Pasá la voz - 27º edición

Carrera de comunicaciรณn

ISNN 2011-0200

Pontificia Universidad Javeriana

Santiago de Cali

Vigilada Mineducaciรณn, Resoluciรณn 12220 de 2016

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Editora en jefe Sofía Guzmán Jefe de redacción Laura Catalina Meza Editores gráficos Juan Pablo Restrepo Martina Muñoz Coordinador Diego Fernando Montoya Comité de redacción Andrea Vasco Camila Vela Diana Vélez Juliana Ochoa Laura Estrada Laura García Laura Meza Lina Rendón María Camila Echeverry María Camila Paz María Gabriela Lagos Mariana Becerra Pamela Micolta Sara Mora Tatiana Amorocho Valeria Villamil Colaboran en esta edición Juan Pablo Ospina Juan Naranjo Jhonn Cardona Valentina García Carlos Andrés Escobar Hellen Atehortúa Julián Salazar Ana María Vélez Portada y contraportada Mariana Velasco 2

20 The ultimate zodiac 05 Perpetua belleza 06 Tú y yo en tiempos de guerra 10 Simulación desaparezco 12 Así suenas 14 ¿A qué le tenés miedo?

08 Querer ser algo más 22 El chico de ensueño 24 ¿No podía ser cristal?

26 Me prometo no olvidarte 28 Es de humanos

16 No era solo tinta

30 Ni mi teta, ni la tuya, ni la de la vaca

18 Encuéntrame en tus sueños

31 It´s corona time

Diagramación Mariana Velasco

Natalia Jaramillo Juan Pablo Restrpo Valeria Villamil

Composición visual Martina Muñoz Diana Vélez Laura Estrada Mariana Velasco Sofía Marín Maria Camila Lizcano Camila Vela Daniela Ceballos

Impresión Editorial LA PATRIA S.A Cra. 20 #46-35 (6) 8781700 www.lapatria.com Manizales, Caldas Colombia, 2020

34 Pueblo pequeño, infierno grande 36 El amor después de mi amor 38 Pensar diferente 39 Memo-ría

42 A destiempo 43 Tras esta noche de sexo y amor 44 Transatlántico 45 Desde adentro

40 Yo me levanto por la mañana, me doy un baño, pero no me perfumo

46 El mito de los que se sientan adelante

Sofía Guzmán Estudiante de comunicación Editora en jefe La mente humana tiene un potencial increíble y la expresión artística no tiene límites ¿qué mejor forma de demostrarlo que escribir con un tono diferente sin el control de la razón? Una edición que trasciende lo real para expresar emociones y pensamientos desde el más mínimo imaginario y el más profundo subconsciente.

Pues bien, esta edición número 27 está encaminada a ilustrar de forma surrealista diferentes historias con temática libre, desde

descubrir que no hay que escapar de sí mismo y hallar la manera más auténtica de existir, hasta un listado de miedos que parecen un tanto chistosos y descubrir a qué suena a través de un poema.

Por eso, te invitamos a que dejes a un lado cualquier tipo de control racional y disfrutes de la experiencia auténtica que ofrece Pasá la voz.

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FotografĂ­a: Juan Pablo Restrepo Estudiante de ComunicaciĂłn pablorestrepo98@javerianacali.edu.co

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POR: ANDREA VASCO

A

maneció y el agua del río estaba muy fría, me senté en una gran piedra, el sol reflejaba mi desnudez en el agua y me di cuenta de que yo era muy rara. Soy muy afortunada, porque entrelazarse así con el hilo del paisaje es una manera muy auténtica de existir.

A veces despierto y estoy en un campo verde y maravilloso, con flores rojas y frutas que crecen a mis pies. Me siento entonces dentro de un cuadro y no entiendo hasta donde llegó el pincel, pero no es necesario encontrar una explicación porque los hechos mágicos de la vida no la necesitan.

Si algún día pasas caminando por el valle y pones tu mirada en las majestuosas montañas tienes que abrir tu alma y empezar a dibujarme.

Comienza por el contorno de mis caderas y ahí, justo en la cima, desvíate hacia el vientre, pero por

favor asegúrate de dibujar cada curva con mucho cuidado y sólo entonces podrás encontrarme.

Estudiante de Comunicación andrearovas04@ javerianacali.edu.co Composición visual: Martina Muñoz Estudiante de Comunicación martinamunoz@ javerianacali.edu.co

A veces reflexiono y me pongo a pensar que cuando fue creada la primera mujer, ese artista tuvo a su alcance toda la hermosa creación del mundo como fuente de inspiración para construir algo perfecto, y así hemos sido creadas, con las formas, texturas, colores y sabores de la naturaleza. Y es que muchos han querido encontrar el paraíso, pero este solo será otorgado a aquel que se sumerja y se pierda en la suavidad de su piel que es infinita y en la profundidad de sus senos hermosos. Porque es maravilloso perderse y sonreír antes que encontrarse y seguir viviendo así.

Soy grande y mis muslos son mil palomas, me gusta porque soy diferente y soy yo misma. No sé por qué ellas lloran tanto en las noches y se golpean con el espejo y aunque grito muy fuerte no me escuchan cuando les digo que son perlas que la sociedad ha metido en ostras. Aun cuando me quedo sin voz, sigo gritando por dentro hasta que me despierto en una nube y me siento impotente, pues ojalá pudiera bajar y decirles lo extraordinarias que son, pero es hora de irme, Dios me está llamando.

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POR: GABRIELA LAGOS Estudiante de Comunicación magabby1105@javerianacali.edu.co

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leva casi un año calzándose las mismas botas a las 5:37 de la mañana.

Cada día que pasa están más magulladas e incómodas, lo cual lo obligará a cambiarlas en poco tiempo. Claro, si es que logra sobrevivir. Hasta hace unos días, ya nada hacía mayor ruido en su triste existencia.

Maldecía a diario el destino que le tocó, porque no es vida tener que pelear una guerra que ni siquiera es suya, y peor aún, tener que callarse ese sentimiento y simplemente acatar órdenes.

Cuando pensaba que no tendría más problemas, llegó aquel que se convertiría en su martirio diario: el amor. Y no cualquier amor. Un amor imposible, aquel que no es permitido mostrar. Él es repudiado, sucio, incluso para algunos. Y lo peor de todo, era un él. ¿Por qué no podía ser una ella?

Una ella alemana, de su estatus social, con la cual podría procrear y tener esa perfección soñada que todos pintan por ahí. Y bueno, ahora

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Composición visual: Daniela Ceballos Estudiante de Comunicación danielaceballosg@javerianacali.edu.co

que lo piensa bien, ambos son repudiados bajo esa condición.

Mientras guarda el arma en su lateral derecho, trata de motivarse a sí mismo tal como lo ha hecho hace dos meses, desde aquel día que lo conoció. Lo sacará de ahí, lo camuflará y cada que luche se recordará a sí mismo que cueste lo que cueste, tiene que salir vivo de cualquier batalla, porque él sabe que algún día tendrá que terminar. ¿Y cuando termine? Vivirá junto a él y dejará de esconder ese amor fulminante que quema al rojo vivo en su pecho. Se permitirá ser feliz por primera vez.

Como era de costumbre, una vez a la semana pasaba a visitarlo. La fachada iba bastante bien hasta el momento y todo gracias a aquel amigo que siempre está dispuesto a ayudar, aunque sea de vida o muerte. No había mucho tiempo, rieron en medio de la lúgubre habitación, se tomaron de las manos

Él es repudiado, sucio, incluso para algunos. Y lo peor de todo, era un él. ¿Por qué no podía ser una ella? [...]”.

y se obsequiaron el cuarto beso desde que se conocen. Y no sabía que podía ser el último. ¿O tal vez no? Fue trasladado de ciudad. Sólo tuvo oportunidad de escribir una carta, y encomendarlo esperando que en su regreso siguiese vivo. No obtuvo carta de respuesta, y aunque pudo sobrellevarlo bien en las primeras semanas, consideró en rendirse.

Nunca iba a ser posible, tenía que dejar de soñar por un momento.

Agosto de 1945, su anhelado regreso a casa. Su madre lo recibió con los brazos abiertos y con un gran vació en el estómago cuando pronunció: -Tengo un recado importante. Ven acá.

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Me gritaron cosas en la calle, me silbaron y tiraron besos.

Le saqué el dedo medio a todos los que lo hacían y odié ser mujer”.

POR: CAMILA VELA Estudiante de Comunicación velacami@javerianacali.edu.co Composición visual: Valeria Villamil Estudiante de Diseño de la Comunicación Visual villamilvaleria@outlook.com

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uando me di cuenta de que era mujer ya era demasiado tarde como para hacer algo al respecto. Mis células estaban formadas, mis genes escritos y sellados en todos mis núcleos.

Tuve paciencia pero me gesté completa. Nací y crecí mujer. Me corté el pelo para que no me vieran como una, sudé y embarré todo mi uniforme para que no me vieran como ellas. La falda del uniforme se ensució y se arrugó cuando corría por los campos de recreo, jugando basketball y ponchado con todos los demás.

Luego me dijeron cosas por mostrar las mallas que tenía debajo de la falda mientras corría.

Me sentí desnuda levantando mis prendas persiguiendo pelotas por el campo de juego

mientras mis compañeras mantenían sus ropas inmaculadas y limpias en las sombras de los árboles.

Me gritaron cosas en la calle, me silbaron y tiraron besos. Le saqué el dedo medio a todos los que lo hacían y odié ser mujer. Me corté más el pelo, hablé más duro y me silbaron de nuevo. Me vestí con ropas holgadas, me rape la cabeza y me sentí algo libre. ¿Por qué?

Hablé con mi madre y le dije que no me gustaba que me vieran como mujer, que ser mujer era horrible y que desde que lo supe, había querido no serlo. Las mujeres son menos, le dije. Por poco y me da una cachetada en la cara mi madre. ¿Menos? ¿Cómo somos menos las mujeres? me preguntó. Le expliqué todo lo que había vi-

vido en mi vida. Y todo lo que había vivido en mis vidas pasadas. El dolor y el abuso, el odio y la muerte. Las mujeres hacen menos, saben menos, piensan menos, solo son menos. Los hombres hacen más porque hacen otras cosas que las mujeres no podemos como jugar en el recreo, como caminar solos a la casa de noche, trepar una pared, liderar una compañía, vestirse como se les da la gana y decir lo que piensan. Mi género me duele, le dije. Y mi mamá me dijo no entiendo, somos mujeres y traemos vida a este mundo, somos diferentes a los hombres y eso es verdad. Pero esas limitaciones y batallas son las que tenemos que pelear y qué me importa si me ven para abajo, yo se quien soy y querer ser otra cosa no lo va a cambiar.

las calles, en la manera en que los silbidos de los camioneros de alguna manera acentúan las curvas de mi cuerpo, delgadas de tanto correr y de tanto vivir.

Me siento sucia.

