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Rusia y China condenan al G7 por su apoyo total a Ucrania
Aseguran que el club de las democracias occidentales está en decadencia irreversible. Pekín acusa a Tokio de “ataques”
Cumbre en Hiroshima
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Fran Ruiz
Con
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La alianza de las siete democracias más poderosas —Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Canadá e Italia—, con Ucrania, a la que ayudan con el envío de armamento sofisticado a ganar la guerra a la invasora Rusia, quedó definitivamente sellada tras el respaldo al presidente Volodimir Zelenski, el invitado estrella este fin de semana de la cumbre en Hiroshima del Grupo de los 7 (G7), el mismo que, no hace tanto tiempo, se llamó G8 porque se incluyó a Rusia y el presidente Vladimir Putin se codeaba encantado con los líderes occidentales.
Pero, tras ordenar Putin la invasión de Ucrania (en marzo de 2022), con el consentimiento implícito de su aliado chino, Xi Jinping, el distanciamiento entre las democracias liberales y el modelo autocrático que defienden Moscú y Pekín se ha acelerado a niveles que parece inevitable una Segunda Guerra Fría.
“El G7 en algún momento fue un formato que coordinaba las posiciones respecto a diversos temas de la agenda internacional. Pero ahora se ha degradado irreversiblemente”, afirmó la diplomacia rusa en un comunicado.
“BAJO LAS ÓRDENES DE LOS ANGLOSAJONES”
Según la cancillería que preside Serguéi Lavrov, el G7 representa en la actualidad “una incubadora en la que maduran, bajo las órdenes de los anglosajones, iniciativas destructivas que socavan la estabilidad global”. Luego, estas iniciativas, añadió Moscú, “se imponen a los seguidores proestadounidenses de los países de la OTAN, la UE y otros satélites de Washington”.
“La principal conclusión (de la cumbre del G7) es un conjunto de declaraciones repletas de pasajes odiosos de carácter antirruso y antichino”, indicó el departamento encabezado por Lavrov. Por ello, añadió, “una vez más como resultado de la reunión del G7 tenemos decisiones politizadas encaminadas a subrayar las líneas divisorias en las relaciones internacionales”.
“HISTERIA RUSÓFOBA Y SINÓFOBA”
“El pánico ante el proceso objetivo de avance hacia la multipolaridad y la destrucción de la hegemonía estadounidense, que permitía a Occidente esquilmar al mundo, obliga a los miembros del grupo a dedicar más esfuerzos a atizar la histeria rusófoba y sinófoba”, argumentó Exteriores.
En ese sentido, destacó que el G7 está literalmente obsesionado en la confrontación con Rusia y se convirtió en el puesto de mando de las sanciones y otros elementos de la guerra híbrida en contra de Moscú.
“En ello radica actualmente el sentido de la existencia de este grupo. Los resultados de la cumbre lo confirman”, añadió la diplomacia rusa, al señalar que con ese propósito trajeron a Hiroshima “al cabecilla del régimen de Kiev que ellos mismos controlan” para convertir la cumbre en un espectáculo propagandístico.
CAZAS F-19 SÍ, PERO NO PARA ATACAR SUELO RUSO
Sobre la ayuda militar a Ucrania, el mayor éxito diplomático de Zelenski en la cumbre de Hiroshima ha sido haber convencido al presidente estadounidense
Joe Biden de entregar cazas F-19, algo a lo que se había resistido durante meses. Eso sí, Biden le puso al presidente ucraniano una línea roja: no atacar Rusia
“Tengo la garantía plena de Zelenski de que no los usarán para ir adelante y moverse contra Rusia en su territorio geográfico. Otra cosa es si las tropas rusas están dentro del área de Ucrania”, manifestó Biden en una rueda de prensa en Hiroshima, donde concluye este domingo la cumbre de líderes del G7 después de tres días de reuniones.
Durante la cumbre, el mandatario estadounidense dijo a sus socios del G7 que Estados Unidos ayudará a entrenar a pilotos ucranianos en el manejo de los cazas F-16 y abrió la puerta a entregar esos aviones a Ucrania en el futuro.
Protesta Ante El Embajador De Jap N
En cuanto a China, la cancillería presentó este domingo una protesta ante el embajador nipón en Pekín, Tarumi Hideo, por “las difamaciones” y “los ataques” a China en el marco de la cumbre de Hiroshima.
El vicecanciller chino Sun Weidong, que protestó por las “especulaciones” en torno a su país, señaló que el G7 “se aferra a la confrontación y al pensamiento de la guerra fría”, y que sus acciones “son contrarias a la tendencia histórica, los hechos objetivos y la moral internacional”, recogió un comunicado publicado este domingo en la página web de la Cancillería del país asiático.
Japón, en su calidad de anfitrión, “interfirió en los asuntos internos de China”, comportamiento que Sun definió como “contrario a los principios básicos del derecho internacional”.
El documento final de conclusiones del G7 destacó la necesidad de “relaciones constructivas” en materia económica con el gigante asiático, pero llamó a Pekín a mediar con Moscú en la guerra y le pidió poner fin a sus demandas de soberanía “injustificadas” y que resuelva las tensiones en torno a Taiwán por la vía pacífica.
El vicecanciller reiteró que Taiwán pertenece a China, que la resolución de “la cuestión de Taiwán es un asunto que deben decidir los propios chinos” y que Pekín “no permitirá que fuerzas externas interfieran” en asuntos como Xinjiang, Hong Kong o el Tíbet.