisis climática, no podemos permitirnos el colapso del trabajo integral y ecológicamente enriquecedor de los Pueblos Indígenas de todo el mundo. Las lenguas de los Pueblos Indígenas, que impulsan la gestión intergeneracional y climáticamente positiva de la tierra, deben ser apoyadas y sostenidas.
Marcus Briggs-Cloud, Ph.D. (Maskoke) es revitalizador lingüístico, académico, músico, cofundador de Ekvn-Yefolecv y miembro de la Junta de Cultural Survival.
La pareja del autor, Tawna Little, y sus hijos Mekkaneko y Hemokke se turnan para machacar bellotas para hacer harina.
EL CAMBIO CLIMÁTICO
AFECTA A NUESTROS
CONOCIMIENTOS Y PRÁCTICAS DE PASTOREO

Las prácticas de pastoreo de renos se ven muy afectadas por los parques eólicos a gran escala y evitan las zonas donde hay turbinas.
Foto por Statkraft.
Maja Kristine Jåma (Sami) es miembro del Parlamento Sami de Noruega. Creció en una familia de pastores de renos, y la cría de renos siempre ha formado parte de su vida. Como antigua profesora de lengua sami, la defensa de los derechos lingüísticos, culturales y de pastoreo de renos es una parte importante de su trabajo y su activismo. Lo que sigue es un extracto de una entrevista con Jåma realizada en la COP 16 del Convenio sobre la Diversidad Biológica en Cali, Colombia.

Como comunidad de pastores de renos de Fosen, llevamos más de 20 años trabajando en el sistema judicial para detener la construcción y el desarrollo de proyectos de energía eólica en nuestras tierras. Hace tres años, una decisión del Tribunal Supremo declaró que se estaban violando nuestros derechos humanos, civiles y políticos a practicar nuestra cultura como pastores de renos. He intentado hablar en nombre de las generaciones jóvenes y futuras de Fosen, porque tememos no poder seguir practicando nuestra cultura como pastores de renos. La preocupación por esta pérdida encendió algo en mí y es una de las razones por las que empecé a comprometerme con las organizaciones sami en la Asociación Sami de Noruega (la mayor organización sami) y a formar parte del Parlamento Sami de Noruega. Fui elegido representante parlamentario de la zona sami meridional y más tarde conseguí un puesto como miembro del consejo de gobierno del Parlamento Sami. Ahora trabajo en cuestiones políticas relacionadas con el uso de la tierra, el agua, el clima y la cultura. En el Ártico estamos muy conectados a nuestras tierras, aguas, ríos y bosques. Nuestra vida está ahí. Vivimos con la naturaleza y en la naturaleza. Dependemos de ella para alimentarnos, para mantener nuestra cultura y nuestra
lengua y para transmitir nuestros conocimientos tradicionales a las generaciones venideras. Todas estas conexiones con el pastoreo de renos y su seguimiento durante las diferentes estaciones, pero también con la recolección de bayas, plantas medicinales, la pesca y el hecho de formar parte de todo un sistema alimentario, están muy relacionadas con lo que somos, con nuestra identidad. Lo que hacemos durante el año tiene un lenguaje tan rico que describe cada pequeño detalle que sucede. Nuestro lenguaje no puede traducirse a otras actividades de la misma manera.
Para nosotros, el año empieza cuando nace una cría de reno. Eso ocurre en primavera, cuando empieza la nueva vida y todo lo demás. Estamos esperanzados y hacemos todo lo posible para que nuestros terneros tengan un buen comienzo, porque ese es nuestro futuro, nuestra cultura y también nuestros ingresos. En verano, marcamos la oreja del ternero con un cuchillo para saber quién es el propietario. Yo tengo mi propia (marca) y mi propio reno. En sámi, mi marca es “garrah namhpe tjiehkie åvtelde, åelkies tjiehkie åvtelde”. No se puede traducir a otro idioma. También hay nombres específicos que denotan la edad del reno, si es hembra o macho, su aspecto y sus diferentes colores en el pelaje y la cornamenta.
