Literatura Comprimida 2008

Page 45

Vergüenza (Mención del jurado) Noemí Orella Fernández De pequeño, cuando dejamos Turón para vivir en Madrid, sentí vergüenza de mi abuelo. El viejo nunca asumió dejar aquellos montes para irse a vivir a una colmena; así llamaba a los altos edificios de pequeños horizontes, habitados sólo de noche. Mi abuelo amaba su pueblo pero sobre todo amaba la tierra que pisamos, la que engendra vida, la que precisa cuidados. La naturaleza. Por las tardes, cuando volvía de clase, lo encontraba con la azada cavando en la calle, en el escaso perímetro de tierra que no permite que los árboles se ahoguen en las ciudades. Risas de mis amigos urbanitas. Vergüenza de un niño exiliado. Mi abuelo, huérfano de tierra en Madrid, un año después moría de tristeza, regresando por fin a Villandio. Ahora, veinte años después, he visto a mi hijo jugar con su rastrillo en el mismo árbol; y he sentido vergüenza de mí mismo por ser ésta la única tierra que le dejaré en herencia.

45


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.