Adriana fue elegida entre más de 60 mil aspirantes a bailarinas. Además hoy es profesora de baile a nivel profesional. ver si podía conseguir algo, es decir, superarme a mí misma. Y así fue. Pasé el casting de la calle, de 200 personas o más, a la prueba individual, luego, de la grupal a la semifinal y por fin, la final. Pero, ahí fue lo mas triste, me quedé a un solo paso de entrar. Este año volvieron hacer el casting de “Fama a Bailar”, que es como se llamaba antes el reality, y llamé. ¿Qué de bueno te ha traído el haber estado en la Escuela de Fama Revolution? Pues, apreciar muchas cosas que había dejado fuera: me di cuenta que realmente amaba a una persona y que me hacía falta, la amistad, y sobre todo, eché de menos a mi madre. También te digo, me he llevado unos compañeros estupendos, gracias a uno de ellos estoy ahora dando clases profesionalmente en una escuela de baile de verdad, Street Dance Area de Eva Mediavilla (fue concursante de “Fama Revolution” y Ángel Kadoer, su novio) y aprender tanto con todo y en tan sólo dos meses, coger mucho cariño a ciertos profesores, a los de producción… -sonríe con cierta melancolía-. ¿Cuál fue tú sensación al haber sido escogida de entre más de 60.000 aspirantes para entrar a la escuela? ¡Impresionante!, ¡increíble! No todas las personas tienen la mima oportunidad que otras, esa fue para mí, después de mucha lucha. Y cuando se está encerrada más de tres meses en un espacio lleno de cámaras vigilantes las 24 horas del día y con personas de otra cultura: ¿qué se siente?
Al principio es bastante extraño ya que no conoces a nadie y estás conciente de que somos personas diferentes, pero, con el tiempo te acostumbras a ellos y ellos a ti. Con respecto a las cámaras, es un poco molesto en el campus, porque siempre están encima, pero dentro de la casa ya te olvidas de ellas, por lo menos eso me pasó a mí. Se convierten en nuestras mascotas, aunque sepamos que hay gente detrás moviéndolas. ¿Dentro de la casa eran concientes de que tenían más de 80.000 seguidores diarios a través de la página Web? Sí, claro, pero llegaba un punto en que creías que solo nosotros existíamos, que éramos el centro del mundo, que no había gente afuera, que sólo existía la casa. Hasta que no sales a la calle y regresas a la realidad, no te lo crees. Después de haber aprendido tanto de danza, ¿cuál será tu próximo paso? Por ahora estoy dando “Master class” que son clases magistrales, aquí, en Barcelona, en Cádiz y en Málaga. Dentro de poquito me gustaría ir a Los Ángeles para aprender mucho más ya que allí es dónde se mueve todo el mundo de la danza. ¿Piensas regresar algún día a vivir otra vez en Ecuador? Siendo sincera, no, no pienso regresar más que para visitar a mi familia y ver los pocos amigos que tengo allí. Aquí tengo mi vida hecha, tengo lo más importante para mí, mi madre y mi amorcito catalán, con el que llevo dos años ya. ■
Lisbeth Boschetti