#ED_DE - El Diván Del Escritor - Nº4 - ESPECIAL DE INVIERNO

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Especial Invierno 2014-2015

Fallo del ‘I Certamen de Microrrelatos - Solsticio de Invierno en El Diván del Escritor’.

Relatos, poemas, pensamientos...

Territorio Twitter

Guarda tus fugacidades más allá de tu “time-line”...


4 QUÉ ES EL DIVÁN DEL ESCRITOR 6 BASES Y SUGERENCIAS. 8 TERRITORIO TWITTER - #ED_DE . 32 EL TALLER. (34 – “-2o Hz” - CharLii). (36 – “Los delirios de la noche” – Enrique Angulo). (37 – “El emigrante” – Enrique Angulo). (38 – “De cada tres, uno es” – Jean Durand). (39 – “Una mala forma de terminar” – Jean Durand). (40 – “Superación” – Jorge Ramos). (41 – “No hay colores para todos”). (42 – “La abejita dormilona” – Manuel A. Acosta Ibarra). (43 – “Escorzo del alma” – Corina Morera). 46 FALLO I CERTAMEN LITERARIO DE MICRORRELATOS ‘SOLSTICIO DE INVIERNO EN EL DIVÁN DEL ESCRITOR’. 46 – Fallo del concurso. 50 – MICRORRELATO GANADOR. (1º Nuria Perarnau – “Frente al acantilado”). 52 – MICRORRELATOS FINALISTAS (53 – 2º Raúl Lozano – “Saturnalia”). (54 – 3º Patricia Richmond – “Un nuevo invierno”). (55 – 4º Xuan Folguera – “Ménades”). (56 – 5º Salvador Pérez Salas – “Tras la niebla de los años”). (57 – 6º César Manuel Suárez – “Hemisferios diferentes”). 58 – MÁS MARAVILLOSOS MICRORRELATOS INVERNALES. (59 – Almudena Angoso – “Las Horas”). (60 – Ángela Guardia – “Aniversario del solsticio de invierno”). (61 – Ángela Moreno – “Cuando el cielo se quedó en sombras”). (62 – Charo Anadón – “Solsticio de invierno”). (63 – David B. Andrada – “Apaguen los focos, la función terminó”). (64 – Edgar Ferreira – “El abuelo”).


(65 – Edgar Ferreira – “Stonehenge”). (66 – George Barahona – “El juramento”). (67 – Graciela Rodiño – “En aquella noche del solsticio”). (68 – Javier Martínez – “El soslticio de Rumichancha”). (69 – Jorgelina Vélez – “Gélidas ofrendas al alma”). (70 – Jose M. López Vega – “Nazca, nace”). (71 – Juana Valentina Novoa – “Memorias de inviernos”). (72 – Justo Guerrero – “Noche de San Juan”). (73 – Lidia Saldaña – “Dos rostros”). (74 – Mª Belén Mateos – “Noche de eterna condena”). (75 – Mª Esther Ruiz Zumel – “Solsticio de invierno”). (76 – Mª Esther Ruiz Zumel – “Observando el invierno”). (77 – Mª Isabel Galván – “Solsticio e Invierno”). (78 – María Jesús Borgoñó – “La noche más larga”). (79 – Mª Porras Alcón – “21 de diciembre”). (80 – María Posadillo – “La noche más larga”). (81 – María Sardón – “La fiesta del sol”). (82 – Manuel J. Cruzado – “Miradas extraviadas”). (83 – Raúl Garcés – “Evangelización”). (84 – Raúl Garcés – “La Ley de Murphy”). (85 – Rubens Carvalho – “Sarah y el solsticio de invierno”). (86 – Sandra Iglesias – “Saturnalia”). (87 – T. Paulina Navarro – “Ventana blanca”). (88 – Úrsula Melgar – “Añorando la nieve”). 90 FRAGMENTOS DEL BLOG. (“Creando personajes. La pregunta clave). 92 OPINIÓN (Jorge Ramos – “Cómplices de la corrupción”). (Jorge Ramos – “Cien nigerianos por cada francés”). 94 EPISODIO IV – Especial de invierno. 96 SERVICIOS 98 UN ADELANTO – TALLERES.


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¿Qué es El diván del escritor


Todas las imágenes de la publicación pertenecen a la autora: Corina Morera.

El diván del escritor (ED_DE) (http://www.eldivandelescritor.es)

es un espacio dedicado a la orientación artística y literaria. Encontrarás consejos sobre la psicología del personaje, la ambientación, la creación literaria, gramática y ortografía, y más cosas que irán completando este proyecto poco a poco.

Para participar en El diván:

*¡Participa en el blog con el hashtag #ED_DE (en Twitter)! Tus creaciones aparecerán directamente en la siguiente sección (hacer

clic en la imagen más abajo de estas líneas), se incluirá

*Puedes enviar una obra más extensa (máximo de 650 palabras) para – será el primero en ver la incluirla en esta publicación luz. Los alumnos del taller gratuita, envía tu texto a: tendrán derecho a participar en la revista con algunos de eldivandelescritor@ los textos que afloren en el gmail.com. desarrollo de los módulos.

una selección de estas fugacidades literarias en la revista cada mes: *Además, dentro de Encontrarás las bases poco se abrirá una nueva generales para participar en sección de talleres; el Taller la revista a continuación. de Escritura Creativa –

centrado en prosa literaria

y cómo funciona?

s e s a B & ias c n e r e g u S

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Bases & Sugerenci


ias

Podrás participar enviando tu texto a: eldivandelescritor@ gmail.com

1.

Debes tener en cuenta las siguientes indicaciones:

tolerancia>>. La temática, así como la ambientación, la técnica, el tipo Debe estar de texto, etc., serán escrito de forma correcta, libres, completamente ortográfica y gramaticalmente pudiendo enviarse cualquier (se entiende que puedan existir texto en español (sin importar algunos errores leves). NO la nacionalidad del autor tiene que ser un texto mientras el texto se presente en perfecto, pero ha de ser este idioma). mínimamente fluido y tener coherencia.

2.

La obra no debe exceder las 650 palabras (sin importar el formato).

3.

El texto no debe ser ofensivo o moralmente d e g r a d a n t e . <<Mantengamos la ética y la

4.

5.

Si se envía junto a algún enlace, imagen, vídeo, o cualquier otro contenido multimedia, ha de ser material creado por el autor (NO extraído de otras fuentes) o que este último tenga la autorización del/los creador/es.

6.

La obra enviada puede ser creación de varios autores (en cuyo caso se podrá indicar en el correo el trabajo realizado por cada uno, si se desea mostrar algo más de información acerca de los autores en la publicación de ED_DE).

7.

Podéis remitir información acerca del escrito, del creador o incluir alguna “nota de autor” (si queréis que aparezca en la publicación de ED_DE). Además, podéis pedir que aparezcan en la revista la dirección de vuestro blog (u otro enlace) y vuestro usuario de Twitter.

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o i r o t i r r r tte e T i w T @1964chelo @anapax8 @ _ A nnai _ @anyi _ guardia @ASaizMora @Arena _ Infinita @Camach93 @CarlosAymi @Carmina _ U nus @Chioarreola1 @corina _ morera @Crugers @Enamoradodelmar

#ED_DE En estas páginas se encuentran muchas de las fugacidades literarias que habéis publicado en Twitter con el hashtag #ED_DE (recibidas desde el 1 de diciembre de 2014 al 31 de enero de 2015, las posteriores serán revisadas para su inclusión en la revista de marzo). Podéis leer todos los tweets en El diván del escritor.

Los tweets no han sido modificados por ED_DE, por lo que podrían contener alguna falta ortográfica.

@fernandogessa @jaimemadirolas @Jean _ DD @jimnez _ silvia @ _ Juan _ K arlos _ @kathybiosca @krakenerol @LenU nico1344 @marconpi66 @mmeida @NesBolanos @Neurotipia

@NickyNegrete @Palabreves @PatriciaRichm _ @PBizco @Peluka1980 @Protoplasto @SalvadorPeSa @Sele _ Gn @Sirena _ Nueva @Trihelico @yiyovicente & @XavierLoeza

Gracias a los viejos

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conocidos y a los que llegan por vez primera a este rincón.

Bienvenidos...


@1964chelo

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@anapax8

@_Annai_

@anyi_guardia

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@ASaizMora

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@Camach93

@Arena_Infinita

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@CarlosAymi

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@Carmina_Unus

@Chioarreola1

@Crugers

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@Enamoradodelmar

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@fernandogessa

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@jaimemadirolas

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@Jean_DD

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@jimnez_silvia

@kathybiosca

@_Juan_Karlos_

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@krakenerol

@LenUnico1344

@marconpi66

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@mmeida @NesBolanos @Neurotipia

@NickyNegrete


@Palabreves

@PatriciaRichm_

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@PBizco

@Peluka1980

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@Protoplasto

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@SalvadorPeSa

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@Sele_Gn

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@trihelico @Sirena_Nueva

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@yiyovicente

@XavierLoeza

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Y aquĂ­ os dejo mi parte... (Deseando leer mĂĄs de vuestras palabras...).

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@corina_morera

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El taller... Gracias a los que habĂŠis enviado vuestra

literatura a eldivandelescritor@gmail.com.

Autores de este nĂşmero: *CharLii. *Enrique Angulo. *Jean Durand. *Jorge Ramos. *Manuel A. Acosta Ibarra. *Corina Morera.

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-20 Hz CharLii

Dime algo sincero o será mejor que ni me hables, solo de saber se me quitan las ganas, si el dinero va al dinero, y noto como cada día me crece otra cana. ¿Por qué no la miseria para todos los miserables ? Miserables los banqueros, miserables traicioneros, (Silencio) miseria es lo que hay en la casa de cada uno de los jornaleros. Sé que en la vida jamás irás de frente, siempre tendrás miedo de mostrar lo que sientes, Hay que despertar y dejarse de soñar, odiarán tus logros, así como tu suerte, hay perros agresivos que no llevan el bozal, pero todos te querrán el día de tu muerte. que más me da, que más me das, calla si no tienes nada bueno que aportar. Todo se torna oscuro como el carbón, ese es el problema de ir cambiando de bando, Es el puto panorama musical, las miradas siempre frías como el mármol, en vez de avanzar, siempre da un paso hacia atrás, las hojas mueren al desprenderse del árbol. y es que no hay mal que por bien no venga, pero ten muy claro que no serviré de ofrenda. Como un látigo, rápido, sigo, si me voy con alguien pal infierno es contigo, Yo soy el carcelero, y tú mi prisionero, no tengo voluntad y por eso me obligo, a ver quién tiene los cojones de escapar primero, pero puede que a tu lado logre metas que persigo. no hay escapatoria pues de tu alma me apodero pero estoy sonando fuerte cual silbido de gomero. Mama, escucha lo que digo, al fin y al cabo nos conectamos por el ombligo, Mientras tanto sigo con mi plan, camino solo porque no me hacen falta amigos, luchando por lo mío en busca de mi pan, y no soy trigo limpio porque nunca he sido trigo. ni quiero “pam-pam”, ni me creo el Big-Bang, solo ordeno mis ideas pero no sé dónde están. La inteligencia brilla por su ausencia, mi generación firmó su sentencia, será ignorancia o será inocencia, pero ahora al que roba se le hace una reverencia. Y es que las mentiras son casi cotidianas, ya te han dicho 100 en tan solo una mañana,

(Silencio) No soy yo el que decide en mi vida, no soy yo el que encuentra la salida. Solo sé que hay alguien arriba, dando órdenes sin tino y reduciendo nuestro uso de saliva.

CharLii nos envía la letra de una de sus canciones, si queréis disfrutar de su música, aquí la tenéis: www.soundcloud.com/dewnlead Podéis seguirle en Twitter: @DewNLeaD

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Los delirios de la noche Enrique Angulo

Al despertar, el sopor de la noche se descuelga por la mesilla, y aún, algunos de los personajes que transitaban hasta hace poco por nuestras oníricas avenidas, permanecen en nuestro cerebro, y nos susurran oscuras frases al oído, parece que quieren recordarnos algún mensaje que nos dieron mientras profundamente dormíamos. Todavía el cielo está oscuro, y al mirar la calle por la ventana vemos espectrales árboles iluminados por la tenue luz de las farolas, y a algún automóvil que pasa. El mundo nos resbala por los párpados, queremos recordar algo y no podemos, sólo nos queda frotarnos los ojos, oír las noticias por la radio, mientras mojamos unas galletas en el café con leche, antes de salir para el trabajo.

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Pero una extraña sensación permanece, y creemos que en esa ebriedad nocturna que gobiernan Hipnos y Morfeo, hemos descubierto algún misterio, que alguien nos ha solucionado el problema al que tanto tiempo hemos dedicado sin éxito, y nos inunda la frustración al no acordarnos, pues en nuestra mente ya sólo tenemos el inasible vapor de esas visiones. Empieza el día, el sol se alza, la vida cotidiana nos ocupa por entero, el olvido pasa su bayeta por nuestra frente, y nos quedamos atónitos y coléricos, casi con la certeza de que nos han revelado algún secreto y lo hemos olvidado al entrar en la vigilia y salir del sueño, como una llama que apaga el viento.


