TECHODROMO #1

29/11/18 17:05

tapas.indd 5

29/11/18 17:06

Comic real.indd 1

29/11/18 16:40

Comic real.indd 3

29/11/18 16:42

Comic real.indd 4

29/11/18 16:42

Comic real.indd 5

29/11/18 16:44

Comic real.indd 6

29/11/18 16:44

Comic real.indd 7

29/11/18 16:45

Comic real.indd 8

29/11/18 16:46

Comic real.indd 9

29/11/18 16:46

Comic real.indd 10

29/11/18 16:46

Comic real.indd 11

29/11/18 16:47

Comic real.indd 12

29/11/18 16:47

Comic real.indd 13

29/11/18 16:48

Comic real.indd 14

29/11/18 16:48

Comic real.indd 15

29/11/18 16:48

Comic real.indd 16

29/11/18 16:49

Comic real.indd 17

29/11/18 16:50

Comic real.indd 18

29/11/18 16:51

Comic real.indd 19

29/11/18 16:51

Comic real.indd 20

29/11/18 16:52

Comic real.indd 21

29/11/18 16:52

Comic real.indd 22

29/11/18 16:52

Comic real.indd 24

29/11/18 16:54

Comic real.indd 25

29/11/18 16:55

Comic real.indd 26

29/11/18 16:56

Comic real.indd 27

29/11/18 16:56

Comic real.indd 28

29/11/18 16:57

Comic real.indd 29

29/11/18 16:57

Comic real.indd 30

29/11/18 16:57

Comic real.indd 31

29/11/18 16:58

Comic real.indd 32

29/11/18 16:58

Comic real.indd 33

29/11/18 16:59

Comic real.indd 34

29/11/18 16:59

Comic real.indd 35

29/11/18 16:59

Comic real.indd 36

29/11/18 17:00

Comic real.indd 37

29/11/18 17:00

Comic real.indd 38

29/11/18 17:01

Comic real.indd 39

29/11/18 17:01

Comic real.indd 40

29/11/18 17:01

Ilustración X @stefanodicristofaro @mividarapida

El mal-humor gráfico Graterolacho, in memoriam

El 17 de septiembre de 2014 la venezolana Rayma Suprani es despedida del diario El Universal después de 19 años de labor como caricaturista. El motivo no-oficial del despido es el enredo de influencias inexcusables en la que participan y de la que sufren nuestros medios de comunicación. Para no extenderme sobre ese tema, que no manejo, aunque lo sufra y que no me importa tanto, aunque lo viva, voy a tratar de desenmarañar otra cosa que también sufro, vivo y que, en el caso de la situación socio-política nacional, me parece de vital importancia.

“Asumirse, en efecto, es la primera incapacidad que delata eso que hemos convenido en llamar humor nacional.”

José Ignacio Cabrujas

Comic real.indd 41

Para empezar, me gustaría acotar el espacio y definir el tiempo del que este ensayo va a hablar: Venezuela, entre el 2 de febrero de 1999 y el 14 de septiembre de 2014. Cuenta que da un total de 15 años más o menos. La elección de este acotamiento es bastante simple, me permite no tener que perderme explicando un recorrido que pretenda vanamente ampliar lo que ya puede consultarse en relación a la historia del humor gráfico en Venezuela1. Mi intención no es esa, sino más bien tratar de hacer un paseo durante ese tiempo sobre el espacio del humor gráfico nacional: sus actores y tipologías, sus lectores y la relación discursiva con ese medio; la relación compleja entre estos elementos que a mi parecer lo vuelven un problema sociopolítico complejo y urgente a tratar en este momento. Además de lo dicho, este artículo también pretende ‒en un sentido estilístico, si se quiere‒ ser la explicación de un chiste malo2. La evidencia de una falta de humor que cada día nos sale más cara y en la que pareciera que estamos atrapados, o alienados, para usar una palabra más cara al estilo de nuestro teatro político. Puesta en escena ridícula y nada graciosa en la que todos participamos sin saber muy bien por qué (¿?) y que parece ser la reiteración infinita de un chiste malo que no ha terminado de pasar.

