Revista Pasá la voz - 23° edición

Ediciรณn No. 23

Ediciรณn No. 23

Carrera de Comunicaciรณn ISBN 2011-0200

Pontificia Universidad Javeriana Santiago de Cali

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C O N T

Jefe de redacción Juan Pablo Delgado Castro

Comité editorial Alejandra Rodríguez Ramírez Camila Marcela Chirán Melo Camila Vela Giraldo Daniel Alejandro Camargo Giraldo Isabella Terán Bernal Juan Pablo Delgado Castro Juan Pablo Restrepo Álvarez María Camila Echeverry Velásquez María Camila Gómez Ceballos Martina Muñoz Villegas Nathalia Andrea Henao González Santiago Viveros González Sofía Medina Jaramillo Sofía Guzmán Cruz Valeria Villamil Cárdenas Colaboran en esta edición Carlos Andrés Escobar Giraldo Diandra Camila Diaz Gómez Jefferson Steven Gualy Silva Juan Felipe Rada Arias Juliana Marcela Vargas Escobar Marlon Fabián Ramos Peña Raixa Delgado Jaramillo Portada y Contraportada Daniel Alejandro Camargo Giraldo Juan Pablo Restrepo Álvarez Kevin Nieto Vallejo Diagramación Kevin Nieto Vallejo Ilustración Danny Wang Lin Freddy Salas Valencia Juanita Gómez Cardozo Juan David Moreno Díaz Kevin Nieto Vallejo Laura Bernal Teshima Natalia Jiménez Osorio

ESPECIALES

Página ~ 4 Orgía Urbana

Página ~ 6 La otra cara del cuento

Página ~ 8 ¿Qué pasa después de la muerte?

Página ~ 10 El modelaje: un mundo que esconde secretos y verdades

Página ~ 12 Por debajo de su piel

Página ~ 14 La casa de bahareque

Página ~ 16 De espuelas a tacones

Página ~ 18 La píldora milagrosa

Página ~ 20 Kali Uchis

Página ~ 22 Nación sin identidad

Página ~ 24 Un premio de punta y lente Página ~ 25 Agua Página ~ 28 “Wake up sheeple”

LITERATURA

Coordinador Sergio Chacón Peña

CRÓNICAS

Editor gráfico Daniel Alejandro Camargo Giraldo

Página ~ 30 El loco encapuchado

Página ~ 32 El ladrón del lago azul

OPINIÓN

Editora en jefe Nathalia Andrea Henao González

C O N VO C ATO R I A

E N I D O Página ~ 34 Recuerdos a prueba de terremotos

Página ~ 36 David Stein: un genio de la falsificación

Página ~ 38 Los desafíos de las universidades y las empresas en la construcción de una cultura de paz en Colombia

Página ~ 40 Carta a la vida

Página ~ 42 Salocin

Página ~ 44 Una crítica a los acontecimientos actuales

Página ~ 46 Te sueño en sans serifa

Impresión Editorial LA PATRIA S.A. Cra. 20 #46-35 (6) 8781700 www.lapatria.com Manizales, Caldas - Colombia, 2018.

Editorial N AT H A L I A A N D R E A HENAO GONZÁLEZ Estudiante de Comunicación Editora en jefe ¿Cómo contar lo que ya ha sido contado?

Fue la gran incógnita con la que dimos inicio a esta edición. Nos pusimos en la tarea de buscar la manera de narrar el mundo desde una perspectiva diferente, buscando temas poco recurrentes para contar la vida cotidiana con otra mirada.

Así que salimos decididos a las calles a buscar historias que merecían ser contadas. Nos atrevimos a participar en orgías urbanas, a soñar con la primera mujer presidente de Colombia, conocimos la otra cara del cuento, nos expusimos a balaceras literarias, nos pusimos en manos de los narcos y al final nos dimos cuenta, incluso, de lo que hay después de la muerte.

En estas páginas dejamos plasmada parte de los esfuerzos de un semestre lleno de cambios y aprendizajes que reflejan el comienzo de una nueva etapa de esta revista, que seguirá su crecimiento y desarrollo como medio de comunicación universitario.

Es por esto que te invitamos a que sigas pasando la voz pero a partir de este momento con un tono diferente.

CRÓNICA

Era nuevo en la ciudad y quería probarlo desde hacía mucho tiempo. Sabía muy bien que en Cali existen muchos de estos lugares donde se puede encontrar estas aventuras grupales, en los que para vivir estas experiencias desenfrenadas no se requiere de género, etnia o estrato en específico. También hay que destacar que se debe ser muy creativo en este tipo de actividades, pues hay que adoptar la posición más conveniente para salirse con la suya. Las posibilidades puede que varíen entre tamaños, colores y sabores, pero lo que sí es más que seguro, es que se entrará en contacto físico con muchas personas a la vez.

Santiago Viveros González

Estudiante de Comunicación santiagoviveros@javerianacali.edu.co

No lo había hecho nunca y estaba muy nervioso, es una experiencia que marca la vida de cualquier persona. Debido a esto, les pregunté a algunos allegados quienes lo habían hecho antes, que me dieran algunos consejos para triunfar en mi primera vez. Mi tío me habló sobre un sitio donde podría empezar, donde en una hora establecida encontraría a La Sueca, quien era una posible opción que supliría mis necesidades. De cintura marcada y nariz chata, parecía ser la opción indicada para mi debut; todo pintaba bien pero el hecho de que tuviera que compartirla con muchas otras personas no me acababa de gustar.

Mi primo me prestó su tarjeta e insistió en el cuidado que debía tener, pues lugares como al que iba no eran del todo seguros. Tomé impulso y fui al sitio, de inmediato noté lo grande que era, se podía escuchar múltiples sonidos como gritos y rugidos. Ya dentro del establecimiento pude ver a muchas de ellas siendo tocadas por todos lados. Pero la que me interesaba estaba parada en el fondo, permanecía callada e inmóvil mientras unos tipos la estaban tratando de abrir a la fuerza. Era tal y como me la habían descrito, grande y de aspecto europeo .

Siempre que ella llega, es el centro de atención, algunos clientes enloquecen a tal punto de parecer animales obsesionados con su presa y dispuestos a hacer cualquier cosa con tal de satisfacer sus bajos instintos. Lo que más

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CRÓNICA

me impresionaba era la manera violenta en que algunos clientes la abordaban. Recibía muchos golpes, entraban en ella sin ningún tipo de mesura.

Sin embargo, se veía que ella estaba acostumbrada a ese maltrato, ya que esta era su rutina diaria.

En medio de la fila que había para llegar a ella, todos se empujaban porque La Sueca se iba a ir, todos estaban ansiosos por tomarla ya fuera por su parte trasera o delantera y es que tiene fama de moverse muy bien; a pesar de ser grande, es muy rápida, te podría llevar casi tan lejos como quisieras. Así fuera a la misma vez y nos tocara estar demasiado cerca durante mucho tiempo, el señor que se encontraba a mi lado y yo, estábamos dispuestos a entrar en ella a la vez.

Cuando por fin llegó nuestro turno y antes de que se fuera, entramos en ella de manera lenta y complicada, la sensación fue más que satisfactoria pues fuimos de los pocos afortunados. Todos la agarrábamos de una parte distinta, mientras ella

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rugía. Era un ambiente muy caliente y sofocante, había grandes ventanas por las que podíamos ver las caras de asombro de los espectadores al ver tan dantesco espectáculo.

Después de quince minutos sobre ella, empecé a desilusionarme debido a la falta de fluidez en sus movimientos porque no era la veloz europea que me habían descrito. Además, ella no me convenció por completo, porque hablaba mucho y muchas veces no se le entendía, paraba cada cierto tiempo, para que entraran más clientes, como si no estuviéramos lo suficientemente incómodos.

Luego de una larga y salvaje experiencia me bajé de ella, estaba demasiado cansado, pero por fin lo había conseguido, pasé la mayoría de tiempo parado, pero había conseguido viajar por primera vez en un articulado, en la E-41 para ser más exactos; ruta que cubre el trayecto Andrés Sanín- Universidades, a plena hora pico.

FOTOGRAFÍA: SANTIAGO VIVEROS GONZÁLEZ Estudiante de Comunicación santiagovivieros@javerianacali.edu.co

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CRÓNICA

Sofía Guzmán Cruz

Estudiante de Comunicación sofiaguzmancruz1@javerianacali.edu.co

“Un, dos, tres ¡Buenas noches!

Aplaudan por favor, mi mamá cree que estoy triunfando”.

Con un tono satírico, curioso y simpático, lo decía bastante bien un joven chileno que crecía rodeado de arte. Todos lo conocían como el Niño Ardilla, tal vez por sus brillantes ojos y esbelto cuerpo o, a lo mejor, porque le encantaban los frutos secos.

Un día, el Niño Ardilla estaba estudiando artes escénicas y ¡vaya sorpresa!, fue amor a primera vista. Era roja como un tomate y redondita como el sol. La llevaba a todas partes, era su nueva compañera. “¡Bip! ¡Bip!”, se trataba del sonido de su amada nariz de payaso. “¡Buenas noches familia!”, aclamaba a diario el Niño Ardilla con una energía muy peculiar frente a todo su público mientras disfrutaba del show de malabares.

La familia Ardilla, sentada en primera fila como era normal, aplaudía orgullosa a su joven integrante que cada vez triunfaba más. Los días pasaban y el pequeño Niño Ardilla decidió comenzar una inolvidable travesía por Argentina, Brasil y Colombia, pues quería que todo el mundo escuchara aquel sonido que

tanto amaba. Allí, la narración y la comedia serían su plato de comida favorito.

Serían la fuente para vivir del arte que quería hacer.

Niño Ardilla!”, dijeron los productores del festival en donde se encontraban.

Algo descabellado ¿no crees? Es sólo una cultura más.

Llegó el 2012 y con él una llamada muy especial.

- Aló - ¡Hola, Festival Iberoamericano de teatro! -. ¡Qué maravilla! Se trataba del inicio de una nueva aventura en un nuevo lugar, algo que daría un vuelta de 180 grados a su cuento. Era como El Niño Ardilla en el País de Nunca Jamás, donde los sueños se hacían realidad y se vivía para siempre.

O como El Niño Ardilla en el País de las Maravillas, donde aquellos que pierden la cabeza y están completamente locos son las mejores personas. ¡Era como Locombia!, donde El Niño Ardilla se sentiría como pez en el agua, o mejor aún, como ardilla comiendo nueces.

Después de su gran travesía el Niño Ardilla exclamó: “La improvisación es lo más lindo que puede existir en la vida”.

Pero esto era tan solo el inicio del gran cuento que estaba por venir. El pequeño Niño Ardilla cada día crecía y crecía, al igual que su reconocimiento. Tanto así, que llegó a un sitio único, donde un teatro de piedra se convierte en el nido de la improvisación y el olor a tradición se siente a leguas: La Colina de San Antonio.

Aquí es donde nuestro Niño Ardilla con su rostro alegre y peculiar humor que lo caracteriza siempre en escena, logra contagiar a todo su público de la gran energía que lleva consigo.

“Le cambio a mi hija por ciento cincuenta chivas”, le dijo el señor Guajiro. ¡Vaya bienvenida! Qué grata forma de recibir a nuestro Niño Ardilla la primera vez que dio algunos pasos en suelo colombiano. “¿Acaso es una broma?”, era lo único que él podía pensar, era increíble que le estuvieran diciendo eso ¿Acaso los demás habían escuchado lo mismo? “¡Bienvenido a nuestro país querido

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Nadie puede negar que estamos llenos de cuentos, y quién mejor para demostrarlo que Christian Maturana, nuestro gran Niño Ardilla que, con su marcado acento chileno, logra cautivar la atención de todo caleño amante de la diversión y la cultura en un espacio donde la palabra se convierte en acción, y la cotidianidad en entretenimiento.

CRÓNICA

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I L U S T R AC I Ó N : N ATA L I A J I M É N E Z O S O R I O Estudiante de Diseño de Comunicación Visual naticajim@javerianacali.edu.co ~7~

Ana Elsy Rincón y Gildardo Rojas Ruiz, una pareja con más de 40 años de matrimonio, fundaron su amor en medio de los muertos.

En efecto, trabajar con los muertos significaba enfrentarse a momentos que quizá los más nerviosos y asustadizos no serían capaces de superar. Pero, para colmo, en esta funeraria la contadora nunca logró perder el miedo a los cuerpos inertes, tanto así que no era capaz de

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Estudiante de Comunicación Editor gráfico dcamargo@javerianacali.edu.co

Los cuerpos entraban enteros o mutilados por la misma puerta por la que cruzaban las hijas de la pareja para entrar a su casa. Por orden de sus padres, subían rápidamente al segundo piso y ellas alegremente obedecían.

Sin embargo, no lo hacían para sentarse frente a la televisión a ver su programa favorito, sino para presenciar, a través de las grietas del piso de madera, el detrás de escenas del último gran espectáculo de los muertos. Probablemente estas inventaban historias y chistes entre ellas de cada difunto que llegaba a ser preparado, mientras que los padres, inocentes y asustadizos, creían que sus hijas permanecerían, como ellos, libres de cualquier imagen perturbadora .

Nathalia Andrea Henao González

De repente la situación se tornó más espantosa aún, pues el sonido del timbre interrumpió su quietud de manera instantánea. Debía abrir la puerta y actuar con la mayor naturalidad del mundo para no delatar sus nervios frente a las autoridades que acudían a su casa. Tras abrirla, le dio la bienvenida a los agentes del DAS, quienes entraron e inmediatamente se percataron de la escena. No pudieron ocultar su sorpresa: - ¡Señora! usted es muy valiente teniendo ese cadáver aquí, ¿no le da miedo?