Vemos que los cambios (debidos al cambio climático) se producen muy deprisa. En los últimos años, los inviernos han sido más suaves y el tiempo es más impredecible. Esto afecta a nuestros conocimientos y prácticas de pastoreo, ya que conocemos las diferentes estaciones. Los renos quieren ir a ciertos lugares donde el pasto es bueno. Las temperaturas son cada vez más cálidas, y vemos llover en pleno invierno. Esto causa problemas importantes porque los pastos se congelan, y los renos no tienen suficiente acceso a la tierra y pueden llegar a morirse de hambre, por lo que hemos tenido que alimentarlos nosotros mismos.

Hemos tenido esta crisis de pastoreo en los últimos inviernos, y seguiremos viendo que ocurre con más frecuencia.
Otro motivo de preocupación es la llegada de otras especies a nuestras aguas, que compiten con algunas de las especies autóctonas. Con los mares en alerta, la pesca y la agricultura en nuestras zonas tradicionales se han convertido en empresas más atractivas, amenazando a las pequeñas pesquerías. Esto ha creado un problema con el salmón atlántico, que está desapareciendo y provocando una pérdida de cultura. Cuando no hay peces, se pierden tanto los medios de subsistencia como la cultura, y también se pierden los conocimientos tradicionales y la lengua.
Se están realizando esfuerzos para revitalizar nuestra lengua y la situación es más brillante que antes, pero aún nos enfrentamos a muchos retos. Las políticas de asimilación de los gobiernos de todos los Sápmi (Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia) han tenido graves consecuencias. No se nos permitía hablar sami en la escuela; no se nos permitía tener nombres sami, y no se nos permitía comprar tierras en nuestra tierra. Este proceso de asimilación comenzó hace cientos de años. En Noruega está documentado el peor periodo de asimilación desde el siglo XVIII hasta hoy. En Noruega se creó un Comité de la Verdad y la Reconciliación que elaboró un informe sobre las consecuencias de la asimilación. El Comité ha recogido muchas historias del pueblo sami y ha intentado proponer algunas medidas sobre lo que los Estados pueden hacer para reparar los daños de las políticas de asimilación forzosa y cómo restaurar nuestra cultura, lengua y medios de vida. Aún queda mucho camino por recorrer. Tenemos que reconocer que estas estructuras asimilacionistas siguen aquí, y tenemos que cambiarlas.
En lo que respecta a los derechos sami a la tierra y el agua, hay muchos proyectos y desarrollos “verdes” en Sapmi, como proyectos de energía eólica e hidroeléctrica. Las presas y otras fuentes de energía denominadas “verdes” se presentan como una solución al cambio climático. Estos proyectos se están construyendo en tierras Sápmi
sin el consentimiento de nuestro pueblo, en violación de nuestros derechos. Se trata de una forma de colonización verde; por ejemplo, hay que poner fin a la práctica de dar permiso a las empresas para construir cuando el caso contra un proyecto todavía se está litigando en el sistema judicial. Si un caso está en los tribunales, el proyecto debería detenerse a la espera de la decisión del tribunal. Pero se permite que estos proyectos se inicien o continúen si ya están en proceso. Esto es lo que ocurrió en Fosen. El parque eólico nunca debió construirse, como afirmó el Tribunal Supremo. Por desgracia, no hay ejemplos positivos de cómo se han respetado nuestros derechos en ningún proyecto. Pero debemos estar de acuerdo en que no podemos tener un sistema que contribuya realmente a la violación de los derechos humanos. Eso es lo más básico. El hecho de que tengamos que hablar y asegurarnos de que nuestros gobiernos respetan nuestros derechos a la autodeterminación y al Consentimiento Libre, Previo e Informado (CLPI) es indicativo de la situación actual con respecto a nuestros derechos. El Estado debería reforzar las estructuras basicas o cualquier proyecto de desarrollo propuesto en nuestras tierras para garantizar que se respetan nuestros derechos.