29/11/18 17:02

¿Cómo se hace para contener con el lenguaje algo que justamente es la explosión de su falta, la transgresión de sus límites? El humor parte del lenguaje y su resultado lo revienta.

La risa o las lágrimas son así reacciones al desconcierto que propone el movimiento humorístico. En respuesta a la sintaxis perfecta del chiste, respondemos pasando el peaje del lenguaje y riéndonos a carcajadas ‒en el mejor de los casos‒ de lo que el humor a través del chiste nos hizo entender. En respuesta al mal humor, lo que queda –también en el mejor de los casos‒ es hacer como si no escuchamos, no leímos o no vimos. En el peor de los casos ‒el nuestro‒ lo que queda es más mal humor, peor humor, lágrimas.

Cuando se puede llorar, se llora. Cuando no, se repite, se reitera y se sufre el eterno retorno mal comprendido del chiste malo. Lo eficaz de un buen chiste es la imposibilidad de desarmar su recorrido para volverlo un dispositivo de conocimiento auditable, el buen chiste no se explica como no se explica un inesperado golpe en la jeta aunque conozcamos sus motivos. El buen-humor gráfico debe descolocarnos y suspender por un instante las reacciones posibles de un pensamiento coagulado, eficiente y listo ante cualquier ataque.

En relación al humorismo gráfico en tiempos de crisis podemos decir que ninguna otra labor pública o privada se le iguala como herramienta comunicacional en importancia política y social. El cómico ‒que en este caso específico ubicaremos en la figura del humorista gráfico por su capacidad comunicativa inmediata y diaria‒ es al poder la evidencia de su incompetencia continua y de una desfachatada estupidez. Al contrario, el bufón –que en este caso también ocupa la misma figura porque le encaja bien‒ no hace más que reírse junto al poder de la incompetencia y la estupidez que continua y desfachatadamente desenfunda como el arma de su idiotez contra el pueblo. Deberíamos encontrar en el humorista gráfico a una figura única capaz de señalar el moco ridículo que se asoma en la nariz poderosa, llévela quien la lleve, y no al ente polarizado que juega dialécticamente entre bandos, siendo el peón escurridizo de uno u otro polo. Éticamente nos encontramos en un dilema que sobrepasa los límites del trabajo del humorista y que se instala, ahora sí, en las cúpulas podridas de cierta idiosincrasia que sólo entiende en términos dicotómicos nuestra desgraciada política nacional. Para ir contra el poder hay que estar en su reverso o al menos darle la espalda3. Ir contra el poder requiere deshacerse del sujeto político que ha sido bien definido por los medios, y que no acepta puesta en cuestión ni da lugar a dudas. Para ir contra el poder hay que volverse un ingobernable4. Es verdadera labor de humorista ser la proyección de la ingobernabilidad de los hiper-gobernados [La figura del cómico es la del ingobernable, la del bufón

Comic real.indd 42

es la del hiper-gobernado]. Voy a tratar de salirme de esta bipolaridad proponiendo una ecuación: el bufón le come el güebo al poder, el cómico se lo come y se lo muerde; el humorista –cuya figura acaba de transmutarse a un tercero bien desfachatado‒ ni hace la corte ni resiste (mamar=0/// mamar & morder=resistencia), sino que se vuelve el sujeto ingobernable que con el poder hediondo en su nariz se caga de la risa ante el tamaño y el estado del miembro. Nada es muy desagradable para el ingobernable porque está fuera de todo orden establecido y, como tal, no atiende a la amenaza que supone cualquier forma de poder. El humorista gráfico que debería comunicarnos las cosas en este país debe encontrar el moco donde esté, señalarlo y dejar en ridículo la nariz que sea. Este personaje debe tener claras las diferencias entre quinismo y cinismo, entre cómico y bufón, entre actor y espectador5. En la claridad de este personaje está la posibilidad de un esclarecimiento en el que lo escucha, lo ve o lo lee.