- No, para nada - respondió pretendiendo valentía para mostrar su actitud profesional a los agentes que realizaban su visita de rutina, pues sería el colmo que sintiera miedo siendo dueña de una funeraria.

Estos singulares personajes, que desde su juventud se han dedicado a preparar los servicios funerarios, formaron su hogar y su trabajo en un mismo espacio, una funeraria. Hoy, ellos nos cuentan memorias y anécdotas que nos dan a conocer qué pasa después de la muerte.

Daniel Alejandro Camargo Giraldo

Bajó las escaleras y se encontró con lo último que cualquier persona querría encontrarse: un muerto en la sala de su casa. En medio del silencio, su cuerpo permaneció inmóvil mientras su corazón latía más rápido que nunca. Su esposo la había dejado sola en casa con un cadáver cuya procedencia era desconocida.

Estudiante de Comunicación Editora en jefe nahenao@javerianacali.edu.co

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FOTOGRAFÍA: N AT H A L I A A N D R E A HENAO GONZÁLEZ Estudiante de Comunicación Editora en jefe nahenao@javerianacali.edu.co

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ir al baño sin compañía. Una tarde, se encontraba sola en la se respiraba nostalgia. De repente, la gente empezó a gritar funeraria y un cliente tocó a la puerta buscando un ataúd para y a rezar en voz alta: la muerta estaba parada en la entrada. su familiar fallecido. Tal como una vendedora de carros vende “¿Por qué tanto escándalo?” - preguntó Nieves extrañada al a su cliente el vehículo que cumple con sus necesidades y ex- ver el rostro aterrorizado de la gente por su presencia. pectativas, así mismo se dispuso a ofrecer los ataúdes de todas “¡Porque usted está muerta!”. las gamas, hasta llegar al más llamativo. Se agachó para abrirlo y fue víctima del mayor espanto: había un muerto en su interior No se trataba de un evento paranormal, se trataba de una y este cobró vida. Las carcajadas retumbaron en los oídos de la confusión. La señora que encontraron en la morgue tenía una pasmada contadora, quien comapariencia sumamente similar prendió que había sido víctima a la pariente que buscaban. Así de una broma planeada por sus que recuperaron a su anciana, “¿Por qué tanto escándalo? compañeros. y por honor y respeto, le dieron - preguntó Nieves extrañada al ver un entierro digno a la mujer en Pero no todos los sustos son el ataúd. el rostro aterrorizado de la gente bromas, y ese fue el caso de la por su presencia. familia de Nieves. Esta pequeña En los 34 años que la pareja ¡Porque usted está muerta!”. anciana, trigueña y de cabello estuvo trabajando con difuntos, largo, era conocida por los nunca sintieron un espanto, vecinos por tener la costumbre ningún espíritu y en general nada de escaparse de casa y volver horas o días después de que relacionado con ello. Ambos son escépticos ante lo paranormal el barrio entero la buscara por todas partes. La última fue la y creen firmemente que a quienes hay que temerle es a los vencida, la mujer ya llevaba perdida varias semanas y a pesar vivos, no a los muertos. El velorio es un símbolo de respeto de los esfuerzos de sus familiares, no la pudieron encontrar. ante la persona que alguna vez estuvo en nuestra vida, es un Un tiempo de angustia pasó la familia, visitando la policía y momento para que todos aquellos que hicieron parte de su los hospitales hasta que un día la hija, los nietos y el yerno vida se unan, y es un espacio para reflexionar sobre la vida llegaron a la morgue, y para su desgracia reconocieron el misma, pero no es una oportunidad para redimirse o pagarle cuerpo de la mujer fallecida. Todos, conocidos o desconoci- lo que se le debe al fallecido, porque en palabras de Gildardo dos, asistieron al velorio y cuando se asomaban a ver el rostro “el muerto, muerto está”. frío de Nieves, caían en llanto; el ambiente estaba pesado y

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CRÓNICA

Alejandra Rodríguez Ramírez Estudiante de Comunicación alejandra2000@javerianacali.edu.co

Hace algún tiempo tuve la oportunidad de conocer a una modelo muy reconocida que me contó sus triunfos, pero también sus obstáculos. En el mundo del modelaje, historias van y vienen. Testimonios que enseñan, otros que duelen, algunos de éxito, pero todos reflejan la verdadera vida que deben llevar las modelos; ese es el caso de Kendall Ambrioso una modelo que tiene una historia que debe ser contada.

Kendall tiene 23 años de edad y ha estado en el modelaje desde muy pequeña. A lo largo de su camino por las pasarelas, la modelo ha definido la moda como una forma excluyente de vida, a pesar de que hoy en día se dice que se han introducido nuevos tipos y modos de belleza que buscan generar una sensación de inclusión en la sociedad. “Esto no es del todo verdad” dice Kendall, ya que siguen siendo muy estrictos con las tallas y características necesarias de una modelo. El reducir centímetros en la cintura, el pecho y la cola, han sido los responsables de obtener modelos

esqueléticas. Este mundo es, y seguirá siendo, una industria a la que es difícil entrar y lograr un trabajo digno.

Son varias las mujeres que han atravesado este mundo, algunas lo han abandonado y otras han seguido su camino con muchos obstáculos de por medio, puesto que la vida que llevan las modelos es una vida de condiciones, tal como la que ha llevado Kendall desde pequeña, quien cuenta que ha tenido que cumplir con una talla específica para una pasarela o campaña con el objetivo de ser aceptada. Esos niveles de reducción de peso la han llevado a hacerse varias preguntas como “¿Estos desniveles en realidad son justos? ¿El esfuerzo y sufrimiento vale la pena?; existe la posibilidad de que otra modelo cumpla con las expectativas del diseñador o de la marca. Entonces, ¿es una competencia el ser modelo para ser aceptada en un desfile de modas?”.

Además de las condiciones, el modelaje también tiene restricciones. Las modelos deben manejar muy bien su tiempo libre y el cuidado de su alimentación, que siempre es tratada por es-

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pecialistas. Para Kendall el objetivo primordial es cuidar su figura, pero son varias personas quienes controlan su vida como modelo. En este sentido, Ambrioso menciona que las modelos deben convertirse en maniquíes intercambiables de ropa, puesto que son condicionadas por la forma de vivir para usar una prenda por 5 o 10 minutos en una pasarela en la que las cámaras y celulares son el público principal.

Para conocer los impedimentos de las modelos, Kendall me dio a conocer algunos de los que ha tenido a lo largo de su vida. “En varias ocasiones me han impedido ingerir ciertos alimentos, siendo un gran sacrificio. Me dicen cómo vestir y qué marcas debo llevar, pero ¿estoy contenta con lo que uso? Ahí no importan mis gustos, ni lo que quiera usar, solamente importa lo que la agencia diga. Con lágrimas en los ojos me he visto obligada a aceptar todo lo que me piden, puesto que la presión social que cargo es más fuerte que mis propios ideales”, asegura Kendall.

Por otro lado, relata que la cantidad de horas que debe dormir y descansar

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I L U S T R AC I Ó N : K E V I N N I E T O VA L L E J O Diseñador de Comunicación Visual kevinnieto.93@gmail.com

también están controladas, ya que tiene que cumplir con labores y jornadas extensas que inician a tempranas horas de la mañana. “Mientras mis amigas hacen pijamadas, ven películas o salen con sus amigos, yo me dedico a trabajar para mi cuerpo y descansar para cumplir con las responsabilidades que exige el modelaje. De este modo, todo sacrificio y responsabilidad da como resultado mucho dinero, pero ese dinero no reemplaza la felicidad ni el tiempo”.

Las obligaciones y requisitos de las modelos son muchos. Kendall cuenta que uno de los requisitos más difíciles de cumplir para representar una marca en una pasarela fue “tener que bajar cuatro tallas en menos de 6 meses, generando cambios en mi personalidad, como el ser muy disciplinada y responsable frente a mis acciones”.

Kendall recuerda una experiencia muy significativa en el mundo del modelaje. “En un casting al cual asistí con mis dos mejores amigas nos vieron tres directores de áreas diferentes, y en el mismo día nos dijeron que éramos muy gordas para lo que necesita-

ban, que éramos demasiado flacas y que éramos lo que necesitaban. Tengo en mi memoria la tristeza e intriga que tuve ese día, no entendía por qué después de meses de entrenamiento y dieta regulada no era aceptada por ningún jurado. Pesando menos de 52 kilos y con 8 centímetros de cintura, uno me exigía aumentar, otro reducir y para otro estaba en el punto exacto”.

Además, añade que “por esa experiencia y muchas más que me han dejado el modelaje, cambiar varios aspectos personales en torno a lo que opinan unas cuantas personas no es realmente útil y en cualquier momento eso puede cambiar. Mi forma de ver la vida cambió totalmente, entender que tenía que seguir unas reglas y actuar de una forma determinada me convirtió en una mujer sumisa ocultando mi personalidad”.

Esta modelo resalta sus aprendizajes, que han sido muy útiles para madurar en varios sentidos y entender que es imposible ser del agrado de todo el mundo.

También destaca que la disciplina fue uno de los principales valores que le dejó el modelaje, ya que “la exigencia de cumplir con dietas, reuniones y trabajos me obligó a abrir los ojos al mundo, y enfrentarme a situaciones que en ocasiones no creí estar preparada”.

Es así como la vida de Kendall siempre ha sido muy condicionada conforme a su peso corporal y sus redes sociales, en las que deben tener privacidad sin dar a conocer su opinión. “La constante reducción de peso ha debilitado mi salud trayendo largos tiempos de enfermedad, cada vez que reducía más mi peso me sentía más cansada y débil.

Mi piel estaba muy seca y mi cabello y dientes estaban cada vez más débiles”.

Entonces, ¿hasta cuándo la moda va a ser un arma mortal para la sociedad?

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Eso solo dependerá de las modelos, quienes deben alzar la voz y dar un alto en el camino. Ningún sufrimiento es en vano y ningún logro es fácil.

Las modelos, previo a las pasarelas, requieren de horas, días y meses de trabajo para ser vestidas y mostrar una prenda por cinco o diez minutos. Pero entonces, ¿se prefiere la apariencia antes que la calidad del cuerpo? Por esto, la búsqueda de un cuerpo perfecto es generadora de inalcanzables ideales de belleza, tanto para los hombres como para las mujeres, sin tener en cuenta las diferentes condiciones en que se encuentra cada modelo. Esto hace que cada vez sea más normal cambiar para ser aceptado en el mundo de la belleza, la moda, y la fama. Con sus experiencias y cicatrices de este mundo, Kendall considera que ese cambio es lo que nos lleva a aceptar el mundo de la moda y aplicar las tendencias que se implementan día a día.

Recuerdo las palabras de Kendall a quien, gracias al modelaje, le surgió la pregunta “¿es necesario cambiar para pertenecer?” y les deja un consejo a todos los que desean entrar en dicho mundo: “No vale la pena tener que cambiar tu estilo de vida, tus gustos, tus tiempos y tus amigos para poder pertenecer a un mundo que está en constante cambio y en el que no siempre seremos lo que se busca. Creo que si pudiera devolver el tiempo, no habría cambiado para pertenecer ni hubiera dejado de vivir varias cosas que me hacían feliz, por otras que le hacían feliz a los demás”.

Por esta historia y muchas más es que se concluye que detrás de cada modelo que se observa en las pasarelas, se esconde una historia que no siempre será contada.

Estudiante de Comunicación maca5599@javerianacali.edu.co

María Camila Echeverry Velásquez

CRÓNICA

Sus miradas cortaban como cuchillos por debajo de su piel, por debajo de su alma. Se sentía sucia, como si fuese un cadáver en proceso de descomposición y su olor se sintiera a kilómetros de distancia. “Aléjate, si te ven con nosotras nos untas de tu mugre” le decían sus amigas, le gritaban sus enemigas.

4:00 a.m. Dicen que la hora del diablo es a las tres de la mañana, esa es la hora en la que todas las películas de miedo acechan los demonios y se roban las almas de los más indefensos. Pero para Yaneth las tres no eran nada comparada con las cuatro, cuando después de una langa charla ella le había contado a su padre por primera vez la condición con la que tenía que vivir. “Lárgate de mi casa, eso que tienes me avergüenza, contaminas con tu tacto”, le dijo con una mirada iracunda. Su sangre corría por sus venas y sus ojos eran los mismos de ella. Y era con ese mismo reflejo que la echó de su casa a las cuatro de la mañana, sin un peso y con repudio de su existencia. Su esposo la había ensuciado y aunque ella solo fuera la que portaba la mancha, era también la que cargaba con toda la culpa. Y sus hijas, Laura y Lina fueron solo peones fáciles de derribar, tomadas por el gobierno y entregadas al ICBF por tener una madre manchada y un padre fantasma.

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Mientras sus hijas tenían un hogar con dos padres y un colegio fino, ella se encontraba balanceándose en un hilo entre la vida y la muerte. Vida, porque era lo último que le quedaba, y muerte, porque la gente le hacía pensar que no se merecía nada más. Era más fácil ¿no?, acabar con las miradas y los dolores en las noches, en las que veía como su esposo salía sin aviso y sin excusas de la casa en horas de insomnio y regresaba con caricias y besos untados de los cuerpos de otras mujeres.

Era más fácil dejar a sus hijas en una familia que les podía dar todo aquello de lo que ella carecía.