El emigrante Enrique Angulo

Sentado en un banco, con el rostro entre las manos, llora el emigrante en un vestíbulo umbrío. Quien emprende un largo viaje, quien parte para un duradero exilio, sabe que jamás se regresa al lugar desde del que se ha partido, pues si se regresa, siempre es otro quien lo hace, el que se encuentra es siempre otro sitio. Sentado en un banco, evoca el emigrante episodios de su vida: las paredes de la casa que fue suya, los muebles que guardaban sus camisas, los estantes con sus libros, su oficina al final de una calle, o con vistas a una plaza, las acacias del paseo por donde caminaba cada día.

Pero en vano desmenuza sus recuerdos, en vano tratar de desvelar el misterio de los seres amados que se quedan: sus besos se enfrían en su cutis, sus abrazos resbalan por su abrigo. En vano fija estampas de la ciudad y del país que pierde, pues su marcha ya trenza en su alma otro destino.

Enrique Angulo nos endulza el paladar con más de sus versos... Podéis seguir a Enrique en Twitter: @Protoplasto

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De cada tres, uno no es. Jean Durand

Dice una antigua ley que si tienes tres gatos negros viviendo en tu casa, uno es definitivamente un brujo. Obviamente el brujo desconoce que lo es, ya que muy posiblemente fue convertido en gato negro por un enemigo o bien al transformarse en felino, por error, olvidó que era humano.

En una noche de luna llena encierra a medianoche los tres gatos en un cuarto oscuro con un gran espejo en donde se puedan reflejar, prende tres velas (dos negras y una blanca) y espera tres minutos. Abres la puerta y los dejas salir. Si a los tres días falta un gato, has triunfado. Y si eres uno de los afortunados “libertadores”, de haber tratado bien a un Si eres uno de esos exóticos personajes brujo agradecido, prontamente recibirás un que posee tres gatos negros, has de saber que maravilloso y anónimo regalo. Aunque claro existe una fórmula mágica para que puedas esto último solo ocurre una de cada tres veces. revertir a humano al brujo.

Jean nos trae dos de sus múltiples relatos y un blog que visitar: www.reflexionesyflexiones.blogspot.com

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Podéis seguir a Jean en Twitter: @Jean_DD


Una mala forma de terminar. Jean Durand

“No eres tú, soy yo” es la peor forma de terminar con alguien. Si a eso le agregamos que esta noche cumplimos cuatro semanas de un amor bello e intenso que ha sido absolutamente perfecto; es obvio que ella querrá más explicaciones por mi dudoso comportamiento.

convirtiendo mi sudor en una escarcha de hielo.

Ella me mira detrás de un árbol. ¡Maldición! ¿Por qué tuviste que seguirme a través del parque? ¿Acaso no pudiste quedarte en tu casa? ¿ERES ESTUPIDA O QUÉ?, le grito rugiendo mientras sus ojos llenos de Un frio sudor corre por mi espalda, amor se transforman en lágrimas y horror al y no es por la discusión que acabamos de ver los míos amarillos y rabiosos en un rostro tener y que me hizo abandonar su casa cada vez más cubierto de pelo... apresuradamente. En tanto una redonda y hermosa luna Un aroma único y una respiración llena se asoma por el horizonte. contenida me hacen voltearme rápidamente,

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Superación Jorge Ramos

¿Sabe? Yo también soñaba, como usted. Soñaba con enamorarme, formar una familia, dedicar mi vida a mis pasiones e incluso, por qué no, mejorar un poco mi pedacito de mundo si surgía la oportunidad. En las largas noches del soñador, a menudo había imaginado cómo sería esa vida que la esperanza me prometía, y aunque la realidad aún era dura, paso a paso iba convirtiéndome en la persona que quería ser. Pero de pronto mi vida cambió. ¿Dios? ¿Destino? ¿Azar? No importa, simplemente las reglas fueron modificadas. Mis piernas ya no respondían, mis brazos apenas eran capaces de alzar su propio peso, y mi entendimiento se nubló.

Fue entonces cuando comprendí qué es vivir. Perdido en la oscuridad más absoluta, incapaz de entender ni asimilar mi situación, una pregunta acudía una y otra vez a mi mente, como impulsada por un resorte invisible: ¿Por qué sigo vivo? No encontraba las palabras que pudieran responder esa pregunta, pero sentía la respuesta; la sentía dentro de mí con una seguridad que nunca antes había sido capaz de experimentar. ¿Qué define al ser humano? ¿Movilidad? ¿Potencia?... Nada de eso, es la necesidad de superación lo que nos define, fielmente flanqueada por la capacidad de amar, y el deseo de ser libres. Por eso hemos llegado tan lejos, o lo haremos algún día. Yo no voy a ser menos, Tras un pequeño periodo de confusión, hubo superaré esta nueva prueba, volveré a soñar. un tiempo en que sólo quedó dolor a mi alrededor: Cada gesto de mi familia ocultaba una pesada Permita que me presente: Soy un hombre lágrima; las sonrisas y caricias de mis amigos, que ya no existe, pero también un hombre nuevo; velada compasión; y mis innumerables suspiros, una conciencia diluida y, sin embargo, más un sinfín de deseos inconfesables. Ya nada tenía plena que nunca; un alma atrapada por muros sentido, el sufrimiento se había convertido en mi incomprensibles, tan altos e inabarcables como único horizonte, lo que hacía de mi vida un terrible lo son mis ganas de atravesarlos. Soy fuerte, soy castigo, en lugar del precioso regalo que siempre libre; y siendo yo, seré feliz. creí que era.

Jorge Ramos, además de ser el protagonista de la sección de opinión de este especial, nos envía dos de sus relatos breves. “Superación” está inspirado en ACREMIF, una asociación de ayuda a discapacitados para la que trabaja como voluntario¡A disfrutar!

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No hay colores para todos Jorge Ramos

Seis hombres se encontraban reunidos en una amplia sala pintada del verde más cálido, casi blanco, gracias al efecto de la luz que se introducía por los enormes ventanales. El lugar reunía todas las condiciones que la ciencia aconseja para favorecer una buena disposición de ánimo, circunstancia que oprimía especialmente el corazón de uno de los hombres sentados a una “mesa redonda”, que no era redonda del todo, ya que ni siquiera había mesa. “Todos los problemas del mundo pueden solucionarse con el color apropiado, ¡Por qué no se le habrá ocurrido antes al ser humano! -Pensaba Héctor, mientras jugueteaba con el pañuelo que cubría la gran cicatriz de su cuello- Como estamos desconsolados, nos meten en una gran sala del color de la esperanza, ¡Y todo solucionado! ¿Pero por qué parar ahí? Pintemos las casas de los solitarios del color del amor, las cárceles con el del arrepentimiento, los congresos que sean color honestidad… ¡Pintemos toda África del color de la comida! ¡Y ventanas, grandes ventanas por todas partes! ¡Qué no falten las putas ventanas!”. La frustración que siempre acompaña a quien se ve obligado a hacer algo que detesta dominaba por completo el débil alma de Héctor, cuyas cicatrices no podían cubrirse con ningún pañuelo. Todo le resultaba irritante: La enorme sala verde, el círculo de sillas que parecía sacado de un drama americano de segunda categoría, la suficiencia que percibía en la mirada del psicólogo… Pero por encima de todo aquello, lo que realmente se le hacía insoportable era la voz de sus compañeros de terapia: Esas vocecillas lastimeras, que alternaban dolor e ilusión como

quien mezcla whisky con cola. Los despreciaba a todos y cada uno de ellos, no había un solo átomo de su cuerpo que no sintiera repulsión hacia el más insignificante de los patéticos gestos que repetían una y otra vez, acompañados siempre de las mismas expresiones, tan repetidas como carentes de contenido. Y de entre todos ellos, al que más despreciaba era a sí mismo. Llevaba ya más de una hora en la sesión a la que una resolución judicial le había obligado a acudir, la primera de una docena. Desde el primer minuto había dedicado sus escasas fuerzas a revolcarse entre el odio que inundaba todo su ser, odio del que reconocía ser el único objetivo, pero que cobardemente calmaba reflejándolo sobre todo aquello que le rodeaba. Por primera vez en toda la tarde, el silencio dominó la sala, e instintivamente, Héctor alzó la cabeza para encontrar todas las miradas puestas en él. –¿Qué ocurre? –dijo, poniéndose recto sobre su silla, en actitud desconfiada. –Es tu turno –El psicólogo hablaba de forma pausada y serena, como quien se dirige a un niño–. Por ser tu primer día, te hemos dejado para el final; pero ahora debes contarnos por qué estás aquí, para que todos conozcamos tu historia. –¿En serio? –dijo Héctor, levantándose de su asiento. Miró a todos con una sonrisa a medio camino entre el sarcasmo y el odio, y continuó hablando mientras se marchaba de la sala–. Si estoy aquí, es precisamente porque a nadie le importó nunca mi historia.

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La abejita dormilona Manuel A. Acosta Ibarra

Amanece un nuevo día en la colmena después de la fría noche de invierno, los rayos del sol iluminan los paneles indicándo a las abejitas que deben partir hacia el bosque en busca del polen de las flores, pero una abejita se ha quedado dormida, sus fuertes ronquidos se oyen por todas partes, en ese momento la abeja reina se le acerca para despertarla:

escucharla y continua durmiendo, en su cara se dibuja una sonrisa, está muy feliz porque en su sueño ha encontrado un inmenso campo de flores de todos los colores y sabores con las cuales podrá formar una rica y exquisita miel en su panal.

A los pocos minutos un gran ruido la despierta, son las abejitas que regresan del bosque cargadas de polen. Nuevamente –Oye, levántate y vuela hacia sus ojitos se cierran para continuar soñando, el bosque a trabajar junto a tus demás le espera el gran trabajo de recolectar todo hermanitasel polen del inmenso campo de flores y llevarlo hasta su colmena. La pequeña abejita parece no

Cuento infantil de la mano de un profesor amante de la literatura, desde la bella Venezuela.

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Escorzo del alma Corina Morera

Quiero arrancarme las entrañas y dar de comer a los pájaros, mostrar la sangre que no derrama la carne por una vez y por las que no vengan; Horadar con las garras la tierra dura, erosionando poros y desconsuelos de guerra, desgarrar la historia descorchando una botella, brindar por los gusanos, besar al óbito en sus eternos labios y danzar sin tregua al borde de las estrellas. Morar en la última casa del Ser Humano, más allá de la risa, más allá de la pena...

Contacta conmigo en: www.corinamorera.es o en www.eldivandelescritor.es

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多Sugerencias? 多Preguntas? 多Dudas? Env鱈alas a www.eldivandelescritor.es

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FALLO del ‘I Certamen de

Microrrelatos Solsticio de Invierno en

“El Diván del Escritor” - #ED_DE’. Gracias a todos los participantes de este primer certamen en www.eldivandelescritor.es


Ganadora:

1º Nuria Perarnau - “Frente al acantilado”.

Finalistas:

2º Raúl Lozano - “Saturnalia”.

3º Patricia Richmond - “Un nuevo invierno”. 4º Xuan Folguera - “Ménades”. 5º Salvador Pérez Salas - “Tras la niebla de los años”.

6º César Manuel Suárez - “Hemisferios diferentes”.

ED_DE quiere hacer las siguientes menciones narrativas: *Edgar Ferreira - “El abuelo”. *Manuel J. Cruzado - “Miradas extraviadas”. *David D. Andrada - “Apaguen los focos, la función terminó”.

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LOS RELATOS PRESENTADOS PROVIENEN DE: *Argentina. *Brasil. *Colombia. *España. *México *Venezuela

En primer lugar, agradecer el esfuerzo y la magia depositados en cada uno de los microrrelatos que habéis presentado al concurso. La última fase de la evaluación de los textos resultó realmente difícil ;)

En breve, la información se actualizará en el blog, y se incluirá un enlace de descarga con un “Pack especial” que contendrá el vídeo, los diferentes audios de los relatos por separado, la imagen creada En total, 37 microrrelatos en cuyo para la ganadora y este mismo especial en centro se encuentra el solsticio de invierno, PDF. Con esta “descarga solidaria” ayudáis o los festejos, en general, de esta estación. a ED_DE sin gastar una sola moneda. ¡Sabréis más pronto! En este número especial se exponen Por último, y no menos importante, 36 de estos textos, debido a la imposibilidad de contacto con uno de los autores, y a la un abrazo a la gente de la comarca del necesidad de un dato crucial en la obra. Pallar Sobirà, en Lleida, la bella tierra de Esperemos que podamos contar con él para la que parten todas estas imágenes que he el siguiente número, hubiera deseado no hecho con todo mi cariño. Y, por supuesto, a mi pareja (profesor de historia y lector dejar ningún relato atrás... empedernido), quien me ha prestado su Pese al retraso de este especial, ayuda en la evaluación de las obras del espero que disfrutéis de los materiales de certamen. este primer certamen del blog, que incluye Corina Morera. un vídeo con el relato ganador y los 5 www.corinamorera.es finalistas. Podéis verlo en el enlace que www.eldivandelescritor.es aparece al lado del icono de Youtube.