El mal-humor gráfico trabaja directamente en y desde el espacio que tiene para él dispuesto el actor político que lo usa como herramienta de “policía social” y no como dispositivo de acción política.

Entendiendo este dispositivo como un aparato de disenso capaz de reorganizar constantemente las formas de esta acción en/y desde sí. En esta línea de pensamiento casi podemos afirmar que al contrario de la caricatura –que es irregulable e impoliciable siendo la exageración de un todo específico ya en su límite‒ el mal-humor gráfico es un termómetro socio-político que vigila y regula cualquier estado político intrínsecamente estable -aunque se pruebe lo contrario. En Venezuela, de un tiempo para acá 6, la caricatura política –valga la redundancia y sin distinción de bandos‒ pareciera que participa de ese juego nefasto de negar el tiempo histórico en el que se sumerge nuestro establecimiento político contemporáneo, y que consiste en reírse prepotentemente de que este momento pueda formar parte del tiempo histórico de la nación en un caso o que sólo este momento formará parte del tiempo histórico de la nación, en el otro. Esto significa que cualquier cosa que se haga en materia de humor gráfico y que no sea capaz de responderse sino a sí misma es parte de la parodia política nacional y es, además, de nuevo para que calce bien bonito en nuestro teatro, un instrumento de alienación. Para volver a las figuras: el bufón hace la risa cómplice, el cómico es cómplice de la risa y de nada más7.

La mejor caricatura de Venezuela es y han sido siempre sus actores políticos, el humor gráfico dejó de ser bueno cuando estos cruzaron el umbral de la realidad y se aposentaron en la caricatura viviente de sus gestos. Podríamos intentar

29/11/18 17:02

pensar esto en imágenes para tener un acercamiento más acertado a ciertas cosas que nos dan risa, y que no pertenecen en absoluto al humor gráfico oficial, cualquiera que sea su lado. En este momento es más probable que nos caguemos de la risa de cualquier meme hecho por nadie (un ingobernable) puesto en Instagram o la red de su preferencia que verse sobre el presidente, las colas, el preso que nadie quiere – Ledezma‒ o sobre usted mismo; que cualquier cosa “pensada y dibujada” por Edo, Rayma o el ya muerto aunque eterno –como el comandante‒ Zapata, ante los últimos sonreímos cómplice e incómodamente, como ante una falta, como una obligación; en cambio, en la pantalla y en respuesta a la falta de talento o profesionalidad del cómico de turno quedamos desnudos por el desconcierto al que nos invitan con su chiste sincero e impolarizable, aunque se demuestre lo contrario. El humor es soberano, como el pueblo.

Por eso el pueblo nos hace reír más que los que “elegimos” o se eligieron para hacernos reír. Y es que el ingobernable, ese personaje al que el humorista/ bufón debe aspirar8, se asumió de una como lo que es, aunque no sepa exactamente qué es eso. En cambio, los profesionales del chiste no logran deshacerse de esa carga estúpida que los obliga a escoger lados y hablar como bufones a favor del que los escogió. En el bufón -asumida ya su figura de mal-humorista gráfico- el poder establece los límites de su humor y territorializa el alcance de su ridículo ejercicio. El cómico en cambio baila y desanda ese perímetro haciendo caso omiso a las consecuencias de su carcajada, que en algunos casos es capaz de hacer temblar los edificios del poder9.

La única respuesta posible ante tanto desamparo humorístico es sencillamente cagarnos de la risa de esas

cosas que son muy serias y que más que carcajadas pretenden suscitar silencios. No es una tarea bien vista, pero es la única forma de asumirnos y de recuperar nuestro sentido del buenhumor gráxfico10.

El 17 de septiembre de 2014 la venezolana Rayma Suprani es despedida del diario El Universal después de 19 años de labor como caricaturista. El motivo oficial del despido –dejando de lado la censura, que no es motivo sino motor‒ es que la caricatura en cuestión es mala. Ya es por todos sabido que el chiste bueno sobre la firma de Chávez no es que se asemeje a un triste electrocardiograma que nos vuelve a mostrar algo ya re-conocido sobre el paupérrimo estado de nuestra salud pública -y privada, sino que su firma es básicamente el logotipo de la marca de cosméticos Valmy.

