Cuando nombro la ciudad. Antología FotoPoética

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Cuando nombro la ciudad Antología FotoPoética


Cuando nombro la ciudad Antología FotoPoética


Cuando nombro la ciudad Antología FotoPoética


Colectivo Poético Cultural CriticArte Cuando nombro la ciudad Antología FotoPoética Edición al cuidado de Eddy Meléndez Corrección Luis Lovera Calanche/ Eddy Meléndez Diseño y diagramación Ari A. Hernández Fotografía de portada Eddy Meléndez Caracas, Venezuela, agosto de 2017 República Bolivariana de Venezuela Fb: Colectivo Poético Cultural CriticArte Twitter: @CriticArtPoesia colectivopoeticocriticarte@gmail.com

Agradecimientos A todos los colectivos e individualidades por vivir y sentir a Caracas... Este libro esta terminantemente prohibido no descargarlo, compartirlo con los panas, imprimirlo, fotocopiarlo, llevarlo en cualquier dispositivo digital. Cópialo, pégalo, envíalo por correo y dale su crédito al autor y/o autoras.


¿Verdad que los caraqueños parece que hablan en sueños?

Aquiles Nazoa

De algo estamos seguros: este libro no se convertirá en un bestseller; tampoco lo reseñará la prensa rosa; no seremos tendencia en las redes sociales; mucho menos alcanzaremos la fama de los cantantes de moda; no tendrá largos tirajes en las prestigiosas editoriales; tampoco será el soporte de una cama desvencijada que no para de temblar ante las batallas de amor. No. Nada de eso ocurrirá. Es más, corremos el riesgo de ser catalogados como estúpidos. Posiblemente, algún burócrata se interesará en el título, leerá un poema -quizás dos-, bostezará, y cerrará la pestaña del computador, como quien cierra la ventana de su cuarto porque el frío le hiela los huesos. Tal vez todo esto le interese a algún ‘posepoeta’ adulador, de esos que seguramente nos palmeará la espalda y dirá, con un gesto autocompasivo: “yo una vez escribí un poema al Ávila en mi época fitness”. Así de Básicos + IVA nos hemos vuelto en esta ciudad, donde la indolencia ya es una virtud. Poco nos importa lo que ustedes vociferen de la ciudad: “que si es una mierda, que si es un infierno, que si es un suplicio, que si es una locura, que si es el caos, que si el corazón, que si el mango, que si la yerba, que si la guayaba o Claudia”. Nos complacería más -en honor a la verdad-, que la cultiven lejos de cualquier obcecación recibida por las altas dosis de mediática, para así adentrarse a una lectura sincera y sin censura de una cuerda de citadinos y no tan citadinos, de citados o sitiados en este maravilloso esperpento, que sirve de excusa para deshomenajear a nuestra querida Caracas en sus 450 años de fundación. Porque, incluso, antes de todo eso, ya nuestra ciudad existía. En pocas palabras, esta es nuestra manera de decirles a todos ustedes que antes del arcabuz ya existía la flecha. Caracas, tribu de guerreros y guerreras, yerba con altos valores proteicos reducida a vulgar “monte” por sus elegantes ciudad (danos), desmemoriados, inteligentísimos, modernos todos. Caracas, con ese abolengo africano – aborigen - europeo que nos hace la vaina más heterogénea del cosmos y, como diría el poeta: “si el caraqueño no existiera habría que inventarlo” (Ojo, este acto de presunción podría ser todo lo contrario). Nosotros no nos pondremos nostálgicos, mucho menos románticos con aquellos cuentos de “los techos rojos”. Acá ROJO alude a otra cosa, según el cristal con que se mire. No podemos hacer leña del árbol caído. Caracas no puede seguir siendo ejemplo para nadie, sobre todo, si el árbol de la memoria es talado. ¡Está prohibido olvidar, ponerse triste y creerse una celebridad en una red social! (Esto último no es publicidad) “Cuando nombro la ciudad”, más que un hermoso perfil, es una mirada múltiple donde reside la diversidad que nos caracteriza. Así que advertimos: verla a los ojos es (re) conocer (nos) por dentro. Es un tiempo-espacio que nos sugiere un viaje por este valle, hoy de sombras. Nuestra ciudad es la principal proveedora de materia prima, para reescribir esa pequeña gran historia que nos circunda y que nos hace pertenecer (te), más allá de una mera alegoría. Nombrar la ciudad siempre va más allá de la palabra. Es sentirla, es padecerla, es subir su majestuosa montaña, caminarla, atravesarla en bicicleta, salir curdo de sus bares, jugar a la cuerda floja en la franja amarilla del metro, ser un pasajero más en las camioneticas de la incertidumbre; es preguntarle a Don Andrés Bello, ahí en Plaza Venezuela, por qué tiene esa mirada cabizbaja; o ir al Torero, en Catia, y ver dormida a la ciudad en sus paredes. Todo este valor taxativo acompaña el quehacer cotidiano de este enorme colectivo que resignifica a Caracas. De esta manera, creerse su ombligo es estar alejado de lo que implica vivir (la) ciudad y (re)conocer sus recovecos. Es un ejercicio de aprehensión constante, para escapar de la enajenada “realidad”, así como de las coercitivas relaciones de poder y los posteriores estados de sumisión. Así que todos -nosotros, tú, usted, él, ella, ustedes, yo-, preguntémonos, ¿Hacemos día a día la ciudad qué tenemos o la ciudad qué queremos? CriticArte

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BAJO LOS BAMBÚES Bajo los bambúes frente al reducto de la Ciencia rodeados por espacios donde florecen las artes nos reunimos caminantes de todos los senderos, orígenes y edades por amor a la palabra a la vida, a la alegría en el Eje del buen vivir. Aquí, En la otra orilla está la poesía la comunión de las almas en el trascender del mamífero humano donde se concilian lo serpentino y lo angélico, nos elevamos hasta las galaxias sin espacio ni tiempo pura energía y misterio.

Natividad Barroso García Nacida del auténtico, apasionado y duradero amor de mis padres, resulté una amante de la palabra y de la lectura. Con esa ampliación del mundo y del vivir, a pesar de los grandes cataclismos experimentados, no es sino natural que haya sentido la necesidad de escribir, de compartir. Actualmente formo parte del Grupo literario “En la otra orilla”, del Eje de buen vivir de Caracas.

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CARACAS Caracas, tierra mía, tierra de ardiente sol Paletas de colores de ritmo musical Tú rimas con el verso de tu cielo de luz En cálidos paisajes de una canción de amor Caracas Con sangre de motores y venas de cemento Donde late en las calles tu corazón de acero Seguidora de rutas en competencia aleve Al pie de la montaña rotunda y vegetal Tienes saldos antiguos, y recuerdos de pueblos Que dejamos atrás y en los centros urbanos Columnas de edificios desafiantes y altivos Que parece que al cielo pretendiera tocar Caracas, con tus noches rebosando luceros Compites con el cielo saturado de estrellas Al final cielo y tierra de luz entrelazados Adornan con su encanto as toda la ciudad Caracas, si, Caracas, no he podido evitar enamorarme así. De tu inquieta y vita realidad y aunque lejos nací, por derecho de amor sin olvidar mi cuna, yo también soy de aquí

René Marcel Ugarte Peñaranda Nació en Sucre, Bolivia, llegó a Venezuela exilado por el gobierno de Hugo Banzer en 1972. Desde niño fue inclinado a las artes, estudio en la Escuela de Artes Zacarías Benavides artes plásticas y música en el Instituto George Hochman, nieto del poeta Claudio Peñaranda, publicó 3 obras poéticas en Bolivia: “Chispas y Borrones”, “Poesía Insepulta” y “Cancionero Vivido”. En Caracas registró: Obras Completas de René Ugarte. Usa el pseudónimo de Marcel Delarte. Antología fotopoética

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SAN TOI CE PETIT

A Belén Ojeda

Esta tarde oscura con presagio de tormenta una luz roja colándose entre los nubarrones de un cielo plomizo sur de El Ávila la autopista cortando en dos como una fruta abierta y la ciudad al norte y la ciudad al sur difíciles de unir allí están mis tardes de vino con amigas prehistóricas y el café marrón y espumoso que me sirve el portugués de un café en el centro los paseos en San Ruperto y la calle nueve y San Martín quiero verme, oírme, sentirme frente al cuadro triste de Cristóbal Rojas donde amanece el llanto o en la plaza Alfredo Sadel subir y bajar la escalera mecánica del pasaje Zing hasta el cansancio caminar por la tierra de nadie con el Arte de Amar bajo el brazo tardes de poesía y la voz de Belén leyendo un verso mientras tú lloras en el TEA con una canción de Gilbert Becaud volver una y otra vez al Aula Magna de la UCV que huela a madera y grasa de sueños a las calles de Caracas ciudad donde se pierden las certezas y se encuentran los amigos.