Los renos son fundamentales para la lengua y la cultura sami. Fotos por Denis Simonet.
SALVAGUARDAR
EL CONOCIMIENTO INDÍGENA a
través del diálogo intergeneracional, una nación Indígena a la vez


Izquierda:
Anciano Endorois agradeciendo el trabajo realizado durante la sesión previa.
Centro: Jóvenes endorois recibiendo formación del equipo "Revitalizar las Raíces": Bikaptorois.
Derecho: Anciano Endorois durante los diálogos intergeneracionales grabados.
Los sistemas de conocimientos tradicionales Indígenas y las lenguas están interconectados y son portadores de una sabiduría ecológica y cultural esencial. Nuestras lenguas contienen conocimientos sobre los ecosistemas, la biodiversidad y las prácticas sostenibles transmitidos de generación en generación. Cuando una lengua Indígena desaparece, las comunidades -y el mundo entero- pierden los conocimientos que contiene. Salvaguardar estos sistemas de conocimiento no es sólo una cuestión de supervivencia cultural, sino de utilizar una sabiduría probada en el tiempo para hacer frente a las crisis medioambientales actuales
El dolor de esta pérdida y la urgencia del cambio climático impulsaron la creación del Colectivo Sabiduría Global y, en última instancia, la colaboración que se convertiría en la Iniciativa Revitalizar las Raíces, que se inspiró en años de grabación y archivo de la sabiduría de la medicina tradicional de Dominica Zhu (Dai), su madre. Global Wisdom Collective (Colectivo Sabiduría Global) apoya y capacita a los Pueblos Indígenas para que dirijan sus procesos de salvaguardia de los conocimientos. La misión de la organización se basa en la urgente necesidad de proteger los sistemas de conocimiento Indígenas, encendiendo la pasión de los jóvenes Indígenas por escuchar y grabar las historias y la sabiduría de sus mayores. Creemos que los conocimientos ecológicos tradicionales Indígenas son la clave de un futuro más sostenible para las comunidades Indígenas y el mundo. A medida que nuestras comunidades son desarraigadas de sus tierras natales, no sólo nos enfrentamos a la pérdida de nuestros territorios físicos, sino también a la erosión de nuestras lenguas y culturas. La desconexión de nuestros territorios tradicionales disminuye nuestra capacidad de transmitir la sabiduría ecológica, la lengua y las prácticas


culturales que hemos cultivado durante generaciones. Esta perturbación debilita los modos de vida tradicionales, lo que se traduce en una pérdida de conocimientos relacionados con la administración de la tierra, la independencia alimentaria y el equilibrio medioambiental. Mientras llevábamos a cabo la iniciativa Revitalizar las raíces, vimos que la lengua torois, hablada por los Endorois, contiene conocimientos Indígenas relacionados con el clima que desafían la traducción y nunca podrán traducirse, conservarse o transmitirse a otra lengua o cultura. El problema se agrava por el hecho de que nuestros ancianos Indígenas, depositarios de la sabiduría de generaciones, fallecen sin que nadie proteja o transmita sus conocimientos. La muerte de los ancianos sin que se transmita su sabiduría erosiona la continuidad cultural y amenaza la supervivencia de la identidad y los modos de vida tradicionales de la comunidad. Esta creciente urgencia y la conciencia de que estamos perdiendo a nuestros ancianos impulsaron el trabajo de la Iniciativa “Revitalizar las raíces”. Sabíamos que los jóvenes estaban abandonando sus tierras ancestrales y que las poblaciones en dispersión estaban creciendo, lo que hacía cada vez más difícil que los jóvenes tuvieran tiempo y recursos para aprender de sus mayores antes de que fuera demasiado tarde.