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www.youtube.com/ Pb7BTTn1FBI


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La ganadora...

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1. Frente al acantilado.

Nuria Perarnau.

El anciano dirigió su mirada hacia la mujer que, arrodillada sobre la tierra y con el cuerpo teñido de negro, preparaba con afán un lecho de carbones a los pies de un grandísimo roble. No había sido una decisión fácil, ya que pese a depositarse carne en los árboles para facilitar el designio de los cuervos, estos no acudieron a devorarla.

Algunos hombres, mujeres y niños danzaban alrededor de pequeñas hogueras, recordando a los ausentes mientras que otros, la gran mayoría, rodeaban ya el árbol musitando entrecortadas plegarias.

No podía demorarse más, el amanecer estaba cerca. Con dedos trémulos alcanzó una capa tan blanca como su larga barba y la ajustó sobre sus hombros. Sus Por ello el viejo druida tuvo que pasos se dirigieron, entonces, hacia el roble hablar con la naturaleza, para descubrir en y con el dorso de la mano recorrió su tronco, cuál de ellos asomaban brotes de muérdago. bellamente adornado con guirnaldas, lazos Ese sería el elegido por los dioses. de vivos colores e inscripciones que recogían los deseos más íntimos y variopintos. El resto fue fácil. Se encaramó sobre los hombros de dos de sus ayudantes El estridente sonido de los y los cortó con su haz de oro con mucha cencerros marcó el comienzo del mágico cautela, para que no cayesen al suelo. Una momento. La mujer encendió el fuego y el vez recogidos fueron transportados en carro árbol comenzó a arder muy lentamente. Su por dos toros blancos, para ser repartidos, humo, envuelto en un lazo de gélida niebla, como siempre, entre todos. se perdió frente al acantilado arrojando una luz de esperanza que acarició, con El alborozo de las voces, elevándose ternura, aquellos fervorosos e impacientes hacia el cielo, le obligó a abandonar, corazones. con brusquedad, su ensimismamiento.

<<Siempre me ha atraído la cultura celta, me hace soñar despierta y me envuelve con su magia. Realmente es así. Si tuviera que definir esta cultura, sus ritos y tradiciones, me bastaría una sola palabra: “magia”>>. -Nuria PerarnauNuria Perarnau es enfermera y Licenciada en Derecho, podéis seguirla en su blog personal: www. sobreviviendoquenoespoco.blogspot.com.es Nuria nos comenta en un e-mail parte de su proceso creativo, el cual conlleva algo que considero clave en todo proceso narrativo (sobre todo en trabajos extensos): estudio. Cuando escribimos un relato, o una novela, la búsqueda de información es crucial, no solo para detallar con más realismo la historia, sino para aumentar el impulso de la inspiración. Leyendo sobre el contexto y los conceptos que quieres manejar, ayudamo a la mente a generar una fuente de ideas. Nuria, en su proceso, estudia, visualiza la historia en su mente y la expresa sobre el papel, otorgando especial atención a las sensaciones y los sentimientos.


Los finalistas...

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2. Saturnalia.

Raúl Lozano. Pseudónimo empleado: “R. Aledri”. Yo, Cornelio Adriano, fiel servidor de Cronos, heredero del poder de mi dinastía, hombre de elevado prestigio social, acaudalado terrateniente, reconozco, orgulloso, mi debilidad por la celebración de la Saturnalia. No es solo por el homenaje, insuficiente pese a ser excelso, que los hombres ofrecen al dios que mantiene mis campos fértiles; es, además, por la sensibilidad que demuestro con aquellos para los que Las Parcas reservan sus hilos más raídos. Es lógico pensar que mi lugar entre los hombres, más cercano a los dioses que a mis coetáneos, me exime de responsabilidad alguna, siquiera moral, con mis inferiores. Pese a ello, cedo durante una noche a la tradición que convierte a mi esclavo en señor, y a mí, en siervo. Así, cuando el cielo se cubre de estrellas en el solsticio, me atavío con prendas miserables y me postro ante el templo de Saturno, a la espera de que mi súbdito me dé sus órdenes. Pero, ¡oh, Gran Zeus!, así como las cucarachas buscarían dónde esconderse aunque durante un día se les otorgase

el cuerpo de un león, de igual modo mi esclavo prefiere permanecer en el hogar al que debe pleitesía su alma. Y, como cada año, cuando el sol vuelve a aparecer, regreso a mi morada con semblante triste, y lo encuentro, frente a mi portal, con un gesto ligeramente altivo. –Mi amo –me dice–, deseo fervientemente que haya disfrutado de la fiesta. –Entra dentro, Bruto –contesto, enojado–, tu desesperante tenacidad me irrita. No sé por qué no quieres gozar de mi magnanimidad en tan señalada fecha. –Créame –siempre la misma respuesta–, yo soy tan fiel como usted a la tradición. Y mientras entro en mi alcoba, iracundo, apenas tengo ojos para mi mujer, que sale de ella con sonrisa de entera satisfacción.

Raúl Lozano nos envía un genial relato, irónico y narrado a la perfección sobre la celebración de la Saturnalia, un antiguo festejo en el que, por un día, los esclavos tomaban el papel de amos y viceversa. ¡Gracias por esta narración, Raúl!


3. Un nuevo invierno. Patricia Richmond.

Hace frío en Acín. El silencio amplifica el sonido de mis pasos y el cielo estrellado de la noche más larga del año ilumina las piedras de la casa de mis abuelos. Las sombras de los fantasmas que me han seguido me vigilan y susurran palabras que quiero olvidar. Entran conmigo en el hogar donde hace mucho tiempo reinó la felicidad que he venido a invocar. Las plantas han invadido el suelo de madera y grandes telarañas cubren las enredaderas que llegan hasta los boquetes del techo. Reconozco el aparador de la abuela, donde exhibía la vajilla buena y guardaba los manteles que olían a manzanas y membrillos. Saco un cajón desvencijado y lo coloco en la chimenea, sobre un montón de ramas. Vacío el contenido de mi mochila dentro de él: el diario en el que, después de un año, hoy he escrito la palabra fin; los informes médicos,

la carta de despido… Prendo la leña y el resplandor de la hoguera invita a las sombras a asomarse a la chimenea. Aprovecho su distracción y las empujo dentro del cajón. Sus risas me recuerdan las nuestras cuando el abuelo sacaba la tronca del día de Navidad y, moliéndola a palos, la dejábamos exhausta de los regalos que había escondido en ella para nosotros. Pegad fuerte, nos decía, y espantaréis a los fantasmas del año que se acaba. Recojo un palo del suelo y la emprendo con el cajón, que se deshace entre las llamas. Salgo al frío de la noche y él está ahí, esperándome. ¿Cómo me has encontrado? —le pregunto. Se acerca a mí, me quita el pañuelo de la cabeza, me la cubre de ramas de muérdago y su beso me abriga del frío que ya no hace en Acín.

Escritora activa en nuestro “Territorio Twitter”, Patricia Richmond nos deja con un relato mágico, como cada uno de sus textos, más que merecedor de su puesto en este certamen. Podéis seguir a Patricia Richmond en su blog: www.patriciarichond.blogspot.com.es

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Podéis seguirla tambien en Twitter: @PatriciaRichm_


4. Ménades.

Xuan Folguera.

Desnuda junto a una hoguera en un claro del bosque, Ágave baila tambaleante. Los pechos caídos y temblorosos. El pelo desgreñado tapándole casi la cara. Las manos en alto como si quisiera agarrarse del cielo.

Durante unos instantes, Ágave lo mira fijamente, como si no entendiera lo que el sacerdote le está diciendo. Muy pronto, le sonríe con sus dientes aún sucios de sangre y se gira de nuevo hacia la hoguera, moviendo la cabeza al ritmo de Un sacerdote se acerca a ella y le los tambores. dice que no se atormente por lo de su hijo Penteo, que ha sido sacrificado para que Muy cerca, se oye el llanto de un Dionisos pueda nacer de nuevo. niño.

Xuan Folguera ha ganado algunos premios literarios y quedado finalista en otros. En 2010 publicó su libro de relatos “Historias de la fortaleza”, con el que ganó el Premio Asturias Joven de Narrativa. En esta ocasión nos ofrece su visión sobre el Mito de Penteo.

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5. Tras la niebla de los años. Salvador Pérez Salas.

Mañana cumpliré 75 años. Estoy en el invierno de mi vida, dándose la casualidad de que estamos entrando en el invierno. El día de hoy, 22 de diciembre, está dentro del solsticio de invierno. ¿Hasta qué edad estaré en el solsticio de mi invierno? ¿Pasaré a una nueva primavera? Son preguntas que me hago mientras cae una niebla londinense tras mi ventana. Ya no creo en papanoeles ni en reyesmagosdeoriente. Pero no sé por qué, al mirar por los cristales, me invade una sensación como de esperar algo… No sé qué. Quizás, un cambio. Un cambio dentro del cambio… del solsticio. Creo que me estoy perdiendo, pero… yo me entiendo.

trotes. No me excito sexualmente, salvo… salvo… salvo… Creo que ya no hay ningún “salvo” en esa faceta de mi vida… Me parece que todas estas salvedades marcan mi cambio de estación, de ciclo, de… ¡Ah!, sí… de solsticio. Cada vez que alguien me habla de invierno, me viene a la memoria cuando yo…cuando yo… No sé que iba a escribir ahora. Seguramente era algo relacionado con mi hermano. Mi hermano era mi mejor amigo, mi mejor juguete, mi mejor todo. Salíamos a la calle en lo más crudo del invierno con una camisa y un jersey finito… Mi hermano no le temía a la lluvia, ni al viento, ni al frío. Yo, sí. Yo siempre fui un “cagueta”. Menos mal que estaba él… Murió… él no llegó al invierno de su vida. Ni tan siquiera al otoño. Lo mató el cáncer cuando cumplió veinte años.

No siento frío, salvo en el alma. No me mojo, salvo por la incontinencia urinaria. No tartamudeo, salvo cuando veo la factura de la luz. No dejo nada en Por eso vivo, así, mi invierno… Por el plato, salvo cuando es algo duro de roer, mi dentadura postiza no está para muchos mí… Por los dos.

Salvador Pérez Salas, maestro jubilado, ambién participa activamente en el “Territorio Twitter” de ED_DE, dejándonos con sus letras frescas y directas plasmando sensaciones que pueden tocarse y que en más de una ocasión te harán sonreír o reír a carcajadas, o quizás sacarte una lagrimita... ¡Gracias por ese relato, Salvador!

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Podéis seguir a Salvador en Twitter: @SalvadorPeSa


6. Hemisferios diferentes. César Manuel Suárez.

“El chamán, ataviado con un colorido poncho y un sombrero cubierto de llamativas plumas, alzó la esfera de piedra hacia el sol y recitó unas oraciones antes de depositarla nuevamente sobre el altar. A continuación, bajó los escalones del púlpito y tomó asiento en un trono situado en el centro de una plataforma, momento este en que varios hombres la izaron a hombros, para comenzar la procesión seguidos de centenares de adeptos que se congregaban jubilosos, como cada año en ese lugar, para celebrar la fiesta en honor al dios Sol”.

increíble que en estos tiempos haya todavía gente así. –Sí, es verdad. Pero, a mí lo que más me admira de esta gente es que sin poseer nada, tienen una ilusión tremenda. –Es la ignorancia, Pedro. No puede ser otra cosa. ¿Acaso crees que si tuvieran un poco de cultura harían todas esas tonterías? –Supongo que no. Aquí no las hacemos.

Al otro lado del televisor, Pedro y María observaban incrédulos desde la comodidad del sofá, tapados con una manta y bebiendo café recién hecho en sus tazas de porcelana, el reportaje del ritual de invierno celebrado en una comunidad indígena del hemisferio sur.

–¡Ah, sí! Bueno, a ver si toca algo para salir de pobres y ser un poco más felices.

–Hay que ver lo ignorantes que son en esas zonas. Míralos, Pedro. No tienen siguiera zapatos y están más felices que unas pascuas dando gracias al sol. Es

–A ver, a ver si es verdad. Esta noche rezaré unas oraciones esperando nos escuche el Santo Padre. ¡Y tú deberías hacer lo mismo!

–Pues claro, hombre. Por cierto, mañana es el sorteo de la lotería de Navidad.

César M. Suárez nos deja con una crítica constructiva para una civilización intolerante. Una queja en torno a una situación cotidiana que ilustra de manera sencilla cómo se mueven los prejuicios en nuestra sociedad. ¡Gracias, César!