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SINFONÍA DE CARACAS En clave de sol con bemoles Primer Movimiento Cantata de los loros a las seis de la mañana Segundo Movimiento Andante ma non troppo Vibran los motores de carros, autobuses, camionetas Murmullo de voces mañaneras Percuten vagones sobre rieles Acordes de cauchos en asfalto Tercer Movimiento Molto vivace Motores de carros y camiones in crescendo Coro de gargantas y quejidos Cornetazos, frenos, fusas, semifusas Salsa y reagetton Entran los vientos como escape de las motos Cuarto Movimiento Finale Solo de plomo

Gisela Domínguez Caraqueña de La Pastora socióloga, practica tai chi, y escribe pertenece a los grupos literarios: Oficio Puro y En la otra orilla tiene seis nietos hermosos.

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CARACAS NO ES SÓLO VIOLENCIA ¡Una Caracas educada y activa que me regale sus buenas tardes! -¡buenas tardes! Las calles de Carapita no huelen a Carolina Herrera ni a Paco Rabanne huelen a cantar de gallo y bajar en jeep para tomar el metro apretujaditos donde siempre alguien dirá “entren que caben cien” todos de pie arrecostándose el sudor conti’ quejas En las calles del silencio todo el mundo grita café cigarrillo café pa’ espabilarte el sueño y estés activo con los chiguires rateros enajenados por tanta dosis del Padrino Todo lo que agarre a 100 todo lo que agarre a 100 se oye en el boulevard de Catia en boca de los que venden baratijas -es la mejor oferta sobre la demanda en estos díasLos bloques del 23 de enero no suenan a pop ni a música sinfónica suenan a salsa en el combate de los timbales en homenaje a Fabricio Ojeda A las lomas de Propatria se le suben papagayos y le bajan neblinas en las tardes -es una buena excusa para empiernarseEn las casas de la Vega se cuela el ocaso por las balas de los garibaldis En Capitolio se compra oro plata dólares o loro ratas dolores Aquí conviven todos en la plaza mayor el recoge latas, el amolador, el limpiazapatos hasta el corrupto, burócrata, empresario Agua agua

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Todos corren llueven los policías llevándose cual Guaire veneciano las mercancías de los buhoneros en el boulevard donde siempre es de día y los callejones puñaladas pal reencuentro Baudelaire, Bukowski, Hemingway nunca soñaron con el asfalto de Casalta por ende no conocen las canciones de cuna que otorgan las balaceras Las avenidas de mí Caracas no son como París, Lisboa o Roma son universos donde cualquier cosa te puede suceder caballos de apamates y cruces de flores en mayo Caracas es más que violencia es la cuna del Libertador es donde Andrés Bello parió la gramática y Simón Rodríguez la filosofía que no se da en el patrimonio de la humanidad llamada UCV Son las cosas sencillas del credo de Aquíles pedaleando en su tándem las calles del Guarataro Es el generalísimo Miranda arrecho por el bochinche donde se besan los amantes en su parque Es el Waraira Repano cantando la tranquilidad de sus hojas muertas Es el mural de Amalivaca y el paseo de los próceres Caracas es un partido de pelotica de goma donde el estadio siempre será el universitario Es el papelón con limón bien frío y el gurrufio de sueños en los niños Somos la contracultura de Ludovico Silva El INCES de Prieto Figueroa La Pastora que atropella a José Gregorio Hernández Somos los que cortejamos a las mujeres bailando La Billo’s -quien quita que después terminemos en la calle de los hoteles y no tener que buscar la belleza en la LibertadorSomos los que nos ponemos chikilukis los viernes en la noche pa’ la rumba del convive y a la mañana siguiente nos vamos a la tierra de Reverón

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Caracas es el metro cable que sube mi cansancio por la explotación del capitalismo Son las obras cromáticas de Cruz Diez y Mateo Manaure Es el despecho en una canción de Oscar León tarareada en la esquina el muerto Es el techo de la ballena con la carne de Contramaestre y la poesía de Calzadilla Es la vista del calvario las guacamayas y el araguaney otorgándonos más esbeltez que todas las raquíticas mises Caracas es una roca Tarpeya sin mística Es un matiné en la cota 905 Un disturbio en los liceos Es el asesinato de Belinda Álvarez y Jorge Rodríguez padre en la 4ta Es el sifrineo en el obelisco de Altamira y la tranca en la fajardo por la escultura de la diosa María Caracas es bandera, de pinga, cartelua un paraíso con su valle de tukis y dealer por todos lados pal’ vicio malsano Caracas es una ciudad con ciclovía para motos y semáforos donde el color rojo te obliga a correr para que no te vuelen a las cumbres de Curumo Caracas no es Nueva York, Florencia o Madrid Caracas no es violenta todo es cuestión de percepción

Alejandro Indriago “Gato” (Caracas, 1995) Estudiante de Filosofía en la Universidad Central de Venezuela. Forma parte del Colectivo Poético Cultural CriticArte. Ha recitado en el Festival de Teatro Los Teques, en la Feria Internacional del Libro de Venezuela (FILVEN) y en el Festival Mundial de poesía. Participó en el 1er Encuentro de Jóvenes Poetas realizado por la Editorial Perro y la Rana.

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La montaña reposa para un cuadro brota verdes olores caricias de barro y piedritas Pululan los fantasmas abrigados en el vaho de los fortines Altísima la cruz inmaculada de los conquistadores sobre su piel de acero inoxidable el óxido mora desentendido

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Ojos de laguna sobre tu danta alcanzas el cielo a todos distrae tu presencia coronas a tus pies ¿Qué te traes Diosa? en medio de la ciudad que suspira y acelera inocentes buscan tu amparo ¿inocentes en la urbe? Tu montaña te llama la mansedad de sus fieras

Magdalena de la Montaña Nace en Bogotá, Colombia. Ha participado en talleres de Poesía del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, Centro de Arte La Estancia y la Editorial Monte Ávila Editores desde el año 2009, donde se redescubre y acepta su pasión por la palabra. Miembro del grupo Plaza de Poetas, tiene con ellos poemas en su antología Si no fuera por nosotros; con el grupo Voces Emergentes en el poemario Conversos y en la publicación Unidas en tu llamarada , Homenaje de las mujeres al Comandante Eterno. Actualmente pertenece al Frente literario Oficio Puro y al grupo Una Sola Brasa, donde sigue creciendo al calor de la poesía.

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ORACIÓN A CARACAS Yo me confieso ante ti, Caracas, eterna sucursal del cielo madre de todos nosotros tus hijos legítimos y adoptivos, que vivimos en tu seno pecando de pensamiento, palabra y sobre todo de obra. Yo, un declarado sin corazón en el pecho, asumo que: Soy quien deja por doquiera escombros y basura contribuyendo con la tan de moda contaminación ambiental. Soy quien enfila cerro arriba a cocinar sancochos y no apaga el fogón, consecuencia de grandes hectáreas de fauna y flora chamuscadas. Soy el motorizado que viola semáforos a toda hora. Soy el chofer de busetas que pasa a full chola por calles y avenidas para no montar viejitos ni carajitos de escuela. Soy quien deja el carro atravesado en la acera y el peatón que se joda. Soy el especulador que vacía bolsillos llenos de salarios. Soy el bachaquero verdugo de precios justos. Soy quien deja las botellas de caña vacía en cualquier esquina. Soy el que se mea en el rincón que le venga en gana. Soy el que pone música a todo volumen en las noches de despecho. Soy el guarimbero trancador de calles, incendiario y degollador de árboles que más nunca albergarán el canto de las aves. Soy eso y mucho más que eso. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa es que estás así como estás, ciudad cumpleañera, con tus 450 ruedas llevando vainas. Por eso ruego a la legión santísima y a los ángeles guardianes, que intercedan por mí y mis depredadores hermanos ante Dios Todopoderoso a ver si aclara la conciencia y endereza los sesos para no seguir causándote tantos sufrimientos. Amén.

Pedro Delgado Nací en Maiquetía, estado Vargas, la mayor parte de mi vida he habitado en Caracas. Catia, parroquia Sucre, ha sido mi albergue familiar desde los tiempos infantiles, el lugar de mis juegos, de mi escuela primaria, la secundaria. Sus caminos y veredas las he transitado completamente nutriendo mi vivencia con la camaradería colectiva en momentos importantes del diario devenir. Los recuerdos son los mejores exponentes a la hora de sacar conclusiones, esas que nos invitan a pensar lo importante que es haberse criado en un entorno popular al lado de la gente más común y más corriente que se puede uno imaginar.

