Guía Práctica

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Guía Práctica de Intervención Enfoque de género en Comunidades Rurales
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Guía Práctica de Intervención Enfoque de género en Comunidades Rurales
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Durante varios años la Fundación para la Superación de la Pobreza ha tenido dentro de sus lineamientos incorporar el enfoque género como uno de los pilares transversales del trabajo comunitario que realizamos a través del programa Servicio País. Pero… ¿Qué significa trabajar con enfoque de género? ¿Qué implicancias tiene en lo cotidiano? La perspectiva de género, dentro de otras cosas, es una forma de contemplar la realidad de manera particular y no sólo contabilizar cuántas mujeres participan de una actividad. Lo anterior sumado al factor territorial y cultural ¿el enfoque de género se trabaja de la misma forma en un sector rural a uno urbano? ¿las temáticas son las mismas?

Algunas de estas preguntas son las que pretende abordar esta Guía Práctica de Intervención con Enfoque de Género en Comunidades Rurales, buscamos entregar herramientas prácticas para incorporar el enfoque de género en una intervención social.

Esperamos que esta guía sea de mucho apoyo para las y los próximos profesionales Servicio País de la región de Valparaíso y de todo Chile.

María Paz Rengifo Hardy

Directora Regional Fundación Superación de la Pobreza Región de Valparaíso

CONTENIDOS PRESENTACIÓN OBJETIVOS HABLEMOS DE GÉNERO

¿Qué es el género?

¿Por qué es importante trabajar con enfoque de género?

Enfoque de género y ruralidad

TRABAJO DIARIO

Desde las sutilezas al trabajo cotidiano Con niñas, niños y adolescentes (NNA)

En formulación de proyectos NEUTRALIZAR EL LENGUAJE

HERRAMIENTAS PARA TRABAJAR CON LA COMUNIDAD

Grupo Focal en mi territorio

Reloj 24 horas en mi comuna Mirando con lentes de género mi entorno rural

HERRAMIENTAS PARA TRABAJAR CON NNA

Galletita de género

Yo soy, yo puedo

Cuéntame un cuento ORIENTACIONES CONCEPTUALES

GUÍA DE CONTACTOS DE UTILIDAD NOTAS DE CAMPO REFERENCIAS

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PRESENTACIÓN

Como Fundación Superación de la Pobreza - Valparaíso, queremos entregar esta guía práctica, que permita establecer los lineamientos necesarios para implementar un trabajo con enfoque de género de manera situada en el territorio rural. Para ello, consideramos que es necesario trabajar desde una mirada ecológica e inclusiva, que involucre a todas las personas que participan en el desarrollo del trabajo comunitario. Es necesario conocer y utilizar conceptualizaciones propias desde un marco teórico enfocado en estudios de género y ruralidad con la finalidad de poder conocerlos, diferenciarlos y aplicarlos de forma adecuada para su correcta aplicación en el actuar y el quehacer profesional.

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Históricamente, la desigualdad de género varía dependiendo del contexto, encontrando diversas formas de discriminación, estereotipos, desigualdad de oportunidades, distribución de poder y diversas formas de exclusión relativas al género. Estas diferencias las podemos abordar desde la interseccionalidad, concepto cuyo análisis explora cómo los diversos ejes de diferencia como sexo, clase social, edad, nacionalidad, entre otros, se articulan en múltiples y simultáneos niveles que convergen en dinámicas de exclusión y desigualdad. En el caso de las mujeres en el contexto rural, se puede afirmar que han estado invisibilizadas o poco consideradas en las políticas de diversidad e igualdad. La interseccionalidad permitirá interpretar esas desigualdades desde un abordaje múltiple que considere de manera adecuada sus realidades y situaciones de vida (Expósito, 2012).

La desigualdad de género intensifica los efectos de las diversas formas de exclusión, generando, por ende, exclusiones distintas. Por ejemplo, una mujer puede ser una abogada respetada, pero sufrir violencia doméstica, o bien una mujer rural puede ser dirigenta vecinal, pero no ser considerada para otros cargos políticos que involucren una mayor toma de decisiones.

Lograr la igualdad de género, promoviendo la justicia de este, es un trabajo diario que debemos implementar desde las sutilezas. Cada profesional se sitúa en territorios compuestos por variedad de costumbres, tradiciones y culturas, en dónde lo primordial desde la vereda de la Fundación Superación de la Pobreza es promover una cultura de igualdad, equidad y respeto con todas las personas que habiten el territorio.