Mis vestidos aún se manchan de mugre y de sudor. Mis sandalias me tallan de tanto caminar buscando mis sueños y mis ojos me duelen de tanto llorar por el dolor de mis hermanas, las de las faldas limpias en la sombra, a las que yo sé que también les ha dolido su género. Mi pelo cada vez más largo se me ha enre-

dado con el de mis hermanas y con el tiempo he empezado a ver que todas somos iguales.

Mis tiempos cambiaron y me enseñaron palabras nuevas, ideas nuevas que me hicieron amar lo que nací siendo. Salí a las calles, a las clases y vi espíritus familiares, almas que con el tiempo me acogieron. Luego hasta he visto más mujeres en lados donde antes no las veía.

Del piso horrible salieron como flores en lugares donde toda mi vida vi hombres y me di cuenta de que mi género es algo bello.

Y también es mío.

Cuando te das cuenta de que eres mujer ya es demasiado tarde para hacer algo para cambiarlo. La historia es tuya y la cargarás por siempre… junto con miles de otras como tú.

“Somos diferentes ¡y qué! Mitad de la población es como tú”. Y de cierta manera algo entendí. Me sentí un poco menos molesta por ser mujer, pero mucho más molesta de sentir vergüenza por serlo. El problema para mí yace en eso. En la vergüenza que siento al mostrar mis mallas, al sentirme observada en 9

L

os días no parecen cambiar, no tengo nada que perder. No sé cuado comenzó todo esto, estoy en vacaciones o eso creo… pero sé que hace mucho pasó el tiempo a través de mis ojos y mi piel. Puedo sentirlo algunas veces, cuando el dolor de cabeza se vuelve insoportable y tengo que parar. Me acurruco en una esquina de mi cuarto y espero un poco antes de volver… pero

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POR: SARA MORA Estudiante de Comunicación saraisabelmoracalle@javerianacali.edu.co Composición visual: Juan Pablo Restrepo Estudiante de Comunicación pablorestrepo98@javerianacali.edu.co

¿volver a dónde? Sigo en un mismo lugar desde hace días, meses, años… ¡¿AÑOS?!

Espero un poco antes de volver a vivir, porque allá afuera estuve muriendo y ahora vuelvo a vivir. Vivir con mis ojos, vivir con mi imaginación, como siempre quise que fuera. En el exterior solo encuentro mi propio sufrimiento, el que yo mismo me causo, o tal vez el que me causaron todos cuando me encerraron en el baño aquella vez, cuando robaron mi dinero y dijeron que debía morirme porque no servía para nada, tal vez fue al abusar de mí, tal vez fue cuando falleció mi tía Helena.

Las luces invaden mi habitación y todo vuelve a desaparecer, conecto mis sentidos y mi cuerpo pesado se vuelve solo una máquina de movimientos estáticos.

Es hora de vivir otra vez. están esperándome en el servidor que acordamos ayer, el mismo de siempre, me gusta este mundo, ellos no saben lo acabado que estoy, lo solo que me encuentro. Soy un mago, el mejor de todas estas tierras, la conquista se encuentra en mis manos y en el gremio que sigue mis pasos, tengo el poder de dominar el invierno y la mejor montura de colores prismáticos que se puede conseguir. Soy muy poderoso.

Todos me tienen respeto y quieren luchar junto a...Alguien toca la puerta, es la quinta vez esta semana.

- ¡¡NO QUIERO NADA, DÉJENME EN PAZ!!- grité quedándome sin voz pero logro continuar con mi gremio hacia la batalla. Ellos no entienden, esto es muy importante para mí, es lo único que sé hacer… allá afuera soy un simple mortal, No pueden juzgarme, no pueden sacarme. ¡No pueden juzgarme! ¡No pueden

sacarme! ¡NO PUEDEN! ¿Quién se creen que son? Somos todos tan frágiles, carne y hueso, propensos a morir sin una segunda oportunidad, aquí yo tengo todas las oportunidades que se me han negado a lo largo de mi vida, ya no soy un miserable que deambula las calles sin ningún sentido, soy un mago nivel 120, habilidades de invier...- ¡¿QUÉ QUIEREN DE MÍ?! ¡¡¡¡ESTOY JUGANDO!!!!tocan la puerta una vez más, no soporto el exterior, está repleto de toxinas que no me dejan respirar tranquilamente, es lo que me mata allá afuera. No sé si me estoy haciendo viejo, pero a veces tengo lagunas y mi presencia se limita a dos segundos que parecen horas, me voy por lapsos sin saber qué hice en todo ese tiempo. Cuando el internet falla me quedo en la oscuridad, me convierto en mi personaje y todo mi espacio es una fantasía de guerreros, elfos y monstruos para luchar. Es mi honor, se trata de mi honor. Pierdo la cabeza y lloro debajo de mis cobijas, todo es borroso y, cuando me toco la cabeza, en mis manos quedan varios cabellos. Tengo muchas marcas y moretones por todo mi cuerpo. No recuerdo la última vez que comí, no recuerdo la última vez que dormí, en los lapsos y en las lagunas, no sé si esos fueron desmayos porque mi mente colapsa y no logro soportar un segundo más despierto. No

sé si llevo dormido todo este tiempo. No sé si llevo muerto todo este tiempo,

pero no pienso abrir esa puerta, que lleva hacia el inframundo, donde los gigantes no pueden ser derrotados.

Allá afuera donde si soy asesinado no existe el lugar al cual siempre soy transportado. Me miro en el espejo por horas, no logro distinguirme, hay destellos en los que soy un montón de piel pálida y lastimada, la luz traspasa y ciega. Todo lo que me mata se encuentra detrás de las ventanas, detrás de la puerta, no recuerdo cuando fue la última vez que la tocaron ¿fue hace minutos? Quiero que toquen la puerta una vez más, tengo miedo de abrirla yo solo, no sé que me espera ahí afuera, llevo cinco años encerrado en mi habitación, mis provisiones se acabaron hace meses, no sé cómo logro ponerme de pie. No sé si seguir luchando por mi vida o salir de esta habitación para, de una vez por todas, acabar con ella.

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E

n las multitudes, como transeúnte desesperado, me alejo de mí.

Me escondo en los espacios del ayer, y me ahogo en los tormentos de lo que alguna vez fue.

Soledad, fiel compañera, amante de la noche, extraña pasajera.

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POR: MARIANA BECERRA Estudiante de Comunicación mbecerra28@javerianacali.edu.co Composición visual: Daniela Ceballos Estudiante de Comunicación danielaceballosg@javerianacali.edu.co

No me atrevo a dejarte, porque olvidarte no es opción y quererte es redención.

Siempre vienes, sin falta alguna.

A encontrarme a mí, en la oscuridad confortable, en tus brazos, en tus planes.

Sin ti, no puedo.

Incluso, cuando tus versos, son salvación.

Como violín prestado que sonaba en las tardes, los gritos atroces de mis pares, el papel, estas líneas, mi voz.

Así suenas, mi eterna salvación.

Tu obstinación me cohíbe, pero tus voces me consuelan.

Temerte es necesario, cómodo, infalible.

Eres el elixir, sin importar cuanto me quites.

Decidida, vienes a mí, y como una bruja sincera, me recuerdas al oído, todas mis penas.

Yo te encuentro, te escucho, te siento.

En las noches, en los días, parada y sentada, no hay primacía.

Al compás del lamento, al ritmo de mis versos, el suspiro, mi aliento.

Ahora, la nostalgia ya me invade, te encuentras al borde de mis juicios, de mis males.

Sola, como siempre, escribo lo que siento.

Y sobre los cielos grises me acompaña el sereno, para que me abraces, y juntas lagrimemos.

Puedo escucharte, te siento como el viento.

Ese que ahuyenta, ese que abraza.

Como olas del mar, el canto de una sirena.

El llamado de las estrellas, la furia, los problemas.

A la puerta de la casa, cuando cierra como siempre.

Al mando de la luz, cuando última se desvanece.

A su voz de despedida, sin retorno, sin salida.

Como los ritmos estrechados, las guitarras afanadas, las groserías, lo inhumano.

Al lápiz contra el papel, desgastado por la angustia.

Al abrazo de despedida, inexplicable pero que asusta.

A sus pasos irreversibles, a la respuesta, en un llanto desahuciado.

A una pesadilla interminable.

A mis manos, que escriben estas líneas, estos versos desordenados.

A eso suenas, mi bella.

Cuando te entrometes en mí, y somos una.

A eso suenas, mi bella.

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[...]aquí no vengo a hablar de mis sueños extraños o de mis miedos personales. Imaginen esto como su “Matatiempo” al estilo de Pasá la Voz”.

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U

na vez soñé que no tenía miedo y fue mi peor pesadilla. Imagina un mundo en el que no haya razón para sentir ese nudo en el estómago, las manos sudadas o las pulsaciones a mil. Eso sería como un reality show sin escenas actuadas, le falta sazón, drama, flow. En mi caso soy de las que no es capaz de ver una película de terror, no porque crea que es verdad sino porque no puedo dormir, me empiezo a encontrar con lo que sea que vi en mis sueños (que son bastante realistas). ¿Qué parche, no? Imaginen encontrarse a Freddy Krueger con Annabelle en plena tarde mientras haces el mercado, y no, no es molestando.

Pero bueno, aquí no vengo a hablar de mis sueños extraños o de mis miedos personales. Imaginen esto como su “Matatiempo” al estilo de Pasá la Voz. De una vez le digo que este juego no es recomendable para personas sensibles con el desperdicio del tiempo.

Gracias a Calle 13 aprendí que el mundo es una cosa loca, que hay cosas bonitas y un par de tragedias. La gente de por ahí me habló sobre sus miedos, pesadillas o las cosas que sencillamente le atormentan y aquí está un poco de eso. Siéntase libre de decir “I really felt that bro”, de esbozar una sonrisa, tirar la carcajada, o simplemente de seguir leyendo. Finalmente, tenga en cuenta que en el mundo hay “personas cuerdas y locos demente”.

POR: LAURA CATALINA MEZA QUINTERO

Composición visual: Mariana Velasco

Estudiante de Comunicación laurameza@javerianacali.edu.co

Estudiante de Diseño de Comunicación Visual marianavg@javerianacali.edu.co

- A crecer. Dímelo a mí, mido 1.80 m.

- A perder el tiempo. Creo que estás en el lugar equivocado.

- A las brujas. ¿Se imaginan un mundo sin magia?

- A salir a la calle sola. Suele pasar.

- A la muerte. ¿Por qué? Yo trataría de asustar a unos cuantos.

- Al trabajo de grado. A esto no le tengo miedo, le tengo ¡PÁNICO!

- A que un poco de materia extraña del núcleo de una estrella de neutrones llegue a nuestra galaxia. ¿Tas bien?

- A los ascensores. ¿Te imaginas quedar atrapado en uno el piso 11 con personas con claustrofobia y miedo a las alturas?

- A fracasar. Pregunta seria: ¿el hecho de “fracasar” está en algo de tu concepción o de los demás?

- Al futuro. Te recomiendo ver Interestelar, Terminator o Los Juegos del Hambre.

