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JOSI~ G. TOllHES.
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in pensamiento
~e ~i11gillo.
El viento a:r:ota siempre laa cumbre• máa alta.o: asi la envidia. VIRGILIO.
~~!ENTRAS que airado Eolo,
.l,f~ Zurnbarwo con ·fiereza en la espesura
(·*-De escabrosa montaña, .. .. En roble secular ó encina dura
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.Saciando \'á su safí'1, .J Y err ronea roz que al Universo aterra, J ~ ) Anuncia por la tierra · ~..1J De la inclemente atmósfera el amago; En vetusto castillo 42ue del viento no Leme al fiero estrago, Sentados frente á frente, al débil brillo De · té.tri ca bugía, Un anciauo y un jóven conversaban, Y el jóven al anciano así decía: -¿«Por qué la garra artera De la infame calumnia y ruin mentira En mí se ha de cebar"con saña fiera? ¡,En mí, que si en la cuna Títulos heredé, bienes y honores, Culpa tan solo · fué de la fortuna? ¿Y luego, si orgulloso Jamás me considero
Al mimrme encumbrado y poderoso, Y al triste pordiosero, Al infelíz enfermo y al anciano Siempre brindé mi protectora mauo; Si nunca mis acciones Fueron hijas del mal, y en pos camino De angelical virtud á cuyo nombl'e Se inspira el alma eu el amor divino Y doblega su altiva frente el hombre, El mundo, no contento, En mi. censor perpétuo se convierte, E injusto se divierte En inventar ficcioues Que cubran con un velo mis acciones? ¿Es que la sociedad, ya pervertida, De$precia la virtud, y solo quiere Por la senda del vido corrompida Proseguir anhelosa, Tributo dando ·á la mald::id odiosa? ¿O ·es que la avara cuvidia En mí se ceba con atroz perfidia, Porque ::inte el poderoso l\le muestro siempre altivo y org1,1lloso, Y solo an~c el humilde y de::'graciado Olvido el poderío Y mi orgullo se siente dobl~gado'l» El anciano responde: -« ¿Vés ese vendaba! que airado zumba,