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TAO está escrito en la placa del carro que me adelanta junto al Guaire allí donde zamuros y garzas forman un círculo.

Belén Ojeda Nací en Caracas, esta ciudad casi puerto, donde el Waraira Repano mueve su antigua osamenta hacia la línea que cruza el sol. Vivo en Caracas, red cosmopolita, donde la pira y el maíz siguen tejiendo mis afectos. Sueño en Caracas la música que los barcos llevan y traen. Celebro, bajo las lluvias de junio, el repicar cósmico de un latido que emerge del macizo más antiguo de la tierra.

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ENTRE LABERINTOS Las calles nunca callan ante temores y transeúntes se enamoran de los pasos fríos sedientos pies descalzos prenden las llamas en el renacer del ocaso bajo torres de concretos se suicidan los gritos se pierden en los horizontes de sus bulevares envuelven los caminos de historias nunca muere una ciudad renace al mismo instante en que cae la noche luego el alba oculto tras las montañas asoma su hipócrita mirada todo se vuelve rutina bajo el pavimento carruajes metálicos transportan las bestias hacia al matadero desde las esquinas un canto retumba -café cigarro caféel poeta escribe para no inmolarse la lluvia lava el rastro que dejamos al andar todo se transforma para recordar nuestras culpas andamos perdidos entre laberintos.

Cristofer García Ramírez (1988) Pertenece al Colectivo Ciudad de la Hoz

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NUNCA “…si estallan las guerrillas del sur si estallan… yo soy el guerrillero búscame entre las sombras en el humo en el polvo del camino en un grano de pólvora encendida…”

José Vicente Abreu.

Ladrón, traidor, asesino, ¡pero marico nunca! en El Polvorín de La Pastora un viejo exguerrillero ruge Caracas amaneció borroneada de lápiz labial hay hijos que son mala hierba, que deberían morir se le abre la calle la noche es incendio, los tacones, la navaja. La Marilyn es un sueño de los dioses, es Calíope heredando a Orfeo. camina la acera y hasta los árboles se yerguen. La Libertador tose sangre como Bolívar en Santa Marta son las 4:30 de la mañana, las chicas fuman y se contonean los transfor, los trasvesti, los sexo-género diversos, los maricos pues. suben y bajan de los autos, cobran, pagan, Pagan… una línea de oro perfila el Waraira amanece, ¡Los Ruices, puente Baloa! ¡pasaje subiendo! el autobusete es de la línea La Pastora-Petare un recuerdo de cotufas pasa explotando en la olla ¡pof, pof! La Marilyn vuelve a ser “Camilo Fidel” el viejo y sus vainas. Los años, la vida, quince veces florecen los Apamates en mayo. “Que tu papá te quiere ver” se mira; el carmín en las uñas, el silicón en el pecho. solo un perro sigue haciendo compañía al exguerrillero la diabetes, la vejez, el ron, la veinteañera que se fue con otro

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la pobreza que espanta a todos los que no guardan afecto “Llegué viejo, soy Camilo” prepara una sopa, limpia el rancho, le recorta la barba vuelve cada tarde… hablan de Pérez Jiménez, de Guasina, de Pedro Estrada, de hipismo. El viejo lo ve alejarse, las prótesis en las nalgas, el contoneo involuntario cierra los ojos, siente paz, ya quiere que regrese. Ladrón, traidor, asesino, ¡pero marico nunca!

Mey-ling Rivero No tomo cerveza, cocuy, ni café, solo excepciones por actos de amor aplican a esta regla. La regla es una tablita rectangular que tiene treinta centímetros, la uso para medir huequitos en los zapatos y hojas que meto a los libros. Sobre la hoja escribo lo que no es y sí es, cuando sudo la empapo de imágenes. La imagen la saco de la cámara fotográfica. La cámara es un bicho embrujado que tiene de rehén a los que amo; cuando lo agito ellos salen de su barriga para oír los versos que les escribo y no les leo.

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CIUDAD MADRUGADA Una cosa es la ciudad madrugada y otra las plazas con sus enamorados todos van al trabajo o a algún lado todos van de mañana. Los recuerdos y los olvidos los olores a pan y a café los desencuentros y el odio los amores a primera y segunda vista. Una cosa es la ciudad madrugada y otra los pájaros en la rama de la ceiba es distinto el anónimo canto a la liturgia que barniza las paredes no se puede confundir un griterío de niños con los colores del cielo a las seis de la tarde no conviene esconderse de las aceras y los dinteles y aparecer justo en la celebración de ese poeta obstinadamente inédito, anónimo, invisible. Nada es lo mismo en estos días ni los corazones atravezados por flechas que todavía abundan en las esquinas ni las sillas devencijadas de los vigilantes nada es lo mismo hay que andar atentos una cosa es la ciudad madrugada y otra muy distinta una palabra a tiempo.

Oscar Sotillo Meneses Miembro Fundador del Colectivo La Manchas, poeta, comunicador visual y obrero de la imagen y la palabra. Egresado de los talleres de arte de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, ha publicado artículos es distintas revistas y periódicos en Venezuela. Ha sido Director ejecutivo del Instituto de la Imagen y el Espacio y Director General de producción de Contenido del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información. Ha participado en proyectos editoriales en Colombia, México, Cuba y Argentina, fue curador de la propuesta venezolana en la 56 Bienal de Venecia-Italia en 2015. Forma parte del equipo organizador del Festival de Poesía Realenga.

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CIUDAD NOCTURNA -Caracashueles a almizcle tus calles se visten de hembra impura luna en celo arde aullidos estrellas bañadas de lujuria sexo carne sudor y sorbos de ron hacen el ambiente más inmortal Esta noche me tiño de poeta ¡no puta! ataviada de ser sensorial logro ver lagrimas gritando en las aceras y esquinas del remordimiento que has sido de todos y no tienes a ninguno.

Miky Poche Nace un 28 de Febrero. Guárico – Tucupido .Venezuela. Poeta. Promotora Social Integral .Fundadora y miembro activo del colectivo cultural “ Poesía a la Carta” Miembro S.A.C.V.E.N y de la Red Nacional de Escritoras y Escritores Socialistas de Venezuela, Capitulo Miranda.

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En un cuarto de hotel miro la calle desde la ventana un cuerpo en la cama se desliza no pide nada no ofrece nada solo adorna los espacios de la habitación da un poco de seguridad de que alguien me ama. El sol despunta un cigarrillo más amanece en la ciudad sus criaturas duermen salimos a la calle bajamos el ascensor creo que ella me ama como certeza de quien despierta y tiene que creer y aceptar su realidad. Ella me ama pero el frio de la madrugada, los cigarros cayendo uno tras otro, y las criaturas de la ciudad forcejeando hasta arrancarse la vida me demuestran lo contrario. paso la calle me hundo en el tráfico me coloco en el vagón como los demás Llego al trabajo llevo mi vestimenta de funcionario ordeno mi lenguaje trato de distensar el ceño no tengo la capacidad de amar ni siquiera puedo serme leal.

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Aun mareado traigo el cuarto de hotel a mi memoria veo el hombre que mira la calle desde la ventana que forcejea a ratos para serse leal para conseguir arrancarle a la noche unos instantes de vida.

Jhon Rivera Strédel Caracas, 1992. Poeta. Terapeuta Psicosocial egresado de la Universidad de Carabobo. Estudiante del 5to semestre de Psicología en la Universidad Central de Venezuela. Ha participado en el Comité de Redacción de la Revista Tuna de Oro del Departamento de Literatura de la Universidad de Carabobo. Obtuvo el tercer lugar en el I Concurso de Poesía Andrés Bello convocado por la Dirección de Cultura de la Asamblea Nacional.

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POR TUS CALLES Cada noche una mujer espera en una plaza en una esquina fuma de piernas cruzadas sueña y sus sirenas le cantan a las luces recorre los espacios entre humo y fantasmas entre pesadillas de malamuerte ella sabe que a nadie le importa que en su almohada el perfume de su nombre sea silencio ella interpreta por las calles su película su sed se extiende cuadricula entre extraños otros dejan huella en sus caricias huellas que lamen sus incendios.

Janette Rodríguez Herrera Gerente cultural y diseñadora. Miembro fundadora del Colectivo La Mancha, junto al cual ha participado en proyectos culturales en Venezuela, Cuba, México, Colombia, Argentina, Brasil, EEUU, Uruguay, India e Inglaterra. Ha publicado los poemarios Mis palabras…nuestras y Costumbre de llover. Participa en las antologías 4F oigan mi palabra, Cuenta de poetas y En cuerpo y alma, de donde viene la palabra. Forma parte del equipo organizador del Festival de Poesía Realenga, creado en 2016.

