Cuadernillo Plazuelas

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Penjamo Gto. México

jamo, Gto. México Gobierno del Estado de Guanajuato • Instituto Estatal de la Cultura




Los proyectos arqueológicos en el Estado de Guanajuato: Un innovador modelo de gestión y operación

E

n el año 2001, con la firma del Acuerdo Marco de Colaboración entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Gobierno del Estado de Guanajuato, a través del Instituto Estatal de la Cultura, instrumento al que se adhirieron voluntariamente los ayuntamientos de Pénjamo, Abasolo, San Miguel de Allende y Ocampo, se ha fortalecido la coordinación entre los tres órdenes de gobierno para apoyar la investigación, la conservación, la difusión y la preservación del patrimonio arqueológico en el estado de Guanajuato. Gracias a esta conjunción de esfuerzos ha sido posible reiniciar la investigación sobre temas y regiones, hasta hace algunos años poco estudiados, en las áreas limítrofes de Mesoamérica y el norte de México. Actualmente varios son los estudios que se llevan a cabo en las extensiones del estado de Guanajuato, entre los que destacan, por su magnitud y su diseño integral, los proyectos de investigación y conservación en los sitios arqueológicos de Plazuelas, en el municipio de Pénjamo (abierto al público en 2006); Peralta, en Abasolo (abierto al público en 2008); Cañada de la Virgen, en San Miguel de Allende (abierto en 2011); El Cóporo, en Ocampo (abre al público en 2012); y Arroyo Seco, en Victoria (abierto en 2018). En fechas recientes, un ayuntamientos más se han sumado a esta dinámica interinstitucional: Comonfort con el sitio Cerro de los Remedios. Las investigaciones arqueológicas realizadas gracias a este marco de colaboración, han aportado información sobre el pasado prehispánico de Guanajuato,


con lo que se modifican algunas teorías existentes para la región, como es el planteamiento, muy divulgado, de que este territorio sólo era habitado por grupos nómadas genéricamente llamados chichimecas, pues si bien fue la población que los españoles enfrentaron a su llegada, no fueron los únicos que habitaron estas tierras en tiempos más remotos. Los resultados parciales de estas investigaciones confirman el planteamiento de que los grupos que habitaron Guanajuato, sobre todo antes del 900 de nuestra era, influyeron en la evolución cultural de las tradiciones del centro y occidente de México. Con base en la experiencia en otros proyectos arqueológicos del territorio nacional, el Centro INAH Guanajuato, el Instituto Estatal de la Cultura, la Secretaría de Desarrollo Social y Humano (a través de sus Consejos Regionales del Suroeste y Codernorte), la Secretaría de Desarrollo Turístico y los gobiernos municipales trabajan bajo un modelo único en el país, el cual tiene un enfoque integral, interdisciplinario e interinstitucional. Para garantizar la continuidad y el seguimiento técnico de los proyectos arqueológicos en el estado, en 2003 se creó el Fideicomiso de Administración e Inversión para la Realización de las Actividades de Rescate y Conservación de Sitios Arqueológicos en el Estado de Guanajuato (FIARCA). Si bien bajo este esquema la prioridad es el rescate y la salvaguarda del patrimonio Los proyectos arqueológicos en el Estado de Guanajuato: Un innovador modelo de gestión y operación arqueológico, una vez que los sitios son abiertos al público se convierten en detonadores regionales que impulsan la dinámica social y económica de las comunidades en las que se emplazan. De igual manera se ha logrado diversificar la oferta cultural y turística en el estado.


Plazuelas Ciudad esculpida al ritmo de la sierra En las estribaciones sureñas de la sierra de Pénjamo, al suroeste de la sierra de Guanajuato, se hallan los vestigios de una de las ciudades más complejas de esta región. Concebida como un espacio abierto y en relación directa con los cerros, Plazuelas sobresale por su integración al paisaje, edificándose cuidadosamente para no romper el orden de su entorno. La ocupación de este sitio se dio entre 600 y 900 d.C., periodo en el que el territorio del actual estado de Guanajuato alcanzó su mayor densidad de población. Plazuelas es la primer zona arqueológica del estado abierta al público (2006).

Conjunto Casas Tapadas en armonía con la sierra de Pénjamo


El contexto geográfico Sobre tres laderas que separan dos barrancas –Los Cuijes al oeste y Agua Nacida al este–, los edificios fueron construidos de manera dispersa, comunicándose entre sí a través de largas calzadas y veredas que suben y bajan entre los cerros, y en donde un manantial, El Agua Nacida, es el punto de confluencia de ellos. Al norte, el límite de esta antigua ciudad es la sierra de Pénjamo; al este hay otras laderas, parte de las estribaciones sureñas. Bordeando las orillas superiores de las barrancas sobresale un afloramiento rocoso que fue usado como banco de material para la construcción de los edificios y para tallar sobre él diversas imágenes con referencias a símbolos mágicos y religiosos. En la ladera central se observa un abrupto quiebre a los lados este y oeste; y mientras que el lado sur fue nivelado con grandes terrazas, por el norte el terreno baja un tramo suavemente para luego integrarse con el cerro Los Picachos. La ladera central ha sido la más explorada del sitio arqueológico de Plazuelas. En ella sobresalen dos complejos edificios que resaltan la importancia del sitio: una cancha para el juego de pelota y un conjunto de plazas y basamentos piramidales al que se ha nombrado Casas Tapadas. De las tres laderas, es ésta la que requirió el mayor esfuerzo constructivo para corregir las irregularidades del terreno y lograr una gran explanada que debió reunir durante su apogeo a un gran número de visitantes. Por el sur, dos grandes terrazas escalonadas acortan el fuerte desnivel del terreno; por el este, un juego de ligeras terrazas ayuda a nivelar la explanada, mientras que por


