pendencia. Apoyándose ahora en la historia y en la correspondencia epistolar mantenida hace años con dos hijos y un biznieto del caballero Rojas, en ocasión en que empezó a interesarse por la vida del prócer de Lares para escribir su biografía, pre· senta como anticipo, en este año dei Centenario del Grito, las páginas que siguen. Nació Manuel Rojas Luzardo en la población de Obispos, del Estado de Barinas, Venezuela. Fueron sus padres don Antonio Rojas y doña Bruna Luzardo. A raíz de una de las guerras venezolanas de la segunda parte del siglo XIX, emigró a Puerto Rico, como otros muchos venezolanos, entre los cuales figuró su hermano Miguel Rojas, quien casó con doña Mariana Bracetti. Los hermano,; Rojas residieron en la parte occidental de la Isla. Don Manuel vivió en "Lares, donde adquirió en el barrio de Pezuela, a una legua de la población, un fundo cafetero de trescientas cuerdas. Allí construyó la casa·hacienda de maderas, techada de tejamaní, con amplio glacis al frente. Llamó a su hacienda El Triunfo. El fundo cafetero fue muy productivo y se convirtió don Manuel en un ciudadano solvente, figurando como uno de los mayores contribuyentes al fisco. Don Manuel Rojas, su hermano, vivió en la población de Añasco, de donde se trasladó a Lares, con su esposa doña Mariana y sus hiJos, en fecha previa a la de 1868. Fueron días felices los del matrimonio de don Manuel y doña Obdulia Serrano, a quien conoció en la población de Lares un día afortunado. Les ha nacido una primera hija que fue bautizada con el nombre de Narcisa. Es don Manuel un hombre de muy buen carácter. No fuma ni usa licor. Gusta de leer mucho, especialmente la prensa periódica. Trata afablemente a sus peones, a los que paga buenos jornales. Ha conocido a don Ramón Eme· terio Betances durante un viaje a Mayagüez. Be· tances influirá en sus ideas y su vida. Es don Manuel amante del baile y de las fiestas sociales y su casa-hacienda será centro ocasional de feste· jos y bailes. Su admiración por Betances convierte a Rojas en laborante. Su casa-hacienda y su familia se convierten en el centro del laborantismo en Lares. Las cinco hermanas de doña Obdulia casan con otros tantos laborantes que habrán de ser figuras de suma importancia durante la revolución y proclamación de la República. Son sus esposos -fu· turos secretarios y ministros del gobierno- don Andrés Poi, General de División; Bernabé PoI, Se· cretario de Gobernación; don Francisco Ramírez, Presidente de la República; don Clemente Millán, Ministro de Gracia y Justicia y don Aurelio Méndez, Ministro de Gobernación. Doña Mariana Bracetti, la esposa de don Miguel Rojas, también conspira, como su esposo. Ella borda la bandera de La·
res, ideada por el doctor Betances, que habrá de sustituir a la enseña española al proclamarse la República. Es el año 1867. Betances arde en deseos de ver libre a Puerto Rico. Sale de Nueva York, donde está exiliado, para la ciudad de Santo Domingo. Constituye allí el Comité Revolucionario de Puer· to Rico en compañía de los señores Carlos Elio Lacroix, Mariano Ruiz Quiñones y Ramón Mella. Es su propósito constituir a Puerto Rico en "una república independiente de forma democrática". El Comité, como organismo supremo de la revolución, inicia la formación de juntas y legaciones y nomo bra delegados y agentes, para recaudar fondos, hacer propaganda y comprar armas y municiones. En la población de Mayagüez quedó constituido el primer comité de la revolución. Se le designa con el criollo nombre de Capá Prieto y queda bajo la dirección de don Matias Brugman, quien nació en Nueva Orleans, Estados Unidos, de padres de ascendencia holandesa y vino a los cinco años de edad a Puerto Rico. En Lares se funda otra junta que lleva el nombre de Centro Bravo y es presidida por don Manuel Rojas. Otras juntas son organizadas en San Sebastián (Porvenir), Camuy (Lan· zador del Norte) y en Ponce (Lanzador del Sur). Se activa la propaganda revolucionaria. Aprovechan los laborantes toda ocasión para divulgar sus ideas. La casa-hacienda El Triunfo es centro de reuniones, comidas y fiestas. Se aprovecha el período de las fiestas patronales para este propósito. El 28 de junio de 1868 se celebran las alboradas de San Juan con máscaras, y comparsa de los barrios de Lares, que recorrerán las calles de la población. Las comparsas de los barrios Mirasol y Pezuela, el barrio de Rojas, llevan banderas vistosas, entre ellas la española. Dan vivas -sarcásticos a Isabel 11, la reina de los tristes destinos, pero también se han oído gritos de vivas a la Constitución republicana y a la libertad. Se dice que Rojas anda detrás de todo esto. Se hace muy evidente y visible la propaganda. Surge un delator y es apresado don Manuel María González, compatriota de Rojas, presidente de la Junta Lanzador del Norte. de Camuy. Don Manuel Rojas es el primero en recibir secretamente las infaustas nuevas y transmitirlas a Brugman. el presi· dente de la Junta Capá Prieto. Don Manuel hace sugestiones, en vista de la situación, a Brugman, sobre lo que ha de hacerse y traza el plan a se· guirse: Adelantar la fecha de la revolución para el 23 de septiembre; caer sobre los pueblos de La· res, San Sebastián, Moca, Quebradillas, Camuy y Arecibo; reunir a los revolucionarios en su casahacienda, desde donde partirán para la toma de Lares, primer pueblo a ser ocupado'l y donde se declarará la República de Puerto Rico. 63