La iniciativa “Revitalizar las raíces” se centra en ayudar a los Pueblos Indígenas de todo el mundo a crear infraestructuras para proteger sus sistemas de conocimientos Indígenas. Se basa en intercambios registrados entre jóvenes Indígenas y sus ancianos, nación Indígena por nación. Los proyectos se centran en poner en contacto a jóvenes y ancianos Indígenas para facilitar un intercambio de conocimientos intergeneracional fundamental que ha permitido a los jóvenes sentirse seguros de su identidad Indígena y a los ancianos recobrar la paz, sabiendo que sus vidas y costumbres tienen un propósito.
Fotos por Iniciativa "Revitalizar las Raíces"
Dominica Zhu (DAI) y Carson Kiburo (ENDOROIS)
Estos proyectos también ayudan a establecer bases y archivos de propiedad comunitaria para registrar y salvaguardar los sistemas de conocimiento de los ancianos antes de que sea demasiado tarde.
Todos los proyectos son propiedad de la comunidad y están impulsados por ella, y comienzan con diálogos abiertos para garantizar la integridad cultural. Todos los proyectos deben defender valores estrictos que protejan los conocimientos tradicionales Indígenas de la explotación, la monetización o la comercialización, resistiendo a las normativas coloniales. Los conocimientos sólo se registran con el pleno consentimiento de sus portadores y se conservan en su lengua Indígena original. “Mientras el mundo occidental busca soluciones para el clima 'ahí fuera', nosotros sabemos que está dentro. Debemos hacer todo lo posible ahora para que nuestros jóvenes escuchen y protejan la sabiduría de sus mayores”, afirma Zhu.
Revitalizar las Raíces: Bikaptorois
En 2021, gracias a un encuentro fortuito entre la fundadora del Global Wisdom Collective, Zhu, y el fundador del Centro Jamii Asilia, Carson Kiburo (Endorois), iniciaron Revitalize the Roots: Bikaptorois. Zhu y Kiburo, unidos por una pasión común y por las experiencias vitales similares de grabar a sus respectivos ancianos y culturas desde una edad temprana, unieron sus fuerzas para establecer la Iniciativa Revitalizar las Raíces en base al Global Wisdom Collective. Decidieron empezar con los pueblos Endorois de Kenia y, a lo largo de la pandemia, planearon y construyeron lo que se ha convertido en el primer esfuerzo de preservación cultural a escala comunitaria de este tipo para los pueblos Endorois. El Centro Jamii Asilia encajaba perfectamente como socio ejecutor de la iniciativa. “Nuestro pueblo bendice esta idea. El hecho de que los líderes Indígenas la crearan, la dirigieran y la llevaran a cabo por nuestro Pueblo dice mucho de la sostenibilidad de las acciones de justicia climática y de la regeneración de las prácticas Indígenas en materia de biodiversidad”, afirma Kiburo.
Revitalizar las Raíces: Bikaptorois es una iniciativa comunitaria de Endorois en la que los jóvenes vuelven a conectar con sus mayores y preservan los conocimientos ecológicos y culturales que corren el riesgo de perderse. Mediante la formación en técnicas de diálogo intergeneracional, narración digital y participación comunitaria, los jóvenes adquieren conocimientos técnicos al tiempo que establecen una conexión más profunda con su patrimonio. El proyecto también está construyendo un archivo digital comunitario completamente conservado en Torois. Este trabajo les permite sentirse orgullosos de su identidad Indígena y convertirse en administradores de su patrimonio cultural y ecológico.
Desde que empezó a funcionar en 2023, el proyecto ha ayudado a más de 50 jóvenes Endorois a adquirir conocimientos audiovisuales, como manejar una cámara y hacer grabaciones de campo con sus mayores; actualmente el proyecto trabaja con más de 40 mayores. Los jóvenes Indígenas recibieron formación sobre sus derechos como Pueblos Indígenas, y muchos de ellos aprendieron por primera vez que tenían derechos Indígenas únicos garantizados por la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. El proyecto centró gran parte de sus esfuerzos en la formación de niñas, desafiando así el término de género “cámara” que implica que el trabajo sólo puede ser realizado por un hombre.
