TUZSA, el imperio del terror José Mallén Tajada Delegado sindical IA-CUT
Desde siempre, las negociaciones de convenio en esta empresa, nunca se han distinguido por ser rápidas ni sencillas, siempre nos han tenido durante muchos meses en un “sin vivir”, esperando una solución a nuestras peticiones tanto sociales como económicas y siempre hemos tenido que luchar para lograr las migajas que nos han dado. Incluso en el convenio que nos las prometíamos sencillas y ventajosas por estar en medio la “magnifica EXPO”, sufrimos un gran batacazo, por la ayuda que le prestaron a la empresa políticos y jueces. Si difíciles eran antes las negociaciones, que se trataba de discutir y defender el pliego de peticiones que los trabajadores hacían a la empresa, en estas negociaciones se han complicado todavía mucho más, ya que la empresa también ha presentado su libro de peticiones, para hacernos desaparecer unos derechos que ya tenemos consolidados, y que nos han costado lograr con muchas huelgas y sinsabores. Tuzsa en esta ocasión, está demostrando un interés desmedido en el tema económico, escudándose en la tan nombrada crisis, está arañando en todas las direcciones donde pueda sacar euros, sin importarle ni los clientes a los que se debe ni por supuesto sus trabajadores que son un mal necesario para obtener los pingües beneficios que atesora. Una de las primeras medidas que ha utilizado para “ahorrar”, es ir imponiendo a dies-
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tro y siniestro, sanciones desmedidas de días de empleo y sueldo, que aparte del ahorro económico, tienen el efecto de sembrar el terror entre los demás trabajadores, con el ánimo de que nadie se mueva por si acaso. Pero, esta vez se han pasado de la raya, sancionando tan masivamente, han logrado el efecto contrario, en vez de acojonarse los trabajadores han sentido la necesidad de unirse como nunca y responder a esta amenaza todos a una con los medios legales a nuestro alcance. La siguiente medida que están utilizando, es enviarnos unas cartas, con un texto muy rebuscado, para citarnos a realizar el reconocimiento médico y que al leerlo nos sentimos amenazados. Y no es que sea una amenaza palpable, sino que se deja entrever. Hasta ahora éramos los trabajadores los que llamábamos para pedir cita para realizar dicho reconocimiento ¿Qué ha cambiado pues para que ahora nos impongan esta medida? Si alguno ha pensado que se están preocupando por nuestra salud, tengo que decirle que está muy equivocado, nuestra salud les importa un carajo, como nos demuestran trimestralmente en las reuniones de Salud Laboral, sencillamente, por realizar estos reconocimientos la empresa obtiene unos “bonus” que se transforman en ahorro económico, a la vista está que no tienen ningún miramiento en citar a trabajadores para que les realicen una extracción de sangre y a continuación tengan que conducir un autobús cargado de personas. Otra medida recaudatoria, son los famosos “cursos de formación” y más concretamente el último que se ha impartido sobre prevención de riesgos laborales. En esta ocasión las amenazas han sido totalmente reales, con llamadas de teléfono a los domicilios de los trabajadores, con cartas y a través de los
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cambia sobre la marcha las reglas del juego, se levanta y deja la partida sin finalizar. Por eso digo que no entiendo nada, allá por los años 90, cuando acabé la carrera, recuerdo que hice un master en administración de empresas y otro de recursos humanos, en los que pasamos mis compañeros y yo un montón de horas resolviendo supuestos
prácticos de resolución de conflictos: así que me pregunto años después ¿cuánto han cambiado las técnicas empresariales? En aquéllos años nos enseñaban a resolver problemas desde la dirección de RRHH, la moda ahora debe de ser enseñarles a crearlos… Jesús Burguete - Conductor-perceptor
Pega, pero escucha En este artículo, Anadón realiza un repaso panorámico de la negociación del convenio a lo largo del año 2010 que en gran medida sirve también como balance del año pasado. En su análisis destaca que «mientras desde una parte (los trabajadores) se hacen aportaciones de calado, su contraparte en conflicto (la empresa) evita entrar en la discusión sobre las diferencias existentes, precisamente, negándola». Ante esa postura inmovilista, Anadón recomienda a los mandatarios empresariales obsesionados con imponer recortes a un texto de convenio que les ha generaJavier Anadón do en el último año un 20% de beneficio respecto al anterior que tengan Presidente del en cuenta la histórica frase “Pega pero escucha”. comité Aquellos que no han dado un paso en todo el año, quienes no se han movido ni un milímetro de posiciones obsoletas, nos ponen deberes para que nos podamos refugiar en «su» democracia negociadora. Establecen condiciones para ejercer derechos. Obligan a pasar por aros ideológicos para reconocer libertades. Y mientras no se hagan los deberes, no se cumplan condiciones, no se pase por el aro, golpean, no hay reuniones de convenio. Más palo y cada vez menos zanahoria. La lógica no es ya hacer cumplir la ley o actuar en beneficio del servicio de transporte urbano: es imponer, presionar, sacar músculo, en sus palabras «demostrar que
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no se va a ceder». «Mantener la exigencia» dicen, con la utilización de todas las armas de presión a su alcance, para apuntalar una situación insostenible. Así, mientras desde la representación de los trabajadores se hacen aportaciones de calado para acercar posturas, su contraparte en conflicto, TUZSA, evita entrar en negociación y dialogo, precisamente, negándola. No se pretende analizar tus reivindicaciones, para rebatirlas o resituarme en las mías -lo lógico en democracia-. La estrategia consiste en denegar el derecho a que tengas reivindicaciones y que las argumentes. TUZSA ante la falta de argumentos contra los postulados del comité, se instala en una inmovilidad soportada en los innumerables
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