RECONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL HÁBITAT Y VIVIENDA TRADICIONAL Experiencias en la Sierra Mixe y el Istmo de Tehuantepec
Los sismos ocurridos los pasados 7 y 23 de septiembre (2017) en los estados de Chiapas y Oaxaca, dejaron en evidencia tres aspectos fundamentales para la reconstrucción: 1. La importancia de conocer el territorio, las formas de habitar, el tejido social y las tipologías vernáculas de nuestro país. 2. La urgente necesidad de trabajar con equipos transdisciplinarios que colaboren en procesos sociales de reconstrucción y el rol del arquitecto. 3. El impacto de las políticas públicas en el territorio, la cultura y el tejido social. 1.Territorio, formas de habitar y tipologías vernáculas Chiapas y Oaxaca, epicentros de los sismos del 7 y 23 de septiembre, son estados que comparten algunas características sociales, económicas y culturales: Distribución rural-urbana. Más del 50% de su población habita en comunidades rurales, siendo los únicos estados en el país, en conjunto con Tabasco, que presentan esta distribución rural-urbana según la CEPAL. Pobreza extrema. Son los dos estados que encabezan la lista de pobreza extrema en México. Según CONEVAL, Chiapas ocupa el lugar número uno con un total del 77.15% de la población en dicha condición de vulnerabilidad. Por su parte, en el estado de Oaxaca existen 70.4% de habitantes en condiciones de pobreza, lo cual equivale a 2 millones 847 mil oaxaqueños. Presencia de pueblos originarios. En nuestro país existen un total de 65 pueblos originarios, según la Comisión Nacional para
el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. El estado de Chiapas concentra un total de 13 grupos étnicos, lo cual representa un 20%; Por su parte, en el estado de Oaxaca habitan 14 culturas originarias, lo cual equivale a un 21.53%. Es decir, los estados de Oaxaca y Chiapas albergan, de manera conjunta, el 41.53% de los pueblos originarios del país con un total de 27 culturas diversas. Entendiendo que los procesos de reconstrucción tendrían lugar en un territorio con una gran presencia de pueblos originarios localizados en comunidades rurales, y en condiciones de pobreza extrema, resultaba sumamente importante entender las formas de habitar y la cosmovisión de dichos pobladores. En el caso del estado de Oaxaca las regiones más afectadas fueron el Istmo de Tehuantepec y la Sierra Mixe, en las cuales habitan, principalmente, las culturas Ikoot (Huaves), Binnizá (Zapotecos) y Mixe. El caso de la Sierra Mixe El trabajo que realizamos en la Sierra Mixe de Oaxaca inició en octubre de 2017 con una reunión de trabajo coordinada por el Arq. Enrique Ortiz Flores (Habitat International Coalition-América Latina) y el Instituto de Filologías de la UNAM, a la cual fuimos invitadas para colaborar en la reconstrucción de comunidades Mixes con las que el Instituto llevaba colaborando desde hace más de 10 años. En dicha reunión, se acordó realizar un estudio de factibilidad social en tres localidades: San Lucas Camotlán, Santa María Nativitas Coatlán y Huitepec. Posteriormente se sumó el equipo de FHMM con el interés de colaborar y financiar la reconstrucción. El recorrido por la Sierra Mixe inició en conjunto con un equipo transdisciplinario con el cual pudimos realizar la evaluación y caracterización, no solamente del estado físico-espacial de las comunidades a partir de los daños provocados por los sismos, sino