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¿Os ha sabido a poco? ¡Aquí tenéis más!

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Las Horas.

Almudena Angoso. <<A mi padre, el gran hombre de mi vida>>. Habían estado esperando pacientes Sin embargo, fuera de las leyes todo el año, de hecho, solo ellas saben de nuestra esfera, la Luna seguía con esperar a que llegue el momento adecuado. sus ojos plateados el movimiento de las Horas al pasar. Y no pudiendo contener El solsticio de invierno estaba a más su curiosidad durante tantos milenios punto de darse y con él la noche más larga sucedidos, les preguntó: del año. –¿No os cansáis de teñirlo todo de Era el momento de las Horas. continuo cambio? ¿Cuál es el fin? Ellas se abrirían paso entre las grietas más profundas de la tierra para emerger al exterior y poner un orden en la naturaleza. Para marcar el comienzo de una nueva estación. Eran las diosas del clima, de los cambios ambientales, del transcurso del tiempo sobre el mundo.

Las Horas miraron a la Luna:

–Como tú, somos presas de algo más grande. Tú brillas cada noche porque esa es tu esencia y la razón de tu existencia, de la que dependen otros seres aquí abajo. El fin es infinito.

La Luna comprendió y brilló en su Y de nuevo, en un 21 de diciembre, las Horas salieron de su escondite y surcaron noche más duradera. Las Horas continuaron su ciclo sin fin. los cielos mientras todos dormían. Recorrieron los océanos, las A su paso, comenzarán a brotar montañas somnolientas y las ciudades, nuevas semillas, los animales cambiarán sus trajes por otros, el hombre renovará sus salpicadas de las luces de Navidad. votos a la vida. Y cuando todos despierten, Aquella noche no había alma las Horas, como siempre, habrán vuelto fuera del hechizo de un sueño, ningún ser a alterar el tiempo sin que nadie se haya deambulaba despierto tal y como debía ser. percatado de su paso por el mundo.

Almudena Angoso estudió Periodismo y Bellas Artes. Podéis seguir sus pasos en su blog: www.demimundoalmundo.blogspot.sg

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Aniversario del solsticio de invierno. Ángela Guardia.

<<Gracias como siempre a mi querida hermana por apoyarme en mi aventura con las letras>>.

En su mente solo había un que ser certero, un solo disparo que silencie pensamiento: acabar con ella. para siempre esa dulce boca y no me hiera más. Se subió el cuello de la chaqueta y Sabedor de las dificultades a las que continuó decidido a que fuera la hora exacta se iba a enfrentar, tenía decidido cuándo del día exacto. Le mandó un mensaje para lo haría. Se conocieron, faltaba poco para asegurarse de que estuviera allí. Su corazón hacer un año. Una noche fría de invierno le dio un vuelco cuando la vio. Se acercó en la que ambos coincidieron con ganas de y respiró su olor que lo transportó a su entrar en calor. Se lo dieron mutuamente sin habitación, chimenea encendida y de fondo otras pretensiones, sin vistas a un futuro ni el sonido de dos corazones palpitantes. Se lejano ni cercano. Les pareció buena idea, perdió en el abrazo de aquel mágico día que sobre todo a él que no quería encadenarse. coincidía con el solsticio de invierno, aquel Después de ese primer encuentro hubo otros. en el que las pocas horas de sol fueron Noches de insomnio en la que apaciguaban suficientes para soportar tantas horas de su soledad, compartiendo sus deseos oscuridad. Todo se terminó al darse ella carnales. Nada tendría que haber pasado si la vuelta y encontrarse sus miradas. Sintió él no se hubiera enganchado a ella. Cuando el peso del arma en el bolsillo y pensó en oyó sus palabras de despedida fue como si que ella sería siempre para él. El eco de un vaciaran su alma, como si traspasaran con disparo resonó en la oscura calle y el frío una afilada espada su tan pequeño corazón. suelo lo recibió en un abrazo fraternal. Menuda puntería, pensó entonces. Tengo

Ángela Guardia es una apasionada de las letras que, además del relato presentado, nos obsequia con este enlace: www.wattpad.com/story/14794177-siempre-tuya , en el que podréis descubrir otra de sus historias.

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Podéis seguir su cuenta en Twitter: @anyi_guardia


Cuando el cielo se quedó en sombras. Ángela Moreno.

<<A esos soles espléndidos, felices fiestas>>. Sentados alrededor del cálido kotatsu, antes de degustar las exquisitas calabazas y arroces, destinados para el Tojû, la noche más larga del año, el abuelo sacó un enorme espejo colocándolo encima de la mesa. Guardamos silencio, con un gesto de su mano me invitó a sentarme a su lado... “Hace mucho tiempo nuestro mundo se sumió en una absoluta oscuridad, el corazón del campo se heló, lágrimas del cielo anegaban pueblos con riadas. Sin sustento, sin cobijo y sin abrigo el pueblo moría, devorado por la tristeza. Enviaron mensajeros al dios de la inteligencia, los acontecimientos inundaron de llanto los ojos del sabio, ¿cómo un hermano, nacido de la misma lágrima izquierda que su hermana, había cometido aquella atrocidad?

había infligido. En su periplo, contempló los cadáveres de las doncellas atravesadas por las astillas del carro de Amaterasu, el ensañamiento con que había destripado al Caballo Celestial de su hermana. La diosa de la compasión no pudo con su dolor, creyéndose responsable de la fealdad del alma de su hermano. El sabio debía restablecer la confianza e inocencia, que el Sol, había perdido. Reunió a todos los dioses: la Alegría, la Danza, la Música, frente a la cueva de Amaterasu. Una melodía llamó la atención de la diosa, asomándose con curiosidad para observar aquella algarabía que se escuchaba fuera. El sabio, rápidamente, colocó un espejo frente a la megami, reflejando en él un mundo de resplandor y belleza. Ella preguntó quién era aquella diosa, el sabio se arrodilló - “Solo vos. Amaterasu”.

El sabio quiso ver por sí mismo por qué Amaterasu, la megami de la que Al concluir, el abuelo me hizo emana toda la luz, los había abandonado, encadenándose en una cueva, culpándose cosquillas, colocó el espejo frente a mi del daño que su hermano, embriagado y loco, sonrisa.

Ángela Moreno, activa en el “Territorio Twitter”, nos deja una hermosa escena familiar que seguro que os gustará, como una cálida postal navideña. Tenéis su blog fantástico en: www.angelaceniza.blogspot.com Podéis seguirla en Twitter: @Sirena_Nueva

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Solsticio de invierno. Charo Anadón.

la zona. La última noche vi una claridad inusual. Me acerqué. Toqué las piedras que llevaba en el bolsillo, para que me diesen valor. La luz era azul y partía desde el centro del círculo. Al aproximarme, una fuerza me atrajo hacia dentro y me subió a las alturas. Lancé asustado las piedras y se –¿Sabéis? –susurré entonces cuando apagó al momento. Caí inconsciente. casi nos íbamos–. Me marcho a Stonehenge Me desperté en un hospital rodeado para presenciar allí el solsticio de invierno. por la policía. Mi nivel de inglés solo –Perdona –me interrumpió el me dejó entender: crimen, Stonehenge, hombre–, no he podido evitar escucharte. Patrimonio de la Humanidad y destrucción. Siempre existen leyendas y nunca se sabe Horas más tarde, mi intérprete me explicó hasta qué punto son reales. Coge estas que había destruido por completo aquellos piedras, te protegerán. Si necesitas ayuda, monumentos megalíticos. arrójalas si necesitas salvarte. Una vez recuperado, me llevaron El hombre se levantó y se fue. Nos a prisión. Allí me esperaba otra sorpresa. miramos y encogimos los hombros. Guardé Habían dejado un sobre para mí. las piedras metiéndolas en el bolsillo. “Buenas, muchísimas gracias por Estuve dos días caminando por la hacerme el trabajo difícil. Has destruido campiña inglesa y, al atardecer, me escondía por mí lo que protegía al Bien. Gracias a ti de los guardas de seguridad que rodeaban el Mal reinará”. El hombre del bar.

Los cuatro mosqueteros charlábamos en el bar de siempre mientras saboreábamos nuestros cafés, cuando vimos que la puerta se abrió y entró un hombre con gabardina y jersey rojo de cuello alto que se sentó en una mesa cercana a la nuestra.

Charo Anadón es la ganadora de la ‘8ª Edición: La Pluma del Guirre’, finalista en el certamen de ArtGerus de novela negra y ha sido publicada entre los mejores poemas del ‘III Cocurso de Poesía “Versos en el Aire”’.

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Podéis leer más de ella en su blog: www.charo-anadon-blogspott.com.es


Apaguen los focos, la función terminó.

¡Mención Narrativa!

David B. Andrada.

Papá está volviendo a hablar solo, susurrando, como siempre. Comienza a gesticular como cuando actuaba. Se cree que no le vemos. Mamá enciende la radio para distraer mi atención. La emisora está diciendo algo de la navidad y del solsticio de invierno, la época del año en la que hay menos horas de luz natural.

a pelar las mismas patatas de todas las noches. Me da la espalda para que no la vea llorar también.

Las patatas guisadas de la beneficencia ya hace un rato que están listas para cenar cuando llaman al timbre. Es un vecino, que avisa a mamá de que ha visto a papá en la arboleda. No escucho bien lo que Ya no reconozco a mi padre. Desde dice pero mamá comienza a gritar de forma que no cobra prestación de desempleo desconsolada. ha perdido toda ilusión por la vida. Se No me dejaron que lo viera, pero dio ha convertido en un hombre desolado y ermitaño. Le echo de menos. Ahora ningún igual, fue difícil no leer y ver su fotografía productor se acuerda de mi padre, dicen en la portada de los diarios locales al día siguiente. La luna de invierno, reinando en que ha envejecido muy mal. la inmensidad de la noche, como si de un Voy a tomar el fresco, dice gran foco se tratase, haciendo contraluz a la levantándose de la mesa. Le da un beso silueta de mi padre colgado del árbol. en la boca a mamá. Juraría que sus labios Fue su última actuación, el papel apenas se han rozado. Se pone la chaqueta. Hace frio ahí fuera. Cuando la puerta se más importante de su carrera. Ya puede cierra tras de sí, mi madre se va a la cocina apagarse el foco, la función terminó.

David B. Andrada nos relata con pasión una tragedia familiar de un modo que resulta crudo y poético, una escena que puede tocarse, y tocarte el corazón.

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El abuelo.

Edgar Ferreira.

Cada 23 de diciembre, desde que tengo memoria, la familia entera se reúne con el abuelo Salvador. Es una preparación ritual para la Nochebuena, sin otro propósito que complacerlo. Vive solo en un pequeño apartamento en Las Acacias. A pesar de su viudez ya larga, sigue siendo un hombre lúcido y con una salud de médico, salvo por aquel detalle:

– ¡Excelente! –exclama triunfante y feliz–. ¿Qué tal si cenamos? Tengo hambre. Misión cumplida. Todos aprueban y se dispersan entre aplausos y preparativos. Alguien comienza a cantar algún villancico. Yo me cuido de no perder de vista el cofre, ni por un instante. Le pido entonces a Carlos que me acompañe a hacer la comprobación. Lo abrimos con cuidado:

–Muy bien –dice en este momento, sentado en su sillón papal–. ¿Trajeron su –El abuelo acaba de meter el fajo carta para el Niño Dios? Aquí está la mía. aquí y ahora está vacío –digo–. ¡Tú lo viste! Siempre ocurre igual. A lo largo de sus casi ochenta años, cualquier intento por cuestionar su – ¡Pero es imposible! –palidece mi innegociable convicción ha sido rebatido amigo. con la misma cortesía tajante: “Usted se lo pierde”. Y no es teatro: en verdad lo cree. –Tranquilo. No le des importancia. Así, hoy como siempre, todos hacemos Son cosas de viejo. entrega formal de nuestras misivas: los

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¡Mención Narrativa!

– ¿Ves que no son cuentos míos? – niños, con la ilusión de la inocencia; los digo en voz muy baja–. El viejo aún cree adultos, entre miradas huidizas y sonrisas en el Niño Dios. forzadas; incluso Carlos, por solidaridad. Una vez recopiladas, el abuelo guarda el –Sí. Es cierto. Increíble, ¿no?– paquete en un viejo cofre de madera al pie susurra mi amigo Carlos. del árbol de Navidad.


Stonehenge

Edgar Ferreira.