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POR LA NOCHE Por la noche ¿Con quién ando? Si es que ando ¿Será que ando nadando sobre el asfalto? ¿Será que ando olfateando los asaltos Y me freno ante los obstáculos? Cuando pisoteo el peligro Ni me indigno ni me denigro Tan sólo es el instinto Que distingo entre los abismos De los pasadizos del destino Me resteo en el laberinto, No me limito, nado con sigilo Y después levito Evito el hálito Del ignominio Sus designios, sus vicios y sus vestigios En el delirio del equilibrio En donde aún habito Nfumbis me han ungido Por la noche Dado que no es destacando, Ando desacatando, Nado desatacando Los cabos de los astros Germinando de los pantanos, Surfeando sobre los fangos, Lacerando a ‘to’ los pacos.

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Entre los pasillos del destino Nunca desatino, Atisbo los demonios y sus acólitos Los Embisto certero y lúcido Entre el licor y su dulzor Escondidos con sus discípulos, Traicioneros confraternos con disimulo Evito los demonios y sus brincos, Esquivo sus seductores himnos, Sus encantos, sus hipnosis y sus sismos Soy un proscrito del infierno citadino De su fantasmeo y de sus delitos consecutivos... Por la noche Ando vacilando y olfateando, Vago adelantado a los mandatos, Ato demonios al fracaso, Nado cruzando los atajos, Dejando puntos de luz Así es que ando Caminando de noche…

Gregory Yanez Yanez Poeta Suburbano Caricuaense “Mi YO poético puedes ser tú, ellas o ellos, nosotros, todos o ninguno y de nuevo Ser YO... Mi locura lo cura todo...”

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SOY CARACAS Soy Catia arriba, Barrio Isaías Medina, sus escaleras y callejones Soy la niña que espera ver el sol esconderse tras la montaña y juega a comerse la neblina Soy ese raspadito de parchita y su leche condesada al salir de la escuela. Soy el mercado Municipal en domingo, las gallinas del sancocho, sus bollitos y verduras Soy la plaza Bolívar, las palomas y ardillas mordisqueando sus sabores. Soy la Pastora, sus morocotas enterradas y cuentos de aparecidos. Soy la A.V. Baralt y aquel antiguo edificio de pasillos con espejos que sobrevive al tiempo Soy el café con leche en las esquinas de cada día Soy la plaza Capuchinos y la palabra de Nazoa Soy ese Ávila que aún nos abraza Soy Caracas

Florbella González R Mujer inquieta nacida en los andes pero criada por más de 44 años en esta Caracas femme fatal. Ciudad insinuante que vive a cada segundo bajo sus sudores. Urbe que invita a transitarla bajo la mirada constante de su montaña. Caracas escuela, de mucho contemplar mi corazón se ha rendido a las palabras. Quizás por ello hoy soy poeta Uno nace en un sólo lugar y se hace en muchos lugares

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HABITAR LA RÁFAGA CARACAS I. Se va desplazando en gracia la mirada por entre la calle y la espacialidad es como libro recién cortado en dos. Dos gajos sostenidos en manos receptoras. Inédita la búsqueda germina como ramajes de algún verde una hilera de esferas que elucubran ascenso hacia la cumbre de una montañosa provincia. Dos brazos en cada humano buscan asirse de la ingravidez y notan debajo de sí escalinatas, terrazas erosionadas, latones que cubren esperanzas; les llaman zinc. Hay una tuerca alargada que jalona cableado que es como decir, jalona la atracción e imanta hacia ciclos donde habrá ceibas de talle ancho desplegadas a la orilla del cielo. Se trata de ir a lomo de cerro, en la pesquisa visual que ofrenda el vuelo en metro cable de san Agustín. II. Quiere superar la duda. Nuevos atractores impulsan delicado penetrar en la neblina tropical nocturna. Debajo hay un impresionante pliegue montañoso herido de torres- cicatrices y allá abajo es pura juntes de luciérnaga la ciudad que vio nacer a Bolívar en 1783. Acá entiendo el paso metafórico del ser al no ser. La certeza del silencio antes de la mutación corporal ¿final? La duda es cuando atardece el sol y la sombra cobija toda forma viva y no viva. Habrá luz, es obvio… pero sin la torpeza de los agites ni la elucubración de las taquicardias. He visto luego las begonias bañadas de un rocío de novena hora lunar. A esta altura no huele a dulzor ningún mar y toda certidumbre es allá… abajo. III. Recuerda publicidad óptica optimizada por estudiosos de la luz en la Chile neoliberal. Va en vagón con costados de arco iris. Las branquias del metro a cada estación elucubran alertas y cierres como si de una bocanada de dióxido y papel naranja se tratase. Va en el rumbo recordando la ciudad bajo la ciudad de la que tanto habló Cortázar. Divaga mientras ensimismado le puebla el tema de millones de almas hechas cuerpo en el DF mexicano, por allá. Recuerda que va del este al oeste y que Bellas Artes es erupción ahora. Hay una franja amarilla seductora y un abismo que plantea aterrizaje eléctrico y dolor. Va absorto, describiendo antropologías, corporeidades, silencios y urbes hechas mujeres y hombres. Bocanada y salir del subsuelo es vital.

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IV. ¿Qué hace reflejada la modernidad hecha edificio cristal negruzco, panfleto y logo bancario de cualquier trinchera en el patio limonero del Bolívar caraqueño? ¿Apenas todo esto es una puesta en escena de otros tiempos cuando Caracas sonaba a coces equinas?, ¿Qué hace la oblicua luz que destina horarios en esta plaza atravesada de metal rojinegro inútil como cohete desvencijado, como falo inerte? Plaza El Venezolano. Chocolate y gentío agitado. ¿Dónde las palomas luego de aquel terremoto de 1812? V. Boquerón uva e’ playa. Macuto sin Reverón encandila menos. ¿Ese león madrileño en plena entrada a la capital qué?, ¿Usted se imagina quedarse en la oscurana de la serpiente, dentro del vientre cavernoso arropado de dióxido con la certeza de que los extremos ofrendan viento caribe por un lado y puerto aéreo por el otro?, ¿Qué señor y con qué escoba plural se junta la fuerza para barrer la vomitiva automotriz de hace varias décadas que se agolpa calcomanía a la vena que atraviesa el corazón de la montaña costera? Así el tránsito de la montaña muro a la montaña penetrada hacia la montaña que moja sus descalzos pies en el azul caribe: Se lee Vargas y huele a litoral. VI. Este mosaico de dónde brota. ¿Reposo de qué luces vino a ser esta caligrafía, este meandro que deriva en intermitencias de un espacio habitado hasta el hartazgo? Quienquiera que desplace vitalidad o dolencia, taquicardia o incertidumbre por entre vectores, brocales, plazuelas, esquinas, semáforos y ejidos de esta urbe sabrá agolpar sintaxis, callar luto y persignar coordenadas en el puro pecho. No sé por dónde es que bajaba el tal Pacheco lleno e’ flores de Galipán. No ubico por entre mezquitas novísimas y patriarcales la cota mil pero doy siempre con las lumpias frente a un venido a menos edificio de la fantasmal CTV. Allí hay botellas ámbar y de tono esmeraldado. Jugos de lúpulo frío para evadir la realidad que tanto hace daño. Es juernes y huele a chamo en moto esperando a la niña secretaria de uñas acrílicas y sueño candela.

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VII. Mea culpa. Latinizo este cuerpo Caracas que me habita. ¿Habita en mí o la habito? Ya no tanto museo, folletín polícromo a la entrada de la infraestructura cultura. Gato de Botero sin algún voluminoso bigote de bronce por entre las sombreadas fauces del Parque Central. Ahora el muro verde tiene indígena nombre que es como decir: hay un color nuevo en el alfabeto del mirar. Gente de blanco de cabeza a pies grita silente su santería, su conexión de escalinata, candela y barrio. Ya nuevos ojos se posan libélula a las desvencijadas manías de creer en la libertad dentro de Babel. ¿Y si implosiona todo esto?, ¿Si se le ocurre al ángel -amasijo de aceros Mercedes Benz- mentado por el Chino Valera Mora desplegar sus alas y mear toda esta maravilla de Pérez Jiménez con ornamentos arácnidos y chaguaramos flameantes? VIII. Bolívar, que sólo quiere ver una cosa, señaló tangible: - Quiero que te apartes… dijo aterrado, saliendo de las nieves del tiempo azul. - ¿Qué es eso que gime? increpó con ojos de ardor andino. Toda una multitud pasmada calló. Se fue la cobertura de la malparidez y atentos oímos el grito de un viejo que mendigaba verdades que contestándole inmenso al bailarín libertador gritó: -Eso que gime es tu cuna padre mío, donde ahora inventamos una Caracas dentro de otra Caracas.