- A las personas. Comprendí un poco de este miedo, después de escuchar a Rubén Blades: “se ven las caras, pero nunca el corazón”.

- A las arañas. ¿He sido la única que se ha pregunta si a las arañas no les da miedo los humanos?

- A que se me vaya un ‘me gusta’ en Instagram del 2015. Por la curiosidad murió el gato.

- A grandes acumulaciones de gente. A @covid_19 le enoja tu comentario.

- A que me roben. Buena suerte con eso aquí en “Locombia”.

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POR: DIANA VÉLEZ Estudiante de Comunicación dianamvelezs@ javerianacali.edu.co Composición visual: Diana Vélez

Bueno, todos estamos un poco locos ¿Sabes? Pero que yo pueda hablarte ya es otro nivel”.

-O y otra vez.

tra vez… ¡Otro día, otra nave espacial! ¿Nicolás podrías por favor dejar de hacer dibujitos todos los días? Tienes 9 años y te la pasas del colegio a la casa, en la casa haces tareas, dibujas, te duermes y todo se repite una y otra

-¿Ah? Dijo Nicolás extrañado viendo su cuaderno de dibujos, o mejor dicho su cuaderno de matemáticas.

-Si, soy yo, el dibujo, el de la izquierda...-Nicolás dirige su mirada a la dona.

- ¡No! ¡La dona no! ¡Más arriba! ¡Ponle lógica... Tampoco soy la jirafa! ¡El dibujo de los tenis Nicolás!

-Bueno, ahora además de no tener amigos estoy loco- dice Nicolás mientras se sujeta la cabeza.

-Bueno, todos estamos un poco locos ¿Sabes? Pero que yo pueda hablarte ya es otro nivel... ¡Entonces por eso estoy aquí! Escúchame bien, no creo que esto dure mucho- dijo el dibujo mientras caminaba de un lado al otro.

-¿De qué hablas?

-¿Qué pensabas? ¿Que un dibujo animado puede

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hablarte por tiempo ilimitado? ¡No, no, no! Imagina que tu mamá llegue del trabajo y te vea en estas. Ya tienes suficiente con que eres un inadaptado social ¿No crees?

-Espera, yo te dibujé ¡Yo te creé! y a pesar de eso ¿Me insultas?

-Soy un producto de tu imaginación, podría decirte lo que sea, lo que tú quieras, pero te estas insultando a ti mismo, patético ¿No? -Bueno, entonces, cállate.

Y al decir esto el dibujo inmediatamente dejó de hablar, de hecho, dejó de tener una boca. Al ver esto, Nicolás ya estaba lo suficientemente sorprendido y cerró el cuaderno. Pero era inevitable ignorar lo que estaba pasando, así que la curiosidad pudo con él y al segundo de pensar en que le devolvería la boca al dibujo, este empezó a gritarle de nuevo.

-Heeeey, gracias, que detalle de tu parte, ahora ¿podrías abrir de nuevo el cuaderno? Esto de tener los números en mi cara no me gusta de a mucho- Nicolás abrió el cuaderno. - Bueno, en lo que estaba ¿Cuál es tu necesidad de pasártela todo el tiempo aquí encerrado?

hacer en ellas si tuvieras amigos? No es tan difícil, cinco de tus compañeros de clase viven parcialmente cerca, podrías ir en bici. ¡Ah, cierto!

No sabes montar bici. Bueno, aprende a montar patineta, es fácil, y además eso atrae a las chicas. Tampoco es que te conviertas en el chico malo por montar patineta… no hay que ir a los extremos. Por otro lado, ese proyecto de ciencias ¿cómo vas a querer hacerte solo? No, eso déjaselo a los nerds y nosotros no lo somos, eso es mucho trabajo, ¡qué pereza! Hazlo con Lucía, ella es inteligente, y linda, además, ambos son igual de solitarios, eso ayudará. Y en los recreos... nada de ir a almorzar al pasillo de los trofeos, vas a comer rápido, para luego ir a jugar como todos, podrías empezar por ponchado o fútbol, no debe ser tan difícil ¡Hay que hacer deporte de vez en cuando! Y de paso tomas un poco el sol, para que cuando vayas a la piscina no seas un papel como yo. Pasas casi una hora dentro de ese bus camino a casa, así que lo que me parece más lógico es que te vuelvas amigo de esos cinco chicos que viven por tu casa, el de pelo largo y su clan, siéntate cerca a ellos poco a poco, algo se te ocurrirá decir.

Tenemos un mes para lograrlo, pero te juro Nicolás que no es para nada difícil. Pudiste imaginarme y traerme a la vida para que te dijera todo esto. Creaste de -¿Qué más podría hacer?- Replicó Nicolás. forma indirecta todo un plan de acción que seguir para ser un niño “normal”. Ten -¡Y yo que voy a saber! No paso de los conoci- en cuenta que no tiene nada malo estar mientos de tu mente. Ah, pero tú en realidad lo solo a veces, pero no por esto te la pasasabes y no quieres aceptarlo, lo que decía antes: rás así toda la vida, el estudio es imporpatético. tante, pero si todo gira en torno a este la vida se volvería un poco monótona -Bueno entonces dímelo tú. y triste. Y recuerda que somos demasiado geniales como para quitarles la -¡Eso hago! ¿Qué no ves? Pero no me dejas ni ter- oportunidad a los demás de ser nuesminar una frase- Nicolás asintió con la cabeza tros amigos, no hay que ser egoístas. dándole pie a que continuara hablando.

-Estás en quinto grado, a pocas semanas de empezar las vacaciones ¿Sabes todo lo que podrías 17

POR: LAURA GARCÍA Estudiante de Comunicación laura1008@javerianacali.edu.co

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gotador. Es la palabra que mejor describe la mayoría de mis días últimamente. Casi siento que mi cuerpo se apaga por completo, pero mi cabeza sigue maquinando hasta el más mnimo detalle que quedó sin resolver hoy, ayer, lasemana pasada y hasta el mes anterior.

Mi problema más grande con ir a la cama es pensar que esa parálisis de sueño va a volver, hace tanto que la superé pero no puedo evitar pensar que en cualquier momento volverá para arrasar con las pocas energías que aún me quedan de ir al trabajo y continuar mi vida. Pero bueno, ya me rindo, tengo que dormir al menos un poco. Me echo en la cama y empiezo a contar los números del 100 hasta llegar al cero. A veces puedo llegar a contar un

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milenio antes de poder quedarme dormido, pero esta noche, creo que me profundicé antes de llegar al segundo siglo . *** Huele mal… como a alfombra mojada. Con los ojos aún cerrados pienso en que lo que fácil viene, fácil se va y ahora me tomará horas volver a conciliar el sueño, porque seguro dejé la llave de algún grifo abierta, así que tendré que levantarme a cerrarla y sacar la alfombra mojada al patio para que seque ¡Joder!

Desconcertado. Ahora esta es la palabra que me define.

Estoy en un lugar muy extraño.

Tiene paredes amarillas con la pintura un poco desgastada.

Me encuentro al inicio de un pasillo un poco ancho y largo. Hacia todas partes parecen haber más habitaciones, pero ninguna con puerta. No sabría decir si estoy en un edificio o una casa, por ahora no veo ni una sola ventana. Lo único que mantiene a este lugar con luz son las lámparas fluorescentes en el techo que escuché antes y el reJusto antes de abrir los ojos, es- pugnante olor a alfombra mojacucho como si el bombillo de da se mantiene. la habitación titilara. Seguro olvidé apagarlo antes de acos- No me moveré de donde estoy. tarme y ahora está a punto de No quiero ir a explorar ningufundirse. Mientras abro los ojos na de las habitaciones. Aunque pienso - ¡Hoy estoy muy despis- no lo parezca, tengo un poco de tado..! - Me quedo sin aliento miedo, no se siente una buena para continuar la oración al ver vibra aquí. el lugar que me rodea.

Obviamente estoy en un sueño así que inicio mi técnica para despertar: cerrar los ojos, apretarlos muy fuerte y pensar que al abrirlos estaré en mi cómoda cama. Lo intento una vez y sigo aquí. Lo intento de nuevo, pero… no funciona. Lo intento por tercera vez, ya con estrés de pensar que esto no sea un sueño y se me sale un lágrima al abrir los ojos porque continúo rodeado del amarillo lúgubre.

Decido que me voy a quedar sentado hasta morir de sueño esperando que algo bueno suceda, pero siento que pasan horas y esto no se acaba.

Así que me paro, un poco tembloroso y camino sin hacer mucho ruido por el pasillo. Veré que hay en la primera habitación de la derecha: está vacía, pero tiene otros dos arcos sin puerta que conducen a otras habitaciones. Ya avancé por varios arcos y me di cuenta de que esto es como un laberinto sin fin.

Yo me muevo muy cautelosamente, porque la extraña forma de este lugar hace muy difícil saber de dónde viene lo que sea que me está acechando. En el octavo día, el miedo es indescriptible.

Con cada día que pasa, “eso” puede detectarme más y no parece tener buenas intenciones.

Luego de nueve días, la situación es insoportable.

Me echo a llorar de inmediato cuando despierto nuevamente ahí y grito - ¡Ya no quiero más! -.

Mala idea, porque eso parece haber despertado a lo que llamo “la bestia del laberinto” así que corro lo más que puedo cuando la escucho moverse, pero, producto de la desesperación, mis pies se enredan haciéndome caer y mientras vacilo para levantarme escucho la enorme pisada caer detrás de mí. Sin darme chance de voltear a verlo me dice con Una voz extremadamente desgastada y chirriante - ¿Por qué escapas de ti mismo? -

*** No recuerdo cuándo dejé de caminar, pero de repente despierto otra vez en mi cama. Ya es de día, estoy incluso más cansado que cuando me acosté y debo levantarme para ir al trabajo. Los días han pasado y el sueño se ha vuelto recurrente, aunque nunca pasa nada más allá de recorrer los cuartos completamente vacíos. Hasta una noche.

Al cuarto día, abro los ojos en el amarillento lugar, empiezo a recorrerlo como de costumbre y pasaron solo unos minutos cuando comienzo a escuchar pasos, pero no unos pasos normales, es decir, suenan como si fueran de un gigante.

Me quedo quieto para no hacer ruido pues esta situación me estremece mucho. Al

quinto, los pasos continúan. Al sexto, siento que empiezan a acercarse a mí. Al séptimo, es más que evidente que los pasos me están persiguiendo.