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OBJETIVO

El objetivo de esta guía es potenciar la integración del enfoque de género en el trabajo e intervenciones realizadas por Profesionales Servicio País, con la finalidad de promover una cultura de igualdad, equidad y respeto dentro del territorio rural, a través de orientaciones conceptuales y metodológicas que contribuyan al trabajo con la comunidad.

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DE GÉNERO ¿Qué entendemos por género?

Unicef. (2017). Perspectiva de género. Comunicación, infancia y adolescencia. Guía para periodistas, 14

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VALORES,
QUE
EL SISTEMA SEXO-GÉNERO ES UNA CONSTRUCCIÓN SOCIOCULTURAL Y ES TAMBIÉN UN SISTEMA DE REPRESENTACIÓN QUE ASIGNA SIGNIFICADOS Y
POR SU SEXO Y EDAD, A LAS PERSONAS
SON PARTE DE UNA COMUNIDAD. HABLEMOS

El concepto de género se origina en las sociedades contemporáneas como una categoría política, analítica y descriptiva que permite comprender la relevancia de la historia y el contexto social en la definición de la sexualidad, identidades y roles que se generan con relación a dichas definiciones. También busca abordar y conocer los mecanismos y formas en que este principio discrimina a las personas, como la desigualdad de oportunidades de integración y participación en la sociedad.

Podemos decir que lo que se asume como características naturales de mujeres y hombres no viene definido por la naturaleza o se derivan del sexo de las personas, son más bien construidas cultural y socialmente a través de imposiciones culturales y relaciones sociales1. Aprendidas desde la infancia, desde donde se reproducen y mantienen en los espacios de interacción y socialización como escuela, familia, organizaciones sociales, gremiales, religiosas, en espacios laborales, agrupaciones, entre otros.

Debemos tener en consideración que género y sexo no son un mismo concepto, ya que el sexo se refiere a las características y diferencias biológicas y el género se relaciona con la manera en que esa diferencia biológica se construye social y culturalmente. Las personas interpretan diferentes roles a lo largo de sus vidas, estas interpretaciones están reglamentadas por normas que fueron construidas socialmente, estableciendo formas de ser, sentir, hablar y pensar. Una de estas normas corresponde a los roles de género, que históricamente han ubicado a la mujer en una posición de exclusión y subordinación2.

1. Conceptos fundamentales sobre el enfoque de género para abordar políticas públicas. (2012)

2. Ampliando la Mirada: La integración de los enfoques de género, interculturalidad y derechos humanos.

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¿Por qué es importante trabajar con enfoque de género?

Podemos definir el enfoque de género como una especie de lente que utilizamos para mirar la realidad identificando roles y tareas que realizan hombres, mujeres y disidencias en una sociedad, así como las diferencias y asimetrías relacionadas al poder e inequidades que se producen a la hora de formular políticas, mecanismos, acciones y normas que contribuyan a superar las brechas sociales producidas por la desigualdad de género3. Este enfoque nos ayudará a mirar de manera crítica la desigualdad y relaciones de poder entre mujeres, hombres y disidencias.

a esas diferencias y especificidades con la finalidad de contribuir a la modificación de los roles de género en beneficio de la equidad de género en el quehacer profesional y en el diseño e implementación de todas las acciones que se desarrollen en el territorio4.

Para ello, debemos reconocer que una comunidad está compuesta por personas con diferentes necesidades, intereses, realidades y roles, esto nos permitirá dar cuenta e incorporar en nuestra labor que las iniciativas e instrumentos deben responder

Trabajar con enfoque de género es involucrar a mujeres, hombres y disidencias en los procesos de desarrollo, pero cuestionando los modelos dominantes que generan desigualdades. No se trata, por ejemplo, de trabajar sólo con mujeres y excluir a los hombres, es más bien contemplar las diferencias y los puntos de encuentro con la finalidad de proponer la visibilización de los aportes del trabajo femenino y potenciar la sinergia y la solidaridad para construir relaciones cada vez más equitativas. Cruz, F. (2012)5.

