MUSICA
Empece a e.1·cribir y a componer .wbre los poetas puertorritJIIeliO.f. a pouerle nuhica. Don Juan lo dice en 1111 articulo, en su libro .. Uls l'oces que me acomtuuiall", que cmmdo //ega INSTARTE e.1· que Ia poesia de e/ comieu:a a correr pur las cal/es. por los centro.\· cultura/e.\', cuaudo comie11:an a u.wrse las palabras Patri£1 y Libertad, pa/abras para esa epoca bien dijiciles de prommc:iar. Lle1'£1mo.1· a/ pueblo Ia poesia de Corretjer y. por .l'llpuesto, Ia de otros poetas como Jose de Diego, Pale.,· Matos. Jose de Je.\'lis £.\·tel'e.~. Elena Ayala (Ibid). En esta narraci6n de Garcia podemos apreciar Ia continuidad que !>e establece entre Ia musica culta (Campos Parsi. Veray) y lo que va a scr el movimiento de Ia nueva canci6n puertorriqueiia de fines de los sesenta y Ia dccada del setenta. Los poetas y su musicalizaci6n van a ser el vinculo principal entre esas gcneraciones y quehaccres. Las canciones de los setenta rcquerian, al menos para algunos autorcs, de una complejidad y profundidad literaria y. a Ia vcz, de una sencillez que perrnitiera Ia popularizaci6n de las canciones para ponerlas en boca de Ia gente. Era una de las propuestas mas importantes no s61o de los nuevos cantores en Puerto Rico , sino tambicn de los nuevas troveros cubanos. mexicanos y espaiioles. Juan Otero Garabis lo apunta y examina con relaci6n a Ia nueva trova cubana y su analisis de los textos de Pablo Milanes y Silvio Rodriguez. Uno de los afanes centrales del trabajo de los exponentes que trabajaron dentro de este movimiento socio-musical era el de borrar las fronteras entre Ia expresion poetica, gesti6n que tiende a ser asignada a las clascs cultas y educadas. y Ia musica popular.
La dijicultad mayor, y donde se aprecia mejor fa ge11ialidad creativa de {a nueva tro1•a, no radial en Ia reproduccid11 de Ia image11 de Ia rel'oluciou, .~iuo en lwcerlo mediallle amcioues que .mpereu Ia calidad estt!tica de Ia cancic)n de cmw1mo sin alejar.H?demasiado de Ia aceptacicin popular. Para los jcJI'CIIC.~ fimdadores delmol'imiemo de Ia mlt!l'a trow1, Ia represemacic)n del espirittl rel'olucimwrio
e11 Ia caucion, necesitaba de fa fitsit)ll c:ulwral de let popularidad de Ia cam:ic)n con Ia calidad de fa poesia. Fusion cm1 Ia que pretenditm ,rer wmguardia artistictl demro de Ia mtisica popular (Otero Garabls, 2000:201) Este mismo afan to tuvieron los cantores de Ia nueva canci6n puertorriquena. EI uso de Ia poesfa ha sido en numerosas ocasiones mencionado como el responsable del desarrollo de Ia capacidad poetica que marco Ia evolucion desde Ia "canci6n de protest a" a Ia canci6n "de au tor". mas preocupada por Ia forma poetica que aquellas primeras manifestaciones que se tildaban de "panHeto". Habia que marcar Ia diferencia entre el discurso politico y Ia canci6n: aunquc Ia misma fucra politica, se recurria a Ia poesia porque hubo una crecicnte conciencia de que Ia fuerza pm!tica podia ser tambicn fuerza politica. La inOuencia de Serrat en ese rengl6n no puede ser minimizada: al escuchar los poemas de Antonio Machado y Miguel Hernandez, los cstudiantes universitarios que estabamos en el Teatro de Ia Universidad nos sentimos movidos -y conmovidos- a crear Ia conexi6n entre el cantautor catahin y Ia situaci6n colonial de Puerto Rico, entregandole una bandera puenorriqueiia como muestra del vinculo que establecimos entre Catalufia y Puerto Rico, quizas sin que clio comprendiera del todo. Por otro !ado, Pablo Neruda. Nicolas Guillen y muchlsimos otros poetas trabajaron Ia poesia y Ia polftica en una relaci6n simbiotica, actividad que era el foco de un debate entre los que seiialaban hacia el contenido ideologico del ane como algo intrinseco a Ia misma actividad de describir el mundo a traves de Ia forma artistica, y los que proponian Ia separaci6n del artc y Ia politica como dos renglones distantes, e incluso incompatibles. A partir de entonces, se abrio Ia posibilidad de que los puenorriqueiios encontraramos nuestros propios poetas y los llevaramos a nuestras canciones. Las posturas esteticas de los poetas y los musicos fueron inOuidas por los procesos sociales y politicos que se vivian, no solamente en Puerto Rico, sino en todo el
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