El monumento se desbordaba de de diciembre. La celebración anual de los personas, aunque ya había concluido el druidas –¿Alban Arthan la llaman?–; debí horario de visitas. De cualquier modo, era suponerlo. Encontré un rincón algo discreto un buen lugar para esconderme. y sin aspavientos me ubiqué allí, dispuesto a pasar la noche. Los monolitos vigilaban En un principio resultó fácil. La a la multitud, mayormente trajeada de casa del médico estaba en una vereda en blanco. Algunos cantaban; otros golpeaban las afueras de Salisbury. Lo usual: acechar tambores y danzaban; muchos oraban. Me desde las cercanías a la espera del doctor armé de paciencia; no tenía otra alternativa. Blake, someterlo, vaciar la caja fuerte, amarrarlo y huir. Pero algún vecino debió Poco antes del amanecer, los notar algo, pues comencé a escuchar una presentes se congregaron en el espacio sirena que se acercaba a lo lejos. Maniaté central. Me aproximé, curioso. Todos al viejo y salí enseguida, apresurando la saludaban a quien imaginé ser el maestro marcha. Detuve el primer taxi: del rito principal. ¿Por qué no participar? Al fin lo tuve frente a mí: –A Stonehenge, por favor –dije sin pensar, aterrado. –¿Dr. Blake? –casi grité. Comenzaba a insinuarse un atardecer nublado; la llanura se pintaba de violeta sobre nieve y soplaba un viento gélido. Suspiré y me relajé un poco. “Ya pasó lo peor”, reflexioné.

–Así es, hijo –concedió el médico, risueño y sin evidencia de asombro–. Hoy te invito a renacer. Y por cierto, tienes razón: “Ya pasó lo peor”.

Llegué en veinte minutos. Aquella concurrencia de visitantes era en verdad atípica. Miré mi reloj de pulsera. Veintiuno

–¿Y cómo sabe usted que yo…? –La magia, muchacho; la magia.

Edgar Ferreira es uno de los escritores más activos de nuestro “Territorio Twitter” , con un potente curriculum literario,. ha sido publicado en ‘La vida mientras tanto y otros relatos” (Monteávila Editores), en el “VI Concurso Nacional de Cuentos SACVEN 2007”, “Ballenas en hormigueros” (Antología Hispanoamericana de minificción, Ed. Ojo de Pez) y en “Navidades e Venezuela. Devocioes, tradiciones y recuerdos” (Fundación empresa Polar). Podéis seguir su cuenta en Twitter: @Enamoradodelmar

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El juramento. George Barahona.

El vampiro llegó hasta la azotea del edificio. Al mirar su reloj vio que el fin del solsticio de invierno se acercaba y con ello el de su propia vida, ya que había decidido morir con la noche.

favor, hazlo durante el solsticio de invierno. Nosotros, como criaturas de la noche, valoramos la compañía de la oscuridad, es en esos momentos que recordamos nuestra vida. No tengas miedo. Hazme una promesa. Fumarás tu último cigarro en New York, en Mientras esperaba su muerte la azotea de ese bello hotel. prendió un cigarro y comenzó a fumarlo lentamente, como si su vida estuviera ligada Los primeros rayos del sol a él. Recordó las palabras de su amiga impactaron su mano, la cual comenzó a Clara cuando ella se mató tras el solsticio quemarse. El fuego se propagó hasta su de invierno de 1743. cuerpo y finalmente cubrió su cara. Un último grito de dolor salió de su boca para David, cuando estés cansado de luego convertirse en cenizas. todo y quieras partir de este mundo, por

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George Barahona nos trae un instante de la mano de un ser de la noche, para todos los fans de las criaturas sobrenaturales.


En aquella noche del solsticio. Graciela Rodiño

La ceremonia se celebraría durante los festejos de Yule. Ella había escogido la fecha. Siempre le había gustado el solsticio de invierno, decía que la mágica luz del momento era perfecta para un juramento de amor.

más feliz del mundo. El tiempo pasó y se encontró a sí mismo cual novio enamorado que era, esperándola ansioso en la roca del altar acompañado del druida.

Cuando el sol empezaba a ocultarse, la vio venir. Era una preciosa aparición vestida con un velo vaporoso y adornada con las frescas flores recién cogidas del bosque que todavía conservaban el rocío entre sus pétalos pero que ni aún así conseguían hacerle sombra. Caminaba hacia él escoltada por la tenue Aquel día de un año atrás, mientras luz del crepúsculo regalándole una sonrisa celebraban el Yule, caía ya la tarde cuando arrebatadora. todos estaban reunidos alrededor del fuego La ceremonia empezó y en el momento quemando el tronco del año anterior y entonando aquellas viejas canciones. Eileen en que el otoño dejaba paso al invierno, se le acercó arrodillándose frente a él y, ambos entraron el círculo de hiedra donde depositando sobre sus piernas el cuenco uniendo sus manos con un lazo y después con agua, dejó claro a todos los presentes de prometerse adoración mutua, Eileen se que él era su elegido. Le hizo el hombre convirtió en su esposa. Tristán fue feliz.

Tristán estaba pletórico, pues ya no tendría que esconderse en el cruce de caminos para admirarla en secreto cuando iba a por agua, acompañada de sus hermanas camino del río. Ahora sería suya cada noche.

Graciela Rodiño envía una historia que hae referencia al pueblo celta de la época medieval, sus costumbres durante el solsticio y las celebraciones nupciales.

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El solsticio de Rumichancha. Javier Martínez.

La entrada de la noche se convertía en un momento especial para Rumichancha y sus seres queridos. Toda su gente se había puesto alrededor del chamán, este estaba ataviado con coronas especiales para la celebración, se había pintado la cara con el espíritu del Cóndor y se había tomado una ración de ayahuasca; hace una puesta en escena retorciéndose, saltando e implorando. Este, como jefe espiritual, tenía que pedir al dios Inti, para que les diera la benevolencia y gratitud de salir de nuevo, ya que se encontraba retrocediendo en el tiempo cada vez más y podía llegar a extinguirse. Era una necesidad imperiosa que el chamán tratara con el dios Inti y lo atara para que no se fuera. En aquella ceremonia, cada familia llevaba en agradecimiento y para compartir con los demás una parte de las ganancias que habían tenido el año pasado, así compartirían guisos compuestos de maíz,

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yuca, arroz y carne de res. Siendo una parte especial las doscientas cuarenta y siete tinajas de chicha de arroz de este año. Desde mayores a niños, solían acabar embriagados por el alcohol, lo que posibilitaba que las celebraciones se extendieran durante toda la noche hasta llegar al nuevo día. Por lo general no llovía en aquella época del año y alrededor de las fogatas suelen ponerse los hombres de la tribu, ataviados con pinturas, y empiezan a cantar y bailar cánticos relacionados con la llegada del dios Inti. A la llegada del día siguiente, la mayoría del poblado se encuentra despierto, el chamán ocupa su lugar en el altar y hace un discurso a todos, agradeciendo lo bien que han hecho la celebración y que el dios Inti le ha dicho que tendrán que andar surcando montañas para llegar a lugares lejanos a cultivar.

Javier Martínez envía un relato que se asemeja a un collage de emociones ispirado en el solsticio de invierno.


Gélidas ofrendas al alma. Jorgelina Vélez.

<<Dedico mi relato a mi querido Valle de Calamuchita, en Córdoba (Argentina)>>.

En julio el valle pierde su verde, pero recupera todo su encanto invernal. Las imponentes montañas quedan detrás de la cortina de neblina, las imagino dormidas, esperando al sol. Los diáfanos ríos congelados, cruzando entre altos pinos como distinguidos caballeros.

callecitas.

Hace frío y el viento parece penetrar la piel. Camino con las manos en los bolsillos hasta la tienda de Inés, a metros ya se siente el aroma a chocolate caliente, que ella sirve a sus clientes con una porción de torta y un “¡que lo disfrute!”. Allí elijo Hay perfumes que son sublimes siempre la misma mesa, una pegadita a un obsequios de la época. El de la tierra ventanal, para poder mirar todo lo que el húmeda, el de los troncos quemando en las invierno me quiere regalar. estufas, el de los eucaliptos bordeando las

Jorgelina Vélez nos regala con una prosa en tono lírico con un tono dulce que disfrutaréis.

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Nazca, nace.

Jose M. López Vega. Pseudónimo empleado: “Chin He”

María nunca olvidaría aquel amanecer contemplado desde la pampa peruana, cuando el disco solar se asomó por encima de las estribaciones de los Andes exactamente por el punto hacia el que apuntaba una enorme flecha, diseñada sobre las crestas aplanadas de una sierra entre los ríos Grande y Palpa, al noroeste del plató de Nazca. Sintió el fogonazo cálido del primer rayo de sol anaranjado sobre su cara y cayó de hinojos. «Nazca, nace», repetía mientras una lágrima rodaba ardiente sobre su mejilla ajada. Luego lo voceó: «¡Nazca, nace!». Porque en aquel momento inefable y místico, María había descubierto que fue el Sol quien guió a los habitantes prehistóricos de la península ibérica hasta Nazca. Desde Iberia, persiguiendo la puesta de sol del día más corto del año, descubrirían un continente, y en la orilla de un océano infinito localizarían el desierto al que todos los años acudía su dios para renacer: «Nazca, nace». Aquel eje que unía

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los solsticios de invierno y de verano de los dos hemisferios se convertiría en su axis mundi, el eje del mundo que proporcionaba la inmortalidad. La historia se repite en bucles que unen a los mismos protagonistas separados en el tiempo, por eso Iberoamérica no nació con Colón, sino varios milenios antes, cuando un grupo de navegantes y aventureros íberos y guanches salió rumbo a lo desconocido en persecución de su dios para morir y renacer junto a Él. Regresarían, no obstante, años más tarde, tal que héroes resucitados. Aquellos pioneros repetirían y perfeccionarían ese viaje axial y solar a lo largo de muchas generaciones, y por ello pasaron a ser conocidos como el pueblo del Atlántico. No obstante, milenios más tarde, tras la belicosa Edad de Hierro, ya solo eran un vago recuerdo, un mito… ya solo eran los atlantes.

Jose M. López Vega es Doctor en Ciencias Químicas por la Universidad de Oviedo, y escritor de ‘Viaje Cero’, su último libro.


Memorias de inviernos.

Juana Valentina Novoa.

<<Lo dedico a mi mamá, la mujer que siempre estuvo a mi lado y apoyó las más locas de mis ideas>>.

Las letras finales de la carta, ya borradas, eran la perfecta excusa de Ema para reinventar mil y un finales a merced suya. Invadida por la melancolía vislumbraba a Lyan entre las sábanas, lo sentía tan dentro de sí misma que la remota idea de su muerte le parecía imposible. Miró la ventana, efectivamente llovía y no para sus adentros. Llovía probablemente para cada ser humano en la tierra. Entre el presagio de sus tristezas presintió en cada uno de sus huesos la llegada del invierno, noches frías, y un vacío interior que nublaba su alma ya hace un par de años. ¡Cómo hubiese querido que el invierno tocara a su puerta con aires de soledad!, para hacerle compañía, mas el agobio de los recuerdos le impedía arrancar el odio desaforado que invadía su cuerpo, sentía culpable al invierno de la ausencia que tantos insomnios atormentó. Entre

penumbras solía gritar con desesperación, maldiciendo los inviernos uno a uno. Cuando sentía el corazón helado y leves brisas de invierno sabía que era él, mantenía una breve calma por sentirlo tan suyo, tan vivo; efectivamente, Lyan no podía haber muerto, no mientras Ema reinventara su presencia en aquella carta que guardaba en el diván, no mientras cumpliera la cita anual cada solsticio de invierno, esperando la remota posibilidad de que ella sintiera sus brazos ya ausentes, pero era una mujer empecinada, que prefería consumir su alma poco a poco entre rencores, y enamorarse de vez en cuando entre veranos, sin entender si quiera un poco que aquel hombre sentía un profundo amor aún después de muerto por cada uno de sus veranos, y sus constantes primaveras, pero en realidad amaba con locura los inviernos que Ema guardaba con recelo en su interior.

Juana V. Novoa nos trae una historia pasional de nostalgias de invierno. Podeís su cuenta en Twitter: @hi_imjuana

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Noche de San Juan.

Justo Guerrero. Pseudónimo empleado: “Kaicharen Kuadau”.

En la caribeña costa de Venezuela el las rocié con ron y les metí candela. En un invierno termina la noche del 23 de junio, momento la casa se llenó de sombras que seguían los insinuantes movimientos de la noche de magia. hermosa hembra. En Barlovento nunca sabes si el Empezó a desnudarse y a lanzar su calor está afuera o lo tienes dentro, es un calor total, que forma parte de la gente, del ropa al fuego, “¡tú estás loca, muchacha!” aire, de las piedras... como si todo fuera le grité, pero era incapaz de parar aquel una misma cosa. Levantas la mano y lo espectáculo que me regalaba el infierno, palpas, lo sientes en cualquier mirada, en tu la negra parecía que ardiera, siguió dando vueltas a la hoguera, desnuda, feliz, la aliento… veía como fundiéndose con el fuego, de Una noche de San Juan me pronto..., no la vi más. desahogaba dándole palos al mina sin “¡Negra!, ¡¿dónde estás, diabla?!” quitarle ojo a una hermosa negra que se contoneaba alrededor como si flotara. La grité mientras corría a la hoguera, por los negra a veces me miraba y sonreía, entonces pasillos, las habitaciones, el cobertizo, el me hacía perder el ritmo y se reía, así que platanal del fondo... no estaba. entregué los palos y tomándola de la mano Estaba completamente aturdido, le dije: “ven negra, vamos a montar otra hoguera” y sin esfuerzo la encaminé hacia busqué un tabaco y me fui al chinchorro a terminarme la botella. casa. Y no he vuelto a verla, pero hay Había un montón de ramas en medio del patio, podadas del cerezo hacía días, algo que me atrae en las hogueras.