Verdaderamente parecía más fácil y lo hubiera sido, pero no lo fue. Y no lo fue porque conoció a otras que portaban su misma letra escarlata; que también abandonadas en la calle, juzgadas por el barrio y abucheadas por su propia familia, contemplaban su mismo deseo de un descanso final.

Después de tanta guerra y destrucción el universo obró con acto de ironía celestial, demostrando que en la más mísera etapa de la vida todas estas mujeres fueron capaces de unir fuerzas. Formando una familia de mujeres que marcadas con la misma mancha de desprecio buscaban ayudar a aquellas hermanas que también le echaban la madre a Dios por darles una “enfermedad de prostitutas y maricas”, repitiendo las mismas palabras que

CRÓNICA

Edición No. 23 asco, por repulsión y más que todo, por ignorancia. En palabras de Yaneth “el VIH no nos mata, pero la discriminación sí”, ya que es la vergüenza y el rechazo lo que hace que estas mujeres contemplen la idea de acabar con su vida e incluso dejar que la enfermedad las carcoma mientras permanecen escondidas en una habitación de mala muerte y abandonadas por sus familias.

Dicho por la misma Yaneth “Lila Mujer le dio un espacio a estas mujeres para que se liberaran y pudieran aprender a construir a pedazos el amor que el resto de las personas habían decidido arrebatar de su pecho.” Un lugar donde al mismo tiempo se es cocinera, administradora, psicóloga e incluso, abogada. Un lugar que a diferencia de un cuento de hadas o una película con final feliz sigue tambaleándose, con dificultad de mantenerse estable y en donde ha sufrido la pérdida de hermanas del alma que por depresión o escasez de medicamentos han caído en batalla.

I L U S T R AC I Ó N : JUANITA GÓMEZ CARDOZO Diseñadora de Comunicación Visual jgomezc9417@gmail.com

“[…]Lila Mujer le dio un espacio a estas mujeres para que se liberaran y pudieran aprender a construir a pedazos el amor que el resto de las personas habían decidido arrebatar de su pecho[…]”.

todos siempre les habían dicho cuando hablaban de lo que se trataba el VIH. Una enfermedad que solo se les pegaba a las fufurufas, pues, aunque eran sus maridos los infieles y los que llegaban a sus hogares untados con este virus inminente no se les condenaba ninguna sentencia, mientras que a ellas se les quitaba la dignidad y las ganas de seguir adelante.

Y fue así como Yaneth luchó contra todas las posibilidades y logró crear su propia fundación para mujeres con VIH, Lila Mujer. En ella había mujeres que llegaban a escondidas y con el rostro cubierto porque no querían que nadie se enterara de su secreto. Mujeres que por los dedos que les apuntaba la sociedad, luchaban para vender sus aborrajados y empanadas en la esquina del barrio, con una máscara, porque si se enteraban de su dolor, la gente no les compraría por

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Pero, a pesar de todo, y aunque a veces parecía que se derrumbarían los cimientos de esta casa, Yaneth logró recuperar a sus hijas y consiguió tener una relación con sus padres. Agradecida por todo el amor que les brindaron a ellas, e incluso, cambiando su perspectiva sobre los estigmas que tenían de la comunidad gay. Yaneth espera que la gente cambie también su visión sobre ellas y sobre estas mujeres que, a pesar de no tener mucho, tienen sed de vida y esperanza en sus ojos, no para que se curen de la enfermedad sino para que la gente logre aceptarlas tal como son.

CRÓNICA

En medio de una ciudad que crece aceleradamente, camuflada entre el bullicio de los carros que apurados buscan atajos para esquivar el tráfico y las enormes casas que exceden su valor, se encuentra una pequeña finca en la que, a simple vista, parece que el tiempo se hubiera detenido. El bahareque desgastado que deja ver los cimientos de guadua y la madera carcomida, reflejan que este lugar fue construido hace muchos años, aunque no se sabe exactamente bajo las manos de quién. Pareciera que el viejo testamento de esta casa se hubiera extinguido en el recuerdo sin dejar rastro alguno.

Estudiante de Comunicación Jefe de redacción juanpadel16@javerianacali.edu.co

Juan Pablo Delgado Castro

Solo se conoce lo que pasó hace algún tiempo, cuando el monstruo del narcotráfico dirigió su mirada a las zonas alejadas de la urbe. Chepe Santacruz, el famoso traficante de la sucursal, decidió fijar su vista en aquel terreno y, sin explicación alguna, desalojó a los desconocidos habitantes. Cerrada y siendo víctima del abandono, la casa permaneció en vilo por un largo tiempo, esperando al que sería su destino predecible.

Inexplicablemente, aquel terreno nunca fue usado por el narcotraficante, en cambio, fue expropiado por el Fondo Nacional de Estupefacientes, la entidad encargada de solucionar todos los problemas que el sucio negocio del narcotráfico ha dejado en el país.

Estudiante de Comunicación mcamilagc12@javerianacali.edu.co

Pasaron varios años y la casa abrió sus puertas nuevamente. Esta vez El Negro, un invasor proveniente del Pacífico sería quien la ocuparía, respondiendo al recado de un abogado que le pidió que la habitara antes de que pasara a extinción de dominio, prometiéndole que cuando el negocio “reventara” le daría un “terrenito”. Años más tarde, en una mañana cualquiera del año 2012, Jaime, un pereirano de cuna, tocó la puerta del que sería su nuevo hogar. El paisa no había dudado en aceptar la oferta de un abogado, diferente al de El Negro, que le había propuesto que fuera a cuidar la casa.

María Camila Gómez Ceballos

A pesar de ser dos personas totalmente desconocidas, El Negro y Jaime aprendieron a vivir bajo el mismo techo en una casa víctima de los años y las disputas. El pereirano señala que allí “se vive muy rico”, sin la inseguridad que lo golpeaba en el barrio

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CRÓNICA

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Petecuy, donde residía anteriormente. Expresa que el abogado que lo representa es el de la familia de Chepe Santacruz, y, aunque nunca ha hablado con la viuda del narcotraficante, está esperanzado en que cuando el negocio resulte ella le dará una “platica” para comprar su propia casa.

El abogado de El Negro es un total misterio, nadie sabe quién es. Jaime comenta que en sus conversaciones el tema legal nunca está sobre la mesa, prefieren no tocarlo. Sin embargo, el pereirano relata que un día los supuestos hijos de Santacruz llegaron a tocar la puerta de la casa buscando a El Negro para matarlo, diciendo que era un invasor que les quería quitar lo que les pertenecía. Gracias a la señal de uno de los acompañantes de los matones, El Negro pudo salir bien librado.

Dos cámaras al otro lado de la calle vigilan que nadie, diferente a ellos dos, ingrese a la casa. Unas pocas cabezas de ganado pastan por las 28 plazas de tierra que los rodean. Algunas gallinas y un par de perros recrean un perfecto escenario rural ubicado en una zona urbanizable. Estupefacientes no deja que le hagan ninguna reforma a la casa, ni permite que cultiven en el terreno. Los recibos de la luz y el agua llegan a la entidad, los habitantes de la casa no saben ni cuánto se paga.

El Negro y Jaime habitan la casa como un par de fichas de ajedrez, respondiendo a los movimientos de los abogados que representan, siendo las figuras de una disputa de la que poco saben. Los días pasan bajo la incertidumbre de un futuro desconocido. Los años los han golpeado, El Negro está en cama bastante enfermo y Jaime dice que ya se siente cansado. Aunque representan diferentes bandos, ambos esperan lo mismo, que cuando el problema se resuelva les puedan dar un dinerito para comprar su propia casa y lograr vivir tranquilos los últimos años de su vida.

FOTOGRAFÍAS: MARÍA CAMILA GÓMEZ Estudiante de Comunicación mcamilagc12@javerianacali.edu.co

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OPINIÓN

Isabella Terán Bernal

Estudiante de Comunicación isabellateran@javerianacali.edu.co

En esta época de elecciones, en la que prevalece el pesimismo y la idea de “voto por el menos malo” o “elijo a un candidato por miedo a que quede el otro”. En esta época en la que debería predominar la esperanza por un nuevo comienzo o un cambio; en esta época en la que solo un gol de Falcao o James genera el patriotismo que pensábamos perdido. Sí, en esta época es que deberíamos fantasear un poco, pensar en utopías porque las distopías nos las pintan todos los días: si elige a fulano “el castrochavismo se toma Colombia”, a zutano “tendremos a Donoso gobernando a través de Lalo”, a los tibios “esos sacan las uñas después”.

Fantaseemos un poco más que todavía hay tiempo para soñar.

Eran las 10:00 a.m. y se dirigía al despacho de la Casa de Nariño, a esa hora ya se había asegurado de que los niños hubiesen desayunado e ido a la escuela; que el hogar estuviera impecable; que las calles, los andenes y los parques rechinaran de limpieza; que los ciudadanos pu-

dieran cumplir con sus labores; que el que amaneció enfermo fuera al médico y el que tenía el estómago vacío desayunara antes de irse a trabajar; incluso había conversado con los vecinos, confirmado que en la casa Venezuela hubiese comida, que la familia de la comadre Brasil gozara de buena salud y que con el vecino Ecuador las relaciones siguieran por buen camino.

Después de haber verificado que el hogar estaba funcionando de maravilla, se dispuso a desempeñar otras labores presidenciales. Sin duda, los habitantes, ya fueran mujeres u hombres le tenían aprecio, pues en lo que llevaba su gobierno había logrado considerablemente un mayor acceso de las mujeres al ámbito laboral, más conciencia de que las tareas del hogar y el cuidado de los niños son responsabilidad de ambos padres, que la violencia intrafamiliar disminuyera, que en los barrios se trabajara en comunidad para cuidar las calles y los espacios públicos, y que los programas que proveían de educación y alimentación a los niños fueran más eficientes y, sobre

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todo, que fueran la prioridad. Estos entre muchos más, eran los cambios que había realizado y seguiría implementando a lo largo de su gobierno el presidente Fabián Perea, pues estaba convencido de que las pequeñas acciones realizadas desde la cotidianidad del hogar y la comunidad aportaban al desarrollo del país. ¿Presidente? Sí, es que estos asuntos también le competen a los hombres, quizás para algunos puede sonar ridícula la idea de cuidar el país como una madre cuida el hogar. Pero para la sorpresa de muchos, un concepto que está siendo utilizado últimamente, principalmente en España, es la “feminización de la política”, que está muy relacionado con lo planteado anteriormente. Claramente, esta denominación ha causado un gran revuelo y se ha prestado para interpretaciones erróneas, pero a la vez ha posibilitado un debate relevante.

Primero, se debe aclarar que feminizar no se refiere al hecho de que más mujeres lleguen al poder, la verdad no

OPINIÓN

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I L U S T R AC I Ó N : K E V I N N I E T O VA L L E J O Diseñador de Comunicación Visual kevinnieto.93@gmail.com generamos ningún cambio en la política al tener más mujeres gobernando, si para lograrlo deben comportarse como hombres. Según Pablo Iglesias, político y politólogo español, tiene que ver con la forma de construcción de lo político.

Para la escritora y poetisa nicaragüense Gioconda Belli, la feminización de la política está relacionada con cambiar la vida diaria, empezar desde los hogares, los barrios, las comunidades y preocuparse principalmente por la ciudadanía y su bienestar.

Segundo, ¿por qué feminización? aunque es inevitable sentirse orgulloso de su género y asegurar que la política necesita un cambio y es a través de nosotras, el concepto tiene fundamentación histórica, no es porque las mujeres queramos figurar en todo, no.

Si algo es cierto es que las mujeres contamos con más experiencia en el cuidado del hogar y la familia debido a la manera en que se configuró la sociedad. Las mujeres llegamos a la política y

al mundo laboral cuando los hombres ya llevaban siglos reinando. Es por esto, que al pensar en incorporar en la política elementos que han sido dejados de lado por años se habla de una feminización, ya que estas actitudes son relacionadas con la mujer. De hecho, estas actividades han generado que las mujeres seamos percibidas como apolíticas debido al interés en los asuntos sociales “se adjetiva la participación política de las mujeres de localista porque sus intereses y sus prácticas están centradas en el hábitat cotidiano y ligadas a la política comunitaria [...] Esto sucede porque se percibe como normalidad política, la conducta masculina” (Montiel, 2010, p.385).

Esta necesidad de generar un cambio en la política es la que ha movilizado el concepto de feminización, con el que, inclusive, algunas feministas están de acuerdo, pero otras no; por lo tanto, han propuesto otros términos como “masculinización de los cuidados” o “politización de lo femenino”. En últimas lo que se pide es brindarle un aire nuevo a este

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ámbito, pues como afirma Nuria Varela, experta en género, no es posible que la política sea como una pelea de gallos, a ver quién grita más o hace la declaración más potente.

Todo esto para decir que no solo las mujeres tenemos la capacidad de generar un cambio, los hombres también. La solución está en incorporar a la política formas que han sido rechazadas y consideradas incorrectas por no pertenecer a la “normalidad”, creyendo erróneamente que solo son para las mujeres, inclusive, a veces, relacionándolas solo con las funciones de las primeras damas y no de los presidentes. Lo importante es ser un poco más soñadores, pensar que sí son posibles las nuevas formas de hacer política, que de hecho ya se están dando.

El problema es que tendemos a alabar al candidato que se preocupa más en sus plumas y en el pico del contrincante que en lo que verdaderamente importa.

