IC
BLAA e
D
MENSUARIO
DE
HISTORIA,
LITERATURA, ARTE
Y
CIENCIA
JUNTA DE REDACCION ANTONIO |
S.
SAMUEL
PEDREIRA
VICENTE
R. QUIÑONES
Año |
A.
COLLADO
GEIGEL
POLANCO
MARTELL
San Juan de Puerto Rico a 13 de junio de 1929. *
0 0 S E J IZA as
ATERR ..
INYECCIONES A la Unión Pan Americana de Washington, un coterráneo nuestro que reside en Nueva York, . «el periodista Luis A. Muñiz, sugirió la convenien-
cia de celebrar un congreso Pan Americano de la
Lengua Española con el objeto de modernizar y
aumentar el vocabulario de la misma.
“Para ha-
cer frente a las situaciones—dice el señor Muñiz
——que a cada paso nos colocan los rápidos y sor-
prendentes cambios que se realizan hoy en todos los órdenes del progreso humano, la Real Acade-
mia Española nos ofrece un desmedrado y arcaico volumen, rico en términos eclesiásticos e inútiles provincialismos pero excesivamente pobre en lo que atañe a nomenclatura técnica, científica y comercial.”
“ag. .
"qué
“Obligados a
dar nombre a los productos
compran, venden y usan, y sin otra orienta-
ción que el apelativo extranjero, nuestros países se encarg de bautizaran los a su antojo, dando por
resultado que simples artefactos de uso piezas de maquinaria industrial lleguen tantos nombres cuantos países de habla existen en este hemisierio. A tal estado
gado las cosas que, costosos catálogos,
casero o a tener española han llefoHetos
y anuncios hábilmente traducidos en los Estados
Unidos han resultado inservibles en varios de los mercados hispano-parlantes sencillamente por-
que los productos
en ellos especificados
allí diferente nombre.”
tenían
Me aquí el inmenso valer económico del idionas
recia
la Sois
y cel
| aspecto puranrente literario del problema , nues-
ho
A LA LENGUA tra inclinación positivista nos hará pensar en el valor práctico de la reforma q. se intenta. No es cuestión de libros, sino de catálogos. No es ángulo espiritual, sino comercial, y aunqueen el fondo del asunto aparentemente palpita “la ques-
-
tion d'argent”, la realización de tan alto propo-
sito ha de tener profundas resonancias en todas
las ondas de la cultura hispánica.
Se impone un correctivo a la anarquía rei-
8
nante. Hay que vitalizar la lengua, y hacerla circular sin las perjudiciales limitaciones castizas
que le sirven de tara.
E 3 8
El idioma como cosa fun-
>
cional y orgánica que es, debe considerarse como un Cuerpo vivo, dinámico, en perpetuo crecimien= to, y para que pueda cumplir con exactitud sus
funciones de vehículo tiene necesariamente que ir replegándose a todas las contorsiones de la
vida. moderna, sin que el criterio de sus legisla= dores sea un impedimento para cumplisus r altos menesteres.
amplia y
Tenemos
discreta-
que revestirnos de una a
tolerancia
para enriquecer
nuestro anquilosado léxico con el caudal de va=
liosas expresiones que nos impone la Hay que romper las rigurosas fronteras
sida acat
-
Se
5