Composición visual: Mariana Velasco Estudiante de Diseño de Comunicación Visual marianavg@javerianacali.edu.co

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¿

Meta-realidad:

De verdad no sabes quién soy? Me ves todos los días corriendo por los pasillos de la U rodeado de mucha gente y dentro de los salones siempre tengo un grupo de trabajo top: responsables que no hacemos las tareas un día antes. Soy así porque me persigue constantemente la culpa de ser una decepción para mí y para mis seres queridos. También soy el primero en participar en cualquier actividad así no tenga un “chingo” de idea de cómo hacerla. Igual, eso no me preocupa porque no soy capaz de equivocarme, soy muy activo y todos mis “cincos” están llenos de competitividad. ¡Claramente soy mejor que tú! No traten de discutir el tema conmigo. ¡No se humillen! Así luzca tan divertido como un mono y tan fuerte y feroz como un halcón, te puedo querer muchísimo. Si

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POR: MARÍA CAMILA PAZ Estudiante de Comunicación mariacpaz@javerianacali.edu.co

todavía no me conoces, te estás perdiendo de mi increíble gran corazón que te será fiel y no te dejará sentirte triste por más de 30 segundos. Así no suela decírselo a mis amigos y muchas veces demuestre desinterés, daría mi vida por ellos. Asimismo con las relaciones de pareja: ¡me encantaría tener novia! La amaría desde el primer día hasta el último o hasta que traicione mi confianza.

Pd: Soy Juan David, y te dejo un tip: ¡Por favor! Camina más rápido, si no lo haces estaré al borde de caer en otro ataque de ansiedad y no te hablaré por todo un día. O, tal vez te gritaría que eres un inútil y me disculparía una hora después. Depende si logré dormir ese día o no.

Anti-caos:

¡WOW! ¡Hola! Tus jeans llenos de estrellas están muy curiosos,

Composición visual: Camila Vela Estudiante de Comunicación velacami@javerianacali.edu.co

me gustan. ¿Cómo te llamas?

Yo soy Camila y estudio diseño, mucho gusto. Me dicen que luzco muy tierna, así como un conejo… Pero te confieso, en el interior soy tan fuerte como un dragón. Ahora que me acuerdo, te vi hace unos días colocando letreros por toda la U sobre el feminismo, si todavía siguen con la campaña me gustaría ayudar.

Trabajar en grupo y para una buena causa me motiva mucho.

Perdón si no te he dejado hablar, a veces se me olvida que estás allí… ¿Crees que soy grosera por eso? Me da miedo que la gente piense eso, no sé, siempre quiero ser aceptada por todos… Si finalmente decides ser mi amiga, te prometo que haré de todo para complacerte. Si todavía no te decides, te entiendo, ¡me pasa todo el tiempo! Es aún

más difícil cuando tengo que escoger qué comer en un centro comercial. Si eres como yo, tranqui que soy muy paciente.

Deberíamos ir a comer en el Peñón, en uno de esos restaurantes lindos al aire libre…Mmm, debería proponerle eso a mi novio. Ya casi cumplimos 6 meses juntos y me gustaría sorprenderlo con algo súper romántico. Creo que haré una lista con las opciones. ¿Decorar el postre con un mensaje tierno? No, ¡nunca! Es demasiado básico para mí y no, no sigas insistiendo. Encontraré mil formas para rechazar tu idea.

Pd: Siento que ya somos muy buenas amigas pero casi no te conozco y eso me pone un poco triste. Necesito que me demuestres interés o voy a llorar, en serio. Ven, siéntate conmigo, dime tu nombre y tu carrera.

Renacidos:

timientos porque si finalmente resultas ser la persona en la que voy a confiar, vas a tener que aguantar mucho llanto de mi parte. ¿De verdad me quieres conocer? Tú ya me conoces, yo sé quién eres y tú deberías también, pero nunca nadie me ve. Tengo un grupo pequeño de amigos porque soy bastante independiente. Pero, por mucho que me guste estar sola la familia es algo que siempre debe estar presente para mí. Por muy ingenuo que esto pueda sonar, la familia es el único organismo social que permanece. No lo tomes personal, tú también puedes convertirte en mi familia, solo tienes que estar ahí para mí y darme mucho amor. ¡Yo haré el resto! Seré compasiva, paciente y te pondré los temas más ingeniosos de conversación.

A veces me gustaría ser popular, dejar de ser tímida y rugir como la tigresa fuerte que sé que soy.

¿Me ayudarías a conseguir mi yo ideal? Pd: Soy muy organizada.

Solo que me puse un poco nerviosa hablándote por primera vez y no te dije mi nombre. Soy Andrea. Ahorita voy a terminar de hacer un corto audiovisual, acompáñame y verás todo el talento que escondo de los demás.

[...] Me dicen que luzco muy tierna, así como un conejo… Pero te confieso, en el interior soy tan fuerte como un dragón”.

Sí, sí, perdón por estar tan callada. Estaba pensando qué sería de mí si no hubiera escogido estudiar en esta U. De verdad tuve la oportunidad de estudiar en Canadá, aprender otros idiomas y conocer otras culturas, me imagino todo el tiempo en tantos lugares distintos a este... Pero, ¡pum! Vuelvo a la realidad pesimista de mi vida.

No debería contarte más, prefiero guardarme mis sen-

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D

esperté aquella mañana con el único deseo de volverme a dormir para saber la última frase que él quería decirme. No sé quién es, pero deseaba con toda mi alma saber lo que saldría de sus labios mientras me miraba con esos hermosos ojos de expresión suave, pero no pude volver a conciliar el sueño.

Una semana después, al dormirme, retorné al lugar donde lo conocí. Estaba en mi colegio, parada en el sitio exacto donde estaba antes de despertarme aquella vez. Antes, en el primer sueño, habíamos luchado contra unos hombres de negro que buscaban capturarlo, y después de una ardua batalla, logré salvarlo. El problema es que a pesar de ser el mismo sueño, aspecto que sabía por inercia, él no estaba conmigo. Comencé a revisar cada rincón hasta que lo vi a lo lejos siendo arrastrado por aquellos hombres. Deseaba desesperadamente salvarlo, así que entré a un baño cercano y empecé a mojarme la cara diciendo: ¡Necesito despertar! ¡Tengo que salvarlo! Finalmente, desperté. Estaba agitada pero con un sentimiento de paz por haberlo logrado.

Pasaron varios meses de sueños “normales”, hasta que una noche volvió. Esta vez, mi sueño era a blanco y negro, y yo era una espía rebelde que huía de la policía haciendo parkour. Mi grupo y yo nos habíamos escabullido y la única zona de peligro era un cementerio donde no tendríamos cómo cubrirnos. Uno a uno mis compañeros fueron pasando hasta el otro extremo.

Llegado mi turno empecé a correr, pero justo cuando cruzaba frente a un árbol, fui acorralada contra este

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POR: TATIANA AMOROCHO quier actividad sospechosa y se unió al grupo sin mediar palaEstudiante de Comunicación tatiana2001@javerianacali.edu.co bra. Quedé confundida pero seguí mi camino con el grupo.

Composición visual: No fue hasta que desperté que Juan Pablo Restrepo la respuesta llegó a mi mente: Estudiante de ¡era él! pero… ¿por qué no lo Comunicación había reconocido? pablorestrepo98@ javerianacali.edu.co

No recuerdo el sueño, solo desperté con la seguridad de haberlo visto en él”. por un policía. Tenía mi espalda contra el tronco y los brazos de aquel oficial bloqueando mi escape, pero aun así volteé a mirarlo de manera desafiante. Fue ahí, cuando la luna iluminó mi rostro, que la expresión del policía cambió... me reconocía.

Lentamente, bajó los brazos y tomó distancia. Lo miré atónita pero no había tiempo de preguntas, así que aproveché y salí corriendo del cementerio justo antes de que los demás oficiales llegaran. Estos pidieron un reporte, pero el joven negó cual-

Ahora, tenía más dudas que nunca. Me pregunto ¿quién es?, porque sé que no lo conozco; ¿qué piensa?, si será consciente de nuestros encuentros; ¿qué es lo que ocurre?, por qué, aunque no hay una conexión lógica entre nosotros, siento que tenemos una conexión mística. Pasé muchos meses reflexionando y creando teorías, donde los sueños eran una dimensión donde coincidíamos; o quizás, era mi alma gemela que se proyectaba a través de los sueños para recordarme que debía buscarlo.

Llegué al punto donde le hallé la verosimilitud a lo ilógico, pero él no volvió a mis sueños para confirmarme alguna teoría. Entonces, las teorías empezaron a parecerme cuentos, cuentos que al final solo buscaban dar sentido a mi soledad.

Una vez había olvidado dichos hechos, mi querido karma volvió a aparecer, pero esta vez lo único que tuve claro fue su presencia. No recuerdo el sueño, solo desperté con la seguridad de haberlo visto en él. Entonces, mi mente formó la teoría conspirativa definitiva después de analizar los detalles. Primero, mis sueños anteriores ha-

bían sido en espacios que yo identificaba: mi colegio y un cementerio visto en una película, y habían solo pocos elementos ajenos a mi vida. Segundo, los sueños “científicamente” son una combinación de recuerdos, deseos, miedos y aspectos percibidos inconscientemente a lo largo del día. Por ende, mi lógica es que aquel último sueño había sido en un espacio que solo él reconocía, y al yo no tener el referente, mi cerebro no podía asimilarlo y lo olvidaba al despertar.

Con esta teoría, por fin lograba darle cierto sentido a esta situación, y hasta le daba a mi alma la esperanza de que él existía y que podríamos conocernos algún día. Sin embargo, esta fue solo una ilusión que se guardó en mi corazón y se escondió en mi cerebro hasta que creí olvidarla. Pero un día todo volvió, como un destello fugaz recordé cada sueño y teoría. Todo cobró sentido cuando crucé la mirada con aquel chico de hermosos ojos y expresión suave.

Al verlo sentí el calor recorrer todo mi cuerpo y posarse en mis mejillas, gesto que debió notar cuando una de las luces del bar se reflejó en mi rostro.

Entonces, sin mediar palabra, me sonrió y se empezó a acercar. Si esto es un sueño… ¡que nadie me despierte!

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POR: LINA RENDÓN lrendon11@ javerianacali.edu.co

L

legué al mercado, necesitaba comprar las cosas para el almuerzo. Iba a abrir la puerta, pero no pude, sentí como si estuviera amarrado en una cuerda.

Me intenté mover y no podía, me estaba comenzando a desesperar. Paré un momento, respiré y sacudí mi cabeza sin darle mayor importancia. Todo en orden. Abrí la puerta del mercado y me sorprendí porque todo estaba diferente: los pescados eran peces vivos, en vez de arroz había gusanos y el pan no era más que una masa cruda.

Composición visual: Sofía Marín Estudiante de Comunicación sofimardel@javerianacalimedu.co

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¿Gusanos? ¿Peces vivos? ¿Qué estaba pasando?

Salí corriendo y tenía esa sensación de que con cada paso perdía más la cabeza. Me detuve en el edificio de mi abuela y entré lleno de miedo, no comprendía nada de lo que estaba pasando.

