Baila la negra el son al ritmo de la plena, se escuchan los coquíes, las maracasa. B"aMa la negra el son con el vientre desnudo y las nalgas redondas. Baila la negra el son al ritmo de la plena en medio de la noche ponceña. Saltan raudos al aire los brazos. Las caderas se mueven en firme oleaje. Baila la negra el son baila, mientras el ritmo crece y prende sus diamantes en la carne. Baila la negra el son, sulamita noctdmbula, en la noche ponceña. Baila... cLa sensibilidad de esta composición ~ice muy bien el autor del estudio de Negroni- es típicamente de una nueva orientación poética.» ...«El negrismo está plenamente logrado aunque no haya la maestría que reveló Palés Matos en el lenguaje..... Cúpole el honor de expresar el tema negro en un rango universal al gran poeta antillano, el puertorriqueño Luis Palés Matos quien no ya por ser cronológicamente el primero en la etapa actual en divulgar la vida y el lenguaje del negro, sino por sus méritos artísticos intrínsecos, merece una consideración especial. Antes había existido 10 que pudiéramos llamar una· moda, a la que sirvieron de estímulo los es~ tudios e investigaciones de León Frobenius y el tema negro ha'lló simpatizadores en distintas litera· turas -Vachel Lindsay publicó su poema The Congo en 1915-; pero no es hasta la ·publicación de Pueblo negro (La Democracia, San Juan, marzo de 1926), y a continuación, Danza negra (1926) y Candombe (.1927), que este tema alcanza su verdadero cenit expresivo, desde el doble.punto de vista artístico y social.
PALES MATOS
Poeta a secas. Ni blanco ni negro, un poeta, pero Poeta con mayúscula es el puertorriqueño Luis Palés Matos. Poeta a secas. Pero, qué pocos versificadores me-
recen a cabalidad ese título que implica el de: ccreador•. -AfortUlTadamente, la Editorial Universitaria de la Universidad de Puerto Rico ha recogido en un tomo .la obra poética de este máximo poeta borin· queño y, para mayor fortuna, el juicio autorizado de don Federico de Onis prologa el libro Poco hay que añadir a lo que allí se dice. A pesar de interesarnos esencialmente esta llpersana poética origina!», vamos a considerarlo especialmente en su aspecto de cultor del tema negro, para los fines de este capítulo, y de expresión de lo americano. PaIés supera 10 que inicialmente fue una cmoda. y, cuando la cultiva, crea un amado., original y antillano, como él se proponía. Nadie mejor que Margot Arce 5 ha señalado y estudiado cel supremo acierto de la poesía de Palés. que es el ritmo. Este es un aporte importantísimo del negro al arte americano, lo mismo en la música que en la danza que en la poesía. Es un gran factor formal que nos da carácter, sobre todo a los an tillanos. El sentido del ritmo en Palés, como su poderoso poder de sugestión, corre paralelo a su rara especie de artístico sensualismo. Palés es, ante todo, un gran sensual. Olores, sabores, colores son paladeados por él con peculiar regusto poético: los convierte en materia plástica de sus obras que cobran, por ello, una vigorosa fuerza' expresiva. La palabra en este poeta se hace carne y baila. El vocablo se corporiza. Aunque sicológica y estilísticamente se mueva entre extremos: centre el barroquismo y el prosaismo, la emoción y la ironía, lo espiritual y lo físico, lo soñado y lo real, Ío exótico y lo local, todo 10 cual es en él uno y lo mismo.;6 aunque él sea un ser de esos profundamente agónicos -dramáticamente divididos-, la pa· labra en el artista -que es él sobre todas las cosas- es siempre la tabla de salvación. Rey del verbo, como Daría, lo modela como fresca arcilla y pone en su conformación la verdadera maestría, que le ha señalado la crítica. Se exige siempre el poeta originalidad y perfección formales. Es el artista preocupado por la forma que rinde incesante culto a la palabra: No tanto el sentido intelectual de ésta como su poder sensorial, su fuerza sonora, como instrumento poético, es lo que constituye su preocupación principal. Dijérase que se goza con el ritmo y sonoridad, con el jugo y porosidad, con la carne -valga la paradoja- de la palabra. La desnuda, la apresa, la amasa y le extrae su jugo. Y ese extracto sabroso es su poesía. Nadie como él ha hecho ritmo S. Margal Arce. 6. F,ederico de Onls, Introducción B Pocsla de Luis Palés Ma· tos, Edlt. Universitaria, Universidad de Puerto Rico Rlo Piedras. 1964. '
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