Justo Guerrero, grande donde los haya, nos deja una historia llena de fuego. ¡Me encanta, Justo!

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Curiosidad: Al leer su texto tuve que preguntarle qué era “el mina”, pues en España se desconoce. Para los que, como yo, se hayan quedado con la duda, el mina es un tipo de tambor típico en las fiestas de San Juan en Venezuela. Más de Justo. www.elsitiojusto.com & www.medicinanaturalyalternativa.com


Dos rostros.

Lidia Saldaña.

La tarde del día 22 de diciembre, María subió al desván de su casa. Allí, estuvo leyendo algunos libros que tenía guardados y que su difunto abuelo, un aficionado al estudio de los astros, le había dado. El final del año siempre le dejaba fuertes sentimientos de nostalgia. Tras unas horas, los rayos del sol que entraban por la ventana alumbraron una parte de la estantería. María dejó los libros a un lado y se acercó a ella. Un viejo cofre de latón, que nunca había visto, estaba iluminado por el sol. La adolescente lo cogió y le quitó el polvo que se había acumulado encima. Después, lo apoyó en el suelo y lo abrió.

explicado en el instituto: aquel personaje de la mitología romana era Jano o Enero, dios de las puertas abiertas y cerradas, de los comienzos y los finales. Dentro de esa cajita había un antiguo reloj de bolsillo y una carta con unas palabras escritas: “María: durante el solsticio de diciembre ocurre algo increíble. En el Polo Norte nunca llega el día y en el Polo Sur nunca llega la noche. La Tierra adopta la inclinación justa para que los rayos del sol entren por la ventana y alumbren este cofre a las cinco de la tarde.

Enero llegará pronto. Su alma María se sorprendió; en el interior tiene dos rostros: una cara recuerda de lo había cartas, fotografías, documentos… que ocurrió en el pasado y la otra mira los de toda una vida. También, algunos libros caminos que aún queda por tomar”. y juguetes viejos. Entre varios álbumes La chica, emocionada, miró a de fotos, se escondía una cajita de madera que tenía la ilustración de un hombre con la ventana, y sonrió. El solsticio había dos caras. María recordó lo que le habían terminado.

LidiaSaldaña, estudiate de Bachillerato, nos sorprende con una historia de esperanza y reovación en una fecha mágica.

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Noche de eterna condena. Mª Belen Mateos.

A lo largo del año iban atesorando la les dejarían en la más completa oscuridad plata que sisaban a los dueños o encontraban durante horas. Se armaron de antorchas que en las alcantarillas por descuido de bolsillos iluminaran y caldearan la gélida noche de inquietos o mal cosidos. sus sueños. Por aquel tiempo las batallas habían cesado y ello hacía que la celebración de Saturnalia cobrara mayor protagonismo. Comenzarían el día con el trueque de esa plata que de modo tan receloso guardan para esta ocasión. Más tarde seguirían con la tradición de la fiesta. El mayor gozo para ellos era ese cambio de orden social. Por un día eran los amos de los hogares y estos los esclavos, que con raídas vestimentas y parcas sandalias, tenían que servirles. Bañarían sus cuerpos con perfume, decorarían sus cabellos con guirnaldas y mostrarían su pícara sonrisa al amo. Las jarras de vino, las uvas, los más exquisitos placeres de mesa y cama se mostrarían ante ellos.

Todo estaba preparado... Sin embargo, contaron ese año con un invitado de excepción. El propio Saturno bajó a deleitarse con los manjares y la lujuria que en su nombre habían preparado. Arrastraba su espesa barba blanca entre los platos y escotes, degustando y acabando con todo lo que se le antojara. Al final, ebrio de vino y poder, comenzó a devorar a los más pequeños. Aquello acabó en tragedia, en gritos, en desgarros... Todos corrían atemorizados hacia el monte Aventino.

Zeus contempló con estupor lo que acontecía. Cubrió con un velo blanco los cuerpos para parar el tiempo y olvidar. El castigo llegó a Saturno, fue convertido en un simple mortal para servidumbre eterna Sabían que la noche era larga, la del pueblo. más larga del año y también que la tinieblas

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Mª Belén Mateos estudió Magisterio por vocación y hace escasos años que se unió al mundo de la escritura, quedando finalista en algunos concursos y más que motivada para seguir su andadura por las letras. <<El mundo de las letras es grande y me gusta pensar que con mis pequeñas aportaciones formo parte de él>>. -Mª Belén Mateos-


Solsticio de invierno.

Mª Esther Ruiz Zumel. Pseudónimo empleado: “Tejedora de sueños”.

Mis reflexiones caminaban hasta el invierno donde el Astro Rey pierde horas entregando más nocturnidad. Permaneciendo quieto. Tatuando sombras, dibujando frío. Ráfagas desconociendo luminosidad. Habita hojas, perpetua soledad. Escuchar los copos de nieves

celebrando rituales. Festejos extendiendo humanidad. Recuerdo las tardes sentada frente la chimenea escuchando el crepitar de la madera donde mi abuelo relataba tradiciones sobre el solsticio anunciando el nacimiento del Salvador terminando en la meta, aclamando la llegada de la primavera.

Mª Esther Ruiz Zumel cuenta con varios diplomas en el terreno de la literatura; uno de sus poemas, “Tormenta”, ha sido publicado en la antología “Bajo la luz de la poesía” (2013); actualmente colabora en dos revistas digitales de forma habitual. Podéis visitar su blog en: www.mispoesias12over-blogcom.over.blog

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Observando el invierno.

Mª Esther Ruiz Zumel. Pseudónimo empleado: “Tejedora de sueños”.

Solsticio invernal dejando atrás las Esparciendo nieve. Cruzando ríos huellas del otoño. escarchados donde el hielo siente alientos de frialdad. Solsticio humeando castañas Solsticio gélido dime “ ¿ De dónde asadas. viene el frío? Solsticio, mis labios sedientos de Solsticio, frontera acunando amor encuentran el sosiego entre la niebla tristezas con sabiduría estimula la vida rociando el trino de los pájaros emigrando floreciendo calidez sembrando estímulos hacia el calor sabiendo que en primavera sinceros. regresaran. Solsticio, tu sombra oprime la Solsticio, valoro tus entrañas garganta cantando hasta que quiebre las atravesando conciencias comprendiendo ascuas brotando tormentas reflejando vidas. que la muerte es fría.

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Solsticio e Invierno Mª Isabel Galván.

Enrique caminaba en una playa solitaria, a la que acostumbraba ir un par de veces a la semana. Miraba, con cierta meditación, los últimos trazos de una luz tardía.

abandonado por su madre. Soltó las ramas y siguió su camino.

Pasos después, un ruido más bajito le distrajo otra vez. Y miró. Una perra joven que fue madre había fallecido, en tanto, su En el horizonte, el sol, como si se cachorro gemía de hambre. sumergiera en el océano, mostraba sus visos Esta vez quiso alejarse, pero Enrique rojizos. Era el día que iniciaba el solsticio ya no pudo. Conmovido ante el suceso, de invierno. tomó al animalito en sus manos y después Se detuvo, un momento, en el regresó a por el otro. Y se fue a casa con sendero y se preparó para trotar un rato. Le ellos. maravillaba cada tarde que podía cuando Ahora que había pasado un año hacia su ejercicio. Para él, ningún día era recordó cómo halló a sus dos perros a los igual. que nombró Solsticio e Invierno. Ambos — Todo está hermanado en el concierto trotaban junto con él, en el mismo sendero cósmico, mientras yo, solo haciéndome un de playa, donde los vio abandonados a su poco más viejo —pensó Enrique. Pero ello suerte. no le importaba. Fue una idea que le llegó Enrique nunca pensó que aquellos de repente. dos pequeños seres cambiaran su forma Un poco más adelante, en la de pensar. Cuando él jamás había tenido maleza de la playa, escuchó algo. Así que alguna mascota en su vida, ahora sus dos se detuvo. Abrió las ramas y miró con perros, Solsticio e Invierno, eran sus amigos cierta expectación. Un pequeño cachorro inseparables.

Mª Isabel Galván nos envía este microrrelato cargado de amor y ternura. ¡Que lo disfrutéis!

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La noche más larga.

María Jesús Borgoñó. Pseudónimo empleado: “Reina Hatshepsut”.

Veintiuno de diciembre, solsticio de invierno, la noche más larga del año. Menuda ironía. Isabel llevaba ya dos horas dando vueltas en la cama. Miró el despertador: las tres de la madrugada. ¿Hasta cuándo iba a durar ese insomnio? Necesitaba dormir, pero su cerebro bullía y pensamientos e imágenes aparecían como destellos al intentar cerrar los ojos. Las horas que faltaban hasta levantarse se le antojaron eternas. ¿Vencería finalmente el cansancio? Deseó que así fuera. Las cuatro. ¡Qué aspecto más deplorable tendría al día siguiente! Necesitaría una ducha de agua fría y abundante corrector de ojeras. Como suele decirse, no hay que robar protagonismo a la novia; ¿podría aplicarse también a quien va hecho una calamidad o solo a quien rivaliza en belleza? La idea le hizo sonreír, unos segundos tan solo. Acto seguido, pensó en Carolina. ¿A quién se le

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ocurría casarse un veintidós de diciembre? Se confesó a sí misma que la fecha no era el problema… ¿Por qué Andrew? Isabel había sido la primera en entablar conversación con él en aquel pub irlandés. Después, tuvo que fingir alegrarse con su relación y posterior compromiso. Isabel la buena amiga, Isabel la generosa… Isabel la pobre tonta. Veintiuno de diciembre, solsticio de invierno, la noche más larga del año. Miró por enésima vez la hora: las cinco. De pronto, sonó la melodía del móvil: una canción de El Sueño de Morfeo. Dio un respingo y, al girarse, vio a Andrew durmiendo allí, a su lado. Se acurrucó junto a él y miró por última vez la hora: las cinco y diez. Había tenido una desagradable pesadilla. Isabel se calmó. Al día siguiente era sábado; aún le quedaban muchas horas de sueño por delante ese veintiuno de diciembre, la noche más larga del año.

Mª Jesús Borgoñó estudió Traducción e Interpretación, es una lectora habitual por trabajo y por placer y, recientemente, ha querido descubrir su arte en la escritura. En esta ocasión, nos regala un relato “lleno de tiempo”... ¡Que os guste!


21 de diciembre. Mª Porras Alcón.

El 21 de diciembre, parecía que Sol tenía prisa por irse.

Solo sé que yo me quedé al cuidado de la niñera Luna. Aquella noche fue muy Probablemente por cuestiones de larga pero sabía que él vendría a buscarme, trabajo, o quizá estuviera citado en la otra trayendo consigo un nuevo día. punta del mundo.

Mª Porras Alcón estudiante de bachillerato, nos recuerda en este texto que con pocas líneas se puede contar toda una historia

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La noche más larga.

María Posadillo. Pseudónimo empleado: “Antártica”.

Un haz de luna atraviesa mi costado y dobla mis piernas. El dolor de una contracción me quiebra el paso, pero las ancianas acuden prestas a sujetarme. Atravesamos el claro y entramos en la Casa Sagrada. El fulgor de la lumbre transforma el interior, y las mujeres trajinan alrededor del caldero. Me esperaban. Las ventanas abiertas permiten que entren las ramas de los álamos, y las hojas plateadas vuelan por la estancia para morir en el fuego. Otra punzada en el vientre me deja de rodillas. Ha llegado la hora. Sobre un cálido lecho, mis pensamientos ceden al canto hipnótico de las hechiceras, que me hacen beber una poción amarga. Mi cuerpo absorbe los sonidos del exterior y se aleja de allí. Escucho el crujido de la nieve en el deshielo y el soplo gélido de los vientos del solsticio. Vuelvo

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a esta habitación, donde meses atrás, bajo la atenta mirada de las brujas, entregaba mi naturaleza virginal cabalgando sobre el varón elegido. Su simiente sería nuestra perpetuidad, y su sangre el sacrificio. El goce de aquel instante se transforma en los gemidos de un desgarro. Voy a morir; no puede existir agonía semejante. Bramo por un conjuro que ellas me niegan. Conozco el ritual; me preparé para este momento, pero ignoraba la dureza con la que Madre Tierra exige el pago de sus favores. Cierro los ojos e invoco a Yule. Las voces de las congregadas apenas son ahora un murmullo, y las sombras que proyecta la hoguera se retraen para coger impulso. Debo empujar. El hielo de las cornisas se derrite como la cera sobre los candiles y, mientras el invierno muere con los segundos, la vida se abre paso con el primer rayo de luz. Es una niña. La protegida del Rey Sol.

