Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña

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El nativo se ingeni6 una forma de subsistir: contrabandear productos y mercaderias entre las is las vecinas, lo cual constituia un delito, pues el comercio debfa realizarse solo por el puerto de San Juan y con detenninadas naciones amigas de Ia Corona espanola. Se populariz6 tanto esta pnictica ilfcita que el Obispo de Ia Isla, Fray Francisco de Padilla, muy preocupado por los gravamenes sociales, politicos y econ6micos que ello trae, confiesa que: " ...no hay en esta costa, ni aw1 entoda Ia isla, puerto o ensenada, que nolo sepan, porque residen en elias sin embarazo ni oposicion" .14 No paso inadvertida esta an6mala situaci6n al ojo sagaz del Mariscal O'Reilly, quien advirti6 sobre Ia necesidad de contrabandear que tenfan los habitantes de Puerto Rico para poder subsistir: " .. .este trato ilfcito que en las de mas partes de America es tan perjudicial a los intereses del Rey y del comercio de Espana, ha sido aquf {en Puerto Rico] (tti/. A el debe el Rey el aumento defrutos que hay en Ia Isla .. ." 15 Y detalla con minuciosidad los productos y las personas con quienes se efectua el contrabando: El trato ilicito se hace con los holandeses de Curacao y San Eustaquio; dinamarqueses, de Santo Thomas y Santa Cruz; ingleses de las islas inmediatas, y muchos de esta naci6n que hay avecindadas en las de Dinamarca. Los holandeses se llevan Ia mayor parte del tabaco, los ingleses el palo de mora y guayacan, los dinamarqueses los vfveres y el cafe, y todos, algunas reses vacunas y cuantas mulas pueden conseguir. 16 Hecho que sintetiza muy atinadamente esta realidad

el texto novelesco con las siguientes palabras: "[ ... ] el fiero escenario del Mar Caribe, en donde otras cuatro naciones europeas le disputan a Espaiia su manifiesta hegemonfa en el manejo de las riquezas americanas [... ]" (241) El siglo XVIll se distingue en Puerto Rico por Ia cantidad de gobemadores sometidos a1 proceso de residencia. 17 Los mismos encararon juicios por corrupci6n. Los pliegos acusatorios puntualizan diversos delitos, pero Ia mayoria apunta a1 comer-do ilicito. La voz narradom de Zuloaga lo advierte en Ia novel a: "Desde principios de siglo apenas habfa existido 1111 gobernador a quien nose le residenciara por comtpcion,negligencia, contrabando, violacion del exc:Iusivismo imperial, desafto a otros poderes paralelos. .. " (22) Aun el propio Henriquez saca a relucir que, al momento de su encarcelamiento, Ia Fortaleza estaba involucrada en actos de corrupci6n (204). El estado de Puerto Rico era ca6tico, pues a lo antes indicado, se debe ai'iadir Ia lucha existente entre los poderes politico, eclesiastico y militar. 18 En varios episodios del texto se alude a ese malestar, mediante Ia simbologia del "monstruo de tres cabezas". Asi entenderemos mejor las causas de las rencillas existentes entre el gobernador Francisco Dania y Granados y el Obispo don Fernando de Valdivia lo que ir6nicamente se expresa en el relata mediante los respectivos tftulos de: su Excelencia y su Ilustrisima. 19 El mal estriba, y de nuevo toma Ia palabra Zuloaga, en que: "cadafimcionario parecfa laborar solo en beneficia propio." (23)

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A. Morales Carrion. Historia, 188. El propio Fray liiigo Abbad destaca que el contrabando es parte del diario vivir en los habitantes de Puerto Rico y que quienes en realidad se benefician del mismo son los extr.mjeros. Advierte que Ia fonna de combatirlo es estimulando el intercambio comercial con Espana, ya que : "EI comercio de Puerto Rico con Espana, es ninguno, y el que tiene con las otras prov incias es tan limitado, que no merece memoria." Hisroria, 167-171. IS A. O'Reilly, Memoria, 241,243-244. 16 A. O'Reilly. Memoria. 258. El Mariscal es muy explicito en torno a Ia estr'dlegia mililar de Puerto Rico y u Ia urgencia de su desarrollo economico. Dice: "Ia importancia de Ia situacion de Ia isla de Puerto Rico, Ia bondad de su puerto, Ia fertilidad, ricos productos, y poblacion, las ventajas que debe producir a nuestro comercio el irreparable daiio que nos resultaria de poseerla los exrnnjeros, piden, me parece, Ia mas seria y mas pronta atencion del Rey y de sus Ministros [ ...1tambien de que en poco aiios puede mediante buenos reglamentos ser de alivio a su Ernrio, y una de las mejores joyas de su Corona." Memoria, 269. 17 Aida R. Caro Costns. ÂŁ/ juicio de residencia a los gobernadores de Puerro Rico en el siglo XVIII (lnstituto de Cultura Puertorriquei\a: San Juan de Puerto Rico, 1978) 17-40. 11 Desde los inicios del descubrimiento y Ia colonizacion de America. ex isle un estrecho vinculo entre Iglesia y Estado. Sin embargo, durante el siglo XVIII este ultimo mantiene una constante intervencion en los asuntos de Ia Iglesia, al punto de que algunos historiadores le han calificado de "abusiva". Esto es produclo del Despotismo Ilustrndo. Par.- el Padre Angel Valentin Fernandez: "EI siglo XVIII es Ia epoca de oro del regalismo espaiiol frente a las limitaciones que Ia Iglesia imponia aJ absolutismo regia." Y mas adelante aiiade este sacerdote historiador: "Los Borbones arribaron a Espana con ideas mas centralistas y absolutistas, propias del absolutismo ilustrndo, que las que usaban los Austrias." Angel Valentin Fernandez Garcia. D. Fe/ipe Jose de Trespalacios y Verdeja: Obispo de Puerto Rico. Erector del Obispado de Ia Habana y su primer Obispo (Datum: Aguadilla, 1993) 10-19. 19 Vease, entre otras. las paginas 82,99,1 14,124.

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