Nicanor Alejandro Cifuentes Gil (1978) Nace en la ciudad Puerto Maracaibo, se hace biólogo y poeta de la mano del asombro cotidiano junto a su madre escritora y su padre dramaturgo. Afianza en su hacer y fraseo permanentes esfuerzos que posibiliten reflexiones y giros poéticos en defensa de la vida perdurable, la vida digna que merecemos.

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KARACAS Ciudad penetrada por isla sin barcos el agua desciende desde el Waraira Repano llamando al rio coro de guacamayas pericos y arrendajos van en busca de una teja para posarse por los cuatro puntos cardinales se esparce el verde salitres penetran el valle a lo lejos se oye el ir y venir del mar Caribe

Eudis Teresa Borra Ortiz Antropóloga, oriunda de Juangriego Edo Nva Esparta. Jubilada y pensionada por la Misión en Amor Mayor. Productora de la Televisión Comunitaria Catia Tve. Amante del conocer y luchadora por la Justicia Social

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DESCUBIERTO ESTÁ EL CUERPO DE LAS CALLES Descubierto el cuerpo de la avenida por trompetistas atosigando el movimiento y ademanes brotando del asfalto. Descubierto el cuerpo peatonal por malabares pincelando el cielo sobre los dientes de la fiera. Descubierto el cuerpo del boulevard colmado de megáfonos con remates y valet parking hasta para triciclos. Descubierto el cuerpo del callejón atiborrado de alquimia, cuarzo y pólvora, donde danzamos sobre el ron sereno, con hoteles apodados «promiscuidad» ventilados con hierbabuena. Descubierto está el cuerpo de las calles con manos de limosna hilando certidumbres, con ojos de cebolla morada contemplando la penuria, con labios cociéndose un: Pure nuestro que estás en el guetto, con pulmones sudorosos inhalando indicios, con el corazón abaleado por amores esporádicos, con el hígado saturado por la noche fermentada. Descubierto está el cuerpo de las calles se le están cayendo sus atuendos ¿Quién ayudará a vestirla?

Robert A. Mora V:(Maracay, Aragua, 1995). Un tal dipsómano, cognoscente y miembro del poetariado, etc. Estudiante de Psicología en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Ha participado en los talleres de poesía y narrativa en la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello. Participó en la antología poética “Nueva Poesía Erótica Venezolana” 2015 y la antología poética “Poesía a la Carta” 2017.

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GATO Gato que andáis por estas calles de ciudad. Gato de cola ancha, de tantas vidas como templos en Caracas. Gato que cazáis luciérnagas para alumbrar tu existencia. Gato de mi ventana florida, verde trepadora. Gato de las tejas rotas. Gato gris gato gato negro negro y gato.

Dayana López Villalobos San Francisco – Venezuela, 1981. Realizó estudios en Comunicación Social (Maracaibo, 2005), Diseño Editorial (La Habana, 2009) y Prácticas Sociales de Lectura y Escritura (Buenos Aires, 2016). Es militante activa del Colectivo La Mancha, donde participa en diversos proyectos en el campo editorial, literario y de comunicación popular. Tiene publicado el poemario Iracunda (2012) y aparece antologada en Rosa Caribe, poesía de Venezuela y Cuba (2012), Cuenta de poetas (2014), la serie Poesía plegable, con la pieza Quiebre / Asottünaa (2014).

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PLUVIALA Un poema es una ciudad llena de calles y cloacas Charles Bukowski

Una vena grande que te corre te digo Una vena en vela siempre despierta y potente cuando la lluvia. Una boca que todo lo mastica y cincuenta veces mastica pero nunca traga. Arreada de la cintura con un cinturón de arcilla. ROJA Y AMARILLA Y AZUL y de todos los colores divinos y los no tan divinos: la del tutú de niebla. Que cabes en una uña, te digo –y bailas el trompo- 1 uña de piedra que ladra y casi muerde desde la mano del hombre, que duerme, sus calores en el bus. Que cabes en una gota, yo te digo: [mientras te ríes de mi mano, de mi lápiz y de mi puñal] Hogueras son tus garzas sobre el río: sombras son tus cuerpos bajo el faro del diluvio: mujeres de piernas ágiles son tus trochas -donde me fornico-: te miento como hace la lluvia: te quiero tatuada en el rostro y en unos senos pobres, de madre, como son los tuyos, mi Luperca: A tu manantial de zamuros a tu viejo vértigo embestido sobre el cielo a tus hombres, y a tu fuego, que se prende en los ojos, a todos los miento: lengua cansada esquina a dos aguas traza que viaja como la sangre Sola. Oswaldo Flores Cumarin (Caracas, 1985). Hijo de Carmen y Pepe. Licenciado en Letras por la Universidad Central de Venezuela (UCV). Pertenece al colectivo poético Ciudad de la Hoz y es conductor del programa radial del mismo nombre.

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Valle vientre tejido de montañas azules útero libertario al norte del sur pueblo encarnado de sublime aliento crisol forjado al fuego corriente de vida alerta corazón de América faro radiante Caracas granero de luz

Gladys Yamelicse Quintero Forma parte del Grupo Una Sola Brasa y del Frente de Creación Literaria Oficio Puro

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UN DÍA CUALQUIERA Juan Razón es un oficinista que vuelve a casa luego de un duro día de trabajo como siempre le cuenta a su mujer su monótono día en la oficina mi negra, mi día comenzó como siempre 8:05 a.m., organicé todo como si fuera el último papeles por doquier, jefes gritando y maquinas sin cesar daban el tintin, ranran cotidiano luego lo de todos los días… 12:00 p.m., un unicornio azul tranco el tráfico a la altura de la av. Baralt de 1:30 a 2:30 p.m., un grupo de payasos terroristas tomaron por asalto El Palacio de Justicia exigiendo más risas y aplausos en sus show de la vida 3:00 p.m., un dinosauro parlamentario articulaba palabras indecentes en contra de la felicidad y la esperanza, por considerarlas gastos innecesarios para el Estado a las 4:00 p.m., mi negra como de costumbre princesa desnuda y sin reino corrió por las calles buscando lo que no se le perdió a un ¼ para las 5:00 .pm., las mariposas invadieron los cielos de Caracas anunciando el fin y la promesa de que el sol saldrá de nuevo mañana sobre el horizonte La mujer de Juan Razón ríe y acaricia su cabeza procurando mantener intacta su locura.

Darwin Medina (1978) Forma parte del Colectivo Ciudad de la Hoz

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TEMPORADA Me anima este olor ciruelo de la ciudad Caracas mango y ciruelas tarde hospital asfalto sí pero aún ciruelas matraca llanto conflicto pero ciruelas mujer cansada bala pared árbol herido pero al final ciruelas hombre cansado puente vagón noche Baralt pero detrás ciruelas esquinas ciruelas una niña de mango en el autobús y la llovizna cayendo semillamente sobre la ciudad.

Yanuva León Guzman (Miranda, 1983) Poeta, narradora y editora. Licenciada en Letras por la Universidad Central de Venezuela. Sus escritos han sido publicados por diversas revistas y periódicos del país. Es autora del poemario Como decir cántaro, publicado en 2014 por la editorial Senzala. Durante varios años se ha desempeñado como coordinadora editorial de la Fundación Editorial El perro y la rana, especialmente de obras literarias.

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MI CIUDAD Es una pasarela de ángeles femeninos Volando por jardines de cristal, entre teatros y música de antaño, peñas de poetas caídos peñascos de promesas. Mi ciudad es Recuerdos con aromas a café labios color guayaba arenas de historia, sentimiento vivo oasis de querer cementerio de corazones partidos. Caracas Historia entre lo que es y no es lo que iba a ser y lo que es eres capital de eternas promesas cuna de ideas sin concluir eres plusvalía de la historia. Eres Una sucursal de éxodos rodeada de jardines, con sus terrazas verdes, y sus techos rojos del ayer. Giro y veo Vientres planos donde los versos capitulan siluetas siniestramente sutiles pieles de tonos sugerentes conviviendo en mi ciudad caracas.

William Guillen Escritor y poeta seducido por el surrealismo, amante de los viajes y la buena comida. Miembro del grupo Poesía a la Carta.

