El gasto público sanitario: combatir la desigualdad garantizando un derecho efectivo a la salud España ha alcanzado un nivel de desarrollo material y económico elevado en las últimas cuatro décadas. Sin embargo, nuestro país presenta unas importantes tasas de desigualdad que deben combatirse. La desigualdad compromete el bienestar y la cohesión social.
María Luisa Carcedo
Ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social Para mitigarla, la inversión en servicios públicos se ha demostrado muy exitosa. En España, el gasto público sanitario ha tenido un importante potencial redistributivo, configurándose como un mecanismo de justicia social, que ha servido además para garantizar el derecho efectivo a la salud de la ciudadanía. La principal preocupación del ser humano a lo largo de la mayor par8
te de la historia ha sido lograr una productividad y recursos suficientes como para poder subsistir. Sin embargo, en los países desarrollados hace tiempo que sobrepasamos holgadamente ese umbral, contando con una situación en la que capas amplias de la población disfrutan de unos estándares de vida históricamente altos. Por eso muchos y muchas consideramos que las prioridades han
cambiado y la lucha contra la desigualdad debe ser ya un elemento central. Así lo sugieren algunos datos: durante muchos siglos el aumento de la riqueza se asociaba a una mejora del bienestar. Sobrepasado cierto umbral de desarrollo, en cambio, incrementos del PIB no repercuten positivamente en este aspecto.