LOS REYES MAGOS: UNA HISTORIA REAL

Page 13

-¿El camino de nuevo Maestro?...¡Pero si acabamos de llegar! -Lo sé aprendiz, lo sé, pero no hay otra solución. Recogeremos el campamento y partiremos en cuanto la estrella sea visible en los cielos. A partir de ahora ella será nuestra guía. Transmite a los hombres que no monten el campamento. En ese momento Mensor se levantó. -Situaremos vigías en los cuatro puntos cardinales, en el exterior del oasis. A la primera vista de la estrella partiremos. Berberiar que había permanecido en silencio hasta aquel momento, acercándose a su Señor le preguntó: -Maestro; ¿Y el mago Teokeno...Cuándo se reunirá con nosotros?. -Pronto mi joven amigo, muy pronto. Según sus cálculos nuestras dos caravanas y la suya confluirán en la ciudad perdida, aquella edificada por el gran Alejandro y de la cual nadie sabe su nombre y su paradero. Desde allí las tres caravanas serán una sola. -¿Y la caravana de regalos proveniente de Hadramut?. ¿Cómo sabrá donde encontrarnos Maestro? –preguntó Berberiar a su amo, abriendo al máximo sus redondos ojos de águila. Mensor se acercó a él y pidió a Berberiar que se posara en su brazo derecho. -Porque tú la guiarás, Berberiar. Mi joven aprendiz. Ya estás preparado para hacer muchas cosas importantes por ti mismo. Esta será la primera. Parte antes de que el sol se oculte del todo y busca la caravana de presentes. Volando toda la noche hacia el Sur llegarás al alba a la ciudad de Habban. A buen seguro que la caravana habrá elegido sus alrededores para pasar allí la noche. Toma el mando y dirige al grupo hasta la el lugar que llaman Petra. Es en ese lugar donde nos volveremos a encontrar. Berberiar no daba crédito a lo que estaba oyendo. -Sí, sí maestro así lo haré –fue lo único que pudo decir-. -Aliméntate antes, Berberiar, que el frío de la noche es traicionero y bebe agua abundante. – dijo mi Maestro Bel-Sar-Utsar-. -Eso haré Bel-Sar-Utsar. –respondió el águila llena de alegría-. -Ten... Mensor sacó algo de un pequeño cofre dorado y se lo colocó a su discípulo en una de las patas. Es un pedazo de piel de Dragón chino. Te valdrá para comunicarte con nosotros siempre que quieras y contarnos el avance de tu viaje. Sólo tienes que pronunciar al nombre del dragón al que perteneció la piel tres veces....HAKU. -Gracias Maestro. Llevaré a la caravana a su destino. -Estoy seguro de ello, completamente seguro. Berberiar se despidió de nosotros con un pequeño golpe de ala sobre nuestro hombro –tal y como es costumbre entre las aves nobles- y poco después con el buche bien lleno de carne de conejo partió hacia el Sur, rumbo al encuentro de la caravana de regalos. Capítulo VIII


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.