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15 A continuación, te entregamos una serie de preguntas que te permitirán reflexionar sobre el enfoque de género en el contexto rural y comunitario: ¿Qué diferencias podrías mencionar en relación a los conceptos género y sexo? ¿Qué piensas cuando se habla de enfoque de género? En tu interacción con la comunidad: ¿Has podido observar diferencias de género? ¿Cuáles? ¿Dónde? Si conoces o participaste en el diseño de algún proyecto con enfoque de género: ¿Cuáles fueron las dificultades a las que se enfrentaron y cómo las resolvieron? 3. Plan Nacional de Igualdad de Género 2012-2017. 4. Adaptado de INDAP. 2006. Cartilla N°1: Incorporando el enfoque de género en INDAP. 5. Perspectiva de género en el desarrollo rural. Cantabria, Asociación País Románico.

Enfoque de género y ruralidad

Existe un origen sociohistórico-cultural que ha perpetuado la división de las tareas al interior del sistema familiar, denominado “división sexual del trabajo” en donde la asignación de actividades domésticas, cuidado, crianza, entre otras, es inherente a la mujer y el trabajo productivo fuera del hogar a los hombres. Esto se traduce en una sobrecarga de trabajo y mayores responsabilidades en relación al cuidado del grupo familiar, generando que las mujeres no puedan responder necesariamente de manera favorable a los cambios de la modernidad con prácticas coherentes en lo cotidiano.

En el territorio rural, si bien son las mujeres quienes tienen mayor participación comunitaria, las labores domésticas y de cuidado no se comparten, teniendo por ejemplo que definir espacios de encuentro en horarios que no coincidan con la hora de almuerzo, ya que deben estar durante ese tiempo en el hogar preparando y sirviendo la comida, atender al marido.

(Extraído de síntesis entrevista con PSP activos en el territorio).

Esto establece relaciones jerárquicas que desvalorizan e invisibilizan las actividades que desarrollan las mujeres, mientras que las ligadas a los hombres son reconocidas social y económicamente.

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La organización de la familia, sobre todo de las familias en contexto rural, asumen una estructura patriarcal que subordina a las mujeres en diversos aspectos. La violencia de género, los estereotipos, los roles de género, entre otros, son componentes que se encuentran normalizados y arraigados en gran parte de la comunidad rural. Es por esto que resulta necesario comenzar a trabajar en disminuir las brechas de género que existen en el territorio rural, a través de la implementación de un enfoque de género que funcione en pos del trabajo tanto con mujeres y hombres, el cual puede contribuir a subsanar las desigualdades de género subyacentes y maximizar su capacidad de decisión y potencial económico6.

Es importante destacar que, en el trabajo rural, los logros son siempre colectivos, incluso más que en otros ámbitos laborales. Es de vital importancia que siempre existan espacios para todas las personas en condiciones equitativas, ya que esto contribuye a consolidar una mejor convivencia y cultura de trabajo, que en la práctica se traduce en una mejor calidad de vida.

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6. Building a gender-transformative extension and advisory facilitation system in Sub-Saharan Africa.

TRABAJO DIARIO

Desde las sutilezas al trabajo cotidiano

Debemos tener presente que el concepto de “género” no es sinónimo de “mujeres”, porque las relaciones de género se construyen entre mujeres y hombres y afectan a la sociedad y a todos los ámbitos de la vida humana. Sí debemos analizar y contrastar separadamente las situaciones específicas de mujeres y hombres para lograr construir y visibilizar espacios simbólicos y sociales de y para las mujeres7.

En el territorio rural, para lograr romper con los roles tradicionales y estereotipos de género, debemos trabajar desde las sutilezas e implementarlas en el trabajo diario con todas las personas de la comunidad. Pueden existir situaciones en donde el lenguaje, por ejemplo, instaure diferencia y perpetúe el invisibilizar o minimizar el rol de la mujer en la comunidad, referirnos por ejemplo a “las niñas” cuando estamos trabajando con mujeres que son “Lideresas” que ejercen un rol activo y participativo en la comunidad, es una forma de disminuir el trabajo y el impacto que ellas generan.

Es importante considerar cómo se construyen los datos y se levanta la información, ya que una mala construcción puede reforzar la invisibilización del rol que cumplen las mujeres como productoras y ser identificadas como “ayudantes”. Identificar con instrumentos metodológicos más precisos quienes realizan efectivamente las labores y tareas y utilizar una capacidad de análisis con enfoque de género.

