Un nuevo libro de poesía para niños: Ritmos de tierra y mar de Isabel Freire de Matos JOSÉ EMILIO GONZÁLEZ Isabel Freire de Matos es una de esas mujeres puertorriqueñas extraordinarias del siglo veinte. Esta gentil, noble e inteligentísima dama, a quien tengo el honor de conocer desde hace unos cincuenta años, no ha recibido el reconocimiento que merece su obra poética y su labor como educadora. ¿A qué se ha debido ésto? En el aspecto de su poesía, ese eclipse parcial se debe a que ha sido la compañera y esposa de toda la vida de nuestro gran poeta nacional Francisco Matos Paoli, con una devoción y un espíritu de sacrificio insuperables. La extensa fama que justamente se ha ganado su esposo, que ha sido y sigue siendo candidato al Premio Nóbel, naturalmente ha atraído más la atención. Otros problemas relacionados con la obra poética de mi querida amiga Isabelita Freire son, por ejemplo, las dificultades de publicar en Puerto Rico cuando uno no está favorecido por los intereses del dinero o de la política. Sin embargo, cualquiera que conozca de estos asuntos sabe que Isabelita Freire es una de las más importantes poetisas para niños, no diría yo de Puerto Rico, sino de todas las Antillas. Desde el punto de vista de su obra como educadora, doña Isabel Freire de Matos, precisamente por ser realizante de una auténtica pedagogía, de sentido hostosiano, fundadora del Colegio Eugenio María de Hostos, ha sido mirada con indiferencia y hasta con animadversión por la caterva de falsos educadores que agobian a nuestro país y atormentan a nuestros niños con sus mediocrísimos proyectos, muchos de ellos copiados del extranjero. Isabelita Freire es luz de vanguardia de la educación puertorriqueña, y algún día, un Puerto Rico liberado le rendirá los honores que la justicia le asigna. Mucho más podría decir sobre estas cosas, pero hoy mi misión es hablar del libro más reciente de Isabelita dedicado como la mayor parte de su poesía a los niños. Me refiero a Ritmos de tierra y mar, bellamente editado por el Instituto de Cultura Puertorriqueña (San Juan, Puerto Rico, 1988). Forma parte de la colección de libros para niños del l.c.P. Es
oportuno señalar que antes de salir el libro, circuló un disco con versiones musicalizadas de varios poemas de este volumen, y con el mismo título. De modo que muchos párvulos han tenido ya la oportunidad de disfrutar de algunas de estas canciones. El libro que nos interesa hoyes rico en ilustraciones y dibujos de Poli Marichal, incluso una atractiva portada en colores: verde, amarillo, azul y blanco. Paisajes de mar y tierra con un sol que sonríe paternalmente y una luna que lo vela de lejos. Arriba, pájaros, y abajo peces, debatiéndose en medio de las olas, y una barca solitaria, a la deriva, sin su pescador. Por la tierra andan palmeras, casas y cosas. El título del libro, Ritmos de tierra y mar, resume en sus tres notas, la arquitectura esencial del mundo poético que nos ofrenda Isabel Freire de Matos. Los ritmos reflejan el espíritu musical. La tierra y el mar dan sustancia, expansión y límite a ese mundo. Tal vez sería más exacto decir "tierra, mar y cielo", porque lo de "cielo" queda implícito suspendido entre tierra y mar. Mucho más allá del título del libro, podrán ustedes leer el poema "Tierra, mar y aire", que pudo haber inspirado el título (ver págs. 81-85. Desde este punto en adelante, todas las referencias a páginas se darán exlusivamente con números). Preside toda esta creación impresa un corto pero revelador "Mensaje al Niño". Isabelita ha plasmado en sucintas palabras su intención fundamental. Solo vaya citar las primera líneas de este "Mensaje": "Hacer poesía para ti, querido niño, es recrear tus ilusiones, alcanzar la cumbre de tus sueños. Niño y poesía se funden en el milagro de la belleza. Ambos tienen vuelo y ritmo, pasmo mágico ante las maravillas que descubren." Cuando leemos el libro desde la página 3 hasta la 143, o cuando recorremos de cabo a rabo el texto de versos y poemas, nos vamos dando cuenta de que hay un desarrollo -probablemente pensado-
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