rrollo de cuadros de mandos, Panel de Control y mejora en los sistemas de información del SNS-O, adaptados a los requerimientos funcionales de Atención Integrada de la Estrategia de Crónicos que posibilita la visualización y edición desde cualquier ámbito del SNS-O de la valoración global, activación de circuitos, objetivos y pauta de descompensación de forma integrada. Se está desarrollando un nuevo modelo de estratificación de pacientes pluripatológicos complejos que identifique dos subgrupos de población que pudieran beneficiarse de diferentes modelos de gestión de casos. Se ha trabajado en la definición de un modelo de atención a pacientes con Enfermedad Crónica Avanzada que incorpora la promoción de un Plan de Decisiones Anticipadas en pacientes no oncológicos incluidos en la Estrategia de Crónicos.
Y, por último, ¿cuáles son las prioridades de la Consejería para el 2020? En el proyecto de presupuestos para 2020 hay, en primer lugar, una apuesta por la salud que crece casi un 7% respecto al presupuesto de 2019. Y ya más en concreto, las prioridades son la Salud Pública, Salud Laboral y la Atención Primaria, especialmente en lo referido a nuevos gastos. En relación con Políticas de Salud y Salud Pública, vamos a relanzar el trabajo intersectorial e interdepartamental apostando en serio por la estrategia de la OMS de Salud en Todas las Políticas (SETP) y/o Todas las Políticas con Salud; con su herramienta operativa de la Evaluación del Impacto en Salud (EIS). Hoy sabemos, y toda la evidencia científica lo soporta, que si queremos mejorar el nivel de salud de la Comunidad hay que intervenir desde las políticas de empleo, vivienda, economía, medio ambiente, agricultura, servicios sociales y demás. Sin duda, la atención sanitaria es una parte importante para la gente, pero “producir” salud, elevar el nivel 50
de salud comunitaria hay que hacerlo sí o sí desde todas las políticas y especialmente las que tienen más impacto en la salud de las personas. Las intervenciones en promoción de salud y prevención de la enfermedad van a ser sin duda una prioridad de primer orden en este año y los siguientes de la legislatura. En la misma dirección, la Salud Pública y la Atención Primaria de Salud serán objeto de nuestra atención y dedicación prioritaria.
En coherencia con ello, nos planteamos para este año y siguientes consolidar y también ampliar la oferta de programas preventivos y de detección precoz, así como completar la implantación y evaluar el diseño de un nuevo modelo de atención social y sanitaria a nivel de distrito reforzando determinadas prestaciones a nivel domiciliario y comunitario (rehabilitación domiciliaria, camas residenciales de estancia corta post alta hospitalaria, etc.). En segundo lugar y para poder mejorar la atención sanitaria en nuestra Comunidad hay que abordar la situación de los profesionales y muy especialmente en Atención Primaria. Nos planteamos realizar cambios (micro reformas) organizativas que permitan mejo-
rar la situación y la vida de los profesionales para poder atender mejor a las personas. En la dirección de ganar en flexibilidad y transversalidad e ir superando la “estanqueidad” existente en nuestras organizaciones. Suelo decir que tenemos una situación, necesidad y retos del siglo XXI, pero con una organización del siglo pasado. Queremos dotar sin duda de una mayor autonomía de gestión a los equipos y servicios. Con ese objetivo vamos a impulsar un nuevo marconormativo en Navarra que permita más autonomía en la gestión económica y de los profesionales. En ese nuevo marco legal, estamos ya trabajando en un decreto que fomente y facilite realmente la innovación, la formación y la investigación. Relacionado con esto último está el desarrollo del grado de medicina en la UPNA y la imprescindible implicación de nuestros profesionales en la formación del grado. Me refería en el punto primero a una cultura de liderazgo, gestión y dirección diferente e innovadora. Y en este año vamos a avanzar consecuentemente en esa dirección. Queremos que esa nueva cultura impregne todas nuestras actuaciones y, además, a todos los niveles. Queremos profesionalizar la gestión sanitaria, seleccionando a las personas con responsabilidad de gestión mediante procedimientos abiertos y transparentes, basados en los méritos, capacidades y experiencia acreditadas. Y asimismo, posibilitar y exigir la evaluación y rendición de cuentas en todos los niveles de la organización sanitaria. Autonomía, herramientas y rendición de cuentas serían las tres condiciones y elementos del proceso.