Parado en la puerta volví a respirar y miré hacia atrás con la esperanza de que fuera yo el que se estaba imaginando cosas extrañas, pero no fue así. Cuando volteé lo único que vi fue como se

derretía todo formando una mi celular tampoco estaba. Noté mancha de tinta que ahora co- que en vez del buzo rojo con el rría por las calles como sangre. que salí de la casa esa mañana, tenía puesta una bata azul, como Subí corriendo al apartamento, esas que se usan cuando se está estaba tan impresionado que ni enfermo ¿a qué hora me cambié? me di cuenta que había subido Intenté salir ahí, pero de nuevo los 20 pisos por las escaleras. me atraparon esas cuerdas transMi abuelita abrió la puerta, te- parentes que no me dejaban nía ese vestido morado que tan- mover. Consumido por la rabia to me gustaba, se veía preciosa. y la desesperación comencé a Entré y la casa estaba tan limpia llorar, pero nunca logré sentir como siempre, pero había un las lágrimas corriendo por mis olor repulsivo de carne daña- mejillas. da. Le pregunté a mi abuelita, pero ella no me respondió. Lo Alguien tocó la puerta y fui codejé pasar, al fin y al cabo, ella rriendo a abrir: era mi novia. ya era sorda. Me pasó un vaso Me dio un abrazo y secó mis con chocolate que me devolvió lágrimas de desesperación, la vida. Olía a clavos de canela y pero no entendía por qué ella el sabor a avellana me dejó los estaba tan tranquila. Intenté pelos de punta. Tomé un sorbo preguntarle, pero no me escuy fue bastante extraño porque chaba, ella solo me miraba sin no sentí el calor del chocolate decirme nada. No se despidió y pasando por mi garganta, me salió por la puerta, dejando todas mis preguntas sin respuesquemaba las venas. tas. Me quedé viendo cómo se No podía más ¿qué me estaba separaba de mí sin explicación pasando? La cabeza me dolía alguna y me fui detrás ¿por qué y me sentía en una montaña estaba así? Me dejó pasmado rusa que nunca terminaba. Me su cara de melancolía, se le acerqué a la ventana buscan- notaba que había llorado toda do una corriente de aire que la noche, pero aún seguía sonme salvara pero, en cambio, vi riendo ¿qué le pasaba y por qué una ola gigante que arrastraba no me lo explicaba? a mis amigos, mi familia e incluso estaban los perritos que Cuando salí ya no había agua, había tenido ¿por qué estaban todo estaba tan árido como el ahí? ellos ya estaban muertos. más cruel de los desiertos. ApaNo sabía qué hacer. La angus- reció una niña que quién sabe tia me consumía y estaba solo. de dónde salió, era hermosíLos muebles en los que me senté sima. La chiquita se acercó y cuando llegué ya no estaban y me dijo algo extraño “que las mucho menos mi abuelita. In- personas te recuerden por el tenté llamar a mi mamá, pero amor que vieron en ti” y se fue

corriendo. No pude seguirle el rastro porque una luz blanca me cegó por completo.

“Alex, Alex, Alex”, desperté y estaba tirado en una calle que no distinguí porque estaba cubierta por una gruesa capa de nieve. Me paré rápido, vi a todos mis conocidos rodeándome y sonriéndome, pero ninguno decía algo. El aire olía a flores recién cortadas y todo estaba bastante limpio y perfectamente iluminado. El frío empeoró y por más que busqué, no encontré nada para cubrirme así que me refugié en una esquina al lado de una casa blanca.

-Doctor, Alex no quería esto para su vida, tenemos que cumplirle, no quiero que sufra más. ¿Y esa voz? Lo que me faltaba…

No aguantaba más el frío, se me congelaban las manos y ya no podía ni hablar. Por un momento todo se detuvo, era realmente el silencio sin ruidos contaminantes que lo arruinaran. Ese instante pude entender el verdadero significado de la palabra “paz”. Cerré los ojos y sentí los copos de nieve rozándome el rostro como pequeños algodones. El olor a flores me tomó en sus brazos y sentí el calor que tanto disfrutaba cuando le daba un abrazo a mi familia.

Sentí salir el sol, pero la nieve no se derretía. Todo comenzó a brillar y no pude evitar sonreír: estaba feliz.

-Te amaremos por siempre hijo mío, descansa en paz.

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POR: JULIANA OCHOA Estudiante de Comunicación juliana8ab@javerianacali.edu.co Composición visual: Martina Muñoz

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i alguien se preguntara en qué momento fue que todo comenzó a ir cuesta abajo, sería ese 28 de marzo que fue más tormentoso de lo habitual. Ese día era el séptimo aniversario de la muerte de Gabriela. Jonathan, como ya era costumbre, se encerró en su estudio para ahogarse en la melancolía que le traía recordar a su esposa con las hierbas y las sustancias químicas como única compañía.

La recordaba con una preocupante obsesión, sentado en una silla y con los ojos cerrados,

recorría en su mente cada hebra de su cabello, las pecas de su piel, el dulce color miel de sus ojos…

- ¡NO! – el grito se sintió tan atronador que no hubiera sorprendido que cada objeto de vidrio dentro de la habitación se hubiera agrietado, al final 26

Estudiante de Comunicación martinamunoz@javerianacali.edu.co

estos no lo hicieron pero lo que sí comenzó a agrietarse fue la mente de Jonathan. Luego de tremendo grito, él salió corriendo del estudio, recorrió con habilidad los pasillos y prácticamente lanzándose por las escaleras llegó a la sala donde se encaramó sobre la repisa de la chimenea – No eran miel, eran avellana, avellana – murmuraba mientras pegaba su rostro al retrato de Gabriela tratando de encontrar evidencias que lo sacaran de su duda.

…

El 29 de marzo en la mañana Amelia regresaba a su casa, había pasado el aniversario de la muerte de su madre junto con su tía como lo había hecho desde el tercero, cuando ya no aguantó estar envuelta en el silencio de aquel hogar ya tan poco acogedor. Ella era la que siempre regresaba primero, antes que Emilio y antes que Celina, los empleados domésticos.

Cabizbaja entró a la casa, cerró la puerta y al levantar la mirada se quedó conmocionada. Ahí, en medio de la sala, Amelia vio a su padre, se acercó a él como si lo hiciera a un animal salvaje y al estar a dos pasos de distancia notó la muñeca rota, la cara llena de lágrimas y los labios que sin emitir sonido repetían una palabra… Gabriela.

Lamentablemente, al igual que en su memoria, los ojos de su esposa en la pintura se encontraban de un color brumoso el cual solo se podía especular cuál era. Tras ver esto, el cuerpo de Jonathan cayó con las extremidades pesadas y los ojos bien abiertos. El silencio que siguió fue antinatural, como si toda la casa estuviera aguantando el … aliento, expectante de qué pasaría a continuación – ja… ja… Dos semanas después Celina JA, JA, JA, JA… sniff entraba en el cuarto de Jona-

than con un vaso de agua y dos botellas de medicamentos– señor, aquí está su medicina, ¿quiere que lo ayude a levantarse? – Jonathan como todas las veces anteriores se sentó solo, estiro las manos exigiendo los objetos y se tomó dos pastillas de cada botella. Celina recogió las cosas y se fue en silencio como todas las mañanas.

- Limpia mi estudio.

- ¿Ah? - Que limpies mi estudio, ya he perdido mucho tiempo en esta cama.

- ¡Ah!, cla… claro señor, enseguida.

Esa servicial y dulce mujer sacó sus utensilios de limpieza y comenzó su tarea encomendada con un nudo en el estómago, ella esperaba que cuando su señor volviera a hablar sería tranquilizante, sin embargo, en ese momento sentía una gran angustia. …

- ¿De qué hablas Emilio, como que está actuando extraño?

- No sé bien cómo explicarlo señorita, cada vez pasa más tiempo encerrado en su estudio haciendo quién sabe qué con su equipo químico.

- Eso es normal para mi padre.

- Si, lo sé… pero esto no es igual a otras veces, ahora es cada vez más… peculiar.

- Bueno, dame algún ejemplo - Está dibujando y pintando a la señorita Gabriela… mientras cuenta - … ¿cuenta?

- Si, un día puede estar dibujando solo su cabello mientras cuenta, según él, el número exacto de cabellos que tenía, al siguiente pinta uno de sus hombros contando sus pecas, ¡al siguiente su dedo meñique con lo que jura son sus pliegues exactos!

- Está bien, eso es… bastante preocupante. ¿Algo más?

- También hace preguntas extrañas, hace unos días me preguntó que cuándo me cambié el color del pelo, según él, antes

lo tenía chocolate. Y nada más ayer le preguntó a Celina que por qué decidió broncearse, ¡si todos sabemos que ella es totalmente mulata!

- … Mantenme informada Emilio, volveré tan pronto como pueda. …

Dentro del estudio Amelia encontró líquidos extraños embotellados, cientos de diarios con apuntes y el cadáver de su padre. Leyendo las “investigaciones” ella supo que su padre trató de ocupar toda su mente con los recuerdos de Gabriela, desesperado de no olvidar nada de ella. Incluso, meses después, Amelia seguía sintiendo curiosidad de si su padre había tenido éxito, si de verdad su madre tenía 76.853 cabellos y 163 pecas. También, ella se lamentaba de solo recordar a su padre con la mirada de maníaco que tenía el día de su muerte, tenía que hacer un esfuerzo por recordar cómo eran sus ojos amorosos… ¿de verdad los recordaba bien?

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Y si hoy me visto de blanco, ¿será que me pasará algo? ¿Qué hago?

Si uso un pantalón corto o largo Si salgo a caminar del trabajo Y cojo un atajo ¿Qué tal si me pasa algo?

Y alzo la voz y me elevo en un alarido mezclado con llanto De la impotencia de sentir que no valgo tanto Que no puedo, ni siquiera si trato.

POR: VALERIA VILLAMIL Estudiante de Diseño de la Comunicación Visual villamilvaleria@outlook.com

Y trato, más me retracto; De algún día evitar haber hecho algo.

Composición visual: Y pienso que me he vuelto fuerte con el tiempo Valeria Villamil Que fuerte no es no llorar, ni mucho menos, Porque llorar es de humanos, no de “ellas” o “ellos” Y trato de no sentir que algo en mí anda mal ¿O será que es un tema nacional? ¿O mundial?

Se trata de recapacitar, De entender que no soy sólo yo, SON MUCHXS MÁS Que el machismo te afecta a ti y a lxs demás, Que no se trata de una feminazi más, Que el género masculino no se debe satanizar Sino que somos muhxs lxs que queremos luchar Por una mayor equidad Por encontrar algún día paz. ¿Quién es más fuerte? ¿Una vieja o un man? ¿Es algo natural? ¿Quién es más hábil con lo manual? ¿O seremos todos por igual?

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“N

o son inteligentes”-”Solo sirven para lo que dispongamos”-”No es natural”-”Que se defiendan entonces”-”No tienen uso de razón”-”Si necesitan protección, necesitan dueño”.