Hasta la fecha, el proyecto ha recopilado más de 400 horas de grabaciones de ancianos. En febrero de 2024, el equipo puso en marcha una graduación comunitaria que reunió a miembros de los Endorois de cerca y de lejos para celebrar a los ancianos que habían sido grabados y a los jóvenes que habían dedicado un tiempo precioso a grabarlos. La comunidad bailó, comió y reflexionó sobre la importancia de proteger sus sistemas de conocimiento y la lengua. Más tarde, en 2024, se celebró un preestreno en vídeo de las grabaciones que los jóvenes habían creado para los ancianos. Fue un momento intenso, lleno de lágrimas y risas, en el que los ancianos se sintieron seguros de que la comunidad protegería sus conocimientos y su sabiduría. El proyecto sigue en marcha, con el objetivo de grabar más diálogos intergeneracionales y crear un archivo digital propiedad de la comunidad. “Ahora somos periodistas comunitarios; después de adquirir muchas habilidades y conocimientos, esperamos crecer en número para llegar a más ancianos Endorois”, comentó uno de los participantes. Los jóvenes Indígenas, cuando se conectan con sus raíces, llevan adelante la sabiduría de sus antepasados con un renovado sentido del propósito. Esta conexión es una fuente de poder que fomenta el liderazgo, la participación comunitaria y el compromiso de preservar su cultura y el mundo natural. Proyectos como la iniciativa Revitalizar las Raíces se centran en preservar. Aunque el proyecto inicial sirvió a los Endorois, la esperanza es que este trabajo pueda llegar a otros Pueblos Indígenas y servir de modelo para crear una comunidad de aprendizaje compartido y recursos centrados en preservar los sistemas de conocimiento Indígenas a través de nuestras lenguas Indígenas.
La Iniciativa Revitalizar las Raíces seguirá colaborando con las naciones Indígenas y las organizaciones dirigidas por Indígenas para consultar y poner en marcha infraestructuras de intercambio de conocimientos intergeneracionales y crear registros duraderos de los sistemas de conocimientos Indígenas. Las lecciones aprendidas de estas comunidades son aplicables a todas las culturas. Invitamos a los socios mundiales a apoyar nuestra misión abogando por la revitalización de las lenguas y los sistemas de conocimiento Indígenas. Este trabajo requiere una acción colectiva, y al solidarizarnos con los Pueblos Indígenas, podemos contribuir a un futuro más sostenible y resistente al cambio climático para todos.
Dominica Zhu (Dai) es la Directora fundadora de Global Wisdom Collective y cofundadora de la iniciativa Revitalizar las Raices. Carson Kiburo (Endorois) es el Director Ejecutivo del Centro Jamii Asila y cofundador de la iniciativa Revitalizar las Raíces.
En 2023, el Centro Jamii Asilia y Global Wisdom Collective recibieron una subvención del Fondo Guardianes de la Tierra para documentar digitalmente la cultura Endorois de Kenia.
BYRON TENESACA GUAMÁN
“Me inspiran todas las mujeres fuertes y resistentes de mi familia”
Byron Tenesaca Guaman (kañari kichwa), Coordinador de Becas a Jóvenes Indígenas de Cultural Survival, aún recuerda la casa donde nació. Estaba justo al lado del río Yanuncay, en el territorio kañari de Guapondeleg, también conocido hoy como Cuenca, en el sur de Ecuador. La madre de Byron emigró a Estados Unidos cuando él era un bebé, tomando la difícil decisión de dejar a Byron al cuidado de su abuela. Byron vivió con su abuela hasta los 11 años, momento en el que fue traído a Estados Unidos para reunirse con su madre en Carolina del Norte. “Ser criado por la primera educadora de mi vida -mi abuela- formo mi identidad y mi creatividad”, afirma. El trauma de la inmigración causó daño en la adolescencia de Byron. “Fui a la universidad a los 17 años y decidí cambiar mi enfoque hacia lo único que me hacía feliz en aquel momento, que era dibujar y crear”, recuerda. Dibujar, pintar y crear en las montañas Cherokee fue una forma de sanación para Byron. Esta base artística le llevaría finalmente a tejer, de vuelta a sus Ancianos, de vuelta a su memoria y, en última instancia, de vuelta a su identidad.
