Permanente-mente Nº1
EL DOBLE ATRACTIVO DEL VALLE DE BOÍ ecológica de Taüll en la que Anna, su dueña, nos explicó la historia de su empresa familiar dedicada a la producción de cosméticos a base de plantas autóctonas del Pirineo como la arnica, la flor de nieve, la rhodiola y la caléndula. Sobre el terreno nos contó muchas curiosidades y los efectos terapéuticos de cada una de ellas de forma muy interactiva.
El cierre de las actividades complementarias y extraescolares del presente curso se hizo con un perfecto broche final: nos fuimos a la Ribagorza de nuestra vecina Cataluña y recorrimos el Valle de Boí. Encontramos una doble sorpresa, paisajística y monumental, por una parte el “Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de San Mauricio” y, por la otra, un conjunto arquitectónico catalogado como Patrimonio Mundial por la UNESCO. El sábado lo destinamos a visitar el Parque Nacional. Su elemento más identificativo es el agua porque en su territorio pueden contarse casi 200 lagos. Por si alguno se decide a imitar nuestros pasos, comentar que ese nombre tan largo se debe a que el Parque abarca dos sectores bien diferenciados y tiene dos entradas. Nosotros entramos por Boí, la entrada occidental. Para ganar tiempo y poder adentrarnos más, alquilamos unos taxis que nos condujeron a la zona de las aigüestortes, los meandros o canales que se han formado en las zonas llanas siempre húmedas. Un rincón de espectacular belleza donde reina la paz y la biodiversidad con impresionantes bosques de pino negro y abetos. Logramos llegar hasta el Lago Llong. La mañana del domingo la destinamos a disfrutar del entorno del hotel donde pernoctamos, en pleno balneario de Caldes de Boí, y a visitar una plantación
Por último, la tarde del domingo la dedicamos a efectuar un circuito por 3 de las 8 iglesias románicas que fueron construidas entre los siglos XI y XII. Legado arquitectónico recibido gracias a los señores de Erill, súbditos del rey aragonés Alfonso el Batallador, quienes las promocionaron con los botines de guerra para adquirir prestigio social y quizás también para obtener perdón por sus tropelías. La guía especialista destacó las peculiaridades de cada una de ellas dirigiendo nuestras observaciones hacia los elementos más característicos que, para agruparlos, podemos sintetizar así: a) ábsides decorados con dientes de sierra, arquetes ciegos y bandas lombardas b) fabulosas decoraciones murales interiores de las que pueden verse reproducciones o restos originales de muy mala calidad porque los originales están en el Museo Nacional de Arte de Barcelona c) “coquetos” campanarios en torres altas y cuadradas que tenían función de comunicación y de vigilancia del territorio. Muy satisfechos y conscientes de la belleza del enclave visitado, recomendamos a quien no conozca la zona una escapada aprovechando la mejora de las vías de comunicación que conducen hacia allí desde nuestra comarca: Fiscal, Aínsa, Campo, Bonanza… y ya estás allí.
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