Una herramienta metodológica de utilidad para detectar e identificar “quién hace qué” en la comunidad, es el Reloj de 24 horas8 ya que describe en primera persona

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las actividades diarias que se realizan dentro y fuera del hogar. Este instrumento ayudará a visualizar la división del trabajo y las diferencias en las cargas entre uno y otro para reflexionar al respecto.

Otra recomendación que puede ser de utilidad es considerar que en el territorio rural son las mujeres quienes realizan la mayor cantidad de actividades domésticas, por ende, es necesario considerar lugares y horarios que para ellas no signifiquen un impedimento para poder participar9.

Trabajar desde las sutilezas puede ser incluso más complejo, ya que muchas veces podemos tener una visión más radical respecto a romper roles tradicionales de género, el cual puede generar un choque cultural10 al involucrarnos en una comunidad rural. No queremos alejar a quienes participan y componen los territorios, más bien todo lo contrario, queremos lograr un cambio de paradigma respecto a concepciones que hoy en día podemos considerar obsoletas, pero que sin embargo están arraigadas en una

7. Perspectiva de género en el desarrollo rural. (2012)

8. Ver anexo nro

9. El desarrollo rural desde el enfoque de género. (2014)

10. Impacto de pasar de una cultura familiar a una desconocida.

11. Perspectiva de género en el desarrollo rural. (2012)

12. Ver glosario

comunidad que debemos respetar y para ello debemos trabajar en todo momento con pequeñas acciones que irán en pos de una nueva construcción social.

Podemos decir que trabajar con enfoque de género es trabajar en la deconstrucción de mandatos culturales y sociales que permitan construir una comprensión crítica sobre cómo nos organizamos socialmente a partir del género, esto permitirá cuestionar los mandatos tradicionales y a la vez potenciar la solidaridad en todos quienes habitan el territorio, construyendo nuevos modelos posibles de feminidad y masculinidad menos estereotipados11.

Podemos trabajar con enfoque de género, sin necesidad de hablar de género como tal, de una manera implícita, potenciando el empoderamiento de las mujeres, dando espacios para entregar opiniones y reflexiones al respecto, generando encuentros equitativos y paritarios12, respetar los espacios de intervención de cada persona que participa, etc.

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Con niñas, niños y adolescentes (NNA)

El trabajo diario con infancia y adolescencia, como en toda la comunidad, debe ser transversal, sutil y cotidiano, con la finalidad de ir construyendo desde la base y deconstruyendo estereotipos de género, teniendo siempre como base fundamental sus derechos. Se deben valorar los principios colaborativos, en donde se promueva la horizontalidad y solidaridad por sobre el autoritarismo e individualismo. Es necesario también acompañar y velar por un trato igualitario en dignidad y derechos a toda infancia y juventud que sea parte de la diversidad sexual.

Contar con estrategias efectivas que permitan reconocer las diversas habilidades, intereses, formas y estilos de aprendizaje, sin ligarlos a un género en particular. Potenciar por ejemplo el lado artístico en un niño o el matemático en una niña, sin prejuicio de sus otras habilidades.

Promover actividades cuyos objetivos sensibilicen en cuanto a problemáticas socioculturales en donde se manifieste la violencia de género, ya que, en el territorio rural, esto es algo que aún se encuentra normalizado.

Incentivar una participación equitativa para contrarrestar la segregación y los estereotipos de género que se encuentran presentes en los espacios de convivencia, entregar confianza y desarrollar altas expectativas en las niñeces y juventudes a través de retroalimentaciones positivas y equitativas por medio de la promoción de relaciones de género igualitarias. Esto potenciará la autonomía y aumentará la autoestima propiciando el desarrollo de habilidades y opciones vocacionales exentas de estereotipos de género.

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En las dinámicas, se recomienda promover la formación democrática en igualdad de condiciones a través de una participación paritaria que genere un clima que valore los recursos personales de cada participante evitando limitar su autonomía por estereotipos de género. Potenciar y propiciar la diversidad de grupos de encuentro y trabajo con la finalidad de romper con los prejuicios en relación a la diversidad, valorando esta como una oportunidad de aprendizaje que aporta y enriquece el grupo humano.

En caso de utilizar material de apoyo en alguna actividad, hay que considerar que este no debe ser sexista, perpetuar estereotipos o discriminar de ninguna forma, alguna minoría o diversidad.(CITA)

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