En 2018, Byron se comprometió personalmente a seguir una profesión en la que pudiera ser plenamente su auténtico yo. Forjó una carrera como educador en el sistema de escuelas públicas de Carolina del Norte, enseñando jardín de infantes, español de secundaria, inglés universitario y arte elemental. También colaboró con centros de arte regionales, ayudando en la programación de exposiciones o impartiendo talleres infantiles de arcilla, pintura y fotografía. Después de varios años, Byron tomó la decisión de volver a casa, a las montañas de sus antepasados en Ecuador.

Byron aspira a continuar su sueño y el minka (trabajo comunitario) de sus antepasados hacia el sumak kawsay (vivir en armonía).
“Me inspiran todas las mujeres fuertes y resistentes de mi familia”, dice. “Mi abuela, que me acogió bajo sus alas a la edad de un año y me enseñó a vivir con la tierra. Mis tías, que me cuidaron cuando mi abuela tenía que ir a vender sus cestas a la ciudad. Mi bisabuela, que sin saber leer ni escribir español organizó su comunidad de tejedoras de cestas para poder tener un lugar donde vender en la ciudad. Mi madre biológica, que renunció a una parte de su maternidad para poder mantenernos y planificar un futuro mejor para nosotros. Mi hija, que me trajo de vuelta a mi comunidad. Y, por último, todas las mujeres de mi comunidad, que con marchas, protestas y mucho trabajo han hecho que nuestra pequeña comunidad prospere y crezca económicamente, al tiempo que se oponen a los proyectos mineros y de construcción de presas en nuestros páramos.”
De vuelta en su comunidad en la montaña desde hace casi un año, Byron dice que es una bendición poder vivir con sus vecinos, animales, plantas y ríos. Se esfuerza por seguir apoyando a su familia y a su comunidad ancestral y por ofrecer un espacio cultural seguro para que los niños mantengan viva la memoria de sus antepasados a través de las artes y las plantas. También quiere dominar el kichwa, la lengua de sus antepasados, y aprender a tejer cestas para enseñárselo a su hija. Su sueño a largo plazo es construir un museo o centro cultural en su comunidad para impulsar la historia de su pueblo, mantener la memoria de los que vinieron antes que él y regar las raíces de la próxima generación a través de las artes y la artesanía.

“Me gustaría reconocer y dar las gracias a mis mayores, ya que no estaría en esta posición si no fuera por su voluntad y su sueño de un mañana mejor, su resistencia ante las atrocidades del colonialismo y su adaptabilidad a los sistemas opresivos a lo largo de los años. Mi ancestros se vieron obligados a sacrificar gran parte de su identidad para que yo también pudiera soñar algún día. Yupaychani (gracias)”.
Byron Tenesaca Guaman (tercero a la izquierda) con los jóvenes becarios de Cultural Survival y el personal del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU 2024.
CREACIONES MÍSTICAS
SERZHAN BASHIROV
Equipo de CS
Renombrado por su exquisita artesanía en plata, Serzhan Bashirov (de la tribu Kazajo-naiman) ha cautivado al mundo con sus diseños místicos únicos que combinan a la perfección la tradición y la innovación de su país natal, Kazajstán. Diseñador de joyas galardonado tres veces por la UNESCO, las creaciones de Bashirov son visualmente impresionantes y están profundamente arraigadas en el patrimonio cultural y la maestría artesanal. Sus obras se han expuesto y vendido en Kazajstán y otros lugares de Asia Central, así como en Estados Unidos, Alemania y Hungría.
