quitectos posean una vasta biblioteca, no sólo acerca de su profesión, sino de todo lo que hace al conocimiento humano, y además consultarla frecuentemente. No solamente en su idioma, sino en otros idiomas, porque cada cultura tiene sus propias expresiones y esto ayuda al crecimiento personal del buen profesional. Comparada la Arquitectura con cualquiera de las otras disciplinas, encontramos que la nuestra es libérrima, amplísima y abarcativa, tanto artística como culturalmente, brindando así un abanico multifacético de posibilidades en el campo laboral, algo que en muchas otras profesiones no se da, ya que son en su gran mayoría, estudios dirigidos en una única dirección, y muy objetivos. El arquitecto, por su libre formación, tiene posibilidades de trabajar en múltiples actividades, no solo en arquitectura. Puede hacerlo en publicidad, en modas, en diseño de objetos de producción industrial o artesanal, en tipografía, en diseño de muebles, etcétera. De acuerdo a su sensibilidad, puede inclinarse hacia el arte, llegando a destacarse en la danza,
la plástica, la escultura, la música, el canto. Trabaja en museísmo. En conservación del patrimonio edilicio cultural. Puede diseñar escenarios, vestuarios, realizar ambientaciones para el cine, el teatro y la televisión. Y hablando de las nuevas tecnologías, encontramos arquitectos diseñando el hábitat y su equipamiento en las aeronaves de línea y de las espaciales. Mirando hacia atrás, no olvidemos que Le Corbusier revolucionó la industria automotriz francesa con el diseño de su famoso Citröen dirigido a la clase obrera. Hay arquitectos que son dueños de gigantescos estudios en diferentes ciudades importantes del mundo, con doscientos o más destacados arquitectos trabajando para ellos en cada uno de esos lugares, dedicados exclusivamente a desarrollar proyectos edilicios y/o urbanísticos, lo que lo convierte en un exitoso empresario; hay otros arquitectos que son a su vez famosos empresarios de la construcción, dedicados exclusivamente a construir edificios. Y están aquellos que eligen la libertad de ser su propio jefe, de trabajar por su cuenta y
orden, lográndolo de diversas maneras: si posee capital, construye y vende sus creaciones, si no lo posee, sale al mercado a buscar potenciales clientes, - que, de hacer valer sus conocimientos y capacidad profesional, – se convertirán en su mejor carta de presentación y obtendrá una continuidad fructífera por medio del boca a boca de sus satisfechos prospectos. La palabra construye famas. La palabra destruye famas. Como observamos, el rango en el que pueden moverse es amplísimo y lo harán de acuerdo a su formación, a sus convicciones, a sus objetivos personales. En otra escala, hay arquitectos que trabajan exclusivamente en el diseño, desde su tablero, sea éste físico o virtual, mientras que otros prefieren ser arquitectos constructores, yendo a su obra día a día, y sintiendo el placer de ver crecer aquella idea primigenia, cómo va adquiriendo volumen, tomando forma desde una imagen y ahora puede verla en su auténtica definición, creciendo, viviendo. Cuando los muros se van consolidando hasta lograr su altura definitiva, recién el arquitecto tiene una idea clara de las medidas que imaginó en su proyecto. Al estar techado, cuando el espacio está configurado por muros y techumbres, recién toma cabal idea de las dimensiones reales. Esto nos lleva a hablar del arquitecto y el espacio, porque el espacio es nada más y nada menos, que la materia prima con la que el arquitecto trabaja. En este punto me detengo para relatar un hecho vital que me ocurrió en la Catedral de Notre Dame, la clásica Catedral francesa, joya arquitectónica de estilo gótico, en cuyas terrazas exteriores vi diversos grupos de músicos, cantantes y bailarines africanos que ejecutaban su música, sus cantos y sus bailes, con sus coloridos ropajes y sus exóticos instrumentos. Este
Colegio de Arquitectos de Tucumán ·· N° 12 ·· Diciembre 2014
CAT · LA REVISTA
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