JUAN
MOREL CAMPOS
ta Bella Margot y Carmela — su ca008 del cisne — ¡ que de matices varios! ¡ qué de
: soctimieltos
disímiles|! qué de
ritmos
cer — el altar de Anacreonte,
Ñ año hizo el 12 del més en curso — ¡parece que fué ayer | — en que la muerte —- quizás celosa de nuestro orgullo por su posesión — arrebató de nuestro lado
al
genial creador de tanta hermosa producción.
: Danza—esa musa de
vuestros
Nuestra
dolores
y
““júbilos tropicales — cubre su frente con luctuoso manto, sumida en la tristeza de la irreparable pérdida, en
el duelo
de
su
"
sorprendentes! Ora sentimental, con ccitsifias de alma atarazada pur el dolor; org alegre y bullicioso, sacrificando en el altar del plade Tíbulo,
del Aretino —su musa, dúcil y complaciente, se prestaba á pintar lós diversos aspectos y estados de su alma — tal vez estados y aspectos de su tiempo y de su país. No cabe en un trabajo. premioso y dela ívdole del presente-uh juicio, siquiera some-
ro, de la labor artística de Juan Campos; una apreciación
de su
talento,
que
ha-
Lrían de resultar deficientes. El autor «e estas líneas ha de hacerlo algún día,en ex-
tensa biografía del genial compositor, hara la que tiene va acopiados todos los materiales. Su talento no cabe en un artí-_
eterna ausencia. culo de periódico. k - La danza — como toda manifestación Como Mendelsshon, - como Chopin, artística popular — es un símbolo La música, alegre en los paises de sol riente - como Schubert,uuestro Juan dt. jóven. Cavó para no levantarse más en plena ac«y cielo ¡claro y flores aromadas y Jejanlas tividad, cuando la lucha hubiera brinda rebosantes de luz, es melancólica, grave y do á sus energías espléndidas - victorias ; triste en las regiones donde Naturaleza se cuando aún la Musa, fecunda todavia, humuestra más madrastra que madre para el biera brotado de sus labios: notas aladas, “hombre. La condición moral de los pueblos influye no poco en su expresión ; de= que hubieran sido encanto y alegría y fiesmestríndeglo cuan distintas son
las melo-
días de los oprimidos. por el despotismo,
vejados y maltratados por la tiranía y los” cantos de los que ilumina, alegra y vivifica el sol esplendente de la Libertad. * Hasta la fé religiosa lleva su espíritu á la con> cepción musical ; y asíse ven como varían los cantos en las naciones católicas y . protestantes.
El artista, pues, que logra, con
el so-
- nido'y el ritmo, con la palabra y el color externar el sentir y el pensar de un pueblo,
llega Á'ser, en cierto modo,
resumen,
ci-
fra y compendio de su raza y de su tiempo.
Así Chopin con las penosas
melodías de
ia sin ventura Polonia, Así Liszt con las rapsodias de la. inquieta y caballeresca Hungría Así Júan con las danzas de vuestra Borinquen amada. Todos los colores del íris, los sonidos
de la' gama toos utilizó para sús efímeras
é inmortales producciones. Desde Mis penas —. uno de sus primeros éxitos -—has-
ta para nuestras almas soñadoras. . ¡Quién sabe cuántos hermosus
cerebro! ¡ Cuántos
misterios de» aquel corazón! | Aurora nublada al esplender ; ave herida al desatar el *vuelo ; su , memoria, religiosamente conservada,
vivirá siempre.
en nuestras almas ; en las almas de
que sueñan y aman y esperan y creen. La patria. — Borinquen tan en la vida de sus hijos ilustres —
te.aquella fosa en que duerme el eterno su cantor — el cantor de dolores y de sus cortos y pasajeros : bilos — y deposita coronas de siem vas en aquel panteón que em (
piedad, urna en que la muer nuestra posesión, lo. arre 0
te yv
con-
dpto, cuántas ideas luminosas, cuantas ilusiones agostadas, cuántas flores marchitas por la helada, cuántas >speranzas, caidas como fruta tempranera,/ se perdieron en la tumba al caer nuestro amigo ! Cuán-
tos secretos de aquel
im
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