María Posadillo comenzó a hacer públicos sus relatos hace escaso tiempo, convirtiéndose en ganadora de algunos certámenes y finalista en otros. <<Todo este impulso literario no hubiera sido posible sin la persona que acompaña cada uno de mis proyectos, y la ayuda para saltar al vacío venciendo todas mis inseguridades. “Gracias por estar ahí siempre”>>.


La fiesta del sol.

María Sardón.

Hace mucho, muchísimo tiempo, existió en un recóndito y hermoso lugar del planeta, una tribu cuyo único dios era el Sol. La vida de estos hombres giraba en torno al astro rey. Organizaban sus tareas en función de la luz solar. Cada día, cuando el Sol salía, danzaban felices dándole las gracias por existir para que ellos también pudiesen hacerlo. De igual manera, cada tarde, al caer el Sol, recitaban al unísono la oración que sus antepasados compusieron en honor a él. Durante los meses calurosos, trabajaban duro para conseguir las provisiones necesarias para el periodo en el que el Sol los abandonaba, un tiempo para regalar su luz a otros seres vivos. Ellos sabían el día, la hora y el segundo exacto en que esto sucedía, porque tenían un pacto con el Sol. Tenía que despedirse de ellos antes de dejarlos y, a cambio, le hacían una gran fiesta.

Ese era el día más importante del año. Aunque no se sabe con exactitud, según nuestro calendario, ese día se situaría entre el veinte y el veintitrés de diciembre o de junio, dependiendo del hemisferio en el que nos encontremos. Todos vestían sus mejores pieles y sus adornos más bonitos. Preparaban sabrosos alimentos y se pasaban el día cantando, bailando y riendo, hasta que llegaba el momento mágico. Ese instante en el que el Sol se detenía por completo y tocaba un segundo con sus rayos, a todos y cada uno de sus hijos. Después, debía emprender su viaje. Ellos le despedían con una expresión que significaba “sol quieto” y que hoy ha dado lugar a la palabra solsticio. Y cuenta la historia que, en muchos rincones, los hombres siguen celebrando esta fiesta. Y que, cada año, el Sol se detiene un segundo para decirles adiós.

María Sardón nos trae líneas de leyenda para este nuevo invierno, acompañadas por uno de los protagonistas indiscutibles de cualquier estación, el sol.

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Miradas extraviadas.

Manuel J. Cruzado. Pseudónimo empleado: “Harry Black”.

Incapaz de salir de mi pasajero estado de asombro, el autobús se detiene con brusquedad en la calle Alcaraz. Aprecio entonces, ahogando un lamento amargo, cómo los espléndidos ojos de la mujer se despiden silenciosos de mí, mientras su esbelto cuerpo se levanta del asiento y se dirige con suma lentitud a la portezuela

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de salida. Nuestras miradas se cruzan por última vez durante un fugaz pero intenso instante. «Fue bonito mientras duró», me dicen sus ojos. Poco antes de perderlos de vista por quién sabe si siempre jamás, me asomo raudo a la ventana y los míos preguntan con pasión: «¿Volveremos a vernos?». Sin la menor demora, el autobús continúa su anodino trayecto al tiempo que nuestras miradas siguen atoradas, unidas por espacio de un efímero minuto que la bruma nocturna de este gélido 22 de diciembre termina ocultando bajo su oscuro velo de incertidumbre.

¡Mención Narrativa!

El índigo de sus ojos me observa con atención, detenimiento. El caoba de los míos responde con atrevimiento, valentía. Palabras invisibles que nadie entiende, solo nosotros. Noto un ardiente cosquilleo que recorre mi organismo como una marea traviesa, el cual me sume de inmediato en un mundo paralelo de tonos azulados.

Manuel J. Cruzado nos obsequia con un relato de un instante. Porque un momento puede llegar a ser eterno. Ha ganado premios literarios y formado parte de diversas antologías, destacándose por su novela de intriga ‘El error de Dios’, editada por la Ed. Seleer (2012).


Evangelización.

Raúl Garcés. Pseudónimo empleado: “Calamardo”.

Cada solsticio de invierno ocultan una figurilla de amaranto del dios sol Huitzilopochtli entre la paja del pesebre donde se representa el nacimiento de Jesús. Y la veneran con fervor ante la mirada

aprobatoria de los frailes, orgullosos de comprobar cómo estas gentes han asimilado tan rápido la religión traída del Viejo Mundo.

Raúl Garcés envía dos microrrelatos de carácter irónico que seguro disfrutaréis. Raúl es Licenciado en Historia y ha recibido varios premios literarios en el terreno de los microrrelatos. Podéis echar un vistazo a su blog de relatos hiperbreves en el diario digital ‘Desde Soria’: www.desdesoria.es/tieneunminuto

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La Ley de Murphy.

Raúl Garcés. Pseudónimo empleado: “Calamardo”.

Era uno de esos días en los que todo el solsticio de invierno. El día más corto del sale mal. Encontró cierto consuelo en el año – pensó. Pero en seguida recordó que le calendario al descubrir que se hallaban en tocaba el turno de noche.

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Sarah y el solsticio de invierno. Rubens Carvalho.

Era la primera noche del solsticio de sabrosos quesos. La mesa farta simboliza invierno. Comenzaba el Sabbath de Yule. prosperidad. Es un pequeño ritual típico de la época. Sarah es una joven chica, dieciocho años recién cumplidos. Pertenece a una Después de la alegre y sabrosa tradicional familia de brujos y tiene mucho cena, se despidió de los padres y fue para orgullo de sus antepasados: sabios hombres el cuarto. Era su momento de meditar, y mujeres injustamente perseguidos siglos colocar los pensamientos en orden. En el atrás por el miedo e ignorancia que, por solsticio de invierno las noches son más supuesto, son la fuente de la mayoría de las largas y permiten mayores reflexiones. Se injusticias cometidas en todo el mundo. sentó en posición de loto, hizo una serie de respiraciones profundas y agradeció: Ella está en su casa. En breve una por todas las cosas buenas que ocurrieron nueva jornada comenzará en la vida de la en su vida a lo largo de todo el año. ¿Lo joven: fue aprobada en una de las mejores que vendría ahora? Nuevas emociones, universidades del país. Fruto de su esfuerzo nuevas personas y mucho conocimiento. y dedicación. Hoy, primera noche de Yule, La joven bruja Sarah, en la primera noche colocó su vestido blanco y rojo y preparó del solsticio de invierno, tejía sus planes y para los padres una deliciosa torta de sueños. Así como todos nosotros. manzana, acompañada de un buen vino y

Rubens Carvalho nos deja con una historia de finales abiertos, como la vida misma, de la mano de un eterno personaje de cuentos, la bruja.

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Saturnalia

Sandra Iglesias. Pseudónimo empleado: “ReeSe von Herder”. <<Dedico este relato a David y a Leo>>.

El sol comenzaba a descender, sus últimos rayos reverberando contra los cristales de los edificios de Madrid. La sala del auditorio estaba repleta, como cada concierto de Navidad, cada hueco lleno con el sonido del violín. El arco desgarraba las cuerdas con furia, desprendiendo las notas con ardiente violencia, construyendo el vibrante sonido de la Saturnalia. El ángel observaba desde el palco la pequeña claraboya situada en el techo, a través de la cual se podía apreciar el inicio de la noche que estaba naciendo; la noche más larga, fría y oscura del año, como la melodía que el joven músico estaba

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interpretando. El sol desapareció y durante un segundo el músico fijó su mirada en las alturas, en los ojos verdes de aquel ser que brillaban en la oscuridad como si de un felino agazapado se tratase. Una alucinación celestial. Tan efímera como potente. Las notas se atropellaron unas a otras y el violín chirrió antes de detenerse. El ángel se levantó lentamente y abandonó el palco mientras los gritos del público se elevaban estruendosamente. El músico yacía en el suelo del escenario. En su mano aferraba el violín que nunca más volvería a ser tocado.

Sandra Iglesias envía una nueva historia con la visión de otro ser eterno en el arte, el ángel, en la que casi puedes escuchar el sonido de las cuerdas del gimiente violín.


Ventana blanca. T. Paulina Navarro.

Esta mañana es distinta, el mundo añejos. 21 de diciembre, dos mitades de un está durmiendo o ¿solamente es mi mente mundo. aturdida por la oscuridad? ¿Por qué todo duerme si el sol sigue Pensamiento extraño el primero vivo? ¿Por qué nadie siente su abrigo? en la mañana, mirando por la ventana las Entre nubes ligeras se filtra su luz en mis revoluciones frenéticas de las máquinas ojos. Mirando entre ellas recuerdo que hoy humanas, que deambulan casi sin pensar el sol está quieto, eso significa solsticio de invierno; ¿si el rey del cielo duerme también por las marañas de la urbe. lo hacen las almas que se revuelcan en el No hay luces coloridas, ni suelo? villancicos ni cantos, ni cartas de los niños ¿Dónde está la magia, dónde? a los reyes magos. ¿Dónde esos abrazos que abrigan el frío del ¿Dónde está la ilusión y el encanto? alma, dándole un vuelco al sol que duerme Todo está quieto, las calles se duermen a dentro de nuestro pecho? ¿Quién provocará plena luz del día, tristes y vacías, todo danzas alegres en el pecho cuando el duerme hasta la mente mía, conciencia corazón marque un bum bum de contento? dormida. No, sol quieto no, que en tu cumbre Este es el solsticio de invierno, un nos des luz suficiente para calentar pechos domingo más, un domingo menos, lejos de muertos en la noche más larga, en este familia lejos de los recuerdos amargos y solsticio de invierno.

T. Paulina Navarro nos tobsequia con una belleza melancólica, de la que en no pocas ocasiones se tiñe el invierno. Echad un vistazo a su blog en: www.lasochocarasdelaluna.blogspot.mx

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Añorando la nieve. Úrsula Melgar.

Donde vivía Rauno nevaba cada invierno sin falta. Sin embargo, aquel año la nieve se hacía esperar. Sentado sobre el tejado de su casa, el pequeño comprobaba si en la noche iban a caer ya los primeros copos. Aún no había perdido la ilusión, pero empezaba a estar cansado de no hallar indicios de que hubiera una noche nevada. —Rauno, ¿qué haces ahí arriba? No hace falta que esperes al invierno, cada año se presenta —decía su padre por la ventana, al ver que no se encontraba en su habitación—.Vuelve a la cama o te enfermarás. Es más, ya deberías estar durmiendo.

el frío. Mientras tanto, en el mismo firmamento, unas estrellas jugaban saltando de unas nubes a otras. Todas reían y se divertían sin cesar. Una tuvo el capricho de recorrer dos nubes en un solo salto. Las demás se colocaron a un lado, mirando muy serias cómo ella hacía su hazaña inventada. La estrella respiró profundamente y cogió carrerilla para realizar su propósito. Todo iba bien, pero no tomó suficiente impulso. Así que cayó y cayó hasta darse contra el suelo.

Las demás estrellas lloraron la pérdida de su amiga. Su tristeza era tal que las nubes también empezaron a llorar. Sus —Pero papá, ¿qué es un invierno enormes lágrimas, en contacto con el frío, sin nieve? hicieron que se produjera algo maravilloso.

hijo.

—En otros lugares tampoco nieva

Empezaron a caer copos de nieve que blanqueaban todo sin excepción. La estrella caída reaccionó debido a la —Antes de que caiga nieve, pillarás fría nieve, abriendo sus ojos al instante. una pulmonía —añadió su madre. Enseguida se levantó, se sacudió y ascendió para volver con sus amigas. Así fue como Rauno se dispuso a obedecer sin llegó la nieve. rechistar. De todos modos, ya no aguantaba

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Úrsula Melgar envía un relato con la magia de los cuentos infantiles; niño, estrellas pensantes y blanca nieve...


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[Fragmentos del blog] Creando personajes. La pregunta clave.

Son muchas las cuestiones que debemos hacernos y tener presentes a lo largo del proceso creativo. A la hora de crear un personaje sucede lo mismo. ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo ocurrió? ¿Dónde trancurre su vida?

¿Es porque se siente vulnerable? ¿Por qué se ha convertido “el malo” en el malo?>>.