Cancha para juego de pelota


el oeste, sobre la barranca de Los Cuijes, se tuvo que construir un muro de 30m de altura. Los basamentos norte, este y sur están unidos por un largo muro-banqueta que enmarca un pequeño palacio, el basamento central y un altar. Este muro-banqueta, en el que se debieron sentar los visitantes a observar las ceremonias, recuerda el largo muro que encierra el espacio de los principales templos en Teotihuacán, Tenochtitlán y Tlatelolco, con el que crearon un recinto sagrado. Se accede a Casas Tapadas por diversas escalinatas en los cuatros rumbos. Al parecer, las del norte, este y sur eran parte de la vialidad interna del edificio, mientras el de oeste debió ser el acceso principal para los visitantes foráneos, ya que se llega a ella por una larga calzada de 500 metros de longitud. Durante las excavaciones se hallaron, al pie de la ladera oeste, cuatro fragmentos diseminados de una escultura de 2.60 metros de largo que debió estar colocada en posición vertical a manera de marcador, y posiblemente funcionaba como símbolo de fecundidad. Los fragmentos tienen grabados distintos motivos, similares a los de las piedras que rodean Plazuelas. Al entrar por el lado oeste sobresale en primer plano un pequeño edificio que se ha identificado como palacio, lugar de reunión de gobernantes, nobles, sacerdotes y guerreros. Bajo una de las columnas de este palacio fue depositada una escultura pintada de rojo, que asemeja una serpiente emplumada con las fauces abiertas de la que emerge el rostro de un personaje ataviado con collares. Al pie de la escalinata sur se inicia una calzada que conduce a un juego de pelota con varias particularidades. Primero, no se encuentra dentro del conjunto monumental, sino al centro de una gran plaza por lo que podía ser visto a gran distancia. Algo muy interesante es que desde esta cancha se puede observar que el perfil este-oeste de los tres basamentos


Casas Tapadas

piramidales de Casas Tapadas imita la silueta triple de Los Picachos. En otros sitios se encuentran asociaciones similares. En Mesoamérica los cerros eran considerados sagrados, ya que se creía que en su interior habitaban los dioses de la fertilidad y que de aquí salían las aguas que fertilizaban la tierra, por lo cual se repetía su silueta en sus edificios, como una forma de abstraer el poder divino. Cerca de los edificios principales, sobre cientos de rocas ígneas que afloran por doquier, se tallaron en alto y bajorrelieve diversos símbolos que aluden a la concepción del universo de los habitantes del lugar. Estos elementos convierten a


Los petrograbados Plazuelas en un sitio muy complejo. En muchas de las rocas, el ángulo del reflejo solar es determinante para su observación, tal parece que hubieran sido talladas para apreciarse sólo en pequeños momentos a diferentes horas del día. En esta inmensidad de petrograbados sobresale la representación en miniatura de Casas Tapadas. En ella están ilustrados todos sus elementos arquitectónicos, lo que permitió que sirviera de guía para orientar las excavaciones durante el proceso de restauración.

Uno de los petrograbados en miniatura de Casas Tapadas


CAV (Centro de Atención a Visitantes) De la colección arqueológica exhibida en el museo de sitio destacan los marcadores que se encontraron en el juego de pelota. Se trata de magníficas esculturas de dioses asociados a la fertilidad, enfatizando el carácter ritual del juego. El marcador oriente presenta atributos del dios de la lluvia, manifestados en una serpiente. El marcador poniente muestra el rostro de un ser mitológico que conjuga rasgos de serpiente y lagarto, animales relacionados simbólicamente con la tierra y la fertilidad. Las esculturas del extremo norte representan serpientes mitológicas, comparten rasgos con el dios de la lluvia y del trueno, sobresaliendo las garras en su parte inferior y un penacho con plumas desplegadas hacia atrás, simbolizando el poder de los elementos de la naturaleza. Entre el escombro del edificio Casas Tapadas, se encontraron numerosas piedras talladas que debieron estar colocadas a manera de remate arquitectónico. Dichas piedras, también exhibidas en el museo, tienen la forma de dos rayos encontrados sobre un atado de cañas, lo que tiene relación con el dios de la lluvia y del trueno. Es interesante destacar también las cuentas de cerámica de formas zoomórficas y antropomórficas que se exhiben junto con la colección de instrumentos prehispánicos, la cual se integró principalmente gracias a las donaciones realizadas por los habitantes de Plazuelas.


Sala Plazuelas


¿Cómo llegar?: Tome la carretera federal 90, tramo Irapuato-La Piedad. Aproximadamente a 12 kilómetros de Pénjamo (a la altura de CICABA), se encuentra la desviación a San Juan el Alto Plazuelas.

Horario de visita:

Cuotas de recuperación:

De 10:00 hrs. a 18:00 hrs. El último acceso al público es hasta las 17:00 hrs. ya que el recorrido dura aproximadamente una hora.

$39 para mayores de 12 años $12 para mayores de 5 y menores de 12 años.

En su viaje puede también disfrutar del centro histórico de Pénjamo, la Hacienda Corralejo, la Tequilera Corralejo, el Fuerte de los Remedios en la bella Sierra de Pénjamo, así como del balneario de Ojo de Agua Churi.


¡Visita también las otras Zonas Arqueológicas del Estado!


@gobiernogto


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