-17N o es solo grande ante 1a, consideracion del mundo y el jnicio de la historia el experiri1entado marino que supo con {mimo sereno conuucir Sli. baj el ngitado por las o]as embravecidas al puerto de salvacion. · No es solo gnmde ante la. considera cion del mnnclo y el jnicio de la historia aquel monj e que prefiri6 la vic1a del desierto y la oracion de la soledad {t los placeres cpn que brinda el mundo al sensualista y al opulento. N_o es en fin solo grande ante 1a consideracion del mundo y el jnicio Lle la. hi storia aquol pensaclor profundo que despn es de l;:t.r gas Yigilias, ofi.·ece {t ]a socieclad el fi·uto de sus cientificas clec.1ucciones. L a grn.titud con.1o seutimiento in~im o , como afeeto 1.miver al se forma alli, donde hay acci011PS lnummas agenas de todo inter el? e inde. pendi entes de t ocla idea ulterior. Anxiliitr con mano prodiga al clesvaliclo; clictar m ediclas· de eficacia . y de justicia en los elias de la calamidad; restituir al espiritu la espe:.. nmza. perclida por el desorden de la naturaleza; he aqut los principios sob eranos de 1a S,Tatitnd popuLU", que si producen U grimas de dolor en los ojos del hu ert~mo y de la. Yiuda solo por el r ecuerdo de r ecientes desventm·as, tambi en producen lLmto de amQr y de t ernura en aquellos corazones que se dilatan con templando el ej er cicio del bien, _cuyos efectos deben conocerse ·para ser co1'lsignados en la historia, y {i, fin de que el ..JlH~rito contraido por los que llen os de ndn eg-acion y de valor supieron e:q)oner sus propias vichs, para libertar de una mu·erte trfLgi ca y seg-m·a al mas infortnnaclo, no se clisl)Jinuya por diferencia de opiniones, por distincion de razas y de nacion alidades. La bonclad de eorazon no conoce en el munclo mns que infortunios; y respeeto del hombre solo sahe apreciar sus desgracias, para lamentarlas y ocurrir al remeclio J e elias con la prontitml que por su indole reclaman. La tremenda noche de San Narc,iso, l{tgubre para las faniilias, ~a tal para el comercio y cr eclito, y memorable pm'a todos, tuvo sin embargo la virtucl de demostrar con ln. elocuencia de los h echos todo lo que lo$ pueblos alcanzan por sns propios m eritos, que son los meritos y servicios prestndos por sus ilustres hijos. . . La memorable noch e de San Narc-iso tnvo aclemas b virtud de fiJar cle una manera permanente la opinion de que gozaban en el concepto pttblico aqnellos que acaso h ~sta. entonees no puru er on clemostrar a la ±n.z del mtmd.o de toclo lo que eran capaces en ci.rcunstancjas dificil ~s y e n los momentos de mayor tribulacion. CircnHstancias aza.rosa.s que r etrataron con vivos colores la fisonomia de todo un pu blo; momentos de vehe·mente amm·o·tn·a durante los eua.les la actividad humana. salvanclo clish~ncias, vencim~do clificultacles, y despreciar:(l~ los pe1igros, obro esos prodigios que son el product~ de un solo sentum cnto, de una sola voluntad y do una sola opinion. . Porqu? la. influencia que ej er cen en el sentimiento p{lblico los clesastrosos etectos U.e un a calmmdad es cle talnatLu·aleza que se olvidan todos los agravios, se cleponen todos los rencorcs para ~lirio·ir tocla.s Jag 0 miradai3 y todos los pensamiontos h<1cia. un solo 'fin. . ~.Que mn cho pnes que esos actos b cr{)~cos lmyan exa.1tado la imngmacwn del h ombre pensador, ya, se eomnc.l eren como un lenitivo de g nmdes de8graciR s o y a como h oficaz coopcracion de todos, pant borrar 3
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