ARQUITECTURA HOSPITALARIA
Por Arq. Mariana Brizuela
Arquitectura y salud en tiempos de pandemias
COLUMNA DE ACTUALIDAD
APRENDEMOS Y SEGUIMOS ADELANTE Recomendaciones para resolver los problemas mencionados dentro de la actual crisis, cambios innovadores que se puedan plantear en referencia a la salubridad del ser humano.
Problemas que surgieron actualmente en el marco de la pandemia y son más urgentes a resolver en su área de trabajo o campo de acción.
Problemas que surgieron actualmente en el marco de la pandemia y son más urgentes a resolver en su área de trabajo o campo de acción.
“Todo se detuvo”. A pesar de que distintos sectores de la sociedad pudieron replantearse cómo seguir y ayornarse a la coyuntura, en lo que respecta al sistema de salud no se pudo “quedar en casa”. Por el contrario, comenzó una corrida contra el tiempo y contra una enfermad de la que poco se sabe. Esta “situación límite”, por la que atravesamos como humanidad, no hizo más que dejar en evidencia las falencias dentro del sistema de salud en general. Lo primero que se contemplo fue la posibilidad que colapsen las camas de las UTI y la capacidad de los respiradores, pero no tardaron en llegar nuevas preocupaciones que debieron
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Cuando hablamos de “circulaciones hospitalarias”. Por lo general, se organiza en privadas y públicas, en urgencias y en medios de escapes ante contingencias, pero ahora se suma una variable más: las “circulaciones diferenciadas por patologías”. Es decir, en éste momento no es posible cruzar a un paciente que llega con un estado febril o con una patología pulmonar, con uno que llega para un control de rutina. De esta manera, surgió la necesidad de repensar los recorridos, y contemplar una nueva forma de organizar los procesos, las rutinas operativas y las contingencias. Así también como la flexibilización de los espacios para que puedan adaptarse a situaciones críticas como éstas o inclusive a patologías estacionarias que modifican el uso del espacio según la época del año.
ser rápidamente solucionadas. Cuando hablamos de establecimientos e instituciones que se ocupan de nuestra salud pensamos que la prioridad es el paciente, ipso facto. Pero, por el contrario, ésta emergencia sanitaria dejó al descubierto lo desprotegido que se encuentra el personal de salud en su lugar de trabajo. En ésta batalla, los trabajadores de la salud se encuentran casi desnudos y los espacios de arquitectura tampoco sirven de “trinchera”. Por éste motivo, comprendimos que los accesos diferenciados, son fundamentales, y tuvimos que repensar: modos de accesos y circulaciones alternativos, rediseñar salas espera y ubicación de equipamientos. Nos dimos cuenta que hay que atender al paciente, sin desproteger al personal.
Repensar la “circulación” nos motiva a repensar las “estancias”.
catucuman
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@colegiodearquitectos
Es decir, las salas de esperas de los establecientes de salud suelen estar hacinadas. Por lo tanto, debemos pensar de manera sistémica y conjunta, tanto médicos como programadores, cómo deben ser estas “nuevas esperas”, cómo se deben otorgar los turnos, cuánto tiempo puede permanecer un paciente y cómo esos espacios de esperas deben responder, arquitectónicamente, a las nuevas necesidades de la distancia social. Pensar un nuevo equipamiento que acompañen estos requisitos, nuevas sillas de esperas que permitan conservar la distancia, mostradores con protecciones para los recepcionistas y materiales que faciliten el mantenimiento y limpieza.
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// AGOSTO 2020