OPINIÓN

Sofía Medina Jaramillo

Estudiante de Comunicación sofiamedinaj@javerianacali.edu.co ¿Quisieras conseguir la sustancia mágica que puede hacerte feliz, suprimir tu apetito, reducir la fatiga, mejorar el rendimiento cognitivo y físico, y aumentar tu capacidad de atención?

Tenemos la solución, es Adderall. Y claro, algunas personas también lo usan para tratar la narcolepsia, la depresión y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).

La anfetamina, ingrediente activo del Adderall, ha estado presente desde el siglo XIX, cuando el ejército de los EE.UU. comenzó a producir pep pills para luchar contra la fatiga en las batallas y aumentar la moral. Las tropas estadounidenses continuaron usando este estimulante en las guerras, pero se detuvieron una vez que el medicamento se dejó de vender sin prescripción médica. Pero, ¿a quién engañamos?

Hoy en día la compra y venta de este euforizante corre por las aulas como agua. En efecto, las píldoras se pueden encontrar ilegalmente en la Deep Web, en farmacias clandestinas o en grupos de chat de Facebook sin necesidad de presentar prescripción médica.

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La película Limitless, protagonizada por Bradley Cooper, refleja la ensoñación de la mayoría de los humanos, especialmente los jóvenes, por alcanzar el punto más alto de sus capacidades cognitivas. El espectador se identifica con la frustración del personaje principal —Eddie Morra, escritor en sus treinta —cuando este combate en vano su bloqueo cotidiano a la hora de escribir.

Ante su aparente fracaso laboral, Eddie se ve fuertemente tentado por el NZT “una píldora que le permite aprovechar todo su potencial cognitivo”. Ante sus ojos hay dos opciones: trabajo duro y la posibilidad de perseguir el éxito a largo plazo, o ingerir una píldora con efectos secundarios nocivos que le aseguraría un éxito inmediato. En un mundo en el que se idolatra la fama y el dinero, probablemente, y tristemente, Morra no sería el único en elegir la segunda vía.

No existe un cantante en alguna banda de rock que no se haya trazado en su cabeza tener el carisma de Mick Jagger, su exaltación por la actuación, la firmeza para presentar espectáculos de hasta dos horas, y la habilidad de

OPINIÓN

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conservar una audiencia en la palma de su mano. Por supuesto, su capacidad para mantener tanta energía está nada más y nada menos que sujeta a una sustancia mágica, pero ¿a qué costo?

Jagger convencido de lograr satisfacer a sus espectadores llegó a ser procesado por tener bajo su poder pep pills. Sin embargo, resulta casi imposible imaginar la historia cultural de los últimos cincuenta años sin este personaje, que, tras la influencia de esta píldora, transmite parte de su felicidad al público.

Adderall es el camino fácil para quienes no tienen TDAH. Sin embargo, los consumidores ignoran que a largo plazo se convierte en el camino difícil, debido a los daños cerebrales que genera. Al igual que en la película, no todas son buenas noticias al elegir ingerir una píldora mágica. A la euforia inicial de Eddie al conseguir éxito en la bolsa de Wall Street, le siguen los típicos signos de dependencia hacia la droga: necesidad de consumir NZT para realizar sus tareas diarias y combatir sentimientos

de improductividad, mediocridad y ansiedad. En la realidad, los consumidores de Adderall presentan síntomas de abstinencia tales como cansancio, depresión o patrones de sueño inusuales. ¿Acaso no hay más alternativas? ¿No son cobardes aquellos que temen enfrentar la realidad y buscan una “ayudita” por debajo de la mesa haciendo valer sus logros como propios cuando están muy lejos de serlo?

Las generaciones más recientes asumen que es algo usual consumir drogas para estudiar. Esto es una alarmante situación que ha aumentado un 93 % en la última década en Estados Unidos, donde los estudiantes universitarios arriesgan su estado emocional y anímico para mejorar su concentración durante la época de exámenes.

Si no nos vamos tan lejos, en Colombia este medicamento se consigue fácilmente en la web, donde es posible encontrar hasta consejos de estudiantes

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sobre cómo usar la píldora. En promedio la caja de diez pastillas de 100 mg tiene un precio en droguerías de 65.000 pesos, mientras que la misma presentación en la web es ofrecida por 25.000 pesos.

En un mundo extremadamente competitivo, no es extraño sentir una fuerte presión social por ser exitoso.

Este deseo generalizado de llegar a la cima produce en el camino múltiples desequilibrios emocionales y físicos que por más tortuosos que sean, no justifican recurrir a una droga que promete maravillas, pero que en realidad genera desastres. Y es que como dice acertadamente el dicho: “de eso tan bueno no dan tanto”. *Este artículo se inspiró en el documental “Take your pills” ahora disponible en Netflix.

OPINIÓN

Camila Vela Giraldo

Estudiante de Comunicación velacami@javerianacali.edu.co Por unos seis meses estudié en SavanCon un estilo muy particular, esta cantante de R&B nah, Georgia, en una art school con llegó como algo completamente nuevo a mi vida. Kali estudiantes de todo el mundo. En mezcla varios géneros musicales como soul, pop y este tipo de lugares que tropicana, creando lo que funcionan como núcleos para mí es una experiencia […] Kali mezcla culturales, se reúnen pensaetérea, psicodélica y muy dores y excéntricos que han americana. En este lugar vari os géneros decidido dedicar sus vidas donde estar al tanto y saber musicales como a las locuras de la creatiqué, o quién valía la pena, soul, pop y tropividad, con la intención de ella sobresalía. En el video de motivar las tendencias del su single Loner se le ve encarcana, creando lo entretenimiento, el arte y el nando la decadencia retro de que para mí es una diseño. Si algo pasaba en el Norteamérica, un poco a lo mundo que valiera la pena, Lana del Rey, con diners en experiencia etérea, ellos se enteraban primero. estaciones de gasolina, luces psicodélica y muy Savannah se me hacía como neón y gafas de colores. americana[…]”. de ensueño: una pequeña ciudad, con personas de Yo, en mi latinidad, estaba ropa grande y colorida que maravillada con lo alien que de día pensaban y creaban, y de noche sonaba para mí esta música, esa estética americana organizaban fiestas de luces tenues, en este lugar tan desconocido, vibrante y extraño. mucha gente y música hip-hop. Fue Rodeada de elementos culturales desligados por aquí, sumergida en el humo y en una completo de mi experiencia de vida. Música alien escena cultural muy diferente a la que hecha por aliens en un lugar alien. vivimos aquí en Cali, que escuché por primera vez a Kali Uchis, una experienRápidamente Kali Uchis se volvió un acto central cia algo irónica y bizarra. de mi atmósfera musical. Ella era parte de la nueva

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OPINIÓN

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ola de artistas a los cuales ‘echarles ojo’: compuesta de Tyler the Creator, Daniel Caesar, Jorja Smith y BROCKHAMPTON. Con ella se armó el soundtrack que acompañó mis sueños de colores en la universidad, entre sesiones de fotos con amigos y clases de dibujo.

Lo que sucedió es que yo me convencí de que esta era la música del momento y que todos debían saber de ella. Luego me mudé a Cali, a un círculo musical más, y pronto noté que no existían aquí los artistas que yo escuchaba tanto. Se tenía en la mira a otros artistas emergentes y otros movimientos. Con un poco de nostalgia, me pareció normal. Nueva cultura, nueva música. ¿Pero dónde está la ironía? Está en una breve búsqueda de Google cuando te en-

teras de que Kali Uchis nació en Pereira, Colombia, bautizada como Karly-Marina Loaiza. La chica del carro sesentero, como pinup, con el pañuelo en el pelo en el diner al lado de la interstate, haciendo olas enormes en todo el imaginario americano. Transcurridos ya el 2017 y el 2018 aquí, siguen siendo más los fans de Karly Loaiza que conocí en Norteamérica que aquí mismo en su país de origen. En marzo de este año dio su primer concierto

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en Medellín, lanzando su primer álbum de estudio: una exploración de sonidos latinos y norteamericanos, poniendo colaboraciones con Gorillaz, Tame Impala, Tyler the Creator y Reykon, en un mismo espacio. Ella es colombiana, deja su marca en el escenario del R&B internacional con música a tiempos en español y, sin embargo, acá parecen saber poco de ella. ¿Habías escuchado sobre Kali Uchis antes? Ellos sí, ¿por qué nosotros no?

OPINIÓN

Valeria Villamil Cárdenas

Estudiante de Arquitectura villamilvaleria@javerianacali.edu.co

Ya lo decía Garzón hace más de 20 años y, al parecer, no deja de ser una realidad hoy: “debe ser que los colombianos no hemos asumido nuestra propia identidad.” ¿Qué pasa que solo nos sentimos colombianos cuando mencionan a Shakira o a James; que solo cantamos el himno si juega la selección; que no cuidamos el espacio público porque como “no es nuestro”; o que no salimos a la calle porque como todo el tiempo nos van a robar? Ese mismo sentimiento es el que nos invade al pensar en la política colombiana porque como “todos los políticos son iguales y se roban la plata”. Si se está tan inconforme con algo, ¿por qué no emprender acciones con el fin de cambiarlo?

Detengámonos un momento acá. ¿De verdad no se ha puesto a pensar nunca en aquel que le falta lo que a usted le sobra? ¿No le tiembla la mano al pasar la tarjeta de crédito para sumarle a su deuda otro milloncito? ¿No se pregunta si en verdad necesita lo que está a punto de comprar? ¿Será que el éxito radicará en tener carro y casa? ¿Y el otro qué? ¿Y los que no tienen oportunidades qué? ¿Y los que sufren qué?

Este año se dio a conocer un informe del Banco Mundial que indica que Colombia es el tercer país más desigual del mundo. El 20% del ingreso de Colombia está en manos del 1% de la población, mientras que el 50% del mismo está en

manos del 10%; es decir que la mitad de la riqueza de la nación se concentra en manos de unos pocos. Se dice que si se repartiera la riqueza del país entre cada uno de los 50 millones de habitantes de la nación, le corresponderían casi 368 millones de pesos a cada colombiano. ¿Vale la pena, entonces, acumular sin límites cuando la brecha que nos separa es tan enorme?

cada objeto tan pronto sale “algo mejor” o queremos satisfacer nuestros caprichos de “tener”. ¿Y para qué tener tanto?

No nos importa; no nos importan tampoco el medio ambiente y los ecosistemas. Ni procurar conservarlos por el carácter efímero de nuestro paso por este planeta. Pero los afectados son los que vienen; en esos es que hay que pensar, en que disfruten de un país sin armas, sin intolerancia e irrespeto, menos desigual, menos pobre en cuanto a pensamiento crítico y solidaridad.

Ahí está otra variable importante en la ecuación; que el otro no vale, o vale menos que yo, y yo voy primero. Se nos olvida que necesitamos del otro. ¿Qué nos cuesta entonces un “buenos días”? ¿Acaso el otro no merece, al igual que yo, opor“[…]Nos puede más el ‘qué tunidades? ¿Acaso el otro no dirán’, buscamos felicidad en merece tener las condiciones que a mí, por derecho divino los objetos sin entender que es o como se le quiera llamar, me una búsqueda vacía y sin fin, tocaron? Nos puede más el “qué ya que pretendemos reempladirán”, buscamos felicidad en los objetos sin entender que es zar cada objeto tan pronto sale una búsqueda vacía y sin fin, ya ‘algo mejor’ […]”. que pretendemos reemplazar

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FOTOGRAFÍA: N AT H A L I A A N D R E A H E N AO G O N Z Á L E Z Estudiante de Comunicación / Editora en jefe nahenao@javerianacali.edu.co Pareciese que no fuéramos capaces de reconocer lo que está justo al frente de nosotros. Así reza el dicho: “no hay peor ciego que el que no quiere ver”, y los de la élite colombiana nos lavamos las manos alegando que “no estamos tan mal”. No, para nada; a los que tenemos para comer todos los días nos parece que como está el país es apenas bien, pero cuando no se tiene qué comer, no se tiene tiempo tampoco para preguntarse qué tan mal estará el país ni, en realidad, para preguntarse absolutamente nada más. No entendemos qué es tener hambre, ni qué es no tener donde dormir o cómo bañarse, ni eso de ser desplazado, ni sabemos qué es no tener para pagar la educación de un hijo. No entendemos eso de la guerra porque “no nos ha tocado”.

Nos asusta pensar qué puede haber allí afuera. Ese es el problema: incomodarnos, salirnos de nuestra zona de confort, dejar de andar en carro y salir a la calle, cambiar las comidas en restaurantes de clase por un paseo por el centro de la ciudad, ir a hablarle al vecino, ofrecer mis conocimientos y ayuda al que lo necesita, quejarse menos y actuar más.

Aunque no nos culpo; venimos de un contexto de violencia y terror, pero si no somos capaces de pensar que hay algo mejor y que somos nosotros mismos quienes debemos trabajar por ello, no seremos capaces tampoco de cambiarlo. Nadie va a venir a salvar esto que es nuestro; esa riqueza que tiene el país: los páramos, la selva tropical, las cordilleras, las salidas a ambos mares, fauna y flora exuberante, tierra fértil y, entre todo, gente berraca, echada pa’ lante, con

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tantas capacidades, experiencia, ganas, fuerza, etc. Pero una nación golpeada por la inmensa desigualdad y falta de conciencia frente a ello.

Todo esto se resume en unas cuantas palabras: a los colombianos nos falta reconocimiento propio y del otro con el fin de construir una identidad nacional que permita defender lo nuestro y avanzar como país. No es cuestión de “sálvese quien pueda”; si es así, apaguemos y vámonos, porque esto nunca va a cambiar a menos de que comencemos por nosotros mismos.

