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ANTONIO8. PEDREIRA
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VICENTE GEIGEL POLANCO
A. COLLADO
San Juan de Puerto Rico a 13 de julio de 1929.
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JUNTA DE REDACCION
SAMUEL R. QUIÑONES.
El.
LITERATURA, ARTE Y CIENCIA hs
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Núm. 4
- ATERRIZAJES
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Con ese interés fecundo
- 1929.
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de la valora-
ción y revaloración, que 'es, en nues tro pro-
se ciñó con heróico - grama, una síntesis de empeño, esta Revista ha dedicado, correlativámente, sus cuatro primeros números a un periodista, José un apolinismo románico, importado con los 'Argensolas
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Pablo Morales, a un político, Segund o Ruiz “. Belvis, a un pintor, F rasquito Olle r y
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_ “poeta:
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José
Gualberto Padilla.
a un
Cuatro
Orientes significativos, fases de una cultu-
44a, esfuerzos en una determinació n: inte*% gralidad de un organismo vital. MES , Pero ¿qúién es Padilla y qué ha hecho? En la historia de nuestro desenvolvi-
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* miento, Padilla como Tapia y Rivera uno de de los más fecundos iniciadores es del sentido estético en nuestrá literatura. Pa-
diera decirse, que son ambos los precursores de nuestra poesía y nuestra pros a, pordá. que entrañan el primer afán de rebusca y
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Acrítica que recoge en sus páginas nuestra
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oria. Padilla no sólo fué creador, la lírica. y la épica; confundidas en un mila -
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* Miígroso connubio, dejaron espacio a la sáti' ra y al humorismo, quae eran; desde cierto
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árigulo, la-única forma de crítica adaptable a aquella époce De ahí; su influencia en cuanto.a la fo y el estilo: un purismo
de récto corte clásico.,
Tapia y Rivera se universalizó en visual de sus estudios: buscó en la leja la nía
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de otros
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escuelas y
fórmulas:
y divulgado
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los
Fernando de Herrera, los Lista, los Bretón y los Martinez
de la Rosa.
El anhelo de
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pureza, de perfección y
claridad en los poemas de este autor, a veces impresionan con efectismo de pulimento, pero en el alma que los anima, en la intención que los insufla, y sobre todo, en la
emotividad
que atesoran, lucen
ve
eros.
sentimientos de poesia. Padilla, antes que polemista y antes que épico, resulta lírico. Entre las líneas de sus cantos vigorosos flo-
ta el velo nítido de la emoción más pura.
Además, tuvo a su favor una vastísima
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cultura, múltiple y variada, cualidad indispensable en las altas labores artísticas. A
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esta. virtud suprema, unió Padilla su impresionante personalidad, temperamento sensibilisimo y un carácter de noble patriotismo, tan en relieve, que dejaba en todo
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su derredor, una influencia admirable, que tuvo a veces, virtud de adoración. Y él, sereno y
altivo, sólo vivió
luchar y sufrir. : Hoy, al conmemorar su
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nario, la Revista INDICE, deshoja rosa s
pasión en el
recuerdo
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de sus campos« e.
¡al margen de “La Di- . combate: ofrendu de lá juventud a la mevina Comedia” , “ Fausto” y “La Rebe- - moria de un maestro. E a
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1829
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CENTENARIO DE “EL CARIBE”.