Si en el sexismo, racismo, heterosexismo, capacitismo y todas las demás formas de discriminación, no toleramos esos argumentos ¿Por qué somos indiferentes ante el especismo? La realidad es que tanto los negros, las mujeres, aquellos con capacidades diversas, la comunidad LGBTQIA+ y otros la tenemos difícil, no podemos ignorar que los animales no-humanos, en especial aquellos que “solo son útiles para el consumo”, ya sea como carne, como lácteos o como todas las otras formas en las que los explotamos. La violencia es interseccional, por lo tanto nuestros esfuerzos para acabar con esta, también deben serlo. Hay discursos que naturalizan el sistema de opresión que maquina el consumo animal: “jamás po29

dré dejar la carne”, “el queso es demasiado rico”. Si bien las hamburguesas y el queso pueden ser “demasiado ricos”, este discurso socava la realidad; los animales no-humanos son torturados, asesinados y violados con el fin de satisfacer nuestra adicción al sabor ¡Ojo! Jamás nuestra necesidad alimenticia, lo cual tampoco sería excusa.

La gran diferencia es que en este caso, no son solo hombres. Somos todes les opresores, les violadores, les culpables. Lo hemos sido y lo seremos día a día”.

Cuando hablamos de especismo, estamos pidiendo equidad, más no igualdad para los animales no-humanos. No pedimos derecho al voto para el perro y para el gato, sería irracional pero hacemos énfasis en que los animales necesitan derechos, si bien no los mismos nuestros y hasta algunos diferentes, pero ¡necesitan derechos! ¿con qué fin? Tan sencillo como dejar de ser considerados una propiedad, pues no lo son.

Y como feminista, ¿por qué me debe importar el tema? Porque hay una persona atrapada en un cuerpo, vivo y sintiente, que está siendo violentado por un interés particular de otras personas con un rango de poder superior ¿Se les hace parecida esa descripción? … a eso añadirle, que nadie (o mejor, todos) hacen nada porque “ese es el orden natural de las cosas”.

La gran diferencia es que en este caso, no son solo hombres.

Somos todes les opresores, les violadores, les culpables. Lo hemos sido y lo seremos día a día, les victimaries de cuerpos con

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la capacidad de percibir sensaciones físicas y psicológicas, como el miedo, la felicidad y el dolor. La pregunta que en las noches más insomnio le causa a mis convicciones y la que verdaderamente me parte en dos es ¿cómo puede una feminista tolerar esto? Como activistas y militantes, es necesario politizar hasta las situaciones más “triviales” de nuestras vidas, como el alimento que consumimos y revisar de manera crítica los cuerpos que defendemos dentro de nuestra teoría feminista es el primer paso para descolonizarnos enteramente de la supremacía patriarcal.

Moralmente es la única decisión que podemos tomar.

POR: PAMELA MICOLTA Estudiante de Comunicación pmicolta@javerianacali.edu.co Composición visual: Natalia Jaramillo Estudiante de Comunicación natjm18@javerianacali.edu.co

POR: SOFÍA GUZMÁN

¿

Estudiante de Comunicación sofiaguzmancruz1@javerianacali.edu.co Composición visual: Kevin Andrés Pico kevin12@javerianacali.edu.co

Quién creería que un virus podría matar a gran parte de la población mundial? o en su defecto, ¿quién creería que un “simple” virus podría hacernos hacernos entrar en desesperación?

¿Será que me veo “Virus”o “Pandemia” en Netflix? ¿o será un poco masoquista?”.

Fin de semana antes del desastre: plan “tranqui” en una casa haciendo raclettcita y fondue, parchaditos. Cero preocupación sobre el virus que causa estragos al otro lado del mundo. Sólo nos reímos y pensamos en la gran decisión que tomó aquel colombiano de quedarse en Wuhan y que claro, nuestras clases seguirán su típico rumbo. Sólo dos días después comienza el desafío ¿será que el semestre será aplazado para aplicar la nueva tendencia de tres semestres en un año? o a pesar de la coyuntura ¿seguiremos asistiendo a clase?

Día 1 (Lunes marzo 16): comenzamos el día dándole fin a las expectativas, ya el semestre es declarado virtual y, como no es de extrañarse, empieza la gran ola de memes colombianos desde el típico “profe unda Alt+F4”, hasta las prácticas de caras para que cuando el profesor nos pregunte algo hagamos de cuenta que la pantalla se congeló. Realmente no nos tomamos en serio la gravedad del asunto, o al menos nosotros los jóvenes, porque les cuento que mi mamá parece una persona con un nivel de TOC altísimo recibiendo a las personas en la entrada de la casa con el jabón de las manos.

Día 2 (Martes Marzo 17): las personas patean un papel higiéni31

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co como balón de fútbol y retan a los demás en sus redes sociales. Pues claro, ya todo tiene sentido ¡estaban comprando por tumulto para los retos! ¿Cómo no se me ocurrió? Punto para los millennials. En otras noticias, mi mamá sigue haciéndome lavar las manos cada 15 minutos.

ya no suena tan mala idea. J Balvin gracias por tu albúm de colores, ahora Azul me hace anhelar aún más estar en la playa, aunque al menos tengo que cantar en la ducha. ¿En qué momento me descargué el videojuego de guerra para jugar con mi novio? creo que ya entiendo por qué les gusta tanto. Por fin aislamiento obligatorio por Día 3 (Miércoles Marzo 18): ¡toque de queda en 19 días en Colombia, espera… ¡¿19 días más sin la ciudad! Por fin, esto era lo que necesitábamos, salir?! Comencemos desde cero la cuenta… este ah no espera… ¿el presidente cancela los toques será un mes muy largo. de queda impuestos por los alcaldes y gobernadores? ya me perdí. ¿Todo bien en casa? Definitivamente fue toda una jugada de Parkour.

Bueeeeno al menos mi última rumbita antes de cuarentena estuvo bien buena. Ah si, y las ventas de antibacteriales y tapabocas, hasta en los grupos de cupos, continúan desencadenando el gran debate de la ley de oferta y demanda. Algo bueno: Venezia está limpia, hasta los cisnes han vuelto a aparecer en sus canales.

Día 4 (Jueves Marzo 19): ¿será que un fin del mundo con zombies hubiera sido mejor? De pronto ese hubiera sido una buena forma de desearle un feliz día del hombre a ellos que pasan todo el día jugando videojuegos malos de guerra, al menos así podrían poner en práctica todo el conocimiento aprendido. Pero bueno, al parecer todos estamos empezando a caer en la desesperación, comencemos con los test de cuánto me conoces o mejor aún, es hora de dibujar zanahorias fit, en vestidos de baño o sin ojos, obvio, super útil. ¿Acaso ya mencioné a mis amigos que llevan cuatro días sin bañarse? Por otro lado, nuestro querido presidente por fin cierra todas las fronteras del país después de que ya tenemos 108 contagiados oficialmente ¿será que tendrá algo que ver que su hermana trabaje en una de las grandes aerolíneas que hay en el país?

A lo mejor pensó, al igual que la mayoría de los jóvenes, que era un simple virus y que teníamos un gran sistema de salud que podría abastecer todas las necesidades que se vendrían.

Pues claro, ya todo tiene sentido ¡estaban comprando por tumulto para los retos! ¿Cómo no se me ocurrió? Punto para los millennials”.

Día 1 oficial de cuarentena (Sábado Marzo 21): bueno, me puse a ver la purga y noté que la fecha en que se purga es MAÑANA ¿Coincidencia? no lo creo, pero mientras lo descubrimos apoyemos el post de mi amigo en Facebook para que se rape la cabeza por sólo 50 comentarios ¿Enserio tan pronto recurrieron al corte de pelo? Britney Spears debe estar orgullosa de los nuevos cabeza de huevos. Aunque, los juegos de mesa suenan emocionantes, comencemos con parchis, después batalla naval… Esperen, ¿están publicando un TBT un sábado? al menos mis cuatro niveles de inglés obligatorios me sirvieron. Definitivamente es hora de pánico ¿fuga en la cárcel Modelo de Bogotá y revueltas en La Picota? ¿Algo más podría salir mal?

Día 5 (Viernes Marzo 20: creo que ser Tiktoker 33

Estudiante de Comunicación mcamila55@javerianacali.edu.co

POR: CAMILA ECHEVERRY

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esde que me monté en el bus que se dirigía hacia El Cairo Valle supe que mi vida estaba destinada a ser un infierno. Mientras me asomaba en la ventana me di cuenta que el camino para llegar era por medio de un precipicio que al verlo me producía mariposas en la barriga, pero no de las buenas, sino aquellas polillas premonitorias que a las abuelas no les gusta tener en la puerta de la

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casa porque dicen que son un ba hasta los hombros, pero lallamado de la muerte. mentablemente había sufrido de un accidente automovilístiDurante el tiempo que vivimos co cuando era más joven y desen aquel lugar cada casa en de entonces había quedado padonde nos quedábamos tenía ralizado desde la cadera hacia sus propios espantos. Vivimos abajo. Siempre se le veía con en una casa de madera alejada una enfermera acompañándodel centro a la cual le sonaban lo en conjunto con su semblanlas tablas a las tres de la maña- te serio y discreto. La vecina na y se escuchaban risitas in- de aquel hombre era Carolina. fantiles en épocas de Semana Una niña de doce años cuya Santa. Después nos mudamos a familia también poseía mucho una casa en el centro del pueblo. dinero y que al haberse vuelto Era espaciosa y linda, tenía una nuestra amiga nos invitaba a fuente de ángel en la mitad del jugar en un inmenso cuarto llepatio que a causa del descuido no de juguetes. tenía manchas negras impregnadas en el rabillo de sus ojos y Una vez le contamos que para que a pesar de que llevaba años devolvernos a nuestra casa sin funcionar, por la noche le so- podíamos tomar dos caminos naban chorros de agua que nos diferentes: El primero, largo y obligaban a todos dormir en una enredado, pasando por la parte sola habitación a pesar de que campestre del pueblo. El segunmi papá insistía que la casa era do, corto y directo, atravesando lo suficientemente grande como la casa de su vecino. Carolipara que cada uno tuviera su na, al escucharnos contarles cuarto propio. nuestros posibles recorridos se quedó mirándonos y dijo: Pero de todas las experiencias “Cuando se devuelvan a su casa paranormales que viví en aque- no vayan por donde Francisco. llas moradas ninguna se com- Antes yo he pasado por ahí y para a la vivencia carnal que me ha dicho cosas muy feas, no me dejó sin dormir mientras es un hombre educado”. A peresidía en una pequeña y aco- sar de que Carolina era tan solo gedora casa que quedaba a solo una niña no era la primera vez una vuelta de las familias más que escuchábamos este tipo de ricas de El Cairo. advertencias. Varias personas del pueblo le habían dicho a Don Francisco Javier o “Don nuestros padres que tuvieran Pacho” era el hombre más adi- cuidado con nosotras, que no nerado del pueblo, además de nos acercáramos mucho a don que no era para nada feo. Tenía Francisco, pero yo con tan solo una tez suave, cabello castaño 8 años no entendía de qué haoscuro y ondulado que le llega- blaban o qué tanto me podría

hacer un hombre que pasaba llevaba paralizado por más de su vida en una silla de ruedas. diez años, estaba desnudo del torso para abajo y de pie. Él al Un día volviendo de casa de vernos tan asustadas, sonrió.