Bashirov creció en una remota aldea del este de Kazajstán, donde fue testigo de los modos de vida tradicionales y las costumbres nómadas. “Aprendí el oficio con el maestro tradicional kazajo de joyería, Asylmardan, de la región de Kostanay. Fui su alumno durante cinco años”, cuenta Bashirov. “Siempre me ha interesado la joyería tradicional kazaja. Al principio copiaba piezas de museo, pero con el tiempo desarrollé mi propio estilo. Las técnicas y estilos que utilizo son realmente antiguos, desde los Hunos, Kimaks y Kipchaks. Los maestros del norte de Kazajstán continuaron estas antiguas tradiciones Kipchak hasta el siglo XIX”. Bashirov selecciona materiales como la plata, el latón y el cobre, que son materiales tradicionales de la joyería kazaja. “También utilizo huesos, cornalina, turquesa y lapislázuli para grabar y combino la plata con la madera. Utilizo técnicas tradicionales como la forja, la herrería, el grabado tradicional kazajo y el trefilado de alambre de plata», explica. Entre las joyas que fabrica Bashriov hay anillos, alfileres, pendientes, pulseras y broches. Utiliza elementos como huesos, cuero, piedras, fieltro y madera para representar la belleza de la naturaleza y rendir homenaje a su ascendencia nómada. Algunos de los motivos favoritos de Bashirov son las espirales y las marcas cruzadas del sol y el fuego, que proceden de la época del zoroastrismo. “Los kazajos tienen muchos adornos rituales”, dice. “Los anillos eran originalmente (accesorios) masculinos. Los guerreros adornaban sus propias manos para sellar la suerte y la fuerza”.




La joyería kazaja es única, ya que tradicionalmente no se fabricaba para venderla. “Nuestros antepasados nunca fabricaron joyas para venderlas, como hacían los pueblos de los países vecinos con sus antiguas tradiciones comerciales. Eran objetos rituales que se transmitían de generación en generación. Antiguamente, los kazajos encargaban joyas para sus hijas para que pudieran pasarlas de una generación a otra como herencia. Se invitaba a casa a un maestro joyero, que se quedaba durante meses mientras producía un artículo individual que correspondía al carácter de la niña. Esta pieza terminada era más valiosa desde el punto de vista espiritual que material, y nunca se medía con un valor monetario. Esta actitud falta hoy en día. Espero que la gente vuelva a fijarse en la naturaleza espiritual de las cosas”, afirma Bashirov.
Como artista Indígena, Bashirov se enfrenta a muchos retos: “En Kazajstán (somos) un pueblo unificado, pero existen desafíos para quienes viven en regiones remotas. Muchos artesanos carecen de conocimientos de marketing, no han viajado a grandes ciudades
y no entienden de precios. También tienen dificultades para acceder a materiales y equipos. Hacer carrera como maestro joyero en nuestro país no es rentable”, afirma Bashirov, que también imparte clases en la Academia Nacional de Arte Zhurgenov de Kazajstán.
El legado de la colonización también ha repercutido negativamente en los artistas autóctonos. “Tras la independencia, el arte de la joyería tradicional kazaja experimentó un renacimiento, y la demanda de joyería tradicional kazaja hecha a mano no deja de crecer”, afirma Bashirov. “Es muy importante para mi pueblo y mi país revivir nuestra cultura. Durante la era soviética, los kazajos fueron los que más sufrieron. Toda la cultura se unificó bajo los estándares soviéticos: música, artes decorativas, cine, etc. La gente dejó de hablar su lengua materna. Muchas tradiciones y técnicas de fabricación y procesamiento de artículos decorativos de metal, cuero, madera y fieltro cayeron en el olvido. Actualmente, hay una restauración gradual de las artes decorativas”.
Para Bashirov, participar en los Bazares de Cultural Survival “ha tenido un impacto muy positivo a la hora de aprender y conocer otras culturas. Ayuda a la gente a mantenerse informada sobre la vida cultural en América y les permite relacionarse con artesanos e intercambiar experiencias”, afirma.
Permanezca atento a nuestros próximos Bazares de Cultural Survival en bazaar.cs.org.
Arriba: Serzhan Bashirov en el Bazar de Cultural Survival en Newburyport, MA.
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