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VERSOS A LA UNIDAD Fusión de historias, avenidas y calles guerra de emancipación cubierta de gloria por aquel nacido cuna alma de libertad muchedumbre , grito “Emparan vuelva al cabildo” 1821 Bolívar ecuestre custodiado por palomas himno multicolor pendular banderas blancas territorio de libertad melcocha en boca de dama sabor de la paz son en misa de gallo en catedral capital alfombrada por come flores son versos a la libertad

Ana Gloria Palma Nacida en Caracas pero Petareña Hija de Ricardo Palma y Juana Moreno. Poesia en construcción constante ... Docente, madre y abuela

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CARACAS TE SIENTO ASI Llegue a ti con la brizna encima Desdoblado y taciturno Aturdido y a la vez lleno de expectativas. En un viaje quizás con un retorno mañana, Sin la prisa que lo antecede, sin cartas, Y sin viajes de células. Aunque no comienzo y termino en cada esquina Me encuentro en cada una de ellas, en tus plazas, En tu cielo, en la tarde llena de friito cuando los Niños juegan, en tus bulevares. Capitolio y cada una de sus casas es sinónimo de Tertulia, olor a café, a libro. Del sigiloso mirar y contemplar a los abuelos en su Remanso. De los que entran y salen, de los que para siempre Se quedan. De toparme las cuerdas trinantes de un cuatro o guitarra, O el saxo moreno de gradillas. La abuela warao y sus azabaches contra el mal de ojo. El que reboza de arte los acetatos. El que mira, el que siente El que encarna la fuerza de ancestros. El olor a pergamino, a vasija, a ladrillo A moho independentista. Y el sentir libertario de la espada sin colonia

Edgar Faneite (Maracaibero /Enamorado de Caracas) Ingeniero,caminante,poeta,amante del café y de mi querida patria Venezuela

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SULTANA MÍA Acordonada entre montañas te extrañé. Desde el aire asusta tú vertiginoso desarrollo citadino frenético movimiento, gente apurada circunda a la otrora “ciudad de los techos rojos” de clima primaveral. Para llegar hasta ti crucé viaductos busqué vías para encontrarte, escapando a los calores de tus costas. En tierra disfruté transitar tus partes con olores, calores y colores, respirar el verdor de tus pulmones vegetales pensar en compañía para buscar los fríos del Warairarepano. En el tránsito otra vez de tus arterias preñadas de carros eres monstruo encementado con manto de neblina que opaca tus luces blancas, otras amarillentas dejas ver tus siluetas.

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Bella tu Santiago León de Caracas con cielos surcadas por Guacamayas generas la sonrisa de tus habitantes. En cuatro siglo y medio uff que bien te extrañé Caracas.

Ana María Hernández Pertenece a los grupos Plaza de Poetas/ Frente de Creación Literario Oficio Puro

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Habitas en mi boca trapecio enredada en mi lengua jugando a la escondida inquieta subvirtiendo el orden en esta casa boca de vez en vez y de cuándo en cuándo.

Jesús “Pirulo” Sanoja Nació en Caracas promotor sociocultural participa con los movimientos culturales la gran poetada- los fulan@s esos.

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HOLA CARACAS La Bella, La Valiente, la de escaleras que tocan el cielo. La de gente apurada, indiferente la del tráfico pesado La del pincel de Cabré revelando su rostro de montaña Caracas la pobre , la rica, la niña, la joven danzarina, que mueve sus caderas de abajo arriba. De norte a sur, de este a oeste hasta llegar al trabajo. Caracas la brillante, la sombría la de tacones ligeros la de pie descalzo la esclava de sus luceros de sus ocasos de su rio sucio la alegre la triste La que mira desde el Cuartel de La Montaña La selva de concreto que ensordece el horizonte Caracas la sin ley, sin norma Donde todos hacen lo que les da la gana ( los de adentro, los de afuera) La de garcitas blancas en el río Guaire Caracas la que vence a los malos y canta y se abraza en Catia como en Petare Caracas la sensual, con su lionza desnuda en la autopista La de Templos cerrados, hipócritas, la de bares abiertos La sacra, la sacrílega Caracas la estafada, la mal amada La que espera la indulgencia de sus autoridades La que sueña La que ríe

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Caracas la cabaña de mujeres valientes La de hijos abandonados La del lamentable disparo furtivo que cancela la vida del inocente Caracas la de Guaicaipuro, la Heroína La Guerrera, la Valiente La Indomable

Alicia Inojosa Caraqueña nacida en la parroquia la Vega, criada felizmente en Catia. Crecida entre un mujerero de hechadas pa lante Disfrutando de los cielos y las brisas caraqueñas transcurrió mi infancia. Entre los gritos y regaños de Hilda, una gordita que un día 15 de Septiembre me trajo al mundo, conocí los olores de las arepitas y el cafecito colao .Los Amores me hicieron madre de Pavel, los desamores, me enfrentaron con la hoja Las tristezas y las alegrías son la savia de los textos que de seguro me acompañaran por siempre.

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CARACAS EN FEBRERO Yo los vi en La Candelaria, no me lo contaron. No son Tupamaros, son mercenarios. Lo que es poesía no es ficción. ***

EL METRO Estación La Paz. (voz en off) - Si tu destino es El Silencio, haga trasbordo en Capuchinos.

Eliel Almeida Brizolla nació el 26 de marzo de 1964 en Palmeira das Missões, RS, Brasil. Segundo hijo de una familia protestante, a los 14 años rompe con el cristianismo, no con Cristo. A los 17 años comienza a frecuentar la bohemia de los años ochenta entre Porto Alegre y Sao Paulo. En 1992 viaja a Caracas, donde vive. Director fundador de Circo Sur. Con más de 20 espectáculos en las artes escénicas (teatro, danza y circo) como actor, director y productor, y dos décadas como profesor de acrobacia, con esta obra, El silencio de la manzana, se inicia como escritor.

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CARACAS Te llenas de voces Con tu paso lento, llegas donde Te espera la multitud. Danzas con la algarabía de aves entre espejos asfalto humus. Te lamentas del polvo que llevas en el cuerpo del río perdido en tus ojos eres la modernidad que corre desnuda muestras las manos al silencio de insomnio. Una voz misteriosa te llama desde el mar se sumerge en las aguas oscuras de repente brotan girasoles. En la soledad nocturna sólo oyes latidos vagabundos bailando con la luna. puentes, hoteles, catedrales, edificios flotando en la sombra. Mira los dioses no huyas tu cuerpo junto a la fuente abraza el aliento bajo el sol

Grisélidis Tineo Me nombran, es mi gracia, soy de estos lugares nací en esta tierra llamada Isla de las perlas, un día diez de noviembre entre mar, montañas y galerones; viene escoltada por la sirena encantadora, corales y caballito de mar.Pocos días después del nacimiento me secuestraron gaviotas me escondieron en el árbol guayacán. Mis padres me rescataron, cruce la mar acostada en los brazos de mi madre que iba en la lancha Nueva Esparta. Así llegue a Buena Vista, campo petrolero Soy caribeña llevo

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en mi sangre la espuma del mar en el alma galerones y en la piel fragancia del guayacán.

CARACAS: LA DE LAS DOS CARAS, LO-CARA Caracas Enamorada de tu caos Entregada a tus impulsos Mi niña malcriada Mi amante desenfrenada Mi madre tan calmada Estas loca! Caracas Caracas La de dos caras Cara-Raca Cara, Racara. Locara, Caroca Estas bien loca, Caracas Tu sangre Caribe, será eso lo que nadie entiende de ti?

Angela Villarreal Es estudiante de Sociología en la UCV, miembro de la comisión de formación de la JPSUV y del movimiento estudiantil Sociología 3n Reconstrucción. Se ha desempeñado como delegada organizativa del Congreso Nacional de Estudiantes de Sociología. Su blog: https://claraladelomnibus.blogspot.com

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SE PUDO QUEDAR EN EL BAR. Se montó en el autobús de siempre, ese, que se detenía ahí justo un poquito más abajo de la estación del metro, aquel que parecía un titán cansado. Después de una hora cuarenta en el banco sacó la mano para que se detuviera y subió al colectivo repleto. El aguacero había aglomerado a la gente en las paradas como abejas sin zánganos. Zumbaban, zumbaban. Tenía una sensación rara que no supo describir. Sudorosa y mojada por la lluvia se montó. ¡Av. victoria! ¡El peaje! ¡La hoyada! Es el último, no dejes que te deje! Gritaba aquel hijo e puta desesperado. Subió al autobús. Tres escalones la distanciaban del pasillo. Escaneo con su mirada todo el interior, estaba a reventar el colectivo que transportaba disímiles almas. Todos olían a lluvia, a culo, a mal sudor, a perfume de copia ya oxidado. El autobús como un pecador casi arrastraba sus ruedas, iba lento como si no quisiera nunca llegar, como si temiera siempre que fuese su último viaje, todos los días le eran iguales. De repente un gordo al que le hedía el culo, los sobacos, también la boca y las verijas gritó : ¡Diablo¡ Chofer ni mires! ¡Todos tranquilitos! Dijo otro: ¡Vayan sacándose el reloj, los anillos, cadenas y similares! ¡Colaboren! ¡No queremos muertos, de ustedes depende!. ¡Quiero ver los celulares en las manos! Ella, ni volteo, solo sintió una gota de sudor caer desde su abdomen. Su susto se estiró como una plastilina sin color. Sin levantar la mirada vio a solo tres puestos del chofer unos zapatos AllStar verdes y dorados que se ponían en movimiento. Todos comenzaron a quitarse lo que les pedían. Unas muchachas de liceo una muy juntita a la otra se decían: - ¡Ay chama, si nos mandan a desnudar, tengo un huequito en la pantaleta! Y la otra le respondía: - ¡Ni se te va notar ,yo no llevo! Antología fotopoética