Entonces la pregunta tal vez no es ¿Cuándo va a mejorar esto? Si no ¿Qué, desde sus posibilidades, está haciendo usted para mejorarlo?

ESPECIALES

Juan Pablo Delgado Castro Estudiante de Comunicación Jefe de redacción juanpadel16@javerianacali.edu.co

Esta pareja de jóvenes inseparables ha encontrado el balance entre el compañerismo y el trabajo de calidad, que los ha llevado a conseguir grandes logros sin llegar ni siquiera a la mitad de su carrera. Daniel y Nathalia seguirán trabajando para elaborar nuevos productos dignos de ganar premios que sigan dejando sus nombres y el de la carrera de Comunicación de la Universidad Javeriana Cali en lo más alto.

Nathalia es un joven sencilla y organizada a la que no se le pasa ni el más mínimo detalle. Su constante afán por sobresalir y mostrar productos novedosos la han llevado a ocupar un puesto entre las mejores en los cuatro semestres que lleva estudiando Comunicación. Un hilo rojo no deja que se separe de Daniel, un joven bromista y charlador apasionado de la fotografía y de la producción audiovisual, que piensa constantemente en nuevas ideas para proponer y revolucionar. Juntos hacen un equipo capaz de conseguir galardones de talla nacional que demuestran a los demás estudiantes que no hay que esperar a tener un doctorado para que su trabajo sea reconocido.

HUV: un hospital de guerra, es el nombre que lleva el reportaje multimedia galardonado, que muestra la historia de la institución pública que ha pasado por múltiples crisis.

Sus secciones: la historia clínica, la radiografía, el expediente médico y la endoscopia; muestran la evolución del hospital, su funcionamiento administrativo, las vivencias del personal desde varias miradas y un recorrido de las instalaciones actuales de la institución. Este producto ganador nació como un ejercicio de la clase de Taller de Nuevos Medios bajo la asesoría de la profesora Aura María Vargas, y fue después acogido por su calidad en el Laboratorio de Periodismo que dirige el profesor Jorge Manrique.

Pero si hablamos de radiografías e historias clínicas, Nathalia y Daniel tienen las suyas. La joven tierna de 19 años que soñaba con ser editora de una importante revista en sus años de colegio en el Liceo Tacurí ha ido sembrando gracias a su pasión y su constancia. Es la menor de dos hijas en una familia muy unida que refleja amor en todo momento. Su gusto por lo visual

hace que uno de sus pasatiempos favoritos sea ir a la Librería Panamericana a antojarse de marcadores y hojas coloridas.

Confiesa que no es muy amiguera y que el plan de rumba no es su favorito, prefiere quedarse en casa viendo una buena película o escuchando música, cualquier género, menos reguetón.

Conoció a Daniel en el primer semestre de la carrera gracias a una amiga en común. Desde ese momento comenzó a realizar todos sus trabajos con este joven caracterizado por su amor a la cámara, que lo acompaña buena parte de sus días en el semestre. Es el hijo menor de una familia descomplicada y relajada, que le ha inculcado la importancia del trabajo duro y de calidad. Es un aficionado del séptimo arte y, a diferencia de la mayoría de los jóvenes a su edad, no le gusta mucho la idea actual de ventilar la vida en sus redes sociales. Junto a Nathalia proyectan ideas a futuro para seguir sembrando con la seguridad de una excelente cosecha a futuro.

Fotografías en blanco y negro y un contraste entre rojo y blanco son los tonos de un reportaje multimedia crítico que muestra la realidad de una institución pública golpeada por la corrupción y la mala administración. HUV: un hospital de guerra, tiene el toque del gusto y las habilidades de sus realizadores. Una variedad de texto a manera de infografía refleja la mano de Nathalia, que encontró la manera de presentar una información complicada para que fuera comprendida por cualquier persona que se enfrentara al reportaje. Por otra parte, la gran variedad de fotos impactantes en escala de grises, ponen a la luz el gran trabajo del lente de Daniel, siempre inquieto por buscar la mejor perspectiva para quedarse con la toma ideal.

Cuando su proyecto fue nominado y posteriormente nombrado en medio del V Premio Nacional de Periodismo Universitario Orlando Sierra Hernández, Nathalia y Daniel no podían creerlo.

Estos dos pilos de la comunicación habían sobresalido ante trabajos de grado y proyectos de jóvenes que los superaban en edad y experiencia. Su imagen con el galardón los puso en primera plana del periódico La Patria de Manizales y los dejó en boca de toda la comunidad Javeriana.

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ESPECIALES

Martha Isabel Calle Docente

Imaginarios y estados.

Serie fotogrรกfica realizada por los estudiantes del Taller de Foto, Pontificia Universidad Javeriana, Cali, 2018.

1. AGUA Y OBJETOS Santiago Cerรณn 2. AGUA Y OBJETOS Diana Castellanos

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3. SUBEXPUESTA Till Gores 4. AGUA Y OBJETOS Ricky Maickol Tupaz 5. ESPEJOS Felipe Melo 6. AGUA Y OBJETOS Ricky Maickol Tupaz

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Martina Muñoz Villegas

Estudiante de Comunicación martinamunoz@javerianacali.edu.co

OPINIÓN

Debo comenzar diciendo que este texto no va dirigido a alguien en especial, lo que leerá a continuación no pretende describirlo. Dicho esto, si usted se identifica con alguno de los personajes, tal vez es hora de que despierte, hombre-oveja.

Cuenta la leyenda que a las afueras de un lugar no muy lejano, vivía una familia de corderitos que se dedicaban tan solo a pastar. Junto a esta familia vivían otras cuantas de ovejas, ciervos y más animalitos igual de crédulos. En el centro vivían las serpientes, hermosas y finas, con bellas pieles de colores vivos que llamaban la atención de todo el pueblo. Pero más

allá de su apariencia enceguecedora y deslumbrante, que provocaba envidia en todos los demás, estaba su carne podrida de tantas mentiras y odio. Así pues, ni el antídoto más eficiente podría combatir el veneno tan letal de esta criatura. Los lobos rodeaban el centro, estos tenían fuerza bruta, y obedecían las órdenes de las víboras, las protegían hasta la muerte. Un día las ovejas, los corderos, los ciervos y demás animalitos indefensos se cansaron de ser subestimados por las serpientes y su ejército de lobos y vieron que solo les quedaba una opción.

Se compraron abrigos de pieles y unas botas muy coloridas, fabricadas de los más finos cueros, pronto marchaban por el centro de la ciudad olvidándose de sus vidas en la periferia para siempre.

“[…]Este es un mundo en el que “todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros[…]”.

I L U S T R AC I Ó N : LAURA BERNAL TESHIMA Estudiante de Diseño de Comunicación Visual laurabernal1@javerianacali.edu.co

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OPINIÓN

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Vivimos huyendo del la verdad y morimos sin aprender a tolerar. Nos esforzamos por probar que somos mejores, más fuertes, más inteligentes, menos bestias. Queremos ser los reyes, sin darnos cuenta de que nuestro reino es el mismo reino animal. Resulta cómico ver como jugamos a ser civilizados en nuestras pequeñas ciudades, con nuestros carros automatizados, las casas repletas de muebles pero vacías de valores. Y qué se puede decir de los teléfonos, que no hemos decidido aún si nos conectan o nos desconectan de la sociedad. Pasamos los días en constante tráfico y encajamos como piezas de un rompecabezas, convenciéndonos de que lo que hacemos por la plata es justificado en el mismo valor de esta. Así pues, jugamos a ser empresarios, banqueros, publicistas, diseñadores, o incluso mendigos, abusamos el papel de humanos sin saber bien lo que este implica. Nos tomamos voluntariamente el veneno de la serpiente a pesar de saber sus consecuencias letales: la uniformidad.

Ahora le propongo un mundo que todos aquí conocemos muy bien, un mundo desigual o más bien en las palabras de George Orwell en su libro Animal Farm, este es un mundo en el que “todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros”. Cómo es que nos creemos dueños de todo y al mismo tiempo tenemos el descaro de afirmar que no tenemos nada, que nos hace falta dinero, la última moda en zapatos, el carro más caro y el reloj más fino. ¿Todo eso para qué? La respuesta es simple en realidad: para ir de aquí para allá como ovejas, disfrazadas de lobos, vestidas en pieles de serpiente para así mostrar quién manda. Para crear un margen difuso entre lo que somos y lo que pretendemos ser. Ahora sí responda esta pregunta, ¿Vale más ser bien visto que ser uno mismo? O no es así, ya que es más fácil encajar si se es igual al molde. Entonces en nuestro esfuerzo por separarnos de lo que somos, nos olvidamos de lo más elemental: aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Asimismo, aunque la oveja se vista de serpiente...

Recientemente escuché la curiosa frase WAKE UP SHEEPLE, que vagamente traduce despierten hombres-oveja.

Es un americanismo que alude a aquel quien sigue sin preguntarse, es dócil, crédulo y fácil de dirigir, tal como la oveja mansa que hace parte de un gran rebaño, que obedece a su pastor. Tal como el hombre iluso que juega a ser el producto perfecto, como si fuera una carrera, en donde el gran premio es el reconocimiento de los demás. ¿Y eso por qué? No sabemos, no nos importa, y aún así lo queremos.

Tal vez sea hora de aceptar lo que somos y de cambiar lo que queremos ser, o quién sabe, de pronto es el momento de hacernos los ciegos, voltear hacia otro lado y seguir la carrera. Yo solo le diré una cosa: wake up sheeple o BEEEEHHH, como lo entienda mejor.

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L I T E R AT U R A

Juan Pablo Restrepo Álvarez

Estudiante de Comunicación pablorestrepo98@javerianacali.edu.co Todo estaba callado, y la lluvia sin parar, nos quedamos en el aula, sin salir a descansar.

Me senté allí con Diego, muerto de nervios viendo llover.

Dije: ¡como quisiera irme a beber!

Muy peligroso y muy obvio - pensé - olvida las cervezas, nos quedamos en el aula viendo al cielo caer en piezas.

¡Vamos, sin mente! -dijo El Loco EncapuchadoNo son malos planes los que tengo preparados.

Podemos divertirnos mucho los tres con un juego al que llamo “MUERE-MUERE-DIEZ”.

-¡Cálmate!- suplicó Diez- ¡que no quise ofenderte! ¡Cálmate!- dijo Diez antes de su muerte.

-¡Miren aquí!- dijo El Loco Encapuchado.- Miren aquí primero: ¡Una bala y pólvora en la cabeza del grosero! ¡puedo cargar DOS armas! ¡puedo matar a Diez! ¡Y una pistola y una bomba!, ¡todo a la vez!

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I L U S T R AC I Ó N : J U A N D AV I D M O R E N O D Í A Z Diseñador de Comunicación Visual juanchodiaz2008@gmail.com

¡BUMP! Y entonces se escuchó un sonido que nos hizo gritar. miramos y lo vimos, justo cuando iba a entrar, miramos y dijimos. ¡El Loco Encapuchado! él nos miró y nos dijo: ¿Qué carajo hacen sentados?

Tengo muchas balas que podemos usar, también hay muchas bombas - Añadió sin parar -.

- ¡NO! - dijo Ernesto Diez - tendremos que cancelar, díganle a ese loco que NO van a matar.

No debe estar aquí, ni muy cerca siquiera, no debe estar aquí, con la policía fuera.

L I T E R AT U R A

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-Así, del salón el loco salió y empezó a matar personas, como siempre lo soñó.

Jóvenes, viejos, altos, bajos, gordos, flacos, ¡cualquiera que pasaba!

El Loco Encapuchado, no discriminaba.

-¡Ay, mira lo que hiciste! - le dije al alocado ¡Mira bien esta plaza! ¡Esto no era lo acordado!

Monstruo, en la silla, ¡Acribillaste aquel chiquillo!

Destrozaste la universidad, ¡Eres un diablillo!

-Me gusta estar aquí, más que estar solo encerrado.

-Dijo entonces el loco, sin mostrarse angustiado.

-¡Por eso no me iré!

Ahora voy a mostrarles, un juego que yo sé.

Sin más salió corriendo, veloz como un león.

El Loco Encapuchado, volvió con un cajón.

Un cajón extraño y negro, cerrado con candado.

-¡Miren mis juguetes!- Dijo el loco encapuchado.

-En la caja hay dos armas, que les voy a mostrar-, y en voz muy baja dijo: las dos les gustarán.

Las armas no muerden, no habrá problema alguno, Y de la caja salieron, arma dos y arma uno.

-¡Salgan de ahí, el perímetro está rodeado!

-Dijo una voz, desde un acorazado- ¡Te tenemos, Loco Encapuchado!

-Miren, este es un juego que les va a gustar. ¡Me gustan las tanquetas y hacerlas volar!

-Dijo el loco encapuchado, nuevamente sin pensar, tomó una granada, y se preparó para lanzar.

Diego y yo entonces vimos, a arma uno y arma dos, y sin pensarlo dos veces las tomamos, ¡veloz! ¡Pam!¡Pum!¡Pam!¡Pam!¡Pum!¡Pom! La sangre del loco salpicaba todo a su alrededor. ¡Bien!-exclamó Diego- El Loco ya se ha ido.

Mas al llegar la policía, estará todo perdido.

Cuando llegó la policía, nos preguntó a los dos: ¿Están a salvo chicos? cuéntenos qué pasó.

Supimos mentirles, Diego y yo. ¿Debíamos contarles todo lo que pasó?