Cuanto más realista sea “el alma” de tus creaciones psicológicas, más llegará al lector y a sus propias emociones. Un dato a tener en cuenta también para las No obstante, la pregunta más ambientaciones más fantásticas, pues importante que debemos hacerle a cobrarán más cuerpo y tendrás material cualquiera de nuestros personajes es: ¿Por suficiente para pensar y hacer pensar... qué? Un ejercicio que recomiendo - y Cuando somos niños, vemos que personalmente utilizo en ocasiones en los cuentos personajes muy malos y para esos momentos en los que estás algo muy buenos, así, a través de ellos el niño atascado con “Paul”, o con “Jesse”, o con absorbe ciertos valores morales. Esto está “Carmelita”, es el siguiente: Sienta a tu muy bien, pero si lo que queremos crear es personaje en una sala vacía y... habla con él. una narración para adultos debemos tener Tan “simple” como eso. Pregúntale, indaga clara esta máxima: “Ni los buenos son tan en su psique a moldear, cuestiónale acerca buenos, ni los malos tan malos”. Todos del sentido de sus actos. tenemos una serie de motivaciones, una En el momento en que alegre cantidad de porqués. entiendes a tus personajes, ellos Al crear un personaje trata escriben la obra. de “no crear un personaje”, sino una persona. Corina Morera <<¿Por qué Paul hace esto? ¿Por qué ‘La Puerta Perdida’. quiere hacerlo? ¿Por qué teme al hacerlo? Eldivándelescritor.es

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Si quieres enviar un artículo de opinión, crítica, pensamiento, etc. a ED_DE puedes hacerlo a la dirección

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ED_DE se reserva el derecho de publicarlo o no, de no formar parte de la revista, el texto será borrado con la publicación del siguiente número.


Textos de: Jorge Ramos

Cómplices de la corrupción Los casos de corrupción se apilan en nuestro país, y en todos los demás; pero meteremos a unos cuantos corruptos en la cárcel, renovaremos la confianza en las instituciones, y nos quedaremos con aquello que necesitamos para vivir: La conciencia tranquila, el estómago lleno, nuestras ocho horitas de trabajo diario, y los ojos cerrados. Todo volverá a estar bien, sin que nada haya cambiado. ¿Por qué? Porque así es como queremos que sea.

es más barato que en la tienda de tu barrio; ya que el carpintero del barrio paga sus impuestos y hace sus muebles en condiciones controladas, y la multinacional cotiza en paraísos fiscales y aplica a saber qué condiciones a su mano de obra.

vida de occidentales nos permita.

Porque mola mucho ser progresista y defender tus derechos, salir a la calle a exigir más y más para ti y a criticar a quienes cometen la osadía de acaparar más que tú; y olvidarse de aquellos que no pueden alzar Porque es muy cool la voz por culpa de tu estilo de apoyar a los negritos que se vida. mueren de hambre, mientras Porque es más fácil nuestra tecnología (Desde el ordenador en el que escribo, hasta engañarse, en lugar de admitir que la lámpara de noche de tu mesita) somos cómplices de la corrupción, avanza a costa de los recursos y que sin nuestra indolencia Porque está muy bien naturales que les robamos, para no habría lugar para todos esos criticar la corrupción y después ir tener cada día más prestaciones desfalcos que criticamos a la par de compras al Ikea, en donde todo a un coste que nuestra calidad de que promovemos.

Cien nigerianos por cada francés ciudadanos franceses, en un primer atentado; y de otros 3 ó 4 (depende de la fuente de información) en otro posterior. La sociedad, los medios, y las instituciones han mostrado todo su apoyo a estos hombres y mujeres que han perdido la vida en el absurdo de un conflicto que nadie puede comprender, más allá de los extremistas que lo promueven; unos por erróneas convicciones, otros Estos días todos nosotros por dudosas motivaciones. Ha hemos sido sacudidos por habido masivas concentraciones el injusto asesinato de doce de apoyo, innumerables muestras A menudo he discutido acerca de la hipocresía que nos domina, de cómo los ideales acostumbran a ser reales sólo cuando los afectados somos nosotros; mientras se diluyen sutilmente en la comodidad de una moral fingida a medida que los problemas se alejan de nuestro circulo de influencia. Pero hoy no discutiré, sólo expondré dos hechos; al parecer, aislados.

anónimas de dolor, infinidad de comunicados desde las autoridades, y un despliegue informativo digno de la gravedad de los hechos. Hoy mismo, por la mañana, me llega la información de que una organización terrorista menos conocida (Boko Haram) realizó, el pasado fin de semana, un ataque a una ciudad alejada y desconocida (Baga, Nigeria) en el que se calcula que hubo más de dos mil victimas civiles.

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Episodio IV Especial de invi

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ierno

El especial de invierno viene con retraso, pero cargadito. Relatos, poemas, opiniones, canciones, sugerencias, vídeo, cientos de tuits y pasión por doquier. Como siempre, gracias, gracias y gracias. Sin vuestra colaboración esto no crecería como lo hace, a pesar de las dificultades. Dentro de poco el blog será actualizado con información muy interesante, no os lo perdáis. Y recordad que el 15 de marzo sale el número 5, así que enviad vuestros textos a eldivandelescritor@gmail.com para aparecer en la publicación y publicitar vuestra web o cualquiera de vuestras cuentas. -Bienvenidos a ED_DE<<Espero que aquellos que comienzan con nosotros lo disfruten, y que se unan a nuestras filas más adeptos de la palabra en cualquiera de sus formas. No os cortéis a la hora de mandar vuestros trabajos, pueden contener cualquier tipo de material extra que hayáis creado, imágenes, vídeo, voz, etc. En el arte, como en la guerra, “todo” vale...>>.


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Hasta la próxima y un inmenso GRACIAS a todos vosotros, por colaborar, leer y participar :D

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UN ADELANTO... En breve se incluirá un taller interactivo de poesía en el blog en el que estáis todos invitados a participar, de forma totalmente gratuita. Y, además... Ya podéis preguntar por el ‘Taller creativo- Literacura; El diván del escritor’.

Propuesta para taller creativo: “Literacura – El diván del escritor”. Aquí tenéis un resuen de la propuesta. El taller puede realizarse de forma individual o colectiva (si queréis participar con colegas interesados), el coste no es más que un donativo por sesión y persona. Habrá quienes puedan donar 5€ y habrá quienes puedan donar 30€, ED_ DE comprende que las situaciones personales pueden ser dispares y que todo el mundo haa de tener derecho a explorar su arte. Únicamente se pide que se considere el trabajo tras cada sesión. Cada sesión durará lo que sea necesario, ya que el planteamiento es individualizado, no recomendándose más de 2 semanas para pasar a la siguiente.

Concepto: La Literacura es un concepto aún “en pañales”. En la actualidad podemos encontrarnos con estas dos vertientes: Literacura “en el lector”: Terapia complementaria enfocada en la lectura de libros, generalmente de carácter intimista e introspectivo, con cuyas líneas pueda identificarse el lector y ayudarle en un proceso determinado o a lo largo de su vida. Literacura “en el escritor”: Se trata del volcado del autor en el propio texto, lo cual un arma de doble filo en literatura. En una novela los personajes y sus ideas deben estar bien diferenciados, para crear el realismo necesario y eliminar la monotonía en el contenido (entre otras cosas), además de enriquecer el contexto narrativo. Es decir, en una novela extensa es recomendable contener la tentación de este volcado íntimo. Sin embargo, hay textos que tienden a basarse o incluso centrarse en este “desahogo del autor” casi sin ningún tipo de contención, como la poesía, la prosa poética, cierto tipo de relatos breves, ensayos intimistas, etc. El segundo punto es el que nos interesa para este taller, desde el análisis introspectivo de la literatura (profesional o no) de los autores participantes, explorando la parte terapéutica del

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proceso creativo a través de textos breves.

Objetivos y planteamientos del taller: Se favorece la introspección a nivel analítico y de confrontación (miedos, fracasos, defectos,...) a través del propio arte del escritor (profesional o aficionado), así como corrección técnica, asesoramiento individualizado y la posibilidad de crecer en el taller a través del trabajo individual o colectivo. ¿Cómo nos expresamos? ¿Qué símbolos empleamos más? ¿A qué sentido tendemos más en nuestras descripciones? ¿Cómo vemos el mundo? ¿Cómo nos vemos a nosotros mismos?

Resumen de contenidos del taller: En cada sesión, los participantes realizarán un texto con una serie de pautas y recibirán feedback continuado acerca de sus procesos y progresos. Al mismo tiempo se irá trabajando con la propuesta del trabajo final del taller (explicado más abajo). Resumen de contenidos: - SESIÓN 1 → “Libre”. En esta sesión se presenta el taller a los participantes, la creación de un vínculo progresivo es importante, ya que los procesos terapéutico y literario serán más efectivos. El primer texto a crear no tendrá ninguna pauta concreta, se trata de un texto libre (no por ello menos importante en el taller, al contrario). - SESIÓN 2 → “Sinestesia”. Como recurso literario, se trata de atribuir a un objeto (o a una idea) sensaciones que no le corresponden; “Sentir un roce de miradas”, “saborear una música exquisita”, “palpar una idea”, etc. El tipo de texto a crear es a elección personal, la pauta principal es el uso de la sinestesia para describir un objeto o una idea del repertorio de “adoraciones” de los participantes. Es decir, cada uno elegirá para describir algo que le apasione o motive. - SESIÓN 3 → “El cuadro abstracto y la situación concreta”. En esta sesión se mostrará un cuadro abstracto, y se creará un texto sobre una situación u objeto concreto a partir de lo que evoque la imagen en cada participante, sensaciones, asociaciones, etc. Este ejercicio es menos intimista que el de la sesión anterior, pero más analítico, proveyendo al participante de bastante información. - SESIÓN 4 → “El hogar, el templo”. Todos en algún momento hemos dibujado, hablado o al menos imaginado nuestra “casa ideal”, “el hogar”, un templo personal en el que


sentirnos en paz, a salvo de las interferencias del mundo exterior. Pero, ¿cómo es ese hogar anhelado? ¿Con qué lo hemos llenado? ¿Con qué sensaciones y objetos? - SESIÓN 5 → “Explorando – La espina clavada”. Son muchos los viajes y sensaciones que hemos querido experimentar a lo largo de nuestro recorrido, algunos de estos “sueños” se van viendo cumplidos y otros han quedado aparcados por las circunstancias que nos rodean, personales o ambientales. Algunos de los que quedan aparcados en el camino “dejan huella”, creando “esa espinita clavada” que en ocasiones se revela, para bien o para mal. El tipo de texto a crear es a elección personal, pero ha de recorrer o explorar uno de esos caminos que hubiéramos querido crear en nuestro andar. - SESIÓN 6 → “Escritura automática”. En esta sesión se explorarán las asociaciones, el uso del narrador, etc. André Bretón, padre del Surrealismo, decía de la escritura automática que era un “dictado del pensamiento, en ausencia de todo control ejercido por la razón y fuera de toda preocupación estética o moral”. Y, aunque probablemente su afirmación acerca de “la ausencia de todo control de la razón” sea exagerada, merece la pena “ver qué sale dando algo más de rienda suelta”. A diferencia de un ejercicio tradicional de escritura automática, el texto que se creará en esta sesión contendrá una primera frase marcada: “No era de esos”. Tras esta oración, los participantes deberán escribir lo que se les pase por la cabeza, por surrealista o extraño que quede en el papel. - SESIÓN 7 → “El ángel y el demonio”. Exploración de nuestras virtudes y defectos de una manera diferente. El tipo de texto a crear es a elección personal con las siguientes pautas: El participante ha de desarrollar dos personajes, uno que encarne lo que cree que son sus propias virtudes y otro que, por el contrario, muestre lo que considera sus defectos – ejercicio en 3ª persona. - SESIÓN 8 → “Carta a uno mismo”. Esta sesión, enfocada de un modo gestaltista, implica la creación de una carta personal a un yo pasado (niño, adolescente, o pasado reciente). Los participantes han de pensar en un momento de su vida al que quisieran decirle algo, cualquier motivo es válido. Los textos serán leídos por los participantes frente a una silla vacía, en la que “sentarán” a ese yo pasado, comentando posteriormente las sensaciones encontradas en esa lectura íntima – ejercicio en 1ª persona. - SESIÓN 9 → “La muerte o la brevedad de la vida”. La mortalidad condiciona nuestro ritmo de vida y sensaciones como la percepción del fracaso (como sucede con la conocida sensación de “perder el tren”) y, por tanto, puede convertirse en uno de los ejes principales de nuestras frustraciones, aún sin darnos cuenta de ello. No se trata aquí de hablar del proceso de duelo o pérdida de un ser querido, sino del miedo intrínseco a la propia muerte y, por tanto, a


nuestra mortalidad. El tipo de texto a crear será a elección propia, siendo el tema principal el sentimiento hacia la muerte (azarosa) o, en este caso, la brevedad de la vida.

- SESIÓN 10 → “Trabajo final del taller y feedback final”.

***Trabajo final del taller: “Un capítulo de una futura autobiografía”.*** En construcción durante la duración del taller.

Ensayo de carácter personal acerca de una o varias anécdotas especiales, una experiencia vital de cualquier índole que haya dejado huella en el participante, etc. La sugerencia es crear algo parecido a un capítulo de lo que podría ser una autobiagrafía futura del participante, y ayudarse del proceso que va construyéndose en el taller. Se comenzará con una “lluvia de ideas”.

Propuesta creada por: Corina Morera www.corinamorera.es www.eldivandelescritor.es (eldivandelescritor@gmail.com)



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