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Jijijiji se reían. Estaban hasta el culo. Levantó la mirada y vio venir a “Cara de Perro Bueno”, en la fila de la derecha a otro con gorra y al final el peor, el mejor vestido, pero sus cejas eran de malandro joven y malo, ella lo vio. Él le devolvió la mirada. “Bien Vestido” se levantó y caminó pausadamente, se colocó un sombrerito de Mac Donald que le quitó a un chamo que iba en las piernas de su mamá, el carajito empezó a chillar y la madre agónica de miedo le tapaba la boca. Vio muy asustada la hora en su celular, ocho y treinta dos de la noche. Ella como siempre, había metido el dinero con olor a banco que recién había retirado (en una agencia que igual a todas repartía mal servicio) en uno de los bolsillos de aquel ajustado Jean, que casi nunca se ponía por que le evidenciaban groseramente los labios. Pero ese día se lo puso! Sin angustias, aquellos asalariados sin héroes de los cómics que compraron, leyeron y coleccionaron, sabíendo que ni uno aparecería fueron pasando relojes, anillos, carteras, cadenitas de oro tan delgadas como un hilo de almíbar. Solo se oían las voces de ellos, parecían un trío desacoplado. - ¡Dame la plata! - ¡Dame el celular! - ¡Dame el reloj! A las mujeres les jorungaban las tetas, los bolsos los abrían y los vaciaban en el pasillo del autobús como si este fuese una alcancía rectangular. El corazón de ella taconeaba más rápido mucho más que cuando bailaba en el Tío Pepe, ¡Pan, Pan Pan! ¡Pan, Pan! Y seguía sonando como una conga desbocada. Pensó en lo que llevaba, inventarió rápido y supo que solo tenía su collar de semillas de auyama brasilero y sus zarcillos de arañita que había comprado en Metro Center en una tarde caraqueña, gris, que la ponía melancólica. “Bien Vestido” se vino de atrás palante y le dijo a “Cara de Perro Bueno” - ¿Qué pasó Diablo, ya revisaste? Ella seguía colgada a aquel tubo ya oxidado del sudor de tantas manos. Recordó que le dijo a la cajera del banco solo hacia cuarenta minutos: dame ese dinero en billetes grandes para que el bulto no sea muy grande, por eso matan a cualquiera. La cajera, ni la vio y dijo: - De cinco mil no tengo, solo de cincuenta y cien. - ¿Le sirve?

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Viéndole a la cara como una ola de mar de leva que toca la arena pero con aire acondicionado la muy perra empleada, mala gente le torció los ojos. “Bien Vestido” le dijo a “Cara de Perro Bueno” - ¿Qué hay? - ¡Puros celulares y un chichero! “Bien Vestido” desde atrás grita al chofer: - ¡Dale suave, y no te vuelvas loco! Continúo: - ¡Aquí nadie quiere muerto, pero hay que portarse bien! Y dirigiéndose a “Cara de Perro Bueno” y al gordo podrido que lo segundaba decía: - ¡Busquen coño, busquen! Como si fuesen perros de caza. Ella pensó: Si tuviera una nueve le daría primero a “Bien Vestido” luego a “Gordo Podrió” y me echaría de último a “Cara de Perro Bueno”. Vio la hora ocho y treinta y tres. Debí oír mi intuición (se decía a sí misma,) debí tomar el taxi. Decidió mal ahorrarse ese dinero. Le dolían los pies, tenía hambre y un inmenso terror, se sentía como un tsunami extraviado. El chamo “Cara de Perro” de verdad tenia cara de perro bueno, le quitó el bolso, lo vació y solo encontró mil bolívares. - ¿Dónde tienes los reales? Ella se sintió como en aquel confesionario de la iglesia de su niñez, cuando le mintió al cura, al preguntarle el muy morboso si ella se “tocaba”. - Es lo que tengo! Su voz era como un Kitiplas mudo. - ¡Dame el teléfono, perra! Le gruñía muy cerca “Cara de Perro Bueno” Alargó su delgadísima mano y se lo dio Como un ladrido de mastín, él le dijo: - ¿Esta mierda llamas teléfono? Ella casi invisiblemente le respondió: - Es un chino, lo más barato que había, lo que pude comprar. El susto le recorría todas las venas, arterias y capilares junto con la sangre que se paseaba a diario por las mismas. Consuelo Laya promotora cultural, pertenece al colectivo Al Final del Bulevard.

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POEMA PARA SER LEÍDO Y BAILADO CON UNA DESCARGA DE MANNY OQUENDO (Acá el link: https://www.youtube.com/watch?v=GC8d6qvhRcg) Verdades para nuestros pies, verdades con las que se pueda bailar Friedrich Nietzsche “¡ABRAN PASO!” -dijo Ismael Miranda a los proletariosPorque bailo, bailo, sobre un asteroide, la Salsa futurista de los planetas. Como me enseñaron en el barrio: Con ningún paso a la derecha y dos a la izquierda, Con erótica latina y caribeña, Moviendo la cintura y puliendo hebillas como estrellas; Como Roberto Roena: Saltando, brincando y dando vueltas, Al Son de Los Satélites y La Quinta Galaxia, De Las Estrellas Latinas y el Negrito Calaven. Ven. Estoy donde canta el piano y repica el bongó. Donde dialogan las trompetas y se arrebata el timbal. No es un Vals. Es la Salsa futurista de los planetas. Somos La Crítica Orquesta Necesaria, Tony Pabón y La Protesta. ¡Jamás la queja!. Los criticones nunca bailan en la lucha; Se montan en un cohete y se piran de la fiesta. (No copies ese paso) ¡Levántate! ¡Despierta! ¡Bienvenida al lado salsero de la Luna!, donde los obreros bailan, mientras barren polvo de estrellas. Y suena la tumba en plena órbita. Y nuestras piernas se juntan en la brega. ¡Venga! Eres la Biblia de la Salsa, negra. Bambolea tu cintura, bambolea tu cadera,

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Con la Salsa futurista de los planetas. Sígueme el paso. Bolívar dice: “Vacilar es perderse”, Y yo digo: ¡Vacila!, pero no te pierdas. No todo es guerra. En San Agustín la Big Band suena más que una balacera. Venga. Tengo una sonrisa de oreja a oreja. Bailemos sobre un asteroide en esta noche de Salsa nocturnal Y alertemos a los mundos que la intimidad de las constelaciones está encañonada por la militarización espacial. ¡Maferefúm Eleguá! Eres especial, cuando bailamos en esta fiesta arrabalera cercana al Sol, Raspando la arepa como a una charrasca Y silbando como flauta trasversa; Bailando sobre un asteroide con los ojos cerrados y la conciencia despierta. ¡No se duerma! Bailemos sobre un asteroide y demostremos que la palabra “baile” no es sinónimo de “robo” como dicen en la Tierra. No quiebres tus lanzas. Agita, suma, rumbea. El baile no es competencia. Piensa. No soy estrella. Baila sobre un asteroide y búrlate de los burgueses, pues confunden un repique de bongó con una balacera.

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¡Qué pena! ¡Pena son cuatro letras! Bailemos frente a un espejo espacial, entre galaxias y nebulosas Entre globos y planetas como dos animales caribeños mojados de estrellas. Sacudiéndonos como dos epilépticos atacados por una descarga de timbal. Sacudiéndonos cuando repican los tambores rumacuyí y los tambores rumacuyá. ¡Quitiplá! No creemos en reyes ni reinas. ¡Somos la República del Timbal! Bailemos. Aquí arriba somos ateos, pero si suena El Nazareno, Nos persignaremos y con gusto bailaremos. ¡Venceremos! Bailaremos para despojarnos de amarguras y traiciones, de hipocresías y problemas. Bailaremos sobre el piano, sobre blancas y negras, siempre con el mismo paso, de un lado a otro, brincando, tocando teclas. Y que la fiesta se prenda. Y que se prenda la fiesta, Sin pólvora ni mecha. Qué cesen los ataques imperiales; Que continúen los ataques musicales de una orquesta. Cada loco con su tema. “Satélite llamando a control no responde” es el ringtone de un celular que no tengo. ¡Y no atiendo! Estoy ocupado tocando trombones imaginarios. Tocando y bailando.