Ahora dime, ¿qué harías si te pasa algo así? ¿qué harías si la policía, te preguntara a ti? en cualquier caso que quede claro, que yo-no-fui, o me encargaré, payaso, que como el del Loco Encapuchado sea tu fin.

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Estudiante de Comunicación camichiran@javerianacali.edu.co

Camila Marcela Chirán Melo

L I T E R AT U R A

Jerónimo tenía 16 años cuando fue asesinado por culpa de su profesión: ladrón de pueblo, o más bien, ladrón de Lago Azul. A su corta edad, había hecho cinco robos que no requirieron mucha planeación. Sin embargo, nunca contó con que el último de ellos lo llevaría a ser descubierto y asesinado de una forma espantosa. Días antes de su muerte, nadie habría ni siquiera imaginado que aquel joven que estudiaba, iba a misa todos los domingos, era el hijo de una buena mujer, tenía buenos amigos y una hermosa y decente novia, se dedicaba a hurtar a los que conocía.

Las estrategias de Jerónimo eran muy simples, propias de un novato en la profesión, pues lo único que hacía era aprovechar los descuidos de quienes confiaban en él. Así, su primer robo lo cometió en el viejo colegio en el que estudiaba, que por cierto era el único en el pueblo, cuando sus compañeros salieron a recreo. El segundo fue en la iglesia, cuando el monaguillo descuidó la bolsa de la limosna por cerrar sus ojos y arrodillarse ante su dios. El tercero, y de menor valor, fue en su casa, cuando su madre, una vendedora de plátano, dejó en una mesa todo lo que había ganado en una quincena.

El cuarto fue en la casa de su mejor amigo, cuando este fue al baño y olvidó en la sala su costoso reloj de mano. Y el quinto y último fue en la casa de su novia, la hija del alcalde, cuando ella y toda su familia realizaban el paseo dominical.

Justo el día de ese último robo, Jerónimo pudo cenar un delicioso banquete lleno de frutas y carne.

Pero lo que no sabía es que mientras él se alimentaba como nunca antes lo había hecho, su novia y su suegro desesperados le declaraban una batalla de la que no saldría vivo. Pues cuando el tan distinguido alcalde se dio cuenta del asalto cometido en su casa, no dudó en comunicarse con Joaquín Guerra, un detective de la ciudad más cercana al pueblo, famoso por ser inteligente y bastante costoso.

Es por esto que el día siguiente al asalto, no hubo rumores y escándalos sobre el robo, pero si se escucharon risas y pequeños comentarios sobre el guapo y atractivo joven que había llegado a vivir al pueblo, llamado Joaquín Guerra. Este, sin querer llamar la atención, en menos de dos días se hizo amigo de muchos y muchas. Y sin perder un solo minuto y detalle, empezó a crear perfiles de la gente que vivía en Lago Azul. No le tomó bastante tiempo en saber que el ladrón era el mismo yerno del alcalde, cuando tuvo las pruebas suficientes para culpar al muchacho se las entregó al mandatario y a la policía.

Y sin más que decir y hacer, se fue sin saber lo que después pasaría.

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L I T E R AT U R A

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El alcalde le dijo a los policías que no arrestaran a Jerónimo, que él se encargaría de todo. Y así fue como una tarde de un sábado murió, en manos de dos sicarios, el hijo de la vendedora de plátano. Y fue su misma madre quien encontró el cadáver recostado en el patio de su casa, con un letrero en la pared que decía: te matamos por ladrón.

Pero, el cuento no termina aquí, porque después del asesinato, todos se enteraron del oficio de Jerónimo, de su homicida y del robo al alcalde. Sin embargo, nadie podía juzgar y denunciar al criminal porque era el máximo mandatario del pueblo. Así es como la muerte de Jerónimo no hizo historia, fue llorada y reída por unos días y luego se fue al olvido.

Ese mismo año, como en muchos otros, el pueblo se quedó sin presupuesto. Pues la factura que tuvo que pagar el alcalde a los sicarios, al detective, al hotel donde se hospedaron, al restaurante donde comieron y al carro en el que viajaron fue bastante alta e inusual. Además, las joyas, ropa, cosméticos y aparatos tecnológicos que él, su hija y esposa compraron, terminaron por acabar con el poco presupuesto que tenía Lago Azúl.

Es por eso que en ese pueblo tan particular, el colegio siguió siendo uno solo y cada vez más viejo, en la iglesia siempre faltaban monedas de la limosna, a muchas mujeres no les alcanzaba la quincena, muchos jóvenes perdían lo que tenían, otros se acostaban sin comer y otros empezaban a robar. Sin duda, ese mismo año nacieron muchos Jerónimos más; ladrones sin suerte ni privilegios, quienes aprendrían que no siempre el refrán funciona porque ladrón que roba a ladrón no obtiene el mismo perdón.

I L U S T R AC I Ó N : JUANITA GÓMEZ CARDOZO Diseñadora de Comunicación Visual jgomezc9417@gmail.com

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C O N VO C AT O R I A

Raixa Delgado Jaramillo

Estudiante de Comunicación raixadelgado@javerianacali.edu.co

Desde la sala de la casa de mi abuela, con sus seis hijos alrededor, recordamos cómo hace 35 años en esa misma sala se vino abajo su vajilla favorita, su nevera y la sopa de maíz que había preparado para el almuerzo de ese día.

Ubicada en la manzana 14 del barrio Tomas Cipriano de Mosquera, en Popayán, la vieja casita es testigo de miles de recuerdos de seis niños y de dos viejitos que no son capaces de abandonarla, pues fue la casa que los vio crecer y, según mi abuela, la única casa del barrio que sobrevivió el día en el que Popayán dejó de lado el reluciente blanco de sus calles para convertirse en una ciudad llena de escombros y miseria para más de 500 familias payanesas.

Semana Santa, miércoles santo de 1983.

A las 6:00 p.m. los hijos de doña Rosario salían de su casa para ir a la procesión.

“Estábamos los 6 completos y ese día recochamos toda la procesión, quizá por eso Dios nos castigó al otro día” dice mi mamá. Los seis hijos de Rosario llegaron de la procesión el miércoles santo y como solían hacer, de dos en dos se fueron a sus habitaciones convencidos de que el día siguiente sería uno como cualquier otro, lo que no sabían era que se avecinaría el desastroso acontecimiento que dividió la historia de la Ciudad Blanca en dos.

A las 8:15 a.m. del jueves santo, Alirio y Arturo, siendo los únicos hombres, dormían en el cuarto del fondo, los dos aseguran

haberse despertado no por el movimiento, sino por el estruendo tan horripilante que escucharon esa mañana, pensaron que una volqueta había chocado contra su casa, los dos se levantaron de inmediato a ver cómo estaban sus hermanas.

Por otro lado, Claudia y Nancy, dormían hasta que sus camas se partieron en dos, quedando las dos debajo y fue ahí cuando despertaron. “Ese día yo soñé que en la autopista había un poco de gente y llevaban todos ataúdes sobre sus hombros, pasaban para abajo, y había un ataúd de terciopelo rojo que resaltaba de los demás, ahí me desperté”, menciona mi tía Nancy quien desde ese día le tiene miedo a sus propios sueños, ya que más tarde uno de ellos se hizo realidad.

Mientras tanto, Judith y Jackeline habían despertado más temprano pero todavía estaban en su cuarto.

Mi mamá, Judith, había rogado a Dios que le mandara una prueba de su existencia, pues días antes, su hermano mayor, Arturo, le había lavado el cerebro con su discurso Marxista, por lo que mi mamá empezaba a dudar de su existencia. “Ese día me levanté, le pedí a Dios que me mandara una señal y el temblor comenzó” dice Judith, quien desde ese día asegura no perder la fe.

Finalmente, Julio y Rosario decidieron quedarse acostados en la cama mientras esta se movía de un lado a otro, pensando que solo era un simple temblor. Cuando el supuesto temblor terminó, los ocho salieron al antejardín y se encontraron con que medio Popayán se había venido

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abajo. Lo primero que vieron y que aún todos recuerdan aterrados fue a la esposa de su vecino, el señor Angulo, quien salió de los escombros clamando por ayuda y con los últimos tres dedos de su mano pendiendo de un fino hilo, todos quedaron inmóviles ante dicha situación.

Totalmente aterrados, los primeros en reaccionar fueron los hombres de la casa, quienes se dirigieron rápidamente a parar carros para que transportaran la mayor cantidad de heridos posible, mientras que ellas solo imaginaban cómo en 18 segundos la vida de tantas personas se pudo acabar. Fueron unos minutos nada más en los que Judith solo escuchaba lamentos y gritos de ayuda, personas sepultadas bajo los escombros recuperando sus últimos alientos para dar cuenta que seguían con vida. La impotencia se adueñaba de ella por lo que decidió irse con Don Julio en su volqueta a levantar escombros, mientras su mamá calmaba a sus hermanas; Judith decidió lanzarse a salvar vidas.

Empezaron entonces a recorrer las calles de la ciudad donde se respiraba angustia y miseria, solo se veían personas desesperadas por encontrar a sus familiares, hombres transportando de un lado a otro heridos en camillas improvisadas, niños llorando incontrolablemente por encontrar a sus madres. Donde iban encontrando escombros, la volqueta de Julio, junto con la de otros trabajadores, iba removiéndolos con determinado cuidado por si se encontraba alguien con vida entre los mismos. No habían tenido éxito, pues según mi mamá, llegaron demasiado tarde.

C O N VO C AT O R I A Sin embargo, miles de imágenes quedaron plasmadas en la mente de esa niña de 15 años que intentó ir a salvar vidas con su padrastro tras la destrucción de su ciudad. Judith nunca olvida a la empleada del servicio que había durado horas sepultada, cuando levantaron la pared que tenía encima, la mujer estaba totalmente aplastada, tal y como aplastar plastilina, con la plancha de la ropa en la mano, como si el terremoto la hubiera tomado tan desprevenida que no fue consciente ni de su propia muerte.

Al ser jueves santo, los payaneses más devotos y seguidores de la tradición se dirigían a la iglesia más bella de la ciudad, La catedral, además en esta se alojaban algunos pasos de la procesión. 90 personas madrugaron ese jueves 31 de marzo a recibir la bendición del Señor, lo que no sabían era que, por obra y gracia del mismo, el techo completo de la catedral se les vendría encima y acabaría con su vida, siendo esta la mayor pérdida que dejó el terremoto de 1983. Hasta el día de hoy es totalmente increíble el hecho de que la iglesia más bella y concurrida de la ciudad se viniera abajo en segundos y acabara con tantas vidas.

Edición No. 23 Se dirigieron así entonces al hospital, donde la situación era totalmente devastadora, pues había hileras de cadáveres por todo el piso mientras sus familiares trataban de identificarlos. De estos cadáveres también existe uno que hasta el sol de hoy mi mamá nunca olvida y era la imagen de una madre con su bebé en brazos dándole seno, totalmente aplastados.

Mi mamá plasma estas imágenes como si fueran dibujos, pues las personas quedaban aplastadas y por la parte de abajo se le salían todos los órganos, mientras que por la parte de arriba se veían como pinturas sin ninguna imperfección. Mientras esto ocurría, en el cementerio central, los muertos se salían de sus tumbas, el terremoto había causado que las tumbas se abrieran y los cadáveres salieran de la paz en la que se encontraban, finalmente tuvieron que crear fosas comunes para todos estos cadáveres.

Así fue como Popayán pasó la noche más silenciosa y triste de toda su historia.

Muchos dicen que el terremoto fue un castigo divino, como los ciudadanos no estaban cumpliendo con la tradición

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religiosa de la ciudad por esto Dios mandó una advertencia a los payaneses de respetar y a mantener la devoción.

Por otro lado, la versión de mi abuela, y de muchos devotos, es que hace mucho tiempo un padre plantó una cruz en una loma, un símbolo religioso, pero con una maldición hacia la ciudad, la cual rezaba que, si esa cruz se llegaba a caer algún día, Popayán se destruiría en segundos.

Muchos dicen que esta fue la causa ya que dicha cruz ese día cayó y, por ende, Popayán terminó en ruinas.

“Mi casa no se cayó gracias al sagrado corazón de Jesús” dice mi abuela que agradece infinitamente no haber perdido a ninguno de sus hijos. La tarde del presente día ha concluido, nostálgicos por los recuerdos de aquella memorable fecha, nos levantamos un poco hambrientos y listos para compartir la deliciosa sopa de maíz de mi abuela, la misma sopa que se derramó el 31 de marzo de 1983.

FOTOGRAFÍA: RAIXA DELGADO JARAMILLO Estudiante de Comunicación raixadelgado@javerianacali.edu.co

C O N VO C AT O R I A

Carlos Andrés Escobar Giraldo Estudiante de Ingeniería Multimedia de la Universidad San Buenaventura Cali andresesco196@gmai.com Un genio es una escasa variedad de hombres, variedad que agrupa a quienes realizan actividades creadoras en los campos más disímiles. Y así, aunque a primera vista parece un desatino, pueden recibir el calificativo de genios tanto el inventor de la rueda, Victor Hugo o Einstein… como algunos prestigiosos falsificadores. Todos ellos tienen en común unas facultades intelectuales desarrolladas en grado sumo que les permiten “ver” lo que los demás, el común de la gente, no sospechamos siquiera. Estas reflexiones nos vienen en mente al recordar la extraña historia de David Stein, uno de los más afamados vendedores de cuadros de Nueva York, quien resultó ser un falsificador genial, y quien, una vez puesto en libertad condicional escribió sus memorias, relatando en ellas los pormenores de la intrépida profesión que le permitió, en menos de cuatro años, recoger una fortuna de más de un millón de dólares.