Carolina, mi hermana y yo decidimos cruzar por la casa de Cuando salimos corriendo a Francisco. Era una casa hermo- contarles a nuestros padres sa, cubierta de plantas y flores. nadie nos creyó. Nos trataron Un muro pequeño con barras de niñas mentirosas. Ningudelgadas de acero era la fron- no dio crédito a nuestra tera que permitía observar el versión, pues era impointerior del lugar. Al principio, sible que aquel hombre mientras cruzábamos no vimos a nadie. Pero justo cuando atra- se parara de la silla de vesábamos el sector principal ruedas en la que estaba nos encontramos con una ima- postrado. gen tan perturbadora que no he sido capaz de eliminar de Como nadie nos creyó lo deje mi cabeza. Aquel hombre, que- ir, pero sé que hay una explicación detrás de aquel recuerdo

que por mucho tiempo no me dejó dormir. Nunca supe si fue porque me moría por conocer aquel secreto macabro que ese hombre escondía o porque conocerlo me derrumbaría incluso más que el mismo recuerdo.

El día que salí de El Cairo fue como si me hubiera ganado la lotería. Me prometí a mí misma que nunca volvería, porque es verdad lo que dicen, pueblo pequeño, infierno grande.

Composición visual: Maria Camila Lizcano Estudiante de Comunicación camilizki03@javerianacali.edu.co

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espertar de un sueño y darte cuenta de que la vida es bonita si estas tú. El amanecer te ilumina y resalta cada una de tus facciones angelicales. Abres tus alas y comienzas a volar en medio de la rutina, de las usanzas del día a día.

Los pajaritos de tu ventana te acompañan y te cantan como si estuvieras en un cuento de hadas. Eres el sol, eres la luz que acompaña a los poetas en la mañana.

Le das la bienvenida a la clara mañana dejando caer el agua por tus caderas, mientras escuchas versos de canciones desesperadas, melodías que te atraen y te invitan a bailar al ritmo de letras que poco importan, pues tu sonrisa, tu amor las opaca.

Te llenas de vitalidad, de fuerza, de paz, para ser ese rayito que brilla en medio de la oscuridad del mundo y sales a com-

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batir en medio de tu armonía.

Y mírate, ahí estas parada frente al espejo, acariciando tu corazón, mi corazón. Qué tan efímero o eterno puede ser el tiempo que pasas apreciando la galaxia de tu cuerpo, llena de esas verdades que llamas constelaciones, estrellas fugaces que tanto tardaste en aceptar, en querer, en sentir con toda la propiedad de tu ser; pero que hoy las ves como el camino de tu historia, un cuento bonito de tu vida ya pasada.

Cierras ese libro y pasas a los eternos cinco minutos del café.

Explorando tu mente prodigiosa, esa capaz de inventar mundos fantásticos, quimeras, bosques y manantiales creados en la individualidad de tu ser y las exhibes entre líneas narrando fabulas que te hacen más grande, más valiente, más fuerte.

Ahora vives soñando, has creado un ideal en mi. Te levantas como una florecita de mi valle

en primavera y comienzas a bailar en medio de tu caminar, dejando polvo de estrellas por donde pasas con tus líneas, tu estilo, tu pinta. Y se escapa esa sonrisa inoportuna entre tus labios, esa que es capaz de enloquecer a la cordura, esa que da cuenta de tu seguridad, tu autodeterminación. Te sientes bien, haces que el mundo se sienta bien contigo. Aunque intentan hacerte caer, tu vienes aquí, a mi corazón y los luceros te iluminan, te hablan, te impulsan a lograr lo que quieres; te ven volar, soñar, amar, cantar, escribir ¡cuanta magia podremos ver aquí! ; reafirmando que sos el verso más bonito que se ha escrito, una galaxia proveniente de otras pasadas.

Llegas en la noche junto a la soledad y con tus bellos ojos, esferas color del mediterráneo que son tu alma, iluminas la habitación.

No dejas que la tristeza te abrace, te has armado de valor y solo veo como eres el antídoto al dolor, responsable del buen humor. Pasas el tiempo contando tus pecas y leyendo poemas de Neruda sin que nadie más lo sepa. ¡Ay pedacito de cielo, pedacito de luna! tus manos le dan color amor al alma, con tu dulce miel calmas las ansias. En un simple suspiro vuelves la noche magia y en un jardín de nubes de sueños terminas hasta el siguiente amanecer.

POR: LAURA ESTRADA Estudiante de Comunicación lamaestrada@javerianacali.edu.co Composición visual: Laura Estrada

Pasas el tiempo contando tus pecas y leyendo poemas de Neruda sin que nadie más lo sepa”.

Ahí estas tú, un amanecer más abriendo el día.

Pasas por paisajes conocidos en los cuales no pudiste encontrar lo que soñaste, lugares no compatibles contigo y sin nostalgia les sonríes con tus perlas de mar y te despides de ellos. Alejas a todo lo que hirió tu cuerpo celeste y sientes la paz. Sabes que todo lo que hagas se refleja en el espacio sideral creando una noche estrellada, sin más canciones desesperadas en busca de amor, un universo de equilibrio, de paz. Ahora eres la luz en el mundo de la oscuridad. Logras tus deseos y escalas las nubes como una mágica flor. Amas la trama más que el desenlace de cada historia. Brindas por cada batalla, por cada lágrima caída por tu mejilla aterciopelada, por tu mágico cuerpo, tu linda sonrisa encantada, tus ojos profundos del mar y porque el corazón es sincero y me dice que tenerte me reconforta, me hace bien. Te miras nuevamente en el espejo y me doy cuenta de que he escapado del clásico estereotipo de amor y aquí estoy yo. He encontrado algo mejor, a mí y no necesito nada más.

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“P

ensar diferente”, pensamos; mientras pensamos las mismas cosas “diferentes” que pensamos, cuando debemos “pensar diferente”. Entonces ¿Cuándo en verdad pensamos diferente?

Parece en esencia una contradicción; una alegoría a la disrupción, pero en realidad es bastante literal la premisa. No pensamos diferente cuando pensamos en “pensar diferente”.

Veámoslo de la siguiente manera; previo a cualquier proceso creativo, el sujeto divaga en múltiples cavilaciones; buscando una idea, pensamiento, algo; que se perciba como diferente. He aquí, el problema. Para “pensar diferente”, debemos dejar de pensar en pensar; y comprender que se trata de una búsqueda

fuera del ser; algo más asociado al entorno, intuitivo; que determina la veracidad de lo nuevo, de lo imprevisto, lo llamativo, DIFERENTE.

POR: JUAN PABLO OSPINA juan_pab.ospina@uao.edu.co Composición visual: Maria Camila Lizcano Estudiante de Comunición camilizki03@javerianacali.edu.co

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Ahora, ¿cómo sabemos que en verdad estamos pensando diferente? Simple, si la idea o la elucubración te hace sentir una sorpresa ingenua, emotiva, que culmina quizás en un “Ay, marica ¿por qué no lo había pensado antes?”

Fehaciente, total. Estás pensando diferente. Obviamente te respaldarán las posturas de terceros, cuando les cuentes sobre tu idea; pero el hecho de que haya un poco de asombro dentro de tu mente, estupor creativo; demuestra que lo interesante de “pensar diferente” no es pensar, sino explorar nuevos lugares, sensaciones, personas, obras; elementos que inspiren, que te hagan reflexionar por un segundo lo que en verdad interrumpe lo común y te hace cuestionar hasta lo obvio; porque incluso en ello se presuponen muchas cosas (en lo obvio, obvio), que aunque no lo creas, son fuentes de nuevos pensamientos; nuevas ventanas a un sinfín de posibilidades, infinitas maneras, de “pensar diferente”. Dejémonos de tonterías al tildar al creativo como una persona virtuosa, distinta, cuyo pensamiento divergente es un don ajeno. Todos somos creativos. Todos podemos “pensar diferente”. Basta con explorar, cuestionar, descubrir y contemplar lo que está más allá de nuestro frecuente PENSAR. Así pues, sin ser más; mi invitación es a dejar de “pensar diferente” y en verdad, solo de verdad; empezar a hacerlo.

La historia que te voy a contar no es mía, no me pertenece, no la creé yo…

Es un relato que escuché en mi infancia, o al menos eso creo. Tan solo un vago recuerdo me queda, una premisa, una imagen borrosa…

A veces viene y a veces va, unas lúcida, otras opaca. Esté donde esté, puedo ver como su rastro desaparece, su figura: atenuada y difusa. Como si fuera un síntoma, un indicio, un mensaje que dice: me desvanezco.

Una pequeña luz que está lentamente apagándose.

Aún cuando me aferro fuerte, mis manos tiemblan, mis palmas sangran…

No logro rescatarlo, se me escapa entre los dedos.

Entre más lo busco, más se desvanece.

Lentamente se pierde de mi vista, se va por el horizonte, solamente me queda su fragancia.

Cada revisita cambia una parte, la reemplaza, se transforma. Ya no se si lo poco que veo sea lo original, o siquiera verdad.

En este punto me conformo con saber que existe, que no lo he perdido. Aún si no hay lugar a detalles, o nombres… o incluso sentimientos.

Nadar entre tantos recuerdos me distrae de lo que es real, hace que me confunda aún más, me ha hecho olvidar, paradójicamente.

Disculpa si divago, y ¿Cómo no hacerlo?

El olvido lo trataré a su debido tiempo, ya me he desviado bastante del tema y me he quedado sin espacio. El cuento te lo contaré en una próxima ocasión, espero que me perdones.

1º No olvides recordarme.

POR: JUAN NARANJO

jnaranjo2402@javerianacali.edu.co

Composición visual: Juan Naranjo

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ace algún tiempo decidí distanciar mis emociones de la política y las problemáticas sociales que adolecen al mundo. ¿Motivos?

Suficientes.

Desde que entré a la Universidad inicié un matrimonio con el compromiso social; mi joven alma comenzaba a visualizar las diferentes problemáticas que acontecían en el mundo. Adolecía al darme cuenta de los interminables vejámenes humanos y de la mortecina que desprendían las instituciones políticas y públicas del país. Mi pecho quería explotar; Colombia, me dolía.

influían en el estado del país, me podrían brindar ideas para aportar al cambio. Nunca he sido de quienes ejecutan sin antes entender. De hecho, pocas veces ejecuto. Pasaban los semestres y no lograba anticipar vías de solución. La esperanza de un cambio se estaba carcomiendo a sí misma. Comprendía que las acciones ejercidas por los diferentes actores sociales no tendrían la finalidad anhelada. Los hechos hablaron, hablaban y haPasaba el tiempo y conjeturaba blarán por sí solos; mucha manique las crisis sociales, políticas festación, poca transformación y y ambientales eran más com- más devastación. plejas, antiguas y sólidas de lo que en un principio, inocente- Desde luego que tuve mis inclimente, dimensioné. Nació ira y naciones políticas; la izquierda desazón que fueron motor para dibujaba puertas que excitaban Por su parte, el ambiente de la acercarme a lo que sucedía en a los jóvenes. Algunos políticos Universidad promovía mi deseo la política colombiana, pues parecían condensar los ideales de colaborar, pues tanto estu- intuía que la comprensión de de toda una generación. ¡Qué diantes como profesores tam- los diferentes elementos que ingenuidad! Asistí a diferentes

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bién estaban comprometidos con remediar, de algú modo, el dolor y sufrimiento de Colombia. Había una esperanza colectiva que me daba consuelo. Sin embargo, notaba que las ideas y soluciones que destilaban, eran derivados de interpretaciones someras que representaban más a los hippies de los sesenta, que a académicos del siglo veintiuno defensores del saber. Por fortuna, había excepciones.

movilizaciones donde el de dolor patrio, el clamor por el cambio y la ilusión cobijaba a todos los asistentes. ¡Qué ingenuidad!

