El Cronista de la Heroica Ciudad de Matamoros Ing. Manuel Humberto González Ramos relata que:
En la década de 1840, así se describía al arriero conductor de los trenes de acémilas que traían y llevaban mercancías a la ciudad de Matamoros: “sombrero de ala ancha forrado de caucho, cotón de algodón resguardado por una pechera de cuero; ancho ceñidor, cuyas puntas caían sobre el calzón de gamuza abierto hasta la media pierna; rodillera de cuero y botas de vaqueta.
La Plaza de los Arrieros estuvo ubicada al noroeste del Parián hoy Mercado de B. Juárez