Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña

Page 14

lo que nos vincula a sus correspondientes ramas hispanoamericanas. Este americanismo tlpico de

lo puertorriqueño es lo criollo: y es ésta la vena y esencia de la poesla de Luis Lloréns Torres.

2.

PANORAMA DE SU VIDA

Desde su origen terroñista en el valle de Collares, de Juana Díaz, en 1876, hasta su enfermedad en Nueva York en 1944 y muerte en Puerto Rico en ese mismo año, Uoréns no tuvo más que una cuerda definitiva: su vital criollismo puertorriqueñismo de enmarcación hispanoamericanista. Fue esta cuerda la que produjo todas las notas de su lira, o tal vez de su cuatro, como quizás él hubiera preferido decir. Su vida fue una continua afirmación de ese criollismo tropical nuestro, de típica raigambre nativista, pero nunca de aislado regionalismo. Mu· chos son los puntales que le elevan a esa afirma· ción y triunfo de 10 telúrico transmutado en arte, de 10 característicamente puertorriqueño, transformado en poesía eterna. Veamos panorámicamente algunos de esos puntales de su vida: Su nacimiento e infancia en una hacienda de café, en medios holgados, le permitieron sentirse cómodo e ingenuo, con feliz ingenuidad de niño, en el centro de una naturaleza repleta de llamadas a la imaginación, a los sentidos y al amor. Sus primeros estudios los realizó en Collares, luego en lo!' pueblos de Juana Díaz y Maricao, y por fin dejó su "valle de Collares" para ir a estudiar Leyes a Barcelona. Desde niño fue Uoréns un enamorado del amor y en consecuencia de la mujer. Más tarde, su amada eterna sería su propia tierra barinqueña. Y en aquellos días en que salió de Collares, dejó en él muchos corazones de niñas adolescentes que lloraran su partida. Pero en Lloréns el amor fue profundo y fue fugaz. Fugaz en los mil y un amorfos y aventuras que desencadenó en su vida; en sus galanteos y poemas de ocasión, y en sus conquistas de medio Tenorio (o Tenorio y medio, como algunos de sus biógrafos han apuntado). Pero profundo en su amor a Puerto Rico y a lo puertorriqueño, a la poesía y al arte, a lo hispanoamericano. Y no sin menos razón, profundo en su amor a una hermosa puertorriqueña de ojos verdes -María Caro Echevarrfa, su prima-, con quien se comprometió antes de partir para España. Como ha dicho la doctora Carmen Marrero, "el amor suplantó al amor", y en la Ciudad Condal, L10réns se enamora de la hija de uno de sus profesores, entra en líos con éste y termina el conflicto con la partida voluntaria del poeta ha· cia la ciudad de Granada, en Andalucía. Es aquí donde se hace abogado y a la vez doctor en Filo2

sofía y Letras, regresando a la isla en 1901. Venía con dos títulos y casado con una hermosa granadina de nombre Carmen Rivera, quien fue su esposa el resto de su vida, y de cuyo matrimonio nacieron tres hijos: Elio, Luis y Pepito. También traía dos libros publicados: América y Al pie de

la Alhambra. Monta en Ponce su bufete y ejerce su profesión, abandonando por un tiempo su dedicación a las musas y enfocando el periodismo. Habiendo salido de Puerto Rico bajo el dominio español, antes del 98, regresa en 1901, cuando ya ha pasado el cambio de soberanía y está la isla bajo el gobierno militar norteamericano y la Ley Foraker. Esto fue un impacto violento para L1oréns, quien inmediatamente recobrado del golpe, se alistó a la vanguardia política separatista de la isla, militando en las filas de Muñoz Rivera. La vida política de L10réns fue intensa y militante, pero no dramática ni de primeros planos. Esencialmente no era un político, aunque si un convencido independentista. A pesar de esto. L10réns fue retirándose lentamente de la vida pública hasta su final mutis político en 1932. No era indiferencia sino más bien lO desdén a las luchas de partidos". como ha señalado Luis Antonio Miranda. Su opinión de los políticos oportunistas y demagogos -no de los pollticos serios y creadoresla expresó en una entrevista periodística que se le hizo una vez y que apareció en El Imparcial de San Juan del 30 de julio de 1944. Se refiere él a cierta crianza de cerdos que tenía en su finca. Y el periodista, ingenuo, le pregunta: " ¿ Y cómo compagina usted tan raro sport con la espiritualidad poética?" Y Uoréns le respondió: "Vea usted... Los cerdos se crían en montones, en manadas, igual que los políticos; se revuelven en el fango. igual que los politicos; se ensucian el hocico ; gruñen y gritan cuando les falta la comida ; sorbe cada uno su ubre... igual que los politicos. Y quitando el padrote, los demás no sirven para nada, igual que los políticos." Todas estas contestaciones y anécdotas de Lloréns se han tenido como genialidades propias de su temperamento vital e independiente, y rebelde a sujetarse a norma alguna que chocase con su modo de ser. Ya casado y en Puerto Rico, y casi hasta poco antes de enfermar fatalmente. su vida se compartía entre su bufete, su hogar y la tertulia literaria en conocidos cafés de San Juan. Era hombre de tertulias, como Daría y como tantos. Como se ha señalado repetidas veces, se sabe que su esposa, doña Carmen Rivera, reconocía que su esposo, según la frase feliz de la doctora Marrero, "le pertenecía a medias". De sus meditaciones. de sus conversaciones en estas tertulias en donde era el guía


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.
Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña by La Colección Puertorriqueña - Issuu