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Tres muertos y 213 heridos tras dos nuevos terremotos en el devastado sureste turco

Los sismos, de 6.4 y 5.8 grados derribaron edificios dañados o que resistieron a la catástrofe de hace 15 días EFE Ankara

Al menos tres personas han muerto y otras 213 han resultado heridas en dos nuevos terremotos de magnitud 6.4 y 5.8 en la provincia turca de Hatay, una de las once que el lunes 6 de febrero quedaron devasta - das por dos seísmos que habían causado la muerte de al menos 41,000 personas y heridas a más de 105,000.

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Así lo anunció el ministro del Interior, Suleyman Soylu, quien advirtió de la posibilidad de que haya más personas atrapadas entre las ruinas de los edificios que colapsaron este lunes.

“Trataremos de recopilar más información sobre edificios derruidos”, dijo el ministro, quien informó también de que se han producido al menos 20 réplicas.

El principal temblor se produjo en el distrito de Defne, al sur de la ciudad de Antioquía, en la provincia de Hatay, según anunció AFAD, la agencia turca de gestión de emergencias, y el otro tres minutos más tarde.

“LA GENTE ESTÁ HORRORIZADA”

Refik Eryilmaz, alcalde de Samandag, la cercana población costera donde se produjo el segundo sismo de hoy, de magnitud 5.8, aseguró a la emisora NTV que varios edificios habían colapsado y que no se sabe si había gente en su interior. También dijo que es posible que algunos vecinos se hubieran refugiado del intenso frío en los restos de las construccio - sería la primera vez que el teatro europeo succiona al resto del mundo a un cruento conflicto de escala global, como también ya sucedió en esas dos conflagraciones mundiales. La espiral de la violencia no trae aparejado nada bueno. Propuestas de negociación existen varias. No queda sino esperar a que el agravio ceda el paso a la congruencia y que no sea demasiado tarde. nes dañadas en los terremotos de hace dos semanas, y reclamó desesperadamente el envío de tiendas de campaña para alojar a la población. “La gente está horrorizada”, señaló.

Un hombre, sentado desesperado entre los escombros de un edificio en Hatay, donde volvió a temblar fuerte tras los terremotos devastadores del 6 de febrero.

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