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Barrio con timba. Timba con barrio. Tocando y bailando. Bailando se escribe. Se escribe bailando. Guapeando. Descargo. El ritmo poético se lleva bailando. El contrabajo murmura. Llevo la clave en mis manos. Gozando Ando. “¿Cómo va todo?” --“Piano a Piano”. Piano a Piano “Trompeta de oro” Punteando con el Tres y el Cuatro, Coreando, tarareando, campaneando, Solo o acompañado. Con artritis o escoñetado ¡La muerte nos inspira a seguir bailando!, Bailando sobre un asteroide, contigo, inspirado, Dibujando nuevas constelaciones con un combo de pasos. Bailando como el guaguancó de La Orquesta Zodiaco y girando como Mundito y su Orquesta. Bailando sobre un asteroide porque no tengo tiempo para la tristeza. Bailando, bailando, como nos enseñaron en el barrio: con ningún paso a la derecha, ¡Nunca a la derecha!, porque políticamente nuestros corazones bailan del mismo lado; porque políticamente nuestros corazones bailan siempre en el mismo lugar. Juntos, cachete con cachete, A la izquierda. Luis Lovera Calanche Música discordante y distorsionada. Descontrolada y confusa. Sin métrica etílica. Mezclo lo sagrado con lo profano. Degrado la moral y las buenas costumbres. Irrespeto la santidad de dios, también su honor. Corrompo la pureza del canto. Produzco sobreexitación neurosensorial. De comportamiento raro y contorsiones extrañas. Ruedo sobre las horas pesadas de la noche. Vivo sorteando colmillos con mi bicicleta. Y he visto a la Muerte con su boca pintada de rojo, batiendo su cabellera ensortijada sobre Antología fotopoética

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este pedazo de esqueleto, que pronto descansará sobre un cómodo sillón...

BOLÍVAR ESTÁ EN EL AIRE Ancestrales manos lapidadas por el trono. Áureo extraído por selectas manos: y rudimentarias se defienden de aquellas. José Antonio de la Santísima Trinidad Es céfiro por los pechos de América Latina Libérrima su idea por los aires aguas y tierras conducida como un rayo directo a la conciencia. Forjado es el manto de simientes testa con testa voz y más voz pala y más pala con jugo de aguaymanto para la pitanza del alba. Bifurcado café y cacao y ha dejado de ser como el viento que entra y sale sin pedir permiso. Pero su huella sigue marcada en los altozanos andinos. Cae una gota de agua en el techo y la caída del Salto Ángel percibe mis oídos. Con ambición de subyugar al mundo siguen lapidando con dulzura y con ternura destrozan

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el corazón de la natura. La mano que anunciaste de lleno en tu tierra quiere estar metida para sacarnos el alma y llenarla de mercancía. Pero tu nombre une Padre del pasado y del presente Y tus hijos levantarán voz pala y machete… para el despotismo destronar.

Jesús Espicasa seudónimo de Jesús Alberto Espitia Casarrubia (Zumbido Medio, vereda del municipio San Pedro de Urabá; 8 de junio de 1991) es un poeta colombiano. PASEN

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PASEN A VER Hay que vivir Aunque sea por un tiempo Juan Antonio Vasco Al techo, a Ari, a Juan Antonio Vasco Consideren la muerte como una opción practiquen lectura braille con un amante o dos preferiblemente de fondo A love supreme de Coltrane. Ven, con tu mano en el pelo trae esa canción con olor a café, ingiérala por los oídos mancha la hoja en blanco de la imaginación. Cocina un símbolo ponle ajo, cebolla, sal marina. Busca una botella dentro del mensaje, un naufragio en el oleaje de tu memoria. Dibuja un cielo, bórdale nubes con la mirada. Balancéate en el columpio de tu niñez saluda al señor Watanabe. Recomienda tranquilizantes a los neuróticos que sintonizan la muerte en cámara lenta por prensa, radio, televisión y bemoles digitales… Ven, pasen a ver el estruendo que hace la hoja al caer. Eddy Meléndez Promotor sociocultural, fotográfo, cofundador del Colectivo CriticArte, caraqueño y padre de un poema que camina.

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A CriticArte Quiero escribir poemas que hablen de nosotros... cargados de imágenes vivas de lírica callejera y discurso transparente Quiero escribir poemas que griten rebeldía y callen las nostalgias... Que borren las desigualdades y nos desnuden para que todos nos vean y sientan tal como somos Me encantaría escribir poemas sobre nosotros y aquellas botellas que solemos compartir en cada plaza de esta soñolienta ciudad De las tarde de cine o de las horas de palabrería en tercer mundo. De los tecitos de malojillo que Zacarías nos brinda cada atardecer junto al libertador. De esos crepúsculos de acuarela que vemos pasar por gradillas. Hoy quiero escribir un poema que nos dibuje con trazo firme lo que somos: fieles aficionados a la vida. Me encantaría escribir un verso que nos aliente a seguir construyendo...

Ariadnny Alvarado Hernández Trabajadora gráfica, amante de la imagen, pertenece al Colectivo Poético Cultural CriticArte.

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Indice Prólogo Eddy Meléndez Uzcátegui Bajo los bambúes Natividad Barroso G. Caracas René Ugarte San toi ce petit Gisela Domínguez Sinfonía de Caracas Gisela Domínguez Caracas no es sólo violencia Alejandro Indriago La montaña reposa para un cuadro Magdalena Bello

Ojos de laguna Magdalena Bello


Oración a Caracas Pedro Delgado TAO Belén Ojeda Entre laberintos Cristofer García Nunca Mey-ling Rivero Ciudad madrugada Oscar Sotillo Ciudad Nocturna Miky Poche En un cuarto de hotel Jhon Rivera Por tus calles Janette Rodríguez Por la noche Gregory Yánez


Soy Caracas Florbella González Habitar la ráfaga Caracas Nicanor Cifuentes Karacas Edudis Borra Descubriendo está el cuerpo de las Calles Robert Mora Gato Dayana López Pluviala Oswaldo Flores Valle vientre Gladys Quintero Un día cualquiera Darwn Medina Temporada Yanuva León


Mi ciudad William Guillén Versos a la Unidad Ana Gloria Palma Caracas te siento así Edgar Faneites Sultana mía Ana María Hernández Habitas en mi boca trapecio Jesús Pirulo Sanoja Hola Caracas Alicia Inojosa

Caracas en febrero/ El metro Eliel Almeida Brizolla Caracas Grselidis Tineo Caracas: la de las dos caras, lo-cara Angela Villareal


Se pudo quedar en el bar Consuelo Laya Poema para ser leído y bailado con una descarga de Manny Oquendo Luis Lovera Calanche Bolívar está en el aire Jesús Espitia Pasen a ver Eddy Meléndez Uzcáteguiz Quiero escribir poemas... Ariadnny Alvarado Hernández



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Angeliana Escalona

Eddy Meléndez Uzcátegui

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Eddy Meléndez Uzcátegui Felix Meléndez

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Felix Meléndez

Eddy Meléndez Uzcátegui

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Nicanor Cifuentes

Felix Meléndez

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Eddy Meléndez Uzcátegui

Ariadnny Alvarado Hernández

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Franklin Álvarez

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Eddy Meléndez Uzcátegui

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Ariadnny Alvarado Hernández

Nicanor Cifuentes

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Eddy Meléndez Uzcátegui

Angeliana Escalonar

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Indice fotografico 25...

Eddy Meléndez Uzcátegui Felix Meléndez

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Nicanor Cifuentes

Nicanor Cifuentes

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Felix Meléndez

Ariadnny Alvarado Hernández

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Ariadnny Alvarado Hernández

Eddy Meléndez Uzcátegui

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Indice fotografico 36...

Eddy Meléndez Uzcátegui

Ariadnny Alvarado Hernández

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Felix Meléndez Nicanor Cifuentes

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Felix Meléndez Felix Meléndez

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Felix Meléndez

Eddy Meléndez Uzcátegui

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Felix Meléndez Felix Meléndez

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Felix Meléndez Felix Meléndez

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Nicanor Cifuentes Angeliana Escalona

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Felix Meléndez Felix Meléndez

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Eddy Meléndez Uzcátegui Nicanor Cifuentes

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Eddy Meléndez Uzcátegui Felix Meléndez

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Cuando nombro la ciudad Antología fotopoética se terminó de editar en agosto de 2017 en Caracas, Venezuela. Fuentes tipofrágicas Garamond, Century Gothic y MixCutOuts.



Cuando nombro la ciudad Antología FotoPoética


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