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"La donación no tiene agenda programada. Hay que hacer divulgación y concienciación"

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'D. Antonio'

'D. Antonio'

Dr. Miguel Perdiguero

Jefe del Servicio de Coordinación de Trasplantes del Hospital Doctor Balmis de Alicante

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¿Cómo están siendo estos primeros meses?

A pesar de llevar colaborando con la Coordinación durante el último año, como me decían mis compañeros, están siendo unos meses de aterrizaje. He vuelto a tener la sensación de la residencia, me siento como un R2. Todo me parece nuevo e interesante.

Me parece fundamental estar implicado en todos los pasos del proceso para conocerlos bien e interactuar con todas las personas que participan en el operativo, ponerles nombre y cara y poder hablar con ellos para saber también cuáles son sus ideas y poder plantear opciones de mejora.

Y, en este sentido, tengo que agradecer la colaboración y acogida de todo el equipo que trabaja en la Coordinación así como a los servicios y las personas implicadas en los procesos de donación y trasplante. Hasta ahora solo he encontrado la palabra “colaboración”.

Siempre se ha hablado del ‘Modelo Alicante’, como ejemplo a seguir y donde la entrevista familiar ocupa un lugar preferente por la elevada tasa de aceptación de las familias en la donación de órganos, sobre un 95%.

¿Es así?

La base del Modelo Alicante no tiene como primer objetivo conseguir una alta tasa de donación. En general se puede decir, con algunas diferencias entre comunidades, que solo 1 de cada 10 familias dan una negativa a la donación. Somos un país, aunque algunos se empeñen en lo contrario, claramente solidario.

Lo importante es “hacer las cosas bien”. Y hacer las cosas bien para todo el equipo es realizar un acompañamiento adecuado de soporte a las familias en unos momentos tan difíciles para ellos, ayudándoles a entender y soportar la pérdida de un ser querido que en muchos casos, además, ha sucedido de forma inesperada. La donación se convierte así en una consecuencia lógica de este proceso de acompañamiento. La mayor satisfacción la tenemos cuando los familiares nos agradecen que les hayamos ayudado en este difícil momento.

Con este alto porcentaje de donación, ¿qué retos se plantea a medio plazo?

Sigue habiendo mucho trabajo por hacer. En primer lugar, la formación en nuestro modelo de los equipos de coordinación y también de otros profesionales sanitarios a los que les puede ser muy útil.

Por otro lado, queremos profundizar en la colaboración con mediadores de otras culturas y religiones, ya que cerca del 20% de los donantes proceden de otros países, a menudo con religiones y culturas diferentes.

Tampoco podemos conformarnos con lo que tenemos y, por ello, apoyamos la iniciativa de la ONT para alcanzar una tasa nacional de 50 donantes por millón de población.

Esto requiere trabajo, los donantes no vienen a la puerta de la consulta. Se requiere hacer divulgación y concienciación, no solo a nivel social, sino también a nuestros propios compañeros para entrenarlos en la detección.

La colaboración y el apoyo entre diferentes hospitales tanto públicos como privados pienso que es una herramienta clave en la consecución de estos objetivos. También en combinación con el Banco de Tejidos hemos empezado a trabajar para consolidar y aumentar los posibles donantes de tejidos, en especial de los donantes de córneas ya que en este caso la espera de los pacientes puede llegar a superar el año.

Nuevos escenarios como la donación en los pacientes con ELA y aquellos que por diferentes motivos solicitan la prestación de ayuda a morir, requieren nuevos retos y formación. En este sentido, se están elaborando protocolos con las directivas de la ONT que cada vez implican a más profesionales y esto, sin duda, enriquece a todo el equipo.

Riñón, hígado, córnea… ¿La provincia está capacitada para incorporar a la cartera otros trasplantes? ¿Cuáles?

Teniendo en cuenta que somos la 5º provincia de España en población y en comparación con otras autonomías y provincias, sin duda podrían justificar la apertura de otros programas como trasplante de corazón, pulmón o heterólogos de médula ósea. Pero en el momento actual de crisis donde los recursos económicos y humanos son limitados hay que ser muy cuidadosos a la hora de plantear aumentar la cartera de servicios sin plantillas suficientemente dimensionadas y capacitadas para dar una atención de calidad con plena disposición 24 horas, 365 días al año.

Además, en muchas ocasiones ya tenemos dificultad para disponer de quirófanos y montar equipos por los programas quirúrgicos de tardes y la cortedad de las plantillas.

Eso sí, sin duda, nuestro equipo de profesionales está suficientemente capacitado para desarrollar cualquiera de estos programas.

El envejecimiento de la población, ¿cómo está afectando a la donación y a qué desafíos nos tenemos que enfrentar?

El envejecimiento de la población, bien entendido, es un éxito de la sociedad en su conjunto y del progreso de la atención médica. Este escenario supone nuevos retos y está permitiendo plantear la opción del trasplante también a población de mayor edad sin criterios numéricos basándonos en su situación biológica.

Del mismo modo, los criterios de edad para ser posible donante se van expandiendo año tras año y ya es habitual realizar donaciones en mayores de 80 años. De hecho, la mayoría de los pacientes que inician tratamiento renal sustitutivo se encuentran en torno a los 75 años, y para ellos la opción de trasplante no debe ser descartado a priori sólo por criterios de edad.

Nuestro hospital tiene la suficiente experiencia tras más de 2.000 trasplantes de riñón y casi 400 de hígado para poder ayudar a estos pacientes.

¿El tema de la donación en vivo cómo se podría potenciar?

Actualmente, el transplante renal de donante vivo no alcanza el 4% de los trasplantes realizados en nuestra provincia, lejos de otras autonomías en las que llega a suponer hasta el 15%. Seguro que tenemos mucho que aprender de esos programas.

Esta situación supone que, de media, el tiempo en lista para trasplante renal alcance los 5 meses, aunque hay pacientes que pueden llegar a estar casi dos años si tienen problemas de histocompatibilidad.

Sin duda, es una opción que hay que plantear y ofrecer a nuestros pacientes desde el inicio. En especial como terapia inicial para el paciente renal que puede evitar la necesidad de iniciar programa de diálisis antes de trasplantarse.

Este programa requiere de una adecuada información al donante y receptor dadas las importantes implicaciones presentes y futuras que pueden tener para ellos. También la opción de donante vivo se está ampliando con la edad como se ha comentado anteriormente.

En este sentido, en breve vamos a iniciar una ronda de reuniones con los diferentes servicios y secciones de Nefrología para abordar este tema e intentar potenciarlo.

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