Tras rumiar en el día a día debates, discusiones y posiciones, tras palpar diferentes nociones de realidad, tras contemplar la empalagosa putrefacción, logre advertir que la conciencia social me estaba desgastando en vano. Advertí que no podía colocar muros en la nada y para nada. Sencillamente no me contribuía; no me nutría.

No era para mí. Subordinado a pensamientos que convergían en el horizonte de la conciencia, me descubrí impedido para transitar por los senderos de una utopía. Mi matrimonio, había concluido.

cas. El mundo va muy rápido y pocos parecen entenderlo o todos decidieron ignorarlo. Hay un impulso compulsivo hacia la acción, hacía el moldeamiento del mundo a diestra y siniestra. A veces hacer más na' es hacer más. Las buenas intenciones valen poco, lo importante son las consecuencias de las acciones y para ello hay que sentarse a divisar. Adoptar interpretaciones en función de pasiones es propio de la idiotez compulsiva del último siglo. Tal vez mi condición

POR: JHONN CARDONA jhonnc94@javerianacali.edu.co Composición visual: Martina Muñoz Estudiante de Comunicación martinamunoz@ javerianacali.edu.co

temporalmente pasiva sea cuestionable ¿pero acaso hay diferencia?

Redirigir pasión, sentimientos, razón y acción fue un proceso espinoso, pero necesario. Mi ser se encuentra en calma y con mayor disposición al saber.

Descubrí que la pretensión a la transformación parcializaba y limitaba mi percepción.

A pesar que sigo al pendiente de las movidas políticas del día a día, ya no padezco como antes, por el contrario, disfruto como quien ve una película de comedia barata. Me gusta pensar que tomé distancia de la realidad; estar muy cerca es quedarse a vivir en las cuevas.

Hoy me levanto, me baño, pero no me perfumo en ideales. Me alojo en lugares muy distantes de aquellas querellas quiméri41

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uando viajas en el tiempo a veces quisieras pararlo, a veces quisieras que dejara de correr en contra tuya. Cuando vives sin tiempo ni espacio no sabes a que hora te detienes, no sabes si es lunes o es viernes. Cuando vives sin contar con todo lo que se pasa a tu alrededor no sabes si en realidad estás más tranquilo. Cuando ya no estás es que te das cuenta cuanto añorarías una tarde, un café o un buenos días…

Cuando el tiempo se detenga, se detendrá conmigo en él y lloverá, lloverá tanto que inundara tu morada y esa luz que brillaba se acabará, volverás al inicio de todo e intentarás buscar respuestas, querrás que alguien te las conteste, pero no sé si el tiempo al final de todo me lo permitirá porque a veces lo soy y en otras no, pero preguntémosle al tiempo si en verdad tiene la respuesta para todo esto que siento.

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POR: VALENTINA GARCÍA valengarcia96@javerianacali.edu.co Composición visual: Valentina García

Tras esta noche de sexo y amor, Dejaste impregnado algo de tu olor en mi edredón .

No es perfume, no es hedor.

Es esa parte de ti que se ha quedado aquí.

Como un recuerdo vivo de lo ocurrido.

Cuerpos danzando en la obscuridad, moviéndose con ritmo y a la par.

Que solo sea el vaivén de los cuerpos, y los resortes chirriar hasta amarnos y no poder más.

Una noche hablándonos con miradas y palabras mudas.

Noche donde descubrí el amor.

Mientras nuestros cuerpos se embestían nuestras almas se abrazaban.

Noche donde las palabras sobraban y el silencio bastaba.

Tristemente, no es más que un recuerdo vivo, pues tú de mi vida te has ido y solo me queda de ti, tú esencia en el colchón y un vacío en el corazón.

POR: JULIÁN SALAZAR julianse0731@javerianacali.edu.co Composición visual: Juan Pablo Restrepo Estudiante de Comunicación pablorestrepo98@ javerianacali.edu.co

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Quiero dedicarme a ti, escuchar tus peticiones.

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ielo, he vivido medio día más que tú, he atravesado el Atlántico y eso como me lo habrías dicho con nostalgia es un acontecimiento relevante en la vida de cualquier persona, ¡Cinco años tardé!, pero lo he logrado. ¿Qué significará para ti? ¿Tú corazón aún latirá por mi recuerdo?

Acá te llevo medio día de ventaja, mientras tú cierras esos ojos oscuros como mi noche, yo recién abro los míos con ansias de que mi primera imagen fueras tu a mi lado, quizás estés teniendo pesadillas y no pueda estar acariciando tu mano, o al menos queriendo hacerlo, dada la imposibilidad de las condiciones que hemos creado.

Qué hacemos cariño, para saltar de orilla a orilla, para atravesarnos el océano entero en busca de respuestas a preguntas no pedidas. Qué caricias tus dedos podrán alcanzar en esta soledad mía, ven que yo te guío, no naufragues en el dolor del pasado, no dejes que nos ataquen los monstruos ya conocidos, no ahogues tus penas en el silencio y la indiferencia.

Cielo, he vivido medio día más que tú, he atravesado el Atlántico”.

Tiemblo, así como hace años tu cuerpo también lo hacía en mi presencia, tengo esta culpa que me deja sin respiración como si realmente estuviera nadando desesperada hacia tu encuentro; ya puedo presentir el amanecer en este lado del mundo, necesito saber dónde estás tú, en qué día te quedaste… ¿En el ayer o en el hoy?

POR: ANA MARÍA VÉLEZ maria_velez5@hotmail.com Composición visual: Juan Pablo Solarte pigans@yahoo.com

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espués del profundo y confuso sueño, el señor M despertó con el ímpetu de comprar la lotería de Rosales, los números retumbaban en su cabeza con la esperanza de ser los mejores postores en el sorteo. Pero, en la noche anterior, el enfrentamiento entre sus amigos había marcado un desasosiego en su interior.

Aquella noche, sus tres compañeros inseparables habían debatido en el bar de la Avenida 13, aquel nido que despedía olor a infierno, sobre la importancia de los números impares. El primero quería defender a toda costa la notoria participación del 7 en la historia; el segundo creía que el 3 representaba muchos de los conjuntos importantes en la cotidianidad (la divina trinidad, por ejemplo); el tercero vociferaba que el 1, lo es todo. Durante más de cinco horas, la discusión tuvo un flamante curso, el señor M admiraba la capacidad de argumentar de sus amigos, pero a diferencia de los tres, no creía en la omnipotencia de los impares. La bebida terminó por suscitar una pelea con un grupo que también departía en el sitio, hecho que los obligó a salir corriendo del establecimiento y refugiarse en la ciudad.

Sin darse cuenta, había despertado en su casa con una resaca muy fuerte y con el número “317” escrito en la mente.

Salió corriendo hacia la Plaza de Valentía y apostó con aquel número por el premio mayor. Con una fuerte cefalea que se agravaba con el sol, el señor M caminó hasta su hogar y descubrió que el tercer amigo estaba entrando a hurtadillas por la ventana de su sala. Sin casi pensarlo, corrió tras él e intentó reclamarle por su acción.

El señor M se sobresaltó al ver a sus tres compañeros sentados en el sofá de la habitación principal. Casi ignorando su presencia, sintonizaban la vieja estación de radio local que, desde lo lejos, percibía la locución del afortunado ganador de la lotería. Entre fuertes dolores de cabeza, el señor M solo escuchó cuando su tercer amigo le reafirmó que el 1 lo es todo y cayó sobre el mugriento piso bañado en sudor escarlata.

POR: HELLEN ATEHORTÚA hellenatm@javerianacali.edu.co Composición visual: Juanita Ocampo 99ocampo@gmail.com

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entro de los miles de mitos y leyendas que circulan al interior de las aulas de clase, existe uno en particular, que debido a su naturaleza hipócrita y solapada, ha logrado instalarse en la psique del académico contemporáneo como si se tratara de una máxima napoleónica. Nos referimos, por supuesto, al mito de los que se sientan adelante.

Este mito pretende hacernos creer, que aquellos estudiantes que se sientan al frente, que levantan siempre la mano para responder preguntas, y que son complacientes con los deseos de los profesores, son los buenos estudiantes. Y que por el contrario, aquellos estudiantes que se sientan atrás, que no organizan los puestos al salir de clase y que son beligerantes con los deseos de los profesores, son los malos.

detrás de este mito: aquellos que se sientan adelante no son los buenos, son los que se disfrazan de buenos.

Si bien es cierto que detrás de los mitos se oculta siempre algo de verdad, detrás de este mito no se oculta nada más que una verdad a medias; pues resulta evidente, para cualquiera que frecuente las aulas de clases, que la realidad es otra. Que aquellos estudiantes que se sientan atrás son en realidad los buenos. Y que los malos, los verdaderamente malos, son los que se sientan adelante. ¿O es que acaso no recuerda quienes eran los primeros en poner la cara al momento de reclamar una injusticia? ¿O quienes eran los que a la hora de exigir algo, de jugarse el pellejo por uno y por todos, lo hacían sin temor a las represalias? ¿Y quienes, por conveniencia o cobardía, se limitaban a apartar la mirada y no decir nada? ¿Recuerda quienes, en su afán de buscar protagonismo, reservaban sus conocimientos para nadie más ellos mismos y negaban su ayuda a los demás? He aquí pues, la única verdad que se oculta

Ya sé que resulta casi imposible desmontar un mito, y que aún más imposible resulta dejar de hacer distinciones entre buenos y malos, pero debemos ser más cuidadosos con los ejemplos que consideramos como buenos, porque si nos seguimos equivocando, cada día tendremos más estudiantes malos, creyéndose buenos, solamente porque se sientan adelante. De paso, le recordamos a aquellos que parecen haberlo olvidado, que también algo hay de bueno en no levantar la mano si es que uno sabe, que también hay algo de bueno en combatir una injusticia si es que la hay y que también algo de bueno y misterioso en arriesgar el pellejo para ayudar a alguien si es que lo necesita.

Y que los malos, los verdaderamente malos, son los que se sientan adelante.”.

POR: CARLOS ESCOBAR andresesco196@gmail.com Composición visual: Maria Camila Lizcano camilizki03@javerianacali.edu.co

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