P.D.: Este pequeño ensayo está dedicado a C.C. que jocosa y quínicamente me descubrió esa maravillosa coincidencia entre ambos logos.

1 Estoy trabajando en un anexo bibliográfico que es de mucha ayuda y que además contiene en sí mismo anexos más esclarecedores sobre el tema, pero falta. El libro que hasta ahora sigue “dando la hora” en relación a este tema es el libro de Ildemaro Torres editado por Armitano que menciono en una nota más abajo. Pero -y esto hay que decirlo- ya en este momento es muy probable que requiera re-edición y expansión por parte de nosotros.

2 Entendiendo chiste malo en la acepción popular de chimbo, no logrado. Y en la acepción cristiana de mal intencionado, perverso. Cuando digo chiste mwwalo estoy hablando entonces de una tercera versión creada a partir de la unión de esas dos acepciones anteriores y familiares, un cuerpo único doblemente malo.

3 El problema del poder en Venezuela es más complicado ya que la polarización establece claramente sendos bandos poderosos y acentúa la idea de que uno de los dos nunca es poder mal ejecutado; carajo, podemos decir que estos establecen y acentúan que el poder es siempre único y que los que estamos divididos somos nosotros.

4 Añado una cita que viene al caso: “Así, la derecha y la izquierda, que hoy se turnan para administrar el poder, tienen muy poca relación con el contexto político de donde provienen los términos que las designan; nombran simplemente los dos polos de la misma máquina de gobierno: un polo que sugiere, sin el menor escrúpulo, la desubjetivación, mientras que el otro quisiera recubrirla con la máscara hipócrita del buen ciudadano de la democracia”. Giorgio Agamben, en ¿Qué es un dispositivo? Para más información sobre “el ingobernable” puede leer el texto citado o simplemente dejarse de güebonadas y volverse uno.

5 “Allí donde el cínico ríe de una manera melancólica y despectiva desde la altura del poder y su carencia de ilusiones, es característico del quínico reír tan fuerte e indecorosamente que la gente fina mueve la cabeza. Su carcajada proviene de las entrañas, está fundida de una manera animal y tiene lugar sin reparo alguno. Quien afirme ser realista, en el fondo tendría que poder reír de esta manera: con esta carcajada plena, sin rigideces, que hace tabla rasa de las ilusiones y las poses”. Peter Sloterdijk, en Crítica de la razón cínica. Para ponerlo en venezolano haré una comparación familiar, el Conde del Guácharo se caga de la risa quínicamente, Leopoldo López y Diosdado Cabello cínicamente sonríen.

6 El tiempo acotado para este paseo.

7“A fin de cuentas una caricatura es la expresión gráfica de la falta de respeto a todo y a todos”. Guillermo Meneses, citado en la introducción de El humorismo gráfico en Venezuela, de Ildemaro Torres.

8“El humorista revela los límites de la verdad, su condición siempre parcial, y revela el terrible pacto que desde la época imaginaria de los dioses, mantiene con el poder”. Víctor Bravo citado en Palabras y trazos de nuestros humoristas, de Ildemaro Torres.

9“Mi arma suprema, tal vez mi única arma auténtica es la risa, tan desbordante a veces que puede concitar las iras del destino, tan disimulada a veces que sólo se distingue como un pequeño relámpago en el fondo de los ojos”. Jonuel Brigue, en Discurso salvaje.

10“No les pido siquiera que hagan tambalear el poder, sino tan sólo que dejen de sostenerlo”. Étienne de la Boétie citado por Pascal Quignard en Los desarzonados.

Comic real.indd 43

29/11/18 17:02

Comic real.indd 44

29/11/18 17:03

Comic real.indd 45

29/11/18 17:03

Comic real.indd 46

29/11/18 17:04

Comic real.indd 47

29/11/18 17:04

Comic real.indd 48

29/11/18 17:04

Comic real.indd 2

29/11/18 16:41

tapas.indd 5

tapas.indd 2-3