“El falsificador es un verdadero científico que además debe poseer un gran don de gentes para convencer al comprador que se encuentra ante el cuadro que realmente está buscando”. ¿Pero era Stein un vulgar falsificador que copiaba pinturas de Picasso, Dan Dogen o Chagall —sus preferidos— sin hacer uso libre de su imaginación? Si así fuera, no merecería nuestra atención.

Sería simplemente uno de los tantos que ya dentro del margen de la legalidad o fuera de ella, reproducen obras maestras en los grandes museos, allí el visitante tropieza frecuentemente con artistas que imitan pacientemente durante horas y horas de trabajo, la figura de la Gioconda o las bailarinas de Degas, para luego venderlas a un precio irrisorio por lo que son, es decir reproducciones. Tampoco se debe confundir a Stein con aquellos

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que en la sombra, hacen el mismo trabajo, vendiendo después como originales cuadros que no lo son, llegando incluso a confundir expertos en arte. No. Stein hizo algo más que estos últimos: sus falsificaciones no eran copias sistemáticas, sino variaciones de los temas preferidos de Chagall o Picasso.

Desde luego la técnica de la falsificación es de las más complicadas. Es necesario impregnar a fondo el estilo pictórico del maestro en cuestión, analizar la clase de pintura que empleaba, montar un verdadero laboratorio en el que se envejezca la tela para que parezca genuina, cosa que se logra empapando con una solución de té, y luego secando con lámparas de rayos ultravioletas las cuales producirían el agrietamiento, etc.

El falsificador es un verdadero científico que además debe poseer un gran don

C O N VO C AT O R I A de gentes para convencer al comprador que se encuentra ante el cuadro que realmente está buscando. Todo esto lo realizó Stein, y tan bien, que en pocos años logró además de una gran fortuna, poseer una de las más valiosas colecciones de cuadros (estos si autenticos).

Llegó hasta tal grado de perfección, que en unas cuantas horas falsificaba los cuadros que se le habían pedido; como él mismo lo cuenta en sus memorias.

“Abril 1966: hoy, a las dos de la tarde, un cliente debe venir a recoger tres acuarelas de Chagall que le he prometido. Me levanto a las 6… me decido al fin por un tema sobre el circo, serie famosa y muy apreciada por los coleccionistas. Comienzo por un esbozo en lápiz, mezcló los colores con rapidez, porque la acuarela es un material extremadamente delicado, que se seca pronto. A las 11:45, terminadas ya las acuarelas, necesarias para el certificado de autenticidad, que también tengo que falsificar. De allí, corro a un almacén de marcos, mandó a enmarcar las acuarelas. Luego, al dorso de cada pintura escribo: “Certifico que esta acuarela es obra auténtica mia”. Firmado. “Marc Chagall”... aprendí a imitar la firma de

Edición No. 23 Chagall estudiandola en la monografía de Franz Meyer, en donde se reproducen muchas de sus cartas manuscritas… termino la acuarela en 3 horas y algunos minutos. Mi cliente, propietario de una galería en Madison Avenue, acude puntual a la cita… me deja un cheque por 13.000 dólares.”

Pero la actividad genial y creadora de Stein reside en que sus falsificaciones son variaciones. Se identifica con el maestro, logra ver el mundo como este lo ve, y entonces, su mano, guiada por su imaginación, crea. Hasta tal punto llegó la perfección de su imaginación que, como él mismo lo cuenta, logró engañar al mismo Picasso. Uno de sus clientes, dudando de la autenticidad de la obra que Stein le ofrece, la envía para su reconocimiento a un verdadero experto de Paris quien la devolvió con el dictamen: es falsa. Sin perder su serenidad, Stein fue a visitar al propio Picasso en su residencia de Mougins, al sur de Francia.

Le muestra el dibujo al maestro quien responde: “Este dibujo si corresponde al estilo de los que he hecho durante estos últimos años”. Acto seguido, escribe al dorso de la obra: “Este dibujo es mio”.

Firmado: “Picasso”.

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Sin embargo, y como siempre sucede en estos casos, la sospecha de un comprador fue fatal para los intereses de Stein. Se descubre que los certificados de autenticidad de algunos de los cuadros vendidos son falsos… y tras repetidas fugas Stein es localizado y arrestado en Los Ángeles. En 1999, ya en libertad condicional, nuevos horizontes se abrieron para Stein, recibió ofertas de las principales galerías de Nueva York, y expuso allí sus propias obras.

Tuvo al fin la oportunidad de demostrar al mundo el genio que sin duda alguna poseía. Y como confiesa en sus memorias: “Solo espero una cosa. Que dentro de algunos años un joven talentoso falsifique mis obras. Entonces sabré que he triunfado”.

I L U S T R AC I Ó N : K E V I N N I E T O VA L L E J O Diseñador de Comunicación Visual kevinnieto.93@gmail.com

Especialización en Cultura de Paz y Derecho Internacional Humanitario jeffersonsgs@javerianacali.edu.co

Jefferson Steven Gualy Silva

C O N VO C AT O R I A

La Escola de Cultura de Pau es un centro de investigación que trabaja por construir eso que es la antítesis de la cultura de la violencia o la guerra; la cultura de paz, la cual la definen como “un conjunto de valores, actitudes y comportamientos que reflejan el respeto a la vida, al ser humano y su dignidad”. Sin duda, al leer esta definición, nos invita a todos a reflexionar sobre, qué tanto de eso que está en lo abstracto puede llegarse a dar en un país como Colombia que ha vivido un conflicto armado interno el cual, aunque ha venido bajando gradualmente su intensidad, ha dejado en el tejido social colombiano patrones culturales arraigados en la violencia y la guerra.

En este sentido la apuesta para cambiar esta cultura, se ubica en un tiempo largoplacista, ya que son varios los desafíos que deben superarse para que en un futuro se pueda decir con seguridad que estamos en una época de posconflicto.

La cultura de paz es transversal en cualquier país que pretenda entrar en fase de posconflicto y en esto creo que converge gran parte de la sociedad colombiana, así sigan existiendo fuerzas oscuras que añoren la guerra para sacar beneficios. Es por esto, que se pretenden resaltar los desafíos que tienen tanto las universidades públicas y privadas como el sector empresarial en la construcción de una cultura de paz en el país, pues dichos sectores son ejes transversales en el progreso de la nación.

A modo de contextualización, en materia educativa, al 2018 según el Sistema Nacional de Información de Educación Superior del Ministerio de Educación Nacional, existen 32 universidades públicas y 52 privadas, de las cuales, algunas de estas cuentan

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con seccionales. Por el lado empresarial, según la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio existen 323.265 empresas de diferentes tamaños que se desenvuelven en variados sectores de la economía.

Algunas de estas universidades y empresas, desde mucho antes de que se empezaran a desarrollar los diálogos con las FARC-EP y se volviera tendencia o moda hablar en espacios académicos, políticos y comunes sobre el posconflicto, han trabajado por construir una cultura de paz. Mientras que otras hasta hace unos pocos años se han venido involucrando de diferentes formas en dicha construcción. Lo cual es destacable, pues entre mayor participación, la cobertura en los territorios más apartados y afectados por el conflicto armado se podrá suplir en su totalidad permitiendo cimentar la cultura de paz.

Por parte de algunas universidades, los aportes que han desarrollado van desde la creación de programas de posgrado, reformas a la malla curricular en los programas de pregrado para introducir materias referentes a la construcción de la cultura de paz, creación de centros, oficinas y dependencias que se dedican exclusivamente a la investigación e intervención sobre temas de paz, hasta movilizar a profesores y estudiantes voluntarios para que dicten cursos prioritarios en los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR) donde se encuentran los ex miembros de las FARC-EP. El sector empresarial por su parte ha venido impulsando diferentes programas enfocados a la construcción de cultura de paz en el marco de la figura de responsabilidad social empresarial (RSE),

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I L U S T R AC I Ó N : K E V I N N I E T O VA L L E J O Diseñador de Comunicación Visual kevinnieto.93@gmail.com las principales poblaciones que hacen parte de sus programas son víctimas del conflicto y excombatientes. Así mismo en concordancia con esto, varias empresas han hecho alianzas con la Agencia de Reincorporación y Normalización (ARN) con el fin de desarrollar planes de capacitación a desmovilizados en diferentes áreas de conocimiento para poder ser introducidos a mediano y largo plazo a la planta de personal; según datos de la ARN se han vinculado hasta el momento más de 650 empresas, lo cual, aunque no es una cantidad despreciable, contrastándola con el total que se anunció anteriormente demuestra que aún falta la anexión de más empresas para que se potencialicen estos procesos y permitan aunar esfuerzos por la construcción de una cultura de paz a gran escala.

Como se observa, el empeño hacia la construcción de cultura de paz por parte de estos dos sectores no es despreciable; sin embargo, aún falta mucho por construir y por ello, los desafíos que expongo son los siguientes; a) no frenar sus programas y proyectos enfocados a la construcción de cultura de paz, así llegase al poder un gobierno

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que proponga modificar el acuerdo de paz, es claro que algunas facciones harán lo posible por estancar todo tipo de iniciativas que velen por eliminar la cultura de la guerra; b) Trabajar para que más actores internacionales se sumen a la construcción de la cultura de paz, hay varias universidades con alta experiencia en este tipo de temas y pueden desarrollar alianzas con universidades colombianas que aún están rezagadas en la construcción de una ruta clara que promueva este tipo de cultura; c) Obligar al gobierno a brindarle seguridad a los territorios donde profesores y estudiantes voluntarios van a desarrollar sus clases, esto permitirá que las personas que quieren acceder a estos cursos puedan asistir sin recibir amenazas de actores violentos que no quieren que la población se ilustre y construya una cultura de paz en su tejido social; d) constituir un bloque empresarial progresista que presione al gobierno para que impulse campañas que incite a más empresarios en la construcción de una cultura de paz; e) brindarle realmente garantías a los desmovilizados de que se van a mejorar sus condiciones socioeconómicas para que no recaigan nuevamente en actos ilegales.

C O N VO C AT O R I A

Marlon Fabián Ramos Peña Estudiante de Comunicación mafarape15@javerianacali.edu.co

Con la presente carta, quisiera presentar una solicitud ante la vida, deseo recibir instrucciones para vivir. A veces pienso que mi virtud de ser divergente me confunde. Presento muchas facetas, pero una sola cara. Creo que esa misma virtud es una desventaja ante la vida.

Me gustaría hacer tantas cosas que al final no logro ser muy decidido.

Puedo y amo ser tan altruista como sea posible, mi nivel de osadía se expande cada vez que me exijo. Me encantaría aprender muchas cosas, y lo más importante, quisiera tener la sabiduría para poder transmitirlas, porque para mí es dueño de una vida vacía aquel que conoce mucho, pero no sabe ni tiene a quién contarle.

Quisiera ver cómo la justicia es la soberana en la faz de la Tierra, me gustaría ver cómo se acaba la guerra.

En ocasiones quiero viajar por todo el mundo, llevando un simple morral.

Porque ahora que lo pienso, ¿para qué soñar tanto si la felicidad realmente está en cada pequeño momento? como cuando el corazón se acelera haciéndonos sentir que el pecho estalla de tantos sentimientos que se encuentran y se besan. Al menos eso creo. Pero saben,

escribo esto para pedir instrucciones, a veces siento que mente, corazón, alma y espíritu, todas son armas de doble filo para un solo cuerpo indefenso.

Mis pensamientos se confunden al hablar con el corazón y empiezo a notar que mis sentimientos se hunden en un denso fango de delirios y amarguras.

Antes en mi cuerpo solo recorrían las alegrías, ahora siento que soy una persona triste con pequeños momentos de felicidad. Soy la mitad negra del Yin Yang. Vivo día a día a blanco y negro escupiendo uno que otro color opaco.

La única salvación a mis delirios es la música con buenas filosofías. La única manera de contraatacar el Armagedón que me carcome, es escribiendo. Mis escritos son los únicos testigos de mis tristezas, decepciones, amarguras y delirios. Mis tristezas son muchas, pero mi valentía no me deja llorar. Prefiero escribir para conciliar el sueño y espantar el crudo insomnio producido por mi alma, y así sufrir con este cuerpo indefenso día tras día.

Atentamente, Un chico divergente incursionando en la escritura.

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I L U S T R AC I Ó N : F R E D D Y S A L A S VA L E N C I A Diseñador de Comunicación Visual freddysalas156@gmail.com

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Diandra Camila Díaz Gómez Estudiante de Derecho camiladiaz@javerianacali.edu.co

Era un sábado en la mañana.

Mientras el fuego iluminaba, escribía palabras sin sentido que significaban mis pensamientos en desasosiego acompañados de una taza de café y la desilusión de vivir en un mundo tan material e incomprendido.

No es justo esclavizarse años para no disfrutar el tiempo que me queda.

Los minutos pasan lentamente y yo no me decido si reír o llorar, gritar o seguir en mi silencio que refleja la inconformidad de mis sentimientos, o simplemente seguir con este estilo de vida que la sociedad me impuso de ser una víctima más.

Me tambaleaba en mi asiento del escritorio, miré hacia la ventana que estaba a mi lado y de repente pude sentir la bola de fuego que a temperaturas muy altas penetraban en los poros de mi piel blanca y la quemaban lentamente mientras yo solo observaba, pero ¿qué más puedo hacer? Nada, solo ver cómo me muero por dentro y por fuera.

Mi mamá me cuenta como la brisa del aire movía su cabello hacia los lados y el fresco del día la ponía de buen humor, pero esos eran otros tiempos, ahora la pesadez del aire me dificultaba respirar.

Antes el agua se conseguía en botellas, bolsas, dispensadores y demás recipientes que el hombre loco pudiera creer que era bueno. Ya no, porque mi lecho de muerte fue cosechado por los millenials y sus antecesores.

Decidí abrir la puerta, caminé por el pasillo hasta las escaleras con tapiz rojo, mis ojos solo veían muebles y lujos costosos, una lámpara alta que iluminaba el hall de la entrada, al lado de esta estaba una

mesa rectangular color madera pegada en la pared complementándose con un espejo del tamaño de la mesa encima de éste. A su vez, había sillas de tela muy suave color beige organizadas para una salita de estar con una mesa de centro hecha de cristal.

Pasé con cuidado sin romper nada, me encontraba en la cocina y pude ver una mujer muy conservada que tenía ganchos en el cabello, vestida con un traje color negro, tacones rojos y un delantal con un toque hogareño, claro, era mi madre Dionne.

-Manuela, siéntate hice lo que más te gusta. Dice mi madre con un tono maternal, pero ¿cómo sabia ella que yo quería comer? Debe ser porque es una necesidad básica del ser humano, pero si es tan necesario comer ¿por qué será que no todos podemos comer? La tentativa de explicarle a mi madre que en esa simple frase en que me expresó su amor podía deducir que mientras yo como otro se mueren por comer mis sobras.

Pero bueno, no debo llorar sobre la leche derramada, aunque si me gustaría volver en el tiempo y poder conocer los famosos árboles. Dicen que tenían una especie de pequeños papeles como una parte puntiaguda y la otra redonda de color verde que descansaban sobre los largos brazos que tenía un dichoso tronco arraigado de la tierra. Pero no sé si mi definición sea muy clara ya que es tan solo un viejo recuerdo de mi madre que tuvo el placer de ver una inminencia de estas en su vida. Ya quisiera tener yo uno de estos en el patio trasero de la casa de mi madre.

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-Manu, esta tarde vendrán a traer el Mereti (mecanismo respiratorio tecnológico inteligente), necesito que te quedes aquí para recibirlo, yo debo tratar de conseguir algunos enlatados para la cena, dicen que estamos en escasez y se están poniendo aún más costosas, así que tendré que hacer algunas horas extras en la fábrica.

Me quedé esperando a que llegara el Mereti, mientras levanté un poco la gruesa cortina que cubría mi sala para ver a través de la ventana, había un niño descalzo parado en la calle, era extremadamente delgado y su piel estaba quemada.

Ya no puedo soportar este conformismo e indiferencia con el prójimo. Yo me levanté y me preparé para salir de la casa, abrí la puerta, corrí hacia él y le dije: - ¿Necesitas ayuda?

- Me respondió- no, solo estoy esperando.

Su respuesta fue confusa, me retiré lentamente y volví a entrar a la casa, en ese momento el mensajero tocó la puerta, le abrí y ya se había ido, tan solo dejó el Mereti y se retiró. Sin embargo, dejó una nota donde decía última dosis para la familia Diaz; duración estimada: 1 día; personas a usar: 2.

Después, de nuevo husmeé a través de mi ventana, pero el niño ya no se encontraba.

Estuve leyendo toda la tarde sobre el viejo mundo, libros que muestran que el

C O N VO C AT O R I A hombre ha sido un ser muy egoísta, lleno de resabios y complicado, solo piensa en sí mismo y no como uno que conforma una sociedad. Supongo que esa fue la razón por la que a mis antecesores les costó creer que el mundo tenia recursos limitados y debían cuidarlos. Pues fueron pocos aquellos que decidieron hacer algo más que destruir.

Mi mamá estaba en la cocina preparando la cena mientras yo terminaba de leer. Preparaba algunos alimentos deshidratados. Me llamó, así que me levanté de la silla de la sala y caminé hacia el comedor, me senté a disfrutar de mis alimentos mientras mi madre como cosa rara se quejaba de la escasez del mundo.

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-imagínate, hoy vi un niño parado afuera de la casa y parecía que se estuviera quemando-le dije -Pues claro, con ese fuego que tenemos allá arriba es un pecado salir a la calle, y ¿sabes que estaba haciendo?

-respondió mi madre.

-Me dijo que estaba esperando.

Mi madre me miró confusa, pero no le dio relevancia a mi anécdota del día. En nuestros días, la educación es en casa puesto que el gobierno no nos puede asegurar seguridad en los institutos de aprendizaje. La última vez que fui a un colegio, fue hace muchos años, llegó un grupo insurgente a tomar la escuela ame-

nazando al agente a cargo en destruirlo con nosotros adentro si no cumplía sus expectativas. Ese día, murieron muchos de mis compañeros. Yo, a pesar de ser tan pequeña jamás olvidare ese día que marco nuestra vida a aquellos jóvenes ansiosos de conocimiento.

Es mejor que te vayas a dormir- dijo mi madre.

Asentí con mi cabeza y me retiré a mi habitación.

Al despertar volví a ver al mismo niño, solo que ya no estaba de pie, estaba arrodillado. Salí corriendo a la mitad de la calle donde él se encontraba, literalmente descalza y sin cambiarme el pijama, desesperadamente me apuré en alcanzarlo. Estaba mirando fijamente la bola de fuego, su piel estaba más oscura y tostada que el día anterior, parecía que llevara ahí durante 2 días sin probar mereti, tal cual un vagabundo desahuciado.

Ya había llegado a la mitad de la calle, en ese instante levanté al niño y lo arrastré hasta mi casa. Se estaba muriendo.

- ¿Ya me vas a decir que estabas esperando? - le dije - Mi madre no se movía así que vine a buscar a mi padre y me dijo que esperara ahí y no me moviera, pues volvería, pero nunca lo hizo. - me respondió.

Su respuesta no fue como ninguna otra, fue con sus últimos alientos de esa alma divina que me deslumbra con la pureza este niño. Tan solo lo miraba y yo ya lloraba, pues estaba en sus últimos segundos Lo mire fijamente y su cuerpo no se movía, su corazón había dejado de palpitar. Asi nuestra sociedad se esté extinguiendo, aun me sigo conmoviendo con la muerte de cada uno de nosotros que poco a poco como matamos a la tierra, ella vengativa que si es, nos mata con sus propios recursos.

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I L U S T R AC I Ó N : CAMILA VELA GIRALDO Estudiante de Comunicación velacami@javerianacali.edu.co

C O N VO C AT O R I A

Juliana Marcela Vargas Escobar Arquitectura y Diseño de Comunicación Visual jvargas34@javerianacali.edu.co

En los últimos cincuenta años, la humanidad ha tomado consciencia sobre la necesidad de preservar y conservar los recursos naturales del planeta. Esta preocupación latente inició en la generación de los años 70´s con la Declaración de Estocolmo. A partir de esta reunión, organizada por las Naciones Unidas en Colombia, se crea la rama judicial, conocida como Derecho Ambiental, que es la encargada de generar las leyes y las normativas necesarias para la conservación del medio ambiente desde todos los aspectos, bien sea sociales, políticos y económicos, o nacionales e internacionales.

Es por esto que se debe cuestionar el actuar de la modernidad, debido a que el hombre no solo se ha convertido en un peligro para sí mismo, sino también para toda la biósfera. Con el paso de los años, la manera en la que se están aprovechando los recursos naturales disponibles ha sido cuestionada en los ámbitos social y legislativo. Sin embargo, si se sabe que existe una normativa ambiental, unos derechos y deberes constitucionales que deben ser cumplidos por el Estado y los ciudadanos colombianos ¿por qué los proyectos arquitectónicos, en la mayoría de los casos, no cumplen con la normativa exigida para la conservación

del medio ambiente? Para darle una adecuada respuesta a esta pregunta se plantean tres puntos de vista: el primero es el desconocimiento de las leyes, el segundo, el mal manejo de la ley y la corrupción detrás de esta para la aprobación de los proyectos y, en tercer lugar, la forma de actuar adoptada desde una postura consumista.

La primera razón recae en un desconocimiento de las leyes por parte de algunos ciudadanos. La protección del medio ambiente no solo es evitar el desperdicio de los recursos al momento de construir, también depende de la optimización del uso del agua y de las estrategias aplicadas para evitar la contaminación del aire. Estas actividades se encuentran reguladas por el Estado y son protegidas por la ley. Con estas pequeñas acciones cada uno de nosotros puede contribuir para construir una mejor calidad de vida a futuro.

En ocasiones, se han visto casos en los que aquellos que poseen recursos económicos prefieren pagar multas o sobornos, atribuyéndole al tema ambiental un valor que puede ser pagado para subsanar el daño causado.

La segunda razón es la corrupción; se sabe que la normativa existe, pero no se cumple. Un caso puntual son los proyectos arquitectónicos, es toda una mafia la que hay dentro y fuera de las curadurías urbanas. Para que una persona pueda llevar a cabo un proyecto requiere de una licencia de construcción y, en ocasiones, estos permisos son de tipo ambiental.

Hasta el año 2002, eran un requisito

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fundamental que se debía tramitar para llevar a cabo cualquier tipo de proyecto que tuviera algún impacto ambiental grave o leve. Sin embargo, desde que salió la reforma del decreto 1753 de 1994, se ha manipulado a conveniencia de quien la expide. Así pues, al día de hoy, las licencias ambientales solo son necesarias para la construcción de proyectos que involucren un alto impacto ambiental.

Esta norma tampoco es muy clara ya que solicita unos planes de manejo de los recursos naturales, producto de un estudio de impacto, que deben de ser “cumplidos a cabalidad” ante la entidad reguladora en materia de protección del medio ambiente, de lo contrario la sanción monetaria será sumamente alta, al punto de que puede llevar a la quiebra al constructor si no tiene la suficiente solvencia económica.

La tercera razón recae en la sociedad consumista y el capitalismo en el que vivimos inmersos, que ha conllevado a la humanidad a ocuparse primero de los asuntos individuales antes de pensar en un bien común. En este modelo, los intereses políticos, privados, sociales y económicos de quien ejecuta una acción están privilegiados por encima de los intereses de quienes habitamos el mundo. En la construcción es muy común encontrar que los planos aprobados por los curadores son diferentes de lo que se está construyendo en la obra.

Las autoridades no cumplen su función de regular los procesos de construcción y corroborar que lo que se aprueba sea lo que realmente se está llevando a cabo.

Edición No. 23

FOTOGRAFÍA: DANIEL ALEJANDRO CAMARGO GIRALDO Estudiante de Comunicación / Editor gráfico dcamargo@javerianacali.edu.co El medio ambiente es una problemática actual que debe de ser tratada y regulada por todos y para todos, de lo contrario ¿qué tipo de mundo le dejaremos a las generaciones futuras? Un mundo que en la actualidad nos hemos encargado de destruir poco a poco.

Muchos, como yo, se preguntarán: ¿Qué pasa con la protección del medio ambiente en el país? La respuesta es sencilla. Al igual que sucede con los proyectos arquitectónicos, bien sea por construcción, desarrollo, o aprobación de los mismos, existen muchos intereses individuales de por medio que sobrepasan el bien común. Por esta razón, la conservación del medio ambiente está

en peligro inminente. Todos tenemos presente la necesidad de conservar lo que queda para que las generaciones futuras logren disfrutar algo del entorno natural que actualmente poseemos, pero el crecimiento avanzado de las sociedades y las altas demandas de consumo han hecho que la sociedad se centre en temas banales, vendiendo el “futuro ideal” con base en el desarrollo tecnológico que está al alcance de la mano con solo presionar “clic”. Cuando las sociedades descubren que las consecuencias del desarrollo son una serie de hechos naturales y de situaciones con implicaciones en la misma construcción del tejido social, se inicia un arduo debate para evitar que continúe. Es así

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como comenzó el interés universal por la conservación del medio ambiente.

Desde 1972 se han llevado a cabo varias reuniones citadas por organizaciones gubernamentales importantes, en las que la sugestión para “proteger” los recursos quedan planteados en papel y en muy pocos casos son llevados a la práctica. De seguir así, habremos heredado a las generaciones futuras un planeta con un ambiente conservado, pero también les habremos dejado la tiranía como el costo que ha debido pagarse para conservar el medio ambiente.

Estudiante de Ciencia Política Jfrada97@javerianacali.edu.co

Juan Felipe Rada Arias

C O N VO C AT O R I A

Hoy te sueño en letras a ti mujer, Desde tu mirada seria de Times New Roman, Hasta la Helvetica de tu hermosa risa.

Eres Broadway cuando desatas lindas sonrisas, Arial cuando te pones a pensar, Y Copperplate cuando te escucho hablar.

A veces pasas inadvertida de Webdings, Y en ocasiones incomodas como Comic Sans Posees la perfección expresa de Tahoma y la sencillez de Calibri al pasar.

Luces Lucida Con tus curvas y elegante y robusta como Gill Sans Pasas de frente y te vas como Century Y luego te marchas y te olvidas como ALGERIAN No importa si estas o no en Negrita, Si te sientes Cursiva o te sales a subrayar, Solo siempre te vez linda, No importa la hora, el día o el lugar.

I L U S T R AC I Ó N : K E V I N N I E T O VA L L E J O Diseñador de Comunicación Visual kevinnieto.93@gmail.com

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Revista Pasรก La Voz @Pasalavozpuj pasalavoz@javerianacali.edu.co comunicacionpuj.